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Channel: BLACKFIRES – PORNÓGRAFO AFICIONADO (solo + 18 AÑOS)
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Relato erótico. “Las Profesionales – Una Perra no tan Sumisa” (POR BLACKFIRES)

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DE LOCA A LOCA PORTADA2El tráfico se despeja a medida que el auto deportivo se aleja de la ciudad, entrando a un Sin títulovalle rodeado de colinas, mientras avanza, Susan Baxter, revisa sus notas del día en su agenda electrónica, esta mucho más enfadada que lo habitual pues volvía a retrazarse por culpa de la ineptitud de Rossana, su ama de llaves, aun no podía despedirla pues no había encontrado reemplazo, realmente había sido un error contratar a una ama de llaves tan joven pero la muy estupida de Rossana había sido la única en aguantar el carácter de Susan, el mandito dolor de cabeza no desaparece, el auto recorre un largo trecho rodeado de árboles que separa las edificaciones de miradas curiosas.

Susan estaciona su auto y baja de el dirigiéndose al edificio central, es la orgullosa dueña de Baxter Health Care & Spa, la clínica estética mas selecta y prestigiosa de la ciudad, es un complejo de varios edificios completos con habitaciones, salas de descanso, quirófanos y el área administrativa.

Su paso es elegante sobre un par de zapatos de tacón de aguja de 3 pulgadas, sus largas piernas sostienen un cuerpo espectacular trabajado por horas de gimnasio y dietas, un culo en forma de corazón, caderas torneadas y un busto 36c están cubiertos bajo un traje sastre tipo ejecutivo, realmente solo algunas leves líneas de expresión delatan sus casi 40 años, pero ella muy bien sabe que cualquier chica de 20 daría lo que no tiene por verse como ella.

Al llegar a su despacho una nerviosa asistente sale a su encuentro con una cartilla de documentos y una taza de café recién hecho.

– Buenos días Dra. Baxter

– No se que les ves de buenos Tara, pero no te quedes allí como idiota y dime que hay para hoy….

– Lo siento Dra., la reunión con Farmacéutica Fuller se cancelo hace una hora, y solo le queda la consulta de la Sra. Corrales para la evaluación de su membresía…

Mientras Tara camina tras ella, entran al despacho e intenta ordenar sus ideas, se sienta en su escritorio y toma la taza de café que Tara le diera.

– Genial, cancelan una reunión importante y para colmo debo reunirme con la vieja Corrales que solo quiere cirugías para verse más joven que la nueva asistente veinteañera de su marido.

Firmando unos documentos termina su primera taza de café del día, la maldita migraña sigue allí.

– Cancela cualquier cita o reunión de la tarde no estoy de humor atender a nadie.

Tara asiente y rápidamente recoge los documentos, para luego salir de despacho.

Los minutos pasan y poco a poco la migraña empieza a ceder, es hora de una llamada, toma el celular y marca de memoria el numero, inmediatamente la contestadora automática le hace escuchar la grabación de un hombre de voz áspera ”Hola no puedo atenderte ahora… ya sabes que hacer…”

– Ya se que hacer pedazo de imbécil… – cancela la llamada, borra el numero de la lista de discado y cierra el teléfono mas enfadada, piensa para si misma ”para que quiero un gigoló si el estupido no esta cuando lo necesito”

Empieza a marcar otro teléfono cuando escucha sonidos de la puerta, empieza a voltear para mirar directamente a la cara de Tara cuando le grite “Que clase de estupida no entiende cuando alguien dice: no estoy de humor atender a nadie “, pero su irritación se convierte en sorpresa al ver a Tara de pie junto a la puerta con sus manos a la espalda y su cabeza baja mirando fijamente el suelo, pero esto no es lo mas sorprendente, una joven de aproximadamente 24 años camina hacia su escritorio, Susan al verla andar contempla cada detalle de su cuerpo, su cintura estrecha y su caderas, sus senos moverse al caminar, en su rostro sus ojos gris verdosos y sus labios gruesos enmarcados por sus cabellos negros oscuros. No es la primera vez que desnuda a una mujer con la mirada, pero si la primera vez que con solo mirar una sus pezones se ponen duros y su coño empieza a humedecerse, intenta levantarse y se da cuenta de la debilidad de sus piernas, a diferencia de ella, la recién llegada avanza con paso decidido hasta el escritorio y mirándole fijamente le aborda.

– Buenos días Sra. Baxter es un placer por fin conocerla, no se levante.

Aquellas palabras no se escucharon como una amable sugerencia. Susan extendió su mano estrechando la suave y blanca mano de la recién llegada.

– Soy Helen Bells, represento a Industrias Fredensborg, supongo que debe conocer sobre mis clientes, hace poco hicimos un primer contacto…

En ese momento la mente de Susan luchaba por prestar atención a la recién llegada y recordar aquel nombre de la compañía que de alguna forma le es muy familiar, pero esa mirada la hacia sentir como el animalito cegado por las luces del auto que lo golpeara a toda velocidad.

En ese momento ambas mujeres rompen el contacto visual y Helen le dice a Tara que se retire… Susan vuelve del viaje donde andaba su mente y recuerda claramente Industrias Fredensborg, la misma compañía que furtivamente intentara comprar la mayoría de las acciones de Baxter Health Care & Spa, forzando una ‘asimilación’, antes que esto se hiciera efectivo Susan pudo evitarlo. Eso y escuchar a Helen dar ordenes en su propia oficina terminan de alimentar su ira, levantándose sin mirar a Helen que ya esta sentada le dice.

– Le agradecería la visita señorita, pero esta empresa no tiene absolutamente nada que tratar con Industrias Fredensborg, y en lo que a mi respecta esta visita termina ahora.

– Sra. Baxter aun no ha escuchado nuestras propuestas y seria un gravísimo error no escucharme.

Diciendo esto ambas mujeres se levanta Susan se encamina a la puerta con paso vacilante y Helen rápidamente la intercepta, la sujeta del brazo y la hace girar para quedar frente a frente.

– Susan querida, realmente quiero hablar contigo sobre el futuro, necesito que me escuches por que mis propuestas serán muy buenas para ti.

Sus miradas se encuentran nuevamente y Susan siente como Helen la empieza a arrinconar contra la pared, sus cuerpos se van uniendo y Susan puede oler el aroma exquisito del cuerpo del Helen, siente como sus senos se empiezan a aplastar contra los suyos, los pezones duros y las manos de Helen presionando su cuerpo contra la pared la hacen sentir nerviosa y excitada.

– Si… si esta es la forma que Industrias Fredensborg hace… hace negocios… no estoy interesada.

– Tranquila Susan… Tranquila… Se que podemos arreglar esto en los mejores términos…

Diciendo esto Helen suelta uno de sus brazos y empieza a deslizar su mano desde la cintura de Susan hacia arriba hasta encontrar el arco de sus senos y los acaricia delicadamente.

– Suélteme quien cree que soy, si Fredensborg cree que enviándome una puta terminare vendiéndoles mi compañía no saben nada de mi.

– Al contrario Susan sabemos muchas cosas de ti…

Diciendo esto Helen desliza su mano en dirección contraria y encontrando el borde de la falda de Susan lo levanta acariciando su muslo y subiendo en dirección a su coño, mientras besa delicadamente el cuello de Susan provocándole un escalofrío y con satisfacción la escucha gemir por primera vez.

– Así me gusta Susan muy pronto sabrás que esta es la forma que me encanta hacer negocios.

Helen suelta el otro brazo de Susan y la toma por la barbilla mirándola directamente a los ojos ambas mujeres pueden ver la lujuria en sus miradas, Helen le planta un beso y su lengua empieza el asalto a la boca de Susan al mismo tiempo que sus dedos entran con facilidad al húmedo coño de Susan que a modo de respuesta solo emite ahogados gemidos.

Susan solo deja a Helen hacer, el beso se prolonga y los dedos en su coño empiezan a bombearla y para sorpresa de Susan su cuerpo empieza a reaccionar ayudando a Helen que ahora con su otra mano abre la blusa de Susan revelando y soltando sus redondos senos, el ataque de Helen se prolonga y Susan solo sigue allí contra la pared gimiendo y moviendo sus caderas al compás que marcan los dedos de Helen.

– Aaaaa… que intentas hacerme…

– Nada que tu no desees… y créeme que tu lo deseas… lo necesitas… lo deseas…

Sin que pueda contenerse Susan observa a la chica dar un par de pasos lejos de ella, observa a Helen meter las manos bajo la falda y sacarse un par de bragas de encaje negro, en ese momento se da cuenta que su cuerpo sigue moviéndose al ritmo de los dedos que bombean su coño, sorprendida, humillada y excitada comprende que son sus propios dedos los que entran y salen de su coño, no puede creer que ella este de pie contra la pared con sus senos descubiertos, masturbándose frente a una total desconocida.

Helen la observa masturbarse y mientras avanza hacia ella le dice

– Ahora si quieres escucharme Susan?

Una asustada, excitada y humillada Susan asiente con la cabeza y dice

– Agg siiii…

– No se hable más… Ahora te hablare de nuestra propuesta y de tu futuro…

Helen coloca sus bragas húmedas en el rostro de Susan y el olor de sus jugos hacen que la excitación de Susan llegue a limites desconocidos, luego le abre la boca y coloca las bragas dentro de la boca de Susan, que simplemente no lo soporta mas y su cerebro se desconecta de la realidad.

En la mente de Susan se agolpan sensaciones y recuerdos que no sabe que tan ciertos son o cuando sucedieron, se ve a ella arrodillada frente a una chica hermosa mamando y lamiendo su coño, luego con su rostro en el suelo lame un par de zapatos de tacón y observa la puerta de su despacho abrirse, luego lamiendo pies y mirando a Tara entrar con un juego de maletas, finalmente se ve atada a su escritorio boca abajo con sus piernas tocando el suelo, sintiendo una lengua explorar su coño y su ano, luego nada solo oscuridad, placer y oscuridad…

Un murmullo despierta poco a poco a la aturdida Susan que reacciona mirando el techo de su oficina, fue una pesadilla, todo aquello producto de su agotamiento y dolor de cabeza, parpadea un par de veces y luego de un momento intenta levantarse y cae en cuenta que esta atada a la silla ejecutiva de su despacho.

Esta completamente inmovilizada y para su terror desnuda, de su cabeza cuelga una maraña de cables de varios colores, en cada uno de sus senos puede ver pads adhesivos a cada lado de sus pezones, al igual que otro par adherido a cada lado de su vulva, Susan empieza a forcejear por liberarse y escucha crujir el suelo, sobre la alfombra una gruesa lona de plástico a sido colocada.

Al seguir intentando liberarse escucha ruido en el baño privado de su despacho y para su sorpresa ve salir a Helen y esta le sonríe.

– Hola Susan me encanta que estés despierta, no te molestes yo misma hice esas ataduras.

– Maldita loca suéltame de una buena vez… SUELTAME

– Tranquila Susan aquí nadie escuchara tus gritos, no recuerdas que mandaste insonorizar esta oficina para gritarle a gusto a tus empleados.

Susan comprende que esta aislada y atada en su propia oficina, empieza a llenarse de terror al ver la naturalidad con que todo pasa.

– ¿Que pretendes hacer…?

– Pues no quisiera aburrirte con detalles, pero ya que pasaremos un tiempo aquí y tu serás parte importante de la compañía te contare…

Helen conecta electrodos a los pads adhesivos de senos y vulva, todos los cables van conectados a computadoras colocadas en la habitación y monitores.

– Como te imaginaras industrias Fredensborg es la pantalla para una gran operación, nuestros clientes son habitualmente magnates, millonarios y demás personas importantes que requieren el servicio de nuestras profesionales.

– Si manejas un maldito grupo de prostitutas no me interesa… suéltame maldita perra loca de mier…

Helen acciona una orden en el teclado y una descarga eléctrica sacude el cuerpo de Susan que convulsiona sin control, dos segundos después el cuerpo de Susan se relaja y mira a Helen con una mezcla de terror y odio.

– Eso te recordara no interrumpirme… todos nuestros socios podrían tener prostitutas, amantes o parejas ocasióneles, pero esto les trae grandes problemas como chantajes, extorsiones y hasta peor amantes enamoradas, debido a esto nosotros por un módico precio les ofrecemos jóvenes mujeres dóciles y obedientes dispuestas a complacer sus mas oscuras fantasías, sin el menor problema para ellos.

Helen se levanta y se coloca al lado de Susan y mirando sus aterrados ojos y acariciándole los cabellos continúa.

– Aquí es donde entras tu mi querida Susan, la membresía aumenta y exigen variedad en la carta de opciones, así que tu negocio brinda facilidades inigualables para establecer nuestra granja de cría…

Helen se sienta en el regazo de Susan.

– Escogemos mujeres con perfiles psicológicos con tendencia a la sumisión, por medio de nuestras técnicas logramos ‘condicionarlas’ y hacerles cooperar.

– Como… como… puedes ayudarles a hacer algo como eso a… alguien, eres una mujer igual que ellas, cuanto te pagan yo pagare el doble…

– Dinero no, no me pagan, ellos me hicieron darme cuenta del placer que se siente obedecer y lo excitante que es mostrar a otras lo obedientes que pueden ser.

– Que piensas hacerme… estas loca si piensas que me convertiré en una puta como tu…

– Nada de eso Sussy no hay ninguna como yo, la mayoría son condicionadas con una personalidad secundaria adictas al sexo y totalmente obedientes, solo una llamada y ordenes y estarán en cuatro patas donde se les diga y frente a quien se les diga, harán cualquier cosa por complacer a su dueño y sentir placer al hacerlo, luego irán a casa sin el menor recuerdo de ser usadas como putas profesionales, en mi caso mi nueva personalidad asimilo la antigua, así que de ser una aburrida investigadora en neurología ahora me divierto haciendo jalea los sesos de nuestras profesionales.

– Eres una puta enferma… pero creo que no sabes tanto de mi maldita, yo jamás he sido ni seré sumisa… y… y… en algunas horas notaran que no he vuelto a casa y empezaran a buscarme…

Helen se sienta a horcajadas sobre Susan y sosteniendo su cabeza con ambas manos y le sonríe de forma tal que a Susan se le hiela la sangre.

– ¿Quien empezara a buscarte o llamar para decir que no apareces? ¿Tu gigoló Carlo que en este momento estará en alguna playa o un motel cojiéndose a Karen una de nuestras chicas, ella lo mantendrá ocupado por días, o tal vez la servicial Tara que ahora tengo en la recepción masturbándose y desviando tus visitas y llamadas pues ”no estas de humor para atender a nadie”?, ¿Tal vez Rossana que desde hace meses te ha estado drogando cada noche y te hace lamerle el coño y oler mis bragas condicionándote a responder a nuestro aroma, y de paso irritándote al bloquear químicamente tu capacidad de llegar al orgasmo… o tu adorable esposo que esta de viaje volviendo en tres semanas?… y hablando de tu familia…

Helen toma del escritorio una foto donde aparece Susan junto a sus dos hijas y su esposo.

– Mira lo que tenemos aquí, una hermosa familia feliz, dos hermosas nenas y su amoroso padrastro al cual respetan tanto como lo hace su madre que tiene amantes y aventuras… que edad tienen las nenas… 19 y 20 no es así… falta poco para que vuelvan de Europa…

– No metas a mis bebes en esto.

Susan termine por romperse y se suelta a llorar, Helen se levanta y toma un maletín mientras dice:

– Muy tarde Sussy pronto tus nenas sabrán lo excitante que es obedecer, mami ayudara a que aprendan.

– Por favor no… mis niñas no… No dejare que me usen no soy sumisa

– Muy tarde Sussy

Helen saca dos jeringuillas llenas de un líquido azul y se aproxima a la aterrada Susan.

– Que haces no te acerques con eso…

Sin siquiera escucharla Helen toma la jeringuilla y tomando uno de los senos de Susan inyecta todo el contenido dentro del seno.

– Aaaaaa estupida que haces…

Helen toma la otra jeringuilla y repite el procedimiento en el otro seno.

-Aaaaauch suéltame.

– Lo que acabo de inyectar en tus senos son nanobots que usando tus senos como colonia entraran en tu sistema llegando a tu cerebro donde me ayudaran a crear tu nueva personalidad, no tenemos mucho tiempo para adoctrinarte así que usaremos estos, son un prototipo de un nuevo colaborador de nuestra empresa, descuida ya los hemos usado con éxito y muy pronto dejaras de pensar con los sesos y en cambio lo harás con el coño, el culo y este hermoso par de tetas… esto te hará tan sumisa como yo quiera.

Susan siente como un hormigueo empieza en sus senos y poco a poco va sintiéndose mareada hasta que pierde el conocimiento, mientras eso pasa Helen termina de conectar todos los equipos y coloca intravenosas en los brazos de Susan.

– Todo listo ahora solo queda esperar.

Los minutos se convierten en días, el hormigueo en sus senos continua y sus pezones son como un par de rocas, a su cerebro llegan imágenes de hembras siendo usadas por hombres o por mujeres, hembras usadas en calabozos, playas, montañas o en plena calle a la vista de todo el mundo, ella es una de esas mujeres que son usadas, la penetran por el coño pues ya ella no tiene vagina, aprietan sus tetas pues ya no tiene senos, lamen su culo pues ya no tiene trasero, esas palabras describen una mujer y ella es solo una perra.

Los vibradores en su coño y su culo la hacen estremecerse pero no llega a correrse, ella necesita correrse venirse como una puta, sentir como su cerebro se apaga con cada orgasmo, pero no logra correrse, es tan bueno obedecer ella necesita obedecer y sentir placer… y… y… algo anda mal… ella no es una perra… ella es una exitosa mujer de negocios, ella es…

Una encarga eléctrica barre su cuerpo por segundos que parecen años y cuando su cuerpo se relaja siente como quitan de su cabeza unas gafas de realidad virtual, una sonriente Helen le comenta.

– Lo estas haciendo excelente Sussy, esta ves estuviste 45 minutos siendo una puta, pronto estas crisis de personalidad las haremos desaparecer, no te preocupes.

– ¿Por que me haces esto a mí…?

– La respuesta es simple, por que puedo, y por que todas las personas que te conocen piensan que eres una maldita perra, quien soy yo para contradecirles.

CONTINUARA…
PARA CONTACTAR CON EL AUTOR ESCRIBIDLE A:
blackfires@hotmail.com

 

Relato erótico:”Las Profesionales – Una perra mucho mas sumisa”(POR BLACKFIRES)

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DE LOCA A LOCA PORTADA2La tarde empieza a dar paso a la noche y el tráfico en la ciudad se despeja, el auto Sin títulodeportivo de Susan avanza sin obstáculos en dirección a casa, el día a sido largo y complicado, demasiadas cosas en muy poco tiempo. Al llegar a un semáforo el móvil empieza a sonar, Susan toma la llamada y contesta.

– “Hola…”

Nadie contesta, por lo menos ninguna persona responde, pero un sonido parecido al de una máquina de fax llega por respuesta. Espera unos momentos, al final la comunicación se corta sin más. El semáforo cambia a verde y ella avanza con el tráfico, pero decide estacionarse al borde de la vía, apaga el auto y espera un momento mirando el móvil.

Un momento después el móvil vuelve a sonar, ella intenta contestar pero el sonido vuelva a aparecer, esta vez Susan siente como todo a su alrededor empieza a desaparecer, una oleada de calor empieza a invadirla y su vagina se humedece, sus pezones se ponen duros y en sus senos un hormigueo la empieza a excitar. La llamada dura aproximadamente un minuto y medio, parpadea un momento y encendiendo el auto, luego se dirige de vuelta a la ciudad y minutos después llega a una prestigiosa boutique de una selecta área comercial.

Al entrar puede ver a cuatro o cinco clientas que junto un número igual de empleadas escogen prendas de ropa interior, una de las chicas avanza hacia ella y mientras avanza Susan no puede dejar de mirar sus piernas cubiertas de medias de seda, puede verse el liguero que las sostiene bajo una minifalda a juego con una blusa de seda que con dos botones abiertos deja apreciar un hermoso par de senos contenidos en un sostén de encaje.

– Bienvenida Madame, ¿En qué podemos ayudarle?

– Buenas, estoy buscando Miss Massiel.

– Un segundo por favor, le diré que usted le busca… algo que pueda ofrecerle mientras espera.

Diciendo esto la chica toma un teléfono interno y mientras marca le sonríe provocativamente a Susan, ella no puede quitar los ojos de aquella chica de labios tentadores. Un momento después una joven de unos 23 años aparece desde el fondo de la tienda y sonriéndole a Susan hace una seña a la chica y les deja a solas.

– Bienvenida Sra. Baxter, es un honor tenerle en mi tienda.

Susan observa la recién llegada, su ropa es muy parecida a la de la primera chica pero este modelo es mucho más provocativo que el anterior, su cuerpo y su rostro son más delicados y el conjunto completo hacen de ella una delicia para la vista, con voz nerviosa y algo entrecortada Susan contesta

– Me han enviado a recoger un paquete.

– En ese caso acompáñame a los probadores VIP Sussy, estaba esperando por ti…

Diciendo esto ambas mujeres se dirigen al final de la tienda y mientras caminan Massiel coloca una mano en la espalda de Susan y poco a poco se desliza hasta el trasero de Susan que se estremece al ser acariciada. Al llegar al privado Massiel cierra la puerta y sin mas toma a Susan, con una mano en la espalda y otra en su trasero, mirándola fijamente la besa delicadamente, a lo que Susan responde, las lenguas de ambas mujeres se pelean en sus bocas, en segundos Massiel la desnuda casi por completo, alejándose de ella recoge un collar de cuero de un estante y lo coloca en el cuello a la excitada Susan. Ella sigue de pie solo vestida con su ropa interior, sus zapatos de tacón y su nuevo collar de cuero. Massiel le acaricia los senos y mirándola a los ojos le dice.

– Desnúdate.

Susan termina por quitarse todo y sigue de pie frente a Massiel que sentada en una butaca frente a ella le observa desnuda en medio del cuarto.

– Eres muy hermosa, esos senos son más grandes de lo que esperaba, recoge lo que hay detrás de ti y úsalo.

Susan toma un paquete y empieza a vestirse con un sostén de encaje negro a juego con un par de medias de seda que sostiene en su sitio con unos ligueros negros y cambiando de zapatos se coloca un par de tacones de aguja de 3.5 pulgadas, mientras se viste siente con Massiel se acerca lentamente a sus espaldas, acariciándola desde atrás la toma por los senos y empieza a besarle el cuello, no deja de temblar y gemir.

– Estas perfecta Sussy, justo como tienes que estar vestida.

– No… No encuentro las bragas…

– No te preocupes Sussy, tu nunca más necesitaras bragas

Diciendo esto desliza dos dedos en el encharcado coño de Susan que empieza a gemir al sentir como entran y salen esos dedos, los besos y las caricias en sus senos la llevan al borde del orgasmo, justo en ese momento siente como Massiel coloca una cadena en la argolla del collar de cuero.

– A cuatro patas Sussy

Cae a cuatro patas y gateando junto Massiel la lleva hasta la butaca donde sin decir nada mas abre las piernas dejando a la vista de Susan su coño que inmediatamente empieza lamerlo y a adorarlo como la mas experta.

– Asiiiii Sussy… asi muy bien continua… te encanta obedecer, obedecer es placer Sussy…

Unos minutos después Massiel se corre en la cara de Susan llenándola de sus jugos, y al reponerse del orgasmo ayuda a Susan a terminar de vestirse y retocar el maquillaje. Ambas salen del privado y acompañándola a la puerta de la tienda se despiden.

Susan toma su auto sintiéndose tan excitada y caliente, sale del área comercial, en su mente no deja de escuchar a Massiel decir “obedecer es un placer”, con eso en la cabeza y aun saboreando los jugos vaginales en su boca llega a un exclusivo restaurante de la ciudad, al entrar un mesero la recibe.

– Bienvenida Madame

– Soy Sussy y vengo… a entregar un paquete…

En un privado del restaurante la joven pareja formada por la Sra. y el Sr. Loggan, dueños de la Corporación Loggan Aeroespacial, celebran su tercer aniversario de bodas en una intima y romántica cena, intima hasta que un camarero entra acompañado de una bella mujer, dejando a los tres solos cierra la puerta del privado.

– Soy Sussy y vine a entregar un paquete

– Parece que mi regalo ha llegado por fin, feliz aniversario querida.

La Sra. Loggan sonriendo se le acerca, camina alrededor de ella la observa detenidamente, con un gesto invita a su esposo a mirar de cerca a la recién llegada. El Sr. Loggan llega junto a ellas y le dice al oído a Sussy.

– Quiero ver el paquete.

Ella se quita el traje ejecutivo y solo se queda con su nuevo juego de encaje, de pie en medio de los esposos que inmediatamente empieza a acariciarla y besarla.

– Es hermosa, parece una muñeca… que labios deliciosos tiene amor.

– Es una muñeca, una muñeca para coger, y es toda tuya… ya viste estos senos linda, se que te gustan grandes.

– Me encanta amor.

El Sr. Loggan se coloca a sus espaldas, tomándola de sus senos le besa el cuello y con sus dedos libera los pezones de Susan, la Sra. Loggan se le acerca por de frente y por invitación de su esposo comienza a besarle los senos, mientras con sus manos acaricia su trasero y su coño, su lengua recorre en forma espiral su seno hasta llegar a su pezón y con su boca lo captura para empezar a mamarlo y delicadamente morderlo. En ese momento Susan deja escapar un gemido que se apaga con un beso de lengua que le coloca el Sr. Loggan. La Sra. Loggan observa a ambos besarse mientras ella sigue el ataque a los endurecidos pezones.

– ¿Me quieres poner celosa mi cielo?

Liberando los senos de Susan, con sus dos manos la toma por el rostro y le planta un beso y su lengua sin obstáculos empieza a sondear la boca de Susan que no puede controlar su excitación y acaricia a la chica mientras siente el endurecido pene del hombre que le acaricia las nalgas, con una mano sostiene el pene y con la otra empieza a bombear el coño de la chica. Finalmente el beso apasionado termina y Susan siente la fuerte mano del Sr. Loggan presionarle el hombro y entiende el mensaje cayendo de rodillas entre los esposos que empiezan a besarse apasionadamente, mientras ella inicia a lamer y mamar su verga y su coño en un ritmo intercalado para no desatender a ninguno.

Unos minutos después una ya desbocada Susan esta a cuatro patas manando la verga del hombre y recibiendo embestida tras embestida en su coño por parte de una excitada Sra. Loggan, que con un pene de plástico sujeto a sus caderas por un arnés le llena el coño mientras le dice lo puta y zorra que es al estar a cuatro patas como una perra siendo usada por ellos, ellas solo es la perra y ellos son sus dueños. Es la tercera vez que ambos esposos intercambia posición usándola.

– Esta perra tiene una boca deliciosa, ya casi no puedo aguantarlo.

– No te corras en la boca de esta perra, sigue gimiendo querida, sé que te encanta que te usemos, quiero que me llenes a mi corazón lo quiero dentro de mi.

– No te preocupes ella no se merece lo que te pertenece por derecho.

Diciendo estos la chica se aparta de Susan y quitándose el arnés deja expuesto su coño para que su excitado macho la penetre olvidando a Susan que aun no llega a correrse, ambos se entrelazan y mientras una celosa Susan gatea hasta ellos los observa llegar al clímax entre gemidos y gritos, luego de unos momentos que parecen interminables ambos esposos se mueven y levantándose se besan y abrazan frente a ella que espera a cuatro patas.

– ¿Qué esperas para empezar a limpiarnos?

Ella inicia a lamer sus sexos limpiando con su lengua los rastros se semen y fluidos vaginales mientras los esposos arreglan sus ropas, la velada termina con ambos esposos sentados a la mesa degustando sus postres y su ultima copa de vino. Mientras Susan sigue a cuatro patas bajo la mesa con un vibrador insertado en el culo y lamiendo los pies de sus dueños.

Poco a poco despierta y para su sorpresa se encuentra sentada en su despacho totalmente desnuda y conectada a electrodos desde donde salen cables que van conectados a una batería de computadoras y monitores a su alrededor, dos vibradores siguen insertados en su culo y coño pero las ataduras han desaparecido, observa todo como si fuera la primera vez que esta en su propio despacho, recorre la habitación buscando algún rastro de sus dueños, intenta levantarse pero se siente mareada y atontada, se inclina un poco hacia adelante y observa el suelo cubierto de una gruesa lona de plástico, la cual esta humedecida y salpicada de sus jugos vaginales y otros fluidos, al inclinarse siente que su equilibrio cambia pues sus senos parecen haber aumentado dos o tres tallas, sorprendida los observa y sin pensarlo los acaricia con sus dedos y siente lo sensibles que están, inmediatamente una oleada de calor la recorre haciéndola gemir levemente y el vibrador en su coño empieza a funcionar.

Su cuerpo empieza a reaccionar y recostándose hacia atrás deja que sus manos acaricien sus senos y que su coño vibre haciendo que su cuerpo se empiece a contorsionar por la excitación, una mano se desliza a su coño y la otra continua en sus senos, en su mente no hay nada más importante que obedecer, sentir placer, llegar al orgasmo, ella necesita correrse, ella necesita correrse y sentir placer al obedecer.

Susan se deja llevar por el ataque sexual sistemático al cual sus manos la someten, cerrando sus ojos intenta imaginarse de rodillas frente a un macho, un macho que la domina y la somete, ella necesita obedecer a su dueño, ella no es más que un juguete sexual… ella necesita correrse y sentirse como lo que es, como una…

– Hola Sussy Pussy me encanta que estés ya despierta.

Susan abre sus ojos y una sonriente Helen aparece ante ella de pie a su lado mirando como no puede detener su cuerpo y sus manos que ya a estas alturas mantienen de rehén a la parte pensante de su cerebro.

– Soy… soy una… aaaaaah…. Soy una perra…

La sonrisa de Helen no puede ser descrita al acariciar con su mano el cabello castaño de la nueva Susan mientras le comenta.

– Claro que lo eres Sussy Pussy, has sido una buena chica, buena chica… me encanta como todas al final terminan por romperse.

Helen ayuda a Sussy a levantarse y la lleva al baño privado donde empieza a asearla, sin perder la oportunidad de besarla y acariciarla sin la menor resistencia, al volver a la oficina con una desnuda Susan caminando como mascota obediente tras de ella, encuentran a Tara limpiando la oficina y empacando los dispositivos, al verla Susan siente un ataque de vergüenza y baja sus ojos al piso, Helen la toma por un mano y la coloca frente al escritorio, la inclina sobre el y ella responde colocando los codos sobre la cubierta del escritorio y separando las piernas, Tara entrega un vibrador a Helen que con una rápida lamida lo humedece y lo empieza a insertar en el coño empapado de Sussy, Tara coloca un paquete de documentos frente a Sussy y extrañamente las palabras escritas en los documentos no las puede leer, Helen empieza a meter y sacar el vibrador y ella empieza a temblar.

– No te preocupes si no puedes leer lo que dice allí, tuvimos que desechar algunas de tus habilidades para hacer de ti una buena chica, solo dejamos las que nos son necesarias, solo pon tu firma en los documentos…

Helen apaga y detiene el vibrador, Tara entrega un bolígrafo a la excitada Susan que sin otra orden firma los documentos que Tara va colocando frente a ella, al terminar Tara cierra la cartilla de documentos la coloca en un sobre y lo entrega a Helen que sonriendo le dice a Susan desde su espalda.

– Buena chica Sussy Pussy, buena chica ahora eres oficial y legalmente nuestra, toda nuestra.

Sin más por decir Helen introduce el vibrador y le besa la espalda mientras Tara acaricia sus senos y la besa apasionadamente haciéndola estremecer. Minutos después Helen sentada en una butaca observa a Tara sentada en el escritorio con las piernas separadas y la cabeza de Susan entre ellas, ambas se detienen al escuchar el timbre del teléfono, con un gesto de manos Tara se levanta y tomando a Susan le dice al oído.

– Posición de obediencia Dos.

Sin el menor pensamiento el cuerpo de Susan cae de rodillas con sus nalgas descansando en sus talones, sus piernas ligeramente separadas, sus manos entrelazadas a su espalda erguida levantando sus grandes y hermosos pechos, su cabeza inclinada hacia el frente con la mirada clavada al piso.

Tara contesta la llamada.

– “Baxter Health Care & Spa, Oficina de la Dra. Baxter”

– “Soy Samantha Baxter, comunícame con mi madre”

– “Un segundo Señorita Baxter, la comunico”

Tara presiona el botón de espera y voltea a mirar a la sumisa Susan y a Helen de pie a su lado. Helen se coloca frente a Susan y tomándola por la barbilla la obliga a mirarla

– Lo harás tal como te he ordenado verdad querida, serás una buena chica por que tú quieres obedecer.

– Así lo hare mi señora…

Con esto Tara entrega el auricular a Susan y esta con una mano lo sostiene y con su mano libre se inserta dos dedos en su coño, empieza a masturbarse mientras contesta.

– “Hola Sammy, ¿como va el viaje?”

– “Hola mom, todo bien, estaremos de vuelta mañana”

– “Excelente cariño… enviare a mi asistente a recogerlas al aeropuerto…”

– “Hazme el favor de no enviar a nadie como el ultimo idiota que enviaste por nosotras, no quiero pasar todo el camino intentando hacerle entender a alguien que no quiero hacer amigos ni ser sociable con empleados”

– “Sí… cariño… enviare…”

– “¿Te pasa algo, te escucho algo extraña?”

– “Dame un momento”

Tara acciona el botón de espera y Helen la toma por un brazo levantándola bruscamente, mete uno mano en su propio coño desliza sus dedos dentro y luego los coloca en la boca de Susan y la desvalida Susan los empieza a lamer con desesperación, sus ojos se ponen vidriosos y su rostro se relaja. Helen con una mano la toma por el cuello y hace una señal a Tara, mientras le susurra al oído a Susan, Tara acciona el botón y Susan repite como un marioneta lo que Helen le susurra al oído.

– “Lo siento querida una llamada en la otra línea”

– “¿En serio estas bien, estas ocupada?, estas muy rara”

– “Tranquila querida solo trabajo, enviare a mi asistente Tara por ustedes, te veré mañana en la cena que organicé para ustedes, debo dejarte”

– “Bueno esta bien te veré mañana, adiós”

– “Hasta pronto Sammy”

– “Deja de llamarme Sammy ya no soy una niña”

Con esto la llamada se cierra y una sonriente Helen comenta.

– Claro que no eres una niña Sammy pero pronto dejaras de ser una mujer y tu me vas a ayudar Sussy Pussy. Has sido una mala chica, mala chica, unas horas más y acabaremos con eso que queda en tus sesos.

Al día siguiente una sonriente Susan conversa con sus hijas sentadas a la mesa de su mansión, Susan se escucha responder a si misma, pero sus palabras no son suyas, siente como si alguien mas las dijera por ella. Las chicas le comentan sus aventuras en España, Alemania y Francia, obviamente evitando mencionar las fiestas, drogas y alcohol en todos esos países, Samantha le habla de unas montañas al norte de Alemania pero Susan solo pude mirar sus labios tentadores y sus pechos generosos cubiertos con una ligera camisa de lino, al otro lado Melissa la menor de sus niñas es casi un clon de su madre, de cabellos castaños y a diferencia de su hermana con menor busto pero de cabellos rizados, ríe al escuchar el relato de su hermana al contarle a su madre como Melissa ridiculizo a una empleada del hotel en Alemania, en el fondo de la mente de Susan un temor crece mientras observa como Rossana sirve los platos y llena las copas de cristal con bebidas que las chicas toman sin siquiera reparar en la presencia de Rossana, Susan mira sonriendo como las chicas terminan sus bebidas cargadas con un poderoso somnífero, las conversación poco a poco empieza a hacerse mas pausada y termina cuando Melissa torpemente intenta cortar una pieza de carne y deja caer sus cubiertos al suelo, Samantha la observa atontada y al intentar preguntar si se encuentra bien termina con su cara enterrada sobre el plato de ensalada de lechuga colocado frente a ella.

susan observa sentada sin moverse a sus dos hijas aturdidas en la mesa, mientras Rossana abre una gaveta en una mesita cercana sacando un collar de cuero y una cadena que le coloca en el cuello, lo que hace que Susan se excite completamente esperando con ansias llegar al tan anhelado orgasmo, Rossana se quita la falda y coloca su coño al alcance de la cara de Susan.

– Has sido una buena chica Sussy, ambas hemos sido buenas chicas, lámeme el coño y dame mi recompensa.

Minutos después ante un aturdido publico Rossana termina por correrse en la cara de Susan, sin poder aguantar mas Susan siente como todo a su alrededor se nubla y pierde el conocimiento.

Vagos recuerdos llegan a la mente de Susan mientras esta de pie en la estancia de su mansión frente a la puerta principal, esta vestida con un fetichista traje de empleada francesa el cual casi no cubre sus ahora mucho más grandes pechos, una tanga negra se le encaja en la raja que divide sus nalgas y sus pies están encapsulados en unos zapatos de tacón de aguja de por lo menos 4 pulgadas, casi se sostiene en pie solo con sus dedos pulgares, el collar de cuero que Rossana le colocara la noche de la cena la hace sentirse mas humillada que de costumbre, y al recordar la cena a su mente vuelven borrosos recuerdos de sus hijas siendo llevadas a una camioneta negra en el garaje de su mansión, luego otro borroso recuerdo la invade al estar de pie mirando a través de un cristal frente a un cuarto de cirugía observando a sus hijas atadas a sillas parecidas a las que usan los dentista, sus cabezas y cuerpos cubiertos con electrodos, sus coños y culos llenos con vibradores, su cuerpo se excita al ver como ambas chicas se contorsionan al recibir placer y ser condicionadas, sus jóvenes cuerpos y sus cerebros son bombardeados sin tregua hasta que llegan al orgasmo una y otra y otra vez, una envidiosa Susan las observa correrse y no puede dejar de mirar esos pechos que parecen haber crecido dos o tres tallas en los últimos cuatro días.

El sonido de la puerta de entrada la vuelve a su sumisa realidad, Rossana camina a la puerta y el recién llegado entra tomando a Rossana por la cintura y colocándola contra la pared le planta un apasionado beso y sin mas le saca un de sus senos fuera del costoso traje de seda que antes fuera de Susan, con su boca atrapa el pezón y los gemidos de Rossana llenan la habitación, Susan empieza a sentir como sus jugos corren por sus piernas mojando las bragas y medias, el hombre suelta a Rossana que le informa.

– Bienvenido señor, todo esta listo. Sussy esta condicionada como la perra que siempre a sido.

Ambos se acercan a ella que no deja de temblar por las ganas de ser usada por esa hembra y ese macho, su mirada se clava en el suelo y siente como ambos se colocan a su lado, el hombre la toma por la barbilla y la obliga a mirarlo, ella sigue mojando sus bragas y medias cuando el aroma de su macho la embriaga, el hombre desliza el cierre de su pantalón y se saca la verga mientras la coloca a ella contra la pared, luego la presiona con su cuerpo deslizando su dura verga dentro de Susan que siente que esta a punto de estallar, el hombre empieza a bombearla con más y más fuerza y Sussy no puede conterse, el hombre la toma por los cabellos y mirándola a la cara le dice.

– Dime lo que eres.

– Soy aaaag soy una perra sumisa que te pertenece.

El hombre le sonríe mientras la mantiene penetrada.

– Has sido una buena chica estas semanas, igual que Rossana debes tener una recompensa… correte para mi puta.

Ante esta orden la mente de Susan termina por desconectarse cuando oleada tras oleada de placer la invaden. Meses de ganas, terminan y se corre tantas veces que pierde la cuenta y en su aturdido cerebro los últimos rastros de la mente consciente de Susan terminan por desaparecer dando paso a Sussy Pussy.

Al volver a la realidad una feliz y realizada Sussy siente como Rossana la hace caminar a la alcoba principal siguiendo al hombre que ahora es su dueño, ella necesita complacerlo y demostrarle lo obediente y dócil que es. Al entrar los tres en la habitación pueden ver frente a la cama matrimonial a Samantha y a Melisa que a cuatro patas están conectadas entre si por un dildo doble que tienen insertados en sus culos, ambas chicas se mueven acompasadas para penetrarse una a la otra, ambas visten exclusiva y delicada lencería roja y negra, con sostenes de media copa que casi no logran sostener sus deliciosos senos, medias a juego y ligueros. Rossana avanza hacia ellas y acciona un botón en medio de los dildos que los hace soltarse, les ordena ponerse de pie y ambas chicas con la mirada perdida son acariciadas por Rossana en medio de ellas.

– Tal como lo pediste señor condicionadas justo como su madre, ¿qué te parecen?

Las chicas dejan escapar gemidos de placer cuando las manos expertas de Rossana les acarician sus delgados y atléticos cuerpos haciéndolas estar más excitadas y húmedas si eso es posible.

– Excelente, me parece excelente, ven aquí Sussy.

Sussy camina hasta su dueño y observa a las chicas semidesnudas frente a ella, ya no son sus hijas son dos perras justo como ella lo es. En ese momento un móvil empieza a sonar y el hombre toma la llamada.

– “Hola Mr. B lamento si estoy interrumpiendo algo importante”

– “Hola Robert, descuida aun la fiesta no ha comenzado, me parece que has hecho un excelente trabajo”

– “Nada de eso señor, no hubiéramos podido lograrlo en tan poco tiempo sin su colaboración con los nanos, han sido más efectivos de lo esperado… por cierto Mr. L ha hecho una oferta importante para una velada familiar”

Mientras conversan Rossana hace que ambas chicas se coloquen una frente a la otra y les ordena besarse, a lo que sin vacilación ambas chicas se acarician y besan apasionadamente, sus lenguas juegan a entrar y salir de las bocas de ambas mientras sus pechos se aplastan entre si, luego de un momento Rossana les dice algo al oído y ambas chicas caen de rodillas una a cada lado de la cama con sus nalgas sobre sus talones su cabeza inclinada hacia el frente haciendo que sus cabellos caigan de lado sobre sus pechos que sostienen con sus manos ofreciéndolos generosamente.

Los tres se acercan a la cama entre caricias y besos y el hombre termina la conversación diciendo.

– “Tranquilo Robert, sabre recompensarte con lo que necesites para la nueva fase… ahora si me disculpas tengo una familia que atender, debo ver que pueden hacer mi esposa y mi amante juntas en la cama…. Dile a Loggan que lo pensare”.

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Relato erótico: “Las Profesionales – Horas Extras” (POR BLACKFIRES)

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Captura de pantalla 2015-11-19 17.52.52El día casi terminaba y a esas horas de la noche solamente Mónica se encontraba en la Sin títulooficina almacenando expedientes de casos recientes, su nuevo puesto en su nuevo trabajo al principio no le había parecido tan exigente. Al aceptar la oferta de trabajo bien sabia que debería cambiar de ciudad, y otros muchos cambios importantes, pero la oportunidad de destacar en su empleo era difícil de rechazar. Esperaba que pronto la promovieran por su excelente trabajo y su desempeño académico.

Nunca antes se había sentido tan bien en su trabajo, todo había mejorado después de ser seleccionada para el curso especial de mejoramiento laboral, había sido la mejor de entre 15 seleccionadas, 10 días de ardua capacitación pero ahora todo era mejor.

Por fin el ultimo juego de archivos y podría irse a descansar, el teléfono de la oficina empieza a timbrar, dos, tres, cuatro repiques y ellas termina por contestar de mala gana, una voz de hombre llega por el teléfono después de contestar ella.

– Mónica?

– Sí soy yo, en que puedo ayud…

Justo antes de terminar de hablar, una frase dicha por la voz hace que todo lo demás deje de importar, su mirada queda extraviada y toda su atención queda limitada a la información que recibe en el teléfono. Al colgar olvida la llamada y termina de archivar los expedientes, se dirige la baño de la oficina tardando solo unos minutos, sale recoge sus cosas y va al estacionamiento.

Sale en su auto y por una extraña razón decide ir al lado sur de la ciudad, que tonta como pudo olvidar entregar el paquete que le pidieron llevar, bueno ya estaba de camino al lado sur, haría la entrega y volvería a casa justo para ducharse y dormir.

Al llegar estaciona el auto frente a un condominio de clase media alta, al llegar a la puerta se identifica con el portero y este le hace pasar, tomara el ascensor al piso 14, mientras espera en el lobby se incomoda al notar como el portero mira sin descaro su trasero y minutos antes no desvió ni un momento la mirada de su escote, le pareció muy grosero, pensó que si eso pasaba con una blusa y saco ejecutiva, no quería saber como le miraría con otras ropas. Toma en el ascensor y al salir se dirige a la puerta de uno de los apartamentos, solo toca dos veces y un hombre atiende la puerta.

– Buenas noches soy Mónica y vine a traerle un paquete

El hombre le observa muy atentamente y le hace pasar, ella entra al recibidor y el hombre le comenta.

– Así que eres Mónica, pues no veo que traigas nada en las manos

Mónica nota que es cierto y apenada baja la vista mientras dice:

– Disculpe que torpe soy, debí olvidarlo en el auto.

El hombre sonríe y le dice:

– Descuida soy amigo de Robert.

Un escalofrío recorre la espalda de Mónica mientras sus pezones se endurecen y su coño se humedece, su respiración se hace agitada, el hombre sigue sonriendo y al acercarse a la chica le ordena.

– Muéstrame el paquete

Sin vacilar Mónica desabrocha su falda que cae al suelo revelando que no lleva puestas sus bragas y subiendo sus manos se abre el saco y desabotona su blusa revelando sur grandes y redondos senos coronados con pezones rosados y erectos, no lleva puesto sostén.

Abriendo las piernas y con sus manos sosteniendo sus grandes senos le dice al hombre.

– Esto es para usted

– Pareces estar bien entrenada, ¿dime que puedo hacer contigo?

– Estoy bien amaestrada, mi cuerpo es tuyo para tu placer en toda la siguiendo hora, solo soy una boca, un coño, un culo y un par de tetas.

El hombre tomándola contra la pared desliza dos dedos dentro del coño y su otra mano masajeando uno de sus senos, empieza a besarle el cuello y la cara, se hace notable el nivel de excitación de la chica y el hombre la voltea contra la pared presionándola contra ella con una mano detrás de su cuello y con la otra mano acaricia y abre las nalgas de la chica.

– Eres una niña muy mala, no llevas ropa interior

Con un tono de excitación y deseo la chica responde

– Las perras amaestradas no tenemos por que usar ropa interior

El hombre se aleja de ella y se sienta en un sillón de la estancia junto a una mesita de gavetas y una lámpara. La chica voltea y le mira con lujuria, el hombre con un gesto de manos de señala el piso y Mónica obedientemente cae de rodillas al piso, termina por quitarse el saco y solo faltan dos botones de su blusa por soltar, el hombre abre el cierre de su pantalón y saca su pene acariciándolo con una mano bajo la atenta mirada de Mónica que no puede pensar en nada mas que tener ese pene en su boca, el hombre ordena

– Ven aquí y enséñame que tan puta eres

Mónica se pone en cuatro patas y gatea hasta el sillón, la verga erecta del hombre se levanta frente a su rostro, ella empieza a aspirar su aroma, luego pasa sus mejillas a cada lado de la verga, sigue a cuatro patas y sacando su lengua empieza a lubricar toda la verga de su macho, de su dueño, en su mente ya no es un hombre, el es su dueño y ella ya no es una chica ella es una perra sumisa hambrienta de ganas por mamar, abriendo su boca engulle la verga de su macho y empieza a bombear arriba y abajo, el hombre coloca sus manos en su cabeza y marca el ritmo de la mamada guiando sus movimientos, arriba y abajo arriba y abajo, Mónica no puede contenerse y su coño es una fuente de líquidos, húmeda como una perra en celo.

El hombre ahora con su mano izquierda mantiene en un bolillo el cabello de Mónica y con la mano derecha abre una gaveta de la mesa al lado del sillón, saca un collarín de cuero con hebilla de plateada y una argolla redonda, que fácilmente coloca en el cuello de Mónica mientras ella sigue empeñada en dar el máximo placer que su boca puede darle a su verga, el hombre empieza a levantarse sin que la chica deje de mamar su verga, al estar de pie coloca una cadenilla de metal en la argolla del collar y le ordena detener la mamada.

Mónica se mantiene de rodillas en el suelo, con sus nalgas descansando sobre sus tobillos y sus manos cruzadas en la espalda, solo mantiene puesto la blusa de seda blanca con dos botones por abrir y sus zapatos de tacón negros, su espalda se arquea hacia delante para ofrecer a su macho sus enormes tetas que necesitan ser tocadas, su mirada al piso como una buena sumisa y su boca abierta esperando ser llenada, del borde de su labio escapa un hilillo de saliva mezclada con liquido preseminal.

Para él es todo un espectáculo ver a esa chica domesticada y entrenada, de rodillas frente a su macho, esperando la siguiente orden, con su collar y su cadena como una mascota.

El hombre tira de la cadena y sin mediar palabra Mónica cae en cuatro patas y le sigue como una mascota para entrar en el dormitorio, allí es subida a la cama y en medio de ella toma nuevamente la posición de sumisión anterior. El hombre termina de quitarle la blusa y se coloca frente a ella y con una mano en su culo y otra en su cuello le dice

– Eres mi perra

Mónica se coloca sobre su macho y empieza a ser penetrada, el bombeo, el ritmo de sus caderas y el vaivén de sus senos se mezclan con sus gemidos y las ordenes que le da su macho, al igual que las frases tan humillantes que le dice, que muy por el contrario de ofenderla la hacen sentirse mas y mas excitada, mas perra, mas sumisa, en su mente solo es eso una perra, una y otra vez mientras es penetrada y usada, la misma frase se repite en su cabeza… “soy una perra, solo soy una boca, un coño, un culo y un par de tetas… soy una perra, solo soy una boca, un coño, un culo y un par de tetas…”

Cuarenta minutos después ambos cuerpos desnudos están en la cama el hombre acostado boca arriba mirando encantado como su perra de la noche sigue semiaturdida acostada boca abajo al final de la cama, puede ver su espalda y culo desnudos, con sus senos aplastados por su propio peso contra la cama y las piernas de su macho, mientras que su boca sigue abierta reteniendo la ya flácida verga de su macho después de haberla limpiado de su semen y los jugos de su coño.

Mónica termina por despertar y se levanta de la cama recogiendo sus ropas se va vistiendo poco a poco mientras su macho la observa vestirse, al finalizar regresa a la estancia y toma su falda del suelo, el hombre esta allí para despedirla y con un movimiento rápido la pone contra la puerta deslizándole dos dedos en el coño, mientras la masturba del dice:

– Has estado fantástica puta… espero volverte a ver pronto

– Gracias por preferir nuestro servicio, para una próxima sesión ya sabe a quien llamar…

El hombre saca su mano de debajo de la falta y le coloca los dedos húmedos en frente de la cara de Mónica que rápidamente los engulle y limpia completamente con su lengua y boca.

Saliendo del edificio se dirige a su auto y entra en el y al poner en marcha el motor Mónica pasa sus manos por su cara y mira su reloj, otra noche saliendo tarde de la oficina, bueno bien dicen que el tiempo vuela… Un sabor extraño en su boca la hace pensar, decide abrir su cartera y mientras saca unas mentas, pasa por alto un sostén de encaje rosa y unas bragas a juego que están guardadas en su bolso. Guiando el auto a la calle pone rumbo a su casa y en su mente por fin hay tranquilidad al pensar en una próxima ducha y unas horas de sueño reparador.
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Relato erótico: “Las Profesionales – La consulta” (POR BLACKFIRES)

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Captura de pantalla 2015-11-19 17.52.52El teléfono móvil empezó a timbrar, el Dr. Robert Sagel saca el móvil de su saco y espera a Sin títuloque deje de timbrar, al abrirlo reconoce el número. Solo un grupo menor a 8 personas podían llamarle a ese número. Toma una línea segura y devuelve la llamada desde su despacho.

– ‘‘¿Que podemos hacer por usted Mr. D?”

– ”Mi querido Robert ¿Cómo estas….?”

– ”Pues ahora no muy contento que no siga el protocolo Mr. D”

– ”Ja ja ja…. Mi querido Robert tan franco y directo como siempre. Te encanta el juego de los espías…”

– ”Pues puedo decir que el protocolo esta para la protección de ambos…. Pero volviendo al tema, usted no vino a la ciudad solo para saludarme, ¿qué puedo hacer por usted?”

– ”Sabes que me encanta tu ciudad Robert, y pues soy un hombre con necesidades…”

-”Eso me queda claro, puedo enviarle a alguien a su habitación en unos 40 minut…”

-”Bueno, bueno Robert, ambos sabemos que soy uno de tus mejores clientes. Esta vez desearía algo más… digamos estimulante…”

Ya para este punto de la conversación, Robert no podía ocultar su enfado ante la poca prudencia de su cliente. Una verdadera lástima era reconocer que Mr. D tenía absoluta razón al decir que era uno de sus mejores clientes y de más esta decir exigente y descuidado.

Robert atentamente atiende los detalles que le plantea su cliente y al terminar revisa una base de datos, dando con lo requerido.

– ”Bueno… déme una hora para esta petición…. enviare a alguien por usted, debo recodarle que esta es una petición atípica y….”

– ”Y no me vas a insultar contándome el precio del servicio. Ponlo en mi cuenta, 5 dígitos no son representativos para lo que se puede disfrutar….”

– ” Por supuesto que no le insultaría de esa forma, solo quería recordarle seguir las normas básicas de discreción”

– ”Despreocúpate Robert, esperare por el auto…”

La comunicación termina y Robert piensa para sus adentros que precisamente el despreocuparse era lo más preocupante del trato.

Al otro lado de la ciudad la Dra. Carol Arellanos termina con su penúltima paciente del día, habían progresado muchísimo desde su primera sesión, Elizabeth ahora se sentía más confiada con Carol y le era más sencillo expresas sus sentimientos, Elizabeth era una joven arquitecta, graduada con honores, había centrado sus esfuerzos en ser una de las mejores en su campo y lo había logrado, pero en el plano emocional, los constantes fracasos en sus relaciones las habían dejado muy vulnerable.

– Pero es que yo hice cuanto pude para que la relación funcionara pero… nada…

– Algunas relaciones simplemente no funcionan Elizabeth, pero debes seguir y hacer lo mejor la próxima vez. Intenta distraerte, sal con amigas o amigos, has cambios en tu rutina.

– A veces creo que me veo tan mal como me siento…

La Dra. Arellanos observa en silencio unos minutos a la acongojada chica. Cuanto tiempo desperdiciado en llorar por un novio infiel. Todos esos títulos académicos y logros alcanzados por Elizabeth no valían de nada en el plano sentimental. La Dra. le extiende una cajita de pañuelos desechables y toma una tarjeta de su bolso.

– ¿Elizabeth estas tomando el suplemento que te recete?

– Siii aunque no siento avances…

Saca de su escritorio otro frasco de píldoras las entrega a Elizabeth, junto a una tarjeta mientras le dice:

– Deberás tomar dos tabletas por día y esta vez sin excusas, aquí tienes también la tarjeta del salón de belleza donde me atiendo, esta tarde llamare para que te atiendas este viernes, por dinero no debes preocuparte, lo pondré todo a mi cuenta, te sentirás hermosa… iras verdad

Elizabeth recibe la tarjeta con algo de recelo., se lo piensa un momento y decide que no tiene nada que perder

– Iré al salón… Gracias doctora…

– Tranquila Elizabeth estoy para ayudarte

Justo al despedirse Elizabeth la Dra. Arellanos empieza a ordenar sus notas y guardar el archivo de su paciente, el intercom se activa.

– “Dra. tiene una llamada del Doctor Barreto”

– “OK comunícame”

Un momento de silencio y luego una voz que se le hizo muy familiar pregunto

– “¿Helen?”

– “Sí soy yo, en que puedo ayudarle”

– “DREAMLAND”

Una oleada de calor la invade sin la menor resistencia, su respiración aumenta a medida que sus piernas se separan y sus pezones se hacen cada vez más duros, su coño empieza a humedecerse y palpitar a medida que su cerebro se va desconectando de la realidad. Mientras todo esto ocurría, esa voz no deja de darle órdenes. Ordenes que Carol ejecutaría de lo más gustosa pues a ella lo que más la excita es obedecer.

Cuando Robert termino de darle las instrucciones, en el consultorio ya no queda nada de la Carol racional. La mujer exitosa e inteligente ha sido sustituida por una hembra en celo deseosa por obedecer, sentada en su escritorio con sus piernas abiertas, su coño empapado y su mirada perdida.

Al finalizar la llamada, necesita ir al baño con urgencia. Antes de ir, abre su blusa y saca su sostén, desliza sus manos bajo su falda quitándose las bragas y depositando ambos en una gaveta de su escritorio.

Al salir del baño le toma a Carol unos segundos volver a la realidad y terminar de ordenar sus notas, marca el intercom.

-“Gloria cancela mi citas de la tarde… si no tienes inconveniente toma la tarde libre”

– “Como usted guste Dra.”

No era extraño para Gloria el recibir la tarde libre, pues desde hacia unos meses la Dra. Arellanos había iniciado una serie de estudios que le consumían mucho de su tiempo.

Unos 10 minutos más tarde la Dra. revisa sus apuntes en su portátil. Escucha el timbre de la recepción, espera unos segundos que Gloria atendiera. Al escuchar el segundo timbrazo recuerda que le había dejado la tarde libre. Piensa en pasar por alto a quien llamaba a la puerta pero al tercer timbrazo se levanta a atener. Al llegar a la puerta se encuentra con un caballero de cabellos canos, entre 45 y 50 años, elegantemente vestido y con un rostro extrañamente familiar.

– Buenas tardes, en que puedo ayudar…

– Buenas tardes, busco a la Dra. Helen, ¿es usted su asistente?

La interrupción y confundirla con Gloria no ayuda mucho a cambiar la molestia reflejada en la cara de la Dra.

– Yo soy la Dra. ¿En que puedo ayudarle?

– Vengo a mi consulta.

– Disculpe usted señor pero mi asistenta debió cometer algún error, las consultas de la tarde están canceladas.

– Disculpe usted pero no veo el error, usted esta aquí y yo acabo de llegar.

Diciendo esto el recién llegado entra a la recepción y espera por la asombrada doctora. Definitivamente esta debía ser su primera sesión, al parecer no aceptaba una negativa por respuesta. Cerrando la puerta principal le hace pasar al consultorio, toma el expediente dejado en la bandeja de atención. Al entrar encuentra a su paciente sentado esperándole, se sienta frente a él y empieza a revisar el expediente. Hace una pausa y comienza la rutinaria sesión…

El paciente empieza a describir una aburrida serie de dolencias que llevan a la doctora hasta el hastío. Luego unas preguntas más, unos consejos sacados del libro y más tedio, hasta que el paciente le dice:

– Lo que más me preocupa es que últimamente he tenido una serie de sueños y pensamientos recurrentes…

– ¿Qué tipo de sueños?

– Sueños de tipo eróticos.

– ¿Eso cómo le hace sentir?

– Excitado ¿A usted cómo la haría sentir?

– Pues no estamos para hablar de mí, estamos aquí para usted.

– Pues me sentiría más cómodo si me dijera si tiene sueños o fantasías…

– Concentrémonos en usted. ¿Cuénteme que tipo de fantasías?

– Pues comenzó con la llegada de mi nueva asistente, un par de hermosas piernas que sostienen un cuerpo que solo hay que mirarlo para querer joderla, ni que hablar de su rostro de muñeca, en las noches no dejaba de masturbarme pensando en su culo y sus tetas, más de una vez le insinúe mis deseos de pasar nuestra relación a algo más que laboral, pero siempre se negó. Amenacé con despedirla y no le importo. Empecé soñando con domarla con someterla, hacerla ver quien manda, atarla a una silla y cortarle su ropa dejándole visible ese culo, el coño y esas tetas deliciosas. Usarla y hacer de ella mi puta.

– La mayoría de los varones tienen fantasías donde fuerzan a tener reacciones, va muy ligado a sus instintos más básicos. La mayoría de los hombres logran dominar estos impulsos sin caer en la violación…

– Precisamente eso era lo que detenía mis sueños, si llevaba eso a la realidad, todos los esfuerzos de mi vida se irían por el drenaje, empecé a idear otros planes. Toda mi creatividad desbordada en ella, tendría que meterme en su mente, agotarla física y mentalmente, iniciando con dejarle trabajar horas y horas extras todas las semanas. Horas y horas la misma rutina, agregar un suplemento en su bebida y hacerla mas sugestionable. Ayudarme con mensajes subliminales en la música ambiental de la oficina, poco a poco hacer que gustara más y más de sus horas extras de trabajo y guiar sus pensamientos a sus deseos sexuales más irracionales, mis deseos sexuales.

Para ese momento una cierta sensación de humedad y calor llenaba el ambiente y la doctora no podía concebir que su paciente confesase, sin el menor pudor, sus deseos de privar a una persona de su libre pensamiento.

– Las teorías de conductivismo podrían ayudarle a realizar sus fantasías, pero le recuerdo que solo son teorías y lo suyo solo fantasías. El Dr. Pavlov logro avances en este campo pero solo a nivel de canes, perros entrenados, pues… Moral y éticamente nadie se atrevería a hacer esto en personas… no es posible.

– ¿Posible, imagine las posibilidades? Se imagina ahora domesticar a mi asistente al punto de hacerlas desear quedarse en la oficina y pasar sus horas masturbándose mientras busca pornografía en la red. Pornografía que dejara yo a propósito en su computadora. Iniciando poco a poco con parejas, luego tríos, grupo, lesbianismo, orgías y por ultimo dominación. Hacerla desear ser dominada. Meterme en su mente, con mensajes subliminales para que se masturbarse sin pausa y un buen día negarle poder llegar a correrse. Dejarla semanas frustrada, hacerla coger con su novio, otros amigos o amigas sin la menor posibilidad de llegar a su anhelado orgasmo.

– Puede imaginar como semanas de adoctrinamiento terminan acabando con su voluntad. Llevarla al final de un día de trabajo a mi oficina y colocada de pie frente a mi escritorio amonestarla por su pobre desempeño laboral. Trabajo de semanas atrasado por su incompetencia. Cualquier puta callejera de 20 euros la hora haría un mejor trabajo. Decirle que debería ser castigada por ser una “puta incompetente” y con solo decirle eso ver como sus pezones se endurecen y sus ojos se cierran al tiempo que sus piernas se separan y su anhelado orgasmo la hace temblar. Escucharla gemir sin control y al final ver en sus ojos la sorpresa y lujuria de sentirse una puta. Levantarme y colocarme detrás de ella y meter mis manos bajo su falda para sacar sus bragas empapadas de sus babas. Colocarle una mano en la nuca y otra en el culo y sin la menor resistencia doblarla sobre mi escritorio. Alzando su falda y metiendo mi verga en su encharcado coño, colocar en su cara sus bragas para que huela el olor de una puta. Joderla y apretar sus tetas con mis manos. Verla babear y perder todo el control, aplastar su cuerpo con el mío contra el escritorio y mirándola a los ojos preguntarle “¿Qué eres?”, y escuchar sus gemidos al oírla decir con su hermosa boca de perra entrenada “Soy tu puta incompetente”.

Para este punto ya la doctora no puede articular palabras, mucho menos mantener un línea de pensamiento, pues su cerebro esta congestionado sexo. Su cuerpo excitado a niveles que el simple roce de sus ropas la hacen temblar, sentía sus pezones tan duros y su coño palpitando y chorreante. Sin mediar palabra se levanta y se va al baño, necesita despejar su mente dejar de pensar en… vergas… ¿Cómo podía sentirse como una gran perra en celo, solo por las historias de… ¿Cual era su nombre?… ¿Cómo no podía recordar un nombre y sí recordar ese bulto en sus pantalones?… Limpiando su rostro con agua decide que es hora de dar por finalizada la sesión con… su paciente.

Al salir del baño y entrar al consultorio se queda de pie sin creer lo que ve. En el sillón su paciente se masturba tranquilamente frente a ella. Ese bulto ahora palpita libremente en las manos del hombre. Su tronco ancho y venoso con su punta rosada y humedecida de líquido preseminal. Sus ojos no se apartan del movimiento de las manos de su paciente y de su verga. Ella necesitaba esa verga, necesitaba ser, ser un…

– ¿Le pasa algo doctora?

– No, no puede… no puedo

– ¿No puede dejar de mirar mi verga no es así doctora?, ¿Dígame doctora cómo la hace sentir esto?

– Excitadaaa

– ¿Qué necesita?

– Quiero tener…. sexo con usted…

– Mi querida doctora, ambos sabemos que esa no es la respuesta correcta

– Quiero que me use, necesito que me cojas…

– Venga conmigo…

Sin la menor resistencia la doctora sube a las piernas del hombre y empieza a deslizar esa verga dentro de su coño mientras va soltando pequeños gemidos hasta tenerla toda dentro. Empieza a subir y bajar mientras su cuerpo empieza a vibra. El hombre le abre los botones de su blusa y deja expuestas sus tetas, que rápidamente, son tomadas por las manos expertas del hombre amasándolas y con su boca y lengua inician el ataque a esos duros pezones. Esa lengua que hace giros y los labios que aprisionan mientras el bombeo en su coño no da tregua. Su cuerpo se acompasa al ritmo se las embestidas del hombre. Los minutos se hacen horas mientras ella se deja llevar. Su coño es quien decide ahora y se convierte en la marioneta del hombre que la hace gemir y temblar. La coloca de espaldas mientras le besa el cuello y le acaricia y aprieta las tetas.

Después de minutos interminables la levanta tomándola de sus nalgas, llevándola al escritorio donde sigue el bombeo, haciendo que su verga entre más y más rápido. El hombre la acuesta boca arriba. Acompañado de los gemidos de placer de la doctora, en su mente solo hay un pensamiento “soy una puta, soy una puta y me encanta que me cojan… obedecer es un placer”, levemente empieza a decirlo como un murmullo que poco a poco empieza a hacerse audible escapando se su boca. Justo en ese momento un orgasmo como nunca ha tenido barre su cuerpo, llevándose las pocas resistencias que quedaban en ella. El hombre la levanta y la hace caminar semidesnuda hasta la pared llena de certificados a su nombre. Manteniéndola contra la pared el hombre la embiste desde atrás mientras le dice al oído.

– ¿Que dicen esos certificados?

– ahhhh ahhhh nooo ahhhhh noooo seee

– ¿Por que no lo sabes acaso no sabes leer?¿No puedes pensar?

– Nooooo no puedo…. las putas no deben pensar ahhhhhh solo necesitan joderrrrrr

– Así es, solo eso eres una puta

Tomándola de la cintura la dirige al suelo y colocándola en cuatro patas sobre la alfombra levanta su falda dejando ver su redondo culo expuesto a merced del hombre. Con una sonrisa en su rostro acaricia el coño de su puta y finalmente desliza dos dedos siguiendo la línea que divide las nalgas. La doctora tomando sus nalgas con sus manos las separa ofreciéndole el culo. El hombre con su mano toma una anilla circular que sobresale del ojete del culo. Lo extrae entre sollozos y gemidos, un dilatador anal que hacia ya una hora la doctora se había insertado en el culo. Al retirar el dilatador deja expuesto el ojete que pronto es llenado con su verga que empieza a penetrarla, acompañando cada embestida con un insulto o una buena palmada en el culo. A lo que la doctora responde con gemidos y abriendo su boca en busca de aire. Unos minutos después siente como su culo se va llenando con la leche caliente, que con cada espasmo, sale de esa verga que le llena las entrañas.

Unos minutos después Mr. D termina de arreglar su corbata y acomodar su camisa en el baño y al salir al consultorio lanza una última mirada a la semiconsciente puta que esta aun acostada en la alfombra. De todos sus agujeros escurren mezclas de semen, saliva y sus propios jugos. Ya ella ha dejado de contar las veces que se ha corrido, orgasmo tras orgasmo y cada uno acabando más con su voluntad.

Al bajar del ascensor en el estacionamiento del edificio una limosina le espera, el chofer le abre la puerta, entra y se acomoda. Al encender el auto e iniciar la marcha, un leve tintineo de campanillas se escucha en el interior de la cabina de pasajeros. Toma un cristal de vodka y le da un trago mientras observa a una chica semidesnuda sentada frente a él, sus hermosos ojos azules vagan perdidos y distantes. Es una rubia de aproximadamente 22 años que solo viste un saco ejecutivo y zapatos de tacón de aguja de 3 pulgadas. Los únicos accesorios que lleva puesto son un collar de cuero con una argolla de plata y un par de cascabeles que cuelgan de sus pezones perforados que coronan un par de hermosas tetas.

– Me encantan los viajes de trabajo… ¿a ti no querida?

El viernes por la tarde en un exclusivo salón de belleza de la ciudad, Elizabeth tiene más de 15 minutos adormecida en el secador de cabello. Una de las estilistas del salón se ha encargado de bombardear cada uno de sus sentidos y provocar la mayor relajación para que disfrute su tratamiento. Aromas florales y esencias llenan su nariz, bloqueando químicamente sus impulsos nerviosos, los audífonos en sus oídos le llenan con música relajante cargada de mensajes subliminales, mientras sus ojos intentan mantenerse abiertos mirando los paisajes y colores que le llegan a través de gafas de realidad virtual, que cada cierto tiempo proyectan imágenes sexuales que se marcan a fuego en su cerebro. Los suplementos que ha tomado en la semana han hecho que su cerebro poco a poco se desconecte de la realidad, haciendo fácil el trazar senderos de pensamiento que darán paso a su nueva personalidad.

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blackfires@hotmail.com

 

Relato erótico: “Las Profesionales – La granja de esclavas” (POR BLACKFIRES)

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Captura de pantalla 2015-11-19 17.52.52En una exclusiva área comercial de la ciudad la gente recorre la avenida como es habitual, Sin títulovarias personas pasan ante la puerta de una de las nuevas y elegantes salas de estética de la compañía Baxter Health Care & Spa, algunas de estas personas son mujeres jóvenes y profesionales que trabajan en los grandes edificios de oficinas y comercios cercanos, muchas de ellas se detiene un momento a contemplar las grandes pantallas publicitarias colocadas en la entrada de la sala, donde se anuncian los novedosos tratamientos que brindan a la exclusiva clientela. Varias de estas chicas desearían poder atenderse en estas exclusivas salas. Dos de ellas, jóvenes empleadas bancarias, vestidas de faldas azules, zapatos de tacón, blusas blancas y chaquetas azules con el logo del banco al que pertenecen, observando ahora como una sonriente chica de por lo menos 20 años habla sobre el tratamiento recibido en los Salones y Clínicas Baxter donde la ayudaron a perder diez kilos, arreglaron su cabello, la ayudaron con su maquillaje y mejoraron su autoestima en pocas sesiones y a un mínimo costo.

Ambas chicas comentan entre risas que obviamente la chica del comercial recibido en la clínica más de lo que dice, pues al comparar sus fotos de “antes y después” hay un notable aumento en el tamaño de sus senos.

– Claro que si me amentaran dos o tres tallas más de busto me sentiría mucho más feliz.

– No seas tonta por lo menos tu no lo necesitas, yo no encuentro forma de quitarme estos kilos de más.

Mientras ambas chicas conversan y ríen sobre lo que ven en la pantalla, un automóvil se detienen frente a la sala de estética, del auto baja una chica de por lo menos 22 años, vistiendo, una blusa azul, falda blanca y zapatos bajos, su aspecto es algo descuidado y su mirada distraída y triste, entra sin prestar atención a las chicas y habla con la recepcionista.

– Hola mi nombre es Elizabeth Hills, tengo una cita para hoy, la Dra. Carol Arellanos la hizo por mi.

– Bienvenida Señorita, llene este formulario y póngase cómoda mientras preparamos una sala para usted, en unos minutos una de nuestras especialistas le atenderá.

Elizabeth toma asiento y se ponen a llenar los datos solicitados en el formulario, mientras lo hace observar todo a su alrededor, todo es muy elegante. La recepcionista le sonríe a Elizabeth mientras orden algunos expedientes y contesta algunas llamadas telefónicas. La chica usa una blusa celeste y una minifalda negra muy corta la cual deja notar sus esculturales piernas cubiertas por medias de seda negra que son sostenidas por un juego de ligueros de igual color, lo que le da una apariencia extremadamente sensual.

Afuera las chicas del banco siguen observando la pantalla, y detienen sus comentarios y risas, al observar llegar de María Patricia Zurita, la presentadora del noticiero estelar del canal 23. La chica avanza con su paso elegante sobre unos zapatos de tacón de aguja de casi tres pulgadas, las atléticas y perfectas piernas, sostienen un cuerpo delicioso compuesto por torneadas caderas y trasero de avispa, una diminuta cintura y un par de senos redondos y firmes talla 34C, todo esto coronado con un rostro angelical, piel clara, ojos verdes y larga cabellera negra que en forma de rizos cae a sus espaldas.

Al pasar junto Elizabeth le obsequia una sonrisa y se dirige hacia la recepcionista, la cual de recibe de pie y extremadamente feliz de verla.

– Bienvenida Srta. Zurita, es un honor tenerla vuelta.

– Gracias Angelina. Tengo un reservado VIP y para la sesión de esta tarde ¿está todo listo?

– Por supuesto señorita, puede pasar, ya le están esperando.

Angelina entrega a la recién llegada una tarjeta electrónica, que es recibida con una sonrisa y sin decir más la joven camina hacia una puerta de cristal que se abre inmediatamente después que la tarjeta es colocada en la cerradura electrónica.

Elizabeth ha seguido en cámara lenta cada uno de los detalles de la llegada de esta famosa de la televisión, y en su mente empieza a aparecer dudas sobre si es realmente una buena idea atenderse en un salón de belleza tan prestigioso, total que ella nunca sería una chica tan hermosa como Patricia Zurita. Estos pensamientos empiezan a ganarle cuando nuevamente se escucha el sonido de la cerradura electrónica del área VIP, pero está vez los ojos de Elizabeth se quedan fijos en una chica casi tan hermosa como Patricia Zurita, la ve avanzar hacia ella, sus cabellos rubios y recogidos en una trenza, ojos azules y su cuerpo perfecto cubierto por un sexy uniforme blanco que se encarga de marcar sus curvas y realza su busto, donde sobre el seno derecho está bordado del logo de la Clínica Baxter y una placa dorada donde se puede leer Lourdes en letras negras de molde. La chica extiende su mano y con una sonrisa de dice:

– Hola Elizabeth mi nombre es Lourdes, seré la encargada de atenderte el día de hoy, por favor acompáñame tenemos una sala esperando por ti.

Con Elizabeth aún sin reponerse de la primera impresión, Lourdes la guía a través de la puerta de cristal hacía las salas VIP. Avanzan por un corredor donde a cada lado pueden observarse de tres a cuatro puertas y casi al final del corredor entran a una de las salas.

– Bienvenida, esta es una de nuestras salas más exclusivas, junto al vestidor tienes una bata para que te cambias y te pongas más cómoda para la sesión, mientras lo haces yo prepararé tú champú.

Elizabeth aún nerviosa tomar la bata y entra el vestidor, tímidamente empieza a desvestirse hasta sólo quedar en su ropa interior, se coloca la bata y sale para reencontrarse con Lourdes, la cual espera de pie junto a una silla muy parecida a la que usan los dentistas. Lourdes con un gesto de manos la invita a sentarse, Elizabeth se sienta y Lourdes inicia el tratamiento.

– Estás muy tensa Elizabeth relájate, todas las que trabajamos aquí lo hacemos para que te sientas tranquila y relajada. Verás que cuando terminemos esta sesión te sentirás totalmente diferente, empezaremos por tu cabello.

– La verdad es que es la primera vez que estoy en un lugar como éste, realmente no sabía si debía venir.

– Bueno Elizabeth ya está aquí deja todo en mis manos.

Lourdes acciona una palanca junto a la silla y lentamente Elizabeth sientes como la silla se va reclinando, hasta colocarla en una posición semi sentada y su cabeza inclinada hacia atrás queda justo sobre el área de lavado, con una manguera pequeña Lourdes empieza a humedecer el cabello y a masajear su cabeza, poco a poco va agregando algunos químicos mientras de comenta el uso de cada uno de ellos y le da algunos tips sobre un buen lavado y cuidado del cabello, Lourdes sigue agregando más y más químicos a la espuma del champú y sus manos expertas masajean el cuero cabelludo de Elizabeth la cual se empieza a sentir mucho más tranquila y relajada.

– Tienes un cabello precioso… ¿No has pensado en usar un tono mas claro y llamativo, un rubio tal vez?, te quedaría genial.

– La verdad nunca me ha gustado el tono rubio… no me gustaría cambiar el color, así me siento bien.

– Deberías pensarlo, los cambios siempre son interesantes…

Lourdes seca sus manos mientras le recomienda a Elizabeth utilizar un juego de audífonos en los cuales puedo oír música relajante mientras ella lava su cabello, Elizabeth accede y se colocan los audífonos por los cuales inmediatamente empieza escuchar sonidos que le recuerdan el murmullo del mar, la brisa fresca y algunos sonidos más que no logra reconocer, rápidamente Elizabeth empieza a sentirse más relajada y tranquila, poco a poco se va quedando dormida por los sonidos de los audífonos y el masaje en su cabeza. Los aromas que llegan a su nariz no son los usuales que llenan una sala de belleza, son esencias de flores y aromas de velas aromáticas encendidas en el lugar.

Los químicos que Lourdes ha puesto en ella por medio del champú son absorbidos rápidamente por su piel y entran en el torrente sanguíneo llenando su cerebro y haciéndola entrar en un estado de completa relajación, los mensajes subliminales que le llegan a través de los audífonos terminan por aturdir a la indefensa Elizabeth, la cual sin la menor resistencia inicia su proceso de conversión.

Elizabeth sigue aturdida mientras Lourdes, sigue limpiando su cabello y su cabeza, en minutos el aturdido cerebro de Elizabeth empieza asimilar los mensajes subliminales que le llegan por su audífonos, los cuales le ordena relajarse y sentirse tranquila, ella necesita estar tranquila y obedecer los mensajes, no hay nada más gratificante que obedecer, ella necesita ser obediente, ella confía absolutamente en Lourdes. Lo minutos siguientes y Lourdes tranquilamente sentada junto a Elizabeth sonríe cuando empieza a observar cómo los labios de la chica empiezan a murmurar los mensajes que recibe.

Terminado el champú, Lourdes coloca un secador de cabello la cabeza de Elizabeth, mientras Elizabeth sigue murmurando los mensajes.

Unos minutos después Lourdes apaga el audio y poco a poco Elizabeth empieza a despertar, encontrando a una sonriente Lourdes a su lado, toma la mano de la aturdida chica y empieza a masajear las manos con una loción humectante para empezar con la manicura. Mientras tanto empieza a conversarle.

– Bienvenida otra vez, parece que te esta gustando mucho tu sesión. ¿Ves qué todo ahora esta mejor Elizabeth? ¿Confías en mi verdad Elizabeth?

La respuesta es una sonrisa tonta y una mirada aturdida por parte de la chica.

– Me encanta lo relajada que estas, me encantaría saber más de ti, pareces una chica muy interesante a parte de linda. ¿Vives lejos de aquí?

El aturdido cerebro de Elizabeth empieza a luchar por armar ideas y responder a la pregunta. Ella confía en Lourdes y necesita contestar a sus preguntas. Arrastrando las palabras contesta con algo de dificultad.

– Vivo… al otro lado… de la ciudad…

– Que bueno, debe ser un lugar muy tranquilo, ¿Vives con alguien?

– Vivo sola… tengo un gato se llama Pelusa

– Muy bien me encantan los gatos son tan cariñosos y tiernos, tu pareces muy tierna Elizabeth.

Las caricias de Lourdes sube de las manos, al brazo y Elizabeth siente un extraño hormigueo en su cerebro y sin quererlo empieza a sentirse algo excitada. Las preguntas de Lourdes continúan y el cerebro de Elizabeth empieza a detectar un patrón que le indica que mientras más conteste las preguntas, más relajada y feliz se sentirá. Ella confía completamente en Lourdes y necesita contestar sus preguntas. Los minutos pasan y las preguntas pasan de ser casuales a muy personales, pero ya para este punto Elizabeth contestaría casi cualquier cosa. Es como un juguete de cuerda que hablara hasta que la cuerda se le acabe.

– Así que no tienes novio desde hace tres meses, que tonto debe ser ese chico, eres una chica tan hermosa.

Lourdes acaricia el rostro de una ya muy excitada Elizabeth y peina sus cabellos.

– Y dime, ¿Cómo haces para pasarla sola tantas noches?

– Pues yo… me masturbo algunas veces por semana.

Elizabeth apenada rompe el contacto visual y su rostro se torna color carmesí.

– No tienes por que apenarte, Lissy, te contare un secreto, yo también lo hago algunas veces por semana cuando no tengo a nadie a mi lado. Yo tengo un vibrador así no necesito a un chico pues mi vibrador siempre esta a mano, y no se cansa nunca, sabes a lo que me refiero, deberías conseguir uno. Aunque es una lastima que una chica tan linda y con un cuerpo tan bello no tenga a alguien con quien compartir sus noches… Bueno déjame colocar la silla en su posición normal para terminar con un maquillaje sencillo y dar los últimos toques a tu peinado, te veras y sentirás como otra persona cuando terminemos.

Lourdes activa la silla pero no responde, la acciona otra vez pero vuelve a fallar, disculpándose con una sonrisa le explica a Elizabeth que algunas veces eso pasa por desajustes en el mecanismo y que lo resuelve poniendo mas peso en la silla. Sin decir más Lourdes se coloca sobre la silla donde Elizabeth queda casi como un emparedado entre la silla y el cuerpo de Lourdes, donde esos hermosos senos quedan a la altura del rostro de Elizabeth que los contempla y empieza a embriagarse con el aroma que emana el cuerpo de la chica. Repentinamente la silla se inclina a su posición natural y Lourdes inicia el maquillaje.

Minutos después el maquillaje esta terminado y una sonriente Lourdes muestra los resultados de la primera sesión a Elizabeth que con un nuevo semblante se contempla en el espejo sintiéndose hermosa. Los químicos que la mantenían aturdida, ya han hecho su labor y son asimilados por su cuerpo así como los mensajes han sido grabados en su cerebro sin dejar rastro alguno para la mente conciente de Elizabeth.

– Bueno es todo por hoy Elizabeth, has quedado hermosa.

– Gracias Lourdes.

– Es una lastima que solo puedas venir esta vez a ponerte tan hermosas.

– Si es verdad, bajo tus manos y cuidado cualquiera es hermosa… voy a cambiarme.

Elizabeth entra al vestidor y rápidamente se cambia de ropas, lista para salir, se mira al espejo y se siente hermosa y tranquila. En la puerta del VIP Lourdes la espera, al llegar le sonríe mientras dice:

– Se que no es propio hacer esto pero, toma esta tarjeta electrónica y dásela a Ángela en la recepción, ella te programara tu próxima cita.

– No, no Lourdes no puedo aceptar eso, menos si puedo darte problemas.

– No te preocupes, se como resolverlo y me agradara atenderte nuevamente. ¿Confías en mi verdad Elizabeth?

Lourdes toma delicadamente la mano de Elizabeth y luego sube por su brazo casi acariciándola, Elizabeth siente un hormigueo en su cerebro y responde.

– Confío en ti Lourdes, me… me encantaría volver…

– Entonces no se hable mas toma esto y ve a la recepción, ¿confías en mi verdad Elizabeth?

– Confío en ti Lourdes, Gracias por todo Lourdes, volveré pronto…

Lourdes se le acerca y se despide de ella con un beso en la mejilla que por unos milímetros no rosa los labios de Elizabeth que se siente algo atontada y excitada al percatarse de que hubiera deseado besarla en eses momento.

Elizabeth sale del VIP y camina por el pasillo en dirección a la recepción, aun confundida por la despedida pero realmente contenta, al llegar entrega la tarjeta a la recepcionista que la despide con una sonrisa mientras le indica que el próximo viernes tendrá su siguiente sesión, la chica sale del lugar y tomando su auto se mezcla entre el trafico.

Dentro del salón Lourdes termina de recoger las cosas en el privado casi lista para su siguiente clienta y una puerta secreta camuflada en la pared lateral se abre permitiendo la entrada a Helen Bells que como siempre luce extremadamente sensual y algo intimidante en un traje sastre ejecutivo, de falda, blusa y saco acompañando todo el atuendo con sus zapatos de tacón de aguja, medias de seda y ligueros, debajo no hay ni sostén ni bragas pues no las necesita. Lourdes voltea a mirar a la recién llegada y siente como su coño se empieza a humedecer y sus jugos empiezan a escurrir. En su mente solo sabe que necesita obedecer, ser una buena chica y obedecer a Helen pues ella confía totalmente en Helen, obedecer es placer. Helen camina con paso decidido hasta ella y le dice:

– Lo has hecho muy bien Lola, has sido una muy buena chica, buena chica…

– Gra…cias, gracias señora, solo quiero obedecerla.

– Muy bien cuéntame todo.

Helen camina a la silla de atención y sin más abre sus piernas apoyándolas en dos soportes que aparecen bajo la silla al activar un botón, dejando a la vista de Lola ese apetecible coño que la controla y domina, Lola enfundada en traje blanco se arrodilla frente a Helen y empieza a lamerla y alterna las atenciones de su boca experta, contándole lo que Helen quiere saber.

– Candidata N00104, Elizabeth Hills, 23 años, arquitecta, soltera, sin parientes cercanos, referida por la Dra. Carol Arellanos…

Se detiene mientras su lengua recorre cada centímetro de ese coño que mantienen su mente prisionera, saborea cada jugo y aroma que la controla y su lengua sube y baja dando placer a su dueña…

– … los sensores detectaron que su Nivel de Libido al llegar era de 0.5, y su Nivel de Condicionamiento era de 4.20, las drogas de la Dra. Arellanos han sido efectivas en Elizabeth en un 80%…

Helen toma la cabeza de Lola y la entierra en su coño mientras Lola alterna movimientos circulares sobre el coño y hace que su lengua penetre lo más posible ente los labios vaginales, los gemidos de Helen no se hacen esperar elevando la excitación de Lola. Helen sigue acariciando los cabellos de Lola que a su vez sigue encharcando su propio coño con sus jugos pero no puede masturbarse pues no se lo han ordenado.

-… fuerte candidata para nivel 3, se inicio su condicionamiento. Al terminar la primera sesión su Nivel de Libido era de 3.5 y su nivel de Condicionamiento era de 6.3. Se le implantaron las órdenes normales y las órdenes control de avance para…

Una alerta sonora detiene las acciones y una muy excitada Helen revisa su agenda teléfono, donde acaba de recibir un mensaje. Le ordena a Lola detenerse y levantarse, del bolsillo del saco extrae una cadenilla de plata con un broche y mirando a Lola sostiene la cadenilla ante ella.

Lola no necesita recibir ninguna otra orden, simplemente abre los botones de su traje blanco desde la piernas hasta la cintura, revelando sus hermosas piernas cubiertas de medias de seda blanca, ligueros a juego y su coño húmedo sin bragas. Con ambas manos Lola separa sus labios vaginales y esto permite a Helen encontrar rápidamente el arito de plata colocado en el área del clítoris. Allí coloca el broche de la cadenilla que cuelga ahora desde su mano al coño de Lola, con un suave movimiento Helen hace caminar a Lola hacia la puerta oculta y la lleva de paseo como una perrita entrenada siguiendo a su ama por un pasillo detrás de los reservados VIP, al llegar a uno de ellos miran por un espejo falso y entran por otra puerta oculta.

Una chica asiática de por lo menos 20 años vestida con el mismo uniforme de Lola, pero a diferencia de ella, la chica asiática tiene fuera de su uniforme un enorme par de senos con aureolas rosadas con piercing de arillos de plata, esta de pie al lado de una de las sillas de atención. En la silla una completamente desnuda y excitada Patricia Zurita bombea su coño, sosteniendo con su propia mano, un vibrador de tamaño medio mientras la chica asiática acaricia sus senos y le besa apasionadamente, alternando esto con colocar sus hermosos senos en la boca de Patricia que los lame, mama y observa con absoluta devoción.

La chica asiática voltea al escuchar la puerta y colocándole unas gafas de realidad virtual a Patricia se aleja de ella para recibir a Helen y a su sumisa mascota Lola. Patricia recibe una sesión más de escenas sexuales donde mujeres son sometidas y controladas en diferentes locaciones por hombres y/o mujeres dominantes, que las domestican al punto de hacerlas hacer cualquier cosa que les pidan.

– Bienvenida mi señora, me ordeno le avisara en el momento en que la candidata N00133 estuviera a punto de romperse.

– Muy bien Mitsuki, has sido una buena chica, déjame ver como terminas con ella.

Helen avanza hacia la silla y observa a Patricia convulsionar mientras es sometida al condicionamiento mental, se coloca detrás de Lola y sin mas empieza a desabotonarle la parte alta de la bata dejando al alcance de sus manos los exquisitos senos de Lola, que simplemente deja que Helen juegue con sus tetas, Helen observa como Mitsuki retira las gafas y Patricia observa la escena de un par de chicas topless a su alrededor y una total extraña acariciando a una de ellas mientras le besa el cuello.

– Su Nivel de Libido ha superado el 9.8 y su Nivel de Condicionamiento es total.

Mitsuki toma el rostro de Patricia con una mano mientras con su otra mano sostiene ahora el vibrador que Patricia sostenía, empieza a bombearla rápidamente y mirándola a los ojos le dice:

– ¿Confias en mi verdad Patty?

– Aaaaaggg siiiiiii…. Confío en aaaaggg… confío en ti…

– ¿Dime lo que eres Patty?

– Soy una dócil, obediente y sumisa mascota… aaaaagggg…

– ¿Te gustan mis senos?

– Me encantan tus senos…

– Entonces atiéndelos Patty

Patricia levanta su cabeza hasta los senos de Mitsuki y tomándolos con sus manos los acaricia, besa, mama y lame como si su vida misma dependiera de darle placer a la chica con sus manos y boca. Al otro lado Lola no puede dejar de correrse y gemir al ser sometida por las expertas manos de Helen que ahora la sostiene con una mano acariciando su seno izquierdo mientras con su otra mano inserta dos dedos en el completamente mojado coño de Lola, le besa el cuello y lame su oreja mientras contemplan como Patricia luego de cuatro sesiones en el Salón de Belleza termina por perder absoluto control de su mente y su cuerpo.

Mitsuki ataca ferozmente el coño de la excitada Patricia y le dice:

– Me encantan tu cabello Patty, ¿recuerdas de que color era la primera vez que me visitaste?

– No lo recuerdo….

– Claro que no lo recuerdas, era castaño claro, te sugerí que lo pintaras de negro azabache pero tu dijiste que de ninguna manera lo cambiarias de color. ¿De que color es hoy tu cabello?

– Negro azabache aaaagggg…

– Muy bien Patty, buena chica, sabes me encantan tus senos…

Diciendo esto Mitsuki acaricia y besa los senos de la chica que esta a punto de correrse.

– Pero ¿sabes algo?, me encantaría que fueran mas grandes una o dos tallas más, ¿Qué te parece, te gustaría que fueran tan hermosos como los míos Patty?

– Siiii me encantaría tenerlos hermosos como los tuyos

– Los tendrás Patty, necesitas que sean más grandes y hermosos, te ayudaremos a hacerlos grandes y hermosos.

– Ufffff siiii sí quiero…. necesito…

– Necesitas correrte para mi Patty, necesitas correrte y dejar de pensar, obedecer es placer, tu quieres ser una buena chica y obedecer.

– Siiii eso quiero, dejar de pensar… aaaaggg… obedecer y cojeeeeer

– Entonces correte para mi Patty.

Justo en ese momento una señal se activa en uno de los dispositivos de la silla informando que los niveles de Patricia han llegado al máximo y la chica empieza convulsionar y a correrse una y otra y otra vez, Mitsuki se le acerca y tomando su cara hermosa con ambas manos le besa apasionadamente, explorando su boca con su lengua sin casi dejarle respirar. Al terminar su desconectado cerebro asimilara cada orden que le den, cada palabra quedara marcada a fuego para siempre en su subconsciente.

Mitsuki procede a colocar los audífonos en los oídos de una aturdida Patricia, que no demuestra ninguna emoción en su rostro el cual esta inclinado a un costado, solo se nota que sigue conciente por leves parpadeos en sus ojos verdes que miran al vacío y un hilillo de saliva escurriendo desde el borde de sus labios que se mueven al repetir los mensajes que recibe por los audífonos, los mensajes finales previamente preparados entran sin la menor resistencia en su mente haciendo que su cuerpo se convierta en un nuevo juguete sexual, una nueva máquina de placer a disposición de Industrias Fredensborg.

Lola igualmente termina corriéndose y Helen suelta la cadenilla ordenándole ir a terminar de recoger todo en el privado de Elizabeth. Mitzuki espera pacientemente los últimos 15 minutos de sesión de Patty. Luego de esto una complacida Helen observa como Mitzuki coloca una cadenilla en el piercing del clítoris de Patty y simplemente la lleva al baño como a una mascota y la ayuda limpiarse y a volver a ponerse la ropa con que llegara a la sesión.

Helen sale del privado y observa a Mitsuki darle las ultimas instrucciones a Patricia al despedirse, entre ellas olvidar cualquier cosa que pasara en la sesión hasta la siguiente orden implantada en su mente. Helen regresa a su oficina y observa a través de las cámaras de seguridad como la famosa María Patricia Zurita, recoge en la recepción un formulario de inscripción para el novedoso procedimiento de aumento de busto de la Clínica Baxter. El cual no es mas que llenar de nanomáquinas sus senos y que esas nanomáquinas se encarguen de aumentar su tejido graso dándole el volumen a sus pechos, una o dos tallas más grandes, mientras en su cerebro otras nanomáquinas se activan e instalan como receptores que sirven para encender y apagar su nueva personalidad de sumisa entrenada.

Con un par de ordenes en el teclado las pantallas de video cambian a las vistas de tres de las seis salas privadas donde en la primera sala una hermosa morena de enormes pechos esta sentada en la silla con su bata abierta, sus ojos cubiertos con gafas de realidad virtual y audífonos en sus oídos, mientras una chica pelirroja irlandesa de traje blanco de la Clínica Baxter le inserta un vibrador en el coño y arrodillándose en medio de las piernas de la morena comienza a darle una experta sesión de sexo oral ayudada por el vibrador que mete y saca del coño de la morena. En la base de la pantalla aparece en letras blancas sobre fondo negro el texto:

“Tercera semana; Vannesa Harper; 22 años; Oficial de Policía; Nivel de Libido: 6.8; Nivel de Condicionamiento: 7.9”

En la segunda pantalla una chica rubia aparece completamente desnuda, a cuatro patas mientras otra de las especialistas de la Clínica Baxter le inserta en el ano un dildo oscuro como su propia piel de ébano, sus senos oscuros de aureolas más oscuras se balancean al ritmo de las embestidas que da a la rubia, que simplemente sigue a cuatro patas siendo sodomizada y con su boca abierta deja escapar su saliva que escurre al piso, la especialista detiene la embestida y tomando un aplicador que contiene un líquido azul y lo aplica directamente a la base del cuello de la controlada rubia. Con esto la primera carga de nanomáquinas entra directamente al cerebro de la excitada rubia, allí esperaran hasta que todo el tratamiento termine y sean activados. En la pantalla el texto es el siguiente:

“Tercera semana; Michelle Vanderburgh; 24 años; Abogada Asistente del Fiscal de Distrito; Nivel de Libido: 7.2; Nivel de Condicionamiento: 7.5”

En la tercera pantalla una chica latina aparece cambiándose sus ropas en el vestidor, se le nota inquieta al quitarse toda su ropa y quedar en ropa interior antes de colocar su bata para iniciar su sesión. Se coloca la bata y se detiene justo antes de salir del vestidor, regresa sobre sus pasos y nuevamente se quita la bata sacándose el sostén y colocándolo sobre sus otras ropas, se coloca la bata, sale y se encuentra con una sonriente Lourdes que ya tiene todo listo para su champú.

“Segunda semana; Dennis Sandoval; 23 años; Ingeniera Química; Nivel de Libido: 4.6; Nivel de Condicionamiento: 6.7”

El teléfono de Helen empieza a sonar y ella lo contesta mientras sigue observando las pantallas.

– “Hola Helen, cuéntame que tal esta el nuevo establo”

– “Hola Amo Robert, todo marcha según lo planeado, dos nuevas candidatas están listas para la cuarta semana, cuatro candidatas en la segunda. La lista de reservaciones esta llena por los siguientes tres meses y la siguiente semana María Patricia Zurita estará visitando la Clínica Baxter para los implantes mamarios y la segunda fase de su adoctrinamiento”

– “Muy buenas noticias Helen, has sido una excelente chica, una muy buena chica, pronto tendrás tu recompensa”

– “Gracias Amo servirlo y condicionar estas nuevas esclavas es mi mayor recompensa”

– “Muy bien Helen, justo como te hemos programado, ahora se una buena chica y córrete para mi”

Helen empieza a correrse una y otra vez sin el menor control o voluntad, mientras observa por la pantalla a una dócil Dennis Sandoval con su cabeza cubierta con el secador y Lourdes sin ninguna resistencia abre la bata de Dennis y comienza a acariciar y lamer los erguidos pezones de la indefensa chica.

A diez minutos de Salón de Belleza, una Elizabeth renovada, hermosa y segura de si misma, estaciona su auto junto a unos locales comerciales. Al caminar algunas dudas y algo de vergüenza la invaden cuando entra en un Sex Shop. Todas las miradas se detienen en ella, mientras se toma su tiempo viendo la mercancía en exposición. Dos minutos después y con la mirada cómplice y picara de un joven que atiende el Sex Shop sale del lugar con su nuevo vibrador y se dirige a su auto. Al pasar por una vitrina mira su reflejo y decide que es tiempo de un cambio de guardarropa, algo mucho mas sexy no estaría mal, tal vez medias y liguero, una ultima mirada y se pone a pensar que también es tiempo de cambiar ese tono castaño de su cabello por algo más claro y llamativo, un tomo rubio tal vez….

Continuara…
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Relato erótico: “Las Profesionales – Los deseos más secretos” (POR BLACKFIRES)

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JEFAS PORTADA2Los días pasan lentamente y la ciudad continúa su vida cotidiana, calles llenas de personas y Sin títuloavenidas llenas de autos que avanzan al ritmo de los latidos de la ciudad. En una de las calles del sector norte un auto entra al estacionamiento de un modesto edificio de condominios de la avenida.

El auto se detiene, Elizabeth baja del vehiculo y con paso rápido recorre la distancia que la separa del ascensor que la lleva al quinto piso, donde entra en su pequeño departamento. No termina de llegar y va desvistiéndose rumbo a su recamara. Al pasar por el recibidor su gato intenta interceptarla pero no avanza mucho terreno, pues se encuentra de frente con la puerta que cierra Elizabeth al entrar en el dormitorio.

De una bolsa de compras extrae un video que coloca en el reproductor y en segundos de la pantalla de su televisor del cuarto le llegan las imágenes de una chica siendo sodomizada por un macho, que la penetra por el ano, mientras la chica gime y se aprieta los seno. Frente a la pareja otra mujer con un traje ejecutivo y lentes con aros de pasta negra, observa a la pareja mientras la chica sube y baja movida por las manos de su macho que la sostiene por la cintura, la mujer de lentes apunta cosas en un anotador rayado.

Elizabeth termina por sacarse las bragas y esta en la cama mirando el video solo vestida con la falda gris recogida en la cintura y su blusita de seda abierta completamente con sus senos descubiertos sin sostén. Mientras con una mano acaricia su seno izquierdo con la otra mano empieza a bombearse el coño con el vibrador que comprara hacia unos días en el sex shop, el mismo sex shop del cual se había hecho clienta y en el cual después de muchas dudas y remordimientos había alquilado un par de videos recomendados por el pícaro dependiente de la tienda.

Estos últimos días habían sido una locura, ella nunca habría pensado estar masturbándose de una forma tan descarada en medio de su alcoba, pero su apetito sexual había subido tanto que ella misma se desconocía. Hasta su trabajo se había visto retrasado pues los días los pasaba en la oficina buscando pornografía en Internet. Había empezado por cosas sencillas, parejas, hombres y mujeres teniendo sexo, pero poco a poco los temas fueron cambiando y en poco tiempo ya había olvidado los temas básicos y como atestiguaba el video porno que en ese momento captaba toda su atención, entraba a temas de intercambio de parejas y sexo en grupos.

La excitaba tanto que aquella chica de lentes se pareciera a Lourdes, y que la chica que estaba siendo sodomizada pareciera obedecerla al cambiar de posición. En su mente una palabra aparece al ver como la chica se colocaba sentada sobre el macho dándole la cara a la silla donde la mujer de lentes les observa, “buena chica… buena chica”

La mujer de lentes se levanta soltándose los cabellos que caen en cascadas de rizos dorados y desabotonándose la blusa, avanza al sofá donde esta la pareja, la mujer le ofrece un par de senos redondos y grandes con sus pezones argollados. Toma el rostro de la chica con ambas manos le planta un beso de lengua que acaba con los gemidos de la chica que reacciona a las embestidas de su macho.

Elizabeth casi no puede contenerse al ver como la mujer hace que la chica le lama, mame y acaricie los senos, y la chica se esmera en darle placer a la mujer. Los senos argollados excitan tanto a Elizabeth. Esta a punto de correrse cuando observa como la mujer levanta su falda y mostrándole el coño a la excitada chica esta última comienza a lamerla y mamarla con desesperación. Lo que más llama la atención a Elizabeth es el piercing de la mujer en el clítoris, en el momento en que la chica saca su lengua y la pasa sobre ese clítoris argollado, Elizabeth empieza a convulsionar al correrse una y otra vez al no soportar más…

La mañana la encuentra aturdida en la cama aun con el vibrador en el coño, aun adormilada se va al baño y la regadera termina por despertarla y con ella despierta su libido y sus manos acarician sus senos, su cara, sus coño, rápidamente su cuerpo sucumbe a sus propias caricias, volviendo a correrse.

– Debo estar volviéndome loca… no puedo dejar de tocarme… debo ir a trabajar

Las horas pasan y Elizabeth esta sentada en su oficina completamente distraída buscando pornografía en su computadora, sus bragas siguen empapadas y el su mente no puede dejar de pensar en Lourdes, en sus piernas, su rostro, en sus senos, en su trasero, en sus labios y en su coño… Es vergonzoso y humillante estar pensando todo el día en sexo, mucho más lo es pensar sexualmente en una mujer que casi acaba de conocer, nunca le contaría a nadie tal cosa. Seria tan vergonzoso que alguien se enterara de las cosas que ella estaba haciendo y pensando, jamás podría admitirlo. Ella no es una puta barata como las que observa en las imágenes de videos y fotografías del Internet, putas que son usadas como perras a las que nunca les faltan vergas en sus coños, sus culos y sus bocas. Ella es una joven educada en una buena universidad, una excelente profesional en su campo de trabajo, que gana su propio dinero de forma decente sin necesitad de abrir sus piernas y ser usada como un objeto sexual. Pero que humillante y excitante es sentir tantas ganas de ser esa chica que ahora observa ponerse en cuatro patas mientras dos machos usan su culo, su coño y su boca que con una verga dentro silencia sus gemidos de placer.

El sonido del timbre de su celular la vuelve a la realidad y al contestar reconoce la voz.

– “Hola Elizabeth soy Lourdes de la Sala de Estética Baxter… ¿me recuerdas?”

Elizabeth se siente como una adolescente tonta y nerviosamente contesta:

– “Ho… Hola Lourdes… sí, sí te recuerdo… ¿cuéntame como estas?”

– “Muy bien, Elizabeth solo te llamaba para recordarte nuestra cita de mañana… ¿vendrás verdad?”

– “Sí, sí claro que te veré mañana… quiero decir… iré a atenderme mañana…”

– “Entonces no se diga más querida… te veré mañana en la estética, tengo algunas ideas para un nuevo look que creo que te encantaran, ¿confías en mi verdad Elizabeth?”

– “Sí… Confío en ti Lourdes”

– “Buena chica… hasta mañana”

Una oleada de placer barre el cuerpo de Elizabeth y su coño se humedece mucho más si eso es posible, mientras sus pezones se ponen tan duros como rocas. En su mente aturdida las ganas de masturbarse terminan ganándola y al cerrar la llamada se dirige a los baños de la oficina donde tendrá que aplacar esos deseos.

A varios kilómetros de allí en la oculta oficina de Helen Bells en la Sala de Estética Baxter, una completamente desnuda Lourdes esta sentada en la pierna de Helen, que la sostiene con una mano en la nuca y con su otra mano aun bombea el húmedo coño de Lourdes. Lourdes aun sostiene el teléfono con que acaba de llamar a Elizabeth y con su mirada perdida sigue repitiendo.

– Soy una buena chica…. Soy aaaaagggg… una buena chica…

Helen aun tiene colocado el audífono con que escucho toda la conversación con Elizabeth y usando a Lourdes como una marioneta termino dándole las siguientes instrucciones a la chica. Aun su boca esta justo al lado del oído de Lourdes donde hacia un momento en susurros le decía que decirle a Elizabeth, sacando su lengua lame el lóbulo de la oreja y empieza a morder el lóbulo de Lourdes mientras sus dedos aceleran el bombeo en el coño de su marioneta.

– Claro que lo eres mi querida Lola has sido una muy buena chica… Colócate en Posición de Sumisión 6 como la puta que eres… entendiste…

– Si mi señora como la aaaggg puta que soy….

Lola se levanta y se va al medio del cuarto, separa sus piernas un poco para que su coño sea claramente visible, sus manos se entrelazan en la nuca lo que hace que sus senos queden erguidos y tentadores, su boca entreabierta remata la posición esperando la siguiente orden.

En un sillón colocado frente al escritorio de Helen, Robert Sagel vestido en un costoso traje ejecutivo y corbata de seda, termina su bebida en un vaso de cristal. Desde allí ha visto cada uno de los detalles de la llamada y el control que Helen ejerce sobre las sumisas esclavas. Lentamente se levanta y se coloca detrás de la desnuda Lola que sigue a la espera de nuevas instrucciones.

– Me parece que estas llevando muy bien el proceso de selección.

– Gracias Amo pero quisiera que esto fuero mucho más rápido, pronto requeriremos muchas más candidatas listas para el uso que usted disponga.

– Tranquila Helen, estoy trabajando en eso, recuerda que todo lo bueno siempre es cuestión de esperarlo, lo que fácil se obtiene fácil se va.

Diciendo esto Robert coloca su mano en la nuca de Lola y la hace caminar hasta el escritorio donde Helen aun se mantiene sentada, lentamente Robert inclina a Lola hasta dejarla de cara hacia el sobre del escritorio y lentamente empieza a acariciar el trasero de la chica y sus dedos juguetean en un principio con el coño para luego entrar fácilmente en el húmedo canal vaginal.

– Estamos cubriendo la demanda actual y no tienes por que preocuparte pues estas salas de estética nos están dando excelente material de trabajo para la Granja de Sussy, casualmente hoy recibimos tu paquete VIP. Solo me preocupan algunos detalles meramente administrativos pero en lo operacional lo estas haciendo excelente Helen.

Robert termina por sacarse la verga y lentamente empieza a bombear a la excitada Lola que empieza a recibir una tras otra las rítmicas embestidas de Robert en su húmedo coño. Helen observa complacida y excitada como su amo empieza a cojerse a una de las putas que ella ayudo a crear. Los gemidos de Lola se hacen más fuertes mientras Robert la coloca boca arriba en el escritorio y los senos de Lola se balancean al compás de las embestidas de Robert, Helen empieza a acariciar los enormes senos de la chica mientras observa a Robert con una mirada de lujuria desmedida.

– Me excita saber que ayudo a que todo salga según lo planeado Amo, solo que me gustaría hacer de estas mujeres unas excelentes putas en menos tiempo.

Diciendo esto Helen termina por subirse de rodillas en su escritorio y separando sus piernas, coloca su coño justo sobre la cara de la controlada Lola que sin ninguna orden inicia a mamarla con desesperación lo que logra acallar los gemidos de la chica.

– Paciencia mi querida Helen, paciencia todo a su tiempo solo es cuestión de esperar, ummm esta sumisa esta deliciosa…

– Aggg no es una sumisa Amo, es solo una puta perra deseosa de complacerte… Aggg justo como lo soy yo… Sigue mamando y moviendo tu lengua puta… has que me corra en tu cara perra.

Robert toma la cara de Helen y le planta un beso en los labios a lo que Helen responde moviendo su lengua que entabla una lucha contra la lengua de Robert, mientras este penetra más y más rápido a Lola y esta última sigue mamando con desespero el coño de Helen que no tarda en correrse llenándole la cara de fluidos a Lola.

Minutos después Lola termina por correrse acostada en el escritorio, mientras Helen le mama los senos y le acaricia el clítoris. Robert se aparte del escritorio y Helen toma a Lola por el brazo y la lleva de rodillas frente a Robert, Helen con una mano abre la boca de la chica y le ordena.

– Limpia tus jugos de la verga de tu dueño.

Lola empieza a mamar la verga de Robert mientras Helen lo besa apasionadamente.

– Vaya que estas muy bien entrenada… ummm sigue mamando mi perrita, asii, muy bien buena chica, asiii… y pensar que esta puta antes fuera una brillante enfermera…

– Ya no lo es más señor, ella solo es lo que nosotros queramos que sea, ahora ella es una perra, tu perra.

Diciendo esto Helen coloca un collarín de cuero negro en el cuello de Lola, y allí engancha la cadena a la argolla plateada. Robert observando a la arrodillada chica desnuda, que se esmera por tragar la verga con una boquita pequeña de labios sensuales, le ordena.

– Mírame

La rubia ex enfermera lo observa con sus hermosos ojos azules y con su lengua masajea el erecto miembro de su dueño que esta dentro de su boca. Robert termina por correrse en la boca de Lola que desesperadamente intenta contener en su boca cada gota del semen de su dueño.

Helen se arrodilla y lamiendo la verga de Robert termina de limpiarla y amorosamente la guarda en los pantalones negros a juego con el saco ejecutivo de Robert. Mirando a Lola la besa apasionadamente y ambas mujeres felices juegan en sus bocas con el semen de su dueño y señor.

Al día siguiente una radiante pero nerviosa Elizabeth entra a la Sala de Estética Baxter donde una sonriente recepcionista esta entregando un formulario de inscripción a una chica vestida con el uniforme azul de un banco local. Ambas chicas observa a Elizabeth entrar radiante con un par de zapatos de tacón medio, una minifalda gris y una blusa azul, su cabello castaño luce fabuloso y su sonrisa no oculta su excitación al volver a la sala estética.

– Bienvenida Srta. Hills.

– Hola Ángela, vine a atenderme con Lourdes…

– Todo esta listo Srta. Hills ya estábamos esperando por usted. Déme un momento para avisar a Lourdes que usted esta aquí.

Momentos después Ángela le entrega una tarjeta electrónica y Elizabeth le agradece con una sonrisa. En ese momento la cerradura de la puerta de cristal se activa y se abre, una radiante Lourdes aparece en la puerta de cristal que da acceso a las salas VIP.

Elizabeth avanza con paso ansioso hasta la puerta donde Lourdes la recibe con un beso en la mejilla que hace que Elizabeth se erice de cabeza a pies.

– Hola Elizabeth, me encanta volver a verte, te ves simplemente radiante.

– Hola… hola Lourdes… gracias.

– Pasa por favor, siéntete como en tu nueva casa.

Ambas chicas caminan por el corredor hasta la sala VIP designada para atender a Elizabeth, Lourdes toma la tarjeta electrónica de las manos de Elizabeth y abre la puerta del privado. Mientras Lourdes le da la espalda para abrir la puerta Elizabeth no puede evitar admirar el redondo y provocativo trasero de Lourdes, sus manos se ponen frías y su respiración se acelera.

– Bienvenida otra vez, ya sabes donde esta el vestidor, ponte cómoda y esperare por ti.

Elizabeth entra al privado dirigiéndose al vestidor y empieza a desvestirse hasta quedar solo en ropa interior. Empieza a ponerse la bata y mirándose en un espejo acaricia su cuerpo sobre la bata sintiéndose extremadamente sensual, abre un poco la bata en el escote y después de pensarlo dos veces se abre la bata y saca su sostén dejándolo sobre las ropas que acaba de quitarse. Camina a la silla de atención donde una sonriente Lourdes la espera ya lista para iniciar el lavado de su cabello. Mojando sus cabellos y acariciando su cabeza inicia la limpieza agregando los aromáticos químicos que empiezan a adormecer a Elizabeth. Poco a poco agrega más químicos y cuando todo esta listo coloca los audífonos en los oídos de la indefensa chica, que la mira con una mezcla de aturdimiento y adoración. Lourdes espera unos segundos dejando que los químicos sean absorbidos. Los ojos de la aturdida chica continúan mirándola, Lourdes le coloca unas gafas de realidad virtual donde inicia a ver imágenes relajantes de bosques y valles, y luego poco a poco las imágenes van cambiando a imágenes pornográficas donde aparecen mujeres siendo sometidas por hombres y mujeres de formas diferentes en diversos escenarios.

Lourdes coloca unas correas restrictivas en los brazos y piernas de Elizabeth y lentamente empieza a abrirle la bata a la chica. El aturdido cerebro de Elizabeth no logra reaccionar al sistemático ataque sexual al cual esta siendo sometida, sus senos y pezones erectos responden a las imágenes y mensajes que llegan a su cerebro y su coño empieza a mojarse más y más, mientras los dedos de Lourdes empiezan a acariciar su piel comenzando por sus senos y lentamente deslizándose hasta su entrepierna, donde sin ninguna resistencia hace a un lado las bragas húmedas, sacando un vibrador de una gaveta cercana inicia el ataque al coño de la excitada chica.

Insertando el vibrador en el coño inicia a masturbarla, lame y besa el coño mientras bombea más y más rápido con el vibrador. Ronda tras ronda de imágenes y mensajes martillean el cerebro de Elizabeth que en pocos minutos esta al borde del orgasmo mientras Lourdes sigue lamiendo y mamándole el coño. Lentamente la lengua de Lourdes se desliza por su vulva y sacándole el vibrador usa sus dos manos pasa separar las piernas de la chica y colocándolas en un par de soportes termina teniendo fácil acceso al ano de Elizabeth. La lengua de Lourdes recorre el poco camino que resta hasta el ano de la chica y con un rápido movimiento su lengua inicia el asalto al sensible punto. Elizabeth gime de placer al sentir la lengua entrar en su ano y no logra contenerse, corriéndose una y otra vez mientras los mensajes siguen martillando su cerebro.

Las caricias de Lourdes terminan por dilatar el hasta ahora virgen ano de Elizabeth y empieza a insertar un dedo, luego dos y finalmente inserta el vibrador que poco a poco va entrando acompañado de los gemidos de la chica que atada y drogada no logra controlar su cuerpo.

Lourdes deja el vibrador en su sitio y se aleja para observar un monitor oculto en uno de los muros de la sala donde, para su sorpresa, los niveles de respuesta marcan un inesperado avance:

“Segunda semana: Candidata N00104, Elizabeth Hills; 23 años; Arquitecta; Nivel de Libido: 8.2; Nivel de Condicionamiento: 8.5”

Volviendo al lado de la chica la observa atada y contorsionándose por la excitación a la que es sometida mientras ella delicadamente le acaricia los senos con sus manos, los minutos pasan y Lourdes retira el vibrador del ano, quita y oculta las correas restrictivas y lava los químicos de la cabeza de Elizabeth, que poco a poco vuelve a la realidad pero aun sintiéndose total y absolutamente excitada.

– Hola otra vez Elizabeth veo que estas muy a gusto con tu tratamiento.

– Siiii me siento… muy bien y tranquila.

– Buena chica, buena chica Lissy ¿No te molesta que te llame Lissy o sí?

– Nooooo no me molesta… que me llames Lissy.

– En ese caso tu puedes llamarme Lola, ¿cuéntame Lissy que opinas de un cambio de look?

– Los cambios son buenos…

– Dime una cosa Lizzy ¿por qué la última vez no aceptaste cambiar el color de tu cabello a rubio? ¿Qué pensabas?

– Pensaba que las rubias… son tontas, yo no soy tonta…

– Claro que los cambios son buenos, ¿que opinas de teñirte el cabello de rubio, que piensas del cabello rubio ahora Lissy, confías en mí?

– Confío completamente en ti Lola y me gustaría tener el cabello rubio, ser rubia es excitante y divertido.

– Muy bien Lissy, buena chica, pronto tendrás un cabello rubio y hermoso como el mío.

Al escuchar eso Elizabeth siente como su cuerpo es recorrido con una descarga de placer, pronto será tan bella como Lola y se sentirá mucho más hermosa y obediente, ella necesita obedecer. Ella necesita seguir al pie de la letra cada palabra de las instrucciones que ha recibido en esta sesión, instrucciones que obviamente incluyen el ser rubia y confiar ciegamente en Lola. “Buena chica, buena chica… obedecer es placer, obedecer es placer”

A los pocos minutos Lourdes esta por terminar de secar los últimos mechones de la rubia melena de Elizabeth. Se encarga de peinar los cabellos del frente de la chica que aturdida y excitada casi no logra controlar sus ganas, pues los hermosos senos de Lourdes están casi en su rostro. Se muerde los labios de ganas de besarlos y mamarlos. Mientras lucha por contenerse, Lola le indica.

– Listo Lissy hemos terminado y es hora de que veas que tal has quedado.

Lourdes acomoda la silla y la coloca frente a un espejo donde la nueva Elizabeth observa incrédula su cambio de imagen.

– Es increíble… soy tan… hermosaaa

– Te dije que te quedaría hermoso Lissy, ¿confías en mi verdad Lissy?

Diciendo esto Lourdes desliza sus manos por los hombros y los brazos de Elizabeth acariciándola, y la excitación de la chica aumenta.

– Siiii Lola confío en ti, soy tan hermosa… casi como… tu.

Eizabeth se levanta y se observa en el espejo de cuerpo entero su bata entre abierta y su nuevo look la hacen parecer una estrella de cine, pero lo más hermoso que ella puede ver es a Lourdes sosteniéndola por la cintura y contemplándola en el espejo. Al voltear quedan frente a frente y un silencio incomodo llena el lugar, Elizabeth rompe el silencio diciendo:

– No se como agradecerte…. yoooo

Lourdes la sostiene por la cintura y Elizabeth no lo resiste más, acercándose a Lourdes le planta un tímido beso en los labios que dura unos segundos. Luego avergonzada le da la espalda y agacha la cabeza. Lourdes se coloca a su espalda y le dice:

– No tienes por que avergonzarte Lissy, eres una chica hermosa, solo tienes que mirarte.

Lourdes la toma de la cintura desde la espalda y jalándole la cinta de la bata hace que la bata se abra completamente revelando la piel de Elizabeth que tiembla de pies a cabeza. Lentamente la mano de Lourdes sube por su vientre y le acaricia un seno, Elizaberth responde con un gemido el cual es apagado cuando Lourdes la voltea y tomándola de la cintura le planta un beso de lengua que inicia a explorar la boca de la temblorosa Elizabeth. El beso se hace más intenso y los cuerpos se van fusionando y las carias avanzan sin encontrar resistencia, ambas mujeres necesitan sentirse excitadas y ardientes, Elizabeth la observa y dice:

– Deseo…

– ¿Que deseas Lissy?

– Te deseo y haría cualquier cosa por ti Lola

– ¿Cualquier cosa?

– Sí, lo que me pidas…

– ¿Confías en mi Lissy?

Sin decir más Lourdes baja el cierre de su bata blanca la cual revela su cuerpo que solo queda cubierto por un par de medias blancas sostenidas por un liguero de igual color, sin sostén, sin bragas y zapatos de tacón de aguja. Lourdes coloca una mano en el hombro de Elizabeth y aplicándole una mínima presión la ve ir arrodillándose frente al desnudo coño que sin mediar palabras Elizabeth empieza a atender. Al separar los labios vaginales de Lourdes la excitación de Elizabeth aumenta sin control al encontrar el argollado clítoris de su nueva amante. Sin vacilación empieza a mamar y lamer como la más desesperada y hambrienta mujer consumida por sus deseos.

Los minutos pasan y desde un cuarto de control ubicado a varios kilómetros de la sala de estética, Helen observa el desarrollo del proceso de conversión de Elizabeth, a través de una pantalla de video que recibe la señal de alta definición proveniente de las cámaras ocultas en las salas de VIP, la imagen le trae las figuras de Lola siendo mamada por Lizzy que poco a poco empieza a subir por el vientre de Lola hasta apoderarse de los senos mientras Lola le acaricia el trasero y coloca una mano en el coño de Lizzy. La escena continua mientras Helen se levanta y abriendo una puerta entra en un pasillo que la lleva a un quirófano donde a través de un gran ventanal de cristal observa los movimientos del personal de cirugía, compuesto por 1 medico cirujano estético y 4 enfermeras, todos vestidos con el común uniforme verde. Lo único llamativo es que cada una de las 4 enfermeras utilizan un collarín de cuero con una argolla metálica plateada. En la mesa del quirófano una anestesiada María Patricia Zurita, no tiene la menor idea de lo que ha pasado con su cuerpo en las ultimas horas. A su ya espectacular cuerpo de modelo se le ha añadido una carga completa de nanobots en cada uno de sus senos los cuales aumentaran su busto en 2 tallas y entrando a su sistema conformaran una nueva red neuronal que albergara su nueva personalidad, previamente implantada en su mente. Adicionalmente dos implantes más, uno en su argollado clítoris y otro, un receptor inalámbrico en la base de su cráneo, terminan por hacer de ella un nuevo juguete sexual. Helen activa un intercomunicador y se comunica con el esterilizado interior del quirófano.

– “Cual es el estado de la candidata”

Una de las enfermeras se aproxima al intercomunicador y le informa.

– “Todo ha salido según lo agendado, no hay ninguna reacción adversa y los nanos de su cerebro han sido activados y la candidata ha respondido a su activación en un 100%”

– “Muy bien, me parece muy bien… lo has hecho muy bien Mitzuki, has sido una excelente chica, puedes correrte para mi”

Los alargados ojos asiáticos casi ocultos tras la mascarilla de quirófano se cierran y el cuerpo de la enfermera Mitzuki tiembla al correrse a la orden de su dueña Helen.

– “Gracias… Misstres Helen soy una buena chica y me encanta obedecer”

– “En cuanto este lista lleven a la candidata a la sala en incubadoras”

– “Así será Misstres Helen”

Patricia es conducida a una gran sala de recuperación donde el personal médico se encarga de colocarla en una especie de vaina cilíndrica metálica. Al cerrarlo terminara aislada de toda actividad sensorial. A su cuerpo es insertado intravenosas para nutrirla, inocularle un coctel de fármacos que ayudan a condicionarla y mantenerle levemente sedada. Una mascarilla de oxígeno en su rostro cubre lo que queda visible debajo del casco de realidad virtual por el que en el transcurso del tratamiento recibirá el audio sintetizado de su voz y las imágenes de ella misma, generadas digitalmente, imágenes en las que aparecerá siendo utilizada como una esclava sexual en una variedad inimaginable de situaciones y escenarios. Las más de 1,000 repeticiones por hora de los mensajes en video y audio harán que ella entienda perfectamente cual es su nueva actitud para con sus dueños. Varios cables conectados a su cuerpo darán información exacta de su actividad neuronal, signos vitales y su estado de actividad sexual. Adicional a esto esta atada de cabeza a pies por bandas restrictivas, sus pezones y su coño cableados eléctricamente y su culo y coño llenos con vibradores que responden a las imágenes que entran es su cerebro. Patricia Zurita comienza a despertar y empieza a recibir la primera ronda de miles de rondas de adoctrinamiento que recibirá en los próximos 3 días, en los cuales la última fase de su conversión será completada.

– “¿Donde estoy…?”

Patricia se ve a si misma caminando hacia uno de los cuartos de maquillaje del canal de Televisión donde labora.

– “¿Qué estoy haciendo aquí?”

Al entrar al cuarto de maquillaje encuentra sentado en una silla a un hombre de saco y corbata que la observa al entrar y con una mano le indica que se acerque a el. Al aproximarse Patricia puede ver a una chica que supone ella del personal de maquillaje arrodillada entre las piernas del hombre, mientras el hombre con una mano sosteniendo el largo cabello de la chica le marca el ritmo de la mamada que la chica le da.

– “¿Qué demonios es esto?… esto no…”

Patricia observa como aquella verga entra y sale de la boca de la chica que con desesperación aspira, mama y lame cubriendo con su saliva la verga del hombre. Patricia empieza a excitarse y sus bragas se empiezan a mojar mientras en su mente no puede contener las ganas de mamar esa verga y solo se escucha a ella misma decirse “eso es lo que deben hacer las puta, obedecer, necesitas obedecer, mamar, coger y obedecer, tú eres una puta como cualquiera”

– “No yo no… aaaaggg”

Una descarga de placer barre el cuerpo de Patricia mientras ve como la chica ahora sube la falda y el hombre sentado le empieza a meter los dedos en el coño. El hombre vuelve a observar a Patricia y le indica que se acerque, Patricia se excita al obedecer y quedar junto a la chica que ahora mueve sus caderas al compás que marcan los dedos del hombre. El hombre sin más le dice

– “Bésala”

Patricia se aproxima a la chica y sintiendo como sus propios jugos vaginales escurren por sus piernas, besa apasionadamente a la chica, la cual empieza a acariciarle sus nuevas, grandes y sensibles tetas. En su mente no deja de escucharse a si misma decirse “te encanta esto puta, eres una puta y te encanta que te usen”

Patricia rompe el beso y mirando al hombre le dice.

– “Siiiii, soy una puta”

A un lado de la vaina donde el cuerpo de Patricia convulsiona de excitación, Helen y Robert observan tres monitores donde en uno de ellos pueden leer todos los datos que llegan del cuerpo de Patricia, en el segundo monitor hay un colage de imágenes de varios puntos del cuerpo de Patricia atado dentro de la vaina y en el ultimo monitor pueden ver las imágenes generadas digitalmente del primero de miles de encuentro sexuales que Patricia tendrá en las próximas 72 horas y que invaden su mente en ese momento.

Robert observa como uno de los vibradores penetra el coño de Patricia y la desvalida chica mueve sus caderas y sus atadas manos intentan aferrarse a un imaginario hombre que la somete, mientras su respiración se acelera, lo cual es obviamente visible en la imagen de su pecho y es también registrado en el monitor de sus signos vitales.

– Me parece que en este caso esto será mucho más fácil de lo que esperábamos.

– Concuerdo con usted Amo, al parecer esta candidata siempre ha sido una puta por naturaleza.

– No me es de extrañar la rapidez con que llego a ser la presentadora estrella del noticiero, ha debido estar muy ocupada.

– Así parece, le mantendré informado de los progresos de esta perra.

– Me parece muy bien, quiero tener una prueba de campo con ella en cuanto este lista, ahora cuéntame Helen ¿qué más tenemos para hoy?

Diciendo esto Robert y Helen se alejan de la batería de monitores donde una excitada Patricia ahora aparece sentada subiendo y bajando sobre las piernas del hombre, que se mantiene sentado, el cual la penetra mientras le lame y muerde los senos, que la chica de maquillaje desde la espalda de Patricia, sostiene ofreciéndolos al hombre mientras ella besa la espalda y el cuello de Patricia que ahora cabalga en las piernas del hombre entre gemidos de placer.

Robert y Helen avanzan por la amplia sala donde de lado izquierdo pueden verse de 15 a 20 incubadoras exactamente iguales a la que ocupa Patricia. Casi la totalidad de las vainas están ocupadas con las nuevas candidatas. Varias profesionales, incluyendo a Mitzuki, vestidas en ajustados trajes de minifalda parecidos a los de la estética, que marcan sensualmente sus senos en un amplio escote y casi no logran cubrir sus hermosos traseros, atienden a las nuevas profesionales en la última fase de su conversión. Las medias sostenidas por ligueros, los tacones de aguja y los collarines de cuero negro en sus cuellos rematan los atuendos de las dedicadas entrenadoras, mientras supervisan los monitores y realizan ajustes al programa de adoctrinamiento.

En una de las salas VIP de la Sala de Estetica Baxter una agotada Lizzy que esta acostada en la silla de atención, intenta contener sus gemidos mientras Lola le realiza una mamada de coño que la hace ver estrellas y sentirse completamente entregada a la voluntad de Lola.

– Ummmm… sigue por favor… me siento tan…

Lola la observa contorsionarse con cada lenguetazo que da al sensible coño de la desvalida chica, detiene la mamada y le empieza a insertar dos dedos.

– ¿Cómo te sientes Lizzy?

– Aaaaggg… me siento… tan… docil

– ¿Docil? Eso me suena a como si fueras algún tipo de mascota entrenada Lizzy

– Asiiii… Así me siento contigo… como si fuera tu mascota… tu perra…

Lola aumente el ritmo de los dedos que penetran en coño de la chica y la escucha gemir más y más fuerte.

– Así que una mascota… ¿Te gustaría ser mi mascota Lizzy?

– No puedo contenerme de pensar… que soy tu mascota…

– Eso esta muy bien Lizzy, muy bien, buena chica, pero las mascotas no piensan solo obedecen, pensar les causa malestar, obedecer les causa tanto placer…

– Necesito obedecer… Aaaaaggg… no pensar más, no pensar…. Solo obedecer.

Abriéndole las piernas a Lizzy, Lola se coloca entre sus piernas y con su mano libre la toma del cuello y la atrae hacia si hasta que sin resistencia alguna empieza a besarla y lamerle los labios mientras le bombea el coño ahora con tres dedos. Lola saca los dedos del coño de Lizzy y acariciándose sus propios senos cubre estos con los jugos de Lizzy y sin siquiera ordenar nada Lizzy empieza a lamer cada milímetro de los grandes y hermosos senos de Lola. Finalmente ambas chicas se abrazan, besan y acarician. Continúan masturbándose una a la otra hasta que terminar corriendose y agotadas descansan sobre la silla de atención.

Minutos después ambas chicas se levantan y sin cruzar palabras se separan, Lizzy va al vestidor a cambiarse y Lola arregla su uniforme. Al salir Elizabeth del vestidor la vergüenza y la humillación de todo lo pasado vuelven a su mente y mirando el piso empieza a despedirse de Lourdes.

– Buenoooo… yo queria decirte gracias por….

No puede terminar de decir nada pues Lourdes la toma con ambas manos de los pechos y haciéndole presión la coloca contra la pared mientras le fulmina los pensamientos con un apasionado beso de lengua. Elizabeth siente como es aplastada contra la pared por el cuerpo de Lourdes y como la lengua de esta sondea su boca y sin la menor resistencia intenta corresponder al beso. Un segundo después Lourdes rompe el beso y mirándola con una sonrisa le dice:

– Te veré la próxima semana, toma esta tarjeta y ya sabes que hacer Lissy.

Elizabeth la observa aturdida aun y sin mas responde.

– Siiiiiiii…. hasta la próxima semana.

Lourdes la suelta y ambas avanzan hasta la puerta y al abrirla Lourdes le dice al oído a Elizabeth mientras le acaricia el trasero por encima de la minifalda.

– Me encantas, eres una buena chica, hasta pronto.

– Hasta pronto… gracias, por todo…

Elizabeth sale del privado aun sin creer todo lo vivido pero con una nueva forma de ver la vida, se siente y se ve hermosa, nunca se sintió tan excitante y tan feliz. Una lástima que no pudiera compartir lo que siente con nadie, bueno si lo puede compartir… con Lourdes.

Llega a la recepción y entrega la tarjeta a una sonriente Ángela, mientras la recepcionista crea en el sistema su nueva cita de la siguiente semana, Elizabeth no puede dejar de mirar el revelador escote del traje de la chica, el cual casi no puede contener el excelente par de tetas que a cada movimiento de Ángela se balancean provocativamente. Finalmente Ángela termina y poniéndose de pie acompaña a Elizabeth a la puerta, esta vez el es hermoso culo de Ángela el que capta la atención de Elizabeth y al despedirse ambas chicas con un beso en la mejilla Elizabeth lanza una rápida mirada a la entrepierna de Ángela. Al caminar a su auto un pensamiento la hace excitarse tanto, en su mente solo puede pensar para si misma.

– “¿Ángela también tendrá el clítoris argollado?… sería delicioso si así fuera, me encantaría tener el clítoris argollado, seria tan excitante de tenerlo argollado”

Elizabeth termina por llegar a su auto estacionado en la calle, pasando junto a un local comercial de productos electrónicos que anuncia descuentos en las pantallas gigantes de TV de alta definición, que en ese momento en uno de ellos proyectan las imágenes del inicio del noticiero estelar de la cadena local de noticias. Una joven de cabellos castaños y prominente escote saluda a los televidentes.

– “Buenas noches amigos soy Raquel Salinas y este es su noticiero estelar del canal 23. María Patricia Zurita continua de vacaciones, esperamos estés disfrutando tu merecido descanso Patricia… Comencemos con los titulares…”

Patricia se encuentra en una exclusiva fiesta de gala en la azotea de un edificio de la ciudad, donde hombres y mujeres elegantemente vestidos caminan y conversan con sus conocidos entre champaña y caviar, que es repartido por camareras en sexys trajes de empleadas francesas y tacones de aguja de 3 pulgadas. Esta tan contenta de estar allí en medio de la fiesta, como siempre siendo el centro de atención por su fama y belleza. Se encuentra casi completamente desnuda, solo unos zapatos de tacón de aguja y unas medias negras con liguero cubren algo de su cuerpo. Su cuerpo que esta atado de los tobillos en sus piernas y de sus muñecas en sus brazos a un dispositivo de correas negras. El dispositivo que con un juego de botones, la hacen arrodillarse, ponerse de pie o inclinarse al frente.

Es todo un espectáculo observarla en medio de la fiesta con su cuerpo colocado en forma de X. Ver sus torneadas y largas piernas, subiendo un poco más ver ese culo firme y de nalgas redondeadas al final de una espalda un poco arqueada hacia delante, donde se marcan justo en el inicio de la cadera un par de hoyuelos a ambos lados de su espina dorsal. Su cabello negro azabache se desborda en cascada de rizos suaves sobre casi toda su espalda y algunos mechones caen por el frente cubriendo en partes sus grandes y redondos senos que suben y bajan acompasados al ritmo de su respiración. Justo debajo de sus senos un abdomen tan plano y firme como una pared de granito pulido y un poco más abajo de su piercing del ombligo un carnoso coño totalmente depilado que a cada momento se humedece más y más. Para rematar esta aquel hermoso rostro de facciones angelicalmente finas que engalana con unos ojos verdes expectantes y una boca de labios rojos que solo esperan ser usados.

Un hombre de traje azul y corbata roja se aproxima hacia ella acompañado de una escultural hembra de piel blanca y cabellos negros, que usando un cortísimo vestido plateado a juego con sus zapatos casi no logra cubrir nada de sus hermosos senos, su cintura y trasero de avispa.

La pareja se coloca frente a ella y ella les sonríe mientras siente como sus pezones se ponen duros como rocas y su coño se va humedeciendo, el hombre conversa con su pareja mientras no dejan de mirar a Patricia, la cual no entiende nada de lo que hablan. La observan por un momento como si se tratara de una pieza de arte y sin más el hombre acercándose a Patricia se saca la verga de los pantalones, la toma de la estrecha cintura y la empieza a penetrar con fuerza. La chica del vestido plateado se coloca a espaldas de Patricia y arrodillándose le separa las nalgas y empieza a lamerle el ano.

Minutos después Patricia no logra contenerse más y empieza a correrse como una puta mientras observa como otras tres parejas se han acercado a mirar el espectáculo de la fiesta, dos de los hombres ya están sacando sus vergas. En la mente de Patricia solo puede escucharse decirse a ella misma “Eres la puta más famosa de la fiesta, eres la puta más famosa de la fiesta y eso te encanta, ser una puta”. Empieza a correrse otra vez y ya para este punto ha perdido la cuenta de las parejas que la han usado y las veces que se ha corrido en las últimas horas, pero una cosa si es cierta, le ha encantado ser una puta.

Continuara…

PARA CONTACTAR CON EL AUTOR ESCRIBIDLE A:
blackfires@hotmail.com

 

Relato erótico: “Las Profesionales – Relaciones Internacionales” (POR BLACKFIRES)

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Notas Aclaratorias:

Sin títuloEl presente trabajo es un relato de ficción. Los nombres, lugares y eventos son producto de la imaginación del autor. Las situaciones descritas aquí son en el mejor de los casos imposibles o muy inmorales en el mundo real.

La serie de Las Profesionales inicialmente fue escrita sin un orden cronológico, actualmente sugiero leer los capítulos en el orden siguiente: “Una Perra no tan sumisa”, “Una perra mucho más sumisa”, “Horas Extras”, “La consulta”, “La Granja de esclavas”, “Los deseos más secretos”, “Relaciones Internacionales”… todos estos relatos están actualmente publicados en la pagina www.todorelatos.com

Las Profesionales son relatos originalmente escritos en español y no existen versiones en ingles o en otros idiomas por el momento.

Las situaciones sexuales descritas en estos relatos son producto de la ficción. En el mundo real, existen serios peligros de enfermedades de contagio sexual, practique el sexo seguro. Use preservativos y protéjase usted y a su pareja sexual.

Las Profesionales – Relaciones Internacionales.

En un aeropuerto privado propiedad de la compañía Logan Aerospace un Jet Bombardier Global 5000 con matricula Suiza carretea desde uno de los hangares y detiene su transito hacia la pista principal frente a uno de los edificios del complejo aéreo. Un convoy de autos de colores oscuros entran rápidamente a las instalaciones. Dos autos Suburban SUV avanzan a la vanguardia, seguidos de tres limosinas blindadas, cerrando la caravana otras dos Suburban SUV se detienen y de ellas bajan por lo menos 4 escoltas armados con ametralladoras Heckler & Koch MP5, que sumados a los otros 4 escoltas de la vanguardia, rápidamente montan un perímetro de seguridad alrededor de los autos y el jet. Dos de los escoltas suben al jet y minutos después de revisarlo descienden aproximándose a la primera limosina y tocando el vidrio tres veces informan que todo esta despejado.

Al abrirse la puerta de la limosina una elegante pierna enfundada en medias de seda negra sujetas por ligueros y calzada con zapatos de tacón de aguja de 3.5 pulgadas toca el suelo de la pista, apoyando el otro pie termina por salir el escultural cuerpo de Helen el cual esta cubierto por un costoso traje ejecutivo marcando su exquisito y redondo trasero con su minifalda. El saco a juego sobre una blusa de seda semitransparente, con un escote extremadamente pronunciado, descansa sobre sus hermosos senos. Sus pezones se endurecen al sentir su cuerpo la fría brisa que corre desde la pista, que también se cuela bajo su falda y acarician su coño desnudo sin bragas. La misma brisa que hace ondular sus cabellos oscuros que enmarcan su rostro hermoso donde sus ojos grises verdosos brillan de excitación al ver como el Dr. Robert Sagel desciende de la segunda limosina acompañado de tres hombres vestidos de saco y corbata. Ella avanza hacia ellos y se coloca detrás de Robert y a su izquierda con sus brazos cruzados a la espalda y sus piernas ligeramente separadas. De la otra limosina desciende otras cuatro personas entre ellas tres mujeres elegantemente vestidas las cuales avanzan sin perder tiempo hacia el avión.

Dos de los hombres se quedan en la pista conversando con Robert en un idioma totalmente desconocido para Helen, la cual no se atreve a levantar la vista del suelo mientras los machos junto a ella conversan. Machos que hacia muy poco había estado mamando como toda una experta, “lo mejor de lo mejor para mis clientes especiales”, eso decía Robert, el anfitrión de la fiesta en uno de los edificios de la ciudad, mientras le acariciaba los cabellos a Helen estando ella arrodillada frente al más viejo de los extranjeros. El hombre casi no prestaba atención a las expertas habilidades orales que Helen le brindaba, mucho menos a las palabras de Robert. Toda su atención estaba concentrada en el cuerpo atado y bañado en sudor de la totalmente domesticada María Patricia Zurita, la cual en ese momento era penetrada por el culo por su primer oficial y el coño argollado de Patricia recibía las lamidas y chupadas de la esposa del oficial arrodillada frente a la excitada periodista la cual solo gemía y se contorsionaba de placer.

Los recuerdos de aquella noche de lujuria desaparecen de su mente cuando escucha a Robert mencionar su nombre.

– General Shmedenko, espero que esta visita haya sido de su completo agrado, me alegra saber que mis putas Helen y Patricia superaron sus expectativas.

– Tovarich Robert, dejar por favor las forrmalidades, puedes llamarme Iván, visitar tu ciudad es siempre un placer, mucha mejor para Mika y su esposa.

Los hombres ríen a carcajadas al observar al Primer Oficial Mikael Volok y a su esposa subir al Jet. Ambos esposos fueron los que más disfrutaron del exquisito cuerpo de la sumisa y atada Patricia. Al final de la fiesta acordaron con su anfitrión Robert poder llevarse a su habitación a una de las profesionales que atendían la fiesta como meseras. La mesera era la más parecida a Patricia, pues Patricia no estaba disponible para su uso privado. Los hombres siguen conversando mientras los otros miembros de la delegación terminan de cargar los equipajes en el avión. Al terminar Mikael se acerca al General y le informa que todo esta listo para partir.

– Es horra de partir camarada Robert. En algunas horas estarremos de vuelta a la Rodina.

– En ese caso es tiempo de obsequiarle una muestra de mi amistad y de mi interés por mantener nuestras transacciones comerciales.

Diciendo esto todos se dirigen a la primera limosina, de donde descienden tres hermosas mujeres vestidas con sensuales uniformes de asistentes de vuelo azules. Las tres chicas de aproximadamente 20 a 24 años se colocan una al lado de la otra mientas en General pasa revista a sus nuevas adquisiciones. Casi todas son de la misma estatura, 36C en sus senos, traseros redondos y firmes, sus cuerpos y rostros perfectamente trabajados con ejercicios y cirugías. Solo varían entre ellas en el color de su piel, ojos y su cabello. Una rubia, una morena y una castaña oscura. Todas con un collar de cuero negro en sus cuellos y una argolla de plata al frente. Helen entrega a Robert un maletín y este lo entrega al General.

– Estos son los documentos en regla de las perras y todo lo que necesita de ellas.

– Es un excelente presente, sobre todo esta.

Diciendo esto el General acaricia el rostro de la chica colocada al medio, la cual se mantiene con los ojos fijos en el suelo. Lentamente la mano del General se desliza por el cuello y se desplaza a su seno izquierdo donde empieza a acariciarlo sobre la tela de su uniforme y aprieta su endurecido pezón.

– Mirrame Zorra, cual es tu nombrre.

La chica obedece y observa al hombre con sus hermosos ojos miel que brillan de excitación en su rostro enmarcado por sus cabellos castaños oscuros. Con su voz sensual y nerviosa contesta.

– No tengo más nombre que el que usted me ordene tener mi señor.

– Robert quierro saber de ella. Me recuerrda una antigua novia de mi juventud.

– General… Iván, en sus cerebros no queda nada de sus antiguas vidas, ya nada de lo que fueron importa. En sus sesos solo hay lo que nosotros queremos que tenga, estas lindas putas no tienen nada en mente.

Diciendo esto Robert acaricia el rostro de la primera chica de cabellos rubios y ojos verdes que observa al vacío expectante esperando recibir la siguiente orden. El cuerpo de la chica se eriza de pies a cabeza al recibir la caricia y percibir la proximidad de los machos a los cual esta condicionada a reaccionar sexualmente sumisa y obediente. Muy por el contrario de lo que supone Robert y su equipo de técnicos en esa chica aun esta despierta su antigua personalidad conciente de todo lo que pasa a su alrededor, pero para beneficio de Industrias Fredensborg en la mente de esta antigua bióloga marina los pensamientos que la torturan son los siguientes: “Ayúdenme por favor, no se queden allí parados, ayúdenme necesito que me cojan, pónganme a mamar, cojanme por el culo y por el coño, soy una perra y necesito que me usen por favor”.

Robert saca una agenda electrónica y contesta la pregunta del General sin demora.

– Tiene 23 años y antes se llamaba Mariangel, era profesora de enseñanza media.

– Pues realmente parrece un angel, tendremos mucho tiempo para aprender juntos profezorra. Ahorra correte parra mi.

Sin demora la chica empieza a tener un orgasmo que termina humedeciendo su coño y empapando sus medias cuando sus jugos corren por sus piernas. En su mente no hay más pensamientos que obedecer lo que ese hombre le dice, ella necesita ser una puta obediente y zorra para él. En su cerebro ya no queda nada de aquella profesora Mariangel de la que hablan esos hombres. Ella solo responde por perra, puta, zorra o cualquier nombre degradante que se les ocurra a sus dueños.

– Perfectamente entrenadas, no podía esperar menos de tu producción Robert.

– Spacibo, lo mejor de lo mejor para mis clientes especiales.

Las tres chicas son conducidas al avión y con un apretón de manos y un abrazo se despiden los hombres.

– Do svidania tovarich Ivan.

– Do svidania tovarich Robert, spacibo por el obsequio.

Robert junto a Helen ven carretear el avión hasta la pista y lo observan tomar velocidad, despegar y ganar altura rumbo al nuevo hogar de las tres perras que en cuanto el avión alcanza altura crucero son puestas en cuatro para mamar vergas o coños o ser penetradas por los agujeros de sus cuerpos.

Cuatro de los siete autos se alejan de la pista aérea mientras Robert y Helen esperan pacientemente de pie fuera de la primera limosina y una de las Suburban de la retaguardia pasa a la vanguardia.

– Al parecer todo ha salido a pedir de boca y aun tendremos apoyo de nuestros amigos de bloque del este.

– Ha pasado muchísimo tiempo desde los primeros experimentos con las técnicas y fármacos de la KGB. Los nanobots de Mr. Baxter y nuestras avanzadas técnicas de domesticación son cada vez más efectivas y rápidas señor.

– Mi querida Helen, sé que no te agrada que desperdiciemos tres perras de esta forma, pero piénsalo como una inversión mas que como un gasto.

– Sabe que nunca reprocharía una decisión suya mi señor, solo soy una perra a su servicio.

– Lo sé perra y eso me encanta, eres la mejor de mis putas, la que más cerebro le he dejado intacto y la que mejores resultados me ha dado.

Del puesto del conductor de la limosina, Michelle Vanderburgh de 24 años, Abogada Asistente del Fiscal de Distrito, desciende vestida de minifalda negra a juego con el saco que cubre una blusa de seda blanca que intenta contener sus nuevos senos 38C, sus piernas cubiertas en medias negras y con liguero a juego, calzan zapatos de tacón de aguja de 3.5 pulgadas lo que aumenta su impresionante estatura de 1.82 metros, estatura que termina con su cabeza cubierta con una gorra de visera negra a juego con el uniforme de chofer que usa y con el collar de cuero negro con argolla de plata que lleva al cuello.

– Señor, me informan que su invitado esta por llegar.

– Muy bien perra, vuelve a tu puesto y espera la siguiente orden.

– Si señor como usted lo desee.

Mientras ambos conversan y los últimos ruidos de los motores del Jet se pierden en la distancia, un nuevo auto entra en el perímetro de aeródromo, en este caso un elegante vehículo gris plata a todas luces blindado. El auto se detiene a escasos metros de la reducida caravana, Robert observa tranquilamente como un hombre de aspecto muy elegante baja del vehiculo junto a su muy malcarado chofer. Ambos avanzan hasta encontrarse a mitad del camino y con un apretón de manos inician la conversación:

– Sr. Toscanni, es un placer por fin tenerle en mi ciudad.

– Dr. Sagel, podría decir que es un gusto igual para mí, pero aun no me siento realmente cómodo con las solicitudes que me hiciera para esta reunión.

– Mis sinceras disculpas por los inconveniente de este viaje, pero le aseguro que al final de esta jornada vera que ha valido la pena.

– Soy un hombre de negocios y si esta operación no me interesara créame que no estaría aquí tan lejos de casa. Ahora es su turno de mantener mi interés y superar mis expectativas.

– En ese caso… la función esta por empezar.

El sol empieza a decender en el horizonte y sus rayos de luz se cuelan entre las siluetas de los edificios de la ciudad. Elizabeth pacientemente sentada espera en su auto que el semáforo de la luz verde para continuar. Hacia solo una hora que había salido de la oficina donde todo el día había estado viendo películas y fotografías pornográficas. Esta vez la gran mayoría de las fotos eran de una temática muy diferente a las anteriores, sexo anal y dominación lésbico y heterosexual. El sexo anal se había convertido en una obsesión para ella, al punto que se sentía ligeramente incomoda allí sentada, pues desde su ultima visita a la clínica sus sesiones de masturbación en casa habían pasado de su coño a su ano. Su recién comprado vibrador llenaba en las noches su ano, haciéndola llegar a orgasmos inimaginables para ella.

Mientras esperaba en el semáforo recordaba lo excitante que había sido la última sesión en la Clínica Estética Baxter. Lourdes había hecho cosas con su lengua, sus manos, su boca, cosas que ella jamás hubiera imaginado. Ella simplemente necesitaba sentirse tan dócil y obediente como la hacia sentir Lourdes. Lo más extraño era que cada vez que en su mente surgía la idea de llamarla y tal vez citar aLourdes fuera de las sesiones de la clínica, la excitación terminaba por ganarle y terminaba a 4 patas en el suelo o en la cama metiéndose su vibrador en el culo, olvidando por completo llamar a Lourdes.

El sonido de las bocinas y los gritos de los otros conductores la traen de vuelta a la realidad. Ella avanza en su auto y otro pensamiento vuelve a su mente, esta vez no tiene nada que ver con el placer o la obediencia, se trataba de enfado. Hacia un par de horas que sentada en su oficina su jefa había entrado sin siquiera tocar la puerta, encarándola y amonestándola.

– “Elizabeth es la tercera vez en este mes que te pido los avances del Proyecto Stratus”

– “Ya informe que para el fin de mes estará listo y en su escritorio”

– “El fin de mes esta muy cerca y no he recibido siquiera un borrador, Elizabeth no sé que es lo que te esta pasando o que te tiene tan distraída, la cuenta Stratus es realmente valiosa para esta firma, no te tengo que recordar eso. Eres una excelente profesional pero si el fin de mes no tenemos nada para presentar te informo desde ya que te hare responsable ante la junta directiva y se tomaran las decisiones necesarias”

Diciendo esto su jefa había salido y la había dejado en una pieza en la oficina. Realmente el proyecto estaba atrasado pero no había por que amenazarla pues ella podía terminar a tiempo. Lo que más le molestaba a Elizabeth era que ese trato duro y despótico de su jefa había terminado por excitarla, ¿su jefa tendría el clítoris argollado o también sus pezones?

Con ese último pensamiento Elizabeth da vuelta a una esquina saliendo de la ruta regular que la llevaba a diario rumbo a casa. Igual no pasaría frente a la tienda de mascotas pues ya no tenia por que comprar la bolsa de alimento para gatos pues hacia unos días su gato la había abandonado. Ahora se dirigía a una de las áreas comerciales de la ciudad, girando a la derecha baja la velocidad y estaciona frente a una galería de locales comerciales ubicadas detrás de una plaza comercial, al bajar del auto se dirige a un local de tatuajes y perforaciones.

Al entrar encuentra un local lleno de imágenes y diseños de tatuajes, de colores oscuros o colores muy llamativos. El local esta vacío y es atendido por una chica de aspecto gótico sentada detrás de un mostrador. Elizabeth camina lentamente mirando los tatuajes en la pared y poco a poco termina por encarar a la chica que la observa con ojos mucho más de lujuria que de curiosidad.

– Buenas tardes ¿se le ofrece algo?

– heeee bueno curioseaba sobre sus trabajos.

– ¿Hay algo aquí que llame su atención o que desee ver más de cerca?

Diciendo esto la chica de aproximadamente 20 años se levanta y descubre que esta vestida con un top negro de cuero muy parecido a un corse, el cual levanta y sostiene un par de hermosos y redondeados senos de 38C, sobre una estrecha cintura embutida en el corse, bajando la mirada una minifalda tableteada escocesa en tonos rojos y negros intentan cubrir algo de las bien tonificadas piernas de la chica por el frente y por detrás cae acampanada al delinear exquisitamente las carnosas y redondeadas nalgas de su trasero. Un par de botas negras de tacón llegan hasta sus rodillas encapsulando sus hermosas piernas y para rematar el conjunto en su rostro sus carnosos labios cubiertos de lápiz de la labios negro hacen juego con los tonos de sombras que cubren sus ojos, contrastando con su tono de piel casi tan blanco como la tiza y sus ojos color miel. En el labio inferior puede verse un par de anillos de plata a cada lado de la boca los cuales asemejan dos colmillos brillantes, en sus orejas hay en cada una más de tres perforaciones y un brillante sobre una de sus fosas nasales. En sus manos igualmente blancas destacan sus anillos de plata y sus largas uñas pintadas de negro. Todo aquello le da un tono tan exóticamente sensual que Elizabeth no logra dejar de pensar donde más podría tener argollas o perforaciones… tal vez sus senos o su clítoris… sí su clítoris debía por fuerza estar argollado.

La chica coloca sus manos en el mostrador e inclina la cabeza a un lado dejando que sus cabellos negros azabaches caigan en cascada sobre uno de los dados de su cabeza cubriendo parte de su tentador escote.

Elizabeth logra reaccionar ante aquel ataque visual lleno de sexualidad y dice:

– Solo miraba… ¿ustedes solo hacen tatuajes?…

– No, no solo hacemos tatuajes hacemos muchísimas cosas para que nuestros clientes se vayan de aquí satisfechos…

Elizabeth la mira extasiada y la chica la observa con sus ojos miel y es como ver una serpiente hipnotizando al pobre ratoncillo que en minutos será devorado.

– Yoooo… estoy interesada en… piercing…

– ¿Te has perforado antes?

– No, esta sería la primera vez

– ¿Perforaciones? Como puedes ver me encantan las perforaciones – diciendo esto la chica saca su lengua la cual danza fuera de su boca unos segundos mostrando una bolita de plata encajada en la parte media de la lengua – ¿Qué clase y donde te gustaría una perforación? Supongo que buscas lo más común… el piercing del ombligo.

– Noooo… yo buscaba algo más… sensual, me interesa saber sobre las perforaciones en el clítoris.

Solo decirlo hizo que Elizabeth sintiera una descarga de placer tan grande que su coño empezó a mojarse y un escalofrío subió desde sus pies corriendo por su espalda.

– Ummm que interesante… muy pocas chicas buscan una perforación como esa para su primera vez, muy pocas lo hacen “esa es una perforación para “chicas malas”, cual es tu nombre nena.”

Diciendo esto la chica baja una mano a su entrepierna sin ningún pudor acariciándose.

– Mi nombre es Elizabeth y soy una “buena chica”.

La respuesta condicionada en el cerebro de Elizabeth salio disparada sin la menor necesidad de pensarla. La misma respuesta entro en el cerebro de la chica gótica y disparo ordenes en su cerebro que inmediatamente la hicieron seguir un protocolo preestablecido para este tipo de clientas.

– Mi nombre es Jennifer, déjame mostrarte algunos de nuestros trabajos

Jennifer se voltea a uno de los archivadores y en la espalda en sus descubiertos hombros Elizabeth puede ver un tatuaje de los más singular, el cual esta compuesto por una serie de líneas verticales y una escritura exótica parecida a caracteres japonés, enmarcado todo esto en líneas que caracterizan los tatuajes tribales.

– Que hermoso tatuaje… ¿te lo hiciste aquí?

– Si es mi favorito, para mi es todo un placer usarlo

Jennifer saca de una gaveta bajo llave un álbum de fotos donde Elizabeth puede ver una colección de por lo menos 20 piercing en el clítoris, diferentes tamaños tanto de piercing y de clítoris, algunos con argollas, otros con bolitas de plata adornando clítoris de muchos tonos de piel y con diversos tonos de color de vello cúbico. Todo esto hace que el libido de Elizabeth se encienda al más alto nivel. Elizabeth no logra prestar atención a las explicaciones de Jennifer sobre el procedimiento de perforación y mucho menos sobre el costo del procedimiento, menos aun nota como Jennifer activa un botón oculto en la parte de abajo del mostrador, el cual activa una señal de luz que empieza a parpadear en un consultorio cercano. Al final de toda la explicación y de examinar embebida las fotos Elizabeth logra escuchar a Jennifer al decirle:

– ¿Estas convencida de hacerte la perforación?

– Sí.

– Entonces acompáñame atrás, te mostrare nuestras instalaciones.

Elizabeth entra por una puerta lateral que la lleva a un par de cubículos donde puede ver sillas de atención y todos los equipos para hacer tatuajes. La conducen hasta uno de los cubículos donde le indican el procedimiento para asearse perfectamente y estar lista para la perforación. Elizabeth entra en el baño y sigue las indicaciones de Jennifer, al volver la encuentra junto a la puerta.

– Espera aquí y en un momento empezaremos, toma asiento y ponte cómoda.

Jennifer abandona el cubículo cerrando la puerta, fuera de el acciona un interruptor que desvía el aire acondicionado del cubículo y activa un contenedor de un gas inodoro e incoloro que poco a poco va llenando el cubículo donde Elizabeth pacientemente espera por ella. El gas empieza a relajar y aturdir a la excitada Elizabeth lo cual le da tiempo a Jennifer para el siguiente movimiento en el procedimiento. Camina hasta la puerta principal del local y coloca el letrero de CERRADO. Tomando del mostrador un fino collar de cuero con una argolla de plata y colocándoselo al cuello se dirige a la parte de atrás de la tienda donde se coloca con las manos en la espalda y sus piernas ligeramente separadas, junto a una puerta por donde minutos después un hombre de aproximadamente 30 años entra vestido de camisa y corbata con una bata blanca.

– Bienvenido Doctor la paciente lo espera en el cubículo 3.

El Doctor Barreto se saca la bata blanca y la entrega a Jennifer que lo observa con adoración y deseo, se coloca una bata azul oscura casi negra, toma una cadenilla de plata de la pared y la engancha a la argolla del collarín de Jennifer y sin más avanza al cubículo seguido de la chica.

– ¿Hace qué tiempo esta adentro Jenny?

– Hace dos minutos aproximadamente señor.

– Entonces démosle un minuto más para que este totalmente relajada, mientras tanto déjame ver como va esto.

Barreto coloca a Jennifer contra la pared presionándola con una mano en la nuca hace que su rostro y pechos queden contra el muro y con su mano libre levanta la falda escocesa de Jennifer, revelando que la chica no usa bragas bajo ella. Acaricia delicadamente ese par de hermosas nalgas blancas, el tatuaje de un corazón rojo rodeado de una cadena de eslabones decora la nalga derecha. Soltándole el cuello separa con ambas manos las nalgas que junto a las piernas separadas de la chica revelan un dilatador anal introducido en el ano de la chica.

– ¿Desde cuando lo tienes dentro perra?

– Desde que llegue a trabajar esta mañana señor como usted me lo ordenara.

– ¿Así que ya van más de 6 horas, dime te incomoda perra, dime que sientes?

– Siento tanto placer al obedecerle señor, me encanta que mi ano se dilate para el placer de mi dueño.

– Buena chica, esta noche probare que tan dilatado esta ese ano y si necesitas algo más grande para complacerme.

Jennifer se estremece al imaginarse un dilatador más grande que el que ha usado en la última semana, cuanto más grande más placer y más morbo, su ano necesitaba estar dilatado lo suficiente para el gusto de su dueño.

– Si señor todo sea por complacerle.

En el aeródromo el Sr. Toscanni voltea y conversa con su chofer el cual no deja de mirar a Robert con cara de asesino psicópata mirando a su próxima victima de homicidio. Toscanni y Robert avanzan hacia la limosina donde una excitada Helen les espera de pie con la mirada clavada al suelo. Toscanni al llegar a su lado la observa detenidamente posando sus ojos en ese esplendido par de senos que apenas están cubiertos con la delgada blusa, pechos que suben y bajan con la acelerada respiración de la excitada perra. Robert presenta a Helen.

– Sr. Toscanni esta perra es Hellen Hills, una de mis mejores putas y mi más fiel colaboradora.

– Bienvenido Sr Toscanni para mi es todo un honor poder ofrecerle mis servicios.

Toscanni la sigue examinando y finalmente dice:

– Buen trasero, excelentes senos, sus labios son ligeramente delgados para mi gusto pero por todo lo demás es aceptable.

Helen al escuchar como Toscanni se expresa de ella como si fuera una mercancía o una cosa, empieza a mojarse pues es obvio que ese hombre tiene experiencia usando perras sumisas y sabe como tratar y hacer que una puta sea tan perra como a él le venga en gana.

Los tres suben a la limosina y al sentarse Robert toma un teléfono y ordena a Michelle.

– “Mimy llevamos al destino 1 y toma la ruta 3”

– “Como usted desee Sr.”

El convoy se pone en marcha y los autos avanzan saliendo del aeródromo toman una vía de acceso a una autopista medianamente concurrida. Mientras avanzan en el interior de la limosina Robert entrega un dossier de documentos a Toscanni el cual empieza a revisar mientras escucha a Robert decirle.

– Como ya le informe en mi visita a su país, soy el gerente de operaciones de Industrias Fredensborg. Nosotros nos dedicamos a adquirir, por varios medios, recursos humanos que puedan satisfacer los requerimientos y necesidades de nuestros clientes. En este caso contamos con una red de mujeres que hemos convertido en sumisas dóciles y obedientes, implantando en sus mentes nuevas personalidades, las cuales ponemos a disposición de clientes del más alto rango y estatus. Nuestra operación cuenta con varios mercados.

Primero tenemos el mercado de alquiler, donde nuestros clientes nos solicitan el uso de alguna de nuestras perras por un precio realmente accesible en comparación a todo lo que pueden hacer con ellas sin que ellas tengan el mínimo inconveniente de satisfacer sus fantasías y necesidades.

Igualmente tenemos el mercado de venta ELITE, donde nuestras perras son adquiridas y vendidas entre diferentes compradores y movidas de una ciudad a otra para el beneficio de sus nuevos dueños.

Finalmente tenemos el mercado VIP donde nuestras perras son adquiridas de forma permanente por nuestros socios para su uso exclusivo como esclavas en los lugares que ellos dispongan.

– Disculpa que interrumpa tu exposición Robert pero puedes explicarme ¿por que esta operación es diferente a un vulgar secuestro de mujeres y trata de blancas internacional?

– Puede interrumpirme en el momento que guste Sr. Toscanni. Contestando a su pregunta, la diferencia entre lo que me plantea y nuestra operación es que el los dos primeros casos, el alquiler y la venta, aunque las mujeres las prostituyamos en sus ciudades de origen o en las ciudades donde hayan sido compradas por nuestros clientes, estas mujeres en algunos casos lo hacen de forma “voluntaria” o por lo menos eso le hacemos creer a ellas, ellas cambian de ciudad o siguen viviendo sus vidas en su ciudad y la mayor parte de ellas no se da cuenta que en cierto momento de sus vidas con una llamada nuestra o de sus dueños, en caso de las Ventas ELITE, se convierten en juguetes sexuales a nuestro servicio.

– ¿Quieres decirme que estas mujeres están de alguna forma condicionadas para obedecer, ser la mascota sexual de alguien y luego de terminar el trabajo irse a casa a atender a sus familias?

– En muy pocos de los casos las mujeres escogidas tienen familia que atender. La mayoría de ellas son profesionales de diversas disciplinas, solteras viviendo solas, con familias lejanas, con pocas amistades y sin relaciones sentimentales fuertemente arraigadas. Eso nos da la ventaja de poder moverlas de ciudad o que puedan desaparecer algunas horas sin dar muchas explicaciones. Igual ellas pueden mantener amistades o romances pero son condicionadas a no lograr satisfacción sexual completa con esas relaciones sentimentales que a la larga no pueden mantener, ellas solo consiguen placer si nosotros se lo suministramos. Su inestabilidad sentimental y ese vacío sexual los usamos en nuestro beneficio haciéndolas atenderse con personal psicólogo de nuestra compañía con lo que podemos darle seguimiento a cada uno de los casos y de ser necesario modificar o reajustar sus voluntades.

– Pareces tenerlo todo muy bien orquestado, aunque debo admitir que no concibo la idea que una mujer profesional termine prostituyéndose esta manera. Disculpa mi incredulidad, pero realmente tendría que verlo.

– Precisamente para eso estamos aquí, para hacer de usted uno de nuestros creyentes, Helen puedes servirnos unos tragos mientras hago una llamada.

Helen ha escuchado cada palabra de lo conversado entre los hombres, lo cual la ha excitado sobre manera al escucharles referirse a mujeres como ella como si de mercancía para la venta se tratara, ignorando o importándoles nada su presencia allí con ellos. Ella se mueve al minibar y siguiendo las indicaciones de Toscanni le prepara una bebida. Robert acciona el intercomunicador de la limosina y conversa.

– “Mimy informa a los demás que nos den espacio”

– “Si mi Sr…. “Navaja 1, Navaja 2 dennos espacio”… listo Sr. desea algo más”

A esta orden las dos Suburban SUV toman distancia prudente mezclándose entre el poco tráfico de la autopista y la limosina que avanza ahora en solitario.

– “Sí Mimy una cosa más ¿dinos quien eres?”

– “Soy una perra obediente y dócil para complacerle señor y a quien usted ordene.”

– “Muy bien Mimy, disminuye la velocidad y cuéntame tu nombre y que haces en tu otra vida”

– “Soy Michelle Vanderburgh, tengo 24 años y soy abogada asistente del Fiscal de Distrito”

– “Gracias Mimy… buena chica”

– “Gracias…. Señor”

Robert cierra la conversación que todos los ocupantes de la limo han escuchado y mirando a Toscanni le comenta.

– Tal como lo escucho ella es la asistente del fiscal de distrito, es una extraordinaria abogada pero por ahora es mi perra chofer. Ella hace unos días acaba de pedir unas vacaciones y se sometió a una cirugía de aumento mamario en una de nuestras clínicas, esa cirugía es casi el paso final para convertirse en uno de nuestros juguetes sexuales. Esta es su prueba de campo, estamos midiendo el desempeño de su condicionamiento justo en este momento. En unos días volverá a su oficina de la Fiscalía sin siquiera recordar que estuvo manejando esta limosina.

– Vaya, muy impresionante Robert, pero que me dice a mi que esta no es más que una actriz contratada para desempeñar un papel.

– Es correcto mi amigo, todas nuestras perras son actrices, desempeñan un papel, pero ellas solo actúan lo que nosotros queramos, tomemos por ejemplo a esta perra. – diciendo esto coloca una mano en la pierna de Helen que inmediatamente separa las piernas y recuesta su cuerpo excitado al asiento de la limosina- Helen esta condicionada totalmente a desempeñar el papel de domadora de otras perras, ese es su papel, antes fue una experta científica investigadora en el campo de la neurología lo que nos ha convenido pues sus estudios y conocimientos nos han servido extraordinariamente. Helen es un caso especial pues por su notable inteligencia, la cual puedo apagar cuando quiera, su cerebro en vez de aceptar una nueva personalidad implantada por nosotros, lo que hizo fue eliminar su antigua personalidad y asimilar totalmente su papel de perra.

Para este punto los dedos de la mano de Robert se deslizan en el húmedo coño de Helen que solo hace moverse y gemir levemente en respuesta a las caricias de Robert.

– En cualquier caso en el transcurso de esta visita espero podamos convencerle que esto es más que humo y espejos.

Diciendo esto Robert toma la mano de Helen y la coloca en el coño húmedo y le ordena masturbarse para ellos. Los expertos dedos de Helen empiezan el bombeo en su coño y su cuerpo se mueve al compás de sus dedos, sus pechos se balancean por el movimiento del auto y sus ojos no se despegan del pantalón de Toscanni que en ese momento observa el espectáculo sentado y bebiendo su trago mirándola con marcado interés, en su entrepierna empieza a marcarse un bulto en su pantalón. Helen termina por abrirse el saco y su blusa revela sus senos que ahora libres se mueven mucho mas incitantes. Robert coloca sus dedos húmedos en la boca de Helen y esta los limpia completamente de sus propios jugos.

Mientras eso sucede dentro de la limosina. Desde la parte de atrás una moto de la patrulla de caminos se aproxima y enciende sus luces y sirenas. La limosina poco a poco aminora la velocidad mientras la velocidad de los dedos y la excitación de Helen aumenta, al detenerse el auto completamente ambos hombres ven como la moto patrulla se estaciona detrás de ellos y el conductor descendiendo de ella avanza hacia el puesto del conductor, mientras Helen consigue su primer orgasmo y no para de gemir y apretarse los senos.

En la sala de tatuajes el Dr. Barreto y Jennifer entran al cubículo donde Elizabeth esta completamente atontada por el gas que ya ha sido absorbido por el sistema de ventilación, dándole oportunidad de disponer de Elizabeth como ellos quieran.

– Elizabeth este es el Dr. Barreto y el se encargara de hacer la perforación, no tienes nada que temer el es un experto en esto y ya has podido ver sus trabajos en las fotos que te mostré.

Una aturdida Elizabeth los observa con mirada atontada. Barreto sin decir nada inicia el procedimiento separando y colocando las piernas de Elizabeth en unos aditamentos especiales parecidos a los de sillas de ginecología. Elizabeth empieza a excitarse cuando las hábiles manos del Dr. acarician su coño y dejan al descubierto el punto exacto donde en pocos minutos estará colocado el piercing que tanto anhela tener.

Con la ayuda de Jennifer se realiza el procedimiento sin demora y en cuestión de minutos una argolla de plata es colocada en el clítoris de Elizabeth que ni se percata del dolor sin saber si fue por la excitación o simplemente por los anestésicos contenidos en el gas que por más de dos minutos le hicieron respirar.

Jennifer toma una cámara y sin mediar palabra toma un par de fotos al trabajo recién hecho, Elizabeth observa excitada al Dr. y este se le acerca y sacándose los guantes de látex le comenta

– Has sido una excelente paciente y una muy buena chica, me encanta que chicas como tu me visiten.

– Gracias Dr. no se como podría agradecerle.

– Pues conozco una muy buena forma y me encantaría ver como usas esos labios mas que para hablar nena.

Las manos de Elizabeth toman voluntad propia y se ponen a trabajar abriendo la bata del Dr. y buscando el cierre de su pantalón hasta bajarlo y liberar su pene que al salir presenta un estado flácido, Elizabeth lo toma en su boca y empieza a mamarlo. Elizabeth aun no puede creer que le este mamando la verga a un perfecto desconocido en un lugar como ese, jamás hubiera pensado que ella una chica educada y profesional terminaría tan sumisa y puta, igual jamás hubiera pensado que se argollaría el clítoris pero el deseo y la excitación de toda esa nueva experiencia habían acabado con su estúpida frigidez. Ahora ella era una hembra deseosa de nuevas experiencias con ganas de sentir como un macho o una hembra le domaran y le hiciera ver que ella solamente necesitaba alguien que la poseyera y la convirtiera en una dócil perra.

Elizabeth sigue mamando mientras Jennifer le coloca unas cremas antisépticas en el clítoris y le masajea con la punta de los dedos. Las manos de Jennifer y la verga de Barreto solo logran que Elizabeth se pierda en la lujuria. Jennifer se mueve a la parte superior de la silla y coloca su cara al lado del rostro de Elizabeth que chupa con desespero la ya durísima verga de Barreto. Jennifer se coloca de rodillas al lado de la verga del Dr. Barreto y mirando a Elizabeth mamar esa verga que la domina le dice:

– Así, muy bien… buena chica… sigue mamando… una cosa más Elizabeth no puedes correrte no puedes correrte por el coño, ni puedes dejar que te cojan o masturbarte por el coño en por lo menos 5 días hasta que cicatrices la perforación ¿entiendes?

– Ujummm

Es todo lo que puede responder Elizabeth moviendo su cabeza en señal afirmativa y mirándola a sus hermosos ojos miel y con la verga del Dr. en su boca. Un sonriente Dr. Barreto observa a la excitada Elizabeth recibir las órdenes de Jennifer, mientras el mete y saca su verga con movimientos rápidos usando la boca de Elizabeth como si fuera un coño.

– Buena chica Elizabeth, pero el que no te corras por el coño no implica que no existan otras formas de llegar al placer.

Elizabeth lo observa expectante y el Doctor sacando su verga rígida de su boca, le hace bajar las piernas de los soportes de la silla de atención y tomándola por la cintura la levanta, apretándola contra él le acaricia las nalgas sobre el traje ejecutivo gris que viste y sin más le empieza a sondear la boca con su lengua en un apasionado beso que termina desconectando toda capacidad de razonar en el cerebro de Elizabeth. Jennifer toma su lugar en la silla de atención y abriendo sus piernas y colocándolas en los soportes empieza a masturbarse mientras observa como el Dr. le chupa los erectos pezones a Elizabeth que sin demora se ha abierto la blusa y se ha bajado el sostén.

En un movimiento el doctor voltea a Elizabeth y la coloca mirando a la exótica Jennifer que se masturba descaradamente frente a ellos. Justo como Elizabeth lo pensara el clítoris de la chica tiene una hermosa argolla de plata y su brillo al reflejar las luces de la habitación capta la total atención de los ojos de Elizabeth. Ni siquiera los hermosos senos de Jennifer adornados con piercing de púas logran desviar su atención.

El doctor tomando a Elizabeth desde atrás y sosteniéndole los senos con ambas manos y pellizcándole delicadamente los pezones le dice en el oído.

– No crees que es hermosa mi perra, te encanta su coño verdad, te encantaría comérselo, tú necesitas comerle el coño a mi perra.

– Siiiiii

Es todo lo que llega por respuesta del congestionado cerebro de Elizabeth

– Entonces cómeselo perra, cómele el coño a la puta que espera por tu lengua.

Elizabeth se inclina sobre el coño de Jennifer y empieza a lamer como una experta el argollado coño de la chica que responde con gemidos y sonidos guturales mientras se aprieta los senos y se pellizca ella misma los pezones perforados. Elizabeth queda en un ángulo de 90 grados con sus piernas ligeramente separadas, lo que aprovecha el doctor para colocarse detrás sacándose el pantalón y su ropa interior y sencillamente y sin resistencia subirle la falda hasta la cintura dejando expuesto el hermoso trasero de la que hacia unas horas no era más que una arquitecta común en una corriente oficina de la ciudad. Sin dificultad separa las nalgas de la chica y descubre el rosado esfínter y sin ningún problema introduce un dedo y empieza a meterlo y sacarlo rítmicamente. Los gemidos de Elizabeth son acallados por la presión de una mano de Jennifer en su nuca que hace que su cara, boca y nariz se aplasten contra su vulva y que la lengua de la chica entre más y más en la vagina de Jennifer.

Barreto acerca su rostro al redondo culo de Elizabeth y escupiendo su ano con su saliva lo lubrica y logra meter dos dedos y luego tres en el culo de la chica, empieza a bombear el ano con sus dedos en un rítmico mete y saca y cuando siente que el ano esta bien dilatado empieza poco a poco a introducir su verga que empieza a ganar terreno llenando el culo de la chica y llenando de placer su cerebro. Elizabeth empieza a gemir y a gritar de excitación al ser sodomizada por la verga del doctor. Jennifer la toma por el rostro y le besa apasionadamente mientras que con las manos le acaricia y aprieta los pezones y los senos.

La lengua con la bolita de plata de Jennifer explora la boca de Elizabeth que no sabe como retener el orgasmo que le esta causando sentir como es embestida una y otra vez por su hasta hace muy poco virgen culo, el cual ahora esta lleno de la verga del doctor. Tanta lujuria, tantos gemidos, tanto del doctor como de la chica gótica y de ella misma, ¿cómo se había negado a disfrutar así tantos años, siendo una culta y educada profesional? Tanto tiempo desperdiciado en ser perfecta y no haber experimentado ser la puta de alguien, la perra que un par de expertos que se la están cogiendo a placer y hacen de ella lo que jamás había pensado ser… una perra obediente y dócil.

Jennifer nuevamente la coloca entre sus piernas y el doctor sigue perforándole el culo mientras la sostiene de la cintura. Elizabeth siente que sus piernas ya no resisten más pues se están volviendo de gelatina. A una mirada del doctor Jennifer se levanta de la silla y el doctor saca su verga del culo de Elizabeth la acuesta boca arriba en la silla como si de una muñeca de trapo se tratara. Luego de una corta tregua vuelve a meterle la verga en el dilatado culo y continua embistiéndola mientras le acaricia y le aprieta los senos, Jennifer sigue masturbándose al lado de ellos y le coloca sus senos perforados a la altura de la boca de Elizabeth que empieza a deleitarse mamando y lamiendo ese par de hermosas tetas. Elizabeth no puede aguantar más y siente como una oleada de placer nace desde su culo y va haciendo que todo su cuerpo vibre en una onda de éxtasis que la hacen gemir como una perra en celo y pierde total control de si misma.

Unos minutos más tarde el Dr. ya no puede más, y sacando la verga del dilatado coño de Elizabeth se dirige a la cabecera de la silla donde le espera expectante el hermoso rostro de Elizabeth mientras Jennifer le lame y mama los senos.

– Es hora de alimentarte perra.

Coloca su verga frente a la cara de Elizabeth y empieza a eyacular su semen que cae en espesas gotas sobre la cara, la boca y el cabello de Elizabeth que lo recibe excitada y obediente. Jennifer deja de lamer sus pechos y se dedica ahora a recoger con su lengua todos los rastros de semen que quedan fuera de la boca de Elizabeth, lentamente va limpiando en el rostro entre lamidas y besos hasta que queda casi totalmente limpia.

Ambas chicas se observan un segundo y sus bocas se reúnen en un beso donde intercambian el semen del doctor que ahora termina de arreglar su pantalón y observa como aquellas perras se acarician una a la otra dándose a comer el semen que el les proporcionara.

Finalmente y el doctor abandona a las chicas que terminan por tragar el semen y poco a poco empiezan a ayudarse una a la otra a terminar de vestirse, sin dejar de lado besos y caricias.

En la autopista en dirección a la ciudad Michelle baja la ventanilla y entrega el registro del auto y su permiso de transito. Adentro Robert se sirve un trago y sigue mirando el espectáculo que les brinda Helen al casi llegar a su segundo orgasmo del viaje. Robert toma un cubo de hiele en su boca y acercándose a Helen le besa apasionadamente y al separarse el cubo de hielo esta en la boca de Helen que sin ninguna orden lo saca de su boca y con sus manos lo pasa por sus senos y pezones erectos para luego colocarlo en su ardiente coño produciendo una sinfonía de gemidos.

En ese momento la sombra del policía puede verse mover alrededor de la limosina y llegar a la ventanilla del compartimiento de pasajeros. Con sus manos enguantadas de cuero toca el cristal varias veces y para sorpresa de Toscanni, Robert empieza a bajar la ventanilla automática mientras Helen gime como una perra en celo con sus piernas separadas completamente y sus senos al aire. Michelle baja del auto y se coloca al lado del oficial junto a la ventanilla.

– ¿Algún problema oficial?

– Su chofer conduce a 45… en una ruta de 95… señor debo pedirles… que salgan del auto.

Todos observan como Helen llega a su segundo orgasmo y sus ojos se ponen en blanco mientras su cuerpo se tensa como la cuerda de un arco. Robert abre la puerta y observando al policía le dice.

– ¿Cual es el problema oficial… Harper? Pedí a mi chofer bajar la velocidad, solo estamos haciendo que este viaje sea más largo y placentero para todos.

– Ustedes no pueden… bajen del auto en este momento…

– No veo el problema oficial, creo que con una llamada podríamos solucionar esto – Robert saca su teléfono agenda electrónica y empieza a marcar una serie de números – disculpe ¿cual es su nombre oficial Harper?

– Vanne…Vannesa Harper…

La Oficial de Policía Vannesa Harper de 22 años, no logra apartar la vista del coño de la chica y de sus senos que ahora descansa unos segundos en el asiento del auto, después de su segundo orgasmo. De la agenda electrónica de Robert un sonido parecido a una señal de fax o a una antigua conexión de líneas de Internet dial-up se escucha por unos segundos. El cuerpo de la policía se estremece casi imperceptiblemente y su cabeza se inclina un poco hacia atrás.

– ¿Le gusta algo de lo que ve aquí dentro oficial Harper?

– Yo… no… yo

– ¿Dime Vanne… eres una buena chica?

– Sí, yo soy… soy una buena chica.

– Entonces síguenos fuera del camino, Michelle toma la ruta 2, al destino 4.

– Lo que usted ordene señor.

La limosina avanza y sale de la autopista tomando una carretera secundaria que los lleva a un área de antiguas industrias abandonadas. A los pocos segundos la moto patrulla se estaciona detrás de la limosina bajo un techado junto a unos edificios derruidos. Michelle baja de la Limosina y abre una puerta por donde entra Vannesa y se sienta junto a Toscanni quedando frente al cuerpo semidesnudo de Helen y a Robert que la observa con una sonrisa.

– Dinos Vanne ¿quieres comerle el coño argollado a mi bella Helen?

– Sí… sí quiero…

– Entonces que esperas, Helen necesita una lengua dentro.

La oficial de policía cae a cuatro patas en el piso de la limosina y mete su cara entre las piernas de Helen que la toma con ambas manos desde la base de su cabeza haciendo que la lengua de Vannesa entre más y más en su encharcado coño. Un sonriente Robert observa a ambas perras a su lado, Vannesa con su piel de color ébano crea un exquisito contraste con la piel blanca de Helen.

– Como ve la oficial Harper es otra de nuestras perras amaestradas que al igual que Michelle esta en su prueba de campo, nuestra oficial de policía esta mucho más conciente de lo que pasa, pues queremos hacer de ella una candidata nivel 3, queremos que todo tema sexual sea de su agrado y que coopere sin objeciones…

Toscanni intenta seguir el hilo de la conversación mientras Helen levanta a Vanessa y le abre los botones de la chaqueta de donde cuelga su placa dorada. Luego quitando el chaleco blindado y por ultimo su sweter blanco revelando su torso cubierto de hermosa piel oscura que al frente ostenta un par de enormes pechos talla 40 con argollas de plata en sus pezones, pechos que sin demora son tomados por la boca de Helen lo que hace que Vanessa emita gemidos de placer que llenan el auto. Las manos rápidas y expertas de Helen abren el cinturón de cuero ancho que sostiene los elementos usuales del uniforme policial, luego abre el cierre del pantalón y este empieza a caer revelando las exquisitas nalgas descubiertas del trasero de Vanessa la cual obviamente no usa ni sostén ni bragas.

– La operación igualmente esta compuesta por diferentes tipos de sumisas en este caso clasificado así:

Sumisas Nivel 1: son mujeres que captamos y son domesticadas para que trabajen como prostituta profesional. Estas mujeres son sacadas de sus ciudades natales su aspecto cambiado quirúrgicamente y su pasado borrado. Generalmente no tienen ninguna habilidad propiamente dicha o ningún conocimiento o estudio que ayude a la corporación. Las conocemos “ganado” y puede ser usadas y vendidas como tal.

Sumisas Nivel 2: mujeres que captamos y son convertidas en esclavas para que trabajen en la conversión de otras mujeres, estos trabajos los realizan permanentemente en instalaciones que la corporación disponga. Pueden ser una doctora, una neuróloga, una estilista, ellas no tienen más vida que la vida que la corporación asigne ellas, sus habilidades son usadas para el beneficio de la corporación. Son muy hábiles y extremadamente buenas empleadas y serviciales, lo único que piden a cambio es sexo como remuneración.

Sumisas Nivel 3: mujeres que la organización capta y domestica al punto de convertirlas en putas completamente dóciles, se les crea una doble vida donde por un lado son putas y por el otro son jóvenes profesionales. Estas son alquiladas o vendidas a nuestros mas distinguidos socios los cuales pagan buenas sumas por sus servicios. En el caso de alquiler nosotros nos encargamos de activarlas telefónicamente para que realicen sus tareas. Ellas se encargan también de captar o identificar nuevas candidatas para la conversión.

En pocos minutos Helen ha dejado completamente desnuda a Vanessa, la cual sigue a cuatro patas lamiendo y metiendo su lengua en ese coño. Su propio coño esta muy húmedo y sus enromes tetas se balancean movidas por la gravedad y por los movimientos de Helen. A una mirada que Robert intercambia con Helen esta abre un compartimiento de donde extrae un collar de cuero con argolla de plata que coloca en el cuello de Vanessa, igualmente extrae dos cadenas de plata de diferentes longitudes. Moviendo la mano a la ventanilla toca tres veces con sus nudillos y Michelle abre la puerta por donde Helen baja inmediatamente seguida de Vanessa completamente desnuda. Las tres mujeres se reúnen fuera de la limosina, Michelle a la derecha, Vanessa desnuda al centro y Helen semidesnuda a la izquierda. Robert y Toscanni se reúnen con ellas fuera del vehiculo y Robert simplemente le comenta a Toscanni.

– Como puede ver puedo tener muchísimas actrices contratadas, en especial actrices que son policías reales como nuestra perra Vanessa.

Toscanni avanza hacia las perras y empieza a caminar alrededor del grupo, que al centro tienen a la desnuda Vanessa mientras Michelle tomando la cadena más corta de dos broches de la mano de Helen, engancha un broche a una de las argollas de los pezones de Vanessa, para luego pasar la cadena por la argolla del cuello y finalmente enganchar el otro broche en la otra argolla del pezón izquierdo de Vanessa, lo que hace que los enormes pechos de la policía sean tensados hacia arriba. Helen simplemente separa los labios vaginales de la policía encontrando el hinchado y argollado clítoris de la policía donde coloca la cadena larga y luego subiéndola por su vientre y en medio de sus pechos pasa la cadena por la argolla del cuello. Teniendo encadenada así a la excitada Vanessa le comenta a Robert.

– Esta puta esta lista para servirnos Sr.

Robert observa el grupo de putas y sonriendo escucha a Toscanni decir mientras acaricia el trasero de Michelle sobre la minifalda.

– Me parece que has captado toda mi atención Robert, puede que este viaje si supere mis expectativas.

El Dr. Barreto vuelve por el pasillo que lo lleva a la puerta del fondo, donde en un baño lateral se lava cuidadosamente las manos limpiando cualquier rastro de su reciente orgia. Toma su bata blanca y entra por la puerta que le da acceso a la Clínica Odontológica Barreto. Entrando camina a un totalmente esterilizado pasillo casi completamente blanco y bien iluminado donde hay un par de puertas al lado derecho y solo la puerta al salón de tatuajes al lado izquierdo. Avanza por un pasillo y justo al abrir una de las puertas su reloj empieza a emitir una alarma sonora. Apaga su reloj y se coloca una bata de papel desechable, una mascarilla verde y un par de visores desechables. Colocándose nuevos guantes de latex entra en una sala de atención donde en una silla de odontología le espera una chica de aproximadamente 21 años la cual viste una sencilla falda azul que cubre hasta debajo de sus rodillas y arriba una blusa roja de tela suave que no puede ocultar el sostén blanco de media copa que aprisiona sus bellos senos talla 34C. El doctor extiende su mano tentado a acariciar esas exquisitas tetas pero:

– “Todo a su tiempo Paola, todo a su tiempo.”

La boca de Paola esta abierta con un aditamento especial y una boquilla extrae el exceso de saliva. Sobre su rostro un visor de realidad virtual y unos audífonos la mantienen desconectada de la realidad, llenándole poco a poco con ordenes que se graban en el subconsciente de su aturdido y drogado cerebro, lo que permite al Dr. Barreto retirar el tubo nasal que le esta suministrando un gas muy parecido al que usara para aturdir y controlar a Elizabeth hacia unos minutos.

Unos momentos después el doctor ha terminado el procedimiento en la boca de su paciente y sin más le dice a la aturdida chica que poco a poco recobra la conciencia luego que el doctor le retirara el visor y los audífonos.

– Muy bien Paola, ¿ves que no fue tan complicado? Hasta creo que en un momento uno de nosotros se ha quedado solo en la sala.

Con una bella sonrisa Paola responde el comentario del doctor.

– Pues no puede culparme por quedarme dormida… si esa música es tan relajante y esos paisajes son divinos doctor.

– Me alegra que te guste este amigo que uso para relajar a mis clientas favoritas.

– Pues quiero que sepa que desde la primera sesión me encanta usarlo.

– Pero mira que sonrisa más hermosa hemos conseguido contigo Paola.

Acercándole un espejo a la chica ambos observan como los aperlados dientes de la chica forman una hermosa, brillante y simétrica sonrisa, lo que hace que la chica se sienta de las mil maravillas.

– Que sonrisa tan fantástica, parece magia, jamás pensé que pudiera verme así de bien… bueno por lo menos mi sonrisa.

– Pero que dices chiquilla, no ha sido magia mira que has tenido que venir muchísimas veces estos últimos 3 meses, pero con esa sonrisa y ese rostro pues eres una ganadora.

– Bueno doctor déjese de halagos que me va a hacer sonrojar. Ambos sabemos que debo hacer algo con mi cabello ahora que usted ha hecho su magia con mi sonrisa.

– Ummmm bueno en ese caso, creo saber que podrías hacer Paola.

El doctor se dirige a un estante y abriendo una gaveta retira una tarjeta de plástico la cual entrega a la chica que esta ya casi por salir del consultorio.

– Toma Paola, ellos me deben un par de favores, ¿conoces los Salones de Estética y Clínicas Baxter?… Diles que vas de mi parte…

La luz del sol termina entrando por las ventanas de la suite presidencial del Hotel Luxor Castel y en la gran cama principal las sabanas blancas hacen un fuerte contraste con la oscura piel de la agente de policía Vanessa Harper que duerme boca arriba con sus desnudos y argollados senos, los cuales marcan su respiración subiendo y bajando. Su respiración que a ratos parece alterarse pues ahora y como toda la noche a su mente han vuelto escenas de ella desnuda en un lugar parecido a una fabrica abandonada, donde en frente de dos machos vestidos de saco y corbata, los cuales beben y fuman habanos, comentan tranquilamente mientras ella es sodomizada por dos hermosas hembras que con consoladores ajustados a arneses en sus cinturas la someten a las más excitantes poses llenando cada uno de sus agujeros.

Los hombres siguen allí observando como la rubia de gorra de chofer mete el consolador por su culo y la chica de cabellos negros en traje ejecutivo usa su boca como un segundo coño metiendo y sacando un consolador de considerable tamaño. En su mente no hay un numero exacto de las veces que se corriera siendo cojida por esas dos chicas insaciables. Lo último que recuerda antes de perder el sentido es ser sostenida por las chicas, llevada a rastras a la limosina y ser metida, desnuda y húmeda, al porta equipajes de la limosina que ella detuviera. Luego solo oscuridad, oscuridad y excitación hasta despertar atada a la cama de ese hotel donde uno de esos hombres la usa como si de una muñeca sexual de plástico se tratara. La rubia esta allí observando y ayudando al hombre, la lengua de la chica entra en su culo mientras ella chupa desesperada la verga del macho. Luego la rubia la besa para acallar sus gemidos mientras la verga del macho entra y sale de su culo haciéndola vibrar como la cuerda de un violín. Tantas y tantas cosas han hecho con ella en esa habitación y lo peor de todo es que ella no ha sido capaz de detenerlos pues su cerebro se ha desconectado totalmente de su cuerpo y su cuerpo pide más y más sexo, haciendo de ella una vulgar perra en celo. Lo peor de lo peor era que a ella le ha gustado tanto que la usaran. Con ese pensamiento una sonrisa se dibuja en los labios de la aun dormida oficial Vanessa Harper.

Junto a Vanessa aun también dormido Bruno Giusseppe Toscanni, ni siquiera a tenido tiempo de pensar o soñar pues el total agotamiento después de horas y horas de someter física, mental y sexualmente a Vanessa lo han hecho dormir como un tronco. Su cuerpo se voltea boca arriba y sus manos instintivamente buscan el cuerpo caliente de Vanessa que descansa al lado derecho de la cama. Deslizando una mano entre sabanas encuentra el coño húmedo y caliente de la perra de ébano la cual solo responde con un leve gemido.

En el alfombrado suelo de la habitación, justo al costado de la cama, duerme acurrucada como un cachorro la abogada Michelle Vanderburgh. Su cuerpo desnudo esta hecho un ovillo donde su esplendido trasero de hermosas nalgas de color blanco llaman la atención, hasta que sus brazos liberan sus hermosos senos de aureolas rosadas donde ambos pezones lucen duros, no se sabe si por el frío de la habitación o simplemente por que ella no puede dejar de estar excitada. Lentamente empieza a despertar y sus piernas se extienden cuan largas son, colocándose a cuatro patas empieza a gatear hasta llegar al lado del Sr. Toscanni. Sus rubios cabellos caen a un costado de su cabeza y con sus ojos verdes observa la figura del macho al que en ese momento debe despertar. Levantando con una mano las sabanas mete su cabeza bajo ella y empieza a gatear y entrar a la cama cubierta por las sabanas, rápidamente encuentra el objetivo de su búsqueda y abriendo su boca engulle la verga semi erecta de Toscanni. Inmediatamente empieza a mamar y a masajear la verga con su boca y lengua hasta que esa verga termina por estar completamente erecta dentro de ella. Ella siente palpitar a aquel hermoso macho dentro de su boca y no puede dejar de envidiar la suerte de la otra chica que ha sido usada por el macho casi toda la noche y a ella solo le a tocado mamar o ser usada como un accesorio.

Bruno Toscanni despierta asombrado por la extraordinaria capacidad oral de Michelle y despejando las sabanas la encuentra saboreando su verga metiéndola y sacándola de su boca. Toscanni se toma un tiempo para observar a la rubia deleitarse con su trabajo y aun no puede creer que esa perra sea la asistente del Fiscal de Distrito de esa ciudad. Finalmente Michelle le observa y cuando esta ciento por ciento segura de tener toda la atención del macho le informa.

– Buenos días Sr. el Amo Robert me ha pedido lo despierte antes de las 10 de la mañana e informarle que saldremos al segundo recorrido a las 11 en punto de la mañana.

– Que hora es perra.

– Son las 9.30 de la mañana mi Sr.

– Muy bien, que debes hacer ahora perra.

– Debo ir a vestirme y preparar la limosina para servir a mi Amo Robert y a quien el me ordene.

– Entonces ve ha hacer tus deberes perra.

– Si mi Sr. como usted ordene.

Michelle se levanta de la cama y va siguiendo el rastro de ropas dejado desde la recamara hasta la entrada de principal. Luego se mete al baño a ducharse y cambiar sus ropas para bajar a preparar la limosina. En la habitación un completamente despierto Bruno Toscanni ahora toma el desnudo cuerpo de Vanessa y antes que ella este totalmente conciente empieza a meter su verga en el húmedo coño de la policía que responde con, primero leves y luego excitantes, gemidos a las embestidas que Toscanni da a su coño.

El macho se coloca sobre ella y ella solo se deja llevar por la excitación. Con un movimiento sin dejar de penetrarla Toscanni la coloca sobre él y la hace cabalgar, Vanessa sube y baja mientras dice.

– Por favor Sr. no se detenga… aaaaagggg necesito que me coja…. necesito correrme… ser una putaaaaa…

Toscanni la penetra mientras ve como los hermosos senos oscuros saltan arriba y abajo a cada embestida, finalmente la abraza y aprieta sus pechos contra él y ambos terminan casi al mismo tiempo y una agotada Vanessa cae rendida en sus brazos.

Toscanni puede ver como la sombra que observaba como se cojia a Vanessa ha desaparecido del umbral de la puerta de la habitación y escucha como se cierra la puerta principal de la suite presidencial. Michelle camina por el estrecho pasillo rumbo al ascensor privado tratando de acomodar su falda y lame sus dedos limpiándolos de sus propios jugos, después de masturbarse mirando como Toscanni usaba por enésima ves a Vanessa.

Minutos antes de las 11 de la mañana un completamente vestido Toscanni en traje ejecutivo negro y camisa blanca con corbata roja observa el cuerpo semiconsciente de Vanessa tirado boca abajo en la cama, de su culo y su coño aun escurren rastros de sus fluidos y su aturdido cerebro aun no logra reponerse de los últimos orgasmos. El celular de Bruno empieza a sonar y al contestarlo.

– “Buenos días Mr. Toscanni, espero que su noche fuera de su completo agrado”

– “Buenos días Robert, puedo decirte que no tengo quejas del servicio de tus actrices, han estado dignas de un Oscar”

– “Me alegra aun tenga ese excelente buen humor Toscanni, estoy en la entrada del hotel esperándole en la limosina”

– “Bajare en unos segundos. Ummmm Robert, ¿Que hago con la perra que aun sigue tirada en la cama?”

– “Descuide, Helen se encargara de recoger y limpiar ese paquete. Ahora tenemos que concentrar nuestra atención en otras cosas”

– “Ok en un momento estaré contigo”

Diciendo esto hecha una ultima mirada a la perra dormida y sale de la habitación rumbo a la limosina. En ese momento Robert cierra la llamada y sigue mirando como Michelle se esfuerza por complacer y atender la verga de su amo con su boca de experta mamadora. Mirando a Helen Robert le informa.

– Lleva de vuelta a la clínica a la nuestra nueva “K-9” y termina de cargar en ella el programa avanzado de obediencia, en unas horas nos encontraremos ok.

– Como usted guste señor.

– Mimy puedes volver a tu puesto y en cuanto llegue nuestro invitado llévanos al destino número 3.

– Si mi señor como usted ordene.

Los días han pasado rápidamente pero en la mente de Elizabeth el tiempo parece detenerse por la ansiedad de poder visitar nuevamente a Lourdes al Salón de belleza. Es una tortura tan grande esperar, los días son tan monótonos entre revisar la pornografía en la oficina y masturbarse en el baño, luego volver a casa y quedarse dormida mirando videos de perras siendo sodomizadas por uno dos o tres hombres o por un grupo de lesbianas que les usan como perras a cuatro patas y las escupen y las bañan en sus jugos o en el primer caso con su semen. Frente a todo esto Elizabeth solo puede meterse el vibrador en el culo y envidiar a tantas putas que son usadas en las fotos y videos que ahora se han vuelto su obsesión. Si no hubiera sido por la visita al salón de tatuajes definitivamente se habría vuelto loca de excitación. Aun no puede creer que terminara cojiendo con un par de perfectos desconocidos pero la excitación del momento y todo lo demás no le permitieron más que dar rienda suelta a sus instintos.

Finalmente Elizabeth estaciona el auto y camina intentando no correr hacia la Sala Estética Baxter. Una sonriente Angélica atiende a otra clienta y solo intercambiando una sonrisa le extiende una tarjeta electrónica a Elizabeth.

– Muchísimas gracias Angélica.

– Gracias a usted por volver a visitarnos Srta. Hills. Le esperan en la Sala 4.

Diciendo esto Angélica la observa de pies a cabeza casi desnudándola con la mirada. Elizabeth hoy viste una extremadamente corta minifalda que revela sus exquisitas y tonificadas piernas, las cuales en las ultimas semanas han tomado muchísima mejor forma pues Elizabeth empezó a alimentarse mejor y al igual que sus sesiones de masturbación diaria en casa, también inicio sesiones de ejercicios físicos para mantener su figura. Muchas cosas han cambiado pues sus zapatos han cambiado de sencillos medio tacones ejecutivos a extravagantes tacones de aguja de 3 pulgadas. Sus medias de seda sostenidas con ligero se pierden bajo la minifalda y sobre su torso una sencilla blusa, que intenta cubrir sus bellos senos que se pueden admirar por el prominente escote al frente, muestra sus duros pezones que se marcan de forma nada discreta en la tela de su blusa.

Abriendo la puerta de cristal Elizabeth casi no puede contener sus pies que están a punto de correr hacia la puerta marcada con el número 4. Se detiene frente a la puerta y antes de tocar la puerta se abre revelando el objeto de su deseo envuelto en un extremadamente ceñido traje de atención color blanco con el logo de la Clínica Baxter. Todo su cuerpo es una obra de arte delineada por el vestido blanco que resalta sus senos, trasero y cintura.

Lourdes la observa con una sonrisa y Elizabeth entra. Lourdes cierra la puerta tras ellas y coloca a Elizabeth contra la pared aprisionándole las muñecas con sus propias manos, la besa apasionadamente y Elizabeth forcejea por soltar sus manos para acariciar el cuerpo de la mujer que hace que todas sus noches sean una fantasía sexual de sueños húmedos. Lourdes levanta ambos brazos de Elizabeth y los coloca sobre la cabeza de la aprisionada chica. La presiona contra la pared con su propio cuerpo mientras continua besándola, Elizabeth siente como los senos de Lourdes la empiezan a aplastar y ahogar, ese aroma de perra en celo empieza a aturdir el cerebro de Elizabeth que sin resistencia deja que Lourdes con una mano retenga sus dos muñecas sobre su cabeza y que con su mano libre explore el coño de Elizabeth sintiendo la humedad de los jugos que ahora empiezan a escurrir por las piernas de la chica. Sacando las manos las coloca frente al rostro de la excitada Lissy.

– Bienvenida Lissy me parece que estas muy contenta de verme, lame mis dedos y déjalos limpios.

Elizabeth no puede contestar y empieza a limpiar con su boca sus propios jugos de los dedos de Lourdes, que cuando los siente limpios empieza a soltar los botones de la blusa de Elizabeth y bajándole el sostén de media copa libera los hermosos senos de la chica que toma sin demora con su boca que consigue provocar gemidos y la respiración acelerada de su paciente. Luego lentamente avanza, beso a beso y lamida a lamida, desde sus pezones por sus senos luego sube por su cuello y luego al lóbulo de la oreja mientras su mano izquierda aun sostiene las muñecas de Elizabeth sobre su cabeza y su mano derecha acaricia y aprieta los senos y pezones. Finalmente el asalto termina con su lengua entrando sin la menor resistencia en la boca de la atontada chica.

Elizabeth no ha podido reaccionar ante el ataque sexual desmedido de Lourdes, que la usa como a una muñequita. Ella deja que su estilista haga de su cuerpo un instrumento que solo emite gemidos de placer a cada caricia que la experta Lourdes le regala. Solo deja que la lengua de Lourdes entre en su boca y ella solo puede cerrar los ojos y sentir como su cerebro se va desconectando y sus pensamientos son regidos ahora literalmente por sus tetas y su coño que necesitan ser usados.

Poco a poco Lourdes va alejando su rostro del rostro de Elizabeth y beso a beso sus labios se van separando. Lourdes muy complacida ve como la controlada Elizabeth busca con los ojos cerrados los labios de Lourdes, extendiendo su rostro desde la pared buscando a ciegas los labios de Lourdes con sus propios labios. Al no encontrarlos abre los ojos y descubre a Lourdes riendo de su excitación. Elizabeth voltea el rostro apenada y su cara se pone roja como una cereza. Lourdes le suelta las manos y con sus dos manos aprisiona su rostro y la obliga a mirarle mientras le dice.

– Dime lo que eres Lissy

Una desmedidamente excitada Lissy solo atina a responder

– Soy una perra …y necesito que me uses.

– Buena chica Lissy, muy buena chica….

Elizabeth siente como el primer orgasmo de su tercera sesión con Lourdes nace desde su coño corre por su cuerpo y explota en su cerebro acabando con todas las ideas en especial todos aquellos miedos y frigidez que antes la caracterizaba. Lourdes la sostiene por los brazos y siente como Lissy vibra por el orgasmo que le provocara y la ayuda a llegar al centro de la sala, pues las piernas de Elizabeth son de gelatina. Un poco más recompuesta Lourdes la coloca a la mitad de la sala y simplemente se sienta en la silla de atención y mirando a la deshecha y sexualmente asaltada Elizabeth le ordena.

– Desnúdate para mi perra.

Elizabeth termina solo calzada de sus tacones de aguja en medio de un bulto de ropas y colores, observando como Lourdes abre su propia bata dejando al descubierto su coño y el arco de sus senos.

Sin ninguna orden y como una polilla que vuela a la flama de una vela, con el mismo resultado, Elizabeth termina de rodillas metiendo su cara en el coño de la cómodamente sentada Lourdes que no puede dejar de decirle lo rico que sabe mover su lengua, lo bueno que es obedecer y lo buena chica que es ahora. Las habilidades orales de Elizabeth terminan por hacer que Lourdes se corra rápidamente en la cara de la chica.

– Eres tan buena en esto Lissy… hiciste que me corriera como una puta, ven y ponte cómoda que voy a devolverte el favor.

– No, no creo que pueda… es que… me hice algo… bueno hice algo en mi para ti.

Diciendo esto Elizabeth se levanta y con sus manos separa sus labios vaginales revelando la pequeña argolla de su clítoris. Lourdes la mira detenidamente y levantándose le toma por la cintura y la nuca y le planta un apasionado beso que deja sin aliento a Elizabeth. Lourdes la coloca en la silla y acostándola se aleja de ella por un segundo y al volver le dice.

– Parece que no podremos hacer nada por ese hermoso coño hoy, pero en ese caso saluda a un amigo.

Lourdes coloca frente al rostro de Elizabeth un consolador casi del tamaño que ella acostumbra usar en casa, sin otra orden lo engulle en su boca y empieza a humedecerlo con su saliva mientras su culo empieza a dilatarse al darse cuenta del destino que lleva el nuevo amigo de Lourdes.

Minutos después una excitada y fuera de control Elizabeth esta a cuatro patas recibiendo el consolador de Lourdes en su culo mientras el desnudo cuerpo de Lourdes la embiste con un arnés desde atrás, arnés que sostiene el consolador, las velas aromáticas y el gas presente en la habitación no han hecho necesario el lavar los cabellos de Elizabeth y estos mismos elementos la mantienen tan dócil y excitada como para que no se de cuenta cuando Lourdes toma un aplicador de una mesita cercana, el cual contiene una carga de líquido azul. Apartando su cabello y deteniendo la embestida por el culo, con un experto movimiento inyecte una carga completa de nanomáquinas en la base del cerebro de Elizabeth que se siente flotar y ver estrellas por todo lo que hace Lourdes en un cuerpo, cuerpo que antes pertenecía a ella pero ahora es de Lourdes y ella puede hacer con él lo que le de la gana.

La limosina avanza entre el trafico de la ciudad y en pocos minutos logra llegar a una exclusiva área comercial de la ciudad la cual esta rodeada de grandes edificios de oficinas y comercios cercanos. Muchas personas caminan de aquí para allá ocupadas en sus propios asuntos y no es para nada fuera de lo común para las personas ver estacionarse una limosina frente a uno de los grandes edificios comerciales de la cuadra. De la limosina baja una extremadamente sexy chofer y abriendo la puerta salen dos hombres vestidos en elegantes conjuntos ejecutivos negros, los cuales simplemente entran al edificio más cercano.

Robert y Bruno Toscanni avanzan hasta el mostrador de la recepción del edificio y se identifican con la joven y coqueta recepcionista, la cual les entrega un par de credenciales que dicen en letra de molde “Visitantes”.

Ambos hombres suben hasta el piso 23 donde al salir del ascensor entran en un espacioso lobby donde otra hermosa y joven recepcionista les saluda amablemente.

– Ustedes deben ser los Doctores Sagel y Toscanni, el Licenciado Duval les esta esperando. Pasen por el pasillo última puerta al final.

– Muchísimas gracias bella dama, seria yo digno de que me regalaras tu nombre.

La chica al escuchar esto de boca de Robert siente como su rostro se torna color rosa y con una risita contesta.

– Soy Noris pero todos mis amigos me conocen por Nini.

– En ese caso es un placer ser tu amigo Nini.

Diciendo esto se despiden con una sonrisa y ambos hombres llegan hasta la puerta señalada donde sin demora la asistente del Lic. Duval les hace pasar a la oficina. Sentado en una silla de cuero un hombre de aproximadamente 55 años, vestido en una costosa camisa azul, y su saco gris descansa en el perchero al lado de su baston, les sonríe mientras les dice:

– Que gran placer tenerte aquí Robert, no tengo el placer de conocer a tu invitado.

– El es Bruno Toscanni, Sr. Toscani el es Jean Phillipe Duval uno de mis socios. Toscani esta invitado a la ciudad para ofrecerle una muy poco usual mirada a nuestra operación y ver si en lo futuro nos puede colaborar con sus expertas habilidades.

Levantándose de la silla Duval estrecha la mano de Toscanni y sin más les invita a sentarse

– Un honor para mi conocerle Sr. Toscanni, Robert nos había comentado la posibilidad de entablar “nexos” comerciales con usted. Que le ha parecido la visita hasta ahora.

– Pues un gusto Mr. Duval, su operación ha captado mi atención y la visita ha sido muy… estimulante podría decir.

Los tres hombres ríen mientras se ponen cómodos en las sillas. El primero en hablar es Robert.

– Como te había comentado Jean Phillipe, el Sr. Toscanni esta en la posibilidad de apoyarnos en nuestro problema de liquides.

– Cualquiera que te escuchara Robert pensaría que estamos en números rojos.

– Al contrario, el negocio cada vez es más rentable pero…

– Pero eso es el por que de mi visita a su ciudad. Su operación empieza a tomar cada día un mayor tamaño, lo que implica que las antiguas formas de enmascaramiento y manejo de los activos cada vez son más deficientes. Lo peor de todo es que las autoridades podrían llegar a sospechar de los manejos de capital producidos por sus operaciones. En pocas palabras mientras más operaciones más dinero, mientras más dinero más ojos sobre ustedes.

Robert me contacto hace unos meses y me explico en una forma muy resumida la situación actual En este momento puedo ofrecerles poder mover todas sus transacciones comerciales con la mayor discreción que necesiten. Igualmente poder colocar sus activos en cuentas cifradas en por lo menos 7 bancos internacionales de los cuales soy accionista.

– Me parece muy interesante su colaboración, pero les pido me acompañen a la sala de juntas, suelo pensar mucho mejor en cierto ambiente con ciertas atenciones.

Los tres hombres caminan por los pasillos de las elegantes oficinas de la firma de abogados que dirige Duval. En los diferentes cubículos se pueden ver lindas oficinistas ocupadas al teléfono o procesando documentos legales en las computadoras de la compañía. Al centro de las oficinas todos entran a una sala de juntas de paredes de cristal transparente en la que hay una mesa central y varias sillas, al igual que una serie de variados dispositivos electrónicos los cuales son controlados por un mando central el cual esta en la cabecera de la mesa de juntas, cabecera que es tomada por Duval, Robert se sienta a su derecha y Toscanni a la izquierda.

Tomando un teléfono en Licenciado Duval dice:

– “Por favor Noris, localiza a Sofía y a Daniella y pídeles que me acompañen a la sala de juntas”

– “Enseguida Licenciado, ¿algo más?”

– “Solo eso Noris”

Cerrando el intercomunicador Duval y sus invitados continúan conversando hasta que dos hermosas mujeres vestidas en costosos conjuntos ejecutivos de faldas y saquito en gris y la otra en azul oscuro entran en la sala de juntas. Ambas mujeres calzan zapatos de tacón de aguja y visten medias de seda a juego con sus conjuntos ejecutivos

– Hablando de beneficios caballeros. Estas son Sofía Alcazar y Daniella McMullen, como ven dos de las más bellas abogadas de mi firma. Igualmente las más inteligentes y eficaces colaboradoras de mis negocios.

Diciendo esto ambas mujeres sonríen y se presentan estrechando las manos de Robert y Bruno, tomando asiento miran con curiosidad y sonrisas al Licenciado Duval.

– ¿Podríamos saber en que podemos ayudar a sus invitados licenciado?

– Pues Sofía, el Sr. Toscanni esta en nuestra ciudad para iniciar una serie de negocios con nosotros a lo cual nos ha pedido podamos hacerle ver la calidad de nuestros servicios y dejarle convencido de que debe hacer negocios con nosotros.

– En ese caso bienvenido a la ciudad, créame que no encontrara un mejor lugar para vivir y hacer negocios, vine de Monaghan Irlanda hace casi un año y no me he podido ir de esta ciudad, diríamos que estoy enamorada del lugar – diciendo esto la hermosa pelirroja de ojos verdes les deslumbra con una sonrisa que podría iluminar la noche mas oscura. – ¿a que se dedica usted Sr. Toscanni?

– Pues estoy en el negocio familiar, soy dueño de casinos en Italia y de algunos bancos en Suiza.

Los vivaces ojos miel de la bella Sofía de rasgos latinos exquisitamente marcados no hacen más que mirar con curiosidad a Robert mientras este juega distraídamente con su agenda electrónica.

– Pues eso es muy interesante Sr. Toscanni, y cual es su negocio Dr. Sagel.

Robert levanta la vista de su agenda y mirando fijamente a las dos hermosas chicas les responde.

– Pues me dedico al comercio internacional. Obtengo los más bellos artículos de colección y los vendo al mejor postor… pero si me preguntan cual es mi profesión simplemente les diría que soy un Alquimista.

Todos en la sala ríen al escuchar esto y ambas mujeres lo observan con mucha mayor curiosidad. Daniella toma la palabra y le dice entre sonrisas.

– ¡Vaya, un Alquimista!, un raro termino en nuestros días… podría explicarnos mejor Dr. Sagel, sí es lo que estoy pensando debe ser una profesión muy redituable económicamente.

– Pues con mucho gusto les comentare y vaya que es redituable, tanto que no tienen la menor idea de cuan redituable es – Robert se levanta con su agenda en las manos y lentamente camina hacia ellas mientras les dice – Yo tomo un objeto compuesto por piel, tejidos, órganos internos, sesos, huesos, músculos y demás y simplemente les convierto en oro.

Ambas chicas lo observan como si lo que dijera no tuviera el más mínimo sentido, mientras Robert acciona un comando en su agenda, la cual empieza a emitir un sonido el cual llega a los cerebros de ambas mujeres. En las cuales poco a poco las sonrisas empiezan a desaparecer y en sus ojos un vacío de pensamientos y miradas distantes es lo único que se puede apreciar.

Robert se coloca detrás de las chicas y Duval acciona un botón en el tablero de mandos el cual automáticamente traba las puertas de acceso a la sala de juntas, enciende unas lámparas de techo que simulan la luz diurna. Para sorpresa de Toscanni todas las paredes de cristal transparente al recibir una descarga eléctrica de una frecuencia especifica, van cambiando desde un tono gris humo hasta un negro media noche completamente oscuro, el cual no permite que nadie fuera de la sala de juntas vea lo que sucede en el interior de esta.

Ambas mujeres siguen sentadas sin decir nada y sin moverse. Robert con su mano aparta el negro cabello de Sofía y en la base del cráneo encuentra un tatuaje compuesto por una serie de líneas verticales y una escritura exótica parecida a caracteres japonés, el cual esta enmarcado en líneas que caracterizan los tatuajes tribales. Robert coloca su agenda sobre el tatuaje y la agenda empieza a emitir un haz de luz láser color azul, el cual hace un barrido en el tatuaje de al chica. Duval ayudado por su bastón ha llegado junto a la aturdida Daniella y abriéndole la blusa y liberando el seno izquierdo del sostén de encaje que usa la chica, hace un barrido láser justo encima de un tatuaje similar al de Sofía que Daniella usa en su seno.

Ambos hombres vuelven a sus puestos y presionando un botón en sus agendas pueden ver como ambas chicas vuelven a la realidad. En sus ojos ya no hay pensamientos solo deseo y lujuria al mirar a ese grupo de machos sentados a la mesa.

– Muy bien chicas que pueden decirnos de ustedes.

– Somos unas perras sumisas y dóciles

– Estamos a sus servicios para lo que deseen.

– Topless – es la única palabra que Duval menciona.

Ambas chicas en segundos se quitan toda prenda que visten por encima de su cintura. Sus hermosos senos suben y bajan al compás de sus aceleradas respiraciones al sentir el aroma de esos machos que las acompañan en esa sala, al exterior de la cual la vida continua con total normalidad, pues es muy común las reuniones en el “hoyo negro” como lo llaman las chicas de la oficina. Los teléfonos suenan, las oficinistas escriben en sus computadoras, las secretarias caminan por los pasillos contiguos a las paredes negras, y adentro ambas chicas con sus pezones argollados siguen a la espera de las órdenes verbales o vía electrónica que puedan recibir de sus dueños. Los hombres las observan dóciles e indefensas.

Robert muestra a Toscanni la agenda que este examina con curiosidad mientras Robert le explica.

– Cada una de nuestras nuevas perras ha sido marcada con un tatuaje que contiene la información necesaria para que este pequeño dispositivo pueda leer el código oculto en el tatuaje. Con esto código y los datos personales de las perras, las agendas se convierten en controles remotos que junto a los receptores de señal inalámbrica que hemos puesto en las perras las convierten en nuestros juguetes sexuales. Toscanni con una sonrisa les comenta a sus compañeros.

– ¿Han notado que su nivel de perversión parece no tener limites?

– Hay algo de malo en que mezclemos algo de placer mientras hacemos negocios.

– Pues por mí no hay nada malo caballeros, pero si me lo permiten les pediría que las hicieran besarse antes que las pobres perras exploten de ganas.

– Pues usted es el invitado Bruno.

Bruno se levanta y camina hasta quedar en medio de las dos chicas y tomando sus cabezas les ordena.

– Bésense.

Las lenguas de ambas chicas empiezan a explorar la boca de la otra y sus bocas se funden en un beso apasionado, el cual es la delicia a Bruno que las sostiene desde la parte de atrás de sus cabezas. Sus cabellos sueltos en tonos negros y rojizos caen sobre los redondos y firmes senos de las hasta hace unos minutos inteligentes y vivaces abogadas.

– Dígame Bruno como piensa lograr todas esas maravillas que me ha comentado. Este espacio es totalmente seguro así que hábleme con total libertad.

– Pues digamos que “en la simplicidad esta el arte”. Cada uno de sus clientes podrá tener acceso a una base de datos cifrada, vía Internet o a través de una línea telefónica segura, en la cual podrán ofertar por los servicios de sus profesionales. Estos pagos por los servicios se enmascararan como apuestas a eventos en casinos y casas de apuestas que yo controlo, así los pagos pasaran con total transparencia de las cuentas de sus clientes a cuentas seguras que ustedes tendrán en mis bancos.

– Interesante propuesta, aunque aun no me ha dicho lo más importante, cuanto nos costara el hacer uso de sus casinos y bancos para enmascarar nuestro exceso de liquides.

– Pues tendría que sentarme a conversar ciertos puntos con Robert y poder llegar a un acuerdo del todo beneficioso para ambas partes.

– Me parece bastante bien pensado el sistema de manejo de activos, aunque tengo algunas dudas sobre la seguridad del sistema y las…

Mientras los machos discuten los detalles del negocio las perras han dejado de besarse y acariciarse. Mientras Toscanni les informa las medidas de seguridad que el sistema implementaría Daniella ha gateando a cuatro patas debajo de la mesa de juntas y su espalda de piel blanca cubierta de pecas se pierde bajo la mesa y solo sus radiantes cabellos rojos como el fuego sobresalen del borde de la mesa, mientras ella ahora devora la verga del Licenciado Duval, el cual sostiene la cabeza de la pelirroja sumisa marcándole el ritmo de la mamada. Sofía ha subido a la mesa y acostada en medio de la mesa abre sus piernas revelando su coño que rápidamente empieza a bombear con sus dedos, primero dos y luego tres, lo que hace que su coño quede completamente empapado de sus jugos al igual que sus dedos.

Robert continúa escuchando los detalles mientras Sofía sigue masturbándose sobre la mesa. Con un toque en la pantalla de la agenda Robert hace que Sofía se corra como una puta. Las explicaciones de Toscanni terminan por convencer al escéptico Duval. Igualmente Daniella termina de ordeñar la verga de Duval y con una orden toma asientos en las piernas de su jefe el cual empieza a acariciarle y besarle los blancos y redondos senos. Mientras, ambos observan como Sofía es colocada sobre la mesa por Robert y Toscanni en forma tal que Toscanni pueda mamarle el delicioso y depilado coño, mientras Robert mete su verga en la boquita preciosa de la chica que le observa con ojos de lujuria, la cual le mama la verga y ahoga sus gemidos al sentir como primero la lengua y luego la verga de Toscanni exploran su encharcado coño.

Minutos después Robert y Toscanni terminan corriéndose sobre el cuerpo de la agotada Sofía. Ella permanece acostada desnuda sobre la mesa de juntas. A una mirada de Duval, Daniella se levanta y dejando caer su falda, se coloca sobre la mesa y gatea hasta quedar sobre el cuerpo ardiente de Sofía y con su boca limpia cada gota del semen que cubre sus senos, su abdomen y su rostro. Su lengua recorre la piel de Sofía hasta que termina dejándola totalmente limpia y sonriendo entre ellas terminan besándose y devorando los rastros de semen de sus bocas.

Una completamente agotada Elizabeth descansa sobre la silla de atención donde Lourdes la ha colocado después de cojersela una y otra vez por el culo, el cual en ese momento recibe las caricias y atenciones de la lengua de Lourdes. Elizabeth simplemente deja que ella haga lo que quiera con su cuerpo, el cual ha sido conectado a las computadoras de monitoreo y sobre sus ojos y oídos, Lourdes a colocado los audífonos y el visor de realidad virtual por los cuales los mensajes y ordenes que la mantienen hecha una puta son reforzados en su aturdido cerebro. Todas y cada una de las órdenes ahora apuntan a que ella necesita ser obediente y dócil. Ella necesita mantenerse en forma y comer saludablemente, ella necesita vestir sexy y sentirse sensual para complacer a quien le domina, para ser un juguete sexual y ser usada como tal.

Elizabeth ya no opone ni la más minima resistencia a que jueguen con sus sesos. Lourdes coloca un aparato mecánico que inserta en el culo de la chica y activándolo inicia a meter y sacar un consolador en el culo de la domesticada arquitecta, la cual no hace más que gemir de placer al recibir las embestidas del aparato mecanico.

Lourdes observa a Elizabeth gemir mientras revisa las lecturas en el monitor oculto en uno de los muros de la sala donde, ya sin sorprenderse, observa los niveles de respuesta que marcan el avance de la domesticación de Elizabeth:

“Tercera semana: Candidata N00104, Elizabeth Hills; 23 años; Arquitecta; Nivel de Libido: 9.5; Nivel de Condicionamiento: 9.8”

Volviendo junto Elizabeth deja que sus manos acaricien los deliciosos senos de su domesticada paciente. Inclinándose sobre el pecho de la chica empieza a mamarle los endurecidos pezones, su lengua masajea los pezones y sus manos acarician sus pechos. Casi no puede esperar para implantar en el cerebro de Elizabeth la orden de aumentarse los pechos. Esta segura que en un pestañear la putita estaría visitando la Clínica Estética Baxter donde terminaría con un nuevo par de pechos y un cerebro totalmente controlado. Elizabeth sería la quinta chica que ella ayudaba a convertir en una completa y dócil sumisa.

Parecía que hacia años que ella misma había pasado por el proceso de conversión, ya en su cerebro casi no quedaba el menor recuerdo de su vida anterior cuando trabaja como enfermera de emergencias en una ciudad cercana. Había llegado de paseo a la ciudad y al encontrase con una antigua amiga esta la había llevado a conocer un exclusivo salón de belleza. Esa misma noche había salido de su hotel y se había quedado en casa de su amiga y a la semana se habían convertido en pareja, aunque nunca Lourdes había pensado siquiera en vivir una aventura con otra chica. En pocas semanas no había momento en que no estuvieran teniendo sexo. Aun los vellos dorados de la piel se le erizaban desde los pies a su cabeza al recordar como su amiga una noche la sostenía de la cintura con una mano y con la otra acariciaba su senos, Lourdes completamente desnuda y sentada en las piernas de su amiga, esta ultima la penetraba por el culo con un consolador, mientras ella llamaba a su antiguo trabajo y para sorpresa de su jefe inmediato, le anunciaba que ella renunciaba y que no volvería a su ciudad de origen pues había encontrado un mejor trabajo y una nueva vida. La vida de Lourdes antes de ir a ese salón de belleza con su amiga era un completo vacío y oscuridad en su mente, pero no era importante recordar, pues sus más excitantes recuerdos fueron después de esa visita. Recuerdos como aquel día que su amiga la llevo a la Clínica Baxter a hacerse su tan anhelado aumento de busto y de camino a la clínica su amiga solo reía al verla sentada en el asiento del acompañante del auto, mientras Lourdes se metía un consolador por su recién argollado coño.

Los pensamientos de Lourdes vuelven al presente al escuchar como se abre la puerta oculta en la pared de la sala VIP. Al voltear Lourdes observa a dueña Helen entrar acompañada de dos hombres, a lo que el húmedo coño de Lourdes reacciona humedeciéndose más si eso es posible. Uno de los hombres observa con gran curiosidad a la atada Elizabeth siendo sodomizada por la máquina y domesticada por los equipos que cubren y saturan todos sus sentidos.

Hacia escasos minutos Robert y Toscanni habían terminado la junta con Duval, el cual con dos toques en su agenda había hecho que ambas perras se vistieran completamente y ordenándoles recordar una amena conversación de negocios, habían vuelto a la normalidad. Sofía sin quitar los ojos de Robert le había comentado:

– Ha sido un placer conocerles caballeros y espero que podamos hacer negocios con ustedes.

Por su parte Daniella mucho más en confianza les había comentado.

– Estaría gustosa de poder ayudarles en todo lo que se les ofrezca caballeros.

– Mis colaboradoras son expertas en hacer que el cliente se sienta tan a gusto como en su propia casa. Espero que esta visita terminara por convencerlo de que somos lo que ambos necesitamos para conseguir el éxito.

Con una sonrisa Robert escucha a Toscanni decirles mientras se pone de pie en la sala de juntas, la cual con un toque en el control principal vuelva a ser transparente.

– Mr. Duval, de por hecho que nos espera una larga y muy fructífera relación comercial.

Estrechando las manos de los presentes Robert y Toscanni se despiden.

– Una ultima cosa – Dice Robert al quedar solo los tres hombres – No has pensado en darle un bono a Nini para que nos visite y poder hacerla más hermosa.

– Tú también la notaste, la pondré en el siguiente embarque.

Saliendo del edificio ambos hombres caminan hacia la limosina. Robert con una sonrisa triunfante avanza al frente, caminando entre la gente en las calles, la gran mayoría mujeres oficinistas de los comercios y las empresas del área. Deteniéndose un momento y volteando le comenta a Toscanni.

– Pues así como lo ve, este es el lugar donde captamos la gran mayoría de la materia prima para nuestra operación.

– La verdad debo admitir que el producto terminado supera mis mayores expectativas, aunque debo decirte que no estoy claro en el mecanismo que utilizan para lograrlo.

– En ese caso debería mostrarte como empieza el proceso de conversión.

Cruzando la calle, llegan a una plaza de comercios y locales en los cuales casi a la mitad de la cuadra pueden ver la entrada a la Clínica Estética Baxter. Los hombres pasan frente a la clínica y Robert se detiene frente a un local comercial junto a la clínica donde pasando una tarjeta electrónica la puerta de acceso se habré dejándolos entrar a una oficina común y corriente, la cual se encuentra completamente vacía. Caminando por un pasillo Robert activa otra cerradura electrónica y por un acceso secreto entrar a la Sala de Estética Baxter. Ambos hombres se encuentran con Helen en su oficina oculta en la Sala Estética y luego de apreciar vía circuito cerrado los últimos orgasmos de Lourdes y Elizabeth ahora entraban en la sala donde la controlada chica solo podía gemir al recibir placer por su ano.

– Sr. esta es una de nuestras últimas perras en ser domesticadas, nuestras técnicas han mejorado extraordinariamente reduciendo la capacidad mental de las candidatas y haciendo que sus niveles de libido sean tan altos que ellas prácticamente se vuelven adictas a ser controladas por nosotros. El tiempo de condicionamiento hasta hace muy poco era de 4 sesiones pero poco a poco hemos estado bajando ese tiempo a 3 sesiones, pronto tendremos acceso a muchísimo más tecnologías y es probable que podamos tener perras en un plazo no mayor a 15 días.

– Debo felicitarte Robert esta operación es sin duda una de las más ambiciosas y mejor ejecutadas que he conocido.

– Pues solo me resta decirle que para nosotros sería de gran beneficio contar con su colaboración Sr. Toscanni.

– Llámame Bruno, y no tengas duda en que estaré con gusto anuente a cooperar con la operación

Mientras los hombres conversan una excitada Lourdes es puesta a 4 patas y Helen le coloca un collarín y cadena al cuello, luego simplemente la lleva una silla donde se sienta y coloca a Lourdes a comerle en coño mientras le acaricia los rubios cabellos.

– Solo una cosa esta pendiente… ¿cuales serian sus honorarios Sr. Tosca…. Bruno?

– Pues lo propuesto por Duval me parece lo justo en cada transacción. Pero te diré algo mejor Robert. Mi ganancia será la mitad de lo que ustedes me proponen, ambos sabemos que a mi no me hace falta el dinero…

– Pero hay algo que necesita.

– Eres un hombre inteligente Robert de eso no hay duda. Todo tiene un precio y mi colaboración con ustedes también lo tendrá, pero como sabrás hay cosas que ni todo el oro del mundo puede conseguir para un hombre.

Diciendo esto Bruno extiende un documento a Robert y al revisarlo Robert mira a Bruno fijamente, en el rostro de Bruno no hay en menor signo de duda. Luego Robert extrae del documento una foto y después de meditarlo unos minutos dice.

– No será fácil pero la vida esta llena de retos a superar.

Continuara…
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blackfires@hotmail.com

 

Relato erótico: “Las Profesionales – Casa de marionetas esclavas 1” (POR BLACKFIRES)

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JEFAS PORTADA2En un exclusivo barrio residencial a las afueras de la ciudad, donde las mansiones son de dos a tres Sin títuloniveles, con muchísimas habitaciones, rodeadas de muy cuidados jardines y árboles frondosos al frente, a los costados y sin dejar de lado la elegante piscina trasera de la mansión, la agitada vida de una familia continúa sin novedades aparentes. James Baxter esta sentado a la mesa de la cocina leyendo el periódico del día, mientras todo el lugar se llena con el aroma del café mañanero preparado por su empleada Rossana que ahora viste su usual uniforme blanco y negro de empleada doméstica mientras termina de preparar el desayuno para Susan Baxter que se ocupa apuntando cosas en su agenda electrónica justo antes de salir para comenzar un nuevo día de trabajo.

Escaleras arriba el murmullo de sus hijas llena la casa pues ambas se preparan a irse de fin de semana a las montañas nevadas donde sus amistades darán una fiesta de despedida de vacaciones.

– Niñas a desayunar, es la tercera vez que les llamo, no estoy para perder el tiempo.

La voz de Susan llena la casa al tiempo que mirando a Rossana le ordena.

– Ve y diles que bajen de una buena vez pues si no, no podré despedirme de ellas, debo salir ya o llegaré tarde a la oficina otra vez.

– Si señora.

Rossana sube al primer piso y tocando la puerta de la habitación de Melissa, Rossana toca dos veces más y luego de murmullos y cuchicheos una muy molesta Melissa abre la puerta gritándole a la cara a Rossana

-¿QUÉ?

– Señorita Melissa su madre dice que por favor baje a desayunar por que…

– No me jodas…

Rossana no ha terminado de hablar y la puerta del cuarto se cierra con un sonoro golpe. Melissa camina descalza hacia su cama vistiendo un cortísimo “baby doll” casi transparente, lo que dificulta sobremanera ocultar sus hermosos senos y sus muy bien torneadas caderas y nalgas, justo antes de llegar a la cama, la puerta del baño de su habitación se abre y una hermosa chica de cabellos castaños oscuros y brillantes ojos miel sale solo envuelta en una toalla blanca, camina hasta el borde de la cama donde Melissa ya esta sentada y le pregunta.

-¿Qué fue tanto alboroto?

– La estúpida desubicada de la empleada que viene a tocarme la puerta, ¿Quién se cree ella para venir a apresurarme en mi propia casa? La deje hablando con la puerta en las narices y le dije que no me jodiera la mañana.

Valeria sonríe al ver irritada a Melissa y sin decir nada suelta el nudo de su toalla, la cual cae libremente al suelo revelando su cuerpo desnudo en el cual destacan sus preciosos y redondos senos con aureolas rosadas, su abdomen planísimo, su depilado coño, que junto a su trasero respingo, sus delineadas caderas y su carita de muñeca aun tienen la piel húmeda después de la ducha mañanera. Melissa la observa a los ojos y va bajando su mirada hasta su coño mientras entre risas Valeria le comenta.

– Muy bien Mely en esta casa las únicas con derecho a joder somos nosotras.

Sin decir más Melissa se levanta sonriendo y rodeando la cintura de Valeria con sus brazos la atrae hacia ella y la besa apasionadamente, mientras Valeria con extrema destreza desliza sus dedos índices debajo del baby doll de Melissa y con un movimiento practicado mete sus dedos debajo del elástico de las bragas de Melissa y esta última abriendo ligeramente las piernas hace caer al suelo la tanguita a juego con el baby doll, justo después Valeria se va arrodillando frente a Melissa y recibe en su nariz el delicioso aroma proveniente del coño de Melissa, que sin intercambiar palabras recibe la lengua de la chica desnuda recién bañada en su coño mientras con sus manos acaricia los cabellos castaños de su amiga.

En el pasillo Rossana camina el corto trecho que separa las habitaciones de las chicas y casi esta por llegar al cuarto de Samantha. Dentro de la habitación Samantha conversa con su novio que no ha visto en meses, en su computadora personal esta abierta una sesión de webcam y ella conversa con el a través de un micrófono audífono inalámbrico.

– “… pero es que mis padres han estado fastidiando con esto de estar más tiempo juntos y sus tonterías de ser una familia feliz… “

– “Oye estoy fastidiado con eso Samantha, desde que nos vimos en Roma no he estado contigo y sabes cuanto me cabrea eso”

– “Lo sé muy bien baby ¿pero que quieres que haga?, mi madre presiona mucho y mi padrastro es una verdadera molestia… ya pronto inician las clases y tendremos tiempo para ambos, en la fiesta tendremos tiempo… te apetece, tengo para ti una muestra de todo lo que podrás disfrutar los próximos meses…”

Diciendo esto Samanta desliza por sus hombros las dos pequeñas tiras de tela que sostienen una minúscula blusita sin mangas que cubre sus redondeados senos que se mueven libremente sin sostén, lentamente va tomando con sus manos los hermosos senos y la blusa cae enrollada en su cintura mientras sus manos cubren sus pezones

– “Ummmmm Sammy ya me había olvidado lo grande que son esos senos y las ganas que tengo de mordértelos”

– “Yo no olvido lo rico que es sentir tu boca en ellos mientras me llenas el coñito”

– “Masajéalos, aprieta los pezones nena…”

– “Eres un pervertido… por eso me encantas…”

Samantha empieza a masajear sus senos y a apretar sus pezones mientras pone su mirada más puta y saca la lengua sugestivamente hacia la cámara. Una de sus manos abandona sus pechos y haciendo hacia atrás la silla de escritorio que ocupa separa sus piernas dejando a la vista su depilado coño sin bragas debajo de la minifalda azul que usa. Rápidamente mete dos dedos en su boca y los llena de saliva, llevándolos a sus labios vaginales los cuales igualmente húmedos reciben sus dos dedos dejándoles entrar y salir rápidamente de aquel hermoso coño, mientras con su otra mano acaricia esos pechos que ya muestran unos duros pezones frente a la cam.

– “¿Así te gusto baby o me quieres mas puta?”

– “Eres una zorra con esa boquita… date más fuerte y más rápido, así te daría yo…”

– “Si baby así quiero que me des… “


Samantha sigue metiendo y sacando sus dedos de su excitado coño y gotitas aperladas de sudor aparecen bañando su frente y sus pechos, su excitación aumenta a cada segundo y empieza a llegar a su anhelado orgasmo mientras cierra los ojos y escucha como su novio le dice lo puta zorra que es, ese trato que el le da es tan humillante pero a ella siempre le había gustado ser tratada así, claro todo esto solo entre su novio y ella, pues ella es la hija de los Baxters y debe cuidar de su imagen pública. Una especie de descarga eléctrica recorre su espalda y siente que por fin esta por llegar a aquel orgasmo que la tiene loca de tanto buscarlo, hacia más de tres semanas que por alguna maldita razón siempre terminaba frustrada masturbándose sin llegar al orgasmo, empieza a temblar mientras escucha “Eso putita..”, “mira que mojada”, “Sigue…” y…

Tres golpes en la puerta la traen de vuelta a su realidad y antes de atender la puerta se empieza a ajustar la ropa, avanza a la puerta y se encuentra con Rossana.

-¿QUE?

– Disculpe señorita Samantha pero su madre dice que la esta esperando para desayunar.

Esta vez Rossana pudo entregar el mensaje completo antes de casi recibir en la nariz la puerta del cuarto de la mayor de las niñas Baxter.

Unos 20 minutos después Samantha baja lista para salir, seguida por Melissa y Valeria igualmente listas. Susan Baxter esta sentada a la mesa y mira incrédula como sus hijas entran a la cocina y toman un vaso de jugo de naranja y una o dos tostadas, y se disponen a irse.

– Un momentito señoritas yo no estoy pintada en la pared.

– Hola Mom, estamos retrazadas y no queremos llegar tarde.

– Su padre y yo las hemos esperado por lo menos tengan la amabilidad de despedirse niñas.

– Bye mon…

Michael Baxter no aparta la vista de su periódico mientras escucha la usual discusión madre hijas, escucha a las chicas ir abandonando el cuarto.

– Niñas su padre esta aquí también…

– Mom estamos retrazadas…

Susan Baxter se levanta de la mesa y las observa con su mejor rostro de “Hagan lo que yo digo o…”, desde que se había casado con James Baxter cuando las chicas eran adolescentes las cosas habían cambiado, unas para bien otras para mal. Las relaciones entre padrastro e hijas siempre fueron tensas, la frase “el no es mi padre” siempre se escucho en las discusiones, pero por otro lado Mr. Baxter les había dado a ellas posición social, estabilidad económica y lo más importante muchísimo poder, por lo que ellas cambiaron su apellido; ambas chicas se detienen y justo en la puerta de la cocina ambas dicen en coro.

– Bye Jimmy…

Mr. Baxter sin siquiera apartar la mirada de su periódico levanta una mano a modo de saludo y las chicas salen de la casa y suben a la camioneta todo terreno de Samantha, Melissa sube al asiento del acompañante del conductor, mientras Valeria se instala en el asiento trasero de la camioneta. Las hermanas para variar discuten sobre el disco compacto que escucharan en el viaje, finalmente el auto avanza mientras ahora la discusión gira en torno a cual es la vía más rápida para salir de la ciudad y llegar a las montañas.

– Te dije que tomaras la ruta del parque, vamos a estar atascadas aquí por horas Sammy.

– No creí que estaría tan mal este maldito tráfico y ya deja de decirme lo que tengo que hacer.

– Niñas, niñas basta… acepte viajar con ustedes pero no para escucharlas pelear todo el camino.

Rato después la camioneta esta casi inmóvil ante una fila de autos, en una de las vías que sale de la ciudad.

– Así nunca vamos a llegar a… ufff Sammy que tal si te digo que tenemos que volver a casa.

– Que tal si te digo que te bajes de mi auto y vuelvas caminando.

– Noooo en serio Sammy necesitamos volver, por favor, por favor…

Varios minutos después y varios gritos histéricos de Samantha luego de que Melissa la convenciera de volver a casa y de sortear el tráfico de la ciudad en dirección contraria a su destino, una enfadada Melissa baja del auto frente a su casa y camina rápidamente hasta la mansión y abre la puerta trasera de la casa, toma las escaleras subiendo a su cuarto donde bajo su cama tiene guardada una bolsa de papel de donde extrae un nuevo consolador con correas para ajustarlo a la cintura. Este nuevo juguete le proporcionaría horas de diversión junto a Valeria… La misma Valeria que en ese mismo momento aburrida de esperar a Melissa se acomoda en el asiento trasero del auto de Samantha, apoyándose en el respaldar del asiento del conductor y con su mano derecha la lleva hacia delante y acaricia sin rodeos el abdomen firme de Samantha que con una mano en la cabeza esta contando hasta 10 antes de perder completamente la calma por el enfado.

– ¿Se puede saber que intentas?

– Nada yo solo te veo demasiado tensa y tu cara enfadada pues no le hace justicia a tu belleza.

– Déjate de idioteces y siéntate a esperar OK

Valeria desliza su mano desde el vientre de Samantha y rumbo al sur pasa por su cadera y la coloca debajo de la minifalda de la chica acariciando el muslo de la mayor de las hermanas Baxter.

– Por favor Sammy tú sabes que no me gusta verte enfadada, me gusta más verte reír o… gemir.

– Aun no me explico como mi hermanita no se ha dado cuenta lo puta que eres Valeria.

– Si soy tan puta como dices no sé por que entonces te dejaste hacer tantas cosas aquella noche, aun recuerdo lo rico que la pase mamándote ese delicioso coñito y esas tetas hermosas.

Samanta toma la muñeca de Valeria justo en el momento que la mano de esta última empieza a entrar más y más profundo en su entrepierna rumbo a su coño, tomándola con fuerza la retira de sus piernas y la lanza a un lado con total desprecio.

– Tu lo dijiste “me deje hacer” pues ese día estaba ebria y a parte de todo eso solo fue una vez y fue hace un año, igual no soy lesbiana y mucho menos puta como tu, así que deberías superarlo nena.

– ¿Olvidarlo? Como crees si desde que volvieron solo pienso en el momento de meterle mano y comerme esas deliciosas nuevas tetas que tienes Sammy, no sabes lo apetitosas que te han quedado.

Dentro de la casa Melissa baja del primer piso y decide salir por la puerta del frente, avanza por el pasillo y al acercarse a la cocina escucha ruidos y voces, le es extraño por que a esa hora solo la empleada quedaría en casa, en su mente le viene la idea de que pudiera ser que su putita empleada luego que todos se vayan reciba compañía. Lenta y silenciosamente se aproxima a la puerta de cristal que separa la cocina del resto de la casa, en primer lugar puede ver a Rossana acostada en la mesa de la cocina, sus piernas abiertas de par en par mientras con sus manos masajea sus grandes pechos. Las sospechas de Melissa son confirmadas, un hombre se deleita comiéndole el coño a aquella zorra justo en la mesa donde sus padres desayunaban hacia solo una hora.

– “Así que esta es la forma en que pasas tus ratos de ocio en casa zorrita, ya veras cuando mi mami se entere de esto”

Mientras Melissa la observa repara en lo bien formado del cuerpo de su empleada, hermosas y largas piernas, pechos perfectos y por lo que se ve una completa golfa en la cama, seria posible que antes de decirle a su madre sobre la conducta de la empleada, pudiera ella chantajearla y pobrar si así de bien como se ve también es una buena comedora de coños, ummmm no, eso seria demasiado bajo y ella es una Baxter, jamás se involucraría con una zorra del servicio de su casa… Aunque la morbosa idea le resulta tan caliente que tanto sus pensamientos como la escena empiezan a hacer que su coño se humedezca. Rossana sigue gimiendo y se aprieta los pezones y Melissa delicadamente empieza a acariciar su coño sobre sus bragas que momento a momento se van empapando con esa nueva experiencia vouyerista, un segundo después el hombre levanta el rostro mojado en jugos vaginales y el mundo se detiene para Melissa al ver a James Baxter saborear los jugos de su empleada.

– “Maldito hijo de perra… como puede hacerle esto… a mi madre”

Mr. Baxter continua lamiendo el coño de su empleada y ahora desliza dos dedos en el canal húmedo de Rossana la cual responde con una serie de descontrolados gemidos mientras su cuerpo se convulsiona de placer sobre la mesa del desayunador, en la mente de Melissa las ideas se estrellan con la realidad de ver a su padrastro siéndole infiel a su madre en su propia casa con nada más y nada menos que con la puta de la empleada

“Que original, que original ya sabia yo que este idiota se traía algo entre manos, nunca me termine de creer lo buena persona que decía ser”

Los intensos gemidos de Rossana la sacan de sus pensamientos y su coño termina de encharcarse de sus propios jugos mientras Mr. Baxter solo con sus dedos y su lengua hace que Rossana se corra una y otra vez al llegar a un número incontable de orgasmos, los cuales la tienen tan caliente que su exquisito cuerpo tiembla sin control y toda su piel que ahora es visible gracias a que su uniforme de empleada esta enrollado en su cintura esta cubierto de una fina capa de sudor que la hacen casi brillar. Melissa nunca hubiera imaginado ese cuerpo de infarto de su empleada debajo de aquellas horrorosas ropas de doméstica, los dedos de Melissa sigue jugando con su coño y no se decide a entrar y detener aquella escena pues en realidad todo esto le resulta de lo más morboso.

Rossana deja de temblar por un momento y Mr. Baxter como si fuera la cosa más común del mundo le da a lamer sus dedos a Rossana que los limpia con presteza y luego él se dispone a terminar su café y leer las últimas paginas de su periódico. Rossana sigue sobre la mesa con sus piernas separadas ofreciéndole su coño a Mr. Baxter mientras ella misma se masturba con sus dedos mientras con la otra mano levanta sus senos y lame y muerde sus pezones. Esto es casi demasiado para Melissa que siente que esta a punto de correrse por todo lo que ve.

Melissa ahoga un grito al sentir como una mano la toca desde la espalda, al voltear observa a Samantha que aun la toca sin mirarla pues también observa la escena que se esta dando en la cocina. Hablando en voz baja ambas hermanas comentan entre ellas.

– Vaya susto que me has dado Sammy… ¿puedes creer esto?…

– Lo veo y no lo creo, que mierda es esto como puede hacer… este hijo de puta desgraciado…

– Baja la voz o nos descubrirán.

Ambas chicas sigue mirando la escena y ahora Mr. Baxter aun sentado se separa un poco de la mesa y Rossana simplemente se sienta sobre él y empieza a subir y a bajar siendo empalada en la verga erecta de Mr. Baxter que ahora se deleita lamiendo y mamando los senos de Rossana, mientras que con sus manos acaricia su espalda y a ratos toma su cintura para marcarle el ritmo de la cogida que cada vez se hace más y más rápida mientras la cocina se va llenando de los gemidos de Rossana que a todo esto solo puede abrir su boca en busca de aire y cierra sus ojos mientras su patrón se la coge, Melissa y Samantha se agachan casi hasta el suelo mientras observan como su padrastro lleva a su empleada una y otra vez al orgasmo, todo esto no hace más que calentarlas de una forma tan extraña. No es como ver una porno en la TV o en las fotos del Internet, es ver a dos personas reales coger frente a ellas verlas y oírles, casi sentir ganas de ser parte de todo eso, sus senos se ponen tan duros y sus coños se mojan más a cada segundo y ya Samanta no puede contenerse más, nuevamente coloca su mano en el hombro desnudo de su hermana para ordenarle que se vayan de allí tan pronto como puedan y Melissa voltea hacia ella.

– Melissa… tenemos… tenemos que irnos…

El rostro de Melissa queda a centímetros del rostro de Samantha y la escucha hablar sin entender mucho de lo que dice pues un calor se esparce por su cuerpo como fuego por combustible desde su hombro donde la mano de Samantha aun la toca, ambas se miran a los ojos y Melissa aproxima su rostro a su hermana y la besa delicadamente en los labios, el cerebro de Samantha prácticamente se desconecta y en vez de rechazar el beso, deja que la lengua de su hermana explore su boca mientras su mano lentamente se desplaza del hombro a la nuca de Melissa y se funden en un beso, Melissa coloca sus manos en el torso de Samantha acariciando su piel sobre la suave y fina tela de la blusita de su hermana. Sus cuerpos se van uniendo y sus pechos se aplastan unos contra otros sintiendo los duros pezones de una y otra mientras sus manos se acarician y sus lenguas danzan en sus bocas.

James Baxter sostiene la cintura de Rossana que empieza a temblar y a gemir y finalmente se desploma sobre el cuerpo de Mr. Baxter que la sostiene desnuda aun penetrándola y con una mano la toma del cabello y separa el rostro de Rossana de su propio hombro donde había caído al acabar el orgasmo de la chica. Como si de un juguete que se le acaba la cuerda se tratara y casi como una marioneta jalada por los cabellos la besa mientras ella solo se deja hacer, los besos de Baxter pasan a su cuello y lentamente bajan a sus senos donde atrapa con su boca su pezón izquierdo y lentamente empieza a morderlo a lo que Rossana responde con un fuerte gemido, el gemido que saca a Melissa y a Samantha de su apasionado encuentro en el suelo de la antesala a la cocina. Las chicas se apartan y sus cuerpos siguen calientes y sus respiraciones pesadas mientras sus bocas y sus coños están empapados. En sus caras se puede ver la vergüenza de la situación pues sus mejillas se han puesto tan rojas como un par de cerezas, voltean ambas a mirar desde donde proviene el gemido de Rossana y lentamente se van reincorporando sin hacer ruido.

– Tenemos que irnos ya…

El la cocina pueden ver como Rossana se levanta desnuda y se aleja un poco de la mesa donde Mr. Baxter aun sigue sentado, Rossana se coloca recostada a uno de los muebles de la cocina y sigue acariciándose lentamente su cuerpo cubierto de sudor y sus propios jugos humedecen su coño, James Baxter se empieza a levantar de la mesa y con una mano toma el extremo de una cadena de perro, poco a poco va apartándose de la mesa y desde abajo de la mesa a cuatro patas va saliendo a gatas la señora Susan Baxter, que aun vestida justo como la dejaran sus hijas, ahora lleva al cuello el collar de cuero negro de donde se engancha el otro extremo de la cadena que sostiene su esposo, ella camina siguiendo con su mirada y su lengua la verga de Mr. Baxter que asoma por fuera de sus pantalones a través del cierre. Con dos jalones a la cadena Baxter hace que Susan se levante del suelo y la coloca al lado de la desnuda Rossana, Mr. Baxter hace que Susan se arrodille y empiece a mamarlo hasta que esta a punto de correrse, saca su verga de la boca de Susan y hace que su semen caiga en chorros sobre el depilado coño de Rossana la cual toma parte de ese semen que mancha su piel y con sus manos lo esparce sobre su propios pechos.

– Hora del desayuno Sussy…

Susan se levanta y empieza a lamer y limpiar con su lengua los hermosos pechos de su empleada mientras su esposo la toma de la nuca apretando su cabeza contra esos senos y con la otra mano le acaricia su firme y redondeado trasero cubierto por el momento con una elegante falda ejecutiva.

– Así Sussy… buena chica, lame todo y deja muy limpios esos hermosos senos, buena chica, muy buena chica.

Susan solo sigue lamiendo mientras bajo su falda sus medias se van humedeciendo por los jugos que salen de su coño que arde en ganas de ser penetrado. Mr. Baxter, aun sosteniendo el collar de perro de Sussy, con sus manos presiona los hombros de su dócil esposa que simplemente reacciona arrodillándose hasta quedar a la altura del coño de Rossanna, Mr. Baxter ahora toma por la cintura a Rossana y la gira hasta que sus nalgas quedan frente al rostro de Sussy.

– Roxy ofrécele el culo a mi putita y tu putita has un buen trabajo con esa lengua.

Rossana toma sus redondeadas nalgas con ambas manos y las separa ofreciéndole su rosado esfínter a Sussy. Sussy saca su lengua y empieza lentamente a lamerle el culo a quien hasta hace un tiempo era solo su empleada doméstica.

Las dos hermanas permanecen de pie como dos estatuas de piedra al ver a su madre siendo usada como un juguete sexual en su propia casa, no atinan a moverse y cuando ambas son sacadas de su estado de shock por los sonidos de la bocina del auto de Samantha. Mr. Baxter mira hacia a la puerta y ambas se agachan para no ser vistas y corren a la salida más próxima y no paran de correr hasta llegar al auto.

– ¿Donde mierda estaban metidas se hace tarde, por que tardaron tanto?

Samantha pone a andar el auto y ni ella ni su hermana contestan a las preguntas de Valeria. Todo el camino las chicas no se atreven ni a mirarse y en sus mentes lo único que da vueltas y vueltas una y otra vez es ver aquella escena en la cocina donde su madre es participe como una dócil mascota sexual, una mascota obediente de los caprichos de su padrastro.

– Si me hubieran dicho que me iban a ignorar todo el camino hubiera pedido que me enviaran un chofer desde mi casa, ok, ¿que mierda les pasa acaso les comió la lengua el gato?

Ambas hermanas siguen en silencio y cada una recuerda cosas muy específicas de lo visto y vivido. Por su parte Melissa no puede dejar de pensar en el cuerpo de infarto de la perra de su empleada y en la forma en que su padrastro la hacia correrse una y otra vez, y al igual que Samantha no puede dejar de recordar la cadena y el collar de perro que su madre usaba ante ellos.

Horas después las chicas finalmente llegan casi al caer el sol a las montañas nevadas donde se dará la fiesta a la cual han viajado, al llegar a la pequeña ciudad se hospedan en el lujoso Hotel de Montaña Crowell propiedad de la familia de Valeria. Valeria baja del vehiculo hastiada por el viaje y al salir se encuentra con un botones que le saluda amablemente.

– Buenas tardes Srta. Crowell.

– No se que le ves de buena Jaime, sube a mi suite mis cosas y no tardes.

– Si señorita, soy Erick.

– Whatever… no tardes.

Diciendo esto entra rápidamente al hotel sin esperar siquiera que las hermanas Baxter bajen o se instalen en su habitación. Tres botones se encargan de bajar las maletas de las chicas mientras estas aun sin mirarse siquiera se dirigen a la recepción del hotel donde una hermosa chica pelirroja les atiende con una sonrisa.

– Bienvenidas Señoritas Baxter estábamos esperándolas, esta es su habitación ¿que tal estuvo el viaje?

– Bien… heeee creo que hay un cambio de planes.

– ¿Algún problema señorita Melissa?

– Sí. Quiero una habitación sencilla para mí, con vista a las canchas de esquiar

– Me temo que eso será imposible señorita… todas nuestras habitaciones están llenas por el festival de invierno y la fiesta de despedida de los DeLucca.

– Creo que tendrán que hacer un arreglo pues quiero una habitación para mí.

– Disculpe pero eso no puede ser, le repito que todo esta lleno.

– Creo que se te olvida con quien estas hablando… o me consiguen un cuarto o me cambio a otro hotel.

Quince minutos después, varias llamadas histéricas a otros hoteles, una recepcionista llorosa y un par de gerentes a punto de perder su amabilidad, las maletas de Samantha y Melissa son depositadas en la misma habitación que previamente habían reservado para ellas desde hacia 2 semanas.

Aun si hablar entre ellas ambas chicas se alistan para la famosa fiesta y horas después llegan por separado a una de las casas de montaña de la familia DeLucca, quienes son los anfitriones de la mega fiesta de despedida de vacaciones. Al llegar a la fiesta el ambiente es todo celebración con música animada, bailarines y luces como si fuese una discoteca. Muchísimos jóvenes están presentes, sin que falte el licor y por el momento discretamente el consumo de drogas, chicas en la improvisada pista de baile moviendo sus cuerpos sensualmente al compás de la música y pegándose tanto a sus compañeros de baile que casi pueden fusionar sus cuerpos.

Melissa es la primera en llegar y se dirige directamente a la barra donde le sirven un trago doble con el que quiere olvidar su extraño día. Samantha llega unos minutos después y justo al llegar es capturada por su novio Kevin DeLucca que tomándola por la cintura la besa apasionadamente al borde de la pista.

– Hola sexy, no sabes las ganas que tenia de verte, vamos a la pista.

– Hola… yoo…. también…

Kevin la arrastra a la pista donde empiezan a bailar, al principio Samantha se siente totalmente fuera de lugar pues su mente sigue vagando en los recuerdos de la mañana en su casa, pero poco a poco se va animando y el ritmo de la música empieza a hacerla olvidar sus pensamientos. Kevin aprovecha para deslizar sus manos por el cuerpo excitado de su novia y Samantha se deja hacer en medio de la pista de baile repleta de parejas y semioculta por las sombras de la noche que a ratos desaparecen cuando las luces de colores y reflectores iluminan el lugar.

Al otro extremo de la pista en una esquina oscura Melissa esta sentada en un cómodo sillón y sigue bebiendo queriendo olvidarse de todo lo visto esa mañana pero los tragos empiezan a tener un efecto inverso al que ella buscaba y cada vez más y más el recuerdo se hace más fuerte al recordar a Rossana. En serio podía ser tan buena esa perra, que tan delicioso sería ponerla a mamarle el coño, es un asco que su madre este involucrada en todo eso y peor pues ya no tiene siquiera algo con que presionar a Rossana y obligarla a mamarle el coño. En esos distraídos pensamientos la hacen desconectarse de la realidad y solo vuelve a ella cuando siente que alguien se sienta muy cerca a su lado.

– Hola Mely finalmente te encuentro.

– Hola Valeria, llegue hace un rato.

Valeria se sienta mucho más cerca de ella y por el ruido de la música le habla casi al oído.

– Sabes que había esperado esta fiesta por mucho tiempo, no sé por que estas actuando tan extraña pero me gustaría pasar un rato rico contigo…

Diciendo esto desliza una mano detrás de la espalda de Melissa y con la otra mano acaricia la pierna derecha de la chica que sigue mirando distraídamente a la gente bailar mientras acaba su tercer trago de la noche. La mano de Valeria empieza a deslizarse bajo la minifalda de Melissa acariciando la parte interior del muslo internándose en busca de la entrepierna, mientras Melissa mira la gente bailar una silueta que se mueve sensualmente capta su atención, sus caderas y sus brazos moverse al ritmo de la música y sus pechos subir y bajar. Las luces encienden y apagan y en un movimiento la mirada de lujuria de la bailarina se encuentra con la misma mirada de lujuria de Melissa que la observa como un gato que mira a su siguiente víctima, Samantha detiene su baile y solo continua cuando la luz que iluminaba su rostro se apaga.

– Puedes decirme ahora que mierda es lo que les pasa a ti y a tu hermana.

– Disculpa… pero no estoy de humor para hablar…

– ¿No estas de humor, pase todo el día ignorada en el asiento trasero de un auto como si fuera parte del equipaje y ahora me dices que no estas de humor?

– Puedes dejarme sola un momento.

– ¿Sola un momento? No te preocupes quédate sola. Vete a la mierda.

Valeria se levanta hecha una verdadera furia y se aleja de Melissa rumbo al baño, de camino va tropezando a todas las parejas que bailan al borde de la pista y un camarero la esquiva antes de que lo derribe, la chica sigue su rumbo perdiéndose en dirección al baño.

En la pista de baile Kevin tomando de la mano a Samantha la saca de la pista a toda prisa y se dirigen a un área del segundo piso de la casa donde pueden estar más cómodos y solos en improvisadas salas VIP. Kevin rápidamente empieza a besar a Samantha que no deja de acariciar los brazos y abdomen de su novio, Kevin no pierde el tiempo y colocando a Samantha contra la pared desliza sus manos debajo de la falta de su excitada novia que empieza a gemir y a mover sus caderas rítmicamente al compás de los dedos de su novio que se van mojando rápidamente con los fluidos vaginales.

– Vaya Sammy en verdad que me has extrañado, nunca te había sentido tan mojada

– Por favor.. te necesito dentro… necesito que me cojas…

– Así me gusta nena ya te voy a coger no desesperes.

Las manos de Samantha desesperadamente buscan soltar el cinturón y abrir los pantalones de Kevin que ya presenta una dura erección que Samantha toma con sus manos y empieza a masajear, siguen besándose y ya la blusa de Samantha esta abierta revelando sus hermosos senos que Kevin inmediatamente toma en sus manos besándolos y lamiéndolos, la voltea y la presiona contra la pared mientras le levanta la falda descubriendo sus redondeadas y carnosas nalgas que empieza a acariciar besar y hasta morder suavemente, lo que hace que la ya excitada Samantha casi pierda el control de su cuerpo, pues necesita con urgencia que le hagan el amor… No, no, ella quiere que se la cojan, en su mente ella no necesita que la traten con cariño ella necesita que su macho le coloque una mano en el hombro y la arrodille frente a el y le coloque su verga en su boca y que use su boca como una vagina. Necesita que le cojan la boca, que la usen, su novio sigue acariciándola y ella gime con deseo de estar a cuatro patas ante su macho chumándole la verga o estando en el suelo con la cara en la alfombra y sus pechos aplastados contra el piso con sus manos abriéndose las nalgas ofreciéndole su culo y su coño a su macho.

– Cojeme por favor.

Valeria entra al baño de damas hecha una furia y solo dos chicas conversan animadamente en el baño y al verla entrar rabiosa la miran con extrañeza.

– ¿Que me miran estúpidas? lárguense de mi vista.

Ambas chicas salen aprisa del baño y Valeria queda sola mirándose en el espejo del baño super molesta por la actitud de desprecio que recibe de Melissa. ¿Cómo se atreve a tratarla así?, espero por ella tanto tiempo que volviera de su viaje a Europa y luego su indiferencia las semanas después de volver. Entra en uno de los baños y se saca las bragas con ganas de mear, sentada en el retrete aun su rabia no baja solo de pensar en como a sido tratada todas estas horas. Escucha ruido dentro del baño y repentinamente la puerta de su privado se abre y ella intenta levantarse pero es tomada por el cuello y la cintura y es estrellada dentro de una de las paredes del minúsculo lugar. Valeria no puede reaccionar con sus bragas en sus rodillas y su asombro en la cara mientras Melissa la presiona mirándola a la cara.

– No vuelvas a tratarme como si fuéramos iguales.

– Pero que te pasa…

Plaff

Una bofetada deja aun más atontada a Valeria y sin quererlo se humedece mientras Melissa la toma por la barbilla y le dice:

– Recuerda que aquí tú eres mi puta y yo soy a quien le perteneces perra.

– Si…

Plaff

– ¿Si, qué mi puta?

– Si ama.

– Asi me gusta putita.

Melissa baja el escote de Valeria y toma los senos de la chica con una mano y acaricia y aprieta sus pezones para luego bajar la mano y meterla en su entrepierna y empieza a masturbarla mientras la besa apasionadamente, Valeria aun no sale del shock inicial y siente como la lengua de Melissa sondea su boca mientras la separa de la pared y lentamente se sienta en el retrete y con sus manos guía a Valeria hasta el suelo donde la arrodilla y abre sus piernas dejando su coño al alcance de la boca de Valeria que sin mediar palabras empieza a lamer y penetrar con su lengua el rico y depilado coño de Melissa que empieza a gemir y a contorsionar su cuerpo en el reducido espacio del privado.

– Aaaaaaggg sigue perra… así usa tu lengua… uffff necesito correrme sigue…

Valeria sigue con su cara metida en el coño de Melissa mientras la ve cerrar sus ojos y apretarse los senos con sus manos, Melissa no deja gemir y en su mente empieza a aparecer una imagen, su excitación aumente al imaginarse de rodillas en el piso y frente a ella el coño húmedo y depilado de Rossana. La lengua de Valeria se movía en su coño y ella empezó a mover su propia lengua, imaginando que lamia un coño pero no cualquier coño, era el coño de Rossana, ella necesitaba mamar ese coño pero ella nunca antes había mamando un coño. ¿Cómo se le ocurría mamar el coño de una simple empleada?, era humillante, una locura… pero era tan excitante…

Kevin sigue acariciando y besando las nalgas de Samantha y ella sigue pensando por que su novio no le da un par de nalgadas y unas buenas cachetadas para luego tirarla al suelo y cojérsela tan duro como pueda hasta que ella grite y se corra como una perra, Kevin la voltea y se levanta mirándola a la cara la va a besar y Samantha reacciona apartándole.

– ¿Pero que te pasa?

– Nada no me pasa nada… lo siento no puedo seguir.

– Pero no me puedes hacer esto Sammy… yo necesito…

– Disculpa debo irme.

– Samantha… espera… Samantha

Samantha se aleja de Kevin arreglando sus ropas mientras Kevin intenta seguirla pero sus pantalones y sus interiores en sus tobillos le hacen tambalear. Samantha sale de la habitación abotonando su blusa y arreglando su falda, baja a la fiesta y se dirige a la calle sin voltear atrás dejando muy lejos los llamados de Kevin.

La lengua de Valeria sigue moviéndose en el coño de Melissa y cuando sus manos empiezan a acariciar los muslos de Melissa ella simplemente la aparta con sus manos y se levanta del retrete. Sin decir palabras sale del privado mientras Valeria intenta reincorporarse y la ve arreglar sus ropas sus cabellos y desbloqueando la puerta del baño sale del lugar

– MALDITA PERRA.

Unos minutos después Melissa avanza por el pasillo del hotel rumbo a su habitación, en su mente hay muchísima confusión al recordar su reacción ante Valeria imaginando a Rossana. Detestaba estar tan caliente y lo peor era estar tan excitada pensando en el coño de la empleada de su casa. Abriendo la puerta de la habitación entra y se dirige al armario de donde saca una pequeña maleta de viaje, un segundo después escucha la puerta del baño y ve salir del baño a su hermana Samantha vistiendo una pijama de seda y encaje.

– Hola… pensé que estarías en la fiesta

– No… yo… no me sentía bien.

– Entiendo

Melissa sigue buscando su pijama en la maleta mientras Samantha la observa.

– ¿No encuentras tu pijama?

– Estoy segura que la guarde aquí.

– Déjame ayudarte.

– No por favor.

Samantha se aproxima a Melissa y ambas sujetan la maleta pero al Melissa apartarse de su hermana termina por volcar la maleta en el suelo de la habitación, todo su contenido queda desperdigado sobre el suelo.

– Lo siento.

– Déjalo así, ok.

Melissa se agacha a recoger sus cosas y Samantha también le ayuda metiendo la ropa en la maleta y poco a poco recogen todo. Finalmente solo queda el pijama perdido que estaba en el fondo de la maleta y al tomarlo ambas sienten que debajo de la suave tela algo más esta en el suelo, al levantarlo descubren el consolador con correas que Melissa trajera al viaje.

Samanta sostiene la verga de plástico mientras Melissa sostiene las correas y ambas se observan un largo momento y sus rostros se van acercando poco a poco hasta fundirse en un beso. Samantha siente como Melissa avanza hacia ella haciéndola caer de espaldas al suelo mientras se coloca sobre ella besándola y acariciándola sobre la delgada tela de su pijama. Las mutuas caricias se propagan como fuego y ambas chicas dejan sus cuerpos desnudos en poco tiempo besándose y acariciando sus senos y sus nalgas, finalmente se suben a la cama. Melissa se acuesta de espaldas y Samantha se coloca acostada de dándole la espalda casi sobre ella, sintiendo los duros pezones de los senos de Melissa en su espalda, las manos de Melissa acarician los senos de Samantha mientras sus lenguas juegan en sus bocas. Melissa va deslizando su mano desde los senos hasta el coño de Samantha y empieza a penetrarla primero con uno, luego dos y finalmente tres dedos que la hacen estar tan caliente que no puede parar de gemir.

Poco a poco Samantha se va volteando hasta quedar frente a frente con Melissa, que le coloca sus dedos llenos de los jugos de Samantha frente a la boca. Samantha simplemente abre la boca y con mucha practica limpia con su lengua todos los jugos de los dedos de Melissa, luego va besando el cuello de Melissa y sus besos van bajando hasta encontrarse con los exquisitos senos de Melissa los cuales empieza a acariciar lamer y besar, para luego dirigirse beso a beso por todo su abdomen pasando por su ombligo hasta llegar al delicioso coño de Melissa que no ha necesitado estimulación para estar completamente mojado. Su lengua y boca se apodera del coño de Melissa y esta no puede parar de gemir al sentir la lengua de su hermana entrar en su coño o hacer círculos sobre su clítoris. Samantha desliza la lengua hasta la entrada del ano de Melissa que sigue gimiendo mientras Samantha sigue mojando su coño de placer, Melissa agarra el consolador que esta tirado en la cama y mirando a Samantha le ordena masturbarse. Samantha se coloca a 4 patas y con sus dedos se bombea el coño que palpita con ganas de ser atendido, se estremece de placer y empieza a gemir más y más fuerte.

Los gemidos de Samantha van excitando muchísimo más a Melissa que la observa en cuatro patas sobre la cama, en su mente solo puede pensar en el momento en que Rosanna este a 4 patas justo como lo esta su hermana ahora ante ella. “Necesito cojerme a Rosanna, lo necesito tanto, necesito comerme ese coño… ¿Pero qué locura es esta, cómo pudo estar pensando en comerle el coño a la sirvienta? Estoy tan caliente”. Se coloca el dildo de plástico, sacando los dedos de su hermana del coño mete los suyos y cuando los siente muy húmedos los saca y empieza a humedecer el dildo con los jugos que escurren de sus dedos para luego lentamente ir introduciéndolo en el encharcado coño de Samantha que no logra dejar de gemir y simplemente va sintiendo como poco a poco es penetrada por el dildo de Melissa.

Finalmente Samantha se siente llena, se siente usada, se siente una puta, solo una cosa haría ahora que se sintiera aun más puta y es el collar de perro y la cadena que vio en su madre esa misma mañana, pero eso es demasiado pedir. Melissa ahora empieza a bombear, al principio lento pero luego más rápido y fuerte el coño de Samantha.

Melisa continúa penetrándola y luego de un momento la hace voltearse y acostarse en la cama y empieza a mamarle y lamerle los senos mientras la penetra, ambas se besan y acarician casi llegando al orgasmo. Samantha se saca el consolador y empieza chuparlo y limpiarlo, lo quita de la cintura de Melissa y Melissa la agarra de la nuca y entierra el rostro de Samantha en su coño y Samantha sumisamente empieza a mamarla.

Hacia unos minutos la puerta de la habitación se había abierto y una persona había entrado sin hacer ruido, sentándose en un cómodo sofá se dedico a ver el espectáculo de las hermanas arrechas y zorras. Melissa voltea un poco y con ojos bien abiertos ve a Valeria masturbándose y lamiéndose los labios. Melissa con una sonrisa de lujuria parece como si la llamara a la cama y Valeria se coloca detrás de ella y agarrándole los senos la besa y la acaricia. Mirando a Samantha comerle el coño, Valeria le comenta al oido a Melissa:

– Samantha necesita una mamada de coño tanto como tu…

Samantha esta tan ocupada que no dice nada y sigue mamando. Valeria se ubica detrás de Samantha y empieza a comerle el coño y Samantha esta a punto de explotar de placer. Valeria se coloca el arnés con el dildo y empieza a lamerle el ano a Samantha y Samantha pierde control, Valeria le mete un dedo luego dos y finalmente cuando Samantha gime sin control entre lamida y lamida al coño de su hermana menor, Valeria le va metiendo poco a poco el dildo. En la saturada y convulsa mente de Samantha solo hay un pensamiento “Soy una puta perra que solo necesita que se la cojan y que la hagan sentir una mascota sexual… justo como mi madre, soy una verdadera hija de puta… esto es tan excitante”

Ambas chicas se cojen a Samantha, Melissa sosteniendo la nuca de su hermana mientras la hace enterrar su lengua en el coño y siente cada bombeo que recibe de la excitada Valeria que sin tregua mete y saca, una y otra vez el dildo en el ano de Samantha que ya a estas alturas a dejado de pensar agotada de tanto placer que ha recibido, finalmente Melissa no puede más y empieza a correrse en la cara de su hermana bañándole los cabellos de sus jugos y convulsionando de placer al imaginar la lengua de Rosanna metida en su coño.

Samantha se queda aturdida y Valeria le saca el dildo del ano y al ver a Melissa levemente repuesta se aproxima a ella y se entrelazan en un beso que se prolonga hasta quedarse aturdidas. Samantha reacciona un momento después y descubre a ambas chicas aturdidas junto a ella en la cama y simplemente se acuesta sobre las piernas de las chicas y se deleita mamando intercaladamente el coño de Valeria y el de Melissa y así se va quedando dormida.

Fin de la Primera Parte

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Relato erótico: “Las Profesionales – Casa de marionetas esclavas 2” (POR BLACKFIRES)

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JEFAS PORTADA2Las Profesionales – La casa de las marionetas esclavas: Parte 2.

Sin títuloLa mañana de un nuevo día filtra la luz del sol por la ventana de la elegante habitación que ocupan Melissa y Samantha Baxter en el Hotel de Montaña. El día encuentra a ambas hermanas desnudas y abrazadas en la cama con sus cabellos castaños dorados revueltos y hechas una madeja de piernas y brazos. La habitación es un desorden de ropas y maletas. Melissa es la primera en despertar y poco a poco va rememorando la noche pasada y se da cuenta que esta abrazada a su hermana mayor que duerme con cara de satisfacción total y una sonrisa de alegría. Melissa rápidamente se suelta del abrazo y se va al baño, moja su rostro tratando de despertar de la pesadilla sexual que vivió la noche anterior. Minutos después sale del baño y encuentra a Samantha recogiendo las cosas de la habitación y metiéndolas apresuradamente en las maletas, sin cruzar palabras ni miradas empiezan la tarea de salir del hotel, lo que hacen en poco tiempo y emprenden el viaje de vuelta a casa.

Como es de suponer el viaje de vuelta a casa se hace lo más largo del mundo, casi sin hablar y esperando que todo sea un mal sueño. Por lo menos el tráfico de entrada a la ciudad y el hecho de que habían salido justo al amanecer, hacen fácil y sin escalas el viaje rumbo a la mansión.

Ambas chicas agotadas por el largo viaje y por la cantidad de cosas que pasan en sus mentes, finalmente llegan a su mansión, bajando algunas de las maletas llegan a casa. Ya los últimos rayos del sol dan a todo un color naranja y las sombras de la próxima noche empiezan a aparecer cuando ambas entran a la sala de la mansión encontrándola vacía. Caminan a la cocina donde se escuchan ruidos y esperando no encontrar una escena como la de la mañana anterior ambas entran encontrándose a Rossana.

– Buenas noches señoritas, en un momento les preparare algo de cenar.

Ambas chicas observan a Rossana ocupada en los deberes de la casa y casi no pueden creer que sea la misma puta que sometiera a su madre en esa misma habitación a una humillación tan grande. Samantha es la primera en hablar.

– ¿Rossana donde esta mi madre?

– Señorita Samantha su madre salio con su padre…

– EL NO ES MI PADRE.

– Disculpe señorita Samantha, su madre salió con el Sr. Baxter en un viaje de último momento.

Ahora es Melissa la que interviene en la conversación.

– Eso no es posible pues mi madre nos lo hubiera avisado, ¿Dónde esta mi madre?

– Ya les dije que los señores salieron esta mañana en un viaje de último momento.

Samantha mirando Rossana con todo el desprecio del mundo toma el teléfono más cercano y marca rápidamente el celular de su madre el cual empieza a sonar. Activando el speaker escuchan los tres tonos de marcado y después Susan Baxter contesta.

– Hola…

– Madre soy Samantha ¿dónde estas?

– Hola Sammy como estuvo el viaje, tu padre y yo salimos de viaje.

– Mon el no es mi padre, ¿quiero saber dónde estas? Necesito conversar algo urgente contigo.

– Sammy querida ¿te pasa algo? ya te dije que estoy con Jimmy de viaje, disculpa que no te pueda atender pero me están esperando ahora. No te preocupes, en cuanto estemos de vuelta hablaremos.

Antes de que Samantha pudiera recriminarla por el “Sammy” y preguntarle por tercera vez su paradero la conversación de interrumpe. Melissa esta completamente furiosa y Rossana la observa como si no entendiera nada de lo que esta pasando.

– No sé que esta pasando aquí, pero en cuanto mi madre regrese esto se va a aclarar ¿entendiste?

– Señoritas no entiendo por que esta tan molesta con…

– No te hagas la estúpida Rossana este jueguito se va a terminar ¿Ok?

Diciendo esto ambas chicas salen de la cocina en dirección a sus respectivos cuartos, donde sin cruzar ni media palabra se encierran cada una en su habitación.

Las horas pasan y Melissa esta cada vez más ansiosa, como es posible que Rossana actuara con tal desfachatez ante ellas sin el menor remordimiento, lo peor era escuchar a su madre decirles que estaba con ese infeliz de viaje. No podía ser posible que su madre estuviera de acuerdo en todo este asunto tan asqueroso. Melissa escucha pasos en el corredor, pasos que se alejan y rato después vuelven por el pasillo, unos minutos después alguien toca la puerta de su habitación.

– Señorita Melissa le traje su cena.

– Llévatela no quiero nada ahora.

Melissa no escucha pasos, así que supone que Rossana sigue en la puerta. Tantas ideas y cosas en su mente la habían hecho olvidarse de la cena y ya estaba lista para irse a la cama. Lo piensa un momento y decide que es tiempo de tener “una de aquellas conversaciones” que sabía tener con la servidumbre. Abriendo la puerta hace pasar a Rossana que deja una bandeja en la mesita más próxima y voltea para salir pero es interceptada por Melissa quien cierra la puesta tras de si.

– Es hora de que tú y yo hablemos sobre lo que hay entre James, y… tú y lo que le han hecho ambos a mi madre.

– Disculpe señorita Melissa pero yo no puedo contestarle nada, el señor y la señora Baxter son los que pueden aclararle…

– En primer lugar yo tengo todo el derecho de preguntarte lo que me de la gana ¿entiendes empleada? En segundo lugar tú tienes el deber de contestarme pues soy tu jefa, estúpida igualada. Así que ahora mismo me vas a decir que mierda le han hecho a mi madre o te despido en este mismo instante.

– Lo siento señorita Melissa… pero ya le dije quien puede aclararle sus preguntas y solo el Sr. Baxter puede despedirme.

Estas palabras terminan de enardecer a la ya enfurecida Melissa que se le va encima a Rossana y tomándola por un brazo con su mano libre le da una sonora cachetada mientras le grita.

– ¿Quién te has creído que eres perra igualada, como te atreves a contestarme así?

Rossana sorprendida por la agresión baja la cabeza y Melissa saborea el triunfo de haber puesto en su sitio a la sirvienta de la casa. Rossana lentamente levanta el rostro y la mira sonriendo. Con un rápido movimiento se suelta de Melissa y levantando su mano le coloca dos cachetadas tan fuertes a la chica que hacen que la menor de las niñas Baxter pierda el balance y atontada termine apoyada en la pared. Rossana la agarra por un brazo y la presiona contra la pared. Mirando a su alrededor, toma una bufanda de un perchero y rápidamente amarra las mano de la sorprendida Melissa que no sale de su asombro al verse atacada por su sirvienta.

– Suuuuelta… suéltame, SUELTAMEEEE

Rossana la toma por el rostro y le dice:

– Ninguna niña riquilla hija de puta malcriada tiene derecho a golpearme ¿Entendiste?

Tomándola por el cabello que Melissa se había recogido en una coleta para dormir, la hace caminar a la cama donde la tira boca abajo y Melissa sigue gritando desesperada.

– Cierra la boca estúpida, esta noche te voy a dar una lección para que aprendas quien manda ¿Entendiste?

Diciendo esto Rossana se saca sus propias bragas de debajo de su falda de empleada domestica y haciéndolas una bola espera el siguiente grito de la desesperada Melissa para meterle a la fuerza sus bragas en la boca almorzándola y acabando con sus gritos. Atada y amordazada Rossana la toma de la cintura y forcejeando la coloca boca abajo sobre sus piernas y le baja la pijama y jalándole las bragas le deja desnudas las blancas nalgas que empieza a castigar con sonoras palmadas que van poniendo un tinte carmesí en el blanco culo de Melissa.

Rossana castiga sin compasión el redondeado trasero de la chica que solo atina a gemir con cada nueva nalgada, a medida que las nalgas se tornan más y más rojas su coño empieza a reaccionar de una manera que la misma Melissa tarda en comprender, se esta mojando, cada nalgada la hace sentirse más expuesta y más humillada y poco a poco su coño se va encharcando en sus jugos, mientras los dedos de la mano Rossana, que golpeando con la palma abierta, van dejando marcas rojas en sus nalgas.

Rossana lentamente deja de nalguearla y descubre la humedad creciente en el coño de la chica y lentamente empieza por meterle un dedo y luego dos y hacerlos entrar y salir, a lo que Melissa responde con nuevos gemidos tras la mordaza, pero a diferencia de los primeros gemidos estos son casi de placer, si no fuera por lo humillante de la situación.

“Debo ser una estúpida como me estoy mojando si esta perra me esta violando, aaaaaagggg”. Tres dedos de Rossana ahora entran sin resistencia en el encharcado coño de Melissa que sigue gimiendo y solo siente que es tirada como un saco de patatas sobre la cama y estando boca arriba Rossana se coloca sobre ella y metiéndole los dedos en el coño nuevamente hace que su cuerpo haga presión sobre ella y empieza a besar el rostro de Melissa que ya no para de gemir al sentir el bombeo de los expertos dedos de su atacante, que empieza a besarla sobre la mordaza y poco a poco va besando lentamente su cuello y se desplaza a sus senos donde tomando sus pezones que están duros como rocas los muerde primero para luego chuparlos.

Sin piedad y con casi perversa precisión se desplaza beso a beso hasta el coño de la chica que la recibe con sus piernas abiertas y sacándole los dedos empieza a usar su lengua en el sensible y húmedo coño haciendo que la atada e indefensa chica llegue a un orgasmo tan fuerte que la deja prácticamente inconsciente.

Después de lo que parecen horas una aturdida Melissa se va reponiendo de todo aquello y se encuentra sin ataduras y sin mordaza acostada en su cama, sola en su habitación. Casi no puede creer todo lo que paso y se siente humillada y estúpida por haberse dejado hacer de su empleada, pero lo más horrible del caso es que en otras circunstancias lo hubiera disfrutado. “¿En verdad lo disfrute? Debo estar perdiendo la razón, no puedo creer que me corriera de esa manera”. Melissa intenta levantarse pero no tiene fuerzas suficientes para lograrlo y se va quedando dormida lentamente mientras su coño se va humedeciendo otra vez.

La mañana sorprende a la atontada Melissa que luego de arreglarse un poco baja a la cocina donde escucha voces al ir aproximándose, al entrar descubre a Samantha sentada a la mesa terminando su desayuno mientras Rossana limpia trastos. Todas se mantienen en silencio. Finalmente Samantha se levanta sin mirar o saludar a su hermana y sube a su cuarto, Melissa sentada a la mesa y a diferencia de sentirse indignada por la situación de la noche anterior, no puede dejar de imaginar a Rossana desnuda. Es tan humillante estar allí sentada mirando a la empleada de espaldas y solo imaginar lo excitante que seria comerle el culo y el coño, para ella más denigrante que imaginar hacérselo, es hacerlo con la empleada.

Melissa esta tan nerviosa mirando el culo de su empleada y su desayuno sigue allí a medio comer, un segundo después Rossana voltea y le dice:

– ¿Ya terminaste tu desayuno o ves algo más que se te antoje comer?

Melissa casi puede sentir como toda su sangre se le agolpa en el rostro y a medida que su rostro se torna carmesí su coño se va humedeciendo al punto de mojar las nuevas bragas que esa mañana se había puesto. No puede terminar el desayuno y bajando la mirada se levanta y sale de la cocina y casi corriendo sube a su cuarto para encerrarse en el todo el día. Intenta distraerse mirando la TV o leyendo algo en la red pero por más que lo intenta, termina imaginándose cogiendo con Rossana y masturbándose como si fuera una puta caliente. Las horas van pasando y ella no para de masturbarse, intenta dormir pero es imposible.

La tarde va cayendo y ella esta exhausta y saliendo de la ducha, en su quinto baño de agua fría del día, casi esta por llegar a su cama cuando escucha pasos en el pasillo y alguien llama a la puerta. Su corazón empieza a latir a mil por hora y casi en cámara lenta se ve a ella avanzando hacia la puerta.

– ¿Qui.. quien, quién es?

Tres toques más en la puerta son la respuesta, su corazón se detiene cuando observa su mano girar la manija de la puerta.

Rossana entra a la habitación cargando una charola de plata y la cena servida en la vajilla de porcelana, camina sin decir nada y coloca la bandeja en una mesa cercana a la ventana mientras sumisamente Melissa la observa casi temblando de excitación.

Rossana voltea y Melissa no se atreve ni a mirarla a los ojos, sigue de pie, allí a unos pasos de la puerta con sus cabellos castaños húmedos y su cuerpo envuelto en una bata blanca que atada a su cintura, marca perfectamente el contorno de ese cuerpo delicioso que Rossana hizo suyo. Rossana camina hasta ella y tomando con una mano el nudo de la bata y con la otra usando su dedo índice marca el contorno del escote, desde su abdomen subiendo hasta sus senos y se detiene casi al llegar al cuello de la bata, le dice:

– ¿Hoy quieres discutir algo conmigo?

Melissa temblando de pies a cabeza intenta articular palabra pero solo deja escapar una leve y casi inaudible respuesta, mientras su cabecita se mueve de forma negativa.

– noo…

– Bien, entonces come tu cena y vete a la cama.

Diciendo esto Rossana sale del cuarto cerrando la puesta mientras la humillada Melissa siente como su cuerpo esta ardiendo y en sus muslos corre la humedad proveniente de su coño que solo con la entrada de la empleada al cuarto se puso a soltar babas como si fuera una fuente, sentándose a la mesa termina los alimentos que le han traído a la habitación y unos minutos después se mete a la cama y se va quedando dormida.

La mañana la encuentra desnuda en su cama y Melissa aun sin comprenderlo esta aun mas hambrienta de comerse el coño y el culo de su empleada, es una locura pero es real. La atontada chica se va al baño y lava su rostro y se asea para comenzar el día. Al salir del baño toma una bata de seda casi transparente y mientras se la pone sobre su cuerpo desnudo, asomándose por la ventana descubre el sol en lo alto, lo que le indica que es bastante tarde. Al prestar más atención mirando por la ventana de su cuarto, que da al jardín trasero de la casa, descubre a Samantha tomando el sol en la piscina, sus ojos permanecen cubiertos por un par de lentes de sol mientras sus oídos tienen puestos los audífonos de su Ipod que descansa junto a ella en la mesita cercana, al lado de un gran vaso de jugo de naranja que le refresca en esa soleada mañana.

Samantha aparece acostada boca arriba luciendo ese hermoso par de senos que un pequeñísimo traje de baño de dos piezas intenta cubrir sin éxito, su piel blanca ya luce levemente bronceada por el sol y parece brillar debido a las millones de perlitas de sudor que cubren su piel, su depilado coño esta ligeramente cubierto tanto por la parte inferior del bañador y por una de sus manos que descansa distraídamente sobre el, sus torneadas piernas terminan el conjunto, presentando su pierna izquierda flexionada y la derecha estirada.

Melissa sigue en la ventana mirando con deseo creciente el cuerpo exquisito de su hermana mayor. Casi no puede creer que solo un par de noches atrás ese cuerpo había estado completamente a merced de sus más morbosos deseos, haciendo de Samantha una cuerda de violín que vibraba de deseo a cada toque magistral que Melissa le diera. Ahora no puede creer las ganas de bajar y comérsela en la piscina, se ruboriza al recordar que esa es su hermana mayor pero vaya que su hermana es buena comiendo coños.

Sigue mirando por la ventana y Samantha se acuesta boca abajo dejando ver su espalda y su carnoso y redondo trasero. Melissa empieza a tocarse y ya no puede quitarle los ojos de encima a Samantha y sus nalgas deliciosas. Lentamente todo a su alrededor deja de importar y solo mirar a Samantha es importante. Desearla, tenerla allí en esa misma piscina, colocada a cuatro patas mientras Melissa sentada la observa usar su lengua en su coño y hacer que llegue al orgasmo. Sus pensamientos vuelan y es cuando siente que la agarran por los brazos proyectándola con fuerza contra la pared y Rossana sin darle oportunidad a reaccionar la besa metiendo su lengua en la boca abierta de asombro de Melissa. Melissa después de la primera impresión se deja hacer y Rossana la pone contra la ventana mientras le besa el cuello, le acaricia los senos y deslizando su otra mano al coño, sin necesitad de someter por la fuerza a la atontada Melissa. Rossana le aprieta un seno mientras la coloca justo frente a la ventada donde ambas pueden observar a Samantha que descaradamente en la piscina abre las piernas y empieza a masturbarse.

Melissa no aguantara mucho mientras el ataque sexual de Rossana continua con caricias y besos mientras le habla al oído.

– Que coño tan delicioso tienes Mely, me encanta lo excitada que estas, estas babeando tanto, mira como dejas mis dedos pegajosos. Sammy esta tan excitada como lo estas tú. Ves como bombea su coño mientras yo bombeo el tuyo, seria delicioso que se corrieran ambas a la vez. Mira como se levanta sin sacarse los dedos… Ummmm se esta quitando el bikini… mira como suben y bajan esos senos, se esta apretando los pezones como si lo necesitara para tenerlos más duros.

Melissa ya no puede seguir el hilo de lo que le dicen pues no deja de observar como su hermana se masturba como una perra en celo en medio de la piscina.

– Mira que sucia es tu hermana ¿debe ser una tremenda puta en la cama no crees? ¿Te encantaría comerle el coño a esa perra? No. No creo que quieras comerle el coño a esa puta, tú quieres comerle en coño a una verdadera hembra. Una hembra que con solo proponérselo te puede poner a cuatro patas a comerle el coño como tú quieres comerlo.

En la mente de Melissa un destello de cordura la intenta devolverla a la realidad en medio de un orgasmo inminente al ver a su hermana caliente y ser ella el juguete sexual de su empleada.

– No, noooo… yo no como coños…

Rossana sonríe al escucharla intentar replicar y le dice al oído.

– ¿No comes coño? ¿Eres demasiado fina para comer el coño de una verdadera hembra, no puedes estar como una puta viciosa comiendo coños?

– no nooo yo no…

– Sí, claro que lo haces Mely, eres una puta justo como tu hermana…

Melissa no logra entender por que su mente no deja de aceptar las palabras de su empleada y sin darse cuenta hacia menos de un minuto su mano derecha había sido guiada a su entrepierna por la mano de Rossana y ahora se masturbaba a ella misma mientras Rossana lo hacia por igual, el ambiente se va llenando del olor a hembra en celo y Melissa no puede ordenar sus ideas.

– Te demostrare lo puta come coños que eres Mely.

Sacando dos dedos de su propio sexo Rossana los lleva llenos de sus jugos hasta la boca de Melissa y dándoselos a probar la indefensa chica los empieza a lamer con desesperación, con solo el aroma y el sabor de los jugos de Rossana hacen que comience a venirse como una completa puta. Orgasmo tras orgasmo acaban con la conciencia de Melisa que casi pierde el sentido.

Minutos después Rossana pasa sus dedos bajo la nariz de la aturdida Melissa que empieza a reaccionar.

– Ves que sí eres una gran puta. ¿Quieres comerme el coño no es así?

– siiiiiii…

Rossana sostiene con un brazo a la semidesnuda y aturdida chica mientras con la otra mano acaricia su rostro y besa su cuello. Melissa siente el calor del cuerpo de Rossana con sus grandes senos a su espalda.

– Dilo.

– Quiero… quiero comerme tu coño.

La lengua de Rossana recorre desde la base del cuello hasta el oído de Melissa donde le dice:

– En ese caso gánatelo…

Diciendo esto la empuja hacia la cama, y la desconcertada chica la observa alejarse hacia la puerta. Una desesperación se apodera de ella y antes de que Rossana salga le dice casi entre sollozos.

– No sé como ganármelo, por favor no me dejes así…

– Se me ocurre una forma… tráeme a tu hermana tan puta y controlada como tu lo estas.

– Por favor, no puedo hacer eso…

– Claro que sí puedes, si no lo haces no volverás a correrte y tú para vivir necesitas correrte tanto como respirar, ahora tráeme a la otra puta.

Sin más Rossana sale de la habitación dejando a Melissa que, desde la cama como una muñeca de trapo, se ha ido escurriendo hasta quedar sentada en el suelo de la habitación humillada, indefensa y tratada como una puta por su empleada. La bata de seda esta abierta revelando sus redondos senos y sus durísimos pezones, sus cabellos castaños claros caen en bucles desordenados que algunos rizos cubren parte de su busto delicioso. Con su cabeza inclinada hacia el suelo se observa sentada en el suelo con sus piernas desnudas abiertas y sus manos que descansan en sus piernas con las palmas hacia arriba, el coño le palpita y sigue encharcado de sus jugos. Vista desde cierta distancia cualquiera diría que es una muñeca mecánica de carita de porcelana que se le ha acabado la cuerda o simplemente una marioneta a la que le han cortado los hilos. Lo peor de todo era el nivel de excitación que alcanzaba con cada humillación, y las ganas enfermizas de comerle el coño a Rossana y poder venirse como una puta.

El día avanza sin incidentes Rossana continua en los trabajos de la casa y ambas hermanas siguen encerradas en sus cuartos. Por su parte Melissa pasa todo el día masturbándose sin poder llegar a su anhelado orgasmo, ¿cómo era posible no poder llegar si hacia solo unas horas se había venido tantas veces que había perdido la cuenta? Hora tras hora su frustración se hace más y más grande sin poder correrse, usa todo cuanto tiene a mano.

– Esto no puede ser ¿como es posible estar tan caliente por la perra de mierda? Debo estar enferma, solo puedo pensar en el coño de esa estúpida, y tuvo el descaro de pedirme que le entregue a Samantha… ufff necesito correrme, ya casi, yaaaa casiiii, no, no noooooooo, MALDICIÓN… no puedo… no puede ser tan complicado, solo tengo que calentar lo suficiente a Sammy y ella haría cualquier cosa por más sexo… ¿pero se dejaría coger de la empleada?

Solo tiene que levantarse para llegar a la puerta, caminar el corto trecho al cuarto de Samantha, Samantha como siempre en su computadora teniendo una sesión de cibersexo con alguno de sus amigos, la muy puta mirando con cara de zorra la webcam mientras se aprieta las tetas, se mete los dedos en el coño, su lengua moja sus labios y se mueve como una serpiente saliendo de su boca apetitosa.

Al cerrar los ojos y meterse los dedos en el coño no puede ver detrás de ella a Melissa, que solo tiene que tomarla por los brazos y empezar a besarle los hombros, luego el cuello, mientras sus manos capturan sus senos y luego se deslizan por su abdomen hasta llegar a su coño, y cuando finalmente la bese y meta su lengua en su boca, se sentara después en sus piernas y la hará mamarle los senos mientras Melissa le dice lo rico que lo chupa, solo necesita tomarla por la barbilla para mirarla a la cara y ver sus ojos de lujuria para después besarla mientras se pone de pie y sin soltar el beso con una poca de presión en los hombros de Sammy, hacerla arrodillarse y ponerla a comerle el coño… en ese momento recuerda la webcam y saber que esta siendo vista seduciendo a su hermana mayor la vuelven a la realidad…

Melissa esta de pie apoyada en la puerta de su habitación con una mano en la manija de la puerta y en la otra sostiene un vibrador cubierto por sus jugos vaginales, todo había sido un sueño o una pesadilla. Esta en la puerta a punto de salir y seducir a su hermana y entregársela a Rossana, siente como cada músculo de su cuerpo le pide a gritos abrir esa puerta y seducir a Samantha para poder comerle el coño a Rossana y finalmente correrse a gusto.

Angustiada quita su mano de la manija de la puerta y para despertarse la pasa por su rostro, el rastro de fluidos de Rossana que quedo en la manija de la puerta al salir llega a su nariz y casi como si su cuerpo y mente se desconectaran de ella, simplemente se ve avanzar por el pasillo, en piloto automático llega hasta la puerta del cuarto de Samantha abre la puerta y entrando al cuarto la encuentra justo donde la imagino. Sentada frente a la computadora. Melissa se coloca detrás de ella y un video en la pantalla de la computadora capta toda su atención, dos chicas vestidas con trajes de goma y mascara de latex esta atadas a un artefacto donde sus tobillos, rodillas y muñecas están sujetos al aparato que al parecer puede ajustar sus posición facilitando el acceso a sus coños y a sus culos o a sus senos, áreas que el traje de latex deja al descubierto. Un hombre fuera de cámara toma a una de las chica por la cola de caballo que sale de la mascara que cubre su cabeza y empieza a usar la boca de la chica como una vagina mientras otra mujer se coloca detrás de la segunda chica atada y empieza a comerle el coño.

Melissa de pie y Samantha sentada observan atónitas como el hombre y la mujer usan los cuerpos de ambas chicas como si de unas marionetas se trataran pues activando ciertos dispositivos los cuerpos de las chicas son movido adelante o atrás, puesto de pie o colocados en diversas posturas que facilitan al hombre y mujer llegar a los orificios de las chicas que son llenados con lenguas, vergas o vibradores. Las dóciles marionetas solo atinan a gemir al ser acariciadas o penetradas por sus agujeros en aquel bizarro espectáculo de títeres sexuales, ambas a merced de sus amos titiriteros.

Ambas hermanas sienten como sus coños empiezan a hormiguear y sus cuerpos se erizan al ver como ese hombre y esa mujer hacen que ambas chicas lleguen al orgasmo una y otra y otra vez, ya para entonces Samantha y Melissa se masturban descaradamente y poco a poco Samantha que va abriendo sus piernas hace contacto con Melissa. Es cuando ya no pueden contener sus ganas de besarse y masturbarse una a la otra, con maestría calculada Melissa coloca sus manos en los hombros de su hermana mientras se besan y poco a poco va aplicando fuerza suficiente hasta hacerla arrodillarse frente a sus piernas abiertas y Samantha después de acariciar y besar su cuerpo siguiendo el camino al sur termina enterrando su lengua en el encharcado coño de Melissa. Luego de varios minutos Samantha no ha podido hacer que Melissa se corra y Melissa esta frustrada con tantos intentos, una y otra vez la lengua de Samantha entra y sale de entre las piernas de su hermana menor y sus labios atrapan su clítoris que hace que el grito casi animal de excitación escape de la garganta de Melissa, pero no logra hacerla llegar al orgasmo.

Finalmente Melissa toma por el rostro a Samantha y mirándola a los ojos le observa la cara húmeda de fluidos vaginales mientras le dice:

– ¿Que harías por mi putita?

Samantha lamiendo sus labios saboreando los jugos de su hermana contesta sin retraso.

– Lo que tú quieras…

Tomándola por la cintura la levanta del suelo donde estaba arrodillada y la hace caminar al cuarto de Rossana, Melissa abre la puerta del cuarto y ambas son invadidas por el aroma a sexo que satura el lugar proveniente del coño de Rossana, el aroma entra en sus pulmones y su cerebro se va desconectando de la realidad. Ambas chicas están de pie mirando a Rossana acostada en la cama vestida con un finísimo juego de lencería de encaje negro que contrasta con su piel clara, ella sigue masturbándose con un gran vibrador con sus piernas separadas y cubiertas por las medias de seda y sostenidas por ligueros, Rossana sonríe al verlas allí a las dos como dos indefensos ratoncitos hipnotizados por las serpiente que esta por devorarles, se saca el vibrador y las chicas la ven caminar hacia ellas como si flotara en una nube, se para frente a ellas y sonriéndole a Samantha le dice:

– Has sido una muy buena chica, lo has hecho muy bien Sammy.

Sin dejar de mirarle los senos a Rossana, los cuales están casi por desbordarse del ajustado sostén de encaje, Samantha contesta.

– Gracias señora…

El aturdido cerebro de Melissa se esfuerza por entender la situación, nada de esto tiene sentido: “¿Por que le agradece a Sammy, sí yo fui quien cumplió lo que me pidió, yo traje a Samantha hasta aquí? Debe haber algún error…” mientras Melissa intenta razonar esto, las observa y Rossana soltando su sostén deja libres ese hermoso par de senos con aureolas coronadas con unos duros pezones que Samantha no puede dejar de mirar. Rossana tomando por la barbilla a Samantha, la atrae hacia ella y le besa apasionadamente y luego lentamente soltando el beso hace que la cara de Samantha descanse en sus senos y Samantha como una mirada de estúpida solo atina a besar los pechos y sacar su lengua para lamerlos.

– ¿Qué mierda esta pasando aquí yo…

La idea que Melissa lograba ordenar queda incompleta y su cerebro simplemente se apaga cuando aun acariciando el cabello de Samantha que sigue besando y lamiéndole los senos, Rossana extiende su mano que sostiene el vibrador de goma inundado de sus jugos hasta ponerlo frente a la cara de Melissa y Melissa instintivamente abre la boca y engulle el vibrador y su exquisito sabor termina por doblegarla, lame todos esos jugos y mientras sus manos reemplazan la mano de Rossana y sostienen el vibrador que lame y limpia con devoción, va cayendo de rodillas justo frente a Rossana y Samantha.

– ¿Ahora entiendes que tan excitante puede ser la vida Sammy?

Rossana sigue hablando con Samantha que sigue besando y lamiéndole los senos, pero nada de lo que dice tiene la menor importancia para Melissa que luego de limpiar todos los jugos del vibrador, Rossana coloca una mano detrás de la nuca y guía la cara de Melissa hasta enterrarla en su coño. Ella sigue de rodillas con su cara en el coño de Rossana y oleada tras oleada de placer barren el cuerpo en una constante que no termina de llevarla al orgasmo pero le erizan de pies a cabeza, no hace otra cosa que aspirar el aroma de ese coño que finalmente la desconecta del mundo real.

Melissa no se da cuenta de nada de lo que pasa y solo siente el deseo incontenible de seguir comiéndole el coño a Rossana, que en ese momento le coloca un collar de cuero con una argolla y sujeta el extremo de una cadena al cuello de Samantha, mientras la besa en la frente y le acaricia los senos, Samantha baja sus manos recogiéndole el cabello castaño rizado a Melissa y jalándola hacia arriba por el cabello la separa de ese coño, Rossana le coloca otro collar y cadena en su cuello a la indefensa chica lo que le provoca en Melissa un orgasmo infinito.

Fin de la Segunda Parte.

Nota del Autor: Como siempre agradezco infinitamente los comentarios o e-mails que me hacen llegar a mi correo blackfires@hotmail.com o dejan directamente aquí en todorelatos.com. Cada una de sus palabras son bien recibidas y en caso de ser posible contestadas y sus ideas usadas en los relatos.

“Casa de Marionitas 1 y 2” han sido creados intentando complacer a la gran cantidad de lectores que habían solicitado continuara las aventuras de la familia Baxter, sobre todo saber de Sammy, Mely y Sussy Pussy. Este capítulo de la serie es el último publicado fuera de la categoría Control Mental, así que en las próximas entregas “Las Profesionales” volverán a su categoría original.

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Relato erótico: “Las Profesionales – Casa de marionetas esclavas 3” (POR BLACKFIRES)

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MALCRIADA2Las Profesionales – La casa de las marionetas esclavas: Parte 3 (Final).

Sin títuloLos últimos rayos de sol iluminan el jardín trasero de la mansión de la familia Baxter, la brisa suave y fría que atraviesa la barrera de árboles que rodea la propiedad hacen que la piel desnuda Rossana se erice y calma un poco el calor del sol que broncea su cuerpo mientras permanece acostada boca arriba en una de las sillas de playa de la piscina de la mansión. Su cuerpo tostado y brillante de sudor ofrece una excelente vista de sus dos hermosos pechos los cuales se separan un poco hacia los lados movidos por la gravedad, ambos adornados con un par de piercing de argollas de plata diminutas en sus pezones, su abdomen completamente plano muestra su también argollado ombligo y más abajo un cuarto piercing que adorna su clítoris se esconde entre los pliegues de su coño.

Sus torneadas piernas permanecen una estirada y una flexionada mientras escucha el susurro del viento al atravesar los arboles. Se acomoda de espaldas para que el cálido son termine de broncear toda su piel y sus cabellos caen en una cascada de un lado de su cabeza que hace descansar sobre sus manos, ahora sus pechos se presionan contra la silla y su espalda marca la ruta que va al sur encontrándose con un hermoso trasero respingón de carnosas nalgas redondas. A la vista de cualquier espectador esta chica desnuda solo puede ser comparada con una costosa muñeca sexual y al igual que esa muñeca ambas están listas para ser cogidas en cuanto su dueño lo tenga a bien.

Tomando una campanilla la hace sonar y por la puerta abierta, que da a la cocina de la mansión, aparece Samantha llevando una bandeja de plata, por todo atuendo lleva puesto un corsé que aplana y comprime su cintura dejando el busto desnudo en cuyos pezones han colocado dos campanillas plateadas que tintinean por el rítmico andar de Sammy, que con sus piernas bien tonificadas calza un par de tacones de aguja de 3 pulgadas, sus redondeadas nalgas desnudas se mueven en el vaivén y su húmedo coño lleva horas babeando mientras cocina, limpia y arregla la casa.

Al llegar junto a Rossana le ofrece un vaso de jugo de naranja y un tazón de frutas, Rossana toma el vaso de jugo y con un movimiento desprecia las frutas, Samantha sin saber que hacer observa a Rossana tomar el sol y ella le indica que coloque la bandeja a su lado. Sammy se inclina y coloca la bandeja sobre la espalda de Melissa que esta colocada a cuatro patas completamente desnuda, solo con un collar de cuero al cuello siendo usada como una mesa justo al lado de la silla de playa que ocupa Rossana.

Rossana termina con el jugo y levantándose pasa junto a las dos hermanitas, una de pie y la otra a cuatro patas esperando instrucciones, llega hasta la piscina zambulléndose en las cristalinas aguas y luego de nadar un rato sale y se aproxima a las hermanas Baxter. Mirando a la excitada Samantha le ordena.

– Sécame.

Sammy recoge una toalla la espalda de Melissa y rápidamente empieza a secar el húmedo cuerpo de la empleada de su casa, más que secarla aprovecha para acariciarla toda, espalda, brazos, entrepierna y sus hermosos senos que son los poderosos magnetos que atraen la atención de Sammy y la hacen mojarse. Mientras va terminando Rossana le ordena que recoja la bandeja y acariciándole las nalgas mientras se inclina y con una sonora nalgada le indica que vuelva a sus labores.

Envuelta en la toalla recoge una cadena de perro e inclinándose al lado de Melissa coloca la cadena en la argolla del collar de cuero que lleva la chica al cuello.

– Es hora de que seas más útil que una mesa putita.

Jalando de la cadena hace que Melissa empiece a andar a cuatro patas el trayecto que lleva de la piscina a la cocina de la mansión. Entrando a la mansión caminando sin prisa hasta el baño más cercano donde Rossana con un gesto de manos le ordena a Mely colocarse a 4 patas frente a la taza del baño, obedientemente Mely se coloca donde le indican y Rosana le dice:

– Posición de obediencia 3.

Sin el menor pensamiento el cuerpo de Melissa reacciona colocándose de rodillas con sus nalgas descansando en sus talones, sus piernas ligeramente separadas, sus manos se levantan sosteniendo sus grandes y hermosos pechos, su cabeza inclinada hacia atrás y mirando a su dueña abre la boca pasando su lengua seductoramente mojando sus labios.

Rossana se sienta en la tasa del baño y simplemente sonríe al ver a la altanera niña rica mirándola con lujuria mientras Mely no puede evitar soltar babas desde su coño y sus jugos escurren por sus piernas, Casi es imperceptible la leve vibración del cuerpo de Melissa al sentirse humillada y usada como un juguete, mientras Rossana simplemente deja que su bejina suelte su contenido directamente a la taza del baño haciendo escuchar el sonido característico del líquido a chorro cayendo en la taza. Melissa no puede creer lo arrecha que esta al tener un ama que la trata como un objeto y más teniendo ese adorado coño que la controla a menos de un metro de sus labios.

Al terminar Rossana se levanta y ese extraordinario par de piernas sostienen el cuerpo más deseado por Melissa y su posición arrodillada la deja a centímetros del coño de Rossana que simplemente le ordena con naturalidad.

– Límpiame.

Separando y levantando un poco la pierna la cara de Melissa Baxter se entierra en el coño húmedo de orine de Rossana y la entrenada lengua de Melissa realiza su labor con adoración y esmero, haciendo que la pobre chica siga soltando más y más jugos al sentirse tan humillada. Terminada la labor Rossana simplemente la abandona en el baño en la misma posición de inicio, Rossana vuelve a la cocina donde encuentra a Samantha limpiando los trastos y arreglando la cocina, deteniéndose un momento la contempla atareada moviendo su excelente par de carnosas y redondeadas nalgas mientras trabajando y va caminando de aquí para allá. Se le aproxima y sin darle tiempo a reaccionar, la toma por los senos desde la espalda, le besa el cuello mientras le comenta y la siente temblar de excitación.

– La puta de tu hermanita esta en el cuarto de baño. Ve y cógetela, de paso báñense bien una a la otra, las quiero aseadas y listas en 15 minutos.

Sammy camina al baño y se encuentra a Melissa aun arrodillada en el suelo, tomándola por la cintura la hace levantarse y sus manos permanecen rodeando su cintura, Mely la observa y le dice casi entres sollozos.

– No puedo creer lo puta que soy.

Mirándola a los ojos Samantha responde.

– No somos ni la mitad de lo putas que debemos ser.

Sin más que decir ambas hermanas se funden en un beso donde sus lenguas prueban su habilidad intentando explorar la boca contraria, mientras sus manos acarician senos, caras, espaldas y nalgas hasta casi fusionarse como una sola mientras se van metiendo a la ducha para cumplir con lo ordenado.

Hacia solo unos minutos que Rossana había conducido a las dos hermanas hasta el garaje de la mansión y tomando la camioneta de Samantha les había ordenado subir en el puesto trasero del vehículo. Antes de salir de casa las había llevado a la sala donde las hizo ponerse un par de gabardinas rosadas y blancas, con un amplio escote que dejaba apreciar los extraordinarios senos de las chicas y hacia abajo el atuendo casi no cubren la mitad de sus muslos, junto a sandalias con tacón de aguja de 3 pulgadas, todo el conjunto lo remata con un collar de cuero negro con hebilla plateada en el cuello de ambas chicas. Con una agilidad profesional que solo puede ser resultado de la práctica Rossana había maquillado a ambas chicas como dos putas listas a salir a caminar las calles de la ciudad en busca de vergas y billetes arrugados de baja denominación.

Mirando por el retrovisor del parabrisas Rossana puede ver a ambas chicas “vestidas para trabajar”, nadie podría reconocer debajo de ese maquillaje y esas ropas de putas a las herederas de las Clínicas Baxter, de aquellas dos niñas malcriadas y mimadas no quedaba ni el recuerdo. Poniendo el motor en marcha Rossana chasquea los dedos y Melissa y Samantha se deleitan acariciándose y besándose en el asiento trasero mientras el vehiculo avanza hacia su destino.

Así continúan hasta que sienten que el auto lentamente se va deteniendo y entran a los estacionamientos VIP de un edificio que ellas no reconocen, Rossana saca una tarjeta por la ventanilla y activa el portero eléctrico en un lector de tarjeta, la camioneta de Samantha entra sin problemas a un estacionamiento.

Bajando del vehiculo las chicas observan aterradas como Rossana avanza sin mas hacia una puerta que da acceso al edificio, la cara de Melissa se va tornando roja al mirar como Samantha sigue a Rossana, pero la vergüenza de ser vista en público vestida cual puta no la deja moverse. A unos 10 pasos Rossana voltea y ve a la chica junto al auto entre penumbras paralizada de vergüenza, regresando le ordena.

– Avanza.

Por toda respuesta escucha.

– No puedo yo….

– Te he dicho que avances.

– No puedo entrar allí vestida así… es que no pue…

Una sonora cachetada hace que los pensamientos de Melissa se apaguen unos segundos mientras Rossana la toma por la cintura y el cuello y la presiona contra el auto oculto a la vista de gente.

– Vas a hacer lo que yo te ordene Mely y serás una muy buena chica, no te importa que te vean vestida de puta por que simplemente eso eres…

Metiendo rápidamente una mano bajo su propia falda Rossana mete dos dedos en su coño que todo el día ha estado húmedo, saca estos dos dedos mojados de sus jugos y los pone sobre sus labios como brillo labial. Melissa sollozando observa a Rossana aproximar su rostro a ella y sin nuevas resistencias se deja besar por ella, su cerebro no logra asimilar lo que pasa y simplemente se escucha decir “soy una buena chica”, mientras siente como su cuerpo responde a su ama y caminan entrando a un lobby de lo que a todas luces es un casino repleto de gente muy bien vestida y elegante, jugando ruletas, cartas y dados en varias mesas distribuidas en la amplia sala, atendidos todos por espectaculares meseras con vestidos casi adheridos a sus cuerpos. Las hermanitas Baxter avanzan tras de Rossana como dos polillas siguiendo la luz de una vela hasta llegar a un ascensor que las lleva rápidamente al penthouse. Antes de salir del ascensor Rossana les coloca un par de cadenas de plata al cuello y las hace caminar dentro del lugar.

En el primer salón las hermanas Baxter quedan en shock al observar a una chica vestida en un juego de empleada francesa, montada en unos zapatos de tacos de aguja de por lo menos 4 pulgadas. Su uniforme esta compuesto por una microfalda de algo parecido al latex, un pequeño delantal y un corpiño que se encaja en su cintura pero que no cubre sus enormes y argollados pechos del cual penden dos campañillas, sobres su cabeza lleva una mascara de latex y en su boca una anillo rojo en forma de O ajustado con correas sobre su cabeza la hace mantener abierta la boca y por tanto su saliva cae de sus labios mojando sus pechos.

Rosana se le acerca y le ordena algo al oído y la chica que sin demora camina delante de ellas guiándolas a una de las amplias habitaciones del lugar donde, entre penumbras, pueden ver a una chica a 4 patas atada a una máquina, al igual que la empleada su boca permanece abierta por un abrebocas rojo manteniendo su boca en forma de O, por su culo una máquina eléctrica hace entrar y salir un vibrador de buen tamaño.

Para este punto ambas chicas entienden que son parte de una pesadilla Sadomasoquista, mirándose aterradas observando atentamente el salón descubren la computadora y las cámaras que transmiten como se han estado cogiendo las mujeres esclavizadas. La misma decoración que habían visto en el video que las había puesto tan calientes en la computadora en el cuarto de Samantha. La mujer atada sigue gimiendo al sentir como el dildo llena su culo en su rítmico entrar y salir y repentinamente el dildo mecánico sale del culo de la chica con un sonoro POP y la chica es tensada por el sistema de poleas y ataduras hasta quedar de pie en forma de X.

Roxy las deja observar y acercándose en medio de ellas, desde la espalda las rodea con sus brazos les va besando el cuello y les acaricia las cinturas, ellas poco a poco van reaccionando y aun observan a la chica atada ante ellas. Roxy jala los lazos que sostienen amarradas sus gabardinas, las cuales se sueltan revelando las pieles desnudas de ambas chicas, que ahora presentan sus coños húmedos y senos duros con pezones, Roxy jala las gabardinas desde la espalda y ambas chicas quedan desnudas solo con sus zapatos de tacon y sus collares de cuero y cadena en las argollas.

– Esa perra esta esperando por ustedes, ahora quiero que se la coman como les he enseñado.

Sin ninguna palabra ambas chicas avanzan hacia la atada y amordazada esclava. Samantha se coloca a la espalda de la chica y Melissa al frente y a la orden de Roxy ambas empiezan por su lado a mamarle el coño y el ano a la chica que empieza a gemir como una puta en celo, oleada tras oleada de placer acaban con la voluntad de la chica mientras las dos lenguas expertas la hacen llegar una y otra y otra vez al orgasmo, haciendo que sus piernas se tensen y su respiración se agite mientras todo su cuerpo vibra de placer ante las lenguas de las hermanas Baxter que siguen arrodilladas mamando como se les ordenaran. Roxy se aproxima al trío besando a la chica y con eso aplaca un poco sus gemidos. Acariciándole los senos hace sonar las campanillas de plata que cuelgan de los pezones de la chica que no puede dejar de venirse bajo la tortura sexual a la que es sometida.

– Muy bien hecho mis marionetas, ahora vayan a la mesa de fondo y pónganse esos dildos dobles y vuelvan a aquí.

Samantha y Melissa van a la mesa y encuentran un par de arneses con dildos cuyas correas son para sujetarlos a las caderas de las chicas, haciendo que una parte del dildo de plástico entre en sus coños y otro extremo cuelgue del frente del arnés. Melissa mira horrorizada todo aquello y le dice a Samantha.

– No podemos hacer esto… Samantha tenemos que para esto… ¿Samantha?

Samantha sigue las palabras de Roxanna al pie de la letra y casi como una autómata termina de ponerse el arnés y solo voltea a mirar a Melissa cuando esta última le sostiene de la muñeca para detenerla. Mirándola a los ojos Samantha le dice:

– Solo tienes que obedecer… solo podemos hacer eso.

Sin decir mas se suelta de Melissa y vuelve junto a Roxy, Melissa entre lágrimas empieza a ponerse el arnés y al terminar vuelve junto al grupo. Encuentra a Roxy metiendo tres dedos en el coño de la chica atada mientras la besa apasionadamente y alternando sus manos en el coño de la chica termina con sus dedos cubiertos de fluidos vaginales. Luego aproximándose a las hermanas acaricia con sus manos los dildos que cuelgan de las entrepiernas de las chicas

– Ya que están listas, Sammy cógete a esa puta por el coño y tú mi querida Mely dale por el culo. Quiero escucharla gemir, denle tan duro como puedan.

Sin esperar más ordenes ambas chicas empiezan a llenar los huecos de la chica que no puede dejar de gemir al sentir como más y más rápido es penetrada por su culo y coño, ambos dildos entran sin resistencia en los húmedos y dilatados huecos de la chica, sus gemidos de placer empiezas a llenar la habitación y Melissa empieza a escuchar como los gemidos de Samantha se funden con los de la chica. En la garganta de Melissa un gemido de placer empieza a formarse y se fuerza a no dejarlo escapar de sus labios, se siente mareada y necesita pensar en otra cosa, bloquear sus pensamientos. Para eso intenta mirar la pared de fondo buscando algo donde fijar su atención y bloquear todo aquello.

Sus ojos se van acostumbrando a la oscuridad y al buscar donde fijar su mirada descubre la silueta de una persona sentada en las sombras observándoles dominar a la atada chica. La figura le observa desde la oscuridad y lentamente le ve levantarse y poco a poco ir avanzando hacia la luz. La vergüenza de Melissa se mezcla con su excitación y finalmente todo esto se va convirtiendo en ira al ver la sonrisa de satisfacción en el rostro de James Baxter, sus embestidas aceleran y la chica atada empieza a gemir más y más fuerte. Melissa observa a Mr. Baxter con odio y finalmente haciendo un esfuerzo sobre humano le grita:

– Tú hiciste esto maldito desgraciado, tú estas detrás de todo esto…

James se acerca al grupo y tomando por la cintura y apretando uno de los senos de Roxy le besa apasionadamente. Al soltarla da un paso atrás y levanta la mano sosteniendo una cadena y Roxy cae de rodillas frente a él mientras dócilmente se deja colocar la cadena en un collar que se colocó justo en el momento que James se levanto del cómodo sofá desde donde observaba todo.

Finalmente Samantha parece reaccionar y mirando entre gemidos le dice a James con la mirada nerviosa y confundida.

– ¿Por qué nos haces esto… si nosotros somos…?

– Somos tus hijas maldito infeliz – dice Melissa.

Sonriendo James toma el rostro de Melissa que siente como todo su cuerpo vibra de placer al contacto de la mano de James.

– Mi linda Melissa siempre fuiste la de más carácter, pero siempre la más ilusa… ustedes nunca me aceptaron como su padre y siempre me trataron como ”el tipo con quien se caso mama”… En ese caso por que tendría yo que tratarlas como hijas y después de todo siempre me parecieron un par de putas malcriadas, frívolas, egoístas y egocéntricas. Pero tu hermana con ese “‘somos”‘ no se refiere a que son mis hijas, con ese somos se refiere a que ella y yo… “fuimos” algo más que padre e hija.

Melissa mira consternada a Samantha y Samantha solo puede baja su rostro evitando la mirada de su hermana.

Mr Baxter ahora acaricia el rostro de Samantha que inmediatamente comienza a correrse en un orgasmo incontenible mientras James le comenta a Melissa.

– No tengo por de darte explicaciones, mucho menos a una putita malcriada como tú, pero te diré que todo esto y lo que estas por vivir se lo debes a tu hermanita. Cuando conocí a tu madre Samantha era una puta adolescente calienta vergas y siempre encontraba la forma de quedarse a solas conmigo y luego masturbarnos, mamármela o cogernos justo antes que tu madre nos encontrada. Sí te preguntas si tu madre lo supo, pues te diré que estoy seguro que sí. Pero como a tu madre siempre le importo más el dinero, se caso conmigo.

James acciona un botón y las ligaduras de los brazos de la chica empiezan a soltarse y las horas que lleva atada vencen su resistencia haciendo que sus piernas se doblen, solo la sostienen los dildos y embestidas de Samantha y Melissa.

A una señal de James indica a Roxy que se aproxime detrás de Samantha y tomándola de la cintura con una mano y con la otra acariciando sus senos la separa de la chica lo suficiente para que la chica se desplome a 4 patas mientras James separa a Melissa tomándola de igual forma que Roxy a Sammy, apretando otro botón las cuerdas atadas a la cintura de la chica la hacen levantarse y las cuerdas atadas a sus tobillos hacen que sus piernas se separen un poco y la chica queda en un ángulo de 90 grados.

James y Roxy guían los dildos de ambas hermanas y hacen que se cojan a la chica, esta vez llenando su boca y su coño, mientras ellos primero con sus manos acarician sus traseros y poco a poco van separando sus nalgas y deslizan sus dedos en los anos de ambas chicas que empiezan a gemir de placer. A diferencia de las veces anteriores la primera en quejarse es Samantha

– ¿Aggggggg por que me haces esto…?

– ¿Aun te lo preguntas? ¿No recuerdas cuan furiosa te pusiste cuando te dije que no podrimos seguir lo nuestro pues me casaría con tu madre? Recuerdo que juraste que me arrepentiría. Tiempo después de casados un día llegaste con un archivo completo de las infidelidades de tu madre, datos sobre sus amantes, su gigoló y hasta sus oscuros manejos de mi capital de inversión en su empresa estética. No me quedaron muchas dudas de que debía hacer…

Con una sonrisa Roxy empieza a deslizar un dildo doble dentro del ano de Samantha lo que la hace gemir al estar empalada por el coño y culo al mismo tiempo. Por su parte James lentamente desliza su verga dentro del dilatado ano de Melissa. Samantha no puede resistirlo mucho tiempo y empieza a correrse otra vez mientras sus piernas tiemblan al punto de no poder sostenerse por si sola y Roxy la sostiene de la cintura.

Así transcurren unos minutos las hermanitas Baxter son sodomizadas por James y Roxy mientras ellas hacen lo propio con la chica atada que esta entre ellas, la cual no para de gemir, babear y correrse como una perra en celo. Finalmente James tocando un botón que acciona las cuerdas que hacen que la chica vuelva a quedar en forma de X. Separando a las hermanas de su atada victima les habla.

– Como les decía un buen día decidí que toda mis putas debían ser obedientes y complacientes…

Melissa empieza a gemir y temblar sin control mientras James besa su cuello y presiona sus senos. Samantha ahora un poco más lúcida pregunta.

– ¿Como que todas… que le hiciste a mi madre maldito desgraciado?

– ¿Ahora te importa tu madre? No le he hecho nada… Nada que ella no gozara en el proceso. Al igual que todas ustedes gozó tanto o más el proceso de convertirla en una puta marioneta.

Ambas chicas tiemblan de pánico al ver como James sacando su verga del dilatado culo de Melissa se aproxima a la chica atada y lentamente va soltando la correa que sostiene una mascara sobre la cabeza de la chica atada, poco a poco fácilmente va retirando la mascara de látex y finalmente el pánico de las chicas da paso a un sentimiento de alivio, que inmediatamente cambia a uno de sorpresa al descubrir que no es el rostro de su madre detrás de la mascara, pero ante ellas aparece el rostro de Valeria.

Samantha no puede creer como delante de ella Valeria aparece atada en forma de X con su mirada perdida y escurriendo jugos y babas desde sus tres orificios, su boca se mantiene abierta con la mordaza de anillo rojo que hace que parezca más estúpida al dejar que hilos de saliva escurran de su boca y humedezcan sus senos desnudos y argollados, Samantha puede jurar que Valeria no la reconoce o simplemente no esta conciente de todo lo que han hecho con ella en las últimas horas, pues solo puede ver una mirada perdida en sus ojos vidriosos y apagados, al igual observa un par de audífonos inalámbricos que cubren sus oídos y supone que nada de lo que han dicho ha sido escuchado por la aturdida Valeria.

Roxy empieza a besar el cuello de Samantha mientras James hace lo propio con Melissa mientras les dice:

– Deberían tener más respeto por tus mayores, miren como termino esta putita zorra por querer pasarse de lista.

Tomándolas por sus cadenas Roxy y James las hacen caminar a ambas hasta el sofá desde donde James contemplaba antes aquella escena al puro estilo de Hardcore Bondage, entre sus hijastras, su empleada y la atada Valeria. Ambos se sientan y Roxy ordena.

– A cuatro patas.

Al instante las dos hermanitas caen de rodillas y manos frente a ellos, movidas por el mas visceral de los instintos, como si en verdad fueran dos perras entrenadas para obedecer a sus dueños, lo que hace que ambas chicas sientan tal humillación y excitación al saberse controladas.

James coloca su verga frente al rostro de Melissa y ella lo mira suplicante.

– Ya sé que no te gustan las vergas que no sean de plástico. Pero esta verga hará que te encante las vergas, ahora ven y no demores nena.

Melissa solo alcanza a decirle.

– Por favor… mmmmmm… por favor…

– ¿Favor? Claro que te hare el favor, una vez pruebes mi verga vas a olvidarte de que algún día solo te gustaron las tetas y recientemente los coños, vas a estar sedienta de verga, por cierto Roxy no se te antoja una bebida fría…

Ya para entonces Roxy tiene los ojos en blanco, mientras sostiene con una mano la cabeza de Samantha que hunde su cara en el coño frente a ella y con la otra mano se aprieta los pezones. Al escuchar las palabras de James, Roxy suelta sus pezones y toma una campanilla de plata y la hace sonar. Segundos pues desde el suelo a cuatro patas ambas hermanas observan como avanzan hacia ellas un hermoso par de piernas con pies calzados en tacones de aguja de 4” y argollas en los tobillos, sus nalgas y coño intentan ser cubiertos con una microfalda negra que por delante lleva la parte baja de un delantal semitransparente que sube por su cintura y se inserta en medio de sus enormes senos los cuales están ambos anillados en sus pezones, el delantal termina atado en su cuello al igual que el collar de cuero negro del cual salen dos cadenas de plata que tensadas sostienen el frente de una bandeja de plata, las argollas de sus pezones sostienen la parte trasera de la bandeja en la cual lleva dos copas de Champagne.

En el rostro de Susan no hay el menor rastro de pensamiento y Samantha y Melissa sienten como sus cuerpos se estremecen al verla así, en una mezcla de miedo, humillación y excitación.

Melissa voltea mirando a James y casi llorando le dice:

– ¿Qué has hecho con ella, como puedes ser tan perverso?

– Bueno Sammy ya te dije todo cuanto debías saber, ahora Sussy ven y ofrécenos un trago.

– Si mi señor.

Sussy camina en medio de sus hijas y flexionando sus piernas sin inclinar la bandeja ofrece a Roxy y a James dos copas de Champagne, ambo toman las copas y James le ordena colocarse de rodillas… Sussy cae de rodillas y sus hijas la observan atónitas, Samantha no puede quitar los ojos de ese enorme seno que tiene a solo pulgadas de su boca… mientras Melissa no quiere mirar a su madre pues su boca se hace agua al oler la fragancia que escapa del encharcado coño de su madre, ¿Como había dejado que la convirtieran en una puta adicta a los coños? solo de imaginarse comiéndose ese coño, en su mente todo empezaba a dar vueltas y siente como su propio coño empieza a mojarse.

Al levantar la vista puede ver como James y Roxy le quitan la bandeja de plata de los pezones y las cadenillas del collar del cuello a Sussy y le ordenan sentarse entre ellos, ambos la toman por los muslos separándolos y empiezan a mamarle los senos. Sussy empieza a gemir mientras empiezan a meterle los dedos en el coño. Melissa tiene que mirar a otro lado pues siente que esta por desmayarse. Al mirar a su lado Samantha observa la escena sin siquiera parpadear y en su boca abierta ve como escurre de su labio un hilillo de saliva, Roxy empieza a tensar la cadena de Samantha atrayéndola hacia el sofá, Melissa mira suplicante a Samantha y le dice:

– Por favor no lo hagas…

Sin siquiera mirarla y gateando lentamente guiada por la cadena que lleva al cuello, Sammy contesta.

– No puedo evitarlo… obedecer es un placer…

Melissa observa como su hermana sin la menor resistencia gatea hasta los pies del sofá y la mano de Roxy guía su rostro hasta el empapado coño de Sussy Pussy, Sammy empieza a lamer y chupar ese coño mientras James y Roxy alejan sus bocas del los pezones de Sussy, Sammy empieza a subir al sofá y termina abrazada besando y lamiendo los labios de su madre mientras James le acaricia las nalgas, Roxy se une al beso y las tres lenguas juguetean entre ellas hasta que tomando por la cintura a Sammy, James la coloca sobre su verga y empieza a penetrarla haciéndola subir y bajar. Sammy gime de placer y se aprieta sus propios senos con cada embestida de James.

Melissa esta en el suelo mirando como una perfecta estúpida como su padrastro se coge a su hermana y su empleada mete su lengua en la boca de su madre. Ni en la peor de sus pesadilla algo como eso podría ser siquiera imaginado, pero lo más horroroso de todo era que su cuerpo estaba reaccionando a aquel bombardeo sexual, sentía su coño ardiéndole y por sus muslos escurrir sus jugos.

En un segundo Melissa consigue hacer que su cuerpo le obedezca y se pone de pie, sigue mirando aquella escena sacada de un mundo bizarro y empieza con gran esfuerzo a caminar hacia la puerta para salir de esa locura, James voltea a Sammy y sigue cogiéndosela pero ahora Melissa puede observar perfectamente la cara de fascinación de su hermana al ser penetrada una y otra vez por la verga de James, la observa finalmente llegar a un orgasmo que estremece todo su cuerpo y sus labios dejan escapar un gemido y al abrir los ojos Melissa entra en pánico al ver la misma mirada sin pensamientos en los ojos de Samantha, la misma lujuria y obediencia que ve en su madre, como si todo aquello le hubiera provocado un verdadero daño cerebral. James sonriendo voltea a verla de pie desnuda y temblando como un animalito asustado. Se levanta y lentamente se va acercando a ella y observa como sus muslos están empapados de sus jugos y sus pezones duros y todo su cuerpo bañado en sudor.

– ¿A donde vas Mely?

– Aléjate de mi, tengo… tengo que salir de aquí…

– No te preocupes estarás aquí poco tiempo, dame un momento y no notaras como pasa el tiempo.

Diciendo esto James toma de la cintura a Melissa con una mano y su otra mano la coloca en el empapado coño, Melissa intenta levantar sus brazos para alejarlo pero no hay forma ahora que ambas manos de James la toman por el rostro y rápidamente la besa apasionadamente. Melissa siente como la lengua de James invade su boca. Las manos enormes y calidas de él se deslizan por su espalda acariciándola toda hasta llegar a sus redondeadas y respingadas nalgas, las cuales sostiene con fuerza casi separando sus nalgas y la levanta, siente como sus talones se separan del piso y solo sus dedos de los pies en puntillas tocan el piso, siente como sus brazos empiezan a pesar una tonelada y no tiene forma de separarse de James.

Mientras su boca se inunda con la lengua y la dulce saliva, su nariz se satura del olor a hombre que hace que su coño babe oleadas de jugos que mojan sus mulos. Sus pechos y sus pezones los siente tan duros como rocas, para ella el tiempo se detiene y poco a poco siente como James introduce su verga aun húmeda de los jugos vaginales de su hermana. Su encharcado coño se va llenando lentamente mientras ella empieza a gemir, poco a poco la va penetrando hasta llenarla completamente. Con sus manos aprieta ahora los cálidos y endurecidos pechos de Melissa y la siente vibrar como la cuerda de un violín a punto de romperse. La cabeza de Melissa esta inclinada a un costado y su rostro apunta al pecho de James, este deja de acariciar los senos y tomando su rostro con ambas manos la hace que le mire a la cara, aun puede ver las lagrimas secas que corrieron por su cara alterando su maquillaje. En su mirada el pánico y el miedo ahora son remplazados por la sorpresa y la incredulidad.

James la observa sonriéndole mientras un hilillo de saliva escapa de la boca abierta de Mely al sentir como la verga de James la hace temblar.

– ¿Cómo te sientes ahora cariño?

– Espectaculaaaaar

– ¿Quiere reunirte con tu mami y tu hermana y poder abrazarlas y darles un buen beso?

– Siiiiiiiiiiiii

– ¿Sí que preciosa, quien soy y como debes llamarme?

– Siiiiiiiiiiii daddy

– Buena chica…

Diciendo esto James puede ver como los ojos de Mely se van apagando hasta convertirse en algo parecido a dos estanques de tranquilas aguas azules…

Fin de la “Casa de marionetas esclavas”.

Nota del Autor: Como siempre agradezco infinitamente los comentarios o e-mails que me hacen llegar a mi correo blackfires@hotmail.com o dejan directamente aquí en todorelatos.com. Cada una de sus palabras son bien recibidas y en caso de ser posible, contestadas y sus ideas usadas en los relatos.

En fechas próximas espero estar publicando nuevos capítulos de “Las Profesionales” y siempre lamentando la ausencia y lo prolongado que resulta el tiempo entre cada publicación, espero que la espera valga la pena.

Blackfires.

 

Relato erótico: “Las Profesionales – Maestro de marionetas esclavas ” (POR BLACKFIRES)

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MALCRIADA2Las Profesionales son relatos originalmente escritos en español y no existen versiones en ingles o en otros idiomas por el momento. De ser publicados fuera de la página de todorelatos.com solicito sea comunicado previamente y se mencione la fuente y su autor.

Las situaciones sexuales descritas en estos relatos son producto de la ficción. En el mundo real, existen serios peligros de enfermedades de contagio sexual, practique el sexo seguro. Use preservativos y protéjase usted y a su pareja sexual.

Las Profesionales – Maestro de Marionetas Esclavas.

La vista a través de la ventana del quinto piso del nuevo edificio de Baxter Health Care & Spa era simplemente hermosa, algunos de los edificios mas pequeños del complejo podían verse a la izquierda y a la derecha claramente se apreciaban los árboles que rodeaban las extensas hectáreas de montaña donde estaba ubicada la instalación. Más allá en el horizonte lejos de las montañas se apreciaban los suburbios y luego los edificios de la ciudad que hacia pocas horas despertaba a un nuevo día.

Robert Sagel, sentado en la comodidad de su nueva oficina, observa la tranquilidad del panorama. Teclea algunas órdenes en la computadora portátil colocada en su escritorio, mientras sostiene un ejemplar de Social World Magazine, en portada aparece la foto de una hermosa mujer de por lo menos 45 años, de hermosos ojos verdes, cabellos castaños y piel clara, vistiendo un costoso vestido ejecutivo de saco y blusa de seda la cual deja entrever un hermoso par de senos que aun se mantienen en buen nivel dándole un excitante y a la vez elegante porte, sobre la foto el título del reportaje central es “Vivian Deveraux una profesional de éxito digna de imitar”.

Abriendo la revista observa el contenido del artículo y sonríe al escucha un timbre proveniente de la página web de su banco en línea, revisando el monto de la cuenta descubre que los fondos que esperaba han sido transferidos con éxito. Leyendo en voz alta dice:

– “… ser una profesional de éxito es muy complicado en estos días, donde las responsabilidades y competencias de una mujer, día a día son puestas a prueba en la dura lucha por escalar las posiciones desde el suelo hasta la cima de la realización personal…” Agggg ummmmm.

Robert deja escapar gemidos mientras sonríe al mirar a la desnuda Vivian Deveraux que esta a cuatro patas en la mullida alfombra de la oficina, ella lo observa entretenida en su labor de mamar a su dueño, sus ojos verdes se mantienen opacos y con mirada ausente mientras Robert acaricia sus cabellos, ella solo usa un par de zapatos de altos tacones de aguja y un elegante collar de perlas con una plaquita de plata que dice “Vivi”, un murmullo llega desde su vagina y su ano donde dos vibradores activados mantienen su vulva empapada por sus jugos que escurren por sus muslos.

Robert con un control remoto activa el nivel 5 de ambos vibradores inalámbricos, Vivian tiembla al sentir como los aparatos aumentan el ritmo, en su mente su propia voz se combina con la de Robert escuchándose decir “buena chica Vivi, buena chica, da el código de seguridad de tu banco a tu amo, solo eres una buena chica obediente y dócil, tu amo te premiara si obedeces”

– Buena chica Vivi, muy buena chica, bien sabes que pude sacarte cualquier cosa de esa cabecita tonta que ahora tienes, pero me encanta premiar a mis esclavas, definitivamente eres toda una profesional digna de imitar… y mira hasta donde has escalado, hasta la alfombra de mi oficina.

El intercomunicador se activa y la secretaria le informa.

– “Dr. Sagel la Dr. Helen Bells esta aquí para su reunión de las 8:30”

– “Muy bien Tara dile que entre”

Segundos después la puerta de la espaciosa oficina se abre dando paso Helen que como siempre camina con exquisita elegancia y con paso decidido avanza hacia Robert, ella viste un conjunto de saco y minifalda ejecutivo azul oscuro, blusa de seda blanca y medias con ligueros de encaje que cubren las esculturales piernas calzadas con zapatos negros de tacón de aguja, el rítmico andar hace que sus caderas se muevan en un excitante vaivén y sus senos se muevan arriba y abajo haciéndola de lo mas deseable. Robert sonríe al apreciar esa obra de arte y se complace al ver el subir y bajar de esos hermosos y redondos senos pues el sabe que Helen no lleva puesto ni sostén ni bragas como se le ha entrenado. No es posible evitar una erección al ver caminar a esa mujer que casi es una pieza de arte viviente, la cual transpira deseo y afecta el libido ya sea a hombres o a mujeres.

– Buenos días Dr. Sagel.

– Mejores ahora Helen… toma asiento.

– La comitiva extranjera ha llegado a las instalaciones tal como usted lo solicitara.

– Excelentes noticias Helen y cuenta como avanzan los preparativos del nuevo proyecto…

Robert siente como Vivian Deveraux tiembla de pies a cabeza sin la necesidad de que aumente la velocidad de los vibradores, ella sigue mamando el erecto miembro de Robert, debe ser tan humillante para ella saber que otra persona puede verla a 4 patas y mucho más que ella sea usada como un juguete sexual que solo tienen como propósito ordeñar la verga de un macho que la domina.

– Todo marcha según lo planeado, en el transcurso de esta tarde y mañana en la mañana estaremos recibiendo los primeros resultados del experimento en la mansión.

– Muy buenas noticias Helen, mantenme al tanto de avances…. Encárgate por favor de llevar a nuestra invitada VIP a su celda, digo a su habitación 5 estrellas… parece que esta disfrutando muchísimo su visita a nuestra clínica de reposo.

Diciendo esto Robert coloca una cadena al cuello de la sumisa Vivi y la entrega a Helen que rápidamente tira de ella y Vivi sacando la verga de Robert de su boca le mira con una mezcla de excitación y desaliento por no recibir la totalidad de la deseada recompensa, gateando a 4 patas avanza tras Helen que la lleva hacia una de las puertas ocultas de la oficina y al llegar la hace que se levante, le saca ambos vibradores de sus huecos y le hace limpiarlos con su boca y lengua, estando en eso Helen le dirige una mirada cómplice a Robert y le comenta:

– Pronto tendremos muchas más de estas elegantes señoras a cuatro patas, la campaña de publicidad esta resultando un éxito.

– Tal cual lo dices Helen, pronto tendremos más trabajos VIP, la inauguración de la clínica y centro de reposo y descanso VIP ha sido un rotundo éxito en la operación, lo que me recuerda dile a Tara que revise todo para el recorrido de las instalaciones, descuida Helen, esta vez no regalaremos nada de nuestro inventario, creo que al contrario estarás complacida con los aportes que nos traen esta vez nuestros invitados.

Con una sonrisa Helen abre la puerta oculta en el muro, suelta la cadena del cuello de Vivi y Vivian sin siquiera recibir una orden con sus manos separa sus labios vaginales para facilitar que Helen coloque la cadena en la argolla que hacia unos días había comenzado a adornar su hermoso y depilado coño.

Ambas mujeres desaparecen tras la puerta, Robert acomoda sus ropas y acciona el intercomunicador mientras dice:

– “Tara, informarle a mi invitado que pueden pasar”

– “Inmediatamente Doctor”

Un momento después Tara abre la puerta dejando pasar a la oficina primeramente a un hombre de sobrio aspecto ejecutivo de aproximadamente 50 o 60 años, su rostro de marcadas facciones asiáticas da a su aspecto un porte misterioso e imponente. Justo a dos pasos detrás del hombre avanza una chica igualmente asiática en la cual destacan tantos atributos femeninos que van desde sus redondeadas y respingadas nalgas, pasando por sus caderas justo debajo de su cintura estrecha en su delgado y delicado cuerpo como es usual en las asiáticas, algo no tan usual en su origen son un par de hermosos y redondos senos 34C que en comparación con su cabeza parecen estar fuera de proporción en ese menudito cuerpo, no mayor a 1.65 metros de altura. Sus cabellos negros tan oscuros como la noche descansan a un costado de su cabecita en la cual lo mas inusual de todo lo hablado es lo más interesante de la recién llegada, un par de hermosos ojos azul grisáceos que le dan un toque aun más místico a toda ella.

Robert como es protocolo se levanta de su escritorio y avanza a su encuentro, se detiene y hace una perfecta reverencia que es devuelta por ambos visitantes mientras Robert les comenta.

– Hasegawa-Sama. Es un honor para mí recibirle en mi oficina.

– El honor es mío Rooober-San, ha sido un largo viaje pero ha valido la pena.

– Hasegawa-Sama tome asiento por favor.

El recién llegado toma asiento y conversa con Robert mientras la chica se mantienen de pie junto a su jefe quien no es mas que Tetsu Hasegawa, CEO de Hasegawa Group, una de las más grandes compañías de bioquímicas de oriente, en las cuales destaca su departamento de desarrollo de fármacos biotecnológicos, ella es Akemi Miyake una ejecutiva de 22 años la cual inicio en el Grupo Hasegawa como responsable del departamento investigación y desarrollo. Poco tiempo después de su contratación Hasegawa decidió que Akemi debía encargarse de complacer cada deseo que el tuviera en mente y para tal fin había sido enviada como enlace con Industrias Fredensborg, su socio comercial y su principal cliente de bioquímicos, tiempo después en las expertas manos de Robert, Akemi se convirtió en la leal y servicial esclava que ahora de pie sostenía el maletín de su amo mientras el conversaba con su anfitrión. En su mente no había más que la orden de ser dócil y obediente a las ordenes del gran señor Hasegawa.

Por lo menos eso es lo que pasaba en la mente y a los ojos de Akemi, pues en un singular uso de una profesional, todas y cada una de las palabras dichas por Hasegawa llegaban a los oídos y cerebro de Akemi la cual las traduce para Robert sin el menor contratiempo y cada respuesta de Robert pasaba por igual camino para llegar a Hasegawa, aun para Robert era fantástico ver como un juguete sexual era usada como un traductor viviente sin ella cometer el menor error.

– Si me lo permite Hasegawa-Sama, le invito a recorrer las nuevas instalaciones de nuestra Clínica de reposo, le anticipo que se sorprenderá de los adelantos que hemos logrado en tan corto tiempo.

Una leve pausa y nuevamente la hermosa voz de la sumisa entrenada, enuncia las palabras en perfecta traducción para su jefe que al momento responde y la voz de la sumisa llega a Robert que no se cansa de admirar lo hermoso de sus trabajo.

– He esperado con ansias el conocer las nuevas instalaciones Rooober-San, pero quisiera primero que nos encargáramos del equipaje que he traído conmigo.

– No faltaba más, pero ya he girado ordenes sobre ese punto, de cualquier forma iremos a dar un vistazo, acompáñeme por favor.

Ambos salen de la oficina seguidos por Akemi que camina justo a dos pasos detrás de su dueño. Toman un corredor que los lleva a una espaciosa área donde una puerta les da acceso a un cubículo donde un falso espejo les permite ver a un grupo de 6 chicas asiáticas, vestidas todas con el uniforme de empleadas de Hasegawa Group, falda larga y saquito ejecutivo azul marino, con blusa de color blanco con una corbatita del mismo azul del saco. Todas conversan animadamente mientras se van sentando en las sillas destinadas para ellas en una sala de proyecciones, donde según Tara y Mitzuki les han informado, podrán ver un corto video explicativo de la Clínica Baxter.

Poco a poco todas toman asiento y el video inicia, donde puede verse aparecer una sonriente Patricia Zurita, la cual empieza a comentar todo lo que Clínicas Baxter ofrece en sus instalaciones. Hacia solo una semana que Patricia Zurita había anunciado su pronta renuncia a su empleo en la cadena de noticias donde había ganado fama, para convertirse en el rostro y vocera comercial de Clínicas Baxter. La primera campaña publicitaria había tenido una rapidísima aceptación entre jóvenes mujeres de clase media y clase alta.

Tara y Mitzuki se colocan al fondo de la sala, el video continua y poco a poco el murmullo de las chicas se va apagando mientras por un lado prestan atención al video y por el otro el gas inodoro e incoloro va llenando la sala relajándolas y aturdiéndolas lentamente, la gran mayoría de los hermosos rostros asiáticos van reflejando el aturdimiento. Una de las chicas sentada casi al frente sacude su cabeza intentando despertarse y extiende su mano torpemente para llamar la atención de su compañera que mira aturdida la pantalla donde Patricia sigue explicando los detalles de Clínicas Baxter. Mitzuki avanza entre las chicas con una mascarilla respirador en su rostro, sacando un aplicador inyecta el cuello de la chica dejándola fuera de combate en dos segundos.

Mitsuki empieza a colocar las correas restrictivas en las piernas y brazos de las aturdidas chicas, mientras Tara con un carrito lleva 6 juegos de visores de realidad virtual que va colocando en las cabezas de las chicas ya atadas y conectándolos a terminales ocultas bajo los cómodos asientos.

Robert observa a sus esclavas sumisas trabajar sin contratiempos en las nuevas candidatas mientras escucha a su acompañante hablar y luego la voz de Akemi llega desde su espalda.

– Espero que concuerde conmigo Roober-San esta vez he traído a las más hermosas de mis empleadas.

– Debo reconocer el excelente gusto que demuestra con cada una de sus entregas Hasegawa-Sama.

– ¿En cuanto tiempo podré tener a este grupo preparado y listo para lucirlo en mi colección?

Ya para este momento la mayor parte de las chicas tiene puesto el visor de realidad virtual que Tara va colocando, mientras Mitzuki va levantando las faldas de las chicas y quitándoles las medias y cortándoles las bragas y sostenes a cada una, mientras ajusta consoladores en sus coños y pone electrodos en sus vulvas y en sus pezones.

– Estamos mejorando día a día nuestras técnicas, hemos reducido muchísimo el tiempo de adoctrinamiento, mucho más con los nuevos químicos que nos esta proporcionando. Deberíamos estar entregándole este grupo en menos de 15 días. Muy pocas mujeres han podido resistir el romperse en uno o dos días una vez iniciamos el tratamiento intensivo.

– Me parece excelente, quisiera tener a estas sumisas a mis pies lo más pronto posible. Me gustaría conocer el proceso de conversión de las esclavas.

– En ese caso acompáñeme, visitaremos en corazón de las Clínicas Baxter.

A varios kilómetros de las Clínicas Baxter, en un exclusivo barrio residencial a las afueras de la ciudad, donde las mansiones son de dos a tres niveles, con muchísimas habitaciones, rodeadas de muy cuidados jardines y árboles frondosos al frente, a los costados y sin dejar de lado la elegante piscina trasera de la mansión, la agitada vida de una familia continúa sin novedades aparentes. James Baxter esta sentado a la mesa de la cocina leyendo el periódico del día, mientras todo el lugar se llena con el aroma del café mañanero preparado por su empleada Rossana que ahora viste su usual uniforme blanco y negro de empleada doméstica mientras termina de preparar el desayuno para Susan Baxter que se ocupa apuntando cosas en su agenda electrónica justo antes de salir para comenzar un nuevo día de trabajo.

– Niñas a desayunar, es la tercera vez que les llamo, no estoy para perder el tiempo.

La voz de Susan llena la casa al tiempo que mirando a Rossana le ordena.

– Ve y diles que bajen de una buena vez pues si no, no podré despedirme de ellas, debo salir ya o llegaré tarde a la oficina otra vez.

– Si señora.

James Baxter levanta la mirada de su periódico y con un autoritario tono de voz se dirige a Rossana.

– Espera Roxy… ven junto a mí.

Sussan sigue ocupada apuntando cosas en su agenda electrónica y James observa detenidamente en una pantalla de cristal líquido, que sostiene camuflándola en su periódico de la mañana, puede ver un video de alta resolución a todo color. Mientras su mano libre acaricia la pierna de Roxy por debajo de la falda, Roxy sube su falda para que Mr. Baxter tenga mejor acceso a su coño y su culo, la mano de James le acaricia una nalga y ella siente como su coño empieza a soltar sus babas. En el video puede ver claramente la señal inalámbrica de las, por lo menos 20, cámaras ocultas que cubren todas las habitaciones y lugares de la mansión, el video central muestra a la menor de sus hijastras vistiendo un cortísimo “baby doll” casi transparente que él le había comprado hacia unos días, aunque ella no lo recordara.

Melissa esta sentada en su cama con sus piernas abiertas mientras la lengua de su “mejor amiga” Valeria Crowell explora el coño y toma prisionero con sus labios y dientes el clítoris de Melissa mientras esta gime y aprieta las sabanas y sus pechos sobre el “baby doll” de encaje. Un segundo después Valeria se desnuda y le besa con sus labios llenos de humedad y tomando una toalla se dirige al baño.

James cambia el número de imagen y aparece Valeria desnuda a punto de entrar a la tina de espuma para darse un baño. cuando la imagen muestra a la chica dentro de la tina y la siguiente imagen muestra a Melissa sola en su habitación James Baxter le ordena a Roxy.

– Ve por ellas Roxy y hazlo como se te ha ordenado.

– Enseguida señor.

Susan continua escribiendo en su agenda justo como se le a ordenado previamente, sin tomar en cuenta nada de lo que pase entre James y Roxy, es irrelevante cualquier cosa que vea o escuche entre ellos, su vida continua justo como ella cree que debe seguir. Rossana sube las escaleras y siente la incomodidad del dilatador anal que, metido en su ano hace un par de horas, esconde bajo su vestido de empleada domestica. Rossana sube al primer piso y toca la puerta de la habitación de Melissa, Rossana toca dos veces más y luego de murmullos y cuchicheos una muy molesta Melissa abre la puerta gritándole a la cara a Rossana

-¿QUÉ?

– FUCKTOY MELY

Los ojos de Melissa se vuelven vidriados y su mirada perdida demuestra que su cerebro se ha desconectado de la realidad justo como se le ha condicionado. Roxy la observa y le dice:

– Dime lo que eres.

Melissa abre su boca y sus palabras escapan de ella con una voz casi como un mantra.

– Solo soy una boca, un culo, un coño y un par de tetas.

– El amo dice que hagas lo que se te ha ordenado y que no tardes en complacerlo.

Un recuerdo en su cerebro se activa claramente como una película que ha visto miles de veces, cada detalle de lo que debe hacer es claro como el cristal para ella, Melissa retrocede hasta su cama y recoge una maleta de viaje pequeña colocada junto a la mesita de noche, abriéndola saca una bolsa de papel lleva impreso el logo de un sex shop, contiene un nuevo consolador con correas para ajustarlo a la cintura. Este nuevo juguete le proporcionaría horas de diversión junto a Valeria. Cerrando la maleta deja la bolsa de papel con su contenido debajo de la cama. Vuelve a la puerta donde le espera Roxy.

– Esta hecho. ¿El amo estará complacido?

– Buena chica, despierta ahora puta Mely.

Los ojos de Melissa parpadean un segundo y ajustan su visión de Rossana su empleada de pie en la puerta de su cuarto y la ve gesticular algunas palabras mientras le tira la puerta en la cara.

– Señorita Melissa su madre dice que por favor baje a desayunar por que…

– No me jodas…

Rossana no ha terminado de hablar y la puerta del cuarto se cierra con un sonoro golpe. Melissa camina descalza hacia su cama vistiendo su cortísimo “baby doll” casi transparente, lo que dificulta sobremanera ocultar sus hermosos senos y sus muy bien torneadas caderas y nalgas, justo antes de llegar a la cama, la puerta del baño de su habitación se abre y una hermosa chica de cabellos castaños oscuros y brillantes ojos miel sale solo envuelta en una toalla blanca, camina hasta el borde de la cama donde Melissa ya esta sentada y le pregunta.

-¿Qué fue tanto alboroto?

– La estúpida desubicada de la empleada que viene a tocarme la puerta, ¿Quién se cree ella para venir a apresurarme en mi propia casa? La deje hablando con la puerta en las narices y le dije que no me jodiera la mañana…

Roxy continua su camino hasta la puerta del cuarto de la mayor de las hermanas Baxter, los tres golpes en la puerta traen de vuelta a la realidad a Samantha y antes de atender la puerta se empieza a ajustar la ropa luego de realizar un espectáculo sexual a su novio vía Webcam, y sin ella saberlo también le mostraba cuan puta es a su padrastro que la observaba por las cámaras ocultas en su cuarto, avanza a la puerta y se encuentra con Rossana.

-¿QUE?

– FUCKTOY SAMMY

Al igual que en Melissa, los ojos de Samantha se vuelven vidriados y su mirada se pierde en el vacío, su cerebro se convierte en una pagina en blanco donde sus dueños pueden escribir sus deseos, por más perversos que sean, y ella estará encantada de complacerlos. Roxy la observa y le dice:

– Dime lo que eres.

– Solo soy una boca, un culo, un coño y un par de tetas, a tus órdenes.

– El amo te ordena que recuerdes y hagas lo que se te ha ordenado, no tardes en complacerlo.

En la mente de Samantha mas que un recuerdo una secuencia de imágenes se proyectan disparando sus mas fuertes instintos sexuales y sus deseos sadomasoquistas al ver atada y a cuatro patas en una mesita de la estancia a su madre, completamente desnuda mientras Rossana se la coge con un gran dildo negro que le ensarta por el culo y ve a su padrastro James usando la boca de su madre como si fuera un coño donde mete y saca con fuerza y velocidad su erecta verga haciendo que los gemidos que llenan la habitación bajen de intensidad.

Pero no son solo los gemidos de su madre los que ella escucha, justo a su lado su esta sentada su hermana menor, ambas están sentadas en un cómodo sofá mirando como usan a su madre. Melissa esta desnuda bombeando su coño con un vibrador y con el rostro inexpresivo se masturba como una poseída mientras gime y se convulsiona de placer. Una quinta mujer, que viste un elegante traje ejecutivo, acaricia por la espada a su hermana y le sostiene los senos y acaricia el clítoris, mientras le dice algo en el odio a lo que la aturdida Melissa solo responde.

– Sí, lo haré Mistress Helen… lo haré Mistress Helen…

– Buena chica, buena chica putita mely, ahora correte para mi como la puta descerebrada que eres.

Mientras el vibrador sigue insertado en su coño, un orgasmo gigantesco barre el cuerpo de Melissa y gemidos y gritos llenan la mansión mientras convulsiona de placer a las órdenes de sus dueños, y como si de un juguete al que se le acaban la cuerda se tratara, sus brazos caen a sus costados y su cabeza se inclina hacia un costado pues no tiene la energía suficiente para mover un músculo, leves espasmos y el movimiento de su pecho al respirar atestiguan que no ha muerto víctima del placer.

Samantha siente como su cuerpo se eriza al ver que aquella mujer besaba a su hermana en los labios y luego lentamente la abandonaba para colocarse detrás de su propia espalda y llenarla de caricias como lo hiciera con su hermana, mientras le susurra al oído sus palabras… no, no palabras, ordenes, sí eran ordenes que ella debía cumplir.

– Volverás a casa luego de salir con Sammy hacia las montañas, entraras a buscar a tu hermanita, no te interpondrás en lo que veas que pasa entre tus padres y su empleada. Te excitara mirar, te encantara lo duro que traten a esas putas y necesitaras caricias y besos, si tu hermana te besa corresponderás y si ella no te besa tú la besaras Sammy. Obedecerás cada palabra que Roxy te diga, cada cosa que ella quiera que hagas con tu hermana no tendrás ninguna duda en realizarla. Serás conciente de todo y de todas las putadas que hagan, sabrás claramente que tu naciste para ser una puta perra mamavergas que solo vive para complacer a sus dueños… eres una buena chica Sammy.

– Soy una buena chica Mistress Helen.

Diciendo esto ambas mujeres se besan y en la mente de Samantha no existe otra cosa que ayudar a sus dueños, a sus amos, para quienes es importa que ella se vuelva la mejor puta de todas. Una puta conciente de su realidad como esclava sexual, una realidad que le encanta aceptar.

– Repite tus ordenes Sammy, repítelas como lo hemos ensayado todos estos días…

James Baxter observa complacido la imagen de la cámara del pasillo donde puede ver como Roxy sosteniendo con sus manos ambas nalgas de Samantha la levanta y presiona hacia ella besándola en los labios y con su lengua explora su boca que permanece abierta y la aturdida chica solo reacciona cuando Roxy la suelta y le dice:

– Buena chica, despierta ahora puta Sammy.

Samantha la mira aturdida y pestañea un par de veces y el vago recuerdo de Mistress Helen sosteniendo su cabeza y la de Melissa, haciéndolas fundirse en un húmedo beso de amorosas hermanas se va desvaneciendo hasta desaparecer… cuando escucha a Rossana decirle.

– Disculpe señorita Samantha pero su madre dice que la esta esperando para desayunar.

Esta vez Rossana pudo entregar el mensaje completo antes de casi recibir en la nariz la puerta del cuarto de la mayor de las niñas Baxter.

En las instalaciones de Clínicas Baxter, los tres personajes caminan hasta una puerta donde Robert introduce un código numérico y entran a una sala espaciosa donde a través de ventanas de cristal pueden observar tres quirófanos donde en ese momento tres chicas son operadas y se le implantan los nanobots en sus senos por un equipo de cirujanos especializados en la técnica de aumento mamario. Robert acciona un intercomunicador y una de las enfermeras voltea a responder la llamada detrás de la mascara quirúrgica los hermosos ojos azules de Lourdes observan a Robert con lujuria y deseo.

– “¿Como avanza nuestra nueva mascota?”

– “Sin novedades Amo, estamos por terminar el procedimiento en Lissy y en unos momentos la llevaremos a la incubadora”

– “Muy bien Lola ahora ve y termina con tus deberes”

– “Si Amo”

Volteando hacia sus invitados Robert puede ver como Akemi casi babeando observa las caderas de Lourdes contoneándose al caminar mientras vuelve a sus deberes, Akemi aparte de ser una extremadamente eficiente traductora, había sido programada para ser una ardiente bisexual. El hecho de que Lola llamara su atención no era una novedad pues ambas habían sido condicionadas en la misma remesa de esclavas, y como era obvio ellas habían llegado a conocerse profundamente en sus pruebas de desempeño como nuevas esclavas.

– Como puede ver Hasegawa-Sama, esta es una de las 4 salas de cirugía con que ahora contamos en la clínica, estamos en capacidad de realizar cirugías plásticas y de implantación de nanocontroladores a por lo menos 12 candidatas en simultaneo, hemos ampliado de forma extraordinaria nuestro “stock” de enfermeras y médicos (femeninas) especializadas en cirugía, anestesiología y otras áreas afines. Realmente nuestra visita al Congreso Internacional de Medicina Estética nos ha brindado resultados de excelente calidad. Ninguna de ellas puedo resistirse a ser invitada a una visita todo pagado a nuestra famosa clínica.

Mientras Robert camina, sonríe al recordar lo bien que se la paso seleccionando doctoras y enfermeras de aquel congreso, como si se tratara de cazar cervatillos seleccionando los más vulnerables de toda la manada, llegan hasta la sala de incubadoras, donde de pared a pared aparecen entre 15 a 20 objetos parecidos a capsulas metálicas las cuales a sus costados pueden verse una batería de monitores que reflejan el contenido de “los capullos”.

– Esta es nuestra sala de recuperación y reprogramación intensiva, hemos renovado nuestros equipos con estos nuevos modelos de capsulas o capullos de aislamiento sensorial. Cada una de estas capsulas contiene una candidata que es monitoreada y reprogramada mediante técnicas de repetición y recompensa. Las imágenes y conocimientos que queremos que se graben en sus mentes son descargados a sus cerebros por espacio de 48 a 72 horas. Para lograr que se rompan completamente a nuestra voluntad, intensificamos y controlamos sus sensaciones sexuales y logramos que en poco tiempo acepten sus nuevos roles, claro que esto lo logramos muchas veces con el trabajo previo en la preselección de candidatas en las clínicas que tenemos en la ciudad.

Accionando una de las pantallas de la tercera capsula, Robert muestra el registro completo de actividad de la chica contenida dentro de la capsula. En la pantalla principal aparece el nombre de Daniella Morgan, justo debajo de una foto tipo pasaporte donde aquella chica de por lo menos 24 años, le regala una hermosa sonrisa a la cámara engalanando un rostro de facciones estilizadas, nariz pequeña, chispeantes ojos miel y hoyuelos en las mejillas, su cabello rubio aparece cortado casi a la altura de los hombros. Luego tocando una pantalla táctil Robert acciona un video que muestra lo que en ese momento hacen ver a la chica.

– Veamos como Daniella se divierte cuando no esta ocupada trabajando como piloto de aerolínea comercial.

En el video aparece Daniella desnuda, con sus pies separados por una barra de metal que esta conectada a unas gruesas tobilleras de cuero por medio de argollas de metal, sus brazos están atados por cadenas que cuelgan del techo lo que hace que su cuerpo se balancee colgando del techo, sus gemidos son apagados por una mordaza de plástico rojo en forma de pelota que se ata detrás de su cabeza, los gemidos son producidos por la potente e incesante penetración que recibe de parte de un hombre vestido con uniforme de piloto de la compañía en la cual trabaja. Ella no puede contenerse y siente como su coño arde de deseo mientras el hombre llena con su verga su empapado coño mientras la sostiene por la cintura o le separa las nalgas dejando su ano expuesto y ella llega a ver estrellas cuando siente como una húmeda lengua sondea su esfínter, y las manos de una de las asistentes de vuelo de la compañía, arrodillada detrás de ella, acarician sus torneadas piernas mientras mantiene su cara enterrada en su culo.

Un poderoso orgasmo estalla en ella y sus ojos se van hacia atrás dejándolos en blanco mientras su cuerpo se tensa y sus piernas y brazos vibran como si recibieran una descarga eléctrica mientras su cuerpo se inunda de placer y de paso sus pensamientos se ahogan en el deseo de más y más placer.

– Bueno allí van unas cuantas neuronas que estaban de más, en cuestión de unas horas sus sesos estarán tan jodidos que le será difícil recordar su nombre.

Alejándose de las pantallas caminan por el corredor mientras observan a varias de las profesionales, que vestidas en ajustados trajes de minifalda parecidos a los de la estética, que marcan sensualmente sus senos en un amplio escote y casi no logran cubrir sus hermosos traseros, atienden, revisan y ajustan los diferentes niveles de condicionamiento de las candidatas.

Avanzan hasta llegar a una puerta metálica donde nuevamente Robert acciona una contraseña numérica que le da acceso a un panel biométrico donde colocando la mano, Robert acciona la puerta que se abre con un chasquido. Junto a sus invitados entra en una área completamente pintada de blanco, un blanco tan blanco que parece surrealista, a la derecha de la habitación se encuentran con un grupo de 4 sumisas que visten de uniforme de las cuales 3 están sentadas frente a una batería de monitores que registran la señal emitida por las cámaras colocadas dentro de cada una de las habitaciones distribuidas a izquierda y derecha del pasillo central. Cada habitación parece estar sellada sin puertas ni ventanas, se accesa a través de una puerta disimulada en la pared, pero el interior del cuarto puede ser monitoreado por una pantalla digital colocada en la entrada de cada habitación.

Robert activa una pantalla y aparece la imagen de un reducido espacio, más parecido a una celda que a una habitación. Todo lo que hay dentro es una cama colocada en una esquina, una mesa empotrada en la pared, un área de aseo con un lavado y un sanitario con bidet, en la pared opuesta a la cama una pantalla de TV de gran tamaño proyecta películas pornográficas una y otra vez mientras que en el sistema de audio de la habitación resuena los gemidos y sonidos de la película en estéreo.

En medio del suelo del cuarto una chica de cabellos castaños y grandes pechos aparece desnuda observando la película, arrodillada frente al monitor con sus piernas separadas mientras con dos dedos bombea su coño y con su otra mano se apoya en el suelo para no perder el equilibrio mientras se masturba como una estúpida arrecha observando la película.

– Esta es la postura clásica que encontraremos en cada celda, esta chica esta siendo bombardeada por condicionamiento visual y por mensajes subliminales que están en el audio que escucha. Para mantenerla concentrada y evitar que intente reaccionar al adoctrinamiento, el aire acondicionado contenido dentro de la habitación esta saturado en un gas que la mantiene en la “tierra de la-la-land” y que nos facilita manejarla al momento de sacarla de la celda.

– Todo este tiempo la mantienen drogada y receptiva, ¿ella podría recordar este proceso?

– Es probable que sí lo haga, aunque para ellas sería como rememorar una pesadilla erótica, generalmente implantamos memorias falsas en sus cerebros para que recuerden su estadía en la clínica como el tiempo más agradable que han disfrutado… De hecho ninguna de ellas se va de aquí sin disfrutar cada momento. En algunos contados casos cuando nuestras candidatas son devueltas a su vida real pueden comentar lo bien que lo pasaron en nuestra clínica y así poder captar futuras candidatas potenciales que ellas están condicionadas a detectar.

El destello de una señal luminosa en la batería de monitores de la estación de enfermeras, hace que una de ellas se levante y camine directamente al cuarto ubicado frente al cuarto que Robert mostraba a sus visitantes. Todos se colocan frente al cuarto donde la enfermera activa el monitor que permite a todos ver una chica de por lo menos 20 años, con un cuerpo delgado de curvas suaves y piel blanca que contrasta completamente con sus ojos de un verde esmeralda y su cabello negro azabache, sus senos no han sido aumentados mucho para mantener la estética de su cuerpo que parece una bailarina de ballet.

La enfermera activa un dispositivo en el panel de la celda y el gas de control es reemplazado por aire puro y en medio de la habitación aparece la chica de pie con sus piernas ligeramente separadas, sus manos se mantienen por un lado acariciando sus pezones y su otra mano introduce su dedo medio y su dedo corazón en el canal vaginal que tiene horas de estar repleto de fluidos que no paran de salir con cada nueva masturbación.

Abriendo la puerta la enfermera coloca una cadena de plata en la argolla del collar de cuero rojo, que a parte de los zapatos rojos de tacón de aguja, es lo único que viste la chica que dócilmente se deja manipular y es sacada al pasillo donde Robert y sus visitantes la observan con total atención.

– Una interesante pieza de su colección Roober-San.

– ¿No sabia que estaba interesado en la música sinfónica Hasegawa-Sama?

– Me interesan mucho el arte, y tener a la primera violinista de la Sinfónica de Paris convertida en una dulce sumisa es toda una obra maestra.

– Colette LaFleur tuvo la amabilidad de visitar nuestra ciudad hace unos meses y como ve, algo encontró aquí que no ha podido abandonarnos. Esta noche puedo hacer arreglos para que ella le haga una presentación privada si así gusta Hasegawa-Sama.

– Seria un exquisito placer.

Robert saca su agenda electrónica y escribe una serie de ordenes, ordenes que inmediatamente se hacen visibles en el reporte de acciones a tomar en la nueva sumisa Colette LaFleur, destinada esa noche a servir a Hasegawa como el tenga a bien.

Minutos después que Samantha bajara lista para salir, seguida por Melissa y Valeria igualmente listas, entraran a la cocina y tomaron un vaso de jugo de naranja y una o dos tostadas, y se fueron sin casi despedirse saliendo de la Mansión Baxter. Susan Baxter sigue sentada a la mesa y James Baxter deja de leer su periódico y mirando a Susan le sonríe mientras le dice.

– FUCKTOY.

Susan Baxter suelta su agenda que cae sobre la mesa y sus manos automáticamente empiezan a abrir su blusa y dejan al descubierto sus senos con sus pezones argollados y sin esperar otra orden se pone a cuatro patas metiéndose por debajo de la mesa y coloca su cabeza en la entrepierna de su esposo que le acaricia sus cabellos rubios castaños mientras atrapando por la cintura a Roxy la acerca a él y le besa subiendo su mano y tomándola de la nuca.

Roxy automáticamente empieza a desnudarse abriéndose la blusa y subiéndose la falda mientras las manos de James la guían hasta acostarla sobre la mesa para empezar a comerle el coño, mientras Sussy ya engulle con desesperación la verga de su dueño. Sobre la mesa a parte de Roxy descansa una agenda encendida donde se pueden leer las actividades que Susan escribía o por lo menos pensaba que hacia. “Viernes 8:30am: rwerwrwf rertrwe lksds ske”, “Viernes 10:00am: fds llxc rwslt eodsm”.

Hasewagua y Robert continúan el recorrido poco a poco y la mañana va pasando mientras Robert explica detalladamente a Hasegawa el uso de las incubadoras, y lo hace visitar las instalaciones del cuarto de control donde en ese momento por lo menos 6 profesionales operan las diferentes consolas de datos con audio y video que llenan de ordenes y mensajes subliminales las mentes de las candidatas en las incubadoras y en las celdas de recuperación, ninguna de las chicas parece percatarse de la presencia de los visitantes y continúan su trabajo sin la más mínima distracción, Robert se acerca a una de las operarias y mientras acaricia su cabeza como si de una mascota se tratara comenta.

– Como vera cada una de ellas centra su esfuerzo por ayudar a romper la voluntad y condicionar a las siguientes candidatas, muchas de las que ahora observamos por estos monitores en pocas semanas ocuparan puestos de trabajo en estas mismas instalaciones, sus habilidades naturales y profesionales no son destruidas, en cambio nosotros sacamos el máximo provecho de nuestro material.

La operadora de la consola emite leves gemidos y sus pezones parece que intentaran romper la tela de látex que constituye su uniforme de esclava, como es de esperar no hay nada más debajo de ese vestido y su atuendo solo tiene dos accesorios adicionales, un collar de cuero en su cuello con su argolla y un par de zapatos de tacón de aguja. Robert y sus visitantes abandonan el cuarto y pasan a otra cámara repleta de monitores y pantallas de video los cuales muestran todos los ángulos posibles del interior y el exterior de las Clínicas Baxter.

– Este es el centro neurálgico de seguridad de las instalaciones, como ve podemos monitorear toda el área interior y el perímetro exterior y verificar el buen funcionamiento de la fábrica y de cada uno de los módulos.

Todos observan los monitores donde en algunas cámaras ven la llegada de las pacientes en sus autos en el estacionamiento, algunas son dejadas en la puerta de acceso en elegantes limosinas y en elegantes autos sedan que visiblemente parecen blindados. En otra pantalla se aprecia la entrada de las pacientes y su segregación en clientela regular y clientela VIP, donde las primeras esperan su turno en una hermoso lobby con un soberbio gusto en decoración salido de la más reciente revista de decoración de interiores, las puertas de seguridad se abren y dos chicas, una rubia y una pelirroja entran dirigiéndose a la salas de masajes terapéuticos escoltadas por dos alegres y hermosas Estilistas de Clínicas Baxter que conversan animadamente con sus clientes.

En el segundo caso las clientes VIP conversan o chatean sus frivolidades con sus amigas mientras esperan sentadas en una súper lujosa sala, donde meseras les atienden y ofrecen sus bebidas o aperitivos energéticos bajos en grasa, sin azúcar, cero colesterol y cargados de drogas de control desarrolladas por la compañía Hasegawa, mientras esperan para ser llevadas las áreas privadas y selladas como son los saunas, las áreas de ejerció, las clases de aerobics, los baños relajantes o el área de masajes terapéuticos entre otros. Saunas como el que se aprecia en una pantalla donde una de las elegantes señoras lucha por no correrse mientras una de sus elegantes amigas esta de rodillas entre sus piernas, haciéndole una mamada de coño bajo la atenta mirada y supervisión de una de las Estilista de Clínicas Baxter, la cual le ha prohibido a la elegante señora correrse hasta que le sea ordenado, la pobre puta solo tiene la opción de convulsionar y sentir como se estremece a la espera de la deseada orden.

Volviendo la mirada a las primeras cámaras puede verse a la rubia y a la pelirroja acostadas boca abajo en sus mesas de masajes mientras una de las Estilista le acaricia las nalgas a la rubia y la otra Estilista revisa el estado de conciencia de la pelirroja abriéndole los parpados y revisándole sus ojos con una pequeña lámpara, satisfechas de la aparente inconciencia de ambas clientas activa un botón y una pared falsa se abre dándoles espacio a mover a las desnudas e inconcientes clientas a los pasillos que las llevan a distintos puntos de entrenamiento y condicionamiento de la Clínica.

En la mansión de la familia Baxter, Rossana deja de temblar por un momento y Mr. Baxter como si fuera la cosa más común del mundo le da a lamer sus dedos llenos de los propios líquidos vaginales de Rossana que los limpia con presteza y luego él se dispone a terminar su café y leer las últimas paginas de su periódico, perfectamente conciente de que sus hijastras han vuelto a casa y que una de ellas los espía y desarrolla su gusto por el vouyerismo. Rossana sigue sobre la mesa con sus piernas separadas ofreciéndole su coño a Mr. Baxter mientras ella misma se masturba con sus dedos y con la otra mano levanta sus senos y lame y muerde sus pezones. Esto es casi demasiado para Melissa que sigue escondida observando todo lo que pasa entre su padrastro y su empleada, siente que esta a punto de correrse por todo lo que ve. Su padrastro aprovecha para observarla por la pantalla de cristal líquido que sostiene en el periódico y la ve mientras ella se masturba viendo el espectáculo sexual de la cocina. Al poco tiempo observa a Samantha entrar a la casa y dirigirse a justo al lugar donde Melissa los observa, James sabe que será cuestión de minutos para que esas dos putas estén besándose y apretándose los culos y tetas justo como lo hacen siempre que el las tiene bajo su control y las hace comerse una a la otra.

Un momento después que los corazones de Melissa y Samantha casi se detuvieran al ver a su madre salir de debajo de la mesa de la cocina, mientras miraba embebida la verga de James que chorreaba jugos vaginales de Rossana, jugos preseminales y algo de las propias babas de Susan. Ambas chicas solo pueden mirar como Susan sigue lamiéndose los labios mientras bajo su falda sus medias se van humedeciendo por los jugos que salen de su coño, que arde en ganas de ser penetrado. Mr. Baxter, aun sosteniendo el collar de perro de Sussy, con sus manos presiona los hombros de su dócil esposa que simplemente reacciona arrodillándose hasta quedar a la altura del coño de Rossanna, Mr. Baxter ahora toma por la cintura a Rossana y la gira hasta que sus nalgas quedan frente al rostro de Sussy.

– Roxy ofrécele el culo a mi putita y tu putita has un buen trabajo con esa lengua.

Rossana toma sus redondeadas nalgas con ambas manos y las separa ofreciéndole su rosado y dilatado esfínter a Sussy. Sussy saca su lengua y empieza lentamente a lamerle el culo abierto por el dilatador anal, el culo de quien hasta hace un tiempo era solo su empleada doméstica. Las hermanas Baxter son sacadas de su estado de shock por los sonidos de la bocina del auto de Samantha. Mr. Baxter mira hacia a la puerta y ve a ambas como se agachan para no ser vistas y corren a la salida más próxima y no paran de correr hasta llegar al auto. Sacando su teléfono celular marca una tecla rápida y en pocos segundos Hellen Bells contesta.

– “Estoy a sus órdenes Mr. B, en que puedo complacerlo.”

– “Hola Hellen, solo para decirte que todo va según lo planeado, ambas perras han salido de casa y ya van más que cargadas de ganas.”

– “Gracias por su cooperación Mr. Baxter, nosotros nos encargaremos del resto.”

– “Recuerda el tercer paquete Helen. Ha sido un imprevisto del cual no me he podido deshacer.”

– “No se preocupe por nada, tenemos todo bajo control.”

– “Hasta pronto entonces Helen.”

Cerrando la llamada le ordena a Roxy asearse y prepararse para la siguiente fase, la sostiene por la cintura y le da un apasionado beso, el cual es correspondido con total deseo por la controlada Roxy. Mientras la ve alejarse contoneando las caderas recuerda como empezó todo esto, nadie podría llegar a imaginar que esta chica condicionada física y mentalmente para coger, gozar y dar placer a su dueño hace un tiempo atrás fue Rossana Villegas Directora Adjunta de Relaciones Públicas de Biotecnología Baxter.

Desde la llegada a Biotecnologías Baxter despuntó como una gran profesional bien educada y graduada de las mejores Universidades y Academias de Negocios, su jefe inmediatamente vio las potencialidades de aquella chica que no se detenía ante nada con tal de lograr sus objetivos, solo había pasado un mes desde su llegada a la oficina cuando ya su jefe James Baxter en juntas privadas a puertas cerradas la colocaba sobre el escritorio, acostada boca abajo con sus pechos sobre la sobremesa y sus piernas bien separadas mientras Mr. Baxter le llenaba el coño con su verga sosteniéndola de su diminuta cintura, mientras ella gemía y pensaba en lo rápido que seria ascendida en la empresa y en las ganancias que representaría ser la amante de un hombre tan poderoso como James Baxter.

Habían sido 4 excelentes meses de tórrido romance y buen sexo, pero como nada es eterno un buen día aquella felicidad sexual se termino cuando Rossana después de pasar de Asistente Ejecutiva a Directora Adjunta de Relaciones Públicas en menos de dos meses, empezó a presionar a Mr. Baxter sobre un puesto en la Junta Directiva. Obviamente la primera respuesta de Mr. Baxter fue un diplomático “Tendría que pensarlo y plantearlo a los socios”, pero luego Rossana sacando sus hermosas garras comento sobre un reciente descubrimiento de algunas cuentas de gastos de publicidad y mercadeo que simplemente desaparecían de los libros de cuentas de la compañía, fondos destinados a la operación de Industrias Fredensborg.

Una semana después una muy entusiasmada Rossana abordaba un vuelo con destino a Asia donde estaría en viaje de negocios cerrando un trato con un gigantesca multinacional de productos químicos y medicamentos que apoyarían proyectos con Biotecnologías Baxter, esta seria su oportunidad y trampolín a la Junta Directiva. Un mes y medio después, y luego de algunas cirugías correctivas de rostro, un nuevo color de cabello y un hermoso aumento de busto, llegaría vía correo electrónico la notificación de que por motivos personales Rossana Villegas abandonaba la compañía y permanecería en Asia contratada por aquella compañía que fuera a visitar. Nunca más se supo de aquella hermosa chica que se fue a trabajar a Asia.

Sin títuloJames Baxter toma la mata de cabellos de Sussy Pussy, que permanece de rodillas a su lado excitada y babeando, James limpia los fluidos de su verga con los cabellos de su esposa y aun sosteniéndole la cadena le jala y la hace gatear rumbo al garaje de la mansión mientras de dice.

– “Vamos putita… perra de mierda, daremos un largo paseo”

El recorrido continua y Robert y su invitado caminan por los pasillos de la Clínica mirando los distintos módulos a través de cristales falsos o pantallas de TV. En el pasillo las Estilistas de la Clínicas conducen a sus clientas a sus destinos, unas en camillas otras por sus propios pies, desnudas y con sus cadenas y collares al cuello completamente ignorantes del trato que reciben.

Una de las Estilistas sostiene la cadena de a la chica pelirroja de la sala de masajes y la hace caminar detrás de ella por el pasillo, la pelirroja ahora viste un corsé que realza sus pechos desnudos y adornados con cascabeles y sus hermosas nalgas y rítmico movimiento de caderas se acompasa con el sonido “clack, clack” que emiten unos altos y fetichistas zapatos de plataforma mas parecidos a pezuñas que a zapatos, mientras su boca esta cubierta por una brida de caballo y en su cabeza lleva una especie de tapaojos y un plumón color rosa termina adornando la coronilla de sus cabeza.

Las siguen y entran a un área de ejercicios con múltiples máquinas, donde las candidatas y profesionales hacen hasta lo imposible por mantener tonificados sus cuerpos para complacer a sus amos, pero al fijarse detenidamente en cada una de las máquinas, estas no son precisamente máquinas comunes, pues las bicicletas estacionarias desde sus asientos proyectan falos o dildos donde las pacientes se encajan y reciben penetraciones al pedalear, algunas también pueden verse conectadas a copas de vacío que hacen succión a sus pechos mientras pedalean.

En las máquinas para hacer brazos pueden ver a una candidata sentada desnuda haciendo su rutina de pesas mientas un dildo entra y sale de su coño a cada flexión, y a su lado pasa algo similar con la rubia del video de la sala de masajes que permanece acostada flexionando sus piernas mientras un dildo entra en su mordaza en forma de O en su boca y otro dildo entra en su coño. La Estilista de Clínicas Baxter coloca finalmente a la pelirroja en una máquina para caminar y luego de establecer los ajustes necesarios la hace empezar a caminar en un paso sencillo para que caliente sus extremidades mientras se le enseña como una buena Ponygril debe comportarse.

Continuando con el recorrido los visitantes pasan a lo que parece ser una gran cámara de aislamiento donde en una pantalla pueden apreciar a una sumisa sentada en una especie de silla de dentista, igualmente conectada por a electrodos y a dildos vibradores que entran en su vagina y coño estimulándola sexualmente hasta hacerla correrse, la diferencia de esta cámara es que la sumisa esta prácticamente sumergida y dentro generadores de viento crean corrientes de aire que golpean su rostro y su cabello. La sumisa sigue semiaturdida mientras su cerebro se convierte en una esponja del bombardeo psicológico y su cuerpo deja de obedecer sus órdenes dejándose dominar por los deseos que las máquinas implantan en ella hora tras hora de adoctrinamiento intensivo.

Hasegawa observa con curiosidad y luego de un rato pregunta.

– ¿Cual es el objetivo de esta celda Roober-San?

– Hasegawa-Sama déjeme disculparme primero por no informarle en la totalidad sobre las acciones que estamos tomando en las Clínicas,

– No tienes por que disculparte Roober-San, yo solo soy un accionista y tu has demostrado tu gran eficacia al llevar a cabo toda esta operación para beneficio mutuo.

– Me honra con sus palabras Hasegawa-Sama, pero mayor razón tengo para informarle pues pronto tendré que pedirle su colaboración en uno de mis últimos y más ambiciosos proyectos.

Sonriendo mientras acaricia y aprieta el trasero de la, al parecer, distraída Akemi, Hasegawa contesta a Robert.

– Roober-San, sabes que con gusto haré lo necesario para pagarte todos tus servicios que tanto placer y beneficios me han traído.

Mirando nuevamente la celda Robert sonríe pensando cuan fácil es agradar a los poderosos mostrándose humilde y conociendo sus necesidades.

– Esta es una celda que llamo “Novaya Zemlya” (Tierra Nueva), esta celda nos permite recrear las condiciones atmosféricas especificas que nosotros deseemos, podemos hacer que aunque en el exterior estemos a las puertas del invierno, dentro de esta cámara sintamos que estamos en una hermosa playa de Tahití, con la cantidad exacta de Sol, brisa, agua de mar, el nivel se sal en el aire y hasta la presión barométrica propia del lugar que recreamos.

– Muy interesante todo este concepto Roober-San, pero ¿Cómo esta cámara beneficia nuestra mutua operación y cual es mi papel en aquella colaboración de que me hablabas?

La agenda electrónica de Robert empieza a timbrar justo en el momento que se dispone a explicar el proyecto a Hasegawa. Disculpándose camina a una de las terminales de comunicación de la Clínica y se comunica con su oficina pisos arriba. Una sonriente Tara aparece en la pantalla de video.

– “Disculpe la interrupción Dr. Sagel pero los invitados de la reunión de las 11 están por llegar”

– “Gracias Tara, en cuanto lleguen hazlos pasara a la oficina y atiéndeles como debes y diles que estaré allí en unos minutos”.

La respiración de Tara se acelera visiblemente y su voz marcada por la excitación contesta.

– “Así lo haré Señor, muchas gracias Señor”.

El rostro de la chica desaparece y la pantalla cambia al logo de Clínicas Baxter, mientras Robert vuelve con su invitado y le informa de la situación.

– Al parecer he perdido la noción del tiempo en este recorrido y nuevos invitados que debo atender ya han llegado, creo que seria agradable que fuéramos a un último modulo y diéramos por concluido el recorrido si es que le parece Hasegawa-Sama.

– No te preocupes por mi Roober-San, este ha sido el mejor día en la fábrica de juguetes que he tenido… aunque solo me queda probar algo de los nuevos productos terminados.

– Así será, ahora por favor acompáñeme por aquí.

Entrando a una última sala tan espaciosa como todas las anteriores, ambos observan el rítmico andar de por lo menos 30 mujeres, en casi proporción exacta de mujeres desnudas y vestidas de entrenadoras. En medio de la sala una línea de 10 mujeres desnudas, paradas una al lado de la otra, esperan excitadas su turno para que Helen Bells las evalúe abriendo sus bocas, tocando sus pechos, revisando sus coños y traseros en un perfecto ejemplo de revisión de control de calidad de producto.

Helen termina de anotar unos parámetros en dispositivo electrónico y activando un botón el dispositivo emite una etiqueta adhesiva que ella coloca sobre la frente de una excitada y sonriente Vivian Deveraux, la cual es tomada por una entrenadora que con su agenda lee el código de barra de la etiqueta y la conduce dócilmente, sostenida de su cadena rumbo, a su siguiente destino en la Clínica.

– Como ve Hasegawa-Sama, dejo el trabajo de control de calidad a mi más responsable y experta colaboradora. Como puede ver este es el área donde hacemos la evaluación de nuestros productos terminados.

– Es un placer servirlo Hasegawa-Sama, estoy para satisfacer cualquiera de sus necesidades.

– Gracias por todo su trabajo Helen-Chan (“Chan” se refiere a ella como una mascota, no como “joven señorita” de menor edad que él), me complace ver que todo lo que hacen son productos de una calidad incuestionable.

– Es hora de ir a la oficina, acompáñenme para dar por concluida la visita.

Minutos después Akemi y Hellen abren las puertas de la oficina de Robert y flanquean la entrada de sus dueños mientra estos entran, frente al mismo ventanal donde hacia unas horas Robert contemplaba el paisaje, Michael James Baxter esta de pie con sus brazos cruzados mientras su verga y su huevos salen de su pantalones grises a juego con su saco, mientras Tara permanece vestida con su ropa de secretaria ejecutiva arrodillada frente a Baxter, haciéndole una mamada y siente como una de las manos de Baxter sostiene su nuca y la hace atragantarse con la verga que ella debe atender, una mezcla de saliva y líquido seminal escapan de la comisura de sus labios y manchan su blusita que muestras sus pechos rudos y pezones erectos.

Un olor a sexo llena la oficina y los sonidos de la húmeda mamada se mezclan con los gemidos de excitación de una segunda perra que esperaba en la oficina. En una esquina, desde donde puede contemplar perfectamente a Baxter y a Tara, Susan Baxter completamente excitada la escena. Permanece desnuda de rodillas, mientras una de sus manos se encarga de introducir un dildo en su coño, su culo esta abierto por un dilatador anal negro y con su otra mano levanta sus pechos para lamerse y mamarse los pezones argollados alternando el izquierdo y el derecho, sin poder apartar la vista la gran mamada que recibe James por parte de quien hasta hace poco fuera la secretaria personal Susan… de Susan pues ella ya no es mas aquella mujer de negocios, ella es solo un objeto para colocar en una esquina y para que su amo le llama Sussy Pussy cuando quiera usarla.

Robert sonríe al observar la escena y con un gesto de manos invita a Hasegawa a sentarse mientras dice con un toque de sarcasmo en su voz.

– Creo que es el momento y ambiente perfecto para hablar de negocios caballeros…

Diciendo esto Helen cae de rodillas junto a las piernas de Hasegawa y Akemi hace lo propio al lado de Robert. Ambos hombres observan como aquellas hermosas hembras gatean hasta sus entrepiernas y con gestos delicados pasan sus rostros y cabezas sobre sus pantalones y lentamente abren sus cierres y extraen las vergas y, al igual que lo hace Tara, hacer lo que mejor saben hacer… ser unas verdaderas profesionales.

Continuara…

Anexos I

En un lujoso hotel de la localidad el Penthouse ha sido alquilado por Tetsu Hasegawa, el cual en ese momento se encuentra en la cama sosteniendo la cintura de la sumisa Colette LaFleur, que hacia pocos minutos había terminado de tocar magistralmente la Sonata en G Menor, o “Devil´s Trill” de Giuseppe Tartini. Aunque el alma de aquella chica no pertenecía al diablo en persona, su cuerpo le pertenecería toda la noche a Hasegawa.

Akemi Miyake saciaba sus ganas penetrándose ella misma con un dildo que había pegado con una ventosa en una de las enormes ventanas de cristal del lugar, le había encantado mamar el coño de esa hermosa violinista, mientras la habitación se llenaba de las preciosas notas que sacaba de aquel violín que ahora permanecía justo al lado de la cama, donde su dueño y señor era ahora quien hacia vibrar a la violinista y en vez de notas musicales, eran sus hermosos gemidos de placer quienes llenaban el lugar.

En otra habitación del lugar James Baxter termina de atar las manos de su emputecida esposa a los correajes de la máquina que tiene tensado el cuerpo de Sussy en forma de X, mientras James vuelve a una consola de computadoras y ajusta una video cámara que emitirá vía Web toda la sesión de castigo que tiene planeada para la puta de Sussy Pussy. Colocándose una mascara sobre su rostro y poniéndose unos guantes de cuero, toma un látigo de varias colas y descarga el primer golpe en las redondas y blancas nalgas de Sussy que emite un gemido de placer detrás de la mordaza de plástico rojo que cubre su boca.

En las instalaciones de Clínicas Baxter Helen Bells recibe una mamada de coño por parte de su recién estrenada mascota Vivi, mientras observa las pantallas llenas de las imágenes que recibe desde una lejana habitación de hotel en las montañas nevadas, donde una ardiente escena lésbica inició hacia escasos 10 minutos, escena protagonizada por las hermanas Baxter que tal como se les había condicionado no han podido sacar de sus sesos las imágenes de sus padres teniendo sexo con la empleada de la mansión, mas específicamente su madre siendo usada como un juguete o mascota sexual. Concientes de todo lo que pasa entre sus padres y entre ellas, han empezado a dar los primeros pasos en su emputecimiento total y que les colma de placer y excitación, dos cosas de las cuales en cuestión de horas se harán más que adictas.

En ese momento Helen se deleitaba observando como Melissa llena el coño de Samantha con el dildo plástico y ambas hermanitas completamente desnudas gimen y convulsionan de placer. Melissa empieza a bombear, al principió lento pero luego más y más rápido y Samantha solo atina a sentirse llena y a pensar en ella como la puta más grande de todas, una perra justo como lo es su madre.

Melisa continúa penetrándola y luego de un momento la hace voltearse y acostarse en la cama y empieza a mamarle y lamerle los senos mientras la penetra, ambas se besan y acarician casi llegando al orgasmo. Samantha se saca el consolador y empieza chuparlo y limpiarlo, lo quita de la cintura de Melissa y Melissa la agarra de la nuca y entierra el rostro de Samantha en su coño y Samantha sumisamente empieza a mamarla.

En ese momento Helen ordena a Vivi detener la mamada y observa como lentamente Valeria entra en el cuarto de las chicas utilizando una de las llaves maestras de la administración del hotel de sus padres. Helen observa como esta inesperada y molesta visita empieza a ser la tercera integrante del trío lésbico en sus pantallas, visita que puede echar a perder todo el plan meticulosamente estructurado. Tomando un teléfono seguro Helen marca rápidamente una serie de dígitos. El teléfono empieza a sonar y a varios kilómetros de la Clínica Baxter una sonriente recepcionista pelirroja contesta.

– “Hotel Crowell Mountain, Tamara McGuini le habla ¿en que puedo ayudarle?”

Una voz conocida para Tamara le habla al otro lado de la línea y siente como si una descarga eléctrica corriera por su columna.

– “¿Tammy?”

– “Sí soy yo…”

– “¿Estas sola Tammy?”

– “Sí, sí lo estoy…”

– “DREAMLAND, escucha con atención mis ordenes Tammy, vas a hacer todo cuanto de diga y te encantara obedecerme…”

Los ojos de la chica se opacan y su mirada se pierden el en limbo mientras escucha con total atención lo que su Ama Helen le ordena hacer, al final de la llamada una aturdida Tamara solo atina a decir.

– “Así se hará Mistress Helen…”

Cerrando la llamada se dirige a los recintos de empleados donde abriendo su armario toma una bolsa y luego camina hasta el área de mantenimiento donde se encuentra a una chica del personal de limpieza y amas de llaves, llamada Isabel Torres según reza la plaquita de plástico con su nombre en su uniforme, Isabel escucha un mp3 player mientras empuja su carrito de limpieza de habitaciones por el pasillo desierto.

Tammy llega hasta ella e Isabel la saluda con una sonrisa mientras la observa hablarle pero nota que Tamara luce perdida o atontada. Isabel quitándose los audífonos intenta preguntarle el porque de su estado pero Tamara le mira y dice.

– DREAMLAND.

Isabel siente como sus pezones se endurecen y su coño se humedece mientras pierde completamente el control de su mente y Tammy sosteniéndola de una mano la lleva dentro de un cuarto de depósito vacío. Allí dentro Tammy hace que la aturdida Isa se arrodille ante ella y levantando su falda la hace comerle en coño mientras le da las instrucciones que Mistress Helen quiere que cumplan.

Unos minutos después Isabel avanza por el pasillo que da a la habitación de las hermanas Baxter y coloca su carrito de lavandería en a puerta, se acerca a la puerta y finge tocar, se agacha detrás del carrito a recoger una llave maestra que se le ha caído al suelo y coloca el tubo del cilindro de gas comprimido que esconde bajo el carrito. El gas invisible llena en segundos la habitación y las tres chicas caen aturdidas en cuestión de un pestañeo.

Isa coloca en su boca un pequeño inhalador y con la llave maestra entra al cuarto de las chicas con su carrito. Saca un aplicador de su bolsillo, apartando los cabellos de una de las chicas y le descarga el contenido en el cuello para luego tomar y levantar por debajo de los brazos a la aturdida y desnuda hija de los dueños del hotel, coloca a Valeria dentro del carro de lavandería y cubre el cuerpo de la aturdía chica con mantas y toallas.

La operación no dura más de 4 minutos y mientras Tammy, mediante las cámaras de seguridad del hotel, monitorea la salida de Isa de la habitación con la aturdida Valeria dentro del carrito, marca un número seguro en su celular y cuando contestan dice:

– “Mistress Helen, tenemos su paquete.”

– “Has sido una muy buena chica Tammy, ya envíe a recogerlo, dile a Isa que han sido muy buenas chicas, pronto las recompensaré. Has lo que debes y despierta putita Tammy.”

Tamara borra la llamada de la lista de discado y guarda su celular, parpadea dos o tres veces mirando el lobby vacío a esa hora de la madrugada y se siente tan apenada de dormirse otra vez en el empleo y como tantas veces siente su coño húmedo y algo caliente, se avergüenza pensado que tal vez sean esos sueños eróticos otra vez… lástima que no recordaba nada de ellos, por lo menos así valdría la pena estar excitada.

A esas horas de la noche el Dr. Robert Sagel se encuentra de pie mirando por el gran ventanal de su Penthouse en la cuidad, las millones de luces de los edificios y autos crean un manto de destellos frente a sus ojos. Un cristal de vodka descansa en su mano mientras contempla pensativo la ciudad.

Su teléfono recibe una llamada, lo extrae desde el bolsillo de su saco y contesta.

– “Hola Hellen.”

-“Hola Amo… El tercer paquete ha sido reducido y neutralizado, ya mande a buscarle, las marionetas están actuando justo como lo hemos planeado.”

– “Gracias por mantenerme informado, buena chica Helen.”

Cerrando la llamada y sin dejar de mirar la ciudad Robert se palmea dos veces el costado de su pierna, inmediatamente una chica llega a su lado gateando, su cuerpo permanece desnudo a excepción de un collar de cuero al cuello, con argolla de plata y su plaquita de mascota donde se lee “Sheba”. Sus facciones delicadas y cabello oscuro en parte lacio en parte rizado contrastan con su piel blanca olivácea, ojos color avellana y un cuerpo de infarto donde sus caderas y nalgas redondeadas no tienen nada que envidiar a sus bien formados y turgentes senos que se bambolean a cada movimiento que ella hace.

Robert la observa a su lado a 4 patas lista para ser usada y sacando su agenda escribe un mensaje de texto y lo envía.

– “Todas las cartas están sobre la mesa.”

Un minuto después llega la respuesta.

– “Es hora de empezar un nuevo juego.”

 

Relato erótico: “Las Profesionales – Es tiempo de volver…” (POR BLACKFIRES)

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no son dos sino tres2Notas Aclaratorias:

sin-tituloEl presente trabajo es un relato de ficción. Los nombres, lugares y eventos son producto de la imaginación del autor. Las situaciones descritas aquí son en el mejor de los casos imposibles o muy inmorales en el mundo real.

El presente capítulo es parte de la serie “Las Profesionales” publicada en la categoría Amor Filial y Control Mental. Este capítulo en especificó presenta contenido de Amor Filial, también presenta situaciones de Dominación y Violencia Sexual. Si no es usted afín a estos géneros por favor se le pide no leer este escrito.

Las Profesionales son relatos originalmente escritos en español y no existen versiones en ingles o en otros idiomas por el momento. 

Las situaciones sexuales descritas en estos relatos son producto de la ficción. En el mundo real, existen serios peligros de enfermedades de contagio sexual, practique el sexo seguro. Use preservativos y protéjase usted y a su pareja sexual.

Las Profesionales – Es tiempo de volver…

Nombre: Vanessa Harper.

Profesión: Oficial de Policía.

Ubicación actual: Cuartel General Policía Metropolitana.

Status: Disable – Inactivo.

Había sido un largo día recorriendo las calles de la gran ciudad. Por lo menos había sido un día sencillo, solo dos llamados por hurto menor, dos infracciones de transito, una por estacionar en lugar prohibido, otra por conducción con aliento alcohólico y una falsa alarma de infante extraviado. Solo el asfixiante tráfico de la ciudad era lo suficiente para que la oficial Vanessa Harper anhelara unas vacaciones o si se pudiera un cambio de ambiente algo más tranquilo.

En eso pensaba Vanessa mientras la llave abierta de la ducha, en los vestidores de damas de cuartel general de policía, mojaba su cuerpo limpiando su piel y el jabón dejaba sobre el un rico aroma a flores frescas. No era tarde pero ella si era la última oficial en salir del turno, así que los vestidores estaban literalmente desiertos.

Vanessa cubriendo su cuerpo desnudo con una toalla se miraba al espejo mientras, secador en mano, terminaba de dar forma a su cabello. Mientras se observaba le pareció una tontería pero casi no reconocía a la chica que le devolvía la mirada desde el espejo. Su piel era perfecta y sus pómulos eran ahora más estilizados haciendo juego con su nariz perfilada, su rostro se había acentuado al perder peso siguiendo un estricto régimen de alimentos sanos y ejercicios para tonificar su figura.

Mirando su figura que ahora cubría con la toalla blanca que contrastaba con su piel color ébano, el casi desconocido reflejo del espejo le mostraba un par de redondos, firmes y paraditos pechos que marcaban sus duros pezones en la toalla. La sonrisa picara y perfecta del reflejo casi la hizo ruborizar al ser cómplices del morboso gusto que había desarrollado por estar desnuda, ese pensamiento le hizo sentir más duros sus pezones y sentir como su coño se empapaba a medida que su temperatura aumentaba. Vanessa luchó por concentrarse en su cabello y olvidar su calentura pues dejar que siguiera adelante implicaba volver a tomar otra ducha, esta vez una ducha fría, destruiría todo el trabajo que le había costado que ahora su cabello finalmente estuviera seco.

Se puso a pensar en su trabajo para distraerse. Ya estaba por aplicar para la prueba de detectives y subir su rango a Teniente, fácilmente conseguiría aprobar esa prueba que consideraba hecha para idiotas, ella era una mujer inteligente y hermosa, claro que solo su inteligencia le ayudarían a detener a los chicos malos pues ella era una “buena chica”, solo recordar esa simple frase fue suficiente para que las piernas de Vanessa se debilitaran y su cuerpo se erizara mientras ella sentí como su respiración y su corazón aceleraban su ritmo mientras su coño se inundaba.

Le tomo dos o tres segundos recuperarse agarrando con fuerza la mesa donde descansan los lavamanos y mientras se miraba al espejo y sonriendo le dijo a su reflejo.

– Si no te conociera tan bien como te conozco pensaría que te estas volviendo toda una puta…

En ese momento su teléfono móvil empezó a sonar, reconociendo el numero Vanessa contesto alegremente.

– “Hola”

– “¿Hola Vanessa esta sola?”

– “Si lo estoy, por qu…”

– “DREAMLAND”

Nombre: Dennis Sandoval.

Profesión: Ingeniera Química.

Ubicación actual: Restaurante Italiano, Área comercial.

Status: Disable – Inactivo.

La tarde ya casi moría y Dennis había pasado una amena velada con su nuevo galán, habían tomado un café, reído de lo lindo y mientras seguían mirándose y comiéndose con las miradas la noche se iba apoderando de la ciudad.

Mientras el galán se preguntaba que había sido aquello que hizo cambiar tanto a Dennis, segundos después desecho ese pensamiento y se concentro en imaginarla desnuda sobre él mientras la penetraba, acariciando ese hermoso par de pechos que casi se desbordaban por esos nuevos y reveladores escotes que Dennis ahora gustaba tanto lucir.

Dennis se preguntaba como se había negado tanto tiempo en acostarse con su nuevo galán, ya lo había probado en la oficina, la sesión sobre el escritorio había sido, dura, plena, gratificante pero sobre todo muy corta, debido particularmente a que en cualquier momento podían tocar la puerta y sorprenderlos, aunque en verdad eso era lo que mas morbo y placer daba a la situación… A parte de que ese chico que la desvestía con la mirada desde el otro lado de la mesa era casado.

Sintiendo como su coño volvía a quedar completamente inundado y palpitando de excitación Dennis con una picara sonrisa le comenta a su galán.

– Ve pidiendo la cuenta, mientras voy al baño…

– Crees que podría acompañarte.

– Lo creo posible, pero no creo que los administradores tengan ganas de escuchar mis gemidos, llamarían a la policía para que nos lleven por conducta inmoral… aunque esa sea una de mis fantasías…

– ¿Hacerlo en un baño público?

– También suena bien, yo hablaba de que me esposaran… Pero me gusta como piensas.

– Quiero escucharte gemir…

Sin dejar de sonreír Dennis se levantó de la mesa y moviendo rítmicamente sus caderas se alejó con rumbo al baño, el chico sintió como su pene dio un brinco y se puso más duro al ver como ese par de nalgas latinas, apenas cubiertas por esa minifalda, se balanceaban al compás del “clac-clac” de los tacones de aguja que sostenían esas torneadas piernas de piel canela.

Un momento después Dennis salía de un privado del baño, limpiaba sus manos mientras el reflejo del espejo la miraba complacida pues Dennis hacia varias semanas había aceptado su total cambio de imagen, su color de cabello, su aumento gradual y sustancial de senos, su nueva forma de maquillarse y vestirse que traía locos a más de cuatro hombres y alguna que otra chica en su oficina. Pero lo primordial, Dennis había aceptado que muy por el contrario a toda su educación, principios y valores, el sexo era lo más gratificante en su vida.

En ese momento su teléfono Mobil empezó a sonar Dennis lo saco de su bolso, reconoció el número y contesto alegremente.

– “Hola”

– “¿Hola Dennis esta sola?”

– “Si lo estoy, estoy en el baño, puedo llamarte lueg…”

– “DREAMLAND”

Nombre: Gissel Fanovich.

Profesión: Abogada.

Ubicación actual: Torre 101 – Oficial Centrales de Duval & Asociados.

Status: Disable – Inactivo.

La abogada Gissel había estado con un humor de perros la última semana y media, luego de esperar y dar por hecho que ella sería la ganadora del puesto de acompañante junto al Dr. Duval a la gran gala benéfica que esa noche se daría en la zona cultural de la ciudad. Al final la ganadora había sido “la estúpida” de Noris, quien la había superado por un mínimo margen en las pruebas de desempeño y aptitud profesional de la oficina.

Lo que más enfadaba a Gissel era que ella había quedado como una estúpida perra trepadora ante el propio Dr. Duval, cuando al darse cuenta de que Noris le ganaría, ella se había quedado hasta muy tarde para conversar a solas con el Dr. Duval, todo iba bien hasta que tocaron el tema de la gran gala y ella dijo sin titubear que “haría cualquier cosa con tal de tener el privilegio de acompañarlo en una noche tan importante… cualquier cosa”

Dos minutos después ella estaba topless con su falda ejecutiva enrollada en su cintura, mientras Duval sostenía con una mano una de sus nalgas y con la otra le acariciaba la espalda o le sostenía una teta mientras le mamaba o le mordía delicadamente un pezón, subiendo y bajando ella sentía como el erecto pene de Duval, previamente mamado con maestría por ella, entraba y salía de su húmedo coño. Momentos después, por solo dos o tres segundos una duda razonable paso por su cerebro cuando nuevamente estaba arrodillada en la alfombra esperando que Duval descargara su semen en su cara y en sus duros pechos mientras lo masturbaba con una mano y con la otra se metía tres dedos en el coño. Que carajos hacia ella en el suelo de esa oficina semidesnuda, sintiéndose caliente y excitada, después de recibir una buena sesión de sexo, sostenía la verga de su jefe mientras lo escucha respirar agitado a punto de eyacular. Valía la pena todo esto por ir a una mierda de gala y demostrar ser superior a todas las perdedoras de la oficina.

Ella era la mejor abogada de la firma, educada en las mejores universidades, sabia cuatro idiomas, tenia su apartamento, su auto propio y…. Duval descargo su leche caliente en el rostro de ella cubriéndole el ojo derecho, manchando su cabello, su mejilla, algo cayo en su boca entreabierta y escurrió hacia sus pechos… que más da, era tan excitante ser la puta golfa trepadora de la oficina. Recogió todo el semen que pudo en su boca y mirando desde el suelo arrodillada a su jefe, trago sin pensarlo.

De nada sirvió… la puta parlanchina de Noris iría a la gala y ella solo había sido una muñeca sexual inflable para recibir la leche de su jefe.

En la soledad del ascensor que la llevaba al estacionamiento de ejecutivos de la firma su móvil empezó a timbrar, el incesante repique del móvil le saco de sus pensamientos.

No tenia que mirar el número, de seguro serian Ximena o Kimaura, Xixi y Kiki o Tonta y Retonta como a ella le gustaba pensar de las dos pasantes pechugonas de la firma, estarían abajo en el auto, en la calle, esperando que ella bajara. Las tres se irían a comenzar una noche de copas y discotecas como habían acordado. Al menos en la disco o en el bar ese par de tontas servían para algo más que llevar papeles y traer el café. Ese juego de tetas eran un imán para atraer buenos machos, después de un par de tragos patrocinados por los machos que fanfarronearían de su hombría, su trabajo y su dinero, más un poco de absurda plática, ella escogería al mejor macho y le dejaría las sobras a las tontas.

Dudó por enésima vez acompañar a Puta y Reputa al bar, podía también irse a casa y cambiarse de ropa, algo mucho más cómodo y casual, algo que la hiciera pasar desapercibida. Ella estaba de humor suficiente para visitar “The Red Hand”, un exclusivo club de la ciudad, donde los que podían pagarse el lujo, se entretenían degustando vinos y quesos y las otras exquisiteces que eran la especialidad del lugar. A Gissel esa noche le apetecía una botella de vino blanco y la rubia numero 023 del catalogo.

The Red Hand obviamente era un club de sadomasoquismo donde por un precio justo Gissel podía hacer con 023 todo lo que se le ocurriera para someterla, humillarla y degradarla. Como era de esperarse 023 era lo más parecido físicamente a Noris que Gissel pudo encontrar en el catalogo y ella era la razón por la cual Gissel desde hacia semana y media se había vuelto tan asidua clienta.

Al decir lo “más parecido” entiéndase estatura, peso, tallas de culo, tetas y cintura; Hasta el color de ojos, piel y cabello. Gissel en sus muchas sesiones nunca había visto el rostro de 023 pues una mascara de cuero rojo lo ocultaba. La mascara solo permitía ver sus ojos, parte de su respigada nariz y su boca. Un collar de cuero negro con una argolla y un candado numerado 023 impedían quitarle la mascara, a menos que Gissel pagara en precio nada económico para ver el rostro de la chica.

A Gissel le encantaba esperarla de pie en el cuarto, verla entrar, verla detenerse ante ella y Gissel caminar a su alrededor viéndola solo cubierta con la mascara roja y sus zapatos de tacón de aguja, le encantaba agarrarla por el cuello y mientras la sofocaba un poco preguntarle:

– “¿Cuantas pingas y coños te has comido hoy perra estúpida?”

– “Me comí 7 vergas y 4 cucas mi señora”

Un “Plff” fue el siguiente sonido que lleno la habitación.

– “¿Dime lo que eres?”

– ” Soy una perra estúpida, una simple puta, un culo, una cuca, una boca y un par de tetas”

Otro “Plaff” seguido de otros dos llenó la habitación mientras Gissel descargaba a cachetadas su enojo por perder su lugar en la gala junto al Dr. Duval. A Gissel no le tomo mucho tiempo entender el nombre del local mientras sentía su mano caliente después de varias sesiones de cachetadas y nalgadas que 023 aceptaba con gusto, Gissel se sentía poderosa sentada en la cama con sus manos rojas y su propia “perra Noris” comiéndole el coño acomodada a 4 patas entre las piernas de la gran abogada.

El móvil volvió a sonar esta vez con un timbre diferente al anterior, la insistencia de las llamadas pusieron a Gissel de peor humor. Sin siquiera molestarse en mirar el identificador de llamadas contesto con un tono de voz que no dejaba dudas sobre su enfado.

– “Diiime…”

– “¿Hola Gissel estas sola?”

– “Si estoy sola, como te explico que me molesta que me llames tan…”

– “COCKSUCKER”

Tres pisos más abajo, en un auto estacionado a un costado del edificio, Ximena y Kimaura esperan a que Gissel bajase en su auto último modelo a la calzada para seguirla al bar donde regularmente inician sus noches de copas.

Aburridas de escuchar música y comentar los últimos chismes de la oficina conversaban mientras Gissel, para variar, hace que ellas desesperen por llegar al bar.

– ¿Cuanto más puede tardar?

– No lo sé, no contestó mi llamada, debe estar ocupada.

– O no quiere contestar tú llamada, ¿Dime otra vez por qué salimos con esa víbora de dos patas?

– Por que es tan egocéntrica y pedante que para no humillarse con nuestro dinero, ella termina pagando las cuentas, solo es cuestión de darle suficiente alcohol…

Ambas ríen mientras recuerdan las últimas salidas con Gissel.

– La verdad si no fuera por eso, no iría con ella ni a la esquina. Siempre se hace la importante y se lleva al mejor tipo.

– Si, también me molesta cuando hace eso, aunque algunas veces nos ha ido muy bien.

– Si, pero generalmente nos toca compartir el galán.

Ximena con su mano acaricia la pierna de Kimaura y sonriéndole le dice:

– Por lo general me encanta compartir un galán contigo, me encanta estar los tres en la cama. Sentir como él me bombea y yo meto mi carita entre tus piernas par escucharte gemir.

Lentamente sus rostros se van acercando mientras Kimaura toma la mano de Ximena y la va guiando bajo su falda rumbo a su coño, estando a centímetros de que sus labios y lenguas se toquen, Ximena se separa al ver el auto de Gissel salir del edificio y entrar en el tráfico.

– Mierda, ¿Se olvido de nosotras o qué?

Encendiendo el auto entran al tráfico de la tarde y siguen al auto de Gissel, a dos cuadras ya están por alcanzarlo cuando Gissel gira a la izquierda.

– ¿Pero qué pasa con esa loca? El bar esta hacia el otro lado.

– ¿Será que vamos a un lugar nuevo?

– No tengo idea pero voy a llamarla hasta que conteste.

Ximena está a punto de remarcar cuando su teléfono empieza a timbrar

– Debe ser ella…

Sin dejar de conducir tras de Gissel contesta la llamada.

– “¿Hello Gissel?, hola… Sí… Ella esta a mi lado…Ok”

Kimaura observa como la expresión de Ximena cambia de una radiante sonrisa a lo que podría definirse como una total desconexión de la realidad, sus ojos se vuelven vidriados y opacos mientras su boca queda entreabierta.

– ¿Pero qué carajos te pasa Ximena estas bien?

Ximena no contesta y guía el auto al borde de la calzada y se detienen. Apartando el teléfono de su oído le dice a Kimaura:

– La llamada es para ti…

Kimaura toma nerviosa el teléfono y sigue mirando asustada a Ximena, que sigue allí mirando la nada, con la voz entrecortada contesta el.

– “Hola… ¿Quien es, qué le dijiste a mi ami…?

– “COCKSUCKER”

Lo último que la mente conciente de Kimaura pudo ver fue a Ximena separando las piernas y apartando de su coño sus bragas, mientras ella sentía como su propio cerebro se apagaba y sus piernas se abrían de par en par como las de su amiga.

– “¿Me escuchas claramente perra estúpida mama vergas?”

– “Si escucho claramente…”

– “Haras todo la que te ordene y te sentirás feliz de hacerlo por que la obediencia es placer…”

– “Todo lo que ordenes… La obediencia es placer…”

– “A tu lado esta sentada una perra tan estúpida como tú, con las piernas abiertas masturbándose mientras espera que le llenen en coño, quiero que del bolso de ella saques un huevo vibrador, lo humedezcas un poco y se lo metas en el coño a la zorra”

– “Así lo haré”

Tomando el bolso de su amiga, busca hasta el fondo del bolso y descubre un ovalo de color plata que en un extremo tiene un hilo y el hilo finaliza en una argolla plateada, con total práctica Kimaura empieza a babear y esparcir su saliva sobre toda la superficie del huevo, luego girándolo lentamente escucha un clic y siente como el aparatito cobra vida vibrando con fuerza suficiente para moverse en las manos de Kimaura. Ella lo toma con fuerza y mirando a la cara de Ximena empieza a deslizar el huevo dentro del húmedo coño de su amiga que gime, pero sin moverse ni oponer resistencia. Lentamente el intruso va ganando terreno, lo envuelven los labios vaginales y Ximena lo siente a la mitad del camino y suelta un gemido largo al sentir como con un casi inaudible “Glup” el huevo queda dentro de ella.

– “Esta hecho como me lo ordenaste…”

– “Buena chica, ahora mastúrbate para mi y entrégale el teléfono a tu amiga.”

Kimaura obedece y entrega el móvil a Ximena mientras ella aparta sus bragas y después de mamar y lamer sus tres dedos los introdujo en su coño.

Ximena escucho atentamente las órdenes que recibió por el móvil, tomó el bolso de Kimaura y repitió el proceso con el huevo vibrador que sacó del bolso de Kimaura, babeándolo, activándolo y metiéndolo en el coño de Kimaura.

Ambas permanecieron sentadas y el murmullo de los huevos se hizo casi imperceptible, entre los gemidos y la agitada respiración de las chicas. Ximena cerró el teléfono y dirigiendo el auto a la calzada entró al tráfico de la ciudad tomando el mismo rumbo que hacia minutos habían visto tomar a Gissel.

A varios kilómetros de distancia en una amplia sala parecida a un centro de control de tráfico o un centro de monitoreo espacial, con pantallas gigantes, teléfonos y equipos de última tecnología de Sistema de Posicionamiento Global, varias chicas sentadas en sus estaciones de monitoreo iban cerrando sus llamadas, quitándose los auriculares se levantaban y salían de la sala. Al final solo 6 chicas permanecieron en la sala observando con atención la pantalla principal de la sala donde un mapa mostraba todos los sectores de la ciudad y sus alrededores. En el mapa varios cientos de puntos rojos se desplazaban sin orden o coherencia, pero poco a poco cada uno de los puntos se detenía unos segundos cambiando a un color amarillo y finalmente la luz cambiaba a verde, poco a poco cientos de puntos cambiaban a verde y todos tomaban la misma dirección hacia el nuevo distrito cultural de la ciudad, específicamente hacia el nuevo edificio de conciertos y eventos.

Cuando la luz etiquetada como Vanessa Harper cambio a verde, bajo el nombre se pudo leer “Enable – Activada” y dos minutos después el mapa mostró que salía del cuartel general de la policía de la ciudad, Helen Bells tomó un teléfono y con una voz que no ocultaba su emoción y excitación dijo a quien escuchaba al otro extremo de la línea.

– “Todos los elementos de los lotes están en camino Amo”

– “Buena chica Helen, un trabajo excelente como siempre”

– “Gracias Amo, espero tener mi recompensa pronto”

– “Claro que la tendrás, ahora se una buena chica y encárgate de recibir los paquetes, te veré luego”

Robert Sagel cerro la llamada y observo, a través de un enorme ventanal en el piso más alto del edificio de conciertos y eventos, como la noche devoraba la ciudad, dos luces provenientes de enormes reflectores desplegaron columnas de luz que marcaban el lugar a donde muchísima gente se dirigía esa particular noche. Algunos por voluntad propia, otras sin voluntad, pues no tenían la menor opción y avanzaban hacia las luces como las polillas vuelan a la flama de una vela.

Aquellos primeros años parecían ahora tan lejanos, cuando la operación empezó tan solo con la colaboración de una psiquiatra con intereses ocultos en sus pacientes más hermosas, fue muy fácil convencer a Carol Arellanos de participar en el proyecto, ella llevaba años haciendo mierda los sesos de sus ingenuas pacientes que salían de la consulta de Carol felices sin saber que por hora y media habían sido los hipnotizados juguetes sexuales de la buena doctora.

Ni que hablar de la discreción y excelente oportunidad que ofrecía la Clínica Dental del Dr. Barreto, donde además de un excelente trabajo dental las bellas pacientes, con un poco de ayuda química y drogas, ofrecían al Dr. la oportunidad de acariciarles las piernas, los pies, las tetas y el coño, todo esto bien documentado en video para el posterior deleite del doctor.

Decirle a Barreto que con su contribución obtendría muchísimo más que acariciar o mamar a sus clientas fue como proponerle al lobo cuidar de las ovejas.

Con aquellos dos puntos de selección y reeducación funcionando la operación por fin despegó y en un tiempo que a todos pareció eterno, un par de decenas de lindas esclavas sumisas estuvieron listas para empezar a generar placer y ganancias.

Todo fue bueno al principio y una lista de clientes exclusivos, estudiados a fondo y con un increíble poder adquisitivo se creo con rapidez entorno a la decena de jóvenes profesionales que se ofertaban a los más selectos y morbosos miembros de la sociedad de la ciudad. Pero como en muy pocos casos la perfección es una de las metas más ambiciosas de cierta clase de personas, Robert podía ser un perfeccionista obsesivo.

Aunque el servicio de esclavas sexuales fue rápidamente aceptado y muy solicitado, distaba mucho de lo que Robert había imaginado. El tiempo de reprogramación de aproximadamente 3 meses era demasiado para la creciente demanda de clientes que solicitaban novedades. Igualmente esclavas sumisas que prácticamente eran solo zombies sexuales sin voluntad, a las cuales literalmente había que activar de forma presencial y llevar de la mano hasta donde el cliente solicitara, eran una tarea que hacían impráctica la operación.

El primer golpe de suerte llego cuando Robert haciendo investigaciones dio con los experimentos y desarrollos de pruebas de conductivismo y regeneración neuronal de la Dra. Helen Bells. Tomo muy poco tiempo para que la inocente y visionaria Dra. Bells, fuera convencida de que Robert y su consorcio financiarían las nuevas pruebas y subieran la investigación al siguiente escalón, pruebas en humanos.

Helen podía ser muy inocente pero no estúpida. Poco tiempo le tomó a la doctora darse cuenta que los planes de Robert no eran la regeneración neuronal, eran la reprogramación neuronal. Lamentablemente para ella ya todo el material necesario para continuar pruebas independientes había sido robado por el buen Robert, cuando Robert propuso a Helen un porcentaje de utilidades y le detallo el uso de la nueva tecnología ella lo rechazo de plano.

A Robert no le quedo más remedio que tomar a Hellen como otro espécimen de pruebas. El resultado fue para todos inesperado, debajo de la inocente, recatada y a veces temerosa investigadora dormía en su subconsciente una perra insaciable, adicta al trato duro y sádico, esa otra personalidad devoro la personalidad primaria de Helen, pero mantuvo su altísimo coeficiente intelectual, teniendo ahora por meta demostrar que en cada chica había una puta perra reprimida esperando ser liberada.

Finalmente se conseguía la autonomía suficiente y la capacidad de tener a una chica completamente “conciente” de sus actos, con una personalidad secundaria deseosa de obedecer, adicta al sexo y a ser usada como un mero juguete sexual. Esclavas que podían ser activadas vía telefónica y que con gusto complacerían a cualquier cliente en cualquier lugar, y luego de ser usadas simplemente despertarían a su rutinaria y aburrida vida. Cuando Robert pensó tenerlo todo resuelto, la demanda sobrepaso la oferta.

Un segundo golpe de suerte llego en la figura de uno de sus principales proveedores y posteriormente cliente y socio, James Michael Baxter quien había ya solicitado la ayuda de Robert para resolver un lío de faldas de oficina, ahora se presentaba con la propuesta de entregar el control total de las Clínicas Baxter, que eran financiadas por él, pero administradas por su esposa Susan Baxter.

El motivo, a parte del bien común, era la venganza. James había llegado al límite de la tolerancia sobre los malos manejos de las finanzas por parte de su esposa y sobre la compulsiva necesidad de ella en acostarse con hombres y mujeres, lo que a parte de dejarlo a él como un imbécil, estaba destruyendo la imagen pública de sus compañías. Eso sin contar la actitud prepotente y déspota de sus hijastras y las fiestas desenfrenadas que en más de una ocasión habían sido motivo de primeras planas de tabloides de chismes y escándalos, esas tres perras harían que el apellido Baxter pronto no valiera un solo centavo, en un mundo donde la credibilidad y apariencia lo son todo.

Fue una transacción de lo más conveniente para ambas partes, con un golpe de manos James Baxter se convirtió en un hombre que podía hacer realidad la fantasía de muchos al poder cojerse a su esposa y a su amante al mismo tiempo y en su propia casa, y si eso fuera poco las otras dos invitadas a la cama eran sus hijastras. Turnando a las 4 perras en la habitación mientras se cojia a una o a dos a la vez, las otras dos miraban la escena masturbándose solas o ayudaban mamando coños o la verga de James cuando él lo ordenaba. En pocas palabras La vida era muy buena para James. Por otro lado Robert conseguía apoderarse de todos los centros y salones de belleza del Grupo Baxter, lo que generó miles de nuevas sumisas esclavas a las que se les aplicaba la última tecnología en reprogramación y aunque parecía una gran ironía, ellas felizmente pagaban fuertes sumas por ser reconvertidas en esclavas sumisas. Ir a la sala de belleza se volvía para ellas una droga, un deseo compulsivo que debían saciar.

Finalmente todas las piezas del rompecabezas estaban en su lugar, bueno casi todas, pero Robert miraba satisfecho la pantalla de su smartphone mientras veía como los centenares luces verdes convergían hacia su ubicación. Se aparto de la ventana por donde también podía ver la marea de personas que empezaban a agolparse en ambos lados de la alfombra roja por donde en cuestión de horas desfilarían los ricos, famosos y poderosos de la ciudad.

Robert abrió su saco y de un bolsillo extrajo una foto, observo un momento la imagen y dando un par de pasos atrás se escucho un “plog” cuando Robert sacó su verga de la boca de María Patricia Zurita, la afamada reportera de noticias, que desnuda se mantiene de rodillas mamándole la verga y los huevos a Robert. Él se acomodo el pantalón, guardando su verga y ajustó su smoking guardando nuevamente la foto en su bolsillo, mientras la insatisfecha Patty lo miraba suplicándole por seguir mamando.

– Buena chica, ahora córrete para mí…

Robert volvió a mirar por el ventanal y sonrió al escuchar gemir a la putita reportera que convulsionaba sin control de su cuerpo y sus deseos.

– Levántate, vístete y ve a que te maquillen y alisten para la gala, necesito que hoy te veas más radiante que nunca.

– Siiiii… si mi señor.

Consultando su reloj y volviendo a mirar por la ventana Robert dice en voz alta:

-Ya es tiempo de volver…

Continuara…

En principio agradecerles a todos los que se han tomado su valioso tiempo en leer este relato y les insto escribir sus comentarios. Saber su opinión es la mejor manera de mejorar los relatos.

Esta entrega se publica para celebrar el primer año del blog dedicado a las profesionales:

http://lasprofesionales.wordpress.com/

Agradeciendo las 12,000 visitas al blog y las 183,000 en Todorelatos, espero esta entrega sea el preámbulo al esperado final de la serie.

Blackfires.

blackfires@hotmail.com

 

Relato erótico: “Las Profesionales – La sumisa de sus fantasías ” (POR BLACKFIRES)

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DE LOCA A LOCA PORTADA2Las Profesionales – La sumisa de sus fantasías

El evento de caridad de la Asociación de Damas Empresarias de la Ciudad se desarrollaba en las sin-titulonuevas instalaciones del distrito cultural de la ciudad. Un moderno complejo de edificios donado por varios filántropos y corporaciones se levantaba justo después del distrito financiero de la ciudad. La gran gala tenía por evento principal la presentación del Ballet Bolshoi.

Las figuras más importantes y celebridades de la gran ciudad estarían en la gala. La limosina del Dr. Duval se unió a la caravana de limosinas que desfilaban hacia la entrada principal del edificio, claro que esta ruta podía ser evitada, pero el hecho de que el Dr. Duval apareciera ante las cámaras aseguraba su status dentro de la sociedad.

Lentamente la limosina se aproximó a su destino siguiendo a las limosinas que la precedían, dentro Noris no había podido dejar de hablar desde que abordo el auto frente a su edificio en una de las zona residenciales de la ciudad.

– Esto es fantástico Dr. Duval, estoy taaaaan emocionada por la gala, llevo semanas imaginando esto. No me mal interprete pero el ganar el sorteo de la oficina era de las cosas que más anhelaba…Es que me han pasado tantas cosas maravillosas… El curso de perfeccionamiento ejecutivo fue fantástico, pero venir a esta gala es todo un honor acompañarlo… Puedo parecerle muy hablantina pero es que no puedo controlarme cuando estoy nerviosa… ¿Le molesta eso?

Duval le sonrió educadamente y el auto empezó a detenerse, un miembro del staff del evento se aproximó y abrió la puerta, ambos pasajeros bajaron y fueron recibidos por los fogonazos de cientos de flashes de las cámaras de periodistas y curiosos.

Noris se quedó petrificada, como un cervatillo ante las luces del auto que esta por arrollarlo, pero el Dr. Duval la tomó por la cintura y la hizo caminar por la alfombra roja, ella se relajó y caminó mientras sonreía ante las cámaras. La figura del Dr. Duval quedó en segundo plano mientras toda la atención se centró en una más de las hermosas mujeres que esa noche habían desfilado sobre la alfombra roja. Había sido todo un acierto el traer como compañía a Noris.

Sus zapatos de tacón de aguja soportaban sus torneadas piernas revestidas de elegantes medias de seda, que se escondían debajo del vestido de noche color plata, que remarcaba por un lado sus generosas caderas y sus redondeadas nalgas en un culo en forma de corazón, mientras que subiendo pasaba por su diminuta cintura e intenta cubrir por el frente alguna parte de los erguidos y redondeados pechos cuyos arcos y siluetas eran visibles a través de la fina tela y del prominente escote, su espalda completamente expuesta desde el cuello a la cintura revelaba que no tenia necesidad de un sostén para mantener erguidos sus senos.

Los periodistas de farándula se aproximaron para ver si se trata de alguna celebridad “digna” de ser mencionada, pero como no lo era solo se limitaron a mencionar algo de los recién llegados.

– “El Dr. Duval es uno de los más prominentes abogados de la ciudad, sus clientes se cuentan entre los más acaudalados ciudadanos… Vemos la siguiente limosina, podría ser a quien todos hemos estado esperando…”

Las cámaras enfocaron la puerta de la siguiente limosina mientras Mr. Duval y Noris alcanzaban la entrada y dos hermosas azafatas les recibieron con deslumbrantes sonrisas.

– Bienvenidos a la gala, serian tan amables de brindarme sus invitaciones.

El Dr. Duval extrajo del bolsillo de su saco una invitación y entregándosela a la hermosa chica y le dijo algo en voz baja, pero el ruido de la multitud no dejó que la chica le escuchara.

– Disculpe ¿cómo dijo?

El Dr. Duval la tomo suavemente de un brazo y le habló casi al oído para que la chica lo escuchara.

El rostro amable y feliz de la chica se volvió casi inexpresivo y sus ojos se tornaron vidriosos, tomando una carpeta de cuero rojo y revisó la lista de invitados, comparó el número cifrado de la invitación con el único y último número faltante en la lista, lo marcó con un bolígrafo y retiró de una caja una bolsa de papel en color metalizado, extrajo una tarjeta electrónica.

– Esto es para usted señor, utilice el último ascensor a la izquierda del pasillo y que disfrute el evento.

Sin decir más el Dr. Duval tomó los objetos y caminó al final del corredor, Noris caminó a su lado sin disimular su curiosidad por la bolsa, pues notó que sólo al Dr. Duval obsequiaron la bolsa en la entrada. ¿Serian esas bolsas con muestras y regalos de productos que solo dan a las celebridades?, con eso en mente entraron el ascenso y el Dr. Duval deslizó la tarjeta en un lector del panel del ascensor, las puertas se cerraron y la boca de Noris volvió a abrirse.

– Aun no puedo creer la suerte que he tenido Dr. Duval, me encanta todo esto… y pensar que la licenciada Gissel estaba convencida de que ella serie quien le acompañaría… la ganadora… yo compré… yo compre, este vestido hace…. dos… tres…

En la entrada del evento la chica que los había atendido continuaba con su mirada vidriosa, recogió la carpeta roja y extrajo el documento y sin decir nada abandonó su puesto rumbo a los sanitarios. Entró en uno de los privados y siguió diciéndose a si misma en voz muy baja “soy una cualquiera, soy una puta cualquiera que debe obedecer”. Sentada en el sanitario extrajo la lista de su bolsillo y rompiéndola en varios pedazos pequeños empezó a comerlos mientras sintió que un orgasmo estaba comenzando a hacer temblar su cuerpo, cuando tragó el último pedazo de papel un orgasmo monumental la hizo gemir y mojarse toda dentro del baño.

En cuanto las puertas del ascensor se cerraron la música instrumental empezó a sonar y Noris intentaba concentrarse y recordar de lo que hablaba, no podía mantener su línea de pensamiento y cada vez le era más difícil pensar. Parpadeos y alguno que otro leve gesto de negación, era todo lo que su cuerpo podía hacer para intentar reaccionar y despejar el estado de aturdimiento en que poco a poco iba hundiéndose.

– Sí… hace dos… semanas… lo compré, la licenciada Gissel… decía… ganar… me gustaría ver su cara… cara… ahora…Gissel…

Noris estaba tan concentrada en recordar y pensar que no se percataba que el ascensor empezaba a marcar SS-1 o SS-2, mientras se iba hundiendo en las profundidades del edificio justo como su mente consciente se perdía en el limbo. Cuando el ascensor marcó SS-4, Noris era incapaz de generar un pensamiento voluntario, en cambio empezó a repetir una orden que había estado escuchando en mensajes subliminales ocultos en la música del ascensor.

Una y otra vez se repite a si misma.

– “Dejar de pensar. Obedecer es placer, solo soy una boca, un culo y un par de tetas que no piensa”

Al llegar el ascensor al nivel SS-5 y abrirse las puertas, el Dr. Duval salió del ascensor sosteniendo una cadenilla de plata enganchada a la argolla del clítoris de Noris, la cadena subía por su plano abdomen y se perdía entre sus senos para reaparecer y entrar en la argolla de plata del collar de cuero que ahora usaba Noris al cuello, en una plaquita plateada puede leerse el nombre de la linda mascota “Nini”. La cadena y el collar de cuero, junto a los zapatos de tacón de aguja, las medias de seda y las ligas era todo cuanto ahora vestía Nini; Su vestido, accesorios, cartera, braga y celular, ahora estaban dentro de la bolsa de donde el Dr. Duval había sacado el collar y la cadena y la plaquita para ella.

En la vacía cabecita de Nini, alguna que otra idea intentaba formarse sin éxito.

– “… boca y un par de tetas… frío… desnuda… obedecer es placer…. solo una boca, un culo y un par de tetas… la licenciada Gissel… dejar de pensar…”

De haber estado conciente Nini se hubiera sorprendido al salir de ascensor y encontrarse cara a cara con la licenciada Gissel… o como decía la plaquita que colgaba en el collar de la licenciada, “Gigi”, Gigi les recibió con una sonrisa.

– Bienvenido a la gran gala, ¿puedo guardar sus cosas o ayudarles en algo más?

Diciendo esto Gigi sacó su lengua de su boca, se lamió los labios mientras los observaba expectante, a diferencia de Nini, Gigi usaba un sostén de encaje que no terminaba de cubrir sus enormes tetas argolladas, la prenda era del mismo color que sus diminutas bragas que con un pequeño triangulo de tejido transparente simulaba cubrir su vulva, mientras por detrás el hilo dental se encajaba y perdía en medio de sus redondas, paraditas y carnosas nalgas, sus ligueros y sus medias vestían sus piernas que calzaban sus tacones de aguja de4 pulgadas.

Duval sintió como su verga se empezó a endurecer al ver a ese hermoso para de hembras vestidas como simples putas, sabiendo que en ese momento ellas solo pueden pensar en ser usadas como meras muñecas sexuales, dispuesta a complacerlo en el momento en que el chasqueara sus dedos y les diera una orden. El poder que ejerce sobre la anulada voluntad de ambas chicas es abrumador y se proyectaba en lo erecto de su verga, no se cansaba de ver como aquellas chicas que le sonreian y miraban, como si el fuera lo único que existiera en el mundo, se olvidaban de sus carreras, logros académicos, sus vidas estables y tranquilas y solo se convierten en esos dos lindos juguetes sexuales que lo observan esperando sus ordenes, sin necesidad de pensar o preocuparse por su destino, pues para ellas es Duval quien mejor puede decidir sobre sus vidas.

– Gracias Gigi, guarda esto para mi, ya te avisare si necesito usarte.

Gigi tomoo la bolsa metalizada de las manos del Dr. Duval y retiroo de un anaquel una pequeña pieza de plástico blanco con un broche y el número 34 grabado en el plástico. Duval tomoo en broche y lo enganchoo al argollado pezón de la teta izquierda de Nini que continuaba de pie semidesnuda esperando la siguiente orden a la entrada del evento sin siquiera prestar atención a lo que pasaba a su alrededor.

Duval siguió observando a ambas putas semidesnudas y recordaba la sesión en su oficina, donde Nini y Gigi en un rico 69 compitieron una contra la otra en medio de la mullida alfombra para ver quien de ellas hacia que la otra se agotara primero de tantos orgasmos, mientras tanto Duval sentado en su escritorio se cogía a Sofía y a Daniella, las dos más hermosas y las mejores abogadas de su firma.

En total cuatro de sus sumisas disfrutando de una rica sesión de sexo de oficina mientras sus otras empleadas continuaban sus tareas diarias. Desde hacia un par de semanas todas y cada una de las secretarias, recepcionistas, abogadas y pasantes que laboraban en ese piso de la firma habían sido condicionadas como sumisas esclavas y “el nivel superior” como lo llamaban había sido aislado del resto del edificio accediendo a el solo con invitación especial o con el pase de seguridad del sistema de ascensores.

Mientras dos hermosas recepcionistas, vestidas en ceñidos y provocativos atuendo ejecutivos que realzaban sus curvas, atendían las llamadas o firmaban los documentos que otra chica “del nivel superior” les traía de los pisos inferiores, Daniella estaba a cuatro patas en la mullida alfombra comiéndole el culo a Sofía y le lamia los huevos a Duval. Sofía solo seguía gimiendo y prácticamente gritando de excitación mientras una y otra vez la verga de Duval bombeaba su coño. Afuera en el lobby de las oficinas, una de las recepcionistas se levantaba y caminaba hacia las puertas dobles, pasó su tarjeta de seguridad y entró a las oficinas contoneando su redondeado trasero mientras sus tacones de aguja marcan con un “clac clac” cada uno de sus pasos que la iban llevando a través de los cubículos donde la mayoría de sus compañeras, redactaban informes, respondían emails, actualizaban bases de datos de clientes o simplemente se masturbaban observando y escuchando videos de adoctrinamiento, todas desnudas o solo vistiendo algunas piezas de encaje o lencería fina.

La recepcionista llegó hasta un escritorio al final del pasillo, colocó un sobre en la bandeja de “documentos entrantes” y se quedó observando un momento a su compañera que con una mano se empujaba un dildo en el coño, con sus piernas separadas y colocadas sobre los apoyabrazos de la silla, y con la otra se acariciaba las tetas. La recepcionista sintió ese rico hormigueo en su coño y sintió como se endurecían sus pezones. Inclinándose sobre su compañera, le plantó un beso de lengua mientras le acariciaba el húmedo clítoris, el beso se prolongó hasta que la chica alcanzó el orgasmo y casi sin aliento la chica sentada le dijo:

– “Gracias… era justo… lo que necesitaba”

Sonriendo la recepcionista se apartó de ella y lamiendo la humedad de sus dedos se despide diciéndole:

– “De nada, es todo un placer para mi”

Rato después era Daniella la que separaba sus carnosas nalgas con sus manos, mientras sus pechos se aplastaban en la sobremesa del escritorio de madera fina de Duval, sus piernas calzadas en tacones de aguja apenas tocaban el suelo. Duval estaba de pie detrás de ella metiendo y sacando rítmicamente su verga en el mojado coño de la abogada, con una mano le sostenía la nuca o tiraba de los cabellos mientras que con la otra mano jugaba con sus pechos o le nalgueaba el trasero, Daniella gemía desesperadamente y soltando sus nalgas se aferraba al escritorio al sentir el siguiente orgasmo. Sofía estaba desnuda con sus piernas sobre los apoyabrazos de una silla ejecutiva, se metía un dildo doble en su coño mientras observaba a las cuatro personas que cojian frente a ella en la oficina, con una mano se insertaba el dildo en el coño y se bombeaba una y otra vez, con su otra mano se sostenía las tetas y se lamia y mamaba los pezones.

Duval la observaba mamarse las tetas y chasqueando los dedos hizo que Sofía se sacara el dildo, se levantara y subiera al escritorio justo después que Sofía se colocara boca arriba, Duval entraba y salía del coño y culo de Daniella mientras Sofía le ofrecía sus tetas que sostenía con sus manos mientras se sentaba en la cara de Daniella que se esforzaba por chuparle y lamerle el coño en cada embestida que Duval le daba. Los tres conectados Duval penetrando a Daniella, Daniella mamando el coño de Sofía y Sofía besando a Duval y ofreciéndoles sus senos a Duval que mamaba, lamia o los mordía suavemente hasta escucharla gemir.

Gigi y Nini seguían en el suelo temblando y sus gemidos se apagaban al mamarse mutuamente los coños, Duval no resistió más y separándose del escritorio se sentó en su sillón y las entrenadas Sofía y Daniella se bajaron rápidamente del escritorio y se colocaron a 4 patas frente a las piernas abiertas de Duval, se intercalaron entre lamerle los huevos y la verga de Duval hasta que levantándose un poco Duval descargó su semen sobre los rostros de sus bellas abogadas, que recibieron la leche complacidas y luego se limpiaron una a la otra con sus lenguas. Cuando estaban totalmente limpias se besaron e intercambiaron su saliva y el semen entre sus bocas.

Finalmente Gigi empezaba a gemir sin control, mientras Nini permanecía pegada al coño de Gigi como se le había ordenado, Gigi empezaba a respirar tan fuerte como podía y sus orgasmos terminaron por agotarla, perdiendo su oportunidad de acompañar al Dr. Duval a la gala.

Daniella y Sofía se levantaron y observaron a las otras dos putas tiradas en el suelo. Tomaron a Gigi la retiraron de encima de Nini, la dejaron desnuda y aturdida a un lado de la oficina. Volvieron y ayudaron a levantarse a Nini y entre las dos la colocaron en medio y la cubrieron de caricias y besos mientras la iban acercando al escritorio de Duval. Desde su espalda Sofía le sostuvo la cara a Noris y Daniella se le aproximó desde el frente y sosteniéndole los pechos la besó y poco a poco abriendo sus bocas depositó el coctel de salivas y semen en la boca de Nini que lo acepto sin resistencia.

Ambas acercaron sus bocas a los oídos de la excitada y aturdida Nini y le ordenaron:

– Trágalo.

Nini tragó todo y finalmente sintió como cuatro manos la hicieron arrodillarse frente a la silla donde Duval seguía sentado observando el espectáculo, la verga de Duval permanecía semi erecta húmeda y brillante y a una orden Nini se encargo de limpiarla.

Había pasado semana y media desde aquella agradable tarde en la oficina del Dr. Duval. Diariamente Nini iba a mamarle la verga a Duval a su oficina y luego pasaba el día mirando el video de la presentación del ballet mientras se masturbaba y grababa en su memoria cada detalle de la presentación que sin duda comentaría una y otra y otra vez hasta colmar la paciencia de quien tuviera la mala suerte de escucharla o de sentarse junto a ella a la hora del almuerzo.

Chasqueando los dedos Duval volvió a la realidad a Nini que parpadeó un par de veces y preguntó.

– ¿Hay algo que quisiera que haga por usted?

– Solo se una buena y linda puta Nini (Noris) y quédate en silencio, esa boquita pronto la usaremos para otras habilidades tuyas. Por el momento pongamos ese cerebro y esa lengua de vacaciones.

Ambos entraron a una enorme habitación muy bien iluminada y con una elegante decoración, por todo el lugar encontraron a varias personas, muchos hombres en su mayoría de mediana edad, y algunas mujeres, en su mayoría ellos vestían de saco y corbata o smoking los hombres y las damas con finísimos vestidos y hermosa joyería de diseñador. Entre ellos desfilaban por lo menos una docena de hermosas profesionales vestidas en lencería y minivestidos que simulan trajes de empleadas francesas, muchas de ellas eran compañeras de oficina de Nini, algunas repartiendo copas y aperitivos en bandejas de plata, otras dedicadas a mamar las vergas o los coños de los y las clientes presentes.

Por toda la amplia sala estaban distribuidas plataformas iluminadas sobre las cuales se exhibían piezas o en este caso chicas en posiciones sugerentes, algunas inmóviles otras más interactivas conectadas a máquinas que bombeaban sus coños o culos con dildos, otras se masturbaban solas, con su mirada perdida o intercambian caricias y besos con la compañera de plataforma que les habían asignado.

Todas luciendo su collar de cuero, denudas o en lencería fina, pero todas en una teta o una nalga llevaban escrito en tinta roja escarlata un número grande compuesto de cinco cifras separadas por guiones “014-9-2” los números correspondían a Número de Pieza, Lote y Tipo de sumisa.

En cada una de las plataformas un letrerito anunciaba al público asistente: “Queda prohibido no tocar las piezas en exhibición”. Siguiendo estas instrucciones se podía ver a varios invitados, acariciando los culos o tocando las tetas de las sumisas. Los gemidos de las sumisas se mezclaban con las hermosas notas de música clásica interpretados por un cuarteto de cuerdas donde destacaban la primera violinista de la sinfónica de Paris, obviamente todas ellas estaban desnudas mientras tocaban.

Sobre una de las amplias e iluminadas plataformas Ximena y Kimaura, ahora Xixi y Kiki, deleitaban al público con su tercera rutina programada en sus cerebros. Era el turno de Xixi arrodillada mirando al público, sus piernas separadas permitían ver perfectamente su depilado y argollado coño, su espalda se arqueaban haciendo resaltar sus bellas tetas que subían y bajaban rítmicamente acompasadas con su agitada respiración, su cabeza ladeada a la izquierda hacia que su dorada melena cayera en cascadas de rizos hacia su pecho, su boquita emitía gemidos de placer y se mantenía entreabierta dejando espacio para que su lengua saliera seductoramente y humedeciera sus carnosos labios mientras en sus ojos color avellanados verdosos la lujuria que proyectaban no dejaban duda a que la penetración que recibía en su culo por parte de un dildo atado a la cintura de Kiki, arrodillada a su espalda, la estaba haciendo pasar un momento de suprema delicia sexual.

Duval avanzaba sosteniendo la cadena de Nini que caminaba tras su dueño, sus pechos se bamboleaban al igual que sus nalgas se mecían con cada paso de los estiletes que rítmicamente hacían un “clac clac” en los pulidos pisos de mármol italiano, Nini solo sentía la leve presión de la cadena que la guiaba atada a su cuello y conectada a su argollado coño, se detuvieron frente a la plataforma y Duval observó complacido como otras dos de sus hermosas empleadas y mascotas, que diario le atendían en su firma de abogados, ahora eran parte de la exposición de sumisas.

Kiki embestía lenta y rítmicamente a Xixi, mientras le besaba el cuello le lamia el lóbulo de la oreja o se besaban y jugaban con sus lenguas, mientras sus manos recorrían la erizada piel de Xixi o simplemente se detenía sosteniéndole los senos con una mano e introduciéndole los dedos en el encharcado coño de Xixi que hacían subir el sonido de sus gemidos para el deleite de los presentes.

Entre los presentes Mr. Loggan y su esposa conversaban mientras acariciaban a una chica de aspecto latino, piel canela y cabellos oscuros al igual que sus ojos, su cuerpo trabajado con ejercicios y un aumento de senos por medio de nano máquinas estaba cubierto por un elegante juego de lencería blanca que contrastaba con su piel canela. En la plaquita de su collar se puede leer “Cuca” (Coño), Dennis Sandoval se mantenía de pie sonriéndoles a sus amos. Loggan le acariciaba el trasero mientras su esposa tomándola de la cintura le plantaba un beso de lengua que la dejó casi sin aliento, al soltarla le dijo a su esposo.

– Que ricura de chocolate latino me conseguiste amor, besa tan rico… no me aguanto las ganas de llevarla a casa.

– Tranquila, si todo sale bien en la junta, la tendremos para nosotros por mas de un año, podremos hacerle todo lo que quieras y tendrás tiempo de sobra, solo espero que no te aburras de ella.

– ¿Aburrirme de ella, ya la viste bien, viste ese trasero y esa tetas es casi como la esposa de ese cantante latino, la del reality show de los chicos cantantes? ¿Podemos comprarle un vestido blanco como el que uso ella cuando bailo en el show y que nos baile a nosotros?

Loggan le sonrió al verle brillar los ojos a su esposa como si fuera la mañana de navidad para una niña y le dice:

– Claro que la vi. La escogí para ti tal como te gustan, claro que podemos comprarle todos los vestidos y juguetes que quieras para divertirnos con ella.

– Por eso te amo…

La Sra. Loggan metiendo su mano dentro de las bragas de encaje de Dennis, metió sus dedos en el coño de “Cuca” y jugando con ella mientras se acercoo a su esposo y lo besoo apasionadamente y Dennis siguío allí totalmente desconectada de la realidad, sintiendo como sus pezones se endurecían y su cuerpo reaccionaba a las caricias de sus amos.

En otra esquina el Sr. Hasegawa y su asistente Akemi Miyake conversaban con Mr. Baxter que sostenía las cadenas de sus hijastras que estaban a cuatro patas una a cada lado de él. Ambas chicas solo visten medias de seda a media pierna, un par de collares de perras del que cuelgan sus respectivas plaquitas y en sus culos llevan insertados dilatadores anales que tienen forma de colas de perro que al ser de hule con cada movimiento que hacen las chicas se mueven de lado a lado como si de perras felices meneando la cola se trataran.

– Debo felicitarlo James-San, sus hijas son tan hermosas y deseables como lo es su esposa Sussy, por cierto ¿por qué ella no se encuentra aquí con nosotros?

Las chicas esperan su siguiente orden a 4 patas mientras sus coños se humedecen y sus tetas cuelgan por la gravedad, tienen prohibido hablar pero son perfectamente consientes de todo lo que pasa a su alrededor.

– Le agradezco sus palabras Sr. Hasegawa, tengo a la puta de Sussy arriba en el evento haciéndose pasar por una empresaria modelo, siendo parte de la organización y la sociedad. Eso es muy bueno para las relaciones públicas. En un rato bajara para ponerse a 4 patas junto a sus hijitas.

– Realmente parecen gemelas…

– Es cierto, son muy parecidas físicamente, la puta de Sussy no espero mucho tiempo para salir preñada de su siguiente cachorra. Para identificarlas mejor les he escrito sus nombres en la frente así sé exactamente cual me chupa la verga y a cual le estoy comiendo el coño.

Escrito en lápiz labial se podía leer Sammy y Mely en las blancas pieles de las frentes de las hermanitas Baxter, mientras ambos hombres ríen, a su lado otro grupo de personas conversaban animadamente. Vestida como todas las otras sumisas Michelle Vanderburgh estaba de pie junto a la juez del tribunal superior de justicia, nominada a ser juez de la suprema corte, Robert Sagel las observaba y les comentaba.

– Como le comentaba su señoría, Mimi ha sido una de las mejores adquisiciones que hemos tenido, nos ha funcionado perfectamente en cada una de las tareas que le hemos asignado. Si no fuera por el contrato que hemos firmado le pediría que me la cediera por un tiempo más.

– Créeme Robert por el gran trabajo que has hecho te la cedería, pero no puedes imaginar las ganas que me he aguantado de tener a esta belleza de rodillas frente a mí, no solo esta temporada que ha pasado en tus manos. Era una verdadera tortura el verla en mi tribunal contoneando este culo, una tortura total soñar con poder cogérmela en mi despacho y mantener la compostura ante todo el tribunal… y ahora.

La Jueza sostenía la cara de Mimi que, con solo el contacto de las manicuradas manos de la jueza, empezó a mojarse como una perra. El Dr. Duval llegoo junto a ellos y saludándoles se unió al grupo mientras Robert, levantando la mano, llamó la atención de una de las desnudas meseras que lleva las copas de champagne. Duval alegremente saludó a Robert.

– ¿Mi querido Robert, como has estado?

– Duval, siempre a tiempo y veo que estrenando tu nuevo juguete. Fue una excelente elección. Permíteme presentarte a Su Señoría Jean Marie DeCroix.

– Es un gusto finalmente conocerla Su Señoría, veo que recibió el encargo que solicitó a Robert.

– Un gusto Dr. Duval, igualmente veo que tiene un excelente gusto para escoger sus acompañantes.

– Honestamente la idea original fue del amigo Robert que siempre esta atento a ver el potencial de nuestras profesionales.

La semidesnuda Dra. en Psicología Carol Arellanos se acercó al grupo y ofreció una copa a Robert y a Duval, ella observaba a Robert excitada y deseosa de obedecer, parecía mentira que solo un par de años antes la misma Carol Arellanos habría estado disfrutando una copa y de alguna de las sumisas que esa noche llenaban el lugar. Carol había sido parte fundamental del sistema de captura de candidatas.

Lamentablemente todo había salido mal cuando en una sesión de adoctrinamiento a una candidata, mientras una sumisa le comía el coño a Carol, la joven profesional empezó a contarle como había empezado a obsesionarse con tener sexo con su compañera cuarto, otra joven en proceso de conversión. Carol sentada en el sillón de su escritorio la miraba comerle el coño, anotó en su blog de notas que los mensajes subliminales que motivaban en la chica el interés por el lesbianismo estaban funcionando como estaba planeado, al terminar las notas le pidió que describiera a su amiguita:

– “¿Dime como es físicamente esa otra puta, zorra, mama coños que es tan sucia como tú?”

Sacando la lengua del húmedo coño de Carol la chica dijo lo único que Carol no esperaba escuchar. Con la boca cubierta de las babas del coño de Carol la chica dijo:

– “Ella es como la chica de la foto”

Sobre uno de los muebles del consultorio de Carol estaba la foto de Carol abrazada a su hija Jennifer, ambas parecerían hermanas, con sus facciones finas y delicadas y sus cabellos castaños casi rubios. Jennifer hacia dos años que había escapado de casa y Carol había perdido completamente el rastro de su rebelde hija.

– “¿Tu amiga se parece a esta chica?”

– “Si mi señora, mi amiga Jennifer se parece a la chica de la foto, ahora es más tetona, su cabello es negro y viste estilo gótico… y es… solo una puta, zorra, mama coños como usted lo dice mi señora, justo como lo soy yo”

Carol apartó a la chica de su entrepierna empujándola con uno de sus pies, que apoyo en uno delos hombros de la sorprendida y aturdida perra. Cerrando sus piernas tomó el primer teléfono que tuvo a mano.

Ese fue el comienzo del fin para Carol Arellano, inmediatamente solicitoo una reunión con Robert para suspender el proceso de adoctrinamiento de su hija y que se la entregaran, Robert le recordó que una vez iniciado un proceso era casi imposible volver a una profesional a su estado original. Lamentablemente ya su hija había terminado el proceso y había sido comprada por uno de los socios.

Carol Arellano en ese momento tomoo la decisión de destruir todo lo que se había logrado en años de trabajo de Industrias Fredensborg, grupo del cual ella formaba parte del consejo directivo. Para tal fin lo único que pudo idear fue contactar a una de sus mejores amigas, miembro del sistema de justicia de la ciudad. Junto a ella y con todas las pruebas que Carol tenía en su poder sería muy sencillo destruir a las Industrias Fredensborg.

Carol sintió como sus pezones argollados se hacían mucho más duros al sentir la presencia de Robert a su lado y Robert le dijo a Carol.

– ¿No vas a saludar como es debido a tu amiga Jean Marie?

La excitada Carol colocó la bandeja de copas en una mesita cercana y cayo de rodilla frente a su antigua amiga que obviamente no le ayudo en nada a destruir a Industrias Baxter, inclinándose empezó a besarle y a lamerle los zapatos a la juez, mientras Robert comentaba.

– Pensar que ella podría estar disfrutando de la velada, una lástima que tomo el camino equivocado, ¿no quiere usarla un rato su señoría?, puede llevarla con usted, total usted la trajo a nosotros.

– Tranquilo Robert, creo que con mi Mimi tengo de sobra para entretenerme y bueno a Carol estoy algo cansada de usarla.

Carol se levantaba en el preciso momento en que el Dr. Barreto se unía al grupo, obviamente el desconectado cerebro de Carol no lograba reconocer a su propia hija, que ahora era el juguete gótico de su antiguo socio el Dr. Luis Barreto. El cual llevaba en la mano la cadena de Jennifer, que esa noche lucia un juego de látex, negro a dos piezas, que contrastaba con su piel clara pero marca perfectamente todas las exquisitas curvas de su cuerpo.

– Parece que llegué en el mejor momento. Jennifer no vas a saludar a Mami Carol.

– Como usted diga señor.

Jennifer se colocó frente a su madre y tomándola por la cintura le besó apasionadamente y con su lengua empezó a explorar su boca mientras las manos de ambas hembras se acarician mutuamente. Finalmente Jennifer rompió el beso y Carol sintió como su coño escurría jugos al sentirse la más puta de las perras reunidas en esa sala.

– Es un gusto verlos reunidos a todos esta noche, espero gocen la velada y nos reuniremos en un par de minutos en el consejo directivo, con su permiso debo atender detalles del evento tras bastidores.

Luego de despedirse, Robert tomando un corto camino pasó a través de los asistentes a la exhibición y de las sumisas en sus plataformas. Un poco más allá del área de exhibición se encontró en un corredor donde de lado y lado, habían nichos o cavidades donde podían verse entre 15 a20 sumisas repartidas en ambas paredes, cada una de las sumisas estaba de pie, vestida solo con la lencería habitual y todas ellas numeradas y con letreros “Tester”. A ambos lado del final del corredor había puertas que brindan acceso a salas cómodamente amuebladas para que los asistentes probaran las habilidades de cualquiera de las sumisas seleccionada.

Robert caminaba por el pasillo poniendo cuidado a cada una de las sumisas, rubias, latinas, morenas, asiáticas, cada una de ellas llevando al límite su belleza. Cirugías estéticas, tratamientos dentales, limpiezas faciales, programas de ejercicios, todo un proceso diseñado para crear las mascotas esclavas hermosas y perfectamente deseables que estaban frente a él. Había sido un trabajo duro el seleccionar a todas esas candidatas y reconvertir sus deseos hasta lograr que no pensaran más que con sus coños, sus culos y sus tetas, esa noche muchas de esas chicas terminarían el “ciclo captura” y empezarían su nueva vida.

Robert sigioo el pasillo y en medio del camino se encontr con un hombre que por su aspecto rondaba los 40 años, vestido con un juego sastre de diseñador italiano y con aspecto de total fascinación, mientras observaba a una chica de cabellos castaños oscuros y ojos verdes que descansaba dentro de uno de los nichos de exhibición.

Colocándose al lado del cliente Robert contemploo a la chica y simplemente le comentoo al hombre.

– Es su primera vez en una gala por lo que veo.

El cliente sale de su contemplación al escuchar a Robert y algo apenado le contesta.

– Sí, sí es mi primera gala… No me canso de admirar estas bellezas.

– Tranquilo todos pasan por lo mismo, se nota que es principiante en esa expresión de un niño en medio de una juguetería.

Ambos ríen al admirar a la muñeca que con expresión distante seguía de pie frente a ellos, sus pechos desnudos subian y bajaban al compas de su respiración, su piel era casi perfecta, y ese casi era solo por unas hermosas pecas de un color levemente más oscuro que su piel que cubrían parte de sus pechos y algunas pintaban su nariz y mejillas, esas pecas junto a su larga melena de tono castaño que caía en cascadas de rizos por su espalda y parte sobre sus pechos, le daban un aspecto exóticamente felino. Las manos de la chica descansaban a ambos lados de sus apetitosas caderas justo debajo de una cintura esculpida a base de semanas de ejercicios en el gimnasio y una dieta que seguía al pie de la letra. El paquete lo completaba un apetecible par de labios vaginales con su vello púbico recortado, un trasero paradito y de nalgas firmes y unas piernas torneadas y tan largas como el suspiro que soltarían algunos al verla caminar.

– En verdad son unas bellezas, nos esforzamos mucho por sacar de cada una de ellas ese toque especial que las hace perfectas. ¿Le gustaría probar el producto?

– Oh gracias, pero no creo que tenga el crédito suficiente para probar una de las chicas de esta sección.

– Tranquilo mi estimado amigo, no hay nada más frustrante que ver y no tocar.

Diciendo esto Robert deslizó una tarjeta en un lector colocado al lado de la chica y parpadeando, los ojos de la sumisa volvieron a enfocar y su expresión se volvió más felina que antes, moviéndose casi en cámara lenta su pierna bajo del escalón donde estaba colocada y se paró frente a los hombres que la admiran y con una sonrisa dijo.

– Hola, ¿puedo servirles en algo?

Su acento extranjero sumado a su lenguaje corporal y al embrujo erótico que irradiaba, no hacen mas que ayudar a la visible erección del cliente que no dejaba de verla. Robert se le acercó a la chica y sacando una agenda electrónica le dijo.

– Hola, hoy vas a atender a mi invitado y le harás pasar la mejor noche de su vida. Le acompañaras a un privado y le mostraras todo lo que has aprendido.

Mirando al invitado con una lujuria que se incrementaba con cada segundo la chica contestó.

– Así lo hare señor.

El cliente miroo a Robert y sin encontrar palabras para agradecerle le dijo.

– Como puedo… gracias, pero..

– La casa invita.

– Gracias… ¿cual es el nombre de la chica?

– En verdad eso no tiene la menor importancia, pero si gusta, ¿Dígame cual es el nombre de alguna novia, compañera, amiga, profesora o familiar que nunca pudo poseer, que se hizo la difícil o que siempre tuvo ganas de usar como a una prostituta barata?

La pregunta tomoo desprevenido al cliente y su expresión de sorpresa poco a poco fue cambiando mientras con deseo miraba a la chica y dijo.

– Leticia.

Robert accionoo su agenda y escribiendo algo en ella activoo un par de botones más, en la chica sus ojos se nublaron un poco, reaccionando un segundo después parpadeando una o dos veces y dirigiéndose a la chica Robert le ordenoo.

– Leticia, escolta a mi invitado a un privado, has lo que se te ha ordenado y lo que el pida.

– Si mi señor.

La chica tomoo del brazo al cliente y Robert los vioo alejarse por el pasillo rumbo a uno de los cuartos privados. Finalmente la última puerta del pasillo lo condujo a una especie de anfiteatro donde estaban reunidas muchas personas, hombres de saco y corbata, y algunas mujeres elegantemente vestidas, todos sentados observando el escenario donde una sonriente María Patricia Zurita anunciaba el siguiente lote de sumisas, sus características y los precios iniciales de subasta…

– La siguiente pieza está numerada “024-9-3”. Alias Lissy, es arquitecta de profesión, tiene 23 años, cuenta con el paquete estándar de conversión, obediencia, sumisión y con preferencias bisexuales. Se le han mejorado quirúrgicamente senos, labios y pómulos, el precio inicial de esta pieza es de $ 656,000 dólares americanos.

Lissy apareció en el escenario vestida de traje sastre tipo ejecutiva y poco a poco fue caminando y desvistiéndose, soltando su cabello rubio y quitándose el saco gris que reveló sus hermosas tetas cubiertas por un sostén de encaje de media copa que no lograba ocultar su pezones, el bamboleo natural de sus nuevas y grandes tetas no deja la menor duda a los presentes que esos pechos están libres siliconas. Luego fue el turno para su falda a juego con su saco, al caer al suelo la falda reveloo sus medias sostenidas por ligueros y sus piernas calzadas en tacones de aguja, ella no llevaba bragas y empezó una rutina de poses programadas en su cerebro para seducir al público. Varias ofertas empezaron a llegar de la sala de subastas y los clientes vía online se disputaban la compra de la sumisa.

Todos podían ver a la nueva Lissy, semidesnuda en medio del escenario, sus grandes pechos subiendo y bajando por la excitación de mostrarse tan puta y caliente ante todas esas personas. Cada movimiento de su escultural cuerpo era un ataque directo al libido de los presentes, su cintura estrecha y sus nalgas respingonas invitaban a ponerla a cuatro patas allí sobre el escenario y llenarle todos sus orificios. Sus cabellos caían en cascadas doradas por su espalda y por el frente, hacia tanto que el tono castaño claro original de su cabello había desaparecido, al igual que desapareció el prejuicio de Lissy a pensar que las rubias eran tontas… tontas rubias tetonas. En realidad la mayoría de los pensamientos independientes y la conciencia de Lissy habían desaparecido, lo importante era que ahora ella se sentía perfectamente feliz con ser la rubia de pechos grandes y carita angelical que todos miraban y deseaban llenar de vergas.

La puja se hizo más fuerte y algunos clientes desistieron de ofertar cuando la subasta por Lissy alcanzó la cifra de $896,000.00.

Robert con una sonrisa se fue tras el escenario a revisar el siguiente lote en subasta mientras los minutos siguieron corriendo y el precio por Lissy siguió su marcado ascenso, ella ya estaba en el suelo del escenario masturbándose frente al público y gimiendo, lo que motiva una siguiente oleada de ofertas.

La siguiente sumisa en lista de subasta era la oficial de policía Vanessa Harper pero hacia unos minutos Robert había ordenado retirarla de la subasta pues un comprador había hecho una muy generosa oferta después de probar a Vanessa en uno de los privados. Ahora Vanessa permanecía tras el escenario de pie y en silencio total, con su mirada perdida y su cerebro apagado mientras vestía un ridículo disfraz que simulaba su uniforme de reglamento. Su blusita azul marino de latex con su plaquita de plástico no lograba retener su enorme par de tetas y justo debajo de esas dos bellas masas de carne, un desnudo torso muestra el perfectamente trabajado abdomen y seguidamente otro pedazo de latex azul marino intentaba simular un pantalón policial que se insertaba en su coño por delante y se adhería a sus nalgas redondas nalgas por detrás. Rematando todo el atuendo un cinturón de cuero de estilo policial colgaba de su cintura pero a diferencia del que usualmente llevaría ella, de ese cinturón colgaban varios dildos de diferentes tamaños y formas.

Lastimosamente los clientes se quedarían con las ganas de ver la presentación de Vanessa que esperaba a que su nuevo dueño pasara por ella. Su carita bonita apuntaba levemente al suelo, ladea su cabecita dejaba escapar de su boca entreabierta un hilillo de saliva que mojaba sus enormes pechos de piel de ébano, sus piernas separadas dejaban ver como el pantalón de latex se encajaba en su coño y sus torneadas piernas terminaban calzadas en unas botas negras de cordones blancos con altas plataformas de tacón.

Robert no podía rechazar la compra directa de Vanessa pues el acaudalado hombre de negocios era literalmente dueño de una prospera ciudad del sur, en los últimos meses había estado haciendo muchas compras de jóvenes sumisas, al grado de conocerlo como el Señor de las Muñecas. Todas sus compras se habían mudado y empezado a trabajar en la ciudad que él estaba construyendo, entre las sumisas compradas figuraban una maestra de primaria, una bibliotecaria, una doctora, y dos abogadas. De estas dos últimas una de las abogadas había sido un pedido especial diseñada y programada exclusivamente para seducir, complacer y entretener a la esposa del Señor de las Muñecas.

La esposa no sabia nada de las actividades extramaritales de su esposo, y mientras él se decidía si incluir o no a su esposa en su colección de muñecas, la abogada se encargaba de ocupar el tiempo libre que su esposa tuviera. Ahora Vanessa se mudaría de ciudad y formaría parte del cuerpo de policía del lugar y de la creciente colección de muñecas. El cliente estaba deseoso de ser detenido por Vanessa y que ella intentara darle una infracción, él conseguiría la forma de convencer a Vanessa y arreglar el asunto de otra manera.

Dejando a Vanessa sola de pie en una esquina tras el escenario, Robert no pudo evitar mirar como sus enormes tetas casi hacían estallar su camisita azul en su uniforme policial, le acarició el redondo trasero y se alejó de ella rumbo al siguiente lote en subasta.

Finalmente un potentado Sheik compró a Lissy, la cual bajo del escenario completamente exhausta pero feliz de ser una buena chica y demostrar todo lo que aprendiera en las últimas semanas.

Así terminaba el “ciclo de reconversión” de Lissy, ella no recordaba la llamada que hiciera a su jefa para renunciar, menos cuando empacó sus cosas y se mudó a casa de Lola y donde estas tres últimas semanas había iniciado una tórrida relación cargada de sexo y placer. Aunque en el fondo ella sabia que eso no duraría pues ella, aun estando enamorada de Lola necesitaba algo más, algo que Lola no podía darle.

En realidad eso era lo que ella debía recordar y pensar pues las últimas tres semanas las había pasado en una instalación dentro de las Clínicas Baxter cariñosamente denominada “La Colmena”.

Todos sus recuerdos y sensaciones habían sido implantados en su memoria por un nuevo software que recreaba realidades. Lissy al igual que un incontable número de sumisas se mantenían casi en animación suspendida dentro de capullos semirígidos, ellas eran alimentadas por tubos o sondas nasogástricas, sedadas, nutridas e hidratadas vía intravenosa, sus excretas y fluidos limpiados por bombas de vacío y chorros de agua. Estos equipos algunas veces eran reemplazados por vibradores y consoladores, al igual que periódicamente los capullos cambiaban su forma alterando su postura para ejercitar sus músculos y evitar atrofia por inmovilidad.

En las semanas siguientes Lissy rompería con Lola y por esos extraños giros del destino recibiría una propuesta de trabajo para diseñar un extremadamente lujoso hotel en un emirato de Arabia, en realidad diseñaría el hotel y los últimos tres niveles del edificio serian el harén de su nuevo dueño, otra propuesta que no podría rechazar. Algunos ajustes especiales y detalles deberían ser incluidos en el perfil de Lissy y para esto se requerirían un par de semanas de implantación y prueba. Esto no le importaría a su nuevo dueño que estaría encantado de tener una Bimbo perfecta a sus pies.

Después de casi una hora de haberse despedido de sus socios, una alarma silenciosa empezó a vibrar en teléfono agenda de Robert, caminando por un corto pasillo que lo sacó del área de subastas entró a un pequeño lobby donde Helen lo recibió en un excitante mini vestido negro y zapatos de tacón de aguja, sosteniendo en sus manos la cadena de Vivi, que descansaba a su lado desnuda de rodillas con sus manos detrás de la nuca, su espalda arqueada y levantando sus pechos.

– Todos han llegado amo, ya han votado y esperan por usted para concluir la sesión.

– Buena chica Helen, ¿cómo se comporta nuestra nueva perrita?

– Se puede decir que se adapta muy bien a su rol de mascota. La medalla se la colgué de la teta y el pergamino se lo iba a meter en el culo, pero luego pensé que se estropearía y no podría colgarlo junto a sus otros reconocimientos.

– Bien pensado, igual hay mejores cosas para meterle y llenarle el culo a Vivi.

En el marco del evento de caridad organizado por la Asociación de Damas Empresarias de la Ciudad, se había hecho un reconocimiento especial a Vivian Deveraux como la mujer empresaria del año. La fotografía de Vivian Deveraux, en un elegante vestido sonriendo al recibir su reconocimiento, que saldría publicada en las páginas de sociales en periódicos y revistas, distaba mucho de la imagen de perra amaestrada que veía Robert en ese momento. En algunos casos esa misma foto elegante decoraría la noticia sobre el millonario donativo que Vivian había realizado a un consorcio privado de investigación científica, donativo al cual ella se refería como “Mi humilde contribución al desarrollo de tecnologías que hagan de este mundo un lugar más agradable”.

Robert acariciaba la cabeza de Vivian como si de un cachorro se tratara.

– Buena chica, buena chica, eres toda una perra de listón azul…

Vivian empezó a soltar babas que mojaban su entrepierna y escurrían por la parte interna de los mulos, Robert atrapó su barbilla y la levantó con fuerza obligándola a mirarlo y le dijo

– Córrete para mi puta.

Robert observó como la empresaria del año empezó a convulsionar y sus ojos rotaron en sus cuencas hasta que solo mostró el pálido blanco, mientras su cuerpo se estremecía producto del orgasmo. Robert sonrió complacido y soltándole la barbilla a Vivi su cabeza se inclino y la saliva se escapó de la comisura de sus labios y fue a parar sobre sus tetas, babeando su piel y haciendo brillar sus pechos. Robert continuó su camino a la sala de juntas.

Entrando a la sala de conferencias se reunió con le Consejo Directivo de Industrias Fredensborg. En la mesa lo esperaban el Dr. Duval encargado de asuntos legales, el Dr. Luis Barreto encargado de la clínica dental y el salón de tatuajes que funcionaban como centro de captura secundario de nuevas candidatas a profesionales, Mr. Logan dueños de la Corporación Loggan Aeroespacial y encargado de transportación, el Dr. Michael James Baxter dueño legal de Biotecnologías y Clínicas Baxter y finalmente el Sr. Tetsu Hasegawa, dueño de Hasegawa Group, encargado de proveer los bioquímicas necesarios para las profesionales.

El primero en tomar la palabra fue el Dr. Duval y dirigiéndose a Robert dijo.

– En las últimas semanas el consejo nos hemos reunido para evaluar la petición que nos hicieras, hemos evaluado la solicitud detalladamente puesto que la tarea no resultaría sencilla desde ningún punto de vista. Después de muchas deliberaciones se ha decidido ejecutar el plan, y por arriesgado que este sea, si no podemos lograr este encargo del Sr. Toscanni no podríamos decir que somos la mejor y única industria de nuestro tipo. Como ves esto se ha convertido en una cuestión más que económica, es una cuestión de egos, honor y tener suficientes “huevos” para hacerlo.

– Les agradezco su confianza y deferencia caballeros.

– Te agradecemos a ti Robert que te has tomado la molestia de idear este plan. Dicho todo lo necesario disfrutemos del final de la velada.

Diciendo esto los miembros del consejo se levantaron, y cada quien tomó a su o sus perras que esperaban ansiosas de rodillas o a cuatro patas bajo la mesa o junto a sus sillas, todos volvieron a la fiesta y Robert se quedó sentado a la mesa. Abriendo un poco su saco extrajo de un bolsillo la foto de una hermosa joven de por lo menos 26 años, de estatura media, piel clara levemente tostada por sesiones de bronceado, cabellos castaños con rayos dorados, un hermoso par de ojos azules verdosos y por lo que se puede ver en la foto un excelente par de senos, una cintura y caderas bien cuidadas y un rico trasero, una sonrisa discreta ilumina su rostro de facciones delicadas. Robert recordaba con exactos detalles la primera vez que había visto esa foto.

“- Eres un hombre inteligente Robert de eso no hay duda. Todo tiene un precio y mi colaboración con ustedes también lo tendrá, pero como sabrás hay cosas que ni todo el oro del mundo puede conseguir para un hombre.

Diciendo esto Bruno extendió un documento a Robert y al revisarlo Robert miró a Bruno fijamente, en el rostro de Bruno no había en menor signo de duda. Luego Robert extrajo del documento una foto y después de meditarlo unos minutos dijo.

– No será fácil pero la vida esta llena de retos a superar.”

Eso había conversado con Bruno Toscanni mientras le entregaba a Robert la foto de Kateryn Francesca Toscanni Tassinari, la hija de Francesca Tassinari. Francesca fue la más hermosa y cotizada modelo de su época, quien se había casado con Alessandro Toscanni, padre de Bruno. Alessandro era un magnate de la industria bancaria que había hecho su fortuna en el negocio de casinos. Esto convertía a Bruno y a Kateryn en hermanastros. Habían vivido juntos por muchos años, siendo una familia normal y feliz pero todo cambio a raíz de la muerte de ambos padres, en un sospechoso accidente de transito, la fortuna Toscanni fue repartida a partes iguales y la custodia y el manejo del fideicomiso de ambos adolescentes fue otorgado a su tío Giusseppe Toscanni.

Obviamente Robert conocía cada detalle de la familia Toscanni pues por meses había evaluado y estudiado la posibilidad de incluir a Bruno en las operaciones de Industrias Fredensborg. Claro que estas invitaciones no se hacían a cualquiera. Era todo un honor ser seleccionado por el consejo para ser un integrante más, ni siquiera esos chicos (o chicas en algunos casos) ricos, egocéntricos y malcriados eran tomados en cuenta para alquilar una esclava, mucho menos para integrar el consejo.

Lo que Robert desconocía era que Bruno Toscanni siempre había fantaseado con la idea de hacer a Kateryn su mujer. Desde su adolescencia se había fijado la meta de poseer a Kateryn y ya siendo adultos Bruno había hecho su mejor avance pero Kateryn le había rechazado de forma muy directa y diplomática. Desde ese momento la relación entre ambos había cambiado a una verdadera lucha de poder y cuando la propuesta de Robert entro en la escena, Bruno Toscanni finalmente encontró la pieza clave para cobrar su venganza y adueñarse de Kateryn.

Robert guardo la foto nuevamente en su bolsillo y tomando otros documentos pudo leer en ellos “Proyecto Fénix”, y ver más fotos que presentaban a Kateryn en ropa de oficina y en actividades comunitarias, varias fotos en campamentos de refugiados brindado ayuda internacional, o varias fotos donde se le ve en un traje de neopreno deportivo saliendo del mar en una playa, en una de las muchas competencias de triatlón en las que participaba, en la mayoría de las veces en eventos con premios donados a la caridad.

Un recorte de prensa la presentaba en la alfombra roja de una actividad de beneficencia. Llevaba puesto un elegante vestido de noche que hacia juego con sus joya y accesorios, entre esos accesorios el que más destacaba era su acompañante vestido de smoking con una banda escarlata cubriendo parte de su camisa blanca, el artículo se titulaba “Noche de Cuento de Hadas, el Príncipe y su prometida se presentan en sociedad”. Se rumoraba fuertemente que Kateryn Toscanni y el Príncipe Friederic Ernest VanAule, heredero de la corona de Bretonslavia, anunciarían en cuestión de días su compromiso y contraerían nupcias en los próximos meses, luego de concluir el príncipe una misión de ayuda humanitaria internacional.

Robert cerro la carpeta de documentos y se levanto para unirse a sus clientes y socios, mientras avanzaba por el pasillo iba reenumerando cada detalle del plan a ejecutar, ahora era el turno de Robert para demostrar cuan inteligente podía ser el dragón para arrebatare la princesa al príncipe y confinarla a la torre más alta.

Oficinas del Grupo Toscanni.

Sala de Reuniones

Sesión de la Junta Directiva del Grupo Toscanni.

Hacia escasos quince minutos desde que la reunión había iniciado y habían pasado solo diez minutos desde que comenzó la habitual discusión de metas y directrices entre Bruno Toscanni y Kateryn Toscanni. Era tan habitual que el carácter tan dominante de estos dos personajes chocaran en la mesa de juntas que asistir a una reunión sin presenciar una buena pelea entre ellos, era como sentarse a mirar la TV sin encenderla. A Kateryn le parecía absurdo invertir tanto dinero un el nuevo proyecto de casinos online que Bruno había presentado. Bruno defendía su proyecto diciendo.

– Pues esa es una cifra irrisoria en comparación a los beneficios que obtendremos en cuanto el sistema se posicione en el mercado, con la reputación de nuestros casinos la competencia se ira a pique en solo un par de meses.

Kateryn lo observaba y sin la menor muestra de irritación o apasionamiento le contestó:

– Bruno no creo que debamos seguir discutiendo esto, no me parece que esto sea más importante que la restructuración de nuestros casinos reales. No creo que tengamos tiempo para tus casinos virtuales…

Antes de que Bruno saltara sobre la mesa y apuñalara el cuello de Kateryn con su bolígrafo de oro, o por lo menos eso había pensado hacer, Giusseppe Toscanni tomó la palabra para apaciguar los ánimos. Con voz pausada y tranquila como era su costumbre, mirándolos a ambos dijo.

– Si me permiten expresarles mi opinión, creo que deberíamos tomarnos un tiempo y revisar con más detalle y cuidado la propuesta de Bruno y poder dale espacio a la ejecución de la restructuración que Kateryn tiene ya en desarrollo.

Voces y murmullos de aceptación llenaron la sala de conferencias y una sonriente Kateryn se levanto de la junta diciendo.

– En ese caso estaremos revisando el tema en cuanto me reintegre a la oficina, luego de mis vacaciones.

Sonriéndole a Bruno terminó por salir y se dirigió a su despacho, Giusseppe intentó decirle alguna frase de animo a Bruno para calmarlo, pero Bruno lo detuvo con un gesto de manos, ambos salieron de la sala de reuniones y Bruno volvió a su despacho.

Kateryn llegó sonriendo a su oficina encontrándose con Malena, su secretaria y asistente personal, a la cual saludó alegremente.

– Buona sera Malena ¿come stai?

– Buona sera Kateryna, tutto bene.

Malena se notaba algo nerviosa por la repentina llegada de su jefa, quien la observaba de manera inquisitiva. Malena bajó la vista al teclado de su computadora como si fuera una niña atrapada en una travesura.

– Malena ¿qué hemos conversado sobre las redes sociales en horas de oficina?

– Solo entre un momento a revisar los comentarios a mis fotos…

– No quiero ni saber como lograste burlar el firewall de la oficina pero te recuerdo que los chicos de informática no estarán contentos ni contigo ni conmigo.

– Solo contestaré unos comentarios de mis fotos de vacaciones y me desconecto jefa y no lo volveré a hacer.

Kateryn le sonrió cariñosamente al verla sentada frente a la computadora revisando su cuenta.

– Intenta terminar rápido con eso, aunque creo que te tomará algo de tiempo. Tienes más documentadas tus vacaciones que las misiones a la luna. ¿Cuantas fotos tomaste en dos semanas?

– Emmmm… Solo un par de cientos pero la pase de maravilla…

– Eso se nota en las fotos y en ese lindo bronceado… Ahora será mi turno.

– Me cuesta creer que hoy sea el primer día en dos años que su agenda este completa y absolutamente vacía, no hay reuniones, no hay video conferencia, ni siquiera una cita para tomar un te… jefa puedo decirle que esta todo listo para su viaje.

– Gracias Malena no te preocupes por la agenda, recuperaremos todo el tiempo “perdido” a mi regreso, prepárate por que la siguiente semana será de las más pesadas.

– Pero jefa eso no será tiempo perdido… Menos si estará en compañía de su príncipe.

Ambas rieron pícaramente y la curiosidad de Malena se impuso y le preguntó con franqueza a Kateryn.

– Esa felicidad no solo es por su viaje jefa, ¿Cuénteme que ha pasado en la reunión?

Kateryn sonriéndole con aire triunfador le dijo.

– Volví a demostrarle a Bruno que debe pensarlo dos veces antes de enfrentarme en una reunión de junta directiva.

– ¿Otra vez jefa, Pero es que el Sr. Bruno no logra aprender?

– Al parecer no logra entender que yo soy la del carisma y de las buenas ideas. Espero que algún día se de por vencido.

– Me alegra que este tan contenta jefa.

– Como no estarlo Malena, bueno debo disfrutar estos días de libertad… En cuanto se anuncie el compromiso y la fecha de la boda, todo será otro mundo y ya se me agotaron las excusas para rechazar la protección de la guardia real.

Malena la despidió con una sonrisa y Kateryn entró a su oficina para hacer las llamadas de rutina antes de salir de la oficina rumbo a sus vacaciones, Los minutos pasaron y ella conversaba con sus clientes.

– Si señora McMuller, los documentos estarán mañana en su despacho para la firma…. Sí, me iré de vacaciones, sí ya sé que trabajo demasiado…. No, no solo será una semana… Con gusto le saludare al príncipe… Gracias que amable. Sí, es verdad, en televisión nos vemos más altos…

La puerta de la oficina se abrió y fue interrumpida por la llegada de Bruno, se le notaba más calmado. Ella acostumbrada a esas visitas inesperadas levantó un dedo indicándole que la espere mientras seguía hablando…

– Sí, con gusto nos reuniremos a mi regreso, igualmente ciao.

Un momento después cerró la llamada y antes de atenderlo el teléfono sonó, ella accionó el intercom, una exaltada Malena dijo.

– “Lo siento jefa, fue más rápido que yo, esta vez no pude detenerlo”.

Bruno levantando la voz dijo.

– Siempre soy más rápido que tu Malena, no sé por que insistes en intentar retrazarme en la entrada.

– “¿Esta puesto el intercom? Que pena Sr. Bruno…”

La línea quedó en silencio, y Kateryn le interrogó mientras Bruno sonreía.

– Supongo que no vienes a desearme un buen viaje…

– Claro que a eso he venido ¿Por qué siempre a la defensiva?

– Porque me enseñaste y aprendí muy bien de ti. Aunque mi técnica es más sutil, dulce y delicada.

– Touché… En realidad vine a mostrarte estas cifras y a pedirte que firmes el contrato de ejecución de la plataforma online.

Kateryn iba a iniciar su planeado ataque cuando el intercom empezó a sonar insistentemente.

– “Jefa lo peor, lo peor a pasado…”

– ¿Qué ha pasado Malena no me asustes?

– “Jefa han llamado del aeropuerto, el jet privado para su viaje no puede despegar han descubierto un problema en una turbina…”

– ¿Eso es lo peor? Alquila otro avión y que Richie este listo par salir…

– “Jefa he llamado a todos los servicio de vuelos y no tienen nada disponible hasta mañana… creo que deberíamos llamar al príncipe y …”

Kateryn recogiendo el teléfono desesperadamente dijo.

– NO, ni hablar, la presentación del proyecto humanitario es mañana, tengo que viajar hoy, no le puedo dar este dolor de cabeza ahora.

Bruno sonrió mientras dijo:

– Sin contar que no podrías aceptar tu error de viajar a última hora…

Kateryn le lanzó una mirada asesina que Bruno respondió con una sonrisa y le ignoró sacando su celular para hacer una llamada.

– No importa que tengas que hacer Malena pero consígueme algo que vuele y me saque de aquí, please – cerrando la llamada, miró a Bruno y le dijo – ¿Algo más que necesites?, como ves no es el mejor momento para…

Bruno la interrumpió con el mismo gesto de manos que ella uso para hacerle esperar.

-”… Si, claro que te estaría agradecido… sí, pero necesito ese favor ahora…” – bajando su teléfono miró a Kateryn y le dijo – Estoy salvando tu trasero para que puedas lucirle tu bikini a tu sangre azul y tomen el sol juntos. Tengo el jet de un amigo saliendo de la ciudad, puede llevarte si quieres…

Kateryn lo miró molesta por el comentario pero dudosa de los benévolos motivos de Bruno.

– Qué considerado de tu parte pero ¿dime qué ganas con ayudarme?

– Yo nada, no sé que te hace pensar que hay algo de por medio en esto, no sé por que lo dices.

– Por que eres Bruno y te conozco.

– Buen punto, en ese caso y siendo completamente honesto, te pediré un favor. Quiero que estudies la propuesta…

– ¿Solo eso? Ok prometo leerla…

– No, no quiero que la leas y la olvides, quiero que la estudies y la analices.

Pensándolo unos segundos Kateryn le contestó.

– ¿No me dejaras en paz hasta que acepte, no es así?

– Que bien me conoces – Bruno levantó el celular y dijo – ” OK estaremos allí en unos 20 minutos, bueno ciao”. Andiamo, nos esperan…

– Pero yo no acepte…

– ¿Qué opciones te quedan?

Bruno salió de la oficina y Malena entró alterada diciéndole a Kateryn.

– Malas noticias jefa, no he podido conseguir nada para usted. Nada esta por salir, ni siquiera un vuelo con cabras o algo así – Kateryn la miró severamente pero a punto de reír y Malena dijo – claro que esa sería la última opción.

– Descuida Malena ya tengo como viajar.

– ¿Pero, como, cuando, quien?

– Como: En un jet privado, Cuando: Justo en este momento me esta esperando, Quien: Pues aunque no lo creas ha sido Bruno.

– Bruno, ¿El mismo Bruno que acabó de salir?

– Sí, ese, el mismo Bruno, ahora ayúdame por favor a sacar esta maleta…

– Pero jefa ¿esta segura de esto? yo me lo pensaría dos veces, es… es que es Bruno.

– Créeme, si tuviera tiempo te dejaba una declaración firmada haciendo responsable a Bruno si me rompo una uña, pero no tengo tiempo así que andiamo.

Ambas rieron mientras bajaban y al llegar al estacionamiento se encontraron con Giussepe, Bruno y Franchesco el chofer y escolta de Bruno. Un minuto después Richie el chofer de Kateryn apareció conduciendo el vehiculo que la llevaría al aeropuerto.

Giussepe con la serena voz que lo caracteriza se despidió de su sobrina.

– Espero verte pronto de vuelta y disfruta del viaje.

– No se diviertan mucho sin mí.

– Descuida me desconectaré de los negocios un tiempo mientras vuelves, iré a la granja a cuidar de mis hermosos animales.

– Cuidado al montar Giussepe. Te hará bien un cambio de aire.

– A todos nos hace bien un cambio. Ciao Bela.

– Ciao Giussepe, nos veremos pronto.

Dándole un beso se despidió y lo vio caminar con paso lento y el característico sonido del “plic plic” de la punta de su bastón al golpear el suelo, luego ella se aproximó a los autos, Bruno le entregó el sobre de documentos a Kateryn para que los estudiara.

– Yo no tendré tiempo para ver eso en mis vacaciones…

– Kateryn es un largo vuelo a tu destino y tú, yo y medio mundo sabemos que ese maletín no lleva cosméticos… Vives pegada a la red y viajas con la oficina a cuestas, ahora hazme el favor y guarda esto con tus cosas.

Bruno tomó el maletín de diseñador de la mano de Kateryn lo sostuvo mientras Kateryn de mala gana abrió el maletín y guardó los documentos junto a las demás cosas de su oficina portátil, entre ellas su computadora y un teléfono satelital.

Bruno abrió la puerta de su auto y le indicó que entrara.

– Gracias, pero viajo con Richie.

– Ok entonces viajo contigo, necesito conversar varias cosas, Franchesco cuida de esto y síguenos al aeropuerto, presto.

Bruno entregó el maletín de diseñador a su chofer y este lo guardó en el auto de Bruno.

Subieron al auto y tomaron ruta al aeropuerto. 12 minutos y varios arrepentimientos después, Kateryn y Bruno llegaron al aeropuerto. Terminados los trámites de rigor llegaron a la pista donde el jet les esperaba. Una sonriente chica rubia en uniforme de piloto les recibió en la pista.

– Bienvenidos, soy Daniella, les esperábamos. Pueden subir inmediatamente si gustan pero estaremos despegando en 15 minutos por una nave que declaró una emergencia y el aeropuerto esta en contingencia. Esperemos que solo sea algo de rutina y no afecte nuestro itinerario.

– En ese caso que suban el equipaje mientras conversamos.

Richie subió las maletas que casi llenaban el maletero del auto y Franchesco salió del auto y subió el maletín de Kateryn.

Minutos después Kateryn abordaba el jet y Bruno se despedía de ella en la escalera.

– Recuerda que me debes una, a tu vuelta arreglamos cuentas.

– Como si por un minuto hubiera pensado que no me recordarías esto cada 20 minutos, los siguientes 20 años, hablaremos al volver…

Diciendo esto entró al avión, la puerta se cerró operada por una hermosa asistente de vuelo.

– Bienvenida a bordo mi nombre es Angélica, ¿desea algo de tomar o de comer?

– Gracias pero así estoy bien, quisiera mi maletín para seguir trabajando mientras esperamos.

– Lo lamento pero en cualquier momento estaremos por despegar, esta prohibido el uso de equipo electrónico mientras el vuelo no alcance altura de crucero.

– OK, entonces esperaré.

Minutos después el despegue se realizó sin inconvenientes y el avión empezó a elevarse para alcanzar altura de crucero, momentos después Kateryn sacó su teléfono inteligente y se conectó al sistema de red de la nave, empezó a revisar su correo y a contestar su correspondencia, revisó las noticias y leyó reportes financieros que le llegan en automático a su correo electrónico.

El viaje continúo sin contratiempos y horas después Kateryn recordó su computadora en su maletín, pero solo de pensar en que allí estaban los documentos de Bruno fue suficiente para desanimarla y seguir solo en su teléfono.

Tiempo después la azafata se le acercó con un teléfono y le dijo que tiene una llamada.

– “Hola jefa ¿cómo va el viaje? Intenté comunicarme a su móvil pero ya esta fuera de cobertura, el Sr. Bruno me dio el número de satelital del avión.”

– “Hola Malena ¿qué tal, pasa algo en la oficina?”

– “No, todo esta bien, lamento molestarla pero tengo al Príncipe Friederic en la otra línea, ¿Quiere hablar con él?”

– “Listo, transfiere la llamada. Malena gracias por todo.”

Dos segundos después

– “Hola mi dama ¿cómo estas?”

– “Hola caballero, yo muy bien, ¿qué tal estas tú, cuéntame?”

– “Cuéntame tú preciosa, Malena me dijo que te tenia en la línea para hablar conmigo.”

– “Que raro, eso mismo me dijo a mí… Bueno el viaje un poco aburrido hasta hace unos segundos…”

La conversación continúo hasta que se empezó a perder algo de señal.

– “Casi no te puedo escuchar linda, te llamaré en unos minutos.”

– “Esta bien, de todas formas en un par de horas estaremos juntos…. ufff”

Una sacudida hizo que el avión se inclinara un poco a la izquierda.

– “¿Qué sucede, esta todo bien?, casi no te escucho.”

– “Todo bien, creo que fue una bolsa de aire…”

– Señorita debo pedirle se coloque el cinturón, estamos entrando a una zona de turbulencias.

– “Hablaremos después mi cielo debo cerrar.”

– “Mandare por ti al aerop…”

La conversación se corto y Kateryn miró asustada a la azafata.

– ¿Es normal tanto movimiento?

La azafata de pie intentó tranquilizarla.

– Sí es bastante normal en esta área, debe terminar en breve.

Otra sacudida, la azafata perdió pie y cayo al lado de uno de los sillones en el cual se sentó y rápidamente abrochó su cinturón, en el momento en que la nave se inclinaba a la derecha y caía en vacío. Kateryn se arrepintió de las bromas con Malena sobre culpar a Bruno si algo le sucedía. El avión vibraba en forma descontrolada, Kateryn se aferraba a su asiento y miraba como la azafata luchaba por abrir un compartimiento en el lateral de su sillón y sacaba un mascarilla de oxigeno, antes de ponerla sobre su rostro le gritó a Kateryn.

– Sáquela y póngasela.

Kateryn buscó desesperadamente el compartimento en su asiento, abrió y sacó la mascarilla, se la colocó y una nueva sacudida remeció el avión y ella inspiró profundamente apreciando el olor del que pudiera ser su último aliento. El avión siguió moviéndose, siguió aspirando y en segundos su respiración se empezó a estabilizar y sintió como si empezara a flotar, siguió sintiendo la vibración del avión y sus ojos dejaron de enfocar hasta cubrirse de una total oscuridad…

Club Ejecutivo de la Cuidad.

Salón VIP

En una de las elegantes salas del club ejecutivo de la cuidad, los poderosos hombres de negocios discutían alianzas y estrategias comerciales, mientras bebían o fumaban un buen habano. El Dr. Sagel se mantenía a una distancia prudente y revisaba con desgano un dossier de documentos, mientras en una de las muchas pantallas gigantes de TV pasaban las noticias más destacadas de la última hora, una sonriente María Patricia Zurita anunciaba el final del Noticiero con un pase en vivo hasta el Hotel Crowell Plaza de la ciudad, donde desde hace algunos días se hospedan uno más de los grupos de las mujeres más hermosas del planeta. Ese era el tercero de cinco grupos de concursantes que audicionarían ante los jueces del certamen Miss Belleza Internacional, este certamen seleccionaría las representantes más bellas de todo el planeta y en un evento tipo Realty Show estarían en los próximos meses, en giras, promociones, competencias y capacitaciones y donde la mejor de todas se llevaría en codiciado título de Miss Belleza Internacional. En pantalla las concursantes desfilaban en pasarelas ante los jueces, atendían entrevistas privadas con los jueces y organizadores y en la última escena todas las chicas del tercer grupo posaban en traje de baño en la piscina del hotel proyectando su mejor sonrisa y portando la banda que llevaba escrito el nombre del país al que representan. Los camarógrafos apuntaban sus lentes, mientras ellas posaban para las fotos teniendo de fondo el hotel o los banners con los logos de los patrocinadores del concurso, banners donde se destacaban el logo de Clínicas Estíticas Baxter.

Esta última cobertura de noticias llamó la atención de más de la mitad de los ejecutivos presente, Robert sonrío para si mismo mientras sostenía un informe de una candidata a profesional el cual contenía la siguiente información:

Miss Venezuela.

Nombre: Scarlet Rodríguez.

Ocupación: estudiante y modelo.

Medidas: 105-67-93.

Perfil psicosexual: La paciente es bisexual, presenta una marcada tendencia a la sumisión, figuras masculinas o femeninas que le representen poder para ella, pueden abusarle al tener un inusitada predilección por una variedad de fetiches que incluyen el Bondage, Máquinas sexuales y Humillación pública. Esto la hace masturbarse 3 o 4 veces al día, esto la mantiene calmada y así puede conservar su imagen publica intacta.

Diagnostico: Perra reprimida en público buscando la forma de balancear sus dos mundos.

Informe redactado por H. Bell

Nota: Revisar video adjunto a este documento.

Robert retiró una micro memoria de datos de un bolsillo del sobre, la insertó en su Teléfono inteligente y ajustó el volumen de su audífono bluetooth.

El video presentaba un primer plano de una puerta en un oficina bien iluminada con posters y fotos de reinas de bella es sus paredes, en un escritorio una chica esperaba sentada y una hermosa mujer entraba a la oficina. Una banda de color blanco y la palabra VENEZUELA cubrían transversalmente su ajustado vestido, sonriendo le dio la mano a su interlocutora y se sentó iniciando un par de preguntas y respuestas y una superflua conversación que en pocos minutos se convierte en un monologo. Los ojos de la chica se tornaron vacuos y su mirada se veía perdida, estonces Helen se levantó y colocándose a su lado empieza a acariciarle una teta y con la otra mano le peinaba los cabellos, la chica no reaccionaba y siguió contestando cada pregunta mientras Helen colocada a su espalda le masajeaba las tetas.

Todo era producto de un potente narcótico hipnótico administrado de forma cutánea como un gel aromático en el momento que dio la mano a Helen. Ahora Helen grababa toda la entrevista y la chica respondía sin resistencia a cada pedido u orden de Helen, incluyendo la orden de desnudarse completamente y colocarse frente a una pared blanca mientras Helen tomaba fotografías de cuerpo entero, desde todos los perfiles y ángulos.

Luego le ordenó sentarse y Miss Venezuela comenzó a contar su más morbosas fantasías sexuales respondiendo a la pregunta de Helen, empezó a masturbarse frente a la cámara mientras habla de como le gusta masturbarse 3 o 4 veces al día.

Al terminar de la entrevista la potente droga que la mantenía sumisa y obediente necesitaba ser contrarestada para que ella adquiera sus inhibiciones, su conciencia y control.

Ya vestida nuevamente la chica siguió con la mirada perdida y Helen se disponía a aplicarle el antídoto y observando la cámara sonrió al tener una idea. Levantó su elegante pierna hasta el escritorio y con un gotero dejó caer dos gotas del químico en los dedos de sus pies, manchando con un gel azul sus dedos. Mirando a la indefensa chica sentada frente a ella le ordenó:

– Lame mis pies putita de mierda.

Miss Venezuela cayó a 4 patas y su rostro se acercó al pie de Helen y su hermosa lengua inició a degustar cada dedo de una cada vez más excitada Helen, la chica siguió lamiendo y Helen le ordena.

– Chupa el pulgar…

Helen tuvo que sacar fuerza de voluntad para no correrse mientras la chica succionaba el dedo de su pie.

Un momento después ambas estaban sentadas en sus respectivos lugares y Helen hizo chasquear sus dedos y Miss Venezuela parpadeó de vuelta a la realidad.

– Disculpe, me repite la pregunta, debo estar un poco nerviosa me he quedado en blanco…

Helen le dijo sonriendo.

– Descuida linda obtengo esa misma reacción en muchas chicas que conozco.

Ambas chicas rieron por el comentario aunque solo una de ellas entendía el chiste.

Robert sonrió al revisar el juego de 8 fotos de la aturdida chica y un post-it el la última foto tiene marcado un beso en carmín y dice en letras manuscrita, “Me encanta mi trabajo, XoXo. Helen.”

Unos 3 a5 minutos habían pasado desde el final del noticiero y Robert se disponía a revisar los siguientes 4 dossiers etiquetados Miss Filipinas, Miss Ucrania, Miss México y Miss Australia.

La atención de Robert se desvió nuevamente a la pantalla de TV cuando luego de presentar por unos segundos la pantalla titulada Breaking News apareció en pantalla una agitada María Patricia Zurita. Muy pocos de los televidentes imaginarían que esa agitación era debida a que la hermosa Patty acostumbraba volver a su privado al terminar el noticiero y masturbarse como una gran puta, esta vez obviamente había sido interrumpida antes de acabar.

El masturbarse a diario en su camerino había sido uno de varios cambios en su comportamiento, pues luego de su aumento de busto había empezado vestir extremadamente sexy y varias veces se había atrapado coqueteándole a la cámara. Esos cambios no pasaban desapercibidos para nadie, hasta el raiting del noticiero había saltado 8 puntos de incremento.

Ella asustada por su comportamiento había buscado ayuda profesional y desde hacia semanas visitaba a la Dra. Carol Arellanos. “La Dra. de las estrellas” como le llamaban, pues se había convertido en la consultora de salud emocional (mental) de los ricos y famosos de la ciudad.

Solo hicieron falta dos sesiones con la doctora para entender claramente que todo su comportamiento era normal y que masturbarse luego del noticiero no era más que su forma de liberar tensión.

Tan natural era el masturbare que cuando en la tercera sesión la Dra. le pidió que se masturbara frente a ella en la consulta, ella no lo tuvo que pensar mucho, abrió sus piernas y metió dos dedos en su depilado coño frente la Dra. Fue una de las cosas más morbosas y humillantes que había hecho jamás, pero lo había disfrutado tanto. La buena Dra. le ayudo tanto que no paso mucho tiempo para que arrodillada entre las piernas de Patty la doctora le comiera el coño relajándola y liberándola de tanto estrés.

La ultima semana Patty había estado fantaseando con cambiar de roles y comerle el coño a su terapeuta, como una muestra de agradecimiento a todo lo que había disfrutado en manos de su terapeuta.

– “Interrumpimos nuestra programación regular para hacer un enlace en vivo con nuestra cadena hermana INN. Que nos informan de un desafortunado incidente. Francesco Bonatelli nos informa en vivo desde el lugar de los hechos…”

– “Así es María Patricia como bien dices y para quienes nos acaban de sintonizar lamentamos profundamente anunciar que las autoridades reportan la perdida de un jet privado, que se presume se precipitara al mar en aguas internacionales, la aeronave tripulada por al menos 3 personas había sido rentada para transporta a Kateryn Toscanni, ejecutiva senior de varias importantes empresas, miembro de varias instituciones filantrópicas y conocida por todos los medios de comunicación como la futura princesa de Bretonslavia, al estar comprometida con el príncipe Friederic heredero al trono de Bretonslavia, en este momento no tenemos reportes confirmados de decesos o supervivientes y un contingente de aeronaves y buques parte hacia el lugar donde se presume se desplomara la aeronave…”

Para ese momento todos los Televisores mostraban casi las mismas imágenes, el mismo modelo de avión, tomas lejanas de un aeropuerto o un periodista hablando con el edificio de la terminal o un avión de fondo, en el salón del club ejecutivos todos observaban la TV o hablaban de lo sucedido vía celular, varias de las camareras y alguno que otro camarero lloraban cubriéndose el rostro o la boca, las imágenes y videos de archivo de Kateryn se superponen al recuadro donde el presentador o el corresponsal explican los últimos sucesos.

Un hombre mayor de saco gris se acercó a la mesa de Robert y le dijo.

– ¿Puede creer esto?, esa mujer era… una santa.

Robert lo observó y pensó para si mismo, “Hace cinco minutos la hubieras mirado como mirabas a Miss Venezuela, solo un pedazo de carne al cual querías ensartarle tu verga, ahora que esa mujer esta muerta y es una santa. La hipocresía humana es inconmensurable.”

– Lamentable – dice Robert mientras revisaba un mensaje que hizo vibrar su teléfono, lo abrió, leyó “En Camino” volviendo a observar al hombre mayor dijo – Vaya, que cierto es eso de que las malas noticias llegan más rápido que las buenas noticias… discúlpeme debo irme.

Levantándose tomó los archivos, les guardó en un maletín y se dirigió a la salida dejando a todo el mundo “pegado” a la TV.

Continuara…

Muchas gracias a todos los que se han tomado su valioso tiempo en leer este relato y les insto escribir sus comentarios. Saber su opinión es la mejor manera de mejorar los relatos.

Blackfires.

blackfires@hotmail.com

 

Relato erótico: “El Proceso – Ecos del pasado.” (POR BLACKFIRES)

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PORTADA ALUMNA2Los meses habían pasado y los días se hacían eternos, la ruptura había sido devastadora y poco a sin-titulopoco se habían dado todas las etapas de la ruptura, la etapa de negación había sido larga, hasta que llegó la etapa de aceptación, pero la etapa de recuperación se estaba haciendo eterna y ella necesitaba olvidar. La respuesta a su recuperación llego por casualidad una de tantas noches viendo algo de TV, comiendo chatarra y sintiéndose miserable, ayuda psicológica ¿En realidad necesitaba ayuda psicológica? ¿Estaría tan loca que necesitaba ir a ver un doctor?

Al día siguiente tomó la decisión y empezó a investigar, después de una corta búsqueda en internet dio con información interesante, lo que la hizo tomar una decisión, haría una cita en la clínica pero con una psicóloga bastante reconocida, era mejor hablar sus problemas del corazón con una mujer que con un hombre, así que esa misma tarde hizo su primera cita para empezar lo más pronto posibles. Aquella tarde llego muy temprano a la dirección que le había dado la amable recepcionista que con toda la paciencia del mundo atendió su llamada y preparo su primera cita, el local estaba muy bien decorado y confortable, esperó un buen rato hasta que finalmente la puerta del consultorio se abrió y de la habitación salieron una chica sonriendo y conversando alegremente con una dama muy elegante que le sostenía del brazo mientras la acompañaba al escritorio de la Recepcionista, al voltear le dedicó una sonrisa y la invito a entrar al consultorio, un salón perfectamente decorado con varios títulos en la pared, un gran mueble con libros y lo que más llamo su atención un delicioso olor a flores frescas, aunque no vio jarrones ni flores en la habitación, luego de las presentaciones protocolares la doctora la invito a sentarse y ponerse cómoda.

– Me gustaría que me contaras, tú día a día, no te voy a preguntar ¿Cómo te sientes? Pues si te sintieras bien no estarías sentada aquí, nerviosa y algo incomoda.

Desde la recepción ella no había dejado de alisar su falda con sus manos y ahora seguía haciéndolo pero con menos intensidad.

– Quiero que hagamos un ejercicio, quiero que cierres los ojos y respires lenta y profundamente, lenta y profundamente una vez, dos veces, tres veces, ahora sigue respirando y cuéntame tu día a día… dime que haces al despertar, que te gusta desayunar… háblame de ti.

Al principio Ella se sintió algo tonta cerrando los ojos y respirando profundamente, respirando y relajándose, pero poco a poco empezó a sentirse más relajada y como le había dicho la Dra. empezó a contarle su día a día. Su mente empezó a relajarse y comentándole todo lo que le preguntaran, cuando Ella estuvo completamente relajada lentamente abrió sus ojos y la Dra. le conversaba amenamente y ella respondía tranquilamente todo lo que la Dra. preguntara.

Ella imagino que cuando llegaran las preguntas sobre su ruptura volvería la tensión y los nervios, pero cuando las preguntas sobre ese tema llegaron fue perfectamente natural, las respuestas fluyeron de ella como si se abriera una represa que contenía sus miedos, sus tristezas y hasta su ira… todo empezó a salir de ella y al final se sintió tan tranquila escuchando cada palabra reconfortante que le daba la Dra. Casi no se dio cuenta cuando el tiempo de la consulta terminó y se sintió casi flotando cuando la Dra. tomándola del brazo la acompaño fuera del consultorio y hablando con la Recepcionista ambas concordaron el día para la siguiente cita.

Las semanas fueron pasando y poco a poco las cosas fueron mejorando, pasadas tres sesiones Ella decidió que muchas cosas debían cambiar, empezó a levantarse más temprano para ir a trotar antes de ir a trabajar, dejo de comer tanta comida chatarra, ahora se enfocaba en comidas sanas como ensaladas y frutas, había desarrollado una obsesión por comer comida verde, días después empezó a cambiar su forma de vestir “verse bien es sentirse bien”, su guarda ropa había cambiado de tonos muy grises a conjuntos blancos o negros, en su mayor parte blusas bastante escotadas y faldas muy cortas o pantalones muy entallados. La verdad es que muchos habían notado los cambios y ella empezaba a sentirse mucho mejor consigo misma.

Para la cuarta sesión le extraño no ver a la chica que tomaba sesiones antes que ella y pregunto a La Recepcionista por aquella chica hermosa que antes veía en la consulta, La Recepcionista le comento que la otra chica había cambiado de días de sesiones para tener más tiempo con la Dra. igual que desde ahora a petición de la Dra. Ella tendría un poco más de tiempo para las sesiones, Ella quedo encantada de pasar más tiempo en las sesiones pues cada vez se sentía más a gusto y mucho mejor con la Dra; En realidad estas últimas semanas se había dado cuenta que le encantaba pasar tiempo con la Dra. escuchándola, mirándola, aprendiendo de cada cosa que le dijera, la veia tan inteligente, tan elegante y hasta había pensado en que se sentiría estar abrazándola mientras la Dra. acariciaba su cabello y ella estuviera adormecida en su pecho. Escuchándola y oliendo ese aroma a flores solía perderse en sus pensamientos y las sesiones se le hacían demasiado cortas para pasarla con su Dra.

Para la semana de la 5ta sesión Ella no pasaba un momento sin pensar en lo atractiva que le parecía su Dra. y aunque nunca había tenido sexo con una mujer, solo uno que otro beso o una caricia casual con alguna chica, estos días pasaban entre pensamientos eróticos y fantasías sobre lo que le encantaría hacer o que le hiciera su Dra. había tenido que llevar un juego limpio de bragas al trabajo pues las que se ponía en las mañanas quedaban empapadas solo de pensar en su Dra.

Ella se reía sola de sus tonterías y fantasías, pensaba que se había vuelto un poquito loca por su Dra. pero lo bueno fue que se había olvidado por completo de sus problemas, su depresión y sus cambios de imagen habían ayudado muchísimo a su autoestima. Faltando un par de días para su 5ta sesión sucedió.

Esa noche soñó que había llegado a la consulta y en la recepción no estaba La Recepcionista, le pareció muy extraño no verla allí entada sonriendo mientras miraba su computadora… escuchó ruidos dentro de la oficina y la puerta estaba media abierta… con algunas dudas entró a la oficina de la Dra. y la encontró sentada en el escritorio mirando por la ventana, Ella se acercó al escritorio y fue cuando notó que la Dra. estaba desnuda de la cintura para abajo y mantenía sus las piernas abiertas apoyadas en los apoya brazos de su silla, entre sus piernas vio a una chica desnuda en 4 patas con su cara metida entre las piernas de la Dra. y con su lengua le comía el coño mientras que con una de sus propias manos se acariciaba su propio coño y entre lamida y lamida gemía de gusto.

La Dra. le miró como si nada fuera de lo común estuviera sucediendo, abrió la gaveta del escritorio y sacó algo colocándolo sobre el escritorio, de la forma más natural y sin mirarla le dijo:

– Desnúdate y toma tu lugar…

Ella despertó muy asustada y muy excitada, jamás había tenido un sueño tan vivido y tan morboso. Paso todo el día pensando en el sueño y en la tarde decidió que tenía que ir a hablar con la Dra. porque se sentía muy incómoda con aquel sueño, sumado a sus fantasías, ella no era así, no le gustaban las mujeres, pero no podía dejar de sentirse excitada y atraída por la Dra.; luego de pasar todo el día pensado decidió ir al consultorio aunque no le tocara cita para ese día.

Al llegar encontró la puerta cerrada y no se atrevió a tocar el timbre, empezaron a acumularse las dudas de lo que haría o le diría a la Dra. pues se sentía muy tonta pensando en cómo se escucharía eso de “Estoy teniendo sueños mojados y fantasías con usted y no quiero verla más”, se puso a pensar que la Dra. pensaría que estaba más loca de lo que creían, se alejó del lugar pero al voltear pudo ver luces en lugar… esperó un buen rato y ya estaba por llamar a la Dra. o irse a casa y esperar la próxima sesión cuando decidió tocar el timbre y se fue directo a la puerta, justo estaba por tocar cuando la puerta de se abrió y del lugar salió La Paciente que ella conoció en la primera consulta… La Paciente iba vestida super sexy en blusa blanca casi transparente que dejaba ver su sostén de encaje, falda negra muy corta y zapatos de tacón de aguja negros, Ella saludo a La Paciente con una sonrisa que se quedó congelada en su rostro por lo hermosa que se veía la chica y porque La Paciente solo abrió la puerta y salió del lugar sin notarla o como si no la hubiese visto parada allí afuera.

La puerta quedó abierta y Ella decidió entrar, llegó hasta la recepción y para su sorpresa y sus temores… La Recepcionista no estaba en su puesto.

Ella se quedó paralizada en medio de la recepción, debatiéndose entre irse a casa o seguir adelante buscando a La Recepcionista o a la Dra. Se quedó en silencio y escuchó ruidos en la oficina de la Dra. un escalofrió recorrió todo su cuerpo al verse caminando hacia la puerta viviendo un Deja Vu y encontrando que la puerta estaba media abierta. Casi temblando terminó de llegar a la puerta y la abrió… La Dra. estaba sentada en su escritorio mirando por la ventana, Ella lentamente y con sus piernas casi hechas de gelatina se acercó al escritorio y la Dra. volteo a mirarla la Dra. se levantó y la saludó con una hermosa sonrisa, La Dra. estaba completamente vestida y no había nadie más en la habitación.

– Hola, que sorpresa verte, pensé que tu sesión era mañana, pero no te quedes allí, siéntate y ponte cómoda.

Sintiéndose de lo más estúpida allí de pie temblando como una hoja Ella respondió a su amable y bella Dra.

– Hola, disculpe que entrara así y viniera sin avisar, pero es que necesitaba verla hoy…

– ¿Sucede algo? ¿Estás bien? ¿En qué te puedo ayudar? Pero siéntate ponte cómoda…

– No, digo… sí, estoy bien, es que solo vine a decirle que… creo que no podre venir a la consulta.

– Tienes algún compromiso, podemos reprogramar la cita para otro día…

– No, no es eso… es solo que no creo que pueda volver a la consulta, no creo que pueda verla más.

La Dra. se sorprendió y le miró extrañada, Ella se sintió tan estúpida luego de decirle eso, por lo menos no tuvo que decirle que pasaba todo el día mojada y excitada pensando en fantasías entre ellas dos. La Dra. la saco de sus pensamientos diciéndole:

– Algo no debe estar bien, pues pensaba que tú habías mejorado mucho y te sentías muy a gusto con las sesiones.

Diciendo esto la Dra. tomó lo que parecía el control remoto del aire acondicionado y lo activó mientras se levantó y se acercó a Ella, tomándola por el brazo le dijo:

– Relájate, solo respira profundamente y cuéntame que ha pasado…

Ella sintió como como una agradable y cálida sensación se iba apoderando de su cuerpo, justo desde donde la mano de la Dra. tocaba su piel y sin pensarlo dos veces empezó a respirar profundamente y luego simplemente las palabras brotaron solas de su boca.

– Creo que no podre verla otra vez, pues he estado teniendo… teniendo fantasías, fantasías sobre nosotras… no soy… no soy lesbiana pero me siento excitada y atraída por… usted…

Solo termino de decirlo y ya no pudo mirar a los ojos a la Dra. solo bajó la vista y la clavo en el piso sintiéndose completamente avergonzada. La Dra. sonriendo con su otra mano la tomo de la barbilla y acariciando con su pulgar su mejilla la hizo mirarle nuevamente a los ojos mientras le dijo:

– Relájate, no estés asustada por tus sentimientos, en una chica tan bella y vulnerable como tú no es extraño que se sienta atraída por las figuras que representan autoridad… me halagas por sentirte atraída hacia mi… y si me lo permites, tú me pareces muy hermosa – su mano pasó de acariciar la mejilla de Ella y empezó a acariciarle el cabello –no suelo hacer esto, pero igual me he sentido atraída por ti.

Sus miradas se encontraron y la Dra. le dijo:

– No quisiera dejar de verte…

Sin pensarlo Ella acerco su rostro a su Dra. y le planto un beso, que se prolongó y fue correspondido con un gemido y luego sus lenguas se entrelazaron y empezaron a explorar sus bocas con una voracidad incontenible… Ella sintió como todo su cuerpo se erizó completamente y se fundió al cuerpo de la Dra. que empezó a acariciarla, sus manos pasaron por su cintura, sus brazos, sus caderas y cuando finalmente las manos de la Dra. bajaron de las caderas de ella hacia sus nalgas para sostenerla mientras la seguía besando, Ella rompió el beso.

– NO… Esto no está bien… creo… creo que no debemos vernos más…

Ella se alejó de la Dra. y dando dos pasos hacia tras intentó acomodar sus ropas mientras miraba a la Dra. que le sonreía con malicia apoyada en el escritorio. Tomando un objeto que descansaba sobre el escritorio la Dra. le dijo:

– Es una lástima que no quieres verme otra vez…tu Proceso iba tan bien…

Ella la miró confundida y sin saber a qué se refería y la vio sosteniendo el objeto metálico en su mano. Le preguntó algo asustada:

– ¿Proceso… cuál proceso…?

La Dra. movió en el aire la campanilla que tomó de su escritorio y la hizo sonar… Ella sintió que estaba por venirse en un orgasmo incontenible y mirando a la Dra. con la campanilla en la mano, vio como la hacía sonar y fue como si la besaran y lamieran por todas partes miles de lenguas y bocas que la llevaban al borde del orgasmo con cada timbrazo de la campanilla.

La Dra. se le acercó y empezó a acariciarla, Ella solo la dejó hacer con ella lo que quisiera… la besó y la empezó a desvestir mientras la fue guiando a una puerta que Ella siempre pensó que era un armario o algo parecido… Al abrir la puerta, en el suelo pudo ver a La Recepcionista a 4 patas con sus ropas suelta, la falda negra de cuero estaba recogida en su cintura, su blusa blanca estaba abierta sin sostén, una máquina le metía y sacaba, una y otra y otra vez un dildo de un grosor y largo considerable, mientras otra máquina con copas de succión al vacío y unas mangueras le ordeñaba las enormes tetas que le colgaban balanceándose con cada embestida que recibía de la máquia que le insertaba el dildo… La Recepcionista solo estaba allí en 4 gimiendo y recibiendo el tratamiento… La Dra. colocada a la espaldas de Ella, no había perdido un solo momento y por un lado ya le había subido la falta negra hasta poder meter sus dedos en sus encharcadas bragas jugando con su coño, y mientras que por otro lado ya le había abierto la blusa blanca y con toda practica y facilidad le había sacado sus pechos de las copas de su sostén dejándolos colgar libres mientras los acariciaba o apretaba sus pezones que ya estaban completamente duros. Mirando a la recepcionista Ella se dio cuenta que ellas al igual que La Paciente que acababa de salir, vestían casi la misma ropa. No podía creer lo mojada y excitada que estaba y siente como los besos de la Dra. iban subiendo desde el cuello hasta su oído y sin dejar de acariciarle le dijo:

– Desde que te vi entrar la primera vez al consultorio, con mi otra paciente comiéndome el coño, me dije que estas tetas y este culo tenían que ser míos… Eres perfecta para mi tratamiento… Mira como ella goza su tratamiento, fue una de las primeras que “reconvertí” en mi mascotita, me encantan las tetonas, le he estado dando hormonas, se le han hinchado mucho y mira cuanta leche salen de esas ubres.

Ella no aguanto más… sintió que ya no tenía ninguna voluntad sobre su cuerpo cuando la Dra. tomándola de sus pechos, la besó desde la espalda y con su lengua exploró su boca, soltándose del beso la Dra. le dijo:

– Por cierto… ¿Tenias algo más que decirme linda?

Ella solo atinó a decir una sola cosa mientras sentía como el orgasmo más grande que recordara acababa con la poca voluntad que le quedaba.

– MOOOOOOOOOOOOOUUUUUU…

Semanas después.

El teléfono de la oficina de la Dra. sonó con insistencia, era la tercera vez en menos de 10 minutos que el timbre del teléfono interrumpía el trabajo de la Dra.

No era normal que fuera interrumpida, pues La Recepcionista tenía estrictas órdenes de no dejar que nada ni nadie interfiriera con su trabajo, muy fastidiada finalmente la Dra. decidió tomar la llamada la cuarta vez que empezó a sonar.

– “Lo siento Doctora, una persona ha estado llamando y tuve que interrumpirla pues me dijo que si no contesta su llamada volvería aquí directamente en este momento”.

– “Ok entiendo… transfiéreme la llamada…”

– “Como ordene…”

Un segundo después la buena Dra. escuchó la voz de un hombre que le dijo:

– “Buenas tardes, lamento interrumpir su extenuante trabajo, pero tengo una propuesta de negocios que creo no podrá rechazar”.

– “No sé quién es usted pero sea lo que sea que este vendiendo no estoy interesada, estoy en medio de una sesión importante, así que tenga usted una buena tarde”.

– “Entiendo perfectamente Dra. ¿Cuántas de sus mascotas tiene en sesión, una o dos?”

– “¿Cómo mierda? ¿Quién es usted?”.

La Dra. asustada alejó a su paciente de su coño, la última adquisición a su establo de vaquitas se esforzaba por lamerla y darle todo el placer que su Ama merecía, cerró sus piernas desnudas y miro a su alrededor, tal vez alguien había instalado alguna cámara espía en su oficina, volvió a mirar y se cercioró que las cortinas de la oficina estaban cerradas, no vio nada extraño para ella, lo único fuera de lugar a su alrededor, para cualquier otra persona, era su otra paciente desnuda sentada en una de las sillas con sus piernas abiertas que mientras se masturbaba con un gran dildo, se chupaba sus enormes tetas, ahora más grandes luego de las dosis de hormonas que había estado tomando por orden de su Dra., un par de hermosas tetas llenas de leche, igual de grandes a las que lucía su otra paciente que estaba a 4 patas, ambas solo vestían un collar de cuero negro de donde colgaban cencerros dorados y numerados. La Dra. aterrada simplemente escuchó a aquel hombre.

– “Ahora que tengo toda su atención, me gustaría concertar una cita para hablarle de un negocio que le puede proporcionar todas las lindas mascotas que quiera, ¿puedo coordinarla con usted o hablo con la estúpida tetona que tiene masturbándose en la recepción?”

– “Po… podemos coordinarla nosotros… ¿cu… cuando… nos podemos reunir?”

– “No se preocupe Dra. no voy a denunciarla ni chantajearla, créame que podemos beneficiarnos mutuamente. Le invito a una cena de negocios mañana, le llamaré una hora antes de las 7 para decirle el nombre del restaurante, la reservación estará a nombre del Dr. Robert Sagel”.

– “Ok… hablaremos mañana…”.

– “Nuevamente mis disculpas por interrumpir su excelente trabajo… continúe divirtiéndose con sus pacientes, hace un trabajo excepcional. Hasta mañana Dra. Arellanos”.

PD: Este es un pequeño obsequio para todos los seguidores de la serie Las Profesionales, que han estado esperando nuevas noticias sobre la serie, lamento no tener novedades, pero por lo menos les dejo este relato “ambientado en el universo de Las Profesionales”.

Para conocer más sobre Las Profesionales les invito a visitar:

Mi blog de relatos eróticos de control mental:

https://lasprofesionales.wordpress.com/

O mi perfil de escritor:

http://todorelatos.com/perfil/297/

 

Relato erótico: “Las Profesionales – Los deseos más secretos” (POR BLACKFIRES)

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JEFAS PORTADA2Los días pasan lentamente y la ciudad continúa su vida cotidiana, calles llenas de personas y Sin títuloavenidas llenas de autos que avanzan al ritmo de los latidos de la ciudad. En una de las calles del sector norte un auto entra al estacionamiento de un modesto edificio de condominios de la avenida.

El auto se detiene, Elizabeth baja del vehiculo y con paso rápido recorre la distancia que la separa del ascensor que la lleva al quinto piso, donde entra en su pequeño departamento. No termina de llegar y va desvistiéndose rumbo a su recamara. Al pasar por el recibidor su gato intenta interceptarla pero no avanza mucho terreno, pues se encuentra de frente con la puerta que cierra Elizabeth al entrar en el dormitorio.

De una bolsa de compras extrae un video que coloca en el reproductor y en segundos de la pantalla de su televisor del cuarto le llegan las imágenes de una chica siendo sodomizada por un macho, que la penetra por el ano, mientras la chica gime y se aprieta los seno. Frente a la pareja otra mujer con un traje ejecutivo y lentes con aros de pasta negra, observa a la pareja mientras la chica sube y baja movida por las manos de su macho que la sostiene por la cintura, la mujer de lentes apunta cosas en un anotador rayado.

Elizabeth termina por sacarse las bragas y esta en la cama mirando el video solo vestida con la falda gris recogida en la cintura y su blusita de seda abierta completamente con sus senos descubiertos sin sostén. Mientras con una mano acaricia su seno izquierdo con la otra mano empieza a bombearse el coño con el vibrador que comprara hacia unos días en el sex shop, el mismo sex shop del cual se había hecho clienta y en el cual después de muchas dudas y remordimientos había alquilado un par de videos recomendados por el pícaro dependiente de la tienda.

Estos últimos días habían sido una locura, ella nunca habría pensado estar masturbándose de una forma tan descarada en medio de su alcoba, pero su apetito sexual había subido tanto que ella misma se desconocía. Hasta su trabajo se había visto retrasado pues los días los pasaba en la oficina buscando pornografía en Internet. Había empezado por cosas sencillas, parejas, hombres y mujeres teniendo sexo, pero poco a poco los temas fueron cambiando y en poco tiempo ya había olvidado los temas básicos y como atestiguaba el video porno que en ese momento captaba toda su atención, entraba a temas de intercambio de parejas y sexo en grupos.

La excitaba tanto que aquella chica de lentes se pareciera a Lourdes, y que la chica que estaba siendo sodomizada pareciera obedecerla al cambiar de posición. En su mente una palabra aparece al ver como la chica se colocaba sentada sobre el macho dándole la cara a la silla donde la mujer de lentes les observa, “buena chica… buena chica”

La mujer de lentes se levanta soltándose los cabellos que caen en cascadas de rizos dorados y desabotonándose la blusa, avanza al sofá donde esta la pareja, la mujer le ofrece un par de senos redondos y grandes con sus pezones argollados. Toma el rostro de la chica con ambas manos le planta un beso de lengua que acaba con los gemidos de la chica que reacciona a las embestidas de su macho.

Elizabeth casi no puede contenerse al ver como la mujer hace que la chica le lama, mame y acaricie los senos, y la chica se esmera en darle placer a la mujer. Los senos argollados excitan tanto a Elizabeth. Esta a punto de correrse cuando observa como la mujer levanta su falda y mostrándole el coño a la excitada chica esta última comienza a lamerla y mamarla con desesperación. Lo que más llama la atención a Elizabeth es el piercing de la mujer en el clítoris, en el momento en que la chica saca su lengua y la pasa sobre ese clítoris argollado, Elizabeth empieza a convulsionar al correrse una y otra vez al no soportar más…

La mañana la encuentra aturdida en la cama aun con el vibrador en el coño, aun adormilada se va al baño y la regadera termina por despertarla y con ella despierta su libido y sus manos acarician sus senos, su cara, sus coño, rápidamente su cuerpo sucumbe a sus propias caricias, volviendo a correrse.

– Debo estar volviéndome loca… no puedo dejar de tocarme… debo ir a trabajar

Las horas pasan y Elizabeth esta sentada en su oficina completamente distraída buscando pornografía en su computadora, sus bragas siguen empapadas y el su mente no puede dejar de pensar en Lourdes, en sus piernas, su rostro, en sus senos, en su trasero, en sus labios y en su coño… Es vergonzoso y humillante estar pensando todo el día en sexo, mucho más lo es pensar sexualmente en una mujer que casi acaba de conocer, nunca le contaría a nadie tal cosa. Seria tan vergonzoso que alguien se enterara de las cosas que ella estaba haciendo y pensando, jamás podría admitirlo. Ella no es una puta barata como las que observa en las imágenes de videos y fotografías del Internet, putas que son usadas como perras a las que nunca les faltan vergas en sus coños, sus culos y sus bocas. Ella es una joven educada en una buena universidad, una excelente profesional en su campo de trabajo, que gana su propio dinero de forma decente sin necesitad de abrir sus piernas y ser usada como un objeto sexual. Pero que humillante y excitante es sentir tantas ganas de ser esa chica que ahora observa ponerse en cuatro patas mientras dos machos usan su culo, su coño y su boca que con una verga dentro silencia sus gemidos de placer.

El sonido del timbre de su celular la vuelve a la realidad y al contestar reconoce la voz.

– “Hola Elizabeth soy Lourdes de la Sala de Estética Baxter… ¿me recuerdas?”

Elizabeth se siente como una adolescente tonta y nerviosamente contesta:

– “Ho… Hola Lourdes… sí, sí te recuerdo… ¿cuéntame como estas?”

– “Muy bien, Elizabeth solo te llamaba para recordarte nuestra cita de mañana… ¿vendrás verdad?”

– “Sí, sí claro que te veré mañana… quiero decir… iré a atenderme mañana…”

– “Entonces no se diga más querida… te veré mañana en la estética, tengo algunas ideas para un nuevo look que creo que te encantaran, ¿confías en mi verdad Elizabeth?”

– “Sí… Confío en ti Lourdes”

– “Buena chica… hasta mañana”

Una oleada de placer barre el cuerpo de Elizabeth y su coño se humedece mucho más si eso es posible, mientras sus pezones se ponen tan duros como rocas. En su mente aturdida las ganas de masturbarse terminan ganándola y al cerrar la llamada se dirige a los baños de la oficina donde tendrá que aplacar esos deseos.

A varios kilómetros de allí en la oculta oficina de Helen Bells en la Sala de Estética Baxter, una completamente desnuda Lourdes esta sentada en la pierna de Helen, que la sostiene con una mano en la nuca y con su otra mano aun bombea el húmedo coño de Lourdes. Lourdes aun sostiene el teléfono con que acaba de llamar a Elizabeth y con su mirada perdida sigue repitiendo.

– Soy una buena chica…. Soy aaaaagggg… una buena chica…

Helen aun tiene colocado el audífono con que escucho toda la conversación con Elizabeth y usando a Lourdes como una marioneta termino dándole las siguientes instrucciones a la chica. Aun su boca esta justo al lado del oído de Lourdes donde hacia un momento en susurros le decía que decirle a Elizabeth, sacando su lengua lame el lóbulo de la oreja y empieza a morder el lóbulo de Lourdes mientras sus dedos aceleran el bombeo en el coño de su marioneta.

– Claro que lo eres mi querida Lola has sido una muy buena chica… Colócate en Posición de Sumisión 6 como la puta que eres… entendiste…

– Si mi señora como la aaaggg puta que soy….

Lola se levanta y se va al medio del cuarto, separa sus piernas un poco para que su coño sea claramente visible, sus manos se entrelazan en la nuca lo que hace que sus senos queden erguidos y tentadores, su boca entreabierta remata la posición esperando la siguiente orden.

En un sillón colocado frente al escritorio de Helen, Robert Sagel vestido en un costoso traje ejecutivo y corbata de seda, termina su bebida en un vaso de cristal. Desde allí ha visto cada uno de los detalles de la llamada y el control que Helen ejerce sobre las sumisas esclavas. Lentamente se levanta y se coloca detrás de la desnuda Lola que sigue a la espera de nuevas instrucciones.

– Me parece que estas llevando muy bien el proceso de selección.

– Gracias Amo pero quisiera que esto fuero mucho más rápido, pronto requeriremos muchas más candidatas listas para el uso que usted disponga.

– Tranquila Helen, estoy trabajando en eso, recuerda que todo lo bueno siempre es cuestión de esperarlo, lo que fácil se obtiene fácil se va.

Diciendo esto Robert coloca su mano en la nuca de Lola y la hace caminar hasta el escritorio donde Helen aun se mantiene sentada, lentamente Robert inclina a Lola hasta dejarla de cara hacia el sobre del escritorio y lentamente empieza a acariciar el trasero de la chica y sus dedos juguetean en un principio con el coño para luego entrar fácilmente en el húmedo canal vaginal.

– Estamos cubriendo la demanda actual y no tienes por que preocuparte pues estas salas de estética nos están dando excelente material de trabajo para la Granja de Sussy, casualmente hoy recibimos tu paquete VIP. Solo me preocupan algunos detalles meramente administrativos pero en lo operacional lo estas haciendo excelente Helen.

Robert termina por sacarse la verga y lentamente empieza a bombear a la excitada Lola que empieza a recibir una tras otra las rítmicas embestidas de Robert en su húmedo coño. Helen observa complacida y excitada como su amo empieza a cojerse a una de las putas que ella ayudo a crear. Los gemidos de Lola se hacen más fuertes mientras Robert la coloca boca arriba en el escritorio y los senos de Lola se balancean al compás de las embestidas de Robert, Helen empieza a acariciar los enormes senos de la chica mientras observa a Robert con una mirada de lujuria desmedida.

– Me excita saber que ayudo a que todo salga según lo planeado Amo, solo que me gustaría hacer de estas mujeres unas excelentes putas en menos tiempo.

Diciendo esto Helen termina por subirse de rodillas en su escritorio y separando sus piernas, coloca su coño justo sobre la cara de la controlada Lola que sin ninguna orden inicia a mamarla con desesperación lo que logra acallar los gemidos de la chica.

– Paciencia mi querida Helen, paciencia todo a su tiempo solo es cuestión de esperar, ummm esta sumisa esta deliciosa…

– Aggg no es una sumisa Amo, es solo una puta perra deseosa de complacerte… Aggg justo como lo soy yo… Sigue mamando y moviendo tu lengua puta… has que me corra en tu cara perra.

Robert toma la cara de Helen y le planta un beso en los labios a lo que Helen responde moviendo su lengua que entabla una lucha contra la lengua de Robert, mientras este penetra más y más rápido a Lola y esta última sigue mamando con desespero el coño de Helen que no tarda en correrse llenándole la cara de fluidos a Lola.

Minutos después Lola termina por correrse acostada en el escritorio, mientras Helen le mama los senos y le acaricia el clítoris. Robert se aparte del escritorio y Helen toma a Lola por el brazo y la lleva de rodillas frente a Robert, Helen con una mano abre la boca de la chica y le ordena.

– Limpia tus jugos de la verga de tu dueño.

Lola empieza a mamar la verga de Robert mientras Helen lo besa apasionadamente.

– Vaya que estas muy bien entrenada… ummm sigue mamando mi perrita, asii, muy bien buena chica, asiii… y pensar que esta puta antes fuera una brillante enfermera…

– Ya no lo es más señor, ella solo es lo que nosotros queramos que sea, ahora ella es una perra, tu perra.

Diciendo esto Helen coloca un collarín de cuero negro en el cuello de Lola, y allí engancha la cadena a la argolla plateada. Robert observando a la arrodillada chica desnuda, que se esmera por tragar la verga con una boquita pequeña de labios sensuales, le ordena.

– Mírame

La rubia ex enfermera lo observa con sus hermosos ojos azules y con su lengua masajea el erecto miembro de su dueño que esta dentro de su boca. Robert termina por correrse en la boca de Lola que desesperadamente intenta contener en su boca cada gota del semen de su dueño.

Helen se arrodilla y lamiendo la verga de Robert termina de limpiarla y amorosamente la guarda en los pantalones negros a juego con el saco ejecutivo de Robert. Mirando a Lola la besa apasionadamente y ambas mujeres felices juegan en sus bocas con el semen de su dueño y señor.

Al día siguiente una radiante pero nerviosa Elizabeth entra a la Sala de Estética Baxter donde una sonriente recepcionista esta entregando un formulario de inscripción a una chica vestida con el uniforme azul de un banco local. Ambas chicas observa a Elizabeth entrar radiante con un par de zapatos de tacón medio, una minifalda gris y una blusa azul, su cabello castaño luce fabuloso y su sonrisa no oculta su excitación al volver a la sala estética.

– Bienvenida Srta. Hills.

– Hola Ángela, vine a atenderme con Lourdes…

– Todo esta listo Srta. Hills ya estábamos esperando por usted. Déme un momento para avisar a Lourdes que usted esta aquí.

Momentos después Ángela le entrega una tarjeta electrónica y Elizabeth le agradece con una sonrisa. En ese momento la cerradura de la puerta de cristal se activa y se abre, una radiante Lourdes aparece en la puerta de cristal que da acceso a las salas VIP.

Elizabeth avanza con paso ansioso hasta la puerta donde Lourdes la recibe con un beso en la mejilla que hace que Elizabeth se erice de cabeza a pies.

– Hola Elizabeth, me encanta volver a verte, te ves simplemente radiante.

– Hola… hola Lourdes… gracias.

– Pasa por favor, siéntete como en tu nueva casa.

Ambas chicas caminan por el corredor hasta la sala VIP designada para atender a Elizabeth, Lourdes toma la tarjeta electrónica de las manos de Elizabeth y abre la puerta del privado. Mientras Lourdes le da la espalda para abrir la puerta Elizabeth no puede evitar admirar el redondo y provocativo trasero de Lourdes, sus manos se ponen frías y su respiración se acelera.

– Bienvenida otra vez, ya sabes donde esta el vestidor, ponte cómoda y esperare por ti.

Elizabeth entra al privado dirigiéndose al vestidor y empieza a desvestirse hasta quedar solo en ropa interior. Empieza a ponerse la bata y mirándose en un espejo acaricia su cuerpo sobre la bata sintiéndose extremadamente sensual, abre un poco la bata en el escote y después de pensarlo dos veces se abre la bata y saca su sostén dejándolo sobre las ropas que acaba de quitarse. Camina a la silla de atención donde una sonriente Lourdes la espera ya lista para iniciar el lavado de su cabello. Mojando sus cabellos y acariciando su cabeza inicia la limpieza agregando los aromáticos químicos que empiezan a adormecer a Elizabeth. Poco a poco agrega más químicos y cuando todo esta listo coloca los audífonos en los oídos de la indefensa chica, que la mira con una mezcla de aturdimiento y adoración. Lourdes espera unos segundos dejando que los químicos sean absorbidos. Los ojos de la aturdida chica continúan mirándola, Lourdes le coloca unas gafas de realidad virtual donde inicia a ver imágenes relajantes de bosques y valles, y luego poco a poco las imágenes van cambiando a imágenes pornográficas donde aparecen mujeres siendo sometidas por hombres y mujeres de formas diferentes en diversos escenarios.

Lourdes coloca unas correas restrictivas en los brazos y piernas de Elizabeth y lentamente empieza a abrirle la bata a la chica. El aturdido cerebro de Elizabeth no logra reaccionar al sistemático ataque sexual al cual esta siendo sometida, sus senos y pezones erectos responden a las imágenes y mensajes que llegan a su cerebro y su coño empieza a mojarse más y más, mientras los dedos de Lourdes empiezan a acariciar su piel comenzando por sus senos y lentamente deslizándose hasta su entrepierna, donde sin ninguna resistencia hace a un lado las bragas húmedas, sacando un vibrador de una gaveta cercana inicia el ataque al coño de la excitada chica.

Insertando el vibrador en el coño inicia a masturbarla, lame y besa el coño mientras bombea más y más rápido con el vibrador. Ronda tras ronda de imágenes y mensajes martillean el cerebro de Elizabeth que en pocos minutos esta al borde del orgasmo mientras Lourdes sigue lamiendo y mamándole el coño. Lentamente la lengua de Lourdes se desliza por su vulva y sacándole el vibrador usa sus dos manos pasa separar las piernas de la chica y colocándolas en un par de soportes termina teniendo fácil acceso al ano de Elizabeth. La lengua de Lourdes recorre el poco camino que resta hasta el ano de la chica y con un rápido movimiento su lengua inicia el asalto al sensible punto. Elizabeth gime de placer al sentir la lengua entrar en su ano y no logra contenerse, corriéndose una y otra vez mientras los mensajes siguen martillando su cerebro.

Las caricias de Lourdes terminan por dilatar el hasta ahora virgen ano de Elizabeth y empieza a insertar un dedo, luego dos y finalmente inserta el vibrador que poco a poco va entrando acompañado de los gemidos de la chica que atada y drogada no logra controlar su cuerpo.

Lourdes deja el vibrador en su sitio y se aleja para observar un monitor oculto en uno de los muros de la sala donde, para su sorpresa, los niveles de respuesta marcan un inesperado avance:

“Segunda semana: Candidata N00104, Elizabeth Hills; 23 años; Arquitecta; Nivel de Libido: 8.2; Nivel de Condicionamiento: 8.5”

Volviendo al lado de la chica la observa atada y contorsionándose por la excitación a la que es sometida mientras ella delicadamente le acaricia los senos con sus manos, los minutos pasan y Lourdes retira el vibrador del ano, quita y oculta las correas restrictivas y lava los químicos de la cabeza de Elizabeth, que poco a poco vuelve a la realidad pero aun sintiéndose total y absolutamente excitada.

– Hola otra vez Elizabeth veo que estas muy a gusto con tu tratamiento.

– Siiii me siento… muy bien y tranquila.

– Buena chica, buena chica Lissy ¿No te molesta que te llame Lissy o sí?

– Nooooo no me molesta… que me llames Lissy.

– En ese caso tu puedes llamarme Lola, ¿cuéntame Lissy que opinas de un cambio de look?

– Los cambios son buenos…

– Dime una cosa Lizzy ¿por qué la última vez no aceptaste cambiar el color de tu cabello a rubio? ¿Qué pensabas?

– Pensaba que las rubias… son tontas, yo no soy tonta…

– Claro que los cambios son buenos, ¿que opinas de teñirte el cabello de rubio, que piensas del cabello rubio ahora Lissy, confías en mí?

– Confío completamente en ti Lola y me gustaría tener el cabello rubio, ser rubia es excitante y divertido.

– Muy bien Lissy, buena chica, pronto tendrás un cabello rubio y hermoso como el mío.

Al escuchar eso Elizabeth siente como su cuerpo es recorrido con una descarga de placer, pronto será tan bella como Lola y se sentirá mucho más hermosa y obediente, ella necesita obedecer. Ella necesita seguir al pie de la letra cada palabra de las instrucciones que ha recibido en esta sesión, instrucciones que obviamente incluyen el ser rubia y confiar ciegamente en Lola. “Buena chica, buena chica… obedecer es placer, obedecer es placer”

A los pocos minutos Lourdes esta por terminar de secar los últimos mechones de la rubia melena de Elizabeth. Se encarga de peinar los cabellos del frente de la chica que aturdida y excitada casi no logra controlar sus ganas, pues los hermosos senos de Lourdes están casi en su rostro. Se muerde los labios de ganas de besarlos y mamarlos. Mientras lucha por contenerse, Lola le indica.

– Listo Lissy hemos terminado y es hora de que veas que tal has quedado.

Lourdes acomoda la silla y la coloca frente a un espejo donde la nueva Elizabeth observa incrédula su cambio de imagen.

– Es increíble… soy tan… hermosaaa

– Te dije que te quedaría hermoso Lissy, ¿confías en mi verdad Lissy?

Diciendo esto Lourdes desliza sus manos por los hombros y los brazos de Elizabeth acariciándola, y la excitación de la chica aumenta.

– Siiii Lola confío en ti, soy tan hermosa… casi como… tu.

Eizabeth se levanta y se observa en el espejo de cuerpo entero su bata entre abierta y su nuevo look la hacen parecer una estrella de cine, pero lo más hermoso que ella puede ver es a Lourdes sosteniéndola por la cintura y contemplándola en el espejo. Al voltear quedan frente a frente y un silencio incomodo llena el lugar, Elizabeth rompe el silencio diciendo:

– No se como agradecerte…. yoooo

Lourdes la sostiene por la cintura y Elizabeth no lo resiste más, acercándose a Lourdes le planta un tímido beso en los labios que dura unos segundos. Luego avergonzada le da la espalda y agacha la cabeza. Lourdes se coloca a su espalda y le dice:

– No tienes por que avergonzarte Lissy, eres una chica hermosa, solo tienes que mirarte.

Lourdes la toma de la cintura desde la espalda y jalándole la cinta de la bata hace que la bata se abra completamente revelando la piel de Elizabeth que tiembla de pies a cabeza. Lentamente la mano de Lourdes sube por su vientre y le acaricia un seno, Elizaberth responde con un gemido el cual es apagado cuando Lourdes la voltea y tomándola de la cintura le planta un beso de lengua que inicia a explorar la boca de la temblorosa Elizabeth. El beso se hace más intenso y los cuerpos se van fusionando y las carias avanzan sin encontrar resistencia, ambas mujeres necesitan sentirse excitadas y ardientes, Elizabeth la observa y dice:

– Deseo…

– ¿Que deseas Lissy?

– Te deseo y haría cualquier cosa por ti Lola

– ¿Cualquier cosa?

– Sí, lo que me pidas…

– ¿Confías en mi Lissy?

Sin decir más Lourdes baja el cierre de su bata blanca la cual revela su cuerpo que solo queda cubierto por un par de medias blancas sostenidas por un liguero de igual color, sin sostén, sin bragas y zapatos de tacón de aguja. Lourdes coloca una mano en el hombro de Elizabeth y aplicándole una mínima presión la ve ir arrodillándose frente al desnudo coño que sin mediar palabras Elizabeth empieza a atender. Al separar los labios vaginales de Lourdes la excitación de Elizabeth aumenta sin control al encontrar el argollado clítoris de su nueva amante. Sin vacilación empieza a mamar y lamer como la más desesperada y hambrienta mujer consumida por sus deseos.

Los minutos pasan y desde un cuarto de control ubicado a varios kilómetros de la sala de estética, Helen observa el desarrollo del proceso de conversión de Elizabeth, a través de una pantalla de video que recibe la señal de alta definición proveniente de las cámaras ocultas en las salas de VIP, la imagen le trae las figuras de Lola siendo mamada por Lizzy que poco a poco empieza a subir por el vientre de Lola hasta apoderarse de los senos mientras Lola le acaricia el trasero y coloca una mano en el coño de Lizzy. La escena continua mientras Helen se levanta y abriendo una puerta entra en un pasillo que la lleva a un quirófano donde a través de un gran ventanal de cristal observa los movimientos del personal de cirugía, compuesto por 1 medico cirujano estético y 4 enfermeras, todos vestidos con el común uniforme verde. Lo único llamativo es que cada una de las 4 enfermeras utilizan un collarín de cuero con una argolla metálica plateada. En la mesa del quirófano una anestesiada María Patricia Zurita, no tiene la menor idea de lo que ha pasado con su cuerpo en las ultimas horas. A su ya espectacular cuerpo de modelo se le ha añadido una carga completa de nanobots en cada uno de sus senos los cuales aumentaran su busto en 2 tallas y entrando a su sistema conformaran una nueva red neuronal que albergara su nueva personalidad, previamente implantada en su mente. Adicionalmente dos implantes más, uno en su argollado clítoris y otro, un receptor inalámbrico en la base de su cráneo, terminan por hacer de ella un nuevo juguete sexual. Helen activa un intercomunicador y se comunica con el esterilizado interior del quirófano.

– “Cual es el estado de la candidata”

Una de las enfermeras se aproxima al intercomunicador y le informa.

– “Todo ha salido según lo agendado, no hay ninguna reacción adversa y los nanos de su cerebro han sido activados y la candidata ha respondido a su activación en un 100%”

– “Muy bien, me parece muy bien… lo has hecho muy bien Mitzuki, has sido una excelente chica, puedes correrte para mi”

Los alargados ojos asiáticos casi ocultos tras la mascarilla de quirófano se cierran y el cuerpo de la enfermera Mitzuki tiembla al correrse a la orden de su dueña Helen.

– “Gracias… Misstres Helen soy una buena chica y me encanta obedecer”

– “En cuanto este lista lleven a la candidata a la sala en incubadoras”

– “Así será Misstres Helen”

Patricia es conducida a una gran sala de recuperación donde el personal médico se encarga de colocarla en una especie de vaina cilíndrica metálica. Al cerrarlo terminara aislada de toda actividad sensorial. A su cuerpo es insertado intravenosas para nutrirla, inocularle un coctel de fármacos que ayudan a condicionarla y mantenerle levemente sedada. Una mascarilla de oxígeno en su rostro cubre lo que queda visible debajo del casco de realidad virtual por el que en el transcurso del tratamiento recibirá el audio sintetizado de su voz y las imágenes de ella misma, generadas digitalmente, imágenes en las que aparecerá siendo utilizada como una esclava sexual en una variedad inimaginable de situaciones y escenarios. Las más de 1,000 repeticiones por hora de los mensajes en video y audio harán que ella entienda perfectamente cual es su nueva actitud para con sus dueños. Varios cables conectados a su cuerpo darán información exacta de su actividad neuronal, signos vitales y su estado de actividad sexual. Adicional a esto esta atada de cabeza a pies por bandas restrictivas, sus pezones y su coño cableados eléctricamente y su culo y coño llenos con vibradores que responden a las imágenes que entran es su cerebro. Patricia Zurita comienza a despertar y empieza a recibir la primera ronda de miles de rondas de adoctrinamiento que recibirá en los próximos 3 días, en los cuales la última fase de su conversión será completada.

– “¿Donde estoy…?”

Patricia se ve a si misma caminando hacia uno de los cuartos de maquillaje del canal de Televisión donde labora.

– “¿Qué estoy haciendo aquí?”

Al entrar al cuarto de maquillaje encuentra sentado en una silla a un hombre de saco y corbata que la observa al entrar y con una mano le indica que se acerque a el. Al aproximarse Patricia puede ver a una chica que supone ella del personal de maquillaje arrodillada entre las piernas del hombre, mientras el hombre con una mano sosteniendo el largo cabello de la chica le marca el ritmo de la mamada que la chica le da.

– “¿Qué demonios es esto?… esto no…”

Patricia observa como aquella verga entra y sale de la boca de la chica que con desesperación aspira, mama y lame cubriendo con su saliva la verga del hombre. Patricia empieza a excitarse y sus bragas se empiezan a mojar mientras en su mente no puede contener las ganas de mamar esa verga y solo se escucha a ella misma decirse “eso es lo que deben hacer las puta, obedecer, necesitas obedecer, mamar, coger y obedecer, tú eres una puta como cualquiera”

– “No yo no… aaaaggg”

Una descarga de placer barre el cuerpo de Patricia mientras ve como la chica ahora sube la falda y el hombre sentado le empieza a meter los dedos en el coño. El hombre vuelve a observar a Patricia y le indica que se acerque, Patricia se excita al obedecer y quedar junto a la chica que ahora mueve sus caderas al compás que marcan los dedos del hombre. El hombre sin más le dice

– “Bésala”

Patricia se aproxima a la chica y sintiendo como sus propios jugos vaginales escurren por sus piernas, besa apasionadamente a la chica, la cual empieza a acariciarle sus nuevas, grandes y sensibles tetas. En su mente no deja de escucharse a si misma decirse “te encanta esto puta, eres una puta y te encanta que te usen”

Patricia rompe el beso y mirando al hombre le dice.

– “Siiiii, soy una puta”

A un lado de la vaina donde el cuerpo de Patricia convulsiona de excitación, Helen y Robert observan tres monitores donde en uno de ellos pueden leer todos los datos que llegan del cuerpo de Patricia, en el segundo monitor hay un colage de imágenes de varios puntos del cuerpo de Patricia atado dentro de la vaina y en el ultimo monitor pueden ver las imágenes generadas digitalmente del primero de miles de encuentro sexuales que Patricia tendrá en las próximas 72 horas y que invaden su mente en ese momento.

Robert observa como uno de los vibradores penetra el coño de Patricia y la desvalida chica mueve sus caderas y sus atadas manos intentan aferrarse a un imaginario hombre que la somete, mientras su respiración se acelera, lo cual es obviamente visible en la imagen de su pecho y es también registrado en el monitor de sus signos vitales.

– Me parece que en este caso esto será mucho más fácil de lo que esperábamos.

– Concuerdo con usted Amo, al parecer esta candidata siempre ha sido una puta por naturaleza.

– No me es de extrañar la rapidez con que llego a ser la presentadora estrella del noticiero, ha debido estar muy ocupada.

– Así parece, le mantendré informado de los progresos de esta perra.

– Me parece muy bien, quiero tener una prueba de campo con ella en cuanto este lista, ahora cuéntame Helen ¿qué más tenemos para hoy?

Diciendo esto Robert y Helen se alejan de la batería de monitores donde una excitada Patricia ahora aparece sentada subiendo y bajando sobre las piernas del hombre, que se mantiene sentado, el cual la penetra mientras le lame y muerde los senos, que la chica de maquillaje desde la espalda de Patricia, sostiene ofreciéndolos al hombre mientras ella besa la espalda y el cuello de Patricia que ahora cabalga en las piernas del hombre entre gemidos de placer.

Robert y Helen avanzan por la amplia sala donde de lado izquierdo pueden verse de 15 a 20 incubadoras exactamente iguales a la que ocupa Patricia. Casi la totalidad de las vainas están ocupadas con las nuevas candidatas. Varias profesionales, incluyendo a Mitzuki, vestidas en ajustados trajes de minifalda parecidos a los de la estética, que marcan sensualmente sus senos en un amplio escote y casi no logran cubrir sus hermosos traseros, atienden a las nuevas profesionales en la última fase de su conversión. Las medias sostenidas por ligueros, los tacones de aguja y los collarines de cuero negro en sus cuellos rematan los atuendos de las dedicadas entrenadoras, mientras supervisan los monitores y realizan ajustes al programa de adoctrinamiento.

En una de las salas VIP de la Sala de Estetica Baxter una agotada Lizzy que esta acostada en la silla de atención, intenta contener sus gemidos mientras Lola le realiza una mamada de coño que la hace ver estrellas y sentirse completamente entregada a la voluntad de Lola.

– Ummmm… sigue por favor… me siento tan…

Lola la observa contorsionarse con cada lenguetazo que da al sensible coño de la desvalida chica, detiene la mamada y le empieza a insertar dos dedos.

– ¿Cómo te sientes Lizzy?

– Aaaaggg… me siento… tan… docil

– ¿Docil? Eso me suena a como si fueras algún tipo de mascota entrenada Lizzy

– Asiiii… Así me siento contigo… como si fuera tu mascota… tu perra…

Lola aumente el ritmo de los dedos que penetran en coño de la chica y la escucha gemir más y más fuerte.

– Así que una mascota… ¿Te gustaría ser mi mascota Lizzy?

– No puedo contenerme de pensar… que soy tu mascota…

– Eso esta muy bien Lizzy, muy bien, buena chica, pero las mascotas no piensan solo obedecen, pensar les causa malestar, obedecer les causa tanto placer…

– Necesito obedecer… Aaaaaggg… no pensar más, no pensar…. Solo obedecer.

Abriéndole las piernas a Lizzy, Lola se coloca entre sus piernas y con su mano libre la toma del cuello y la atrae hacia si hasta que sin resistencia alguna empieza a besarla y lamerle los labios mientras le bombea el coño ahora con tres dedos. Lola saca los dedos del coño de Lizzy y acariciándose sus propios senos cubre estos con los jugos de Lizzy y sin siquiera ordenar nada Lizzy empieza a lamer cada milímetro de los grandes y hermosos senos de Lola. Finalmente ambas chicas se abrazan, besan y acarician. Continúan masturbándose una a la otra hasta que terminar corriendose y agotadas descansan sobre la silla de atención.

Minutos después ambas chicas se levantan y sin cruzar palabras se separan, Lizzy va al vestidor a cambiarse y Lola arregla su uniforme. Al salir Elizabeth del vestidor la vergüenza y la humillación de todo lo pasado vuelven a su mente y mirando el piso empieza a despedirse de Lourdes.

– Buenoooo… yo queria decirte gracias por….

No puede terminar de decir nada pues Lourdes la toma con ambas manos de los pechos y haciéndole presión la coloca contra la pared mientras le fulmina los pensamientos con un apasionado beso de lengua. Elizabeth siente como es aplastada contra la pared por el cuerpo de Lourdes y como la lengua de esta sondea su boca y sin la menor resistencia intenta corresponder al beso. Un segundo después Lourdes rompe el beso y mirándola con una sonrisa le dice:

– Te veré la próxima semana, toma esta tarjeta y ya sabes que hacer Lissy.

Elizabeth la observa aturdida aun y sin mas responde.

– Siiiiiiii…. hasta la próxima semana.

Lourdes la suelta y ambas avanzan hasta la puerta y al abrirla Lourdes le dice al oído a Elizabeth mientras le acaricia el trasero por encima de la minifalda.

– Me encantas, eres una buena chica, hasta pronto.

– Hasta pronto… gracias, por todo…

Elizabeth sale del privado aun sin creer todo lo vivido pero con una nueva forma de ver la vida, se siente y se ve hermosa, nunca se sintió tan excitante y tan feliz. Una lástima que no pudiera compartir lo que siente con nadie, bueno si lo puede compartir… con Lourdes.

Llega a la recepción y entrega la tarjeta a una sonriente Ángela, mientras la recepcionista crea en el sistema su nueva cita de la siguiente semana, Elizabeth no puede dejar de mirar el revelador escote del traje de la chica, el cual casi no puede contener el excelente par de tetas que a cada movimiento de Ángela se balancean provocativamente. Finalmente Ángela termina y poniéndose de pie acompaña a Elizabeth a la puerta, esta vez el es hermoso culo de Ángela el que capta la atención de Elizabeth y al despedirse ambas chicas con un beso en la mejilla Elizabeth lanza una rápida mirada a la entrepierna de Ángela. Al caminar a su auto un pensamiento la hace excitarse tanto, en su mente solo puede pensar para si misma.

– “¿Ángela también tendrá el clítoris argollado?… sería delicioso si así fuera, me encantaría tener el clítoris argollado, seria tan excitante de tenerlo argollado”

Elizabeth termina por llegar a su auto estacionado en la calle, pasando junto a un local comercial de productos electrónicos que anuncia descuentos en las pantallas gigantes de TV de alta definición, que en ese momento en uno de ellos proyectan las imágenes del inicio del noticiero estelar de la cadena local de noticias. Una joven de cabellos castaños y prominente escote saluda a los televidentes.

– “Buenas noches amigos soy Raquel Salinas y este es su noticiero estelar del canal 23. María Patricia Zurita continua de vacaciones, esperamos estés disfrutando tu merecido descanso Patricia… Comencemos con los titulares…”

Patricia se encuentra en una exclusiva fiesta de gala en la azotea de un edificio de la ciudad, donde hombres y mujeres elegantemente vestidos caminan y conversan con sus conocidos entre champaña y caviar, que es repartido por camareras en sexys trajes de empleadas francesas y tacones de aguja de 3 pulgadas. Esta tan contenta de estar allí en medio de la fiesta, como siempre siendo el centro de atención por su fama y belleza. Se encuentra casi completamente desnuda, solo unos zapatos de tacón de aguja y unas medias negras con liguero cubren algo de su cuerpo. Su cuerpo que esta atado de los tobillos en sus piernas y de sus muñecas en sus brazos a un dispositivo de correas negras. El dispositivo que con un juego de botones, la hacen arrodillarse, ponerse de pie o inclinarse al frente.

Es todo un espectáculo observarla en medio de la fiesta con su cuerpo colocado en forma de X. Ver sus torneadas y largas piernas, subiendo un poco más ver ese culo firme y de nalgas redondeadas al final de una espalda un poco arqueada hacia delante, donde se marcan justo en el inicio de la cadera un par de hoyuelos a ambos lados de su espina dorsal. Su cabello negro azabache se desborda en cascada de rizos suaves sobre casi toda su espalda y algunos mechones caen por el frente cubriendo en partes sus grandes y redondos senos que suben y bajan acompasados al ritmo de su respiración. Justo debajo de sus senos un abdomen tan plano y firme como una pared de granito pulido y un poco más abajo de su piercing del ombligo un carnoso coño totalmente depilado que a cada momento se humedece más y más. Para rematar esta aquel hermoso rostro de facciones angelicalmente finas que engalana con unos ojos verdes expectantes y una boca de labios rojos que solo esperan ser usados.

Un hombre de traje azul y corbata roja se aproxima hacia ella acompañado de una escultural hembra de piel blanca y cabellos negros, que usando un cortísimo vestido plateado a juego con sus zapatos casi no logra cubrir nada de sus hermosos senos, su cintura y trasero de avispa.

La pareja se coloca frente a ella y ella les sonríe mientras siente como sus pezones se ponen duros como rocas y su coño se va humedeciendo, el hombre conversa con su pareja mientras no dejan de mirar a Patricia, la cual no entiende nada de lo que hablan. La observan por un momento como si se tratara de una pieza de arte y sin más el hombre acercándose a Patricia se saca la verga de los pantalones, la toma de la estrecha cintura y la empieza a penetrar con fuerza. La chica del vestido plateado se coloca a espaldas de Patricia y arrodillándose le separa las nalgas y empieza a lamerle el ano.

Minutos después Patricia no logra contenerse más y empieza a correrse como una puta mientras observa como otras tres parejas se han acercado a mirar el espectáculo de la fiesta, dos de los hombres ya están sacando sus vergas. En la mente de Patricia solo puede escucharse decirse a ella misma “Eres la puta más famosa de la fiesta, eres la puta más famosa de la fiesta y eso te encanta, ser una puta”. Empieza a correrse otra vez y ya para este punto ha perdido la cuenta de las parejas que la han usado y las veces que se ha corrido en las últimas horas, pero una cosa si es cierta, le ha encantado ser una puta.

Continuara…

PARA CONTACTAR CON EL AUTOR ESCRIBIDLE A:
blackfires@hotmail.com

 

Relato erótico: “Las Profesionales – Relaciones Internacionales” (POR BLACKFIRES)

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Notas Aclaratorias:

Sin títuloEl presente trabajo es un relato de ficción. Los nombres, lugares y eventos son producto de la imaginación del autor. Las situaciones descritas aquí son en el mejor de los casos imposibles o muy inmorales en el mundo real.

La serie de Las Profesionales inicialmente fue escrita sin un orden cronológico, actualmente sugiero leer los capítulos en el orden siguiente: “Una Perra no tan sumisa”, “Una perra mucho más sumisa”, “Horas Extras”, “La consulta”, “La Granja de esclavas”, “Los deseos más secretos”, “Relaciones Internacionales”… todos estos relatos están actualmente publicados en la pagina www.todorelatos.com

Las Profesionales son relatos originalmente escritos en español y no existen versiones en ingles o en otros idiomas por el momento.

Las situaciones sexuales descritas en estos relatos son producto de la ficción. En el mundo real, existen serios peligros de enfermedades de contagio sexual, practique el sexo seguro. Use preservativos y protéjase usted y a su pareja sexual.

Las Profesionales – Relaciones Internacionales.

En un aeropuerto privado propiedad de la compañía Logan Aerospace un Jet Bombardier Global 5000 con matricula Suiza carretea desde uno de los hangares y detiene su transito hacia la pista principal frente a uno de los edificios del complejo aéreo. Un convoy de autos de colores oscuros entran rápidamente a las instalaciones. Dos autos Suburban SUV avanzan a la vanguardia, seguidos de tres limosinas blindadas, cerrando la caravana otras dos Suburban SUV se detienen y de ellas bajan por lo menos 4 escoltas armados con ametralladoras Heckler & Koch MP5, que sumados a los otros 4 escoltas de la vanguardia, rápidamente montan un perímetro de seguridad alrededor de los autos y el jet. Dos de los escoltas suben al jet y minutos después de revisarlo descienden aproximándose a la primera limosina y tocando el vidrio tres veces informan que todo esta despejado.

Al abrirse la puerta de la limosina una elegante pierna enfundada en medias de seda negra sujetas por ligueros y calzada con zapatos de tacón de aguja de 3.5 pulgadas toca el suelo de la pista, apoyando el otro pie termina por salir el escultural cuerpo de Helen el cual esta cubierto por un costoso traje ejecutivo marcando su exquisito y redondo trasero con su minifalda. El saco a juego sobre una blusa de seda semitransparente, con un escote extremadamente pronunciado, descansa sobre sus hermosos senos. Sus pezones se endurecen al sentir su cuerpo la fría brisa que corre desde la pista, que también se cuela bajo su falda y acarician su coño desnudo sin bragas. La misma brisa que hace ondular sus cabellos oscuros que enmarcan su rostro hermoso donde sus ojos grises verdosos brillan de excitación al ver como el Dr. Robert Sagel desciende de la segunda limosina acompañado de tres hombres vestidos de saco y corbata. Ella avanza hacia ellos y se coloca detrás de Robert y a su izquierda con sus brazos cruzados a la espalda y sus piernas ligeramente separadas. De la otra limosina desciende otras cuatro personas entre ellas tres mujeres elegantemente vestidas las cuales avanzan sin perder tiempo hacia el avión.

Dos de los hombres se quedan en la pista conversando con Robert en un idioma totalmente desconocido para Helen, la cual no se atreve a levantar la vista del suelo mientras los machos junto a ella conversan. Machos que hacia muy poco había estado mamando como toda una experta, “lo mejor de lo mejor para mis clientes especiales”, eso decía Robert, el anfitrión de la fiesta en uno de los edificios de la ciudad, mientras le acariciaba los cabellos a Helen estando ella arrodillada frente al más viejo de los extranjeros. El hombre casi no prestaba atención a las expertas habilidades orales que Helen le brindaba, mucho menos a las palabras de Robert. Toda su atención estaba concentrada en el cuerpo atado y bañado en sudor de la totalmente domesticada María Patricia Zurita, la cual en ese momento era penetrada por el culo por su primer oficial y el coño argollado de Patricia recibía las lamidas y chupadas de la esposa del oficial arrodillada frente a la excitada periodista la cual solo gemía y se contorsionaba de placer.

Los recuerdos de aquella noche de lujuria desaparecen de su mente cuando escucha a Robert mencionar su nombre.

– General Shmedenko, espero que esta visita haya sido de su completo agrado, me alegra saber que mis putas Helen y Patricia superaron sus expectativas.

– Tovarich Robert, dejar por favor las forrmalidades, puedes llamarme Iván, visitar tu ciudad es siempre un placer, mucha mejor para Mika y su esposa.

Los hombres ríen a carcajadas al observar al Primer Oficial Mikael Volok y a su esposa subir al Jet. Ambos esposos fueron los que más disfrutaron del exquisito cuerpo de la sumisa y atada Patricia. Al final de la fiesta acordaron con su anfitrión Robert poder llevarse a su habitación a una de las profesionales que atendían la fiesta como meseras. La mesera era la más parecida a Patricia, pues Patricia no estaba disponible para su uso privado. Los hombres siguen conversando mientras los otros miembros de la delegación terminan de cargar los equipajes en el avión. Al terminar Mikael se acerca al General y le informa que todo esta listo para partir.

– Es horra de partir camarada Robert. En algunas horas estarremos de vuelta a la Rodina.

– En ese caso es tiempo de obsequiarle una muestra de mi amistad y de mi interés por mantener nuestras transacciones comerciales.

Diciendo esto todos se dirigen a la primera limosina, de donde descienden tres hermosas mujeres vestidas con sensuales uniformes de asistentes de vuelo azules. Las tres chicas de aproximadamente 20 a 24 años se colocan una al lado de la otra mientas en General pasa revista a sus nuevas adquisiciones. Casi todas son de la misma estatura, 36C en sus senos, traseros redondos y firmes, sus cuerpos y rostros perfectamente trabajados con ejercicios y cirugías. Solo varían entre ellas en el color de su piel, ojos y su cabello. Una rubia, una morena y una castaña oscura. Todas con un collar de cuero negro en sus cuellos y una argolla de plata al frente. Helen entrega a Robert un maletín y este lo entrega al General.

– Estos son los documentos en regla de las perras y todo lo que necesita de ellas.

– Es un excelente presente, sobre todo esta.

Diciendo esto el General acaricia el rostro de la chica colocada al medio, la cual se mantiene con los ojos fijos en el suelo. Lentamente la mano del General se desliza por el cuello y se desplaza a su seno izquierdo donde empieza a acariciarlo sobre la tela de su uniforme y aprieta su endurecido pezón.

– Mirrame Zorra, cual es tu nombrre.

La chica obedece y observa al hombre con sus hermosos ojos miel que brillan de excitación en su rostro enmarcado por sus cabellos castaños oscuros. Con su voz sensual y nerviosa contesta.

– No tengo más nombre que el que usted me ordene tener mi señor.

– Robert quierro saber de ella. Me recuerrda una antigua novia de mi juventud.

– General… Iván, en sus cerebros no queda nada de sus antiguas vidas, ya nada de lo que fueron importa. En sus sesos solo hay lo que nosotros queremos que tenga, estas lindas putas no tienen nada en mente.

Diciendo esto Robert acaricia el rostro de la primera chica de cabellos rubios y ojos verdes que observa al vacío expectante esperando recibir la siguiente orden. El cuerpo de la chica se eriza de pies a cabeza al recibir la caricia y percibir la proximidad de los machos a los cual esta condicionada a reaccionar sexualmente sumisa y obediente. Muy por el contrario de lo que supone Robert y su equipo de técnicos en esa chica aun esta despierta su antigua personalidad conciente de todo lo que pasa a su alrededor, pero para beneficio de Industrias Fredensborg en la mente de esta antigua bióloga marina los pensamientos que la torturan son los siguientes: “Ayúdenme por favor, no se queden allí parados, ayúdenme necesito que me cojan, pónganme a mamar, cojanme por el culo y por el coño, soy una perra y necesito que me usen por favor”.

Robert saca una agenda electrónica y contesta la pregunta del General sin demora.

– Tiene 23 años y antes se llamaba Mariangel, era profesora de enseñanza media.

– Pues realmente parrece un angel, tendremos mucho tiempo para aprender juntos profezorra. Ahorra correte parra mi.

Sin demora la chica empieza a tener un orgasmo que termina humedeciendo su coño y empapando sus medias cuando sus jugos corren por sus piernas. En su mente no hay más pensamientos que obedecer lo que ese hombre le dice, ella necesita ser una puta obediente y zorra para él. En su cerebro ya no queda nada de aquella profesora Mariangel de la que hablan esos hombres. Ella solo responde por perra, puta, zorra o cualquier nombre degradante que se les ocurra a sus dueños.

– Perfectamente entrenadas, no podía esperar menos de tu producción Robert.

– Spacibo, lo mejor de lo mejor para mis clientes especiales.

Las tres chicas son conducidas al avión y con un apretón de manos y un abrazo se despiden los hombres.

– Do svidania tovarich Ivan.

– Do svidania tovarich Robert, spacibo por el obsequio.

Robert junto a Helen ven carretear el avión hasta la pista y lo observan tomar velocidad, despegar y ganar altura rumbo al nuevo hogar de las tres perras que en cuanto el avión alcanza altura crucero son puestas en cuatro para mamar vergas o coños o ser penetradas por los agujeros de sus cuerpos.

Cuatro de los siete autos se alejan de la pista aérea mientras Robert y Helen esperan pacientemente de pie fuera de la primera limosina y una de las Suburban de la retaguardia pasa a la vanguardia.

– Al parecer todo ha salido a pedir de boca y aun tendremos apoyo de nuestros amigos de bloque del este.

– Ha pasado muchísimo tiempo desde los primeros experimentos con las técnicas y fármacos de la KGB. Los nanobots de Mr. Baxter y nuestras avanzadas técnicas de domesticación son cada vez más efectivas y rápidas señor.

– Mi querida Helen, sé que no te agrada que desperdiciemos tres perras de esta forma, pero piénsalo como una inversión mas que como un gasto.

– Sabe que nunca reprocharía una decisión suya mi señor, solo soy una perra a su servicio.

– Lo sé perra y eso me encanta, eres la mejor de mis putas, la que más cerebro le he dejado intacto y la que mejores resultados me ha dado.

Del puesto del conductor de la limosina, Michelle Vanderburgh de 24 años, Abogada Asistente del Fiscal de Distrito, desciende vestida de minifalda negra a juego con el saco que cubre una blusa de seda blanca que intenta contener sus nuevos senos 38C, sus piernas cubiertas en medias negras y con liguero a juego, calzan zapatos de tacón de aguja de 3.5 pulgadas lo que aumenta su impresionante estatura de 1.82 metros, estatura que termina con su cabeza cubierta con una gorra de visera negra a juego con el uniforme de chofer que usa y con el collar de cuero negro con argolla de plata que lleva al cuello.

– Señor, me informan que su invitado esta por llegar.

– Muy bien perra, vuelve a tu puesto y espera la siguiente orden.

– Si señor como usted lo desee.

Mientras ambos conversan y los últimos ruidos de los motores del Jet se pierden en la distancia, un nuevo auto entra en el perímetro de aeródromo, en este caso un elegante vehículo gris plata a todas luces blindado. El auto se detiene a escasos metros de la reducida caravana, Robert observa tranquilamente como un hombre de aspecto muy elegante baja del vehiculo junto a su muy malcarado chofer. Ambos avanzan hasta encontrarse a mitad del camino y con un apretón de manos inician la conversación:

– Sr. Toscanni, es un placer por fin tenerle en mi ciudad.

– Dr. Sagel, podría decir que es un gusto igual para mí, pero aun no me siento realmente cómodo con las solicitudes que me hiciera para esta reunión.

– Mis sinceras disculpas por los inconveniente de este viaje, pero le aseguro que al final de esta jornada vera que ha valido la pena.

– Soy un hombre de negocios y si esta operación no me interesara créame que no estaría aquí tan lejos de casa. Ahora es su turno de mantener mi interés y superar mis expectativas.

– En ese caso… la función esta por empezar.

El sol empieza a decender en el horizonte y sus rayos de luz se cuelan entre las siluetas de los edificios de la ciudad. Elizabeth pacientemente sentada espera en su auto que el semáforo de la luz verde para continuar. Hacia solo una hora que había salido de la oficina donde todo el día había estado viendo películas y fotografías pornográficas. Esta vez la gran mayoría de las fotos eran de una temática muy diferente a las anteriores, sexo anal y dominación lésbico y heterosexual. El sexo anal se había convertido en una obsesión para ella, al punto que se sentía ligeramente incomoda allí sentada, pues desde su ultima visita a la clínica sus sesiones de masturbación en casa habían pasado de su coño a su ano. Su recién comprado vibrador llenaba en las noches su ano, haciéndola llegar a orgasmos inimaginables para ella.

Mientras esperaba en el semáforo recordaba lo excitante que había sido la última sesión en la Clínica Estética Baxter. Lourdes había hecho cosas con su lengua, sus manos, su boca, cosas que ella jamás hubiera imaginado. Ella simplemente necesitaba sentirse tan dócil y obediente como la hacia sentir Lourdes. Lo más extraño era que cada vez que en su mente surgía la idea de llamarla y tal vez citar aLourdes fuera de las sesiones de la clínica, la excitación terminaba por ganarle y terminaba a 4 patas en el suelo o en la cama metiéndose su vibrador en el culo, olvidando por completo llamar a Lourdes.

El sonido de las bocinas y los gritos de los otros conductores la traen de vuelta a la realidad. Ella avanza en su auto y otro pensamiento vuelve a su mente, esta vez no tiene nada que ver con el placer o la obediencia, se trataba de enfado. Hacia un par de horas que sentada en su oficina su jefa había entrado sin siquiera tocar la puerta, encarándola y amonestándola.

– “Elizabeth es la tercera vez en este mes que te pido los avances del Proyecto Stratus”

– “Ya informe que para el fin de mes estará listo y en su escritorio”

– “El fin de mes esta muy cerca y no he recibido siquiera un borrador, Elizabeth no sé que es lo que te esta pasando o que te tiene tan distraída, la cuenta Stratus es realmente valiosa para esta firma, no te tengo que recordar eso. Eres una excelente profesional pero si el fin de mes no tenemos nada para presentar te informo desde ya que te hare responsable ante la junta directiva y se tomaran las decisiones necesarias”

Diciendo esto su jefa había salido y la había dejado en una pieza en la oficina. Realmente el proyecto estaba atrasado pero no había por que amenazarla pues ella podía terminar a tiempo. Lo que más le molestaba a Elizabeth era que ese trato duro y despótico de su jefa había terminado por excitarla, ¿su jefa tendría el clítoris argollado o también sus pezones?

Con ese último pensamiento Elizabeth da vuelta a una esquina saliendo de la ruta regular que la llevaba a diario rumbo a casa. Igual no pasaría frente a la tienda de mascotas pues ya no tenia por que comprar la bolsa de alimento para gatos pues hacia unos días su gato la había abandonado. Ahora se dirigía a una de las áreas comerciales de la ciudad, girando a la derecha baja la velocidad y estaciona frente a una galería de locales comerciales ubicadas detrás de una plaza comercial, al bajar del auto se dirige a un local de tatuajes y perforaciones.

Al entrar encuentra un local lleno de imágenes y diseños de tatuajes, de colores oscuros o colores muy llamativos. El local esta vacío y es atendido por una chica de aspecto gótico sentada detrás de un mostrador. Elizabeth camina lentamente mirando los tatuajes en la pared y poco a poco termina por encarar a la chica que la observa con ojos mucho más de lujuria que de curiosidad.

– Buenas tardes ¿se le ofrece algo?

– heeee bueno curioseaba sobre sus trabajos.

– ¿Hay algo aquí que llame su atención o que desee ver más de cerca?

Diciendo esto la chica de aproximadamente 20 años se levanta y descubre que esta vestida con un top negro de cuero muy parecido a un corse, el cual levanta y sostiene un par de hermosos y redondeados senos de 38C, sobre una estrecha cintura embutida en el corse, bajando la mirada una minifalda tableteada escocesa en tonos rojos y negros intentan cubrir algo de las bien tonificadas piernas de la chica por el frente y por detrás cae acampanada al delinear exquisitamente las carnosas y redondeadas nalgas de su trasero. Un par de botas negras de tacón llegan hasta sus rodillas encapsulando sus hermosas piernas y para rematar el conjunto en su rostro sus carnosos labios cubiertos de lápiz de la labios negro hacen juego con los tonos de sombras que cubren sus ojos, contrastando con su tono de piel casi tan blanco como la tiza y sus ojos color miel. En el labio inferior puede verse un par de anillos de plata a cada lado de la boca los cuales asemejan dos colmillos brillantes, en sus orejas hay en cada una más de tres perforaciones y un brillante sobre una de sus fosas nasales. En sus manos igualmente blancas destacan sus anillos de plata y sus largas uñas pintadas de negro. Todo aquello le da un tono tan exóticamente sensual que Elizabeth no logra dejar de pensar donde más podría tener argollas o perforaciones… tal vez sus senos o su clítoris… sí su clítoris debía por fuerza estar argollado.

La chica coloca sus manos en el mostrador e inclina la cabeza a un lado dejando que sus cabellos negros azabaches caigan en cascada sobre uno de los dados de su cabeza cubriendo parte de su tentador escote.

Elizabeth logra reaccionar ante aquel ataque visual lleno de sexualidad y dice:

– Solo miraba… ¿ustedes solo hacen tatuajes?…

– No, no solo hacemos tatuajes hacemos muchísimas cosas para que nuestros clientes se vayan de aquí satisfechos…

Elizabeth la mira extasiada y la chica la observa con sus ojos miel y es como ver una serpiente hipnotizando al pobre ratoncillo que en minutos será devorado.

– Yoooo… estoy interesada en… piercing…

– ¿Te has perforado antes?

– No, esta sería la primera vez

– ¿Perforaciones? Como puedes ver me encantan las perforaciones – diciendo esto la chica saca su lengua la cual danza fuera de su boca unos segundos mostrando una bolita de plata encajada en la parte media de la lengua – ¿Qué clase y donde te gustaría una perforación? Supongo que buscas lo más común… el piercing del ombligo.

– Noooo… yo buscaba algo más… sensual, me interesa saber sobre las perforaciones en el clítoris.

Solo decirlo hizo que Elizabeth sintiera una descarga de placer tan grande que su coño empezó a mojarse y un escalofrío subió desde sus pies corriendo por su espalda.

– Ummm que interesante… muy pocas chicas buscan una perforación como esa para su primera vez, muy pocas lo hacen “esa es una perforación para “chicas malas”, cual es tu nombre nena.”

Diciendo esto la chica baja una mano a su entrepierna sin ningún pudor acariciándose.

– Mi nombre es Elizabeth y soy una “buena chica”.

La respuesta condicionada en el cerebro de Elizabeth salio disparada sin la menor necesidad de pensarla. La misma respuesta entro en el cerebro de la chica gótica y disparo ordenes en su cerebro que inmediatamente la hicieron seguir un protocolo preestablecido para este tipo de clientas.

– Mi nombre es Jennifer, déjame mostrarte algunos de nuestros trabajos

Jennifer se voltea a uno de los archivadores y en la espalda en sus descubiertos hombros Elizabeth puede ver un tatuaje de los más singular, el cual esta compuesto por una serie de líneas verticales y una escritura exótica parecida a caracteres japonés, enmarcado todo esto en líneas que caracterizan los tatuajes tribales.

– Que hermoso tatuaje… ¿te lo hiciste aquí?

– Si es mi favorito, para mi es todo un placer usarlo

Jennifer saca de una gaveta bajo llave un álbum de fotos donde Elizabeth puede ver una colección de por lo menos 20 piercing en el clítoris, diferentes tamaños tanto de piercing y de clítoris, algunos con argollas, otros con bolitas de plata adornando clítoris de muchos tonos de piel y con diversos tonos de color de vello cúbico. Todo esto hace que el libido de Elizabeth se encienda al más alto nivel. Elizabeth no logra prestar atención a las explicaciones de Jennifer sobre el procedimiento de perforación y mucho menos sobre el costo del procedimiento, menos aun nota como Jennifer activa un botón oculto en la parte de abajo del mostrador, el cual activa una señal de luz que empieza a parpadear en un consultorio cercano. Al final de toda la explicación y de examinar embebida las fotos Elizabeth logra escuchar a Jennifer al decirle:

– ¿Estas convencida de hacerte la perforación?

– Sí.

– Entonces acompáñame atrás, te mostrare nuestras instalaciones.

Elizabeth entra por una puerta lateral que la lleva a un par de cubículos donde puede ver sillas de atención y todos los equipos para hacer tatuajes. La conducen hasta uno de los cubículos donde le indican el procedimiento para asearse perfectamente y estar lista para la perforación. Elizabeth entra en el baño y sigue las indicaciones de Jennifer, al volver la encuentra junto a la puerta.

– Espera aquí y en un momento empezaremos, toma asiento y ponte cómoda.

Jennifer abandona el cubículo cerrando la puerta, fuera de el acciona un interruptor que desvía el aire acondicionado del cubículo y activa un contenedor de un gas inodoro e incoloro que poco a poco va llenando el cubículo donde Elizabeth pacientemente espera por ella. El gas empieza a relajar y aturdir a la excitada Elizabeth lo cual le da tiempo a Jennifer para el siguiente movimiento en el procedimiento. Camina hasta la puerta principal del local y coloca el letrero de CERRADO. Tomando del mostrador un fino collar de cuero con una argolla de plata y colocándoselo al cuello se dirige a la parte de atrás de la tienda donde se coloca con las manos en la espalda y sus piernas ligeramente separadas, junto a una puerta por donde minutos después un hombre de aproximadamente 30 años entra vestido de camisa y corbata con una bata blanca.

– Bienvenido Doctor la paciente lo espera en el cubículo 3.

El Doctor Barreto se saca la bata blanca y la entrega a Jennifer que lo observa con adoración y deseo, se coloca una bata azul oscura casi negra, toma una cadenilla de plata de la pared y la engancha a la argolla del collarín de Jennifer y sin más avanza al cubículo seguido de la chica.

– ¿Hace qué tiempo esta adentro Jenny?

– Hace dos minutos aproximadamente señor.

– Entonces démosle un minuto más para que este totalmente relajada, mientras tanto déjame ver como va esto.

Barreto coloca a Jennifer contra la pared presionándola con una mano en la nuca hace que su rostro y pechos queden contra el muro y con su mano libre levanta la falda escocesa de Jennifer, revelando que la chica no usa bragas bajo ella. Acaricia delicadamente ese par de hermosas nalgas blancas, el tatuaje de un corazón rojo rodeado de una cadena de eslabones decora la nalga derecha. Soltándole el cuello separa con ambas manos las nalgas que junto a las piernas separadas de la chica revelan un dilatador anal introducido en el ano de la chica.

– ¿Desde cuando lo tienes dentro perra?

– Desde que llegue a trabajar esta mañana señor como usted me lo ordenara.

– ¿Así que ya van más de 6 horas, dime te incomoda perra, dime que sientes?

– Siento tanto placer al obedecerle señor, me encanta que mi ano se dilate para el placer de mi dueño.

– Buena chica, esta noche probare que tan dilatado esta ese ano y si necesitas algo más grande para complacerme.

Jennifer se estremece al imaginarse un dilatador más grande que el que ha usado en la última semana, cuanto más grande más placer y más morbo, su ano necesitaba estar dilatado lo suficiente para el gusto de su dueño.

– Si señor todo sea por complacerle.

En el aeródromo el Sr. Toscanni voltea y conversa con su chofer el cual no deja de mirar a Robert con cara de asesino psicópata mirando a su próxima victima de homicidio. Toscanni y Robert avanzan hacia la limosina donde una excitada Helen les espera de pie con la mirada clavada al suelo. Toscanni al llegar a su lado la observa detenidamente posando sus ojos en ese esplendido par de senos que apenas están cubiertos con la delgada blusa, pechos que suben y bajan con la acelerada respiración de la excitada perra. Robert presenta a Helen.

– Sr. Toscanni esta perra es Hellen Hills, una de mis mejores putas y mi más fiel colaboradora.

– Bienvenido Sr Toscanni para mi es todo un honor poder ofrecerle mis servicios.

Toscanni la sigue examinando y finalmente dice:

– Buen trasero, excelentes senos, sus labios son ligeramente delgados para mi gusto pero por todo lo demás es aceptable.

Helen al escuchar como Toscanni se expresa de ella como si fuera una mercancía o una cosa, empieza a mojarse pues es obvio que ese hombre tiene experiencia usando perras sumisas y sabe como tratar y hacer que una puta sea tan perra como a él le venga en gana.

Los tres suben a la limosina y al sentarse Robert toma un teléfono y ordena a Michelle.

– “Mimy llevamos al destino 1 y toma la ruta 3”

– “Como usted desee Sr.”

El convoy se pone en marcha y los autos avanzan saliendo del aeródromo toman una vía de acceso a una autopista medianamente concurrida. Mientras avanzan en el interior de la limosina Robert entrega un dossier de documentos a Toscanni el cual empieza a revisar mientras escucha a Robert decirle.

– Como ya le informe en mi visita a su país, soy el gerente de operaciones de Industrias Fredensborg. Nosotros nos dedicamos a adquirir, por varios medios, recursos humanos que puedan satisfacer los requerimientos y necesidades de nuestros clientes. En este caso contamos con una red de mujeres que hemos convertido en sumisas dóciles y obedientes, implantando en sus mentes nuevas personalidades, las cuales ponemos a disposición de clientes del más alto rango y estatus. Nuestra operación cuenta con varios mercados.

Primero tenemos el mercado de alquiler, donde nuestros clientes nos solicitan el uso de alguna de nuestras perras por un precio realmente accesible en comparación a todo lo que pueden hacer con ellas sin que ellas tengan el mínimo inconveniente de satisfacer sus fantasías y necesidades.

Igualmente tenemos el mercado de venta ELITE, donde nuestras perras son adquiridas y vendidas entre diferentes compradores y movidas de una ciudad a otra para el beneficio de sus nuevos dueños.

Finalmente tenemos el mercado VIP donde nuestras perras son adquiridas de forma permanente por nuestros socios para su uso exclusivo como esclavas en los lugares que ellos dispongan.

– Disculpa que interrumpa tu exposición Robert pero puedes explicarme ¿por que esta operación es diferente a un vulgar secuestro de mujeres y trata de blancas internacional?

– Puede interrumpirme en el momento que guste Sr. Toscanni. Contestando a su pregunta, la diferencia entre lo que me plantea y nuestra operación es que el los dos primeros casos, el alquiler y la venta, aunque las mujeres las prostituyamos en sus ciudades de origen o en las ciudades donde hayan sido compradas por nuestros clientes, estas mujeres en algunos casos lo hacen de forma “voluntaria” o por lo menos eso le hacemos creer a ellas, ellas cambian de ciudad o siguen viviendo sus vidas en su ciudad y la mayor parte de ellas no se da cuenta que en cierto momento de sus vidas con una llamada nuestra o de sus dueños, en caso de las Ventas ELITE, se convierten en juguetes sexuales a nuestro servicio.

– ¿Quieres decirme que estas mujeres están de alguna forma condicionadas para obedecer, ser la mascota sexual de alguien y luego de terminar el trabajo irse a casa a atender a sus familias?

– En muy pocos de los casos las mujeres escogidas tienen familia que atender. La mayoría de ellas son profesionales de diversas disciplinas, solteras viviendo solas, con familias lejanas, con pocas amistades y sin relaciones sentimentales fuertemente arraigadas. Eso nos da la ventaja de poder moverlas de ciudad o que puedan desaparecer algunas horas sin dar muchas explicaciones. Igual ellas pueden mantener amistades o romances pero son condicionadas a no lograr satisfacción sexual completa con esas relaciones sentimentales que a la larga no pueden mantener, ellas solo consiguen placer si nosotros se lo suministramos. Su inestabilidad sentimental y ese vacío sexual los usamos en nuestro beneficio haciéndolas atenderse con personal psicólogo de nuestra compañía con lo que podemos darle seguimiento a cada uno de los casos y de ser necesario modificar o reajustar sus voluntades.

– Pareces tenerlo todo muy bien orquestado, aunque debo admitir que no concibo la idea que una mujer profesional termine prostituyéndose esta manera. Disculpa mi incredulidad, pero realmente tendría que verlo.

– Precisamente para eso estamos aquí, para hacer de usted uno de nuestros creyentes, Helen puedes servirnos unos tragos mientras hago una llamada.

Helen ha escuchado cada palabra de lo conversado entre los hombres, lo cual la ha excitado sobre manera al escucharles referirse a mujeres como ella como si de mercancía para la venta se tratara, ignorando o importándoles nada su presencia allí con ellos. Ella se mueve al minibar y siguiendo las indicaciones de Toscanni le prepara una bebida. Robert acciona el intercomunicador de la limosina y conversa.

– “Mimy informa a los demás que nos den espacio”

– “Si mi Sr…. “Navaja 1, Navaja 2 dennos espacio”… listo Sr. desea algo más”

A esta orden las dos Suburban SUV toman distancia prudente mezclándose entre el poco tráfico de la autopista y la limosina que avanza ahora en solitario.

– “Sí Mimy una cosa más ¿dinos quien eres?”

– “Soy una perra obediente y dócil para complacerle señor y a quien usted ordene.”

– “Muy bien Mimy, disminuye la velocidad y cuéntame tu nombre y que haces en tu otra vida”

– “Soy Michelle Vanderburgh, tengo 24 años y soy abogada asistente del Fiscal de Distrito”

– “Gracias Mimy… buena chica”

– “Gracias…. Señor”

Robert cierra la conversación que todos los ocupantes de la limo han escuchado y mirando a Toscanni le comenta.

– Tal como lo escucho ella es la asistente del fiscal de distrito, es una extraordinaria abogada pero por ahora es mi perra chofer. Ella hace unos días acaba de pedir unas vacaciones y se sometió a una cirugía de aumento mamario en una de nuestras clínicas, esa cirugía es casi el paso final para convertirse en uno de nuestros juguetes sexuales. Esta es su prueba de campo, estamos midiendo el desempeño de su condicionamiento justo en este momento. En unos días volverá a su oficina de la Fiscalía sin siquiera recordar que estuvo manejando esta limosina.

– Vaya, muy impresionante Robert, pero que me dice a mi que esta no es más que una actriz contratada para desempeñar un papel.

– Es correcto mi amigo, todas nuestras perras son actrices, desempeñan un papel, pero ellas solo actúan lo que nosotros queramos, tomemos por ejemplo a esta perra. – diciendo esto coloca una mano en la pierna de Helen que inmediatamente separa las piernas y recuesta su cuerpo excitado al asiento de la limosina- Helen esta condicionada totalmente a desempeñar el papel de domadora de otras perras, ese es su papel, antes fue una experta científica investigadora en el campo de la neurología lo que nos ha convenido pues sus estudios y conocimientos nos han servido extraordinariamente. Helen es un caso especial pues por su notable inteligencia, la cual puedo apagar cuando quiera, su cerebro en vez de aceptar una nueva personalidad implantada por nosotros, lo que hizo fue eliminar su antigua personalidad y asimilar totalmente su papel de perra.

Para este punto los dedos de la mano de Robert se deslizan en el húmedo coño de Helen que solo hace moverse y gemir levemente en respuesta a las caricias de Robert.

– En cualquier caso en el transcurso de esta visita espero podamos convencerle que esto es más que humo y espejos.

Diciendo esto Robert toma la mano de Helen y la coloca en el coño húmedo y le ordena masturbarse para ellos. Los expertos dedos de Helen empiezan el bombeo en su coño y su cuerpo se mueve al compás de sus dedos, sus pechos se balancean por el movimiento del auto y sus ojos no se despegan del pantalón de Toscanni que en ese momento observa el espectáculo sentado y bebiendo su trago mirándola con marcado interés, en su entrepierna empieza a marcarse un bulto en su pantalón. Helen termina por abrirse el saco y su blusa revela sus senos que ahora libres se mueven mucho mas incitantes. Robert coloca sus dedos húmedos en la boca de Helen y esta los limpia completamente de sus propios jugos.

Mientras eso sucede dentro de la limosina. Desde la parte de atrás una moto de la patrulla de caminos se aproxima y enciende sus luces y sirenas. La limosina poco a poco aminora la velocidad mientras la velocidad de los dedos y la excitación de Helen aumenta, al detenerse el auto completamente ambos hombres ven como la moto patrulla se estaciona detrás de ellos y el conductor descendiendo de ella avanza hacia el puesto del conductor, mientras Helen consigue su primer orgasmo y no para de gemir y apretarse los senos.

En la sala de tatuajes el Dr. Barreto y Jennifer entran al cubículo donde Elizabeth esta completamente atontada por el gas que ya ha sido absorbido por el sistema de ventilación, dándole oportunidad de disponer de Elizabeth como ellos quieran.

– Elizabeth este es el Dr. Barreto y el se encargara de hacer la perforación, no tienes nada que temer el es un experto en esto y ya has podido ver sus trabajos en las fotos que te mostré.

Una aturdida Elizabeth los observa con mirada atontada. Barreto sin decir nada inicia el procedimiento separando y colocando las piernas de Elizabeth en unos aditamentos especiales parecidos a los de sillas de ginecología. Elizabeth empieza a excitarse cuando las hábiles manos del Dr. acarician su coño y dejan al descubierto el punto exacto donde en pocos minutos estará colocado el piercing que tanto anhela tener.

Con la ayuda de Jennifer se realiza el procedimiento sin demora y en cuestión de minutos una argolla de plata es colocada en el clítoris de Elizabeth que ni se percata del dolor sin saber si fue por la excitación o simplemente por los anestésicos contenidos en el gas que por más de dos minutos le hicieron respirar.

Jennifer toma una cámara y sin mediar palabra toma un par de fotos al trabajo recién hecho, Elizabeth observa excitada al Dr. y este se le acerca y sacándose los guantes de látex le comenta

– Has sido una excelente paciente y una muy buena chica, me encanta que chicas como tu me visiten.

– Gracias Dr. no se como podría agradecerle.

– Pues conozco una muy buena forma y me encantaría ver como usas esos labios mas que para hablar nena.

Las manos de Elizabeth toman voluntad propia y se ponen a trabajar abriendo la bata del Dr. y buscando el cierre de su pantalón hasta bajarlo y liberar su pene que al salir presenta un estado flácido, Elizabeth lo toma en su boca y empieza a mamarlo. Elizabeth aun no puede creer que le este mamando la verga a un perfecto desconocido en un lugar como ese, jamás hubiera pensado que ella una chica educada y profesional terminaría tan sumisa y puta, igual jamás hubiera pensado que se argollaría el clítoris pero el deseo y la excitación de toda esa nueva experiencia habían acabado con su estúpida frigidez. Ahora ella era una hembra deseosa de nuevas experiencias con ganas de sentir como un macho o una hembra le domaran y le hiciera ver que ella solamente necesitaba alguien que la poseyera y la convirtiera en una dócil perra.

Elizabeth sigue mamando mientras Jennifer le coloca unas cremas antisépticas en el clítoris y le masajea con la punta de los dedos. Las manos de Jennifer y la verga de Barreto solo logran que Elizabeth se pierda en la lujuria. Jennifer se mueve a la parte superior de la silla y coloca su cara al lado del rostro de Elizabeth que chupa con desespero la ya durísima verga de Barreto. Jennifer se coloca de rodillas al lado de la verga del Dr. Barreto y mirando a Elizabeth mamar esa verga que la domina le dice:

– Así, muy bien… buena chica… sigue mamando… una cosa más Elizabeth no puedes correrte no puedes correrte por el coño, ni puedes dejar que te cojan o masturbarte por el coño en por lo menos 5 días hasta que cicatrices la perforación ¿entiendes?

– Ujummm

Es todo lo que puede responder Elizabeth moviendo su cabeza en señal afirmativa y mirándola a sus hermosos ojos miel y con la verga del Dr. en su boca. Un sonriente Dr. Barreto observa a la excitada Elizabeth recibir las órdenes de Jennifer, mientras el mete y saca su verga con movimientos rápidos usando la boca de Elizabeth como si fuera un coño.

– Buena chica Elizabeth, pero el que no te corras por el coño no implica que no existan otras formas de llegar al placer.

Elizabeth lo observa expectante y el Doctor sacando su verga rígida de su boca, le hace bajar las piernas de los soportes de la silla de atención y tomándola por la cintura la levanta, apretándola contra él le acaricia las nalgas sobre el traje ejecutivo gris que viste y sin más le empieza a sondear la boca con su lengua en un apasionado beso que termina desconectando toda capacidad de razonar en el cerebro de Elizabeth. Jennifer toma su lugar en la silla de atención y abriendo sus piernas y colocándolas en los soportes empieza a masturbarse mientras observa como el Dr. le chupa los erectos pezones a Elizabeth que sin demora se ha abierto la blusa y se ha bajado el sostén.

En un movimiento el doctor voltea a Elizabeth y la coloca mirando a la exótica Jennifer que se masturba descaradamente frente a ellos. Justo como Elizabeth lo pensara el clítoris de la chica tiene una hermosa argolla de plata y su brillo al reflejar las luces de la habitación capta la total atención de los ojos de Elizabeth. Ni siquiera los hermosos senos de Jennifer adornados con piercing de púas logran desviar su atención.

El doctor tomando a Elizabeth desde atrás y sosteniéndole los senos con ambas manos y pellizcándole delicadamente los pezones le dice en el oído.

– No crees que es hermosa mi perra, te encanta su coño verdad, te encantaría comérselo, tú necesitas comerle el coño a mi perra.

– Siiiiii

Es todo lo que llega por respuesta del congestionado cerebro de Elizabeth

– Entonces cómeselo perra, cómele el coño a la puta que espera por tu lengua.

Elizabeth se inclina sobre el coño de Jennifer y empieza a lamer como una experta el argollado coño de la chica que responde con gemidos y sonidos guturales mientras se aprieta los senos y se pellizca ella misma los pezones perforados. Elizabeth queda en un ángulo de 90 grados con sus piernas ligeramente separadas, lo que aprovecha el doctor para colocarse detrás sacándose el pantalón y su ropa interior y sencillamente y sin resistencia subirle la falda hasta la cintura dejando expuesto el hermoso trasero de la que hacia unas horas no era más que una arquitecta común en una corriente oficina de la ciudad. Sin dificultad separa las nalgas de la chica y descubre el rosado esfínter y sin ningún problema introduce un dedo y empieza a meterlo y sacarlo rítmicamente. Los gemidos de Elizabeth son acallados por la presión de una mano de Jennifer en su nuca que hace que su cara, boca y nariz se aplasten contra su vulva y que la lengua de la chica entre más y más en la vagina de Jennifer.

Barreto acerca su rostro al redondo culo de Elizabeth y escupiendo su ano con su saliva lo lubrica y logra meter dos dedos y luego tres en el culo de la chica, empieza a bombear el ano con sus dedos en un rítmico mete y saca y cuando siente que el ano esta bien dilatado empieza poco a poco a introducir su verga que empieza a ganar terreno llenando el culo de la chica y llenando de placer su cerebro. Elizabeth empieza a gemir y a gritar de excitación al ser sodomizada por la verga del doctor. Jennifer la toma por el rostro y le besa apasionadamente mientras que con las manos le acaricia y aprieta los pezones y los senos.

La lengua con la bolita de plata de Jennifer explora la boca de Elizabeth que no sabe como retener el orgasmo que le esta causando sentir como es embestida una y otra vez por su hasta hace muy poco virgen culo, el cual ahora esta lleno de la verga del doctor. Tanta lujuria, tantos gemidos, tanto del doctor como de la chica gótica y de ella misma, ¿cómo se había negado a disfrutar así tantos años, siendo una culta y educada profesional? Tanto tiempo desperdiciado en ser perfecta y no haber experimentado ser la puta de alguien, la perra que un par de expertos que se la están cogiendo a placer y hacen de ella lo que jamás había pensado ser… una perra obediente y dócil.

Jennifer nuevamente la coloca entre sus piernas y el doctor sigue perforándole el culo mientras la sostiene de la cintura. Elizabeth siente que sus piernas ya no resisten más pues se están volviendo de gelatina. A una mirada del doctor Jennifer se levanta de la silla y el doctor saca su verga del culo de Elizabeth la acuesta boca arriba en la silla como si de una muñeca de trapo se tratara. Luego de una corta tregua vuelve a meterle la verga en el dilatado culo y continua embistiéndola mientras le acaricia y le aprieta los senos, Jennifer sigue masturbándose al lado de ellos y le coloca sus senos perforados a la altura de la boca de Elizabeth que empieza a deleitarse mamando y lamiendo ese par de hermosas tetas. Elizabeth no puede aguantar más y siente como una oleada de placer nace desde su culo y va haciendo que todo su cuerpo vibre en una onda de éxtasis que la hacen gemir como una perra en celo y pierde total control de si misma.

Unos minutos más tarde el Dr. ya no puede más, y sacando la verga del dilatado coño de Elizabeth se dirige a la cabecera de la silla donde le espera expectante el hermoso rostro de Elizabeth mientras Jennifer le lame y mama los senos.

– Es hora de alimentarte perra.

Coloca su verga frente a la cara de Elizabeth y empieza a eyacular su semen que cae en espesas gotas sobre la cara, la boca y el cabello de Elizabeth que lo recibe excitada y obediente. Jennifer deja de lamer sus pechos y se dedica ahora a recoger con su lengua todos los rastros de semen que quedan fuera de la boca de Elizabeth, lentamente va limpiando en el rostro entre lamidas y besos hasta que queda casi totalmente limpia.

Ambas chicas se observan un segundo y sus bocas se reúnen en un beso donde intercambian el semen del doctor que ahora termina de arreglar su pantalón y observa como aquellas perras se acarician una a la otra dándose a comer el semen que el les proporcionara.

Finalmente y el doctor abandona a las chicas que terminan por tragar el semen y poco a poco empiezan a ayudarse una a la otra a terminar de vestirse, sin dejar de lado besos y caricias.

En la autopista en dirección a la ciudad Michelle baja la ventanilla y entrega el registro del auto y su permiso de transito. Adentro Robert se sirve un trago y sigue mirando el espectáculo que les brinda Helen al casi llegar a su segundo orgasmo del viaje. Robert toma un cubo de hiele en su boca y acercándose a Helen le besa apasionadamente y al separarse el cubo de hielo esta en la boca de Helen que sin ninguna orden lo saca de su boca y con sus manos lo pasa por sus senos y pezones erectos para luego colocarlo en su ardiente coño produciendo una sinfonía de gemidos.

En ese momento la sombra del policía puede verse mover alrededor de la limosina y llegar a la ventanilla del compartimiento de pasajeros. Con sus manos enguantadas de cuero toca el cristal varias veces y para sorpresa de Toscanni, Robert empieza a bajar la ventanilla automática mientras Helen gime como una perra en celo con sus piernas separadas completamente y sus senos al aire. Michelle baja del auto y se coloca al lado del oficial junto a la ventanilla.

– ¿Algún problema oficial?

– Su chofer conduce a 45… en una ruta de 95… señor debo pedirles… que salgan del auto.

Todos observan como Helen llega a su segundo orgasmo y sus ojos se ponen en blanco mientras su cuerpo se tensa como la cuerda de un arco. Robert abre la puerta y observando al policía le dice.

– ¿Cual es el problema oficial… Harper? Pedí a mi chofer bajar la velocidad, solo estamos haciendo que este viaje sea más largo y placentero para todos.

– Ustedes no pueden… bajen del auto en este momento…

– No veo el problema oficial, creo que con una llamada podríamos solucionar esto – Robert saca su teléfono agenda electrónica y empieza a marcar una serie de números – disculpe ¿cual es su nombre oficial Harper?

– Vanne…Vannesa Harper…

La Oficial de Policía Vannesa Harper de 22 años, no logra apartar la vista del coño de la chica y de sus senos que ahora descansa unos segundos en el asiento del auto, después de su segundo orgasmo. De la agenda electrónica de Robert un sonido parecido a una señal de fax o a una antigua conexión de líneas de Internet dial-up se escucha por unos segundos. El cuerpo de la policía se estremece casi imperceptiblemente y su cabeza se inclina un poco hacia atrás.

– ¿Le gusta algo de lo que ve aquí dentro oficial Harper?

– Yo… no… yo

– ¿Dime Vanne… eres una buena chica?

– Sí, yo soy… soy una buena chica.

– Entonces síguenos fuera del camino, Michelle toma la ruta 2, al destino 4.

– Lo que usted ordene señor.

La limosina avanza y sale de la autopista tomando una carretera secundaria que los lleva a un área de antiguas industrias abandonadas. A los pocos segundos la moto patrulla se estaciona detrás de la limosina bajo un techado junto a unos edificios derruidos. Michelle baja de la Limosina y abre una puerta por donde entra Vannesa y se sienta junto a Toscanni quedando frente al cuerpo semidesnudo de Helen y a Robert que la observa con una sonrisa.

– Dinos Vanne ¿quieres comerle el coño argollado a mi bella Helen?

– Sí… sí quiero…

– Entonces que esperas, Helen necesita una lengua dentro.

La oficial de policía cae a cuatro patas en el piso de la limosina y mete su cara entre las piernas de Helen que la toma con ambas manos desde la base de su cabeza haciendo que la lengua de Vannesa entre más y más en su encharcado coño. Un sonriente Robert observa a ambas perras a su lado, Vannesa con su piel de color ébano crea un exquisito contraste con la piel blanca de Helen.

– Como ve la oficial Harper es otra de nuestras perras amaestradas que al igual que Michelle esta en su prueba de campo, nuestra oficial de policía esta mucho más conciente de lo que pasa, pues queremos hacer de ella una candidata nivel 3, queremos que todo tema sexual sea de su agrado y que coopere sin objeciones…

Toscanni intenta seguir el hilo de la conversación mientras Helen levanta a Vanessa y le abre los botones de la chaqueta de donde cuelga su placa dorada. Luego quitando el chaleco blindado y por ultimo su sweter blanco revelando su torso cubierto de hermosa piel oscura que al frente ostenta un par de enormes pechos talla 40 con argollas de plata en sus pezones, pechos que sin demora son tomados por la boca de Helen lo que hace que Vanessa emita gemidos de placer que llenan el auto. Las manos rápidas y expertas de Helen abren el cinturón de cuero ancho que sostiene los elementos usuales del uniforme policial, luego abre el cierre del pantalón y este empieza a caer revelando las exquisitas nalgas descubiertas del trasero de Vanessa la cual obviamente no usa ni sostén ni bragas.

– La operación igualmente esta compuesta por diferentes tipos de sumisas en este caso clasificado así:

Sumisas Nivel 1: son mujeres que captamos y son domesticadas para que trabajen como prostituta profesional. Estas mujeres son sacadas de sus ciudades natales su aspecto cambiado quirúrgicamente y su pasado borrado. Generalmente no tienen ninguna habilidad propiamente dicha o ningún conocimiento o estudio que ayude a la corporación. Las conocemos “ganado” y puede ser usadas y vendidas como tal.

Sumisas Nivel 2: mujeres que captamos y son convertidas en esclavas para que trabajen en la conversión de otras mujeres, estos trabajos los realizan permanentemente en instalaciones que la corporación disponga. Pueden ser una doctora, una neuróloga, una estilista, ellas no tienen más vida que la vida que la corporación asigne ellas, sus habilidades son usadas para el beneficio de la corporación. Son muy hábiles y extremadamente buenas empleadas y serviciales, lo único que piden a cambio es sexo como remuneración.

Sumisas Nivel 3: mujeres que la organización capta y domestica al punto de convertirlas en putas completamente dóciles, se les crea una doble vida donde por un lado son putas y por el otro son jóvenes profesionales. Estas son alquiladas o vendidas a nuestros mas distinguidos socios los cuales pagan buenas sumas por sus servicios. En el caso de alquiler nosotros nos encargamos de activarlas telefónicamente para que realicen sus tareas. Ellas se encargan también de captar o identificar nuevas candidatas para la conversión.

En pocos minutos Helen ha dejado completamente desnuda a Vanessa, la cual sigue a cuatro patas lamiendo y metiendo su lengua en ese coño. Su propio coño esta muy húmedo y sus enromes tetas se balancean movidas por la gravedad y por los movimientos de Helen. A una mirada que Robert intercambia con Helen esta abre un compartimiento de donde extrae un collar de cuero con argolla de plata que coloca en el cuello de Vanessa, igualmente extrae dos cadenas de plata de diferentes longitudes. Moviendo la mano a la ventanilla toca tres veces con sus nudillos y Michelle abre la puerta por donde Helen baja inmediatamente seguida de Vanessa completamente desnuda. Las tres mujeres se reúnen fuera de la limosina, Michelle a la derecha, Vanessa desnuda al centro y Helen semidesnuda a la izquierda. Robert y Toscanni se reúnen con ellas fuera del vehiculo y Robert simplemente le comenta a Toscanni.

– Como puede ver puedo tener muchísimas actrices contratadas, en especial actrices que son policías reales como nuestra perra Vanessa.

Toscanni avanza hacia las perras y empieza a caminar alrededor del grupo, que al centro tienen a la desnuda Vanessa mientras Michelle tomando la cadena más corta de dos broches de la mano de Helen, engancha un broche a una de las argollas de los pezones de Vanessa, para luego pasar la cadena por la argolla del cuello y finalmente enganchar el otro broche en la otra argolla del pezón izquierdo de Vanessa, lo que hace que los enormes pechos de la policía sean tensados hacia arriba. Helen simplemente separa los labios vaginales de la policía encontrando el hinchado y argollado clítoris de la policía donde coloca la cadena larga y luego subiéndola por su vientre y en medio de sus pechos pasa la cadena por la argolla del cuello. Teniendo encadenada así a la excitada Vanessa le comenta a Robert.

– Esta puta esta lista para servirnos Sr.

Robert observa el grupo de putas y sonriendo escucha a Toscanni decir mientras acaricia el trasero de Michelle sobre la minifalda.

– Me parece que has captado toda mi atención Robert, puede que este viaje si supere mis expectativas.

El Dr. Barreto vuelve por el pasillo que lo lleva a la puerta del fondo, donde en un baño lateral se lava cuidadosamente las manos limpiando cualquier rastro de su reciente orgia. Toma su bata blanca y entra por la puerta que le da acceso a la Clínica Odontológica Barreto. Entrando camina a un totalmente esterilizado pasillo casi completamente blanco y bien iluminado donde hay un par de puertas al lado derecho y solo la puerta al salón de tatuajes al lado izquierdo. Avanza por un pasillo y justo al abrir una de las puertas su reloj empieza a emitir una alarma sonora. Apaga su reloj y se coloca una bata de papel desechable, una mascarilla verde y un par de visores desechables. Colocándose nuevos guantes de latex entra en una sala de atención donde en una silla de odontología le espera una chica de aproximadamente 21 años la cual viste una sencilla falda azul que cubre hasta debajo de sus rodillas y arriba una blusa roja de tela suave que no puede ocultar el sostén blanco de media copa que aprisiona sus bellos senos talla 34C. El doctor extiende su mano tentado a acariciar esas exquisitas tetas pero:

– “Todo a su tiempo Paola, todo a su tiempo.”

La boca de Paola esta abierta con un aditamento especial y una boquilla extrae el exceso de saliva. Sobre su rostro un visor de realidad virtual y unos audífonos la mantienen desconectada de la realidad, llenándole poco a poco con ordenes que se graban en el subconsciente de su aturdido y drogado cerebro, lo que permite al Dr. Barreto retirar el tubo nasal que le esta suministrando un gas muy parecido al que usara para aturdir y controlar a Elizabeth hacia unos minutos.

Unos momentos después el doctor ha terminado el procedimiento en la boca de su paciente y sin más le dice a la aturdida chica que poco a poco recobra la conciencia luego que el doctor le retirara el visor y los audífonos.

– Muy bien Paola, ¿ves que no fue tan complicado? Hasta creo que en un momento uno de nosotros se ha quedado solo en la sala.

Con una bella sonrisa Paola responde el comentario del doctor.

– Pues no puede culparme por quedarme dormida… si esa música es tan relajante y esos paisajes son divinos doctor.

– Me alegra que te guste este amigo que uso para relajar a mis clientas favoritas.

– Pues quiero que sepa que desde la primera sesión me encanta usarlo.

– Pero mira que sonrisa más hermosa hemos conseguido contigo Paola.

Acercándole un espejo a la chica ambos observan como los aperlados dientes de la chica forman una hermosa, brillante y simétrica sonrisa, lo que hace que la chica se sienta de las mil maravillas.

– Que sonrisa tan fantástica, parece magia, jamás pensé que pudiera verme así de bien… bueno por lo menos mi sonrisa.

– Pero que dices chiquilla, no ha sido magia mira que has tenido que venir muchísimas veces estos últimos 3 meses, pero con esa sonrisa y ese rostro pues eres una ganadora.

– Bueno doctor déjese de halagos que me va a hacer sonrojar. Ambos sabemos que debo hacer algo con mi cabello ahora que usted ha hecho su magia con mi sonrisa.

– Ummmm bueno en ese caso, creo saber que podrías hacer Paola.

El doctor se dirige a un estante y abriendo una gaveta retira una tarjeta de plástico la cual entrega a la chica que esta ya casi por salir del consultorio.

– Toma Paola, ellos me deben un par de favores, ¿conoces los Salones de Estética y Clínicas Baxter?… Diles que vas de mi parte…

La luz del sol termina entrando por las ventanas de la suite presidencial del Hotel Luxor Castel y en la gran cama principal las sabanas blancas hacen un fuerte contraste con la oscura piel de la agente de policía Vanessa Harper que duerme boca arriba con sus desnudos y argollados senos, los cuales marcan su respiración subiendo y bajando. Su respiración que a ratos parece alterarse pues ahora y como toda la noche a su mente han vuelto escenas de ella desnuda en un lugar parecido a una fabrica abandonada, donde en frente de dos machos vestidos de saco y corbata, los cuales beben y fuman habanos, comentan tranquilamente mientras ella es sodomizada por dos hermosas hembras que con consoladores ajustados a arneses en sus cinturas la someten a las más excitantes poses llenando cada uno de sus agujeros.

Los hombres siguen allí observando como la rubia de gorra de chofer mete el consolador por su culo y la chica de cabellos negros en traje ejecutivo usa su boca como un segundo coño metiendo y sacando un consolador de considerable tamaño. En su mente no hay un numero exacto de las veces que se corriera siendo cojida por esas dos chicas insaciables. Lo último que recuerda antes de perder el sentido es ser sostenida por las chicas, llevada a rastras a la limosina y ser metida, desnuda y húmeda, al porta equipajes de la limosina que ella detuviera. Luego solo oscuridad, oscuridad y excitación hasta despertar atada a la cama de ese hotel donde uno de esos hombres la usa como si de una muñeca sexual de plástico se tratara. La rubia esta allí observando y ayudando al hombre, la lengua de la chica entra en su culo mientras ella chupa desesperada la verga del macho. Luego la rubia la besa para acallar sus gemidos mientras la verga del macho entra y sale de su culo haciéndola vibrar como la cuerda de un violín. Tantas y tantas cosas han hecho con ella en esa habitación y lo peor de todo es que ella no ha sido capaz de detenerlos pues su cerebro se ha desconectado totalmente de su cuerpo y su cuerpo pide más y más sexo, haciendo de ella una vulgar perra en celo. Lo peor de lo peor era que a ella le ha gustado tanto que la usaran. Con ese pensamiento una sonrisa se dibuja en los labios de la aun dormida oficial Vanessa Harper.

Junto a Vanessa aun también dormido Bruno Giusseppe Toscanni, ni siquiera a tenido tiempo de pensar o soñar pues el total agotamiento después de horas y horas de someter física, mental y sexualmente a Vanessa lo han hecho dormir como un tronco. Su cuerpo se voltea boca arriba y sus manos instintivamente buscan el cuerpo caliente de Vanessa que descansa al lado derecho de la cama. Deslizando una mano entre sabanas encuentra el coño húmedo y caliente de la perra de ébano la cual solo responde con un leve gemido.

En el alfombrado suelo de la habitación, justo al costado de la cama, duerme acurrucada como un cachorro la abogada Michelle Vanderburgh. Su cuerpo desnudo esta hecho un ovillo donde su esplendido trasero de hermosas nalgas de color blanco llaman la atención, hasta que sus brazos liberan sus hermosos senos de aureolas rosadas donde ambos pezones lucen duros, no se sabe si por el frío de la habitación o simplemente por que ella no puede dejar de estar excitada. Lentamente empieza a despertar y sus piernas se extienden cuan largas son, colocándose a cuatro patas empieza a gatear hasta llegar al lado del Sr. Toscanni. Sus rubios cabellos caen a un costado de su cabeza y con sus ojos verdes observa la figura del macho al que en ese momento debe despertar. Levantando con una mano las sabanas mete su cabeza bajo ella y empieza a gatear y entrar a la cama cubierta por las sabanas, rápidamente encuentra el objetivo de su búsqueda y abriendo su boca engulle la verga semi erecta de Toscanni. Inmediatamente empieza a mamar y a masajear la verga con su boca y lengua hasta que esa verga termina por estar completamente erecta dentro de ella. Ella siente palpitar a aquel hermoso macho dentro de su boca y no puede dejar de envidiar la suerte de la otra chica que ha sido usada por el macho casi toda la noche y a ella solo le a tocado mamar o ser usada como un accesorio.

Bruno Toscanni despierta asombrado por la extraordinaria capacidad oral de Michelle y despejando las sabanas la encuentra saboreando su verga metiéndola y sacándola de su boca. Toscanni se toma un tiempo para observar a la rubia deleitarse con su trabajo y aun no puede creer que esa perra sea la asistente del Fiscal de Distrito de esa ciudad. Finalmente Michelle le observa y cuando esta ciento por ciento segura de tener toda la atención del macho le informa.

– Buenos días Sr. el Amo Robert me ha pedido lo despierte antes de las 10 de la mañana e informarle que saldremos al segundo recorrido a las 11 en punto de la mañana.

– Que hora es perra.

– Son las 9.30 de la mañana mi Sr.

– Muy bien, que debes hacer ahora perra.

– Debo ir a vestirme y preparar la limosina para servir a mi Amo Robert y a quien el me ordene.

– Entonces ve ha hacer tus deberes perra.

– Si mi Sr. como usted ordene.

Michelle se levanta de la cama y va siguiendo el rastro de ropas dejado desde la recamara hasta la entrada de principal. Luego se mete al baño a ducharse y cambiar sus ropas para bajar a preparar la limosina. En la habitación un completamente despierto Bruno Toscanni ahora toma el desnudo cuerpo de Vanessa y antes que ella este totalmente conciente empieza a meter su verga en el húmedo coño de la policía que responde con, primero leves y luego excitantes, gemidos a las embestidas que Toscanni da a su coño.

El macho se coloca sobre ella y ella solo se deja llevar por la excitación. Con un movimiento sin dejar de penetrarla Toscanni la coloca sobre él y la hace cabalgar, Vanessa sube y baja mientras dice.

– Por favor Sr. no se detenga… aaaaagggg necesito que me coja…. necesito correrme… ser una putaaaaa…

Toscanni la penetra mientras ve como los hermosos senos oscuros saltan arriba y abajo a cada embestida, finalmente la abraza y aprieta sus pechos contra él y ambos terminan casi al mismo tiempo y una agotada Vanessa cae rendida en sus brazos.

Toscanni puede ver como la sombra que observaba como se cojia a Vanessa ha desaparecido del umbral de la puerta de la habitación y escucha como se cierra la puerta principal de la suite presidencial. Michelle camina por el estrecho pasillo rumbo al ascensor privado tratando de acomodar su falda y lame sus dedos limpiándolos de sus propios jugos, después de masturbarse mirando como Toscanni usaba por enésima ves a Vanessa.

Minutos antes de las 11 de la mañana un completamente vestido Toscanni en traje ejecutivo negro y camisa blanca con corbata roja observa el cuerpo semiconsciente de Vanessa tirado boca abajo en la cama, de su culo y su coño aun escurren rastros de sus fluidos y su aturdido cerebro aun no logra reponerse de los últimos orgasmos. El celular de Bruno empieza a sonar y al contestarlo.

– “Buenos días Mr. Toscanni, espero que su noche fuera de su completo agrado”

– “Buenos días Robert, puedo decirte que no tengo quejas del servicio de tus actrices, han estado dignas de un Oscar”

– “Me alegra aun tenga ese excelente buen humor Toscanni, estoy en la entrada del hotel esperándole en la limosina”

– “Bajare en unos segundos. Ummmm Robert, ¿Que hago con la perra que aun sigue tirada en la cama?”

– “Descuide, Helen se encargara de recoger y limpiar ese paquete. Ahora tenemos que concentrar nuestra atención en otras cosas”

– “Ok en un momento estaré contigo”

Diciendo esto hecha una ultima mirada a la perra dormida y sale de la habitación rumbo a la limosina. En ese momento Robert cierra la llamada y sigue mirando como Michelle se esfuerza por complacer y atender la verga de su amo con su boca de experta mamadora. Mirando a Helen Robert le informa.

– Lleva de vuelta a la clínica a la nuestra nueva “K-9” y termina de cargar en ella el programa avanzado de obediencia, en unas horas nos encontraremos ok.

– Como usted guste señor.

– Mimy puedes volver a tu puesto y en cuanto llegue nuestro invitado llévanos al destino número 3.

– Si mi señor como usted ordene.

Los días han pasado rápidamente pero en la mente de Elizabeth el tiempo parece detenerse por la ansiedad de poder visitar nuevamente a Lourdes al Salón de belleza. Es una tortura tan grande esperar, los días son tan monótonos entre revisar la pornografía en la oficina y masturbarse en el baño, luego volver a casa y quedarse dormida mirando videos de perras siendo sodomizadas por uno dos o tres hombres o por un grupo de lesbianas que les usan como perras a cuatro patas y las escupen y las bañan en sus jugos o en el primer caso con su semen. Frente a todo esto Elizabeth solo puede meterse el vibrador en el culo y envidiar a tantas putas que son usadas en las fotos y videos que ahora se han vuelto su obsesión. Si no hubiera sido por la visita al salón de tatuajes definitivamente se habría vuelto loca de excitación. Aun no puede creer que terminara cojiendo con un par de perfectos desconocidos pero la excitación del momento y todo lo demás no le permitieron más que dar rienda suelta a sus instintos.

Finalmente Elizabeth estaciona el auto y camina intentando no correr hacia la Sala Estética Baxter. Una sonriente Angélica atiende a otra clienta y solo intercambiando una sonrisa le extiende una tarjeta electrónica a Elizabeth.

– Muchísimas gracias Angélica.

– Gracias a usted por volver a visitarnos Srta. Hills. Le esperan en la Sala 4.

Diciendo esto Angélica la observa de pies a cabeza casi desnudándola con la mirada. Elizabeth hoy viste una extremadamente corta minifalda que revela sus exquisitas y tonificadas piernas, las cuales en las ultimas semanas han tomado muchísima mejor forma pues Elizabeth empezó a alimentarse mejor y al igual que sus sesiones de masturbación diaria en casa, también inicio sesiones de ejercicios físicos para mantener su figura. Muchas cosas han cambiado pues sus zapatos han cambiado de sencillos medio tacones ejecutivos a extravagantes tacones de aguja de 3 pulgadas. Sus medias de seda sostenidas con ligero se pierden bajo la minifalda y sobre su torso una sencilla blusa, que intenta cubrir sus bellos senos que se pueden admirar por el prominente escote al frente, muestra sus duros pezones que se marcan de forma nada discreta en la tela de su blusa.

Abriendo la puerta de cristal Elizabeth casi no puede contener sus pies que están a punto de correr hacia la puerta marcada con el número 4. Se detiene frente a la puerta y antes de tocar la puerta se abre revelando el objeto de su deseo envuelto en un extremadamente ceñido traje de atención color blanco con el logo de la Clínica Baxter. Todo su cuerpo es una obra de arte delineada por el vestido blanco que resalta sus senos, trasero y cintura.

Lourdes la observa con una sonrisa y Elizabeth entra. Lourdes cierra la puerta tras ellas y coloca a Elizabeth contra la pared aprisionándole las muñecas con sus propias manos, la besa apasionadamente y Elizabeth forcejea por soltar sus manos para acariciar el cuerpo de la mujer que hace que todas sus noches sean una fantasía sexual de sueños húmedos. Lourdes levanta ambos brazos de Elizabeth y los coloca sobre la cabeza de la aprisionada chica. La presiona contra la pared con su propio cuerpo mientras continua besándola, Elizabeth siente como los senos de Lourdes la empiezan a aplastar y ahogar, ese aroma de perra en celo empieza a aturdir el cerebro de Elizabeth que sin resistencia deja que Lourdes con una mano retenga sus dos muñecas sobre su cabeza y que con su mano libre explore el coño de Elizabeth sintiendo la humedad de los jugos que ahora empiezan a escurrir por las piernas de la chica. Sacando las manos las coloca frente al rostro de la excitada Lissy.

– Bienvenida Lissy me parece que estas muy contenta de verme, lame mis dedos y déjalos limpios.

Elizabeth no puede contestar y empieza a limpiar con su boca sus propios jugos de los dedos de Lourdes, que cuando los siente limpios empieza a soltar los botones de la blusa de Elizabeth y bajándole el sostén de media copa libera los hermosos senos de la chica que toma sin demora con su boca que consigue provocar gemidos y la respiración acelerada de su paciente. Luego lentamente avanza, beso a beso y lamida a lamida, desde sus pezones por sus senos luego sube por su cuello y luego al lóbulo de la oreja mientras su mano izquierda aun sostiene las muñecas de Elizabeth sobre su cabeza y su mano derecha acaricia y aprieta los senos y pezones. Finalmente el asalto termina con su lengua entrando sin la menor resistencia en la boca de la atontada chica.

Elizabeth no ha podido reaccionar ante el ataque sexual desmedido de Lourdes, que la usa como a una muñequita. Ella deja que su estilista haga de su cuerpo un instrumento que solo emite gemidos de placer a cada caricia que la experta Lourdes le regala. Solo deja que la lengua de Lourdes entre en su boca y ella solo puede cerrar los ojos y sentir como su cerebro se va desconectando y sus pensamientos son regidos ahora literalmente por sus tetas y su coño que necesitan ser usados.

Poco a poco Lourdes va alejando su rostro del rostro de Elizabeth y beso a beso sus labios se van separando. Lourdes muy complacida ve como la controlada Elizabeth busca con los ojos cerrados los labios de Lourdes, extendiendo su rostro desde la pared buscando a ciegas los labios de Lourdes con sus propios labios. Al no encontrarlos abre los ojos y descubre a Lourdes riendo de su excitación. Elizabeth voltea el rostro apenada y su cara se pone roja como una cereza. Lourdes le suelta las manos y con sus dos manos aprisiona su rostro y la obliga a mirarle mientras le dice.

– Dime lo que eres Lissy

Una desmedidamente excitada Lissy solo atina a responder

– Soy una perra …y necesito que me uses.

– Buena chica Lissy, muy buena chica….

Elizabeth siente como el primer orgasmo de su tercera sesión con Lourdes nace desde su coño corre por su cuerpo y explota en su cerebro acabando con todas las ideas en especial todos aquellos miedos y frigidez que antes la caracterizaba. Lourdes la sostiene por los brazos y siente como Lissy vibra por el orgasmo que le provocara y la ayuda a llegar al centro de la sala, pues las piernas de Elizabeth son de gelatina. Un poco más recompuesta Lourdes la coloca a la mitad de la sala y simplemente se sienta en la silla de atención y mirando a la deshecha y sexualmente asaltada Elizabeth le ordena.

– Desnúdate para mi perra.

Elizabeth termina solo calzada de sus tacones de aguja en medio de un bulto de ropas y colores, observando como Lourdes abre su propia bata dejando al descubierto su coño y el arco de sus senos.

Sin ninguna orden y como una polilla que vuela a la flama de una vela, con el mismo resultado, Elizabeth termina de rodillas metiendo su cara en el coño de la cómodamente sentada Lourdes que no puede dejar de decirle lo rico que sabe mover su lengua, lo bueno que es obedecer y lo buena chica que es ahora. Las habilidades orales de Elizabeth terminan por hacer que Lourdes se corra rápidamente en la cara de la chica.

– Eres tan buena en esto Lissy… hiciste que me corriera como una puta, ven y ponte cómoda que voy a devolverte el favor.

– No, no creo que pueda… es que… me hice algo… bueno hice algo en mi para ti.

Diciendo esto Elizabeth se levanta y con sus manos separa sus labios vaginales revelando la pequeña argolla de su clítoris. Lourdes la mira detenidamente y levantándose le toma por la cintura y la nuca y le planta un apasionado beso que deja sin aliento a Elizabeth. Lourdes la coloca en la silla y acostándola se aleja de ella por un segundo y al volver le dice.

– Parece que no podremos hacer nada por ese hermoso coño hoy, pero en ese caso saluda a un amigo.

Lourdes coloca frente al rostro de Elizabeth un consolador casi del tamaño que ella acostumbra usar en casa, sin otra orden lo engulle en su boca y empieza a humedecerlo con su saliva mientras su culo empieza a dilatarse al darse cuenta del destino que lleva el nuevo amigo de Lourdes.

Minutos después una excitada y fuera de control Elizabeth esta a cuatro patas recibiendo el consolador de Lourdes en su culo mientras el desnudo cuerpo de Lourdes la embiste con un arnés desde atrás, arnés que sostiene el consolador, las velas aromáticas y el gas presente en la habitación no han hecho necesario el lavar los cabellos de Elizabeth y estos mismos elementos la mantienen tan dócil y excitada como para que no se de cuenta cuando Lourdes toma un aplicador de una mesita cercana, el cual contiene una carga de líquido azul. Apartando su cabello y deteniendo la embestida por el culo, con un experto movimiento inyecte una carga completa de nanomáquinas en la base del cerebro de Elizabeth que se siente flotar y ver estrellas por todo lo que hace Lourdes en un cuerpo, cuerpo que antes pertenecía a ella pero ahora es de Lourdes y ella puede hacer con él lo que le de la gana.

La limosina avanza entre el trafico de la ciudad y en pocos minutos logra llegar a una exclusiva área comercial de la ciudad la cual esta rodeada de grandes edificios de oficinas y comercios cercanos. Muchas personas caminan de aquí para allá ocupadas en sus propios asuntos y no es para nada fuera de lo común para las personas ver estacionarse una limosina frente a uno de los grandes edificios comerciales de la cuadra. De la limosina baja una extremadamente sexy chofer y abriendo la puerta salen dos hombres vestidos en elegantes conjuntos ejecutivos negros, los cuales simplemente entran al edificio más cercano.

Robert y Bruno Toscanni avanzan hasta el mostrador de la recepción del edificio y se identifican con la joven y coqueta recepcionista, la cual les entrega un par de credenciales que dicen en letra de molde “Visitantes”.

Ambos hombres suben hasta el piso 23 donde al salir del ascensor entran en un espacioso lobby donde otra hermosa y joven recepcionista les saluda amablemente.

– Ustedes deben ser los Doctores Sagel y Toscanni, el Licenciado Duval les esta esperando. Pasen por el pasillo última puerta al final.

– Muchísimas gracias bella dama, seria yo digno de que me regalaras tu nombre.

La chica al escuchar esto de boca de Robert siente como su rostro se torna color rosa y con una risita contesta.

– Soy Noris pero todos mis amigos me conocen por Nini.

– En ese caso es un placer ser tu amigo Nini.

Diciendo esto se despiden con una sonrisa y ambos hombres llegan hasta la puerta señalada donde sin demora la asistente del Lic. Duval les hace pasar a la oficina. Sentado en una silla de cuero un hombre de aproximadamente 55 años, vestido en una costosa camisa azul, y su saco gris descansa en el perchero al lado de su baston, les sonríe mientras les dice:

– Que gran placer tenerte aquí Robert, no tengo el placer de conocer a tu invitado.

– El es Bruno Toscanni, Sr. Toscani el es Jean Phillipe Duval uno de mis socios. Toscani esta invitado a la ciudad para ofrecerle una muy poco usual mirada a nuestra operación y ver si en lo futuro nos puede colaborar con sus expertas habilidades.

Levantándose de la silla Duval estrecha la mano de Toscanni y sin más les invita a sentarse

– Un honor para mi conocerle Sr. Toscanni, Robert nos había comentado la posibilidad de entablar “nexos” comerciales con usted. Que le ha parecido la visita hasta ahora.

– Pues un gusto Mr. Duval, su operación ha captado mi atención y la visita ha sido muy… estimulante podría decir.

Los tres hombres ríen mientras se ponen cómodos en las sillas. El primero en hablar es Robert.

– Como te había comentado Jean Phillipe, el Sr. Toscanni esta en la posibilidad de apoyarnos en nuestro problema de liquides.

– Cualquiera que te escuchara Robert pensaría que estamos en números rojos.

– Al contrario, el negocio cada vez es más rentable pero…

– Pero eso es el por que de mi visita a su ciudad. Su operación empieza a tomar cada día un mayor tamaño, lo que implica que las antiguas formas de enmascaramiento y manejo de los activos cada vez son más deficientes. Lo peor de todo es que las autoridades podrían llegar a sospechar de los manejos de capital producidos por sus operaciones. En pocas palabras mientras más operaciones más dinero, mientras más dinero más ojos sobre ustedes.

Robert me contacto hace unos meses y me explico en una forma muy resumida la situación actual En este momento puedo ofrecerles poder mover todas sus transacciones comerciales con la mayor discreción que necesiten. Igualmente poder colocar sus activos en cuentas cifradas en por lo menos 7 bancos internacionales de los cuales soy accionista.

– Me parece muy interesante su colaboración, pero les pido me acompañen a la sala de juntas, suelo pensar mucho mejor en cierto ambiente con ciertas atenciones.

Los tres hombres caminan por los pasillos de las elegantes oficinas de la firma de abogados que dirige Duval. En los diferentes cubículos se pueden ver lindas oficinistas ocupadas al teléfono o procesando documentos legales en las computadoras de la compañía. Al centro de las oficinas todos entran a una sala de juntas de paredes de cristal transparente en la que hay una mesa central y varias sillas, al igual que una serie de variados dispositivos electrónicos los cuales son controlados por un mando central el cual esta en la cabecera de la mesa de juntas, cabecera que es tomada por Duval, Robert se sienta a su derecha y Toscanni a la izquierda.

Tomando un teléfono en Licenciado Duval dice:

– “Por favor Noris, localiza a Sofía y a Daniella y pídeles que me acompañen a la sala de juntas”

– “Enseguida Licenciado, ¿algo más?”

– “Solo eso Noris”

Cerrando el intercomunicador Duval y sus invitados continúan conversando hasta que dos hermosas mujeres vestidas en costosos conjuntos ejecutivos de faldas y saquito en gris y la otra en azul oscuro entran en la sala de juntas. Ambas mujeres calzan zapatos de tacón de aguja y visten medias de seda a juego con sus conjuntos ejecutivos

– Hablando de beneficios caballeros. Estas son Sofía Alcazar y Daniella McMullen, como ven dos de las más bellas abogadas de mi firma. Igualmente las más inteligentes y eficaces colaboradoras de mis negocios.

Diciendo esto ambas mujeres sonríen y se presentan estrechando las manos de Robert y Bruno, tomando asiento miran con curiosidad y sonrisas al Licenciado Duval.

– ¿Podríamos saber en que podemos ayudar a sus invitados licenciado?

– Pues Sofía, el Sr. Toscanni esta en nuestra ciudad para iniciar una serie de negocios con nosotros a lo cual nos ha pedido podamos hacerle ver la calidad de nuestros servicios y dejarle convencido de que debe hacer negocios con nosotros.

– En ese caso bienvenido a la ciudad, créame que no encontrara un mejor lugar para vivir y hacer negocios, vine de Monaghan Irlanda hace casi un año y no me he podido ir de esta ciudad, diríamos que estoy enamorada del lugar – diciendo esto la hermosa pelirroja de ojos verdes les deslumbra con una sonrisa que podría iluminar la noche mas oscura. – ¿a que se dedica usted Sr. Toscanni?

– Pues estoy en el negocio familiar, soy dueño de casinos en Italia y de algunos bancos en Suiza.

Los vivaces ojos miel de la bella Sofía de rasgos latinos exquisitamente marcados no hacen más que mirar con curiosidad a Robert mientras este juega distraídamente con su agenda electrónica.

– Pues eso es muy interesante Sr. Toscanni, y cual es su negocio Dr. Sagel.

Robert levanta la vista de su agenda y mirando fijamente a las dos hermosas chicas les responde.

– Pues me dedico al comercio internacional. Obtengo los más bellos artículos de colección y los vendo al mejor postor… pero si me preguntan cual es mi profesión simplemente les diría que soy un Alquimista.

Todos en la sala ríen al escuchar esto y ambas mujeres lo observan con mucha mayor curiosidad. Daniella toma la palabra y le dice entre sonrisas.

– ¡Vaya, un Alquimista!, un raro termino en nuestros días… podría explicarnos mejor Dr. Sagel, sí es lo que estoy pensando debe ser una profesión muy redituable económicamente.

– Pues con mucho gusto les comentare y vaya que es redituable, tanto que no tienen la menor idea de cuan redituable es – Robert se levanta con su agenda en las manos y lentamente camina hacia ellas mientras les dice – Yo tomo un objeto compuesto por piel, tejidos, órganos internos, sesos, huesos, músculos y demás y simplemente les convierto en oro.

Ambas chicas lo observan como si lo que dijera no tuviera el más mínimo sentido, mientras Robert acciona un comando en su agenda, la cual empieza a emitir un sonido el cual llega a los cerebros de ambas mujeres. En las cuales poco a poco las sonrisas empiezan a desaparecer y en sus ojos un vacío de pensamientos y miradas distantes es lo único que se puede apreciar.

Robert se coloca detrás de las chicas y Duval acciona un botón en el tablero de mandos el cual automáticamente traba las puertas de acceso a la sala de juntas, enciende unas lámparas de techo que simulan la luz diurna. Para sorpresa de Toscanni todas las paredes de cristal transparente al recibir una descarga eléctrica de una frecuencia especifica, van cambiando desde un tono gris humo hasta un negro media noche completamente oscuro, el cual no permite que nadie fuera de la sala de juntas vea lo que sucede en el interior de esta.

Ambas mujeres siguen sentadas sin decir nada y sin moverse. Robert con su mano aparta el negro cabello de Sofía y en la base del cráneo encuentra un tatuaje compuesto por una serie de líneas verticales y una escritura exótica parecida a caracteres japonés, el cual esta enmarcado en líneas que caracterizan los tatuajes tribales. Robert coloca su agenda sobre el tatuaje y la agenda empieza a emitir un haz de luz láser color azul, el cual hace un barrido en el tatuaje de al chica. Duval ayudado por su bastón ha llegado junto a la aturdida Daniella y abriéndole la blusa y liberando el seno izquierdo del sostén de encaje que usa la chica, hace un barrido láser justo encima de un tatuaje similar al de Sofía que Daniella usa en su seno.

Ambos hombres vuelven a sus puestos y presionando un botón en sus agendas pueden ver como ambas chicas vuelven a la realidad. En sus ojos ya no hay pensamientos solo deseo y lujuria al mirar a ese grupo de machos sentados a la mesa.

– Muy bien chicas que pueden decirnos de ustedes.

– Somos unas perras sumisas y dóciles

– Estamos a sus servicios para lo que deseen.

– Topless – es la única palabra que Duval menciona.

Ambas chicas en segundos se quitan toda prenda que visten por encima de su cintura. Sus hermosos senos suben y bajan al compás de sus aceleradas respiraciones al sentir el aroma de esos machos que las acompañan en esa sala, al exterior de la cual la vida continua con total normalidad, pues es muy común las reuniones en el “hoyo negro” como lo llaman las chicas de la oficina. Los teléfonos suenan, las oficinistas escriben en sus computadoras, las secretarias caminan por los pasillos contiguos a las paredes negras, y adentro ambas chicas con sus pezones argollados siguen a la espera de las órdenes verbales o vía electrónica que puedan recibir de sus dueños. Los hombres las observan dóciles e indefensas.

Robert muestra a Toscanni la agenda que este examina con curiosidad mientras Robert le explica.

– Cada una de nuestras nuevas perras ha sido marcada con un tatuaje que contiene la información necesaria para que este pequeño dispositivo pueda leer el código oculto en el tatuaje. Con esto código y los datos personales de las perras, las agendas se convierten en controles remotos que junto a los receptores de señal inalámbrica que hemos puesto en las perras las convierten en nuestros juguetes sexuales. Toscanni con una sonrisa les comenta a sus compañeros.

– ¿Han notado que su nivel de perversión parece no tener limites?

– Hay algo de malo en que mezclemos algo de placer mientras hacemos negocios.

– Pues por mí no hay nada malo caballeros, pero si me lo permiten les pediría que las hicieran besarse antes que las pobres perras exploten de ganas.

– Pues usted es el invitado Bruno.

Bruno se levanta y camina hasta quedar en medio de las dos chicas y tomando sus cabezas les ordena.

– Bésense.

Las lenguas de ambas chicas empiezan a explorar la boca de la otra y sus bocas se funden en un beso apasionado, el cual es la delicia a Bruno que las sostiene desde la parte de atrás de sus cabezas. Sus cabellos sueltos en tonos negros y rojizos caen sobre los redondos y firmes senos de las hasta hace unos minutos inteligentes y vivaces abogadas.

– Dígame Bruno como piensa lograr todas esas maravillas que me ha comentado. Este espacio es totalmente seguro así que hábleme con total libertad.

– Pues digamos que “en la simplicidad esta el arte”. Cada uno de sus clientes podrá tener acceso a una base de datos cifrada, vía Internet o a través de una línea telefónica segura, en la cual podrán ofertar por los servicios de sus profesionales. Estos pagos por los servicios se enmascararan como apuestas a eventos en casinos y casas de apuestas que yo controlo, así los pagos pasaran con total transparencia de las cuentas de sus clientes a cuentas seguras que ustedes tendrán en mis bancos.

– Interesante propuesta, aunque aun no me ha dicho lo más importante, cuanto nos costara el hacer uso de sus casinos y bancos para enmascarar nuestro exceso de liquides.

– Pues tendría que sentarme a conversar ciertos puntos con Robert y poder llegar a un acuerdo del todo beneficioso para ambas partes.

– Me parece bastante bien pensado el sistema de manejo de activos, aunque tengo algunas dudas sobre la seguridad del sistema y las…

Mientras los machos discuten los detalles del negocio las perras han dejado de besarse y acariciarse. Mientras Toscanni les informa las medidas de seguridad que el sistema implementaría Daniella ha gateando a cuatro patas debajo de la mesa de juntas y su espalda de piel blanca cubierta de pecas se pierde bajo la mesa y solo sus radiantes cabellos rojos como el fuego sobresalen del borde de la mesa, mientras ella ahora devora la verga del Licenciado Duval, el cual sostiene la cabeza de la pelirroja sumisa marcándole el ritmo de la mamada. Sofía ha subido a la mesa y acostada en medio de la mesa abre sus piernas revelando su coño que rápidamente empieza a bombear con sus dedos, primero dos y luego tres, lo que hace que su coño quede completamente empapado de sus jugos al igual que sus dedos.

Robert continúa escuchando los detalles mientras Sofía sigue masturbándose sobre la mesa. Con un toque en la pantalla de la agenda Robert hace que Sofía se corra como una puta. Las explicaciones de Toscanni terminan por convencer al escéptico Duval. Igualmente Daniella termina de ordeñar la verga de Duval y con una orden toma asientos en las piernas de su jefe el cual empieza a acariciarle y besarle los blancos y redondos senos. Mientras, ambos observan como Sofía es colocada sobre la mesa por Robert y Toscanni en forma tal que Toscanni pueda mamarle el delicioso y depilado coño, mientras Robert mete su verga en la boquita preciosa de la chica que le observa con ojos de lujuria, la cual le mama la verga y ahoga sus gemidos al sentir como primero la lengua y luego la verga de Toscanni exploran su encharcado coño.

Minutos después Robert y Toscanni terminan corriéndose sobre el cuerpo de la agotada Sofía. Ella permanece acostada desnuda sobre la mesa de juntas. A una mirada de Duval, Daniella se levanta y dejando caer su falda, se coloca sobre la mesa y gatea hasta quedar sobre el cuerpo ardiente de Sofía y con su boca limpia cada gota del semen que cubre sus senos, su abdomen y su rostro. Su lengua recorre la piel de Sofía hasta que termina dejándola totalmente limpia y sonriendo entre ellas terminan besándose y devorando los rastros de semen de sus bocas.

Una completamente agotada Elizabeth descansa sobre la silla de atención donde Lourdes la ha colocado después de cojersela una y otra vez por el culo, el cual en ese momento recibe las caricias y atenciones de la lengua de Lourdes. Elizabeth simplemente deja que ella haga lo que quiera con su cuerpo, el cual ha sido conectado a las computadoras de monitoreo y sobre sus ojos y oídos, Lourdes a colocado los audífonos y el visor de realidad virtual por los cuales los mensajes y ordenes que la mantienen hecha una puta son reforzados en su aturdido cerebro. Todas y cada una de las órdenes ahora apuntan a que ella necesita ser obediente y dócil. Ella necesita mantenerse en forma y comer saludablemente, ella necesita vestir sexy y sentirse sensual para complacer a quien le domina, para ser un juguete sexual y ser usada como tal.

Elizabeth ya no opone ni la más minima resistencia a que jueguen con sus sesos. Lourdes coloca un aparato mecánico que inserta en el culo de la chica y activándolo inicia a meter y sacar un consolador en el culo de la domesticada arquitecta, la cual no hace más que gemir de placer al recibir las embestidas del aparato mecanico.

Lourdes observa a Elizabeth gemir mientras revisa las lecturas en el monitor oculto en uno de los muros de la sala donde, ya sin sorprenderse, observa los niveles de respuesta que marcan el avance de la domesticación de Elizabeth:

“Tercera semana: Candidata N00104, Elizabeth Hills; 23 años; Arquitecta; Nivel de Libido: 9.5; Nivel de Condicionamiento: 9.8”

Volviendo junto Elizabeth deja que sus manos acaricien los deliciosos senos de su domesticada paciente. Inclinándose sobre el pecho de la chica empieza a mamarle los endurecidos pezones, su lengua masajea los pezones y sus manos acarician sus pechos. Casi no puede esperar para implantar en el cerebro de Elizabeth la orden de aumentarse los pechos. Esta segura que en un pestañear la putita estaría visitando la Clínica Estética Baxter donde terminaría con un nuevo par de pechos y un cerebro totalmente controlado. Elizabeth sería la quinta chica que ella ayudaba a convertir en una completa y dócil sumisa.

Parecía que hacia años que ella misma había pasado por el proceso de conversión, ya en su cerebro casi no quedaba el menor recuerdo de su vida anterior cuando trabaja como enfermera de emergencias en una ciudad cercana. Había llegado de paseo a la ciudad y al encontrase con una antigua amiga esta la había llevado a conocer un exclusivo salón de belleza. Esa misma noche había salido de su hotel y se había quedado en casa de su amiga y a la semana se habían convertido en pareja, aunque nunca Lourdes había pensado siquiera en vivir una aventura con otra chica. En pocas semanas no había momento en que no estuvieran teniendo sexo. Aun los vellos dorados de la piel se le erizaban desde los pies a su cabeza al recordar como su amiga una noche la sostenía de la cintura con una mano y con la otra acariciaba su senos, Lourdes completamente desnuda y sentada en las piernas de su amiga, esta ultima la penetraba por el culo con un consolador, mientras ella llamaba a su antiguo trabajo y para sorpresa de su jefe inmediato, le anunciaba que ella renunciaba y que no volvería a su ciudad de origen pues había encontrado un mejor trabajo y una nueva vida. La vida de Lourdes antes de ir a ese salón de belleza con su amiga era un completo vacío y oscuridad en su mente, pero no era importante recordar, pues sus más excitantes recuerdos fueron después de esa visita. Recuerdos como aquel día que su amiga la llevo a la Clínica Baxter a hacerse su tan anhelado aumento de busto y de camino a la clínica su amiga solo reía al verla sentada en el asiento del acompañante del auto, mientras Lourdes se metía un consolador por su recién argollado coño.

Los pensamientos de Lourdes vuelven al presente al escuchar como se abre la puerta oculta en la pared de la sala VIP. Al voltear Lourdes observa a dueña Helen entrar acompañada de dos hombres, a lo que el húmedo coño de Lourdes reacciona humedeciéndose más si eso es posible. Uno de los hombres observa con gran curiosidad a la atada Elizabeth siendo sodomizada por la máquina y domesticada por los equipos que cubren y saturan todos sus sentidos.

Hacia escasos minutos Robert y Toscanni habían terminado la junta con Duval, el cual con dos toques en su agenda había hecho que ambas perras se vistieran completamente y ordenándoles recordar una amena conversación de negocios, habían vuelto a la normalidad. Sofía sin quitar los ojos de Robert le había comentado:

– Ha sido un placer conocerles caballeros y espero que podamos hacer negocios con ustedes.

Por su parte Daniella mucho más en confianza les había comentado.

– Estaría gustosa de poder ayudarles en todo lo que se les ofrezca caballeros.

– Mis colaboradoras son expertas en hacer que el cliente se sienta tan a gusto como en su propia casa. Espero que esta visita terminara por convencerlo de que somos lo que ambos necesitamos para conseguir el éxito.

Con una sonrisa Robert escucha a Toscanni decirles mientras se pone de pie en la sala de juntas, la cual con un toque en el control principal vuelva a ser transparente.

– Mr. Duval, de por hecho que nos espera una larga y muy fructífera relación comercial.

Estrechando las manos de los presentes Robert y Toscanni se despiden.

– Una ultima cosa – Dice Robert al quedar solo los tres hombres – No has pensado en darle un bono a Nini para que nos visite y poder hacerla más hermosa.

– Tú también la notaste, la pondré en el siguiente embarque.

Saliendo del edificio ambos hombres caminan hacia la limosina. Robert con una sonrisa triunfante avanza al frente, caminando entre la gente en las calles, la gran mayoría mujeres oficinistas de los comercios y las empresas del área. Deteniéndose un momento y volteando le comenta a Toscanni.

– Pues así como lo ve, este es el lugar donde captamos la gran mayoría de la materia prima para nuestra operación.

– La verdad debo admitir que el producto terminado supera mis mayores expectativas, aunque debo decirte que no estoy claro en el mecanismo que utilizan para lograrlo.

– En ese caso debería mostrarte como empieza el proceso de conversión.

Cruzando la calle, llegan a una plaza de comercios y locales en los cuales casi a la mitad de la cuadra pueden ver la entrada a la Clínica Estética Baxter. Los hombres pasan frente a la clínica y Robert se detiene frente a un local comercial junto a la clínica donde pasando una tarjeta electrónica la puerta de acceso se habré dejándolos entrar a una oficina común y corriente, la cual se encuentra completamente vacía. Caminando por un pasillo Robert activa otra cerradura electrónica y por un acceso secreto entrar a la Sala de Estética Baxter. Ambos hombres se encuentran con Helen en su oficina oculta en la Sala Estética y luego de apreciar vía circuito cerrado los últimos orgasmos de Lourdes y Elizabeth ahora entraban en la sala donde la controlada chica solo podía gemir al recibir placer por su ano.

– Sr. esta es una de nuestras últimas perras en ser domesticadas, nuestras técnicas han mejorado extraordinariamente reduciendo la capacidad mental de las candidatas y haciendo que sus niveles de libido sean tan altos que ellas prácticamente se vuelven adictas a ser controladas por nosotros. El tiempo de condicionamiento hasta hace muy poco era de 4 sesiones pero poco a poco hemos estado bajando ese tiempo a 3 sesiones, pronto tendremos acceso a muchísimo más tecnologías y es probable que podamos tener perras en un plazo no mayor a 15 días.

– Debo felicitarte Robert esta operación es sin duda una de las más ambiciosas y mejor ejecutadas que he conocido.

– Pues solo me resta decirle que para nosotros sería de gran beneficio contar con su colaboración Sr. Toscanni.

– Llámame Bruno, y no tengas duda en que estaré con gusto anuente a cooperar con la operación

Mientras los hombres conversan una excitada Lourdes es puesta a 4 patas y Helen le coloca un collarín y cadena al cuello, luego simplemente la lleva una silla donde se sienta y coloca a Lourdes a comerle en coño mientras le acaricia los rubios cabellos.

– Solo una cosa esta pendiente… ¿cuales serian sus honorarios Sr. Tosca…. Bruno?

– Pues lo propuesto por Duval me parece lo justo en cada transacción. Pero te diré algo mejor Robert. Mi ganancia será la mitad de lo que ustedes me proponen, ambos sabemos que a mi no me hace falta el dinero…

– Pero hay algo que necesita.

– Eres un hombre inteligente Robert de eso no hay duda. Todo tiene un precio y mi colaboración con ustedes también lo tendrá, pero como sabrás hay cosas que ni todo el oro del mundo puede conseguir para un hombre.

Diciendo esto Bruno extiende un documento a Robert y al revisarlo Robert mira a Bruno fijamente, en el rostro de Bruno no hay en menor signo de duda. Luego Robert extrae del documento una foto y después de meditarlo unos minutos dice.

– No será fácil pero la vida esta llena de retos a superar.

Continuara…
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Relato erótico: “Las Profesionales – Casa de marionetas esclavas 1” (POR BLACKFIRES)

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JEFAS PORTADA2En un exclusivo barrio residencial a las afueras de la ciudad, donde las mansiones son de dos a tres Sin títuloniveles, con muchísimas habitaciones, rodeadas de muy cuidados jardines y árboles frondosos al frente, a los costados y sin dejar de lado la elegante piscina trasera de la mansión, la agitada vida de una familia continúa sin novedades aparentes. James Baxter esta sentado a la mesa de la cocina leyendo el periódico del día, mientras todo el lugar se llena con el aroma del café mañanero preparado por su empleada Rossana que ahora viste su usual uniforme blanco y negro de empleada doméstica mientras termina de preparar el desayuno para Susan Baxter que se ocupa apuntando cosas en su agenda electrónica justo antes de salir para comenzar un nuevo día de trabajo.

Escaleras arriba el murmullo de sus hijas llena la casa pues ambas se preparan a irse de fin de semana a las montañas nevadas donde sus amistades darán una fiesta de despedida de vacaciones.

– Niñas a desayunar, es la tercera vez que les llamo, no estoy para perder el tiempo.

La voz de Susan llena la casa al tiempo que mirando a Rossana le ordena.

– Ve y diles que bajen de una buena vez pues si no, no podré despedirme de ellas, debo salir ya o llegaré tarde a la oficina otra vez.

– Si señora.

Rossana sube al primer piso y tocando la puerta de la habitación de Melissa, Rossana toca dos veces más y luego de murmullos y cuchicheos una muy molesta Melissa abre la puerta gritándole a la cara a Rossana

-¿QUÉ?

– Señorita Melissa su madre dice que por favor baje a desayunar por que…

– No me jodas…

Rossana no ha terminado de hablar y la puerta del cuarto se cierra con un sonoro golpe. Melissa camina descalza hacia su cama vistiendo un cortísimo “baby doll” casi transparente, lo que dificulta sobremanera ocultar sus hermosos senos y sus muy bien torneadas caderas y nalgas, justo antes de llegar a la cama, la puerta del baño de su habitación se abre y una hermosa chica de cabellos castaños oscuros y brillantes ojos miel sale solo envuelta en una toalla blanca, camina hasta el borde de la cama donde Melissa ya esta sentada y le pregunta.

-¿Qué fue tanto alboroto?

– La estúpida desubicada de la empleada que viene a tocarme la puerta, ¿Quién se cree ella para venir a apresurarme en mi propia casa? La deje hablando con la puerta en las narices y le dije que no me jodiera la mañana.

Valeria sonríe al ver irritada a Melissa y sin decir nada suelta el nudo de su toalla, la cual cae libremente al suelo revelando su cuerpo desnudo en el cual destacan sus preciosos y redondos senos con aureolas rosadas, su abdomen planísimo, su depilado coño, que junto a su trasero respingo, sus delineadas caderas y su carita de muñeca aun tienen la piel húmeda después de la ducha mañanera. Melissa la observa a los ojos y va bajando su mirada hasta su coño mientras entre risas Valeria le comenta.

– Muy bien Mely en esta casa las únicas con derecho a joder somos nosotras.

Sin decir más Melissa se levanta sonriendo y rodeando la cintura de Valeria con sus brazos la atrae hacia ella y la besa apasionadamente, mientras Valeria con extrema destreza desliza sus dedos índices debajo del baby doll de Melissa y con un movimiento practicado mete sus dedos debajo del elástico de las bragas de Melissa y esta última abriendo ligeramente las piernas hace caer al suelo la tanguita a juego con el baby doll, justo después Valeria se va arrodillando frente a Melissa y recibe en su nariz el delicioso aroma proveniente del coño de Melissa, que sin intercambiar palabras recibe la lengua de la chica desnuda recién bañada en su coño mientras con sus manos acaricia los cabellos castaños de su amiga.

En el pasillo Rossana camina el corto trecho que separa las habitaciones de las chicas y casi esta por llegar al cuarto de Samantha. Dentro de la habitación Samantha conversa con su novio que no ha visto en meses, en su computadora personal esta abierta una sesión de webcam y ella conversa con el a través de un micrófono audífono inalámbrico.

– “… pero es que mis padres han estado fastidiando con esto de estar más tiempo juntos y sus tonterías de ser una familia feliz… “

– “Oye estoy fastidiado con eso Samantha, desde que nos vimos en Roma no he estado contigo y sabes cuanto me cabrea eso”

– “Lo sé muy bien baby ¿pero que quieres que haga?, mi madre presiona mucho y mi padrastro es una verdadera molestia… ya pronto inician las clases y tendremos tiempo para ambos, en la fiesta tendremos tiempo… te apetece, tengo para ti una muestra de todo lo que podrás disfrutar los próximos meses…”

Diciendo esto Samanta desliza por sus hombros las dos pequeñas tiras de tela que sostienen una minúscula blusita sin mangas que cubre sus redondeados senos que se mueven libremente sin sostén, lentamente va tomando con sus manos los hermosos senos y la blusa cae enrollada en su cintura mientras sus manos cubren sus pezones

– “Ummmmm Sammy ya me había olvidado lo grande que son esos senos y las ganas que tengo de mordértelos”

– “Yo no olvido lo rico que es sentir tu boca en ellos mientras me llenas el coñito”

– “Masajéalos, aprieta los pezones nena…”

– “Eres un pervertido… por eso me encantas…”

Samantha empieza a masajear sus senos y a apretar sus pezones mientras pone su mirada más puta y saca la lengua sugestivamente hacia la cámara. Una de sus manos abandona sus pechos y haciendo hacia atrás la silla de escritorio que ocupa separa sus piernas dejando a la vista su depilado coño sin bragas debajo de la minifalda azul que usa. Rápidamente mete dos dedos en su boca y los llena de saliva, llevándolos a sus labios vaginales los cuales igualmente húmedos reciben sus dos dedos dejándoles entrar y salir rápidamente de aquel hermoso coño, mientras con su otra mano acaricia esos pechos que ya muestran unos duros pezones frente a la cam.

– “¿Así te gusto baby o me quieres mas puta?”

– “Eres una zorra con esa boquita… date más fuerte y más rápido, así te daría yo…”

– “Si baby así quiero que me des… “


Samantha sigue metiendo y sacando sus dedos de su excitado coño y gotitas aperladas de sudor aparecen bañando su frente y sus pechos, su excitación aumenta a cada segundo y empieza a llegar a su anhelado orgasmo mientras cierra los ojos y escucha como su novio le dice lo puta zorra que es, ese trato que el le da es tan humillante pero a ella siempre le había gustado ser tratada así, claro todo esto solo entre su novio y ella, pues ella es la hija de los Baxters y debe cuidar de su imagen pública. Una especie de descarga eléctrica recorre su espalda y siente que por fin esta por llegar a aquel orgasmo que la tiene loca de tanto buscarlo, hacia más de tres semanas que por alguna maldita razón siempre terminaba frustrada masturbándose sin llegar al orgasmo, empieza a temblar mientras escucha “Eso putita..”, “mira que mojada”, “Sigue…” y…

Tres golpes en la puerta la traen de vuelta a su realidad y antes de atender la puerta se empieza a ajustar la ropa, avanza a la puerta y se encuentra con Rossana.

-¿QUE?

– Disculpe señorita Samantha pero su madre dice que la esta esperando para desayunar.

Esta vez Rossana pudo entregar el mensaje completo antes de casi recibir en la nariz la puerta del cuarto de la mayor de las niñas Baxter.

Unos 20 minutos después Samantha baja lista para salir, seguida por Melissa y Valeria igualmente listas. Susan Baxter esta sentada a la mesa y mira incrédula como sus hijas entran a la cocina y toman un vaso de jugo de naranja y una o dos tostadas, y se disponen a irse.

– Un momentito señoritas yo no estoy pintada en la pared.

– Hola Mom, estamos retrazadas y no queremos llegar tarde.

– Su padre y yo las hemos esperado por lo menos tengan la amabilidad de despedirse niñas.

– Bye mon…

Michael Baxter no aparta la vista de su periódico mientras escucha la usual discusión madre hijas, escucha a las chicas ir abandonando el cuarto.

– Niñas su padre esta aquí también…

– Mom estamos retrazadas…

Susan Baxter se levanta de la mesa y las observa con su mejor rostro de “Hagan lo que yo digo o…”, desde que se había casado con James Baxter cuando las chicas eran adolescentes las cosas habían cambiado, unas para bien otras para mal. Las relaciones entre padrastro e hijas siempre fueron tensas, la frase “el no es mi padre” siempre se escucho en las discusiones, pero por otro lado Mr. Baxter les había dado a ellas posición social, estabilidad económica y lo más importante muchísimo poder, por lo que ellas cambiaron su apellido; ambas chicas se detienen y justo en la puerta de la cocina ambas dicen en coro.

– Bye Jimmy…

Mr. Baxter sin siquiera apartar la mirada de su periódico levanta una mano a modo de saludo y las chicas salen de la casa y suben a la camioneta todo terreno de Samantha, Melissa sube al asiento del acompañante del conductor, mientras Valeria se instala en el asiento trasero de la camioneta. Las hermanas para variar discuten sobre el disco compacto que escucharan en el viaje, finalmente el auto avanza mientras ahora la discusión gira en torno a cual es la vía más rápida para salir de la ciudad y llegar a las montañas.

– Te dije que tomaras la ruta del parque, vamos a estar atascadas aquí por horas Sammy.

– No creí que estaría tan mal este maldito tráfico y ya deja de decirme lo que tengo que hacer.

– Niñas, niñas basta… acepte viajar con ustedes pero no para escucharlas pelear todo el camino.

Rato después la camioneta esta casi inmóvil ante una fila de autos, en una de las vías que sale de la ciudad.

– Así nunca vamos a llegar a… ufff Sammy que tal si te digo que tenemos que volver a casa.

– Que tal si te digo que te bajes de mi auto y vuelvas caminando.

– Noooo en serio Sammy necesitamos volver, por favor, por favor…

Varios minutos después y varios gritos histéricos de Samantha luego de que Melissa la convenciera de volver a casa y de sortear el tráfico de la ciudad en dirección contraria a su destino, una enfadada Melissa baja del auto frente a su casa y camina rápidamente hasta la mansión y abre la puerta trasera de la casa, toma las escaleras subiendo a su cuarto donde bajo su cama tiene guardada una bolsa de papel de donde extrae un nuevo consolador con correas para ajustarlo a la cintura. Este nuevo juguete le proporcionaría horas de diversión junto a Valeria… La misma Valeria que en ese mismo momento aburrida de esperar a Melissa se acomoda en el asiento trasero del auto de Samantha, apoyándose en el respaldar del asiento del conductor y con su mano derecha la lleva hacia delante y acaricia sin rodeos el abdomen firme de Samantha que con una mano en la cabeza esta contando hasta 10 antes de perder completamente la calma por el enfado.

– ¿Se puede saber que intentas?

– Nada yo solo te veo demasiado tensa y tu cara enfadada pues no le hace justicia a tu belleza.

– Déjate de idioteces y siéntate a esperar OK

Valeria desliza su mano desde el vientre de Samantha y rumbo al sur pasa por su cadera y la coloca debajo de la minifalda de la chica acariciando el muslo de la mayor de las hermanas Baxter.

– Por favor Sammy tú sabes que no me gusta verte enfadada, me gusta más verte reír o… gemir.

– Aun no me explico como mi hermanita no se ha dado cuenta lo puta que eres Valeria.

– Si soy tan puta como dices no sé por que entonces te dejaste hacer tantas cosas aquella noche, aun recuerdo lo rico que la pase mamándote ese delicioso coñito y esas tetas hermosas.

Samanta toma la muñeca de Valeria justo en el momento que la mano de esta última empieza a entrar más y más profundo en su entrepierna rumbo a su coño, tomándola con fuerza la retira de sus piernas y la lanza a un lado con total desprecio.

– Tu lo dijiste “me deje hacer” pues ese día estaba ebria y a parte de todo eso solo fue una vez y fue hace un año, igual no soy lesbiana y mucho menos puta como tu, así que deberías superarlo nena.

– ¿Olvidarlo? Como crees si desde que volvieron solo pienso en el momento de meterle mano y comerme esas deliciosas nuevas tetas que tienes Sammy, no sabes lo apetitosas que te han quedado.

Dentro de la casa Melissa baja del primer piso y decide salir por la puerta del frente, avanza por el pasillo y al acercarse a la cocina escucha ruidos y voces, le es extraño por que a esa hora solo la empleada quedaría en casa, en su mente le viene la idea de que pudiera ser que su putita empleada luego que todos se vayan reciba compañía. Lenta y silenciosamente se aproxima a la puerta de cristal que separa la cocina del resto de la casa, en primer lugar puede ver a Rossana acostada en la mesa de la cocina, sus piernas abiertas de par en par mientras con sus manos masajea sus grandes pechos. Las sospechas de Melissa son confirmadas, un hombre se deleita comiéndole el coño a aquella zorra justo en la mesa donde sus padres desayunaban hacia solo una hora.

– “Así que esta es la forma en que pasas tus ratos de ocio en casa zorrita, ya veras cuando mi mami se entere de esto”

Mientras Melissa la observa repara en lo bien formado del cuerpo de su empleada, hermosas y largas piernas, pechos perfectos y por lo que se ve una completa golfa en la cama, seria posible que antes de decirle a su madre sobre la conducta de la empleada, pudiera ella chantajearla y pobrar si así de bien como se ve también es una buena comedora de coños, ummmm no, eso seria demasiado bajo y ella es una Baxter, jamás se involucraría con una zorra del servicio de su casa… Aunque la morbosa idea le resulta tan caliente que tanto sus pensamientos como la escena empiezan a hacer que su coño se humedezca. Rossana sigue gimiendo y se aprieta los pezones y Melissa delicadamente empieza a acariciar su coño sobre sus bragas que momento a momento se van empapando con esa nueva experiencia vouyerista, un segundo después el hombre levanta el rostro mojado en jugos vaginales y el mundo se detiene para Melissa al ver a James Baxter saborear los jugos de su empleada.

– “Maldito hijo de perra… como puede hacerle esto… a mi madre”

Mr. Baxter continua lamiendo el coño de su empleada y ahora desliza dos dedos en el canal húmedo de Rossana la cual responde con una serie de descontrolados gemidos mientras su cuerpo se convulsiona de placer sobre la mesa del desayunador, en la mente de Melissa las ideas se estrellan con la realidad de ver a su padrastro siéndole infiel a su madre en su propia casa con nada más y nada menos que con la puta de la empleada

“Que original, que original ya sabia yo que este idiota se traía algo entre manos, nunca me termine de creer lo buena persona que decía ser”

Los intensos gemidos de Rossana la sacan de sus pensamientos y su coño termina de encharcarse de sus propios jugos mientras Mr. Baxter solo con sus dedos y su lengua hace que Rossana se corra una y otra vez al llegar a un número incontable de orgasmos, los cuales la tienen tan caliente que su exquisito cuerpo tiembla sin control y toda su piel que ahora es visible gracias a que su uniforme de empleada esta enrollado en su cintura esta cubierto de una fina capa de sudor que la hacen casi brillar. Melissa nunca hubiera imaginado ese cuerpo de infarto de su empleada debajo de aquellas horrorosas ropas de doméstica, los dedos de Melissa sigue jugando con su coño y no se decide a entrar y detener aquella escena pues en realidad todo esto le resulta de lo más morboso.

Rossana deja de temblar por un momento y Mr. Baxter como si fuera la cosa más común del mundo le da a lamer sus dedos a Rossana que los limpia con presteza y luego él se dispone a terminar su café y leer las últimas paginas de su periódico. Rossana sigue sobre la mesa con sus piernas separadas ofreciéndole su coño a Mr. Baxter mientras ella misma se masturba con sus dedos mientras con la otra mano levanta sus senos y lame y muerde sus pezones. Esto es casi demasiado para Melissa que siente que esta a punto de correrse por todo lo que ve.

Melissa ahoga un grito al sentir como una mano la toca desde la espalda, al voltear observa a Samantha que aun la toca sin mirarla pues también observa la escena que se esta dando en la cocina. Hablando en voz baja ambas hermanas comentan entre ellas.

– Vaya susto que me has dado Sammy… ¿puedes creer esto?…

– Lo veo y no lo creo, que mierda es esto como puede hacer… este hijo de puta desgraciado…

– Baja la voz o nos descubrirán.

Ambas chicas sigue mirando la escena y ahora Mr. Baxter aun sentado se separa un poco de la mesa y Rossana simplemente se sienta sobre él y empieza a subir y a bajar siendo empalada en la verga erecta de Mr. Baxter que ahora se deleita lamiendo y mamando los senos de Rossana, mientras que con sus manos acaricia su espalda y a ratos toma su cintura para marcarle el ritmo de la cogida que cada vez se hace más y más rápida mientras la cocina se va llenando de los gemidos de Rossana que a todo esto solo puede abrir su boca en busca de aire y cierra sus ojos mientras su patrón se la coge, Melissa y Samantha se agachan casi hasta el suelo mientras observan como su padrastro lleva a su empleada una y otra vez al orgasmo, todo esto no hace más que calentarlas de una forma tan extraña. No es como ver una porno en la TV o en las fotos del Internet, es ver a dos personas reales coger frente a ellas verlas y oírles, casi sentir ganas de ser parte de todo eso, sus senos se ponen tan duros y sus coños se mojan más a cada segundo y ya Samanta no puede contenerse más, nuevamente coloca su mano en el hombro desnudo de su hermana para ordenarle que se vayan de allí tan pronto como puedan y Melissa voltea hacia ella.

– Melissa… tenemos… tenemos que irnos…

El rostro de Melissa queda a centímetros del rostro de Samantha y la escucha hablar sin entender mucho de lo que dice pues un calor se esparce por su cuerpo como fuego por combustible desde su hombro donde la mano de Samantha aun la toca, ambas se miran a los ojos y Melissa aproxima su rostro a su hermana y la besa delicadamente en los labios, el cerebro de Samantha prácticamente se desconecta y en vez de rechazar el beso, deja que la lengua de su hermana explore su boca mientras su mano lentamente se desplaza del hombro a la nuca de Melissa y se funden en un beso, Melissa coloca sus manos en el torso de Samantha acariciando su piel sobre la suave y fina tela de la blusita de su hermana. Sus cuerpos se van uniendo y sus pechos se aplastan unos contra otros sintiendo los duros pezones de una y otra mientras sus manos se acarician y sus lenguas danzan en sus bocas.

James Baxter sostiene la cintura de Rossana que empieza a temblar y a gemir y finalmente se desploma sobre el cuerpo de Mr. Baxter que la sostiene desnuda aun penetrándola y con una mano la toma del cabello y separa el rostro de Rossana de su propio hombro donde había caído al acabar el orgasmo de la chica. Como si de un juguete que se le acaba la cuerda se tratara y casi como una marioneta jalada por los cabellos la besa mientras ella solo se deja hacer, los besos de Baxter pasan a su cuello y lentamente bajan a sus senos donde atrapa con su boca su pezón izquierdo y lentamente empieza a morderlo a lo que Rossana responde con un fuerte gemido, el gemido que saca a Melissa y a Samantha de su apasionado encuentro en el suelo de la antesala a la cocina. Las chicas se apartan y sus cuerpos siguen calientes y sus respiraciones pesadas mientras sus bocas y sus coños están empapados. En sus caras se puede ver la vergüenza de la situación pues sus mejillas se han puesto tan rojas como un par de cerezas, voltean ambas a mirar desde donde proviene el gemido de Rossana y lentamente se van reincorporando sin hacer ruido.

– Tenemos que irnos ya…

El la cocina pueden ver como Rossana se levanta desnuda y se aleja un poco de la mesa donde Mr. Baxter aun sigue sentado, Rossana se coloca recostada a uno de los muebles de la cocina y sigue acariciándose lentamente su cuerpo cubierto de sudor y sus propios jugos humedecen su coño, James Baxter se empieza a levantar de la mesa y con una mano toma el extremo de una cadena de perro, poco a poco va apartándose de la mesa y desde abajo de la mesa a cuatro patas va saliendo a gatas la señora Susan Baxter, que aun vestida justo como la dejaran sus hijas, ahora lleva al cuello el collar de cuero negro de donde se engancha el otro extremo de la cadena que sostiene su esposo, ella camina siguiendo con su mirada y su lengua la verga de Mr. Baxter que asoma por fuera de sus pantalones a través del cierre. Con dos jalones a la cadena Baxter hace que Susan se levante del suelo y la coloca al lado de la desnuda Rossana, Mr. Baxter hace que Susan se arrodille y empiece a mamarlo hasta que esta a punto de correrse, saca su verga de la boca de Susan y hace que su semen caiga en chorros sobre el depilado coño de Rossana la cual toma parte de ese semen que mancha su piel y con sus manos lo esparce sobre su propios pechos.

– Hora del desayuno Sussy…

Susan se levanta y empieza a lamer y limpiar con su lengua los hermosos pechos de su empleada mientras su esposo la toma de la nuca apretando su cabeza contra esos senos y con la otra mano le acaricia su firme y redondeado trasero cubierto por el momento con una elegante falda ejecutiva.

– Así Sussy… buena chica, lame todo y deja muy limpios esos hermosos senos, buena chica, muy buena chica.

Susan solo sigue lamiendo mientras bajo su falda sus medias se van humedeciendo por los jugos que salen de su coño que arde en ganas de ser penetrado. Mr. Baxter, aun sosteniendo el collar de perro de Sussy, con sus manos presiona los hombros de su dócil esposa que simplemente reacciona arrodillándose hasta quedar a la altura del coño de Rossanna, Mr. Baxter ahora toma por la cintura a Rossana y la gira hasta que sus nalgas quedan frente al rostro de Sussy.

– Roxy ofrécele el culo a mi putita y tu putita has un buen trabajo con esa lengua.

Rossana toma sus redondeadas nalgas con ambas manos y las separa ofreciéndole su rosado esfínter a Sussy. Sussy saca su lengua y empieza lentamente a lamerle el culo a quien hasta hace un tiempo era solo su empleada doméstica.

Las dos hermanas permanecen de pie como dos estatuas de piedra al ver a su madre siendo usada como un juguete sexual en su propia casa, no atinan a moverse y cuando ambas son sacadas de su estado de shock por los sonidos de la bocina del auto de Samantha. Mr. Baxter mira hacia a la puerta y ambas se agachan para no ser vistas y corren a la salida más próxima y no paran de correr hasta llegar al auto.

– ¿Donde mierda estaban metidas se hace tarde, por que tardaron tanto?

Samantha pone a andar el auto y ni ella ni su hermana contestan a las preguntas de Valeria. Todo el camino las chicas no se atreven ni a mirarse y en sus mentes lo único que da vueltas y vueltas una y otra vez es ver aquella escena en la cocina donde su madre es participe como una dócil mascota sexual, una mascota obediente de los caprichos de su padrastro.

– Si me hubieran dicho que me iban a ignorar todo el camino hubiera pedido que me enviaran un chofer desde mi casa, ok, ¿que mierda les pasa acaso les comió la lengua el gato?

Ambas hermanas siguen en silencio y cada una recuerda cosas muy específicas de lo visto y vivido. Por su parte Melissa no puede dejar de pensar en el cuerpo de infarto de la perra de su empleada y en la forma en que su padrastro la hacia correrse una y otra vez, y al igual que Samantha no puede dejar de recordar la cadena y el collar de perro que su madre usaba ante ellos.

Horas después las chicas finalmente llegan casi al caer el sol a las montañas nevadas donde se dará la fiesta a la cual han viajado, al llegar a la pequeña ciudad se hospedan en el lujoso Hotel de Montaña Crowell propiedad de la familia de Valeria. Valeria baja del vehiculo hastiada por el viaje y al salir se encuentra con un botones que le saluda amablemente.

– Buenas tardes Srta. Crowell.

– No se que le ves de buena Jaime, sube a mi suite mis cosas y no tardes.

– Si señorita, soy Erick.

– Whatever… no tardes.

Diciendo esto entra rápidamente al hotel sin esperar siquiera que las hermanas Baxter bajen o se instalen en su habitación. Tres botones se encargan de bajar las maletas de las chicas mientras estas aun sin mirarse siquiera se dirigen a la recepción del hotel donde una hermosa chica pelirroja les atiende con una sonrisa.

– Bienvenidas Señoritas Baxter estábamos esperándolas, esta es su habitación ¿que tal estuvo el viaje?

– Bien… heeee creo que hay un cambio de planes.

– ¿Algún problema señorita Melissa?

– Sí. Quiero una habitación sencilla para mí, con vista a las canchas de esquiar

– Me temo que eso será imposible señorita… todas nuestras habitaciones están llenas por el festival de invierno y la fiesta de despedida de los DeLucca.

– Creo que tendrán que hacer un arreglo pues quiero una habitación para mí.

– Disculpe pero eso no puede ser, le repito que todo esta lleno.

– Creo que se te olvida con quien estas hablando… o me consiguen un cuarto o me cambio a otro hotel.

Quince minutos después, varias llamadas histéricas a otros hoteles, una recepcionista llorosa y un par de gerentes a punto de perder su amabilidad, las maletas de Samantha y Melissa son depositadas en la misma habitación que previamente habían reservado para ellas desde hacia 2 semanas.

Aun si hablar entre ellas ambas chicas se alistan para la famosa fiesta y horas después llegan por separado a una de las casas de montaña de la familia DeLucca, quienes son los anfitriones de la mega fiesta de despedida de vacaciones. Al llegar a la fiesta el ambiente es todo celebración con música animada, bailarines y luces como si fuese una discoteca. Muchísimos jóvenes están presentes, sin que falte el licor y por el momento discretamente el consumo de drogas, chicas en la improvisada pista de baile moviendo sus cuerpos sensualmente al compás de la música y pegándose tanto a sus compañeros de baile que casi pueden fusionar sus cuerpos.

Melissa es la primera en llegar y se dirige directamente a la barra donde le sirven un trago doble con el que quiere olvidar su extraño día. Samantha llega unos minutos después y justo al llegar es capturada por su novio Kevin DeLucca que tomándola por la cintura la besa apasionadamente al borde de la pista.

– Hola sexy, no sabes las ganas que tenia de verte, vamos a la pista.

– Hola… yoo…. también…

Kevin la arrastra a la pista donde empiezan a bailar, al principio Samantha se siente totalmente fuera de lugar pues su mente sigue vagando en los recuerdos de la mañana en su casa, pero poco a poco se va animando y el ritmo de la música empieza a hacerla olvidar sus pensamientos. Kevin aprovecha para deslizar sus manos por el cuerpo excitado de su novia y Samantha se deja hacer en medio de la pista de baile repleta de parejas y semioculta por las sombras de la noche que a ratos desaparecen cuando las luces de colores y reflectores iluminan el lugar.

Al otro extremo de la pista en una esquina oscura Melissa esta sentada en un cómodo sillón y sigue bebiendo queriendo olvidarse de todo lo visto esa mañana pero los tragos empiezan a tener un efecto inverso al que ella buscaba y cada vez más y más el recuerdo se hace más fuerte al recordar a Rossana. En serio podía ser tan buena esa perra, que tan delicioso sería ponerla a mamarle el coño, es un asco que su madre este involucrada en todo eso y peor pues ya no tiene siquiera algo con que presionar a Rossana y obligarla a mamarle el coño. En esos distraídos pensamientos la hacen desconectarse de la realidad y solo vuelve a ella cuando siente que alguien se sienta muy cerca a su lado.

– Hola Mely finalmente te encuentro.

– Hola Valeria, llegue hace un rato.

Valeria se sienta mucho más cerca de ella y por el ruido de la música le habla casi al oído.

– Sabes que había esperado esta fiesta por mucho tiempo, no sé por que estas actuando tan extraña pero me gustaría pasar un rato rico contigo…

Diciendo esto desliza una mano detrás de la espalda de Melissa y con la otra mano acaricia la pierna derecha de la chica que sigue mirando distraídamente a la gente bailar mientras acaba su tercer trago de la noche. La mano de Valeria empieza a deslizarse bajo la minifalda de Melissa acariciando la parte interior del muslo internándose en busca de la entrepierna, mientras Melissa mira la gente bailar una silueta que se mueve sensualmente capta su atención, sus caderas y sus brazos moverse al ritmo de la música y sus pechos subir y bajar. Las luces encienden y apagan y en un movimiento la mirada de lujuria de la bailarina se encuentra con la misma mirada de lujuria de Melissa que la observa como un gato que mira a su siguiente víctima, Samantha detiene su baile y solo continua cuando la luz que iluminaba su rostro se apaga.

– Puedes decirme ahora que mierda es lo que les pasa a ti y a tu hermana.

– Disculpa… pero no estoy de humor para hablar…

– ¿No estas de humor, pase todo el día ignorada en el asiento trasero de un auto como si fuera parte del equipaje y ahora me dices que no estas de humor?

– Puedes dejarme sola un momento.

– ¿Sola un momento? No te preocupes quédate sola. Vete a la mierda.

Valeria se levanta hecha una verdadera furia y se aleja de Melissa rumbo al baño, de camino va tropezando a todas las parejas que bailan al borde de la pista y un camarero la esquiva antes de que lo derribe, la chica sigue su rumbo perdiéndose en dirección al baño.

En la pista de baile Kevin tomando de la mano a Samantha la saca de la pista a toda prisa y se dirigen a un área del segundo piso de la casa donde pueden estar más cómodos y solos en improvisadas salas VIP. Kevin rápidamente empieza a besar a Samantha que no deja de acariciar los brazos y abdomen de su novio, Kevin no pierde el tiempo y colocando a Samantha contra la pared desliza sus manos debajo de la falta de su excitada novia que empieza a gemir y a mover sus caderas rítmicamente al compás de los dedos de su novio que se van mojando rápidamente con los fluidos vaginales.

– Vaya Sammy en verdad que me has extrañado, nunca te había sentido tan mojada

– Por favor.. te necesito dentro… necesito que me cojas…

– Así me gusta nena ya te voy a coger no desesperes.

Las manos de Samantha desesperadamente buscan soltar el cinturón y abrir los pantalones de Kevin que ya presenta una dura erección que Samantha toma con sus manos y empieza a masajear, siguen besándose y ya la blusa de Samantha esta abierta revelando sus hermosos senos que Kevin inmediatamente toma en sus manos besándolos y lamiéndolos, la voltea y la presiona contra la pared mientras le levanta la falda descubriendo sus redondeadas y carnosas nalgas que empieza a acariciar besar y hasta morder suavemente, lo que hace que la ya excitada Samantha casi pierda el control de su cuerpo, pues necesita con urgencia que le hagan el amor… No, no, ella quiere que se la cojan, en su mente ella no necesita que la traten con cariño ella necesita que su macho le coloque una mano en el hombro y la arrodille frente a el y le coloque su verga en su boca y que use su boca como una vagina. Necesita que le cojan la boca, que la usen, su novio sigue acariciándola y ella gime con deseo de estar a cuatro patas ante su macho chumándole la verga o estando en el suelo con la cara en la alfombra y sus pechos aplastados contra el piso con sus manos abriéndose las nalgas ofreciéndole su culo y su coño a su macho.

– Cojeme por favor.

Valeria entra al baño de damas hecha una furia y solo dos chicas conversan animadamente en el baño y al verla entrar rabiosa la miran con extrañeza.

– ¿Que me miran estúpidas? lárguense de mi vista.

Ambas chicas salen aprisa del baño y Valeria queda sola mirándose en el espejo del baño super molesta por la actitud de desprecio que recibe de Melissa. ¿Cómo se atreve a tratarla así?, espero por ella tanto tiempo que volviera de su viaje a Europa y luego su indiferencia las semanas después de volver. Entra en uno de los baños y se saca las bragas con ganas de mear, sentada en el retrete aun su rabia no baja solo de pensar en como a sido tratada todas estas horas. Escucha ruido dentro del baño y repentinamente la puerta de su privado se abre y ella intenta levantarse pero es tomada por el cuello y la cintura y es estrellada dentro de una de las paredes del minúsculo lugar. Valeria no puede reaccionar con sus bragas en sus rodillas y su asombro en la cara mientras Melissa la presiona mirándola a la cara.

– No vuelvas a tratarme como si fuéramos iguales.

– Pero que te pasa…

Plaff

Una bofetada deja aun más atontada a Valeria y sin quererlo se humedece mientras Melissa la toma por la barbilla y le dice:

– Recuerda que aquí tú eres mi puta y yo soy a quien le perteneces perra.

– Si…

Plaff

– ¿Si, qué mi puta?

– Si ama.

– Asi me gusta putita.

Melissa baja el escote de Valeria y toma los senos de la chica con una mano y acaricia y aprieta sus pezones para luego bajar la mano y meterla en su entrepierna y empieza a masturbarla mientras la besa apasionadamente, Valeria aun no sale del shock inicial y siente como la lengua de Melissa sondea su boca mientras la separa de la pared y lentamente se sienta en el retrete y con sus manos guía a Valeria hasta el suelo donde la arrodilla y abre sus piernas dejando su coño al alcance de la boca de Valeria que sin mediar palabras empieza a lamer y penetrar con su lengua el rico y depilado coño de Melissa que empieza a gemir y a contorsionar su cuerpo en el reducido espacio del privado.

– Aaaaaaggg sigue perra… así usa tu lengua… uffff necesito correrme sigue…

Valeria sigue con su cara metida en el coño de Melissa mientras la ve cerrar sus ojos y apretarse los senos con sus manos, Melissa no deja gemir y en su mente empieza a aparecer una imagen, su excitación aumente al imaginarse de rodillas en el piso y frente a ella el coño húmedo y depilado de Rossana. La lengua de Valeria se movía en su coño y ella empezó a mover su propia lengua, imaginando que lamia un coño pero no cualquier coño, era el coño de Rossana, ella necesitaba mamar ese coño pero ella nunca antes había mamando un coño. ¿Cómo se le ocurría mamar el coño de una simple empleada?, era humillante, una locura… pero era tan excitante…

Kevin sigue acariciando y besando las nalgas de Samantha y ella sigue pensando por que su novio no le da un par de nalgadas y unas buenas cachetadas para luego tirarla al suelo y cojérsela tan duro como pueda hasta que ella grite y se corra como una perra, Kevin la voltea y se levanta mirándola a la cara la va a besar y Samantha reacciona apartándole.

– ¿Pero que te pasa?

– Nada no me pasa nada… lo siento no puedo seguir.

– Pero no me puedes hacer esto Sammy… yo necesito…

– Disculpa debo irme.

– Samantha… espera… Samantha

Samantha se aleja de Kevin arreglando sus ropas mientras Kevin intenta seguirla pero sus pantalones y sus interiores en sus tobillos le hacen tambalear. Samantha sale de la habitación abotonando su blusa y arreglando su falda, baja a la fiesta y se dirige a la calle sin voltear atrás dejando muy lejos los llamados de Kevin.

La lengua de Valeria sigue moviéndose en el coño de Melissa y cuando sus manos empiezan a acariciar los muslos de Melissa ella simplemente la aparta con sus manos y se levanta del retrete. Sin decir palabras sale del privado mientras Valeria intenta reincorporarse y la ve arreglar sus ropas sus cabellos y desbloqueando la puerta del baño sale del lugar

– MALDITA PERRA.

Unos minutos después Melissa avanza por el pasillo del hotel rumbo a su habitación, en su mente hay muchísima confusión al recordar su reacción ante Valeria imaginando a Rossana. Detestaba estar tan caliente y lo peor era estar tan excitada pensando en el coño de la empleada de su casa. Abriendo la puerta de la habitación entra y se dirige al armario de donde saca una pequeña maleta de viaje, un segundo después escucha la puerta del baño y ve salir del baño a su hermana Samantha vistiendo una pijama de seda y encaje.

– Hola… pensé que estarías en la fiesta

– No… yo… no me sentía bien.

– Entiendo

Melissa sigue buscando su pijama en la maleta mientras Samantha la observa.

– ¿No encuentras tu pijama?

– Estoy segura que la guarde aquí.

– Déjame ayudarte.

– No por favor.

Samantha se aproxima a Melissa y ambas sujetan la maleta pero al Melissa apartarse de su hermana termina por volcar la maleta en el suelo de la habitación, todo su contenido queda desperdigado sobre el suelo.

– Lo siento.

– Déjalo así, ok.

Melissa se agacha a recoger sus cosas y Samantha también le ayuda metiendo la ropa en la maleta y poco a poco recogen todo. Finalmente solo queda el pijama perdido que estaba en el fondo de la maleta y al tomarlo ambas sienten que debajo de la suave tela algo más esta en el suelo, al levantarlo descubren el consolador con correas que Melissa trajera al viaje.

Samanta sostiene la verga de plástico mientras Melissa sostiene las correas y ambas se observan un largo momento y sus rostros se van acercando poco a poco hasta fundirse en un beso. Samantha siente como Melissa avanza hacia ella haciéndola caer de espaldas al suelo mientras se coloca sobre ella besándola y acariciándola sobre la delgada tela de su pijama. Las mutuas caricias se propagan como fuego y ambas chicas dejan sus cuerpos desnudos en poco tiempo besándose y acariciando sus senos y sus nalgas, finalmente se suben a la cama. Melissa se acuesta de espaldas y Samantha se coloca acostada de dándole la espalda casi sobre ella, sintiendo los duros pezones de los senos de Melissa en su espalda, las manos de Melissa acarician los senos de Samantha mientras sus lenguas juegan en sus bocas. Melissa va deslizando su mano desde los senos hasta el coño de Samantha y empieza a penetrarla primero con uno, luego dos y finalmente tres dedos que la hacen estar tan caliente que no puede parar de gemir.

Poco a poco Samantha se va volteando hasta quedar frente a frente con Melissa, que le coloca sus dedos llenos de los jugos de Samantha frente a la boca. Samantha simplemente abre la boca y con mucha practica limpia con su lengua todos los jugos de los dedos de Melissa, luego va besando el cuello de Melissa y sus besos van bajando hasta encontrarse con los exquisitos senos de Melissa los cuales empieza a acariciar lamer y besar, para luego dirigirse beso a beso por todo su abdomen pasando por su ombligo hasta llegar al delicioso coño de Melissa que no ha necesitado estimulación para estar completamente mojado. Su lengua y boca se apodera del coño de Melissa y esta no puede parar de gemir al sentir la lengua de su hermana entrar en su coño o hacer círculos sobre su clítoris. Samantha desliza la lengua hasta la entrada del ano de Melissa que sigue gimiendo mientras Samantha sigue mojando su coño de placer, Melissa agarra el consolador que esta tirado en la cama y mirando a Samantha le ordena masturbarse. Samantha se coloca a 4 patas y con sus dedos se bombea el coño que palpita con ganas de ser atendido, se estremece de placer y empieza a gemir más y más fuerte.

Los gemidos de Samantha van excitando muchísimo más a Melissa que la observa en cuatro patas sobre la cama, en su mente solo puede pensar en el momento en que Rosanna este a 4 patas justo como lo esta su hermana ahora ante ella. “Necesito cojerme a Rosanna, lo necesito tanto, necesito comerme ese coño… ¿Pero qué locura es esta, cómo pudo estar pensando en comerle el coño a la sirvienta? Estoy tan caliente”. Se coloca el dildo de plástico, sacando los dedos de su hermana del coño mete los suyos y cuando los siente muy húmedos los saca y empieza a humedecer el dildo con los jugos que escurren de sus dedos para luego lentamente ir introduciéndolo en el encharcado coño de Samantha que no logra dejar de gemir y simplemente va sintiendo como poco a poco es penetrada por el dildo de Melissa.

Finalmente Samantha se siente llena, se siente usada, se siente una puta, solo una cosa haría ahora que se sintiera aun más puta y es el collar de perro y la cadena que vio en su madre esa misma mañana, pero eso es demasiado pedir. Melissa ahora empieza a bombear, al principio lento pero luego más rápido y fuerte el coño de Samantha.

Melisa continúa penetrándola y luego de un momento la hace voltearse y acostarse en la cama y empieza a mamarle y lamerle los senos mientras la penetra, ambas se besan y acarician casi llegando al orgasmo. Samantha se saca el consolador y empieza chuparlo y limpiarlo, lo quita de la cintura de Melissa y Melissa la agarra de la nuca y entierra el rostro de Samantha en su coño y Samantha sumisamente empieza a mamarla.

Hacia unos minutos la puerta de la habitación se había abierto y una persona había entrado sin hacer ruido, sentándose en un cómodo sofá se dedico a ver el espectáculo de las hermanas arrechas y zorras. Melissa voltea un poco y con ojos bien abiertos ve a Valeria masturbándose y lamiéndose los labios. Melissa con una sonrisa de lujuria parece como si la llamara a la cama y Valeria se coloca detrás de ella y agarrándole los senos la besa y la acaricia. Mirando a Samantha comerle el coño, Valeria le comenta al oido a Melissa:

– Samantha necesita una mamada de coño tanto como tu…

Samantha esta tan ocupada que no dice nada y sigue mamando. Valeria se ubica detrás de Samantha y empieza a comerle el coño y Samantha esta a punto de explotar de placer. Valeria se coloca el arnés con el dildo y empieza a lamerle el ano a Samantha y Samantha pierde control, Valeria le mete un dedo luego dos y finalmente cuando Samantha gime sin control entre lamida y lamida al coño de su hermana menor, Valeria le va metiendo poco a poco el dildo. En la saturada y convulsa mente de Samantha solo hay un pensamiento “Soy una puta perra que solo necesita que se la cojan y que la hagan sentir una mascota sexual… justo como mi madre, soy una verdadera hija de puta… esto es tan excitante”

Ambas chicas se cojen a Samantha, Melissa sosteniendo la nuca de su hermana mientras la hace enterrar su lengua en el coño y siente cada bombeo que recibe de la excitada Valeria que sin tregua mete y saca, una y otra vez el dildo en el ano de Samantha que ya a estas alturas a dejado de pensar agotada de tanto placer que ha recibido, finalmente Melissa no puede más y empieza a correrse en la cara de su hermana bañándole los cabellos de sus jugos y convulsionando de placer al imaginar la lengua de Rosanna metida en su coño.

Samantha se queda aturdida y Valeria le saca el dildo del ano y al ver a Melissa levemente repuesta se aproxima a ella y se entrelazan en un beso que se prolonga hasta quedarse aturdidas. Samantha reacciona un momento después y descubre a ambas chicas aturdidas junto a ella en la cama y simplemente se acuesta sobre las piernas de las chicas y se deleita mamando intercaladamente el coño de Valeria y el de Melissa y así se va quedando dormida.

Fin de la Primera Parte

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Relato erótico: “Las Profesionales – Casa de marionetas esclavas 2” (POR BLACKFIRES)

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JEFAS PORTADA2Las Profesionales – La casa de las marionetas esclavas: Parte 2.

Sin títuloLa mañana de un nuevo día filtra la luz del sol por la ventana de la elegante habitación que ocupan Melissa y Samantha Baxter en el Hotel de Montaña. El día encuentra a ambas hermanas desnudas y abrazadas en la cama con sus cabellos castaños dorados revueltos y hechas una madeja de piernas y brazos. La habitación es un desorden de ropas y maletas. Melissa es la primera en despertar y poco a poco va rememorando la noche pasada y se da cuenta que esta abrazada a su hermana mayor que duerme con cara de satisfacción total y una sonrisa de alegría. Melissa rápidamente se suelta del abrazo y se va al baño, moja su rostro tratando de despertar de la pesadilla sexual que vivió la noche anterior. Minutos después sale del baño y encuentra a Samantha recogiendo las cosas de la habitación y metiéndolas apresuradamente en las maletas, sin cruzar palabras ni miradas empiezan la tarea de salir del hotel, lo que hacen en poco tiempo y emprenden el viaje de vuelta a casa.

Como es de suponer el viaje de vuelta a casa se hace lo más largo del mundo, casi sin hablar y esperando que todo sea un mal sueño. Por lo menos el tráfico de entrada a la ciudad y el hecho de que habían salido justo al amanecer, hacen fácil y sin escalas el viaje rumbo a la mansión.

Ambas chicas agotadas por el largo viaje y por la cantidad de cosas que pasan en sus mentes, finalmente llegan a su mansión, bajando algunas de las maletas llegan a casa. Ya los últimos rayos del sol dan a todo un color naranja y las sombras de la próxima noche empiezan a aparecer cuando ambas entran a la sala de la mansión encontrándola vacía. Caminan a la cocina donde se escuchan ruidos y esperando no encontrar una escena como la de la mañana anterior ambas entran encontrándose a Rossana.

– Buenas noches señoritas, en un momento les preparare algo de cenar.

Ambas chicas observan a Rossana ocupada en los deberes de la casa y casi no pueden creer que sea la misma puta que sometiera a su madre en esa misma habitación a una humillación tan grande. Samantha es la primera en hablar.

– ¿Rossana donde esta mi madre?

– Señorita Samantha su madre salio con su padre…

– EL NO ES MI PADRE.

– Disculpe señorita Samantha, su madre salió con el Sr. Baxter en un viaje de último momento.

Ahora es Melissa la que interviene en la conversación.

– Eso no es posible pues mi madre nos lo hubiera avisado, ¿Dónde esta mi madre?

– Ya les dije que los señores salieron esta mañana en un viaje de último momento.

Samantha mirando Rossana con todo el desprecio del mundo toma el teléfono más cercano y marca rápidamente el celular de su madre el cual empieza a sonar. Activando el speaker escuchan los tres tonos de marcado y después Susan Baxter contesta.

– Hola…

– Madre soy Samantha ¿dónde estas?

– Hola Sammy como estuvo el viaje, tu padre y yo salimos de viaje.

– Mon el no es mi padre, ¿quiero saber dónde estas? Necesito conversar algo urgente contigo.

– Sammy querida ¿te pasa algo? ya te dije que estoy con Jimmy de viaje, disculpa que no te pueda atender pero me están esperando ahora. No te preocupes, en cuanto estemos de vuelta hablaremos.

Antes de que Samantha pudiera recriminarla por el “Sammy” y preguntarle por tercera vez su paradero la conversación de interrumpe. Melissa esta completamente furiosa y Rossana la observa como si no entendiera nada de lo que esta pasando.

– No sé que esta pasando aquí, pero en cuanto mi madre regrese esto se va a aclarar ¿entendiste?

– Señoritas no entiendo por que esta tan molesta con…

– No te hagas la estúpida Rossana este jueguito se va a terminar ¿Ok?

Diciendo esto ambas chicas salen de la cocina en dirección a sus respectivos cuartos, donde sin cruzar ni media palabra se encierran cada una en su habitación.

Las horas pasan y Melissa esta cada vez más ansiosa, como es posible que Rossana actuara con tal desfachatez ante ellas sin el menor remordimiento, lo peor era escuchar a su madre decirles que estaba con ese infeliz de viaje. No podía ser posible que su madre estuviera de acuerdo en todo este asunto tan asqueroso. Melissa escucha pasos en el corredor, pasos que se alejan y rato después vuelven por el pasillo, unos minutos después alguien toca la puerta de su habitación.

– Señorita Melissa le traje su cena.

– Llévatela no quiero nada ahora.

Melissa no escucha pasos, así que supone que Rossana sigue en la puerta. Tantas ideas y cosas en su mente la habían hecho olvidarse de la cena y ya estaba lista para irse a la cama. Lo piensa un momento y decide que es tiempo de tener “una de aquellas conversaciones” que sabía tener con la servidumbre. Abriendo la puerta hace pasar a Rossana que deja una bandeja en la mesita más próxima y voltea para salir pero es interceptada por Melissa quien cierra la puesta tras de si.

– Es hora de que tú y yo hablemos sobre lo que hay entre James, y… tú y lo que le han hecho ambos a mi madre.

– Disculpe señorita Melissa pero yo no puedo contestarle nada, el señor y la señora Baxter son los que pueden aclararle…

– En primer lugar yo tengo todo el derecho de preguntarte lo que me de la gana ¿entiendes empleada? En segundo lugar tú tienes el deber de contestarme pues soy tu jefa, estúpida igualada. Así que ahora mismo me vas a decir que mierda le han hecho a mi madre o te despido en este mismo instante.

– Lo siento señorita Melissa… pero ya le dije quien puede aclararle sus preguntas y solo el Sr. Baxter puede despedirme.

Estas palabras terminan de enardecer a la ya enfurecida Melissa que se le va encima a Rossana y tomándola por un brazo con su mano libre le da una sonora cachetada mientras le grita.

– ¿Quién te has creído que eres perra igualada, como te atreves a contestarme así?

Rossana sorprendida por la agresión baja la cabeza y Melissa saborea el triunfo de haber puesto en su sitio a la sirvienta de la casa. Rossana lentamente levanta el rostro y la mira sonriendo. Con un rápido movimiento se suelta de Melissa y levantando su mano le coloca dos cachetadas tan fuertes a la chica que hacen que la menor de las niñas Baxter pierda el balance y atontada termine apoyada en la pared. Rossana la agarra por un brazo y la presiona contra la pared. Mirando a su alrededor, toma una bufanda de un perchero y rápidamente amarra las mano de la sorprendida Melissa que no sale de su asombro al verse atacada por su sirvienta.

– Suuuuelta… suéltame, SUELTAMEEEE

Rossana la toma por el rostro y le dice:

– Ninguna niña riquilla hija de puta malcriada tiene derecho a golpearme ¿Entendiste?

Tomándola por el cabello que Melissa se había recogido en una coleta para dormir, la hace caminar a la cama donde la tira boca abajo y Melissa sigue gritando desesperada.

– Cierra la boca estúpida, esta noche te voy a dar una lección para que aprendas quien manda ¿Entendiste?

Diciendo esto Rossana se saca sus propias bragas de debajo de su falda de empleada domestica y haciéndolas una bola espera el siguiente grito de la desesperada Melissa para meterle a la fuerza sus bragas en la boca almorzándola y acabando con sus gritos. Atada y amordazada Rossana la toma de la cintura y forcejeando la coloca boca abajo sobre sus piernas y le baja la pijama y jalándole las bragas le deja desnudas las blancas nalgas que empieza a castigar con sonoras palmadas que van poniendo un tinte carmesí en el blanco culo de Melissa.

Rossana castiga sin compasión el redondeado trasero de la chica que solo atina a gemir con cada nueva nalgada, a medida que las nalgas se tornan más y más rojas su coño empieza a reaccionar de una manera que la misma Melissa tarda en comprender, se esta mojando, cada nalgada la hace sentirse más expuesta y más humillada y poco a poco su coño se va encharcando en sus jugos, mientras los dedos de la mano Rossana, que golpeando con la palma abierta, van dejando marcas rojas en sus nalgas.

Rossana lentamente deja de nalguearla y descubre la humedad creciente en el coño de la chica y lentamente empieza por meterle un dedo y luego dos y hacerlos entrar y salir, a lo que Melissa responde con nuevos gemidos tras la mordaza, pero a diferencia de los primeros gemidos estos son casi de placer, si no fuera por lo humillante de la situación.

“Debo ser una estúpida como me estoy mojando si esta perra me esta violando, aaaaaagggg”. Tres dedos de Rossana ahora entran sin resistencia en el encharcado coño de Melissa que sigue gimiendo y solo siente que es tirada como un saco de patatas sobre la cama y estando boca arriba Rossana se coloca sobre ella y metiéndole los dedos en el coño nuevamente hace que su cuerpo haga presión sobre ella y empieza a besar el rostro de Melissa que ya no para de gemir al sentir el bombeo de los expertos dedos de su atacante, que empieza a besarla sobre la mordaza y poco a poco va besando lentamente su cuello y se desplaza a sus senos donde tomando sus pezones que están duros como rocas los muerde primero para luego chuparlos.

Sin piedad y con casi perversa precisión se desplaza beso a beso hasta el coño de la chica que la recibe con sus piernas abiertas y sacándole los dedos empieza a usar su lengua en el sensible y húmedo coño haciendo que la atada e indefensa chica llegue a un orgasmo tan fuerte que la deja prácticamente inconsciente.

Después de lo que parecen horas una aturdida Melissa se va reponiendo de todo aquello y se encuentra sin ataduras y sin mordaza acostada en su cama, sola en su habitación. Casi no puede creer todo lo que paso y se siente humillada y estúpida por haberse dejado hacer de su empleada, pero lo más horrible del caso es que en otras circunstancias lo hubiera disfrutado. “¿En verdad lo disfrute? Debo estar perdiendo la razón, no puedo creer que me corriera de esa manera”. Melissa intenta levantarse pero no tiene fuerzas suficientes para lograrlo y se va quedando dormida lentamente mientras su coño se va humedeciendo otra vez.

La mañana sorprende a la atontada Melissa que luego de arreglarse un poco baja a la cocina donde escucha voces al ir aproximándose, al entrar descubre a Samantha sentada a la mesa terminando su desayuno mientras Rossana limpia trastos. Todas se mantienen en silencio. Finalmente Samantha se levanta sin mirar o saludar a su hermana y sube a su cuarto, Melissa sentada a la mesa y a diferencia de sentirse indignada por la situación de la noche anterior, no puede dejar de imaginar a Rossana desnuda. Es tan humillante estar allí sentada mirando a la empleada de espaldas y solo imaginar lo excitante que seria comerle el culo y el coño, para ella más denigrante que imaginar hacérselo, es hacerlo con la empleada.

Melissa esta tan nerviosa mirando el culo de su empleada y su desayuno sigue allí a medio comer, un segundo después Rossana voltea y le dice:

– ¿Ya terminaste tu desayuno o ves algo más que se te antoje comer?

Melissa casi puede sentir como toda su sangre se le agolpa en el rostro y a medida que su rostro se torna carmesí su coño se va humedeciendo al punto de mojar las nuevas bragas que esa mañana se había puesto. No puede terminar el desayuno y bajando la mirada se levanta y sale de la cocina y casi corriendo sube a su cuarto para encerrarse en el todo el día. Intenta distraerse mirando la TV o leyendo algo en la red pero por más que lo intenta, termina imaginándose cogiendo con Rossana y masturbándose como si fuera una puta caliente. Las horas van pasando y ella no para de masturbarse, intenta dormir pero es imposible.

La tarde va cayendo y ella esta exhausta y saliendo de la ducha, en su quinto baño de agua fría del día, casi esta por llegar a su cama cuando escucha pasos en el pasillo y alguien llama a la puerta. Su corazón empieza a latir a mil por hora y casi en cámara lenta se ve a ella avanzando hacia la puerta.

– ¿Qui.. quien, quién es?

Tres toques más en la puerta son la respuesta, su corazón se detiene cuando observa su mano girar la manija de la puerta.

Rossana entra a la habitación cargando una charola de plata y la cena servida en la vajilla de porcelana, camina sin decir nada y coloca la bandeja en una mesa cercana a la ventana mientras sumisamente Melissa la observa casi temblando de excitación.

Rossana voltea y Melissa no se atreve ni a mirarla a los ojos, sigue de pie, allí a unos pasos de la puerta con sus cabellos castaños húmedos y su cuerpo envuelto en una bata blanca que atada a su cintura, marca perfectamente el contorno de ese cuerpo delicioso que Rossana hizo suyo. Rossana camina hasta ella y tomando con una mano el nudo de la bata y con la otra usando su dedo índice marca el contorno del escote, desde su abdomen subiendo hasta sus senos y se detiene casi al llegar al cuello de la bata, le dice:

– ¿Hoy quieres discutir algo conmigo?

Melissa temblando de pies a cabeza intenta articular palabra pero solo deja escapar una leve y casi inaudible respuesta, mientras su cabecita se mueve de forma negativa.

– noo…

– Bien, entonces come tu cena y vete a la cama.

Diciendo esto Rossana sale del cuarto cerrando la puesta mientras la humillada Melissa siente como su cuerpo esta ardiendo y en sus muslos corre la humedad proveniente de su coño que solo con la entrada de la empleada al cuarto se puso a soltar babas como si fuera una fuente, sentándose a la mesa termina los alimentos que le han traído a la habitación y unos minutos después se mete a la cama y se va quedando dormida.

La mañana la encuentra desnuda en su cama y Melissa aun sin comprenderlo esta aun mas hambrienta de comerse el coño y el culo de su empleada, es una locura pero es real. La atontada chica se va al baño y lava su rostro y se asea para comenzar el día. Al salir del baño toma una bata de seda casi transparente y mientras se la pone sobre su cuerpo desnudo, asomándose por la ventana descubre el sol en lo alto, lo que le indica que es bastante tarde. Al prestar más atención mirando por la ventana de su cuarto, que da al jardín trasero de la casa, descubre a Samantha tomando el sol en la piscina, sus ojos permanecen cubiertos por un par de lentes de sol mientras sus oídos tienen puestos los audífonos de su Ipod que descansa junto a ella en la mesita cercana, al lado de un gran vaso de jugo de naranja que le refresca en esa soleada mañana.

Samantha aparece acostada boca arriba luciendo ese hermoso par de senos que un pequeñísimo traje de baño de dos piezas intenta cubrir sin éxito, su piel blanca ya luce levemente bronceada por el sol y parece brillar debido a las millones de perlitas de sudor que cubren su piel, su depilado coño esta ligeramente cubierto tanto por la parte inferior del bañador y por una de sus manos que descansa distraídamente sobre el, sus torneadas piernas terminan el conjunto, presentando su pierna izquierda flexionada y la derecha estirada.

Melissa sigue en la ventana mirando con deseo creciente el cuerpo exquisito de su hermana mayor. Casi no puede creer que solo un par de noches atrás ese cuerpo había estado completamente a merced de sus más morbosos deseos, haciendo de Samantha una cuerda de violín que vibraba de deseo a cada toque magistral que Melissa le diera. Ahora no puede creer las ganas de bajar y comérsela en la piscina, se ruboriza al recordar que esa es su hermana mayor pero vaya que su hermana es buena comiendo coños.

Sigue mirando por la ventana y Samantha se acuesta boca abajo dejando ver su espalda y su carnoso y redondo trasero. Melissa empieza a tocarse y ya no puede quitarle los ojos de encima a Samantha y sus nalgas deliciosas. Lentamente todo a su alrededor deja de importar y solo mirar a Samantha es importante. Desearla, tenerla allí en esa misma piscina, colocada a cuatro patas mientras Melissa sentada la observa usar su lengua en su coño y hacer que llegue al orgasmo. Sus pensamientos vuelan y es cuando siente que la agarran por los brazos proyectándola con fuerza contra la pared y Rossana sin darle oportunidad a reaccionar la besa metiendo su lengua en la boca abierta de asombro de Melissa. Melissa después de la primera impresión se deja hacer y Rossana la pone contra la ventana mientras le besa el cuello, le acaricia los senos y deslizando su otra mano al coño, sin necesitad de someter por la fuerza a la atontada Melissa. Rossana le aprieta un seno mientras la coloca justo frente a la ventada donde ambas pueden observar a Samantha que descaradamente en la piscina abre las piernas y empieza a masturbarse.

Melissa no aguantara mucho mientras el ataque sexual de Rossana continua con caricias y besos mientras le habla al oído.

– Que coño tan delicioso tienes Mely, me encanta lo excitada que estas, estas babeando tanto, mira como dejas mis dedos pegajosos. Sammy esta tan excitada como lo estas tú. Ves como bombea su coño mientras yo bombeo el tuyo, seria delicioso que se corrieran ambas a la vez. Mira como se levanta sin sacarse los dedos… Ummmm se esta quitando el bikini… mira como suben y bajan esos senos, se esta apretando los pezones como si lo necesitara para tenerlos más duros.

Melissa ya no puede seguir el hilo de lo que le dicen pues no deja de observar como su hermana se masturba como una perra en celo en medio de la piscina.

– Mira que sucia es tu hermana ¿debe ser una tremenda puta en la cama no crees? ¿Te encantaría comerle el coño a esa perra? No. No creo que quieras comerle el coño a esa puta, tú quieres comerle en coño a una verdadera hembra. Una hembra que con solo proponérselo te puede poner a cuatro patas a comerle el coño como tú quieres comerlo.

En la mente de Melissa un destello de cordura la intenta devolverla a la realidad en medio de un orgasmo inminente al ver a su hermana caliente y ser ella el juguete sexual de su empleada.

– No, noooo… yo no como coños…

Rossana sonríe al escucharla intentar replicar y le dice al oído.

– ¿No comes coño? ¿Eres demasiado fina para comer el coño de una verdadera hembra, no puedes estar como una puta viciosa comiendo coños?

– no nooo yo no…

– Sí, claro que lo haces Mely, eres una puta justo como tu hermana…

Melissa no logra entender por que su mente no deja de aceptar las palabras de su empleada y sin darse cuenta hacia menos de un minuto su mano derecha había sido guiada a su entrepierna por la mano de Rossana y ahora se masturbaba a ella misma mientras Rossana lo hacia por igual, el ambiente se va llenando del olor a hembra en celo y Melissa no puede ordenar sus ideas.

– Te demostrare lo puta come coños que eres Mely.

Sacando dos dedos de su propio sexo Rossana los lleva llenos de sus jugos hasta la boca de Melissa y dándoselos a probar la indefensa chica los empieza a lamer con desesperación, con solo el aroma y el sabor de los jugos de Rossana hacen que comience a venirse como una completa puta. Orgasmo tras orgasmo acaban con la conciencia de Melisa que casi pierde el sentido.

Minutos después Rossana pasa sus dedos bajo la nariz de la aturdida Melissa que empieza a reaccionar.

– Ves que sí eres una gran puta. ¿Quieres comerme el coño no es así?

– siiiiiii…

Rossana sostiene con un brazo a la semidesnuda y aturdida chica mientras con la otra mano acaricia su rostro y besa su cuello. Melissa siente el calor del cuerpo de Rossana con sus grandes senos a su espalda.

– Dilo.

– Quiero… quiero comerme tu coño.

La lengua de Rossana recorre desde la base del cuello hasta el oído de Melissa donde le dice:

– En ese caso gánatelo…

Diciendo esto la empuja hacia la cama, y la desconcertada chica la observa alejarse hacia la puerta. Una desesperación se apodera de ella y antes de que Rossana salga le dice casi entre sollozos.

– No sé como ganármelo, por favor no me dejes así…

– Se me ocurre una forma… tráeme a tu hermana tan puta y controlada como tu lo estas.

– Por favor, no puedo hacer eso…

– Claro que sí puedes, si no lo haces no volverás a correrte y tú para vivir necesitas correrte tanto como respirar, ahora tráeme a la otra puta.

Sin más Rossana sale de la habitación dejando a Melissa que, desde la cama como una muñeca de trapo, se ha ido escurriendo hasta quedar sentada en el suelo de la habitación humillada, indefensa y tratada como una puta por su empleada. La bata de seda esta abierta revelando sus redondos senos y sus durísimos pezones, sus cabellos castaños claros caen en bucles desordenados que algunos rizos cubren parte de su busto delicioso. Con su cabeza inclinada hacia el suelo se observa sentada en el suelo con sus piernas desnudas abiertas y sus manos que descansan en sus piernas con las palmas hacia arriba, el coño le palpita y sigue encharcado de sus jugos. Vista desde cierta distancia cualquiera diría que es una muñeca mecánica de carita de porcelana que se le ha acabado la cuerda o simplemente una marioneta a la que le han cortado los hilos. Lo peor de todo era el nivel de excitación que alcanzaba con cada humillación, y las ganas enfermizas de comerle el coño a Rossana y poder venirse como una puta.

El día avanza sin incidentes Rossana continua en los trabajos de la casa y ambas hermanas siguen encerradas en sus cuartos. Por su parte Melissa pasa todo el día masturbándose sin poder llegar a su anhelado orgasmo, ¿cómo era posible no poder llegar si hacia solo unas horas se había venido tantas veces que había perdido la cuenta? Hora tras hora su frustración se hace más y más grande sin poder correrse, usa todo cuanto tiene a mano.

– Esto no puede ser ¿como es posible estar tan caliente por la perra de mierda? Debo estar enferma, solo puedo pensar en el coño de esa estúpida, y tuvo el descaro de pedirme que le entregue a Samantha… ufff necesito correrme, ya casi, yaaaa casiiii, no, no noooooooo, MALDICIÓN… no puedo… no puede ser tan complicado, solo tengo que calentar lo suficiente a Sammy y ella haría cualquier cosa por más sexo… ¿pero se dejaría coger de la empleada?

Solo tiene que levantarse para llegar a la puerta, caminar el corto trecho al cuarto de Samantha, Samantha como siempre en su computadora teniendo una sesión de cibersexo con alguno de sus amigos, la muy puta mirando con cara de zorra la webcam mientras se aprieta las tetas, se mete los dedos en el coño, su lengua moja sus labios y se mueve como una serpiente saliendo de su boca apetitosa.

Al cerrar los ojos y meterse los dedos en el coño no puede ver detrás de ella a Melissa, que solo tiene que tomarla por los brazos y empezar a besarle los hombros, luego el cuello, mientras sus manos capturan sus senos y luego se deslizan por su abdomen hasta llegar a su coño, y cuando finalmente la bese y meta su lengua en su boca, se sentara después en sus piernas y la hará mamarle los senos mientras Melissa le dice lo rico que lo chupa, solo necesita tomarla por la barbilla para mirarla a la cara y ver sus ojos de lujuria para después besarla mientras se pone de pie y sin soltar el beso con una poca de presión en los hombros de Sammy, hacerla arrodillarse y ponerla a comerle el coño… en ese momento recuerda la webcam y saber que esta siendo vista seduciendo a su hermana mayor la vuelven a la realidad…

Melissa esta de pie apoyada en la puerta de su habitación con una mano en la manija de la puerta y en la otra sostiene un vibrador cubierto por sus jugos vaginales, todo había sido un sueño o una pesadilla. Esta en la puerta a punto de salir y seducir a su hermana y entregársela a Rossana, siente como cada músculo de su cuerpo le pide a gritos abrir esa puerta y seducir a Samantha para poder comerle el coño a Rossana y finalmente correrse a gusto.

Angustiada quita su mano de la manija de la puerta y para despertarse la pasa por su rostro, el rastro de fluidos de Rossana que quedo en la manija de la puerta al salir llega a su nariz y casi como si su cuerpo y mente se desconectaran de ella, simplemente se ve avanzar por el pasillo, en piloto automático llega hasta la puerta del cuarto de Samantha abre la puerta y entrando al cuarto la encuentra justo donde la imagino. Sentada frente a la computadora. Melissa se coloca detrás de ella y un video en la pantalla de la computadora capta toda su atención, dos chicas vestidas con trajes de goma y mascara de latex esta atadas a un artefacto donde sus tobillos, rodillas y muñecas están sujetos al aparato que al parecer puede ajustar sus posición facilitando el acceso a sus coños y a sus culos o a sus senos, áreas que el traje de latex deja al descubierto. Un hombre fuera de cámara toma a una de las chica por la cola de caballo que sale de la mascara que cubre su cabeza y empieza a usar la boca de la chica como una vagina mientras otra mujer se coloca detrás de la segunda chica atada y empieza a comerle el coño.

Melissa de pie y Samantha sentada observan atónitas como el hombre y la mujer usan los cuerpos de ambas chicas como si de unas marionetas se trataran pues activando ciertos dispositivos los cuerpos de las chicas son movido adelante o atrás, puesto de pie o colocados en diversas posturas que facilitan al hombre y mujer llegar a los orificios de las chicas que son llenados con lenguas, vergas o vibradores. Las dóciles marionetas solo atinan a gemir al ser acariciadas o penetradas por sus agujeros en aquel bizarro espectáculo de títeres sexuales, ambas a merced de sus amos titiriteros.

Ambas hermanas sienten como sus coños empiezan a hormiguear y sus cuerpos se erizan al ver como ese hombre y esa mujer hacen que ambas chicas lleguen al orgasmo una y otra y otra vez, ya para entonces Samantha y Melissa se masturban descaradamente y poco a poco Samantha que va abriendo sus piernas hace contacto con Melissa. Es cuando ya no pueden contener sus ganas de besarse y masturbarse una a la otra, con maestría calculada Melissa coloca sus manos en los hombros de su hermana mientras se besan y poco a poco va aplicando fuerza suficiente hasta hacerla arrodillarse frente a sus piernas abiertas y Samantha después de acariciar y besar su cuerpo siguiendo el camino al sur termina enterrando su lengua en el encharcado coño de Melissa. Luego de varios minutos Samantha no ha podido hacer que Melissa se corra y Melissa esta frustrada con tantos intentos, una y otra vez la lengua de Samantha entra y sale de entre las piernas de su hermana menor y sus labios atrapan su clítoris que hace que el grito casi animal de excitación escape de la garganta de Melissa, pero no logra hacerla llegar al orgasmo.

Finalmente Melissa toma por el rostro a Samantha y mirándola a los ojos le observa la cara húmeda de fluidos vaginales mientras le dice:

– ¿Que harías por mi putita?

Samantha lamiendo sus labios saboreando los jugos de su hermana contesta sin retraso.

– Lo que tú quieras…

Tomándola por la cintura la levanta del suelo donde estaba arrodillada y la hace caminar al cuarto de Rossana, Melissa abre la puerta del cuarto y ambas son invadidas por el aroma a sexo que satura el lugar proveniente del coño de Rossana, el aroma entra en sus pulmones y su cerebro se va desconectando de la realidad. Ambas chicas están de pie mirando a Rossana acostada en la cama vestida con un finísimo juego de lencería de encaje negro que contrasta con su piel clara, ella sigue masturbándose con un gran vibrador con sus piernas separadas y cubiertas por las medias de seda y sostenidas por ligueros, Rossana sonríe al verlas allí a las dos como dos indefensos ratoncitos hipnotizados por las serpiente que esta por devorarles, se saca el vibrador y las chicas la ven caminar hacia ellas como si flotara en una nube, se para frente a ellas y sonriéndole a Samantha le dice:

– Has sido una muy buena chica, lo has hecho muy bien Sammy.

Sin dejar de mirarle los senos a Rossana, los cuales están casi por desbordarse del ajustado sostén de encaje, Samantha contesta.

– Gracias señora…

El aturdido cerebro de Melissa se esfuerza por entender la situación, nada de esto tiene sentido: “¿Por que le agradece a Sammy, sí yo fui quien cumplió lo que me pidió, yo traje a Samantha hasta aquí? Debe haber algún error…” mientras Melissa intenta razonar esto, las observa y Rossana soltando su sostén deja libres ese hermoso par de senos con aureolas coronadas con unos duros pezones que Samantha no puede dejar de mirar. Rossana tomando por la barbilla a Samantha, la atrae hacia ella y le besa apasionadamente y luego lentamente soltando el beso hace que la cara de Samantha descanse en sus senos y Samantha como una mirada de estúpida solo atina a besar los pechos y sacar su lengua para lamerlos.

– ¿Qué mierda esta pasando aquí yo…

La idea que Melissa lograba ordenar queda incompleta y su cerebro simplemente se apaga cuando aun acariciando el cabello de Samantha que sigue besando y lamiéndole los senos, Rossana extiende su mano que sostiene el vibrador de goma inundado de sus jugos hasta ponerlo frente a la cara de Melissa y Melissa instintivamente abre la boca y engulle el vibrador y su exquisito sabor termina por doblegarla, lame todos esos jugos y mientras sus manos reemplazan la mano de Rossana y sostienen el vibrador que lame y limpia con devoción, va cayendo de rodillas justo frente a Rossana y Samantha.

– ¿Ahora entiendes que tan excitante puede ser la vida Sammy?

Rossana sigue hablando con Samantha que sigue besando y lamiéndole los senos, pero nada de lo que dice tiene la menor importancia para Melissa que luego de limpiar todos los jugos del vibrador, Rossana coloca una mano detrás de la nuca y guía la cara de Melissa hasta enterrarla en su coño. Ella sigue de rodillas con su cara en el coño de Rossana y oleada tras oleada de placer barren el cuerpo en una constante que no termina de llevarla al orgasmo pero le erizan de pies a cabeza, no hace otra cosa que aspirar el aroma de ese coño que finalmente la desconecta del mundo real.

Melissa no se da cuenta de nada de lo que pasa y solo siente el deseo incontenible de seguir comiéndole el coño a Rossana, que en ese momento le coloca un collar de cuero con una argolla y sujeta el extremo de una cadena al cuello de Samantha, mientras la besa en la frente y le acaricia los senos, Samantha baja sus manos recogiéndole el cabello castaño rizado a Melissa y jalándola hacia arriba por el cabello la separa de ese coño, Rossana le coloca otro collar y cadena en su cuello a la indefensa chica lo que le provoca en Melissa un orgasmo infinito.

Fin de la Segunda Parte.

Nota del Autor: Como siempre agradezco infinitamente los comentarios o e-mails que me hacen llegar a mi correo blackfires@hotmail.com o dejan directamente aquí en todorelatos.com. Cada una de sus palabras son bien recibidas y en caso de ser posible contestadas y sus ideas usadas en los relatos.

“Casa de Marionitas 1 y 2” han sido creados intentando complacer a la gran cantidad de lectores que habían solicitado continuara las aventuras de la familia Baxter, sobre todo saber de Sammy, Mely y Sussy Pussy. Este capítulo de la serie es el último publicado fuera de la categoría Control Mental, así que en las próximas entregas “Las Profesionales” volverán a su categoría original.

PARA CONTACTAR CON EL AUTOR:
blackfires@hotmail.com

 

Relato erótico: “Las Profesionales – Casa de marionetas esclavas 3” (POR BLACKFIRES)

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MALCRIADA2Las Profesionales – La casa de las marionetas esclavas: Parte 3 (Final).

Sin títuloLos últimos rayos de sol iluminan el jardín trasero de la mansión de la familia Baxter, la brisa suave y fría que atraviesa la barrera de árboles que rodea la propiedad hacen que la piel desnuda Rossana se erice y calma un poco el calor del sol que broncea su cuerpo mientras permanece acostada boca arriba en una de las sillas de playa de la piscina de la mansión. Su cuerpo tostado y brillante de sudor ofrece una excelente vista de sus dos hermosos pechos los cuales se separan un poco hacia los lados movidos por la gravedad, ambos adornados con un par de piercing de argollas de plata diminutas en sus pezones, su abdomen completamente plano muestra su también argollado ombligo y más abajo un cuarto piercing que adorna su clítoris se esconde entre los pliegues de su coño.

Sus torneadas piernas permanecen una estirada y una flexionada mientras escucha el susurro del viento al atravesar los arboles. Se acomoda de espaldas para que el cálido son termine de broncear toda su piel y sus cabellos caen en una cascada de un lado de su cabeza que hace descansar sobre sus manos, ahora sus pechos se presionan contra la silla y su espalda marca la ruta que va al sur encontrándose con un hermoso trasero respingón de carnosas nalgas redondas. A la vista de cualquier espectador esta chica desnuda solo puede ser comparada con una costosa muñeca sexual y al igual que esa muñeca ambas están listas para ser cogidas en cuanto su dueño lo tenga a bien.

Tomando una campanilla la hace sonar y por la puerta abierta, que da a la cocina de la mansión, aparece Samantha llevando una bandeja de plata, por todo atuendo lleva puesto un corsé que aplana y comprime su cintura dejando el busto desnudo en cuyos pezones han colocado dos campanillas plateadas que tintinean por el rítmico andar de Sammy, que con sus piernas bien tonificadas calza un par de tacones de aguja de 3 pulgadas, sus redondeadas nalgas desnudas se mueven en el vaivén y su húmedo coño lleva horas babeando mientras cocina, limpia y arregla la casa.

Al llegar junto a Rossana le ofrece un vaso de jugo de naranja y un tazón de frutas, Rossana toma el vaso de jugo y con un movimiento desprecia las frutas, Samantha sin saber que hacer observa a Rossana tomar el sol y ella le indica que coloque la bandeja a su lado. Sammy se inclina y coloca la bandeja sobre la espalda de Melissa que esta colocada a cuatro patas completamente desnuda, solo con un collar de cuero al cuello siendo usada como una mesa justo al lado de la silla de playa que ocupa Rossana.

Rossana termina con el jugo y levantándose pasa junto a las dos hermanitas, una de pie y la otra a cuatro patas esperando instrucciones, llega hasta la piscina zambulléndose en las cristalinas aguas y luego de nadar un rato sale y se aproxima a las hermanas Baxter. Mirando a la excitada Samantha le ordena.

– Sécame.

Sammy recoge una toalla la espalda de Melissa y rápidamente empieza a secar el húmedo cuerpo de la empleada de su casa, más que secarla aprovecha para acariciarla toda, espalda, brazos, entrepierna y sus hermosos senos que son los poderosos magnetos que atraen la atención de Sammy y la hacen mojarse. Mientras va terminando Rossana le ordena que recoja la bandeja y acariciándole las nalgas mientras se inclina y con una sonora nalgada le indica que vuelva a sus labores.

Envuelta en la toalla recoge una cadena de perro e inclinándose al lado de Melissa coloca la cadena en la argolla del collar de cuero que lleva la chica al cuello.

– Es hora de que seas más útil que una mesa putita.

Jalando de la cadena hace que Melissa empiece a andar a cuatro patas el trayecto que lleva de la piscina a la cocina de la mansión. Entrando a la mansión caminando sin prisa hasta el baño más cercano donde Rossana con un gesto de manos le ordena a Mely colocarse a 4 patas frente a la taza del baño, obedientemente Mely se coloca donde le indican y Rosana le dice:

– Posición de obediencia 3.

Sin el menor pensamiento el cuerpo de Melissa reacciona colocándose de rodillas con sus nalgas descansando en sus talones, sus piernas ligeramente separadas, sus manos se levantan sosteniendo sus grandes y hermosos pechos, su cabeza inclinada hacia atrás y mirando a su dueña abre la boca pasando su lengua seductoramente mojando sus labios.

Rossana se sienta en la tasa del baño y simplemente sonríe al ver a la altanera niña rica mirándola con lujuria mientras Mely no puede evitar soltar babas desde su coño y sus jugos escurren por sus piernas, Casi es imperceptible la leve vibración del cuerpo de Melissa al sentirse humillada y usada como un juguete, mientras Rossana simplemente deja que su bejina suelte su contenido directamente a la taza del baño haciendo escuchar el sonido característico del líquido a chorro cayendo en la taza. Melissa no puede creer lo arrecha que esta al tener un ama que la trata como un objeto y más teniendo ese adorado coño que la controla a menos de un metro de sus labios.

Al terminar Rossana se levanta y ese extraordinario par de piernas sostienen el cuerpo más deseado por Melissa y su posición arrodillada la deja a centímetros del coño de Rossana que simplemente le ordena con naturalidad.

– Límpiame.

Separando y levantando un poco la pierna la cara de Melissa Baxter se entierra en el coño húmedo de orine de Rossana y la entrenada lengua de Melissa realiza su labor con adoración y esmero, haciendo que la pobre chica siga soltando más y más jugos al sentirse tan humillada. Terminada la labor Rossana simplemente la abandona en el baño en la misma posición de inicio, Rossana vuelve a la cocina donde encuentra a Samantha limpiando los trastos y arreglando la cocina, deteniéndose un momento la contempla atareada moviendo su excelente par de carnosas y redondeadas nalgas mientras trabajando y va caminando de aquí para allá. Se le aproxima y sin darle tiempo a reaccionar, la toma por los senos desde la espalda, le besa el cuello mientras le comenta y la siente temblar de excitación.

– La puta de tu hermanita esta en el cuarto de baño. Ve y cógetela, de paso báñense bien una a la otra, las quiero aseadas y listas en 15 minutos.

Sammy camina al baño y se encuentra a Melissa aun arrodillada en el suelo, tomándola por la cintura la hace levantarse y sus manos permanecen rodeando su cintura, Mely la observa y le dice casi entres sollozos.

– No puedo creer lo puta que soy.

Mirándola a los ojos Samantha responde.

– No somos ni la mitad de lo putas que debemos ser.

Sin más que decir ambas hermanas se funden en un beso donde sus lenguas prueban su habilidad intentando explorar la boca contraria, mientras sus manos acarician senos, caras, espaldas y nalgas hasta casi fusionarse como una sola mientras se van metiendo a la ducha para cumplir con lo ordenado.

Hacia solo unos minutos que Rossana había conducido a las dos hermanas hasta el garaje de la mansión y tomando la camioneta de Samantha les había ordenado subir en el puesto trasero del vehículo. Antes de salir de casa las había llevado a la sala donde las hizo ponerse un par de gabardinas rosadas y blancas, con un amplio escote que dejaba apreciar los extraordinarios senos de las chicas y hacia abajo el atuendo casi no cubren la mitad de sus muslos, junto a sandalias con tacón de aguja de 3 pulgadas, todo el conjunto lo remata con un collar de cuero negro con hebilla plateada en el cuello de ambas chicas. Con una agilidad profesional que solo puede ser resultado de la práctica Rossana había maquillado a ambas chicas como dos putas listas a salir a caminar las calles de la ciudad en busca de vergas y billetes arrugados de baja denominación.

Mirando por el retrovisor del parabrisas Rossana puede ver a ambas chicas “vestidas para trabajar”, nadie podría reconocer debajo de ese maquillaje y esas ropas de putas a las herederas de las Clínicas Baxter, de aquellas dos niñas malcriadas y mimadas no quedaba ni el recuerdo. Poniendo el motor en marcha Rossana chasquea los dedos y Melissa y Samantha se deleitan acariciándose y besándose en el asiento trasero mientras el vehiculo avanza hacia su destino.

Así continúan hasta que sienten que el auto lentamente se va deteniendo y entran a los estacionamientos VIP de un edificio que ellas no reconocen, Rossana saca una tarjeta por la ventanilla y activa el portero eléctrico en un lector de tarjeta, la camioneta de Samantha entra sin problemas a un estacionamiento.

Bajando del vehiculo las chicas observan aterradas como Rossana avanza sin mas hacia una puerta que da acceso al edificio, la cara de Melissa se va tornando roja al mirar como Samantha sigue a Rossana, pero la vergüenza de ser vista en público vestida cual puta no la deja moverse. A unos 10 pasos Rossana voltea y ve a la chica junto al auto entre penumbras paralizada de vergüenza, regresando le ordena.

– Avanza.

Por toda respuesta escucha.

– No puedo yo….

– Te he dicho que avances.

– No puedo entrar allí vestida así… es que no pue…

Una sonora cachetada hace que los pensamientos de Melissa se apaguen unos segundos mientras Rossana la toma por la cintura y el cuello y la presiona contra el auto oculto a la vista de gente.

– Vas a hacer lo que yo te ordene Mely y serás una muy buena chica, no te importa que te vean vestida de puta por que simplemente eso eres…

Metiendo rápidamente una mano bajo su propia falda Rossana mete dos dedos en su coño que todo el día ha estado húmedo, saca estos dos dedos mojados de sus jugos y los pone sobre sus labios como brillo labial. Melissa sollozando observa a Rossana aproximar su rostro a ella y sin nuevas resistencias se deja besar por ella, su cerebro no logra asimilar lo que pasa y simplemente se escucha decir “soy una buena chica”, mientras siente como su cuerpo responde a su ama y caminan entrando a un lobby de lo que a todas luces es un casino repleto de gente muy bien vestida y elegante, jugando ruletas, cartas y dados en varias mesas distribuidas en la amplia sala, atendidos todos por espectaculares meseras con vestidos casi adheridos a sus cuerpos. Las hermanitas Baxter avanzan tras de Rossana como dos polillas siguiendo la luz de una vela hasta llegar a un ascensor que las lleva rápidamente al penthouse. Antes de salir del ascensor Rossana les coloca un par de cadenas de plata al cuello y las hace caminar dentro del lugar.

En el primer salón las hermanas Baxter quedan en shock al observar a una chica vestida en un juego de empleada francesa, montada en unos zapatos de tacos de aguja de por lo menos 4 pulgadas. Su uniforme esta compuesto por una microfalda de algo parecido al latex, un pequeño delantal y un corpiño que se encaja en su cintura pero que no cubre sus enormes y argollados pechos del cual penden dos campañillas, sobres su cabeza lleva una mascara de latex y en su boca una anillo rojo en forma de O ajustado con correas sobre su cabeza la hace mantener abierta la boca y por tanto su saliva cae de sus labios mojando sus pechos.

Rosana se le acerca y le ordena algo al oído y la chica que sin demora camina delante de ellas guiándolas a una de las amplias habitaciones del lugar donde, entre penumbras, pueden ver a una chica a 4 patas atada a una máquina, al igual que la empleada su boca permanece abierta por un abrebocas rojo manteniendo su boca en forma de O, por su culo una máquina eléctrica hace entrar y salir un vibrador de buen tamaño.

Para este punto ambas chicas entienden que son parte de una pesadilla Sadomasoquista, mirándose aterradas observando atentamente el salón descubren la computadora y las cámaras que transmiten como se han estado cogiendo las mujeres esclavizadas. La misma decoración que habían visto en el video que las había puesto tan calientes en la computadora en el cuarto de Samantha. La mujer atada sigue gimiendo al sentir como el dildo llena su culo en su rítmico entrar y salir y repentinamente el dildo mecánico sale del culo de la chica con un sonoro POP y la chica es tensada por el sistema de poleas y ataduras hasta quedar de pie en forma de X.

Roxy las deja observar y acercándose en medio de ellas, desde la espalda las rodea con sus brazos les va besando el cuello y les acaricia las cinturas, ellas poco a poco van reaccionando y aun observan a la chica atada ante ellas. Roxy jala los lazos que sostienen amarradas sus gabardinas, las cuales se sueltan revelando las pieles desnudas de ambas chicas, que ahora presentan sus coños húmedos y senos duros con pezones, Roxy jala las gabardinas desde la espalda y ambas chicas quedan desnudas solo con sus zapatos de tacon y sus collares de cuero y cadena en las argollas.

– Esa perra esta esperando por ustedes, ahora quiero que se la coman como les he enseñado.

Sin ninguna palabra ambas chicas avanzan hacia la atada y amordazada esclava. Samantha se coloca a la espalda de la chica y Melissa al frente y a la orden de Roxy ambas empiezan por su lado a mamarle el coño y el ano a la chica que empieza a gemir como una puta en celo, oleada tras oleada de placer acaban con la voluntad de la chica mientras las dos lenguas expertas la hacen llegar una y otra y otra vez al orgasmo, haciendo que sus piernas se tensen y su respiración se agite mientras todo su cuerpo vibra de placer ante las lenguas de las hermanas Baxter que siguen arrodilladas mamando como se les ordenaran. Roxy se aproxima al trío besando a la chica y con eso aplaca un poco sus gemidos. Acariciándole los senos hace sonar las campanillas de plata que cuelgan de los pezones de la chica que no puede dejar de venirse bajo la tortura sexual a la que es sometida.

– Muy bien hecho mis marionetas, ahora vayan a la mesa de fondo y pónganse esos dildos dobles y vuelvan a aquí.

Samantha y Melissa van a la mesa y encuentran un par de arneses con dildos cuyas correas son para sujetarlos a las caderas de las chicas, haciendo que una parte del dildo de plástico entre en sus coños y otro extremo cuelgue del frente del arnés. Melissa mira horrorizada todo aquello y le dice a Samantha.

– No podemos hacer esto… Samantha tenemos que para esto… ¿Samantha?

Samantha sigue las palabras de Roxanna al pie de la letra y casi como una autómata termina de ponerse el arnés y solo voltea a mirar a Melissa cuando esta última le sostiene de la muñeca para detenerla. Mirándola a los ojos Samantha le dice:

– Solo tienes que obedecer… solo podemos hacer eso.

Sin decir mas se suelta de Melissa y vuelve junto a Roxy, Melissa entre lágrimas empieza a ponerse el arnés y al terminar vuelve junto al grupo. Encuentra a Roxy metiendo tres dedos en el coño de la chica atada mientras la besa apasionadamente y alternando sus manos en el coño de la chica termina con sus dedos cubiertos de fluidos vaginales. Luego aproximándose a las hermanas acaricia con sus manos los dildos que cuelgan de las entrepiernas de las chicas

– Ya que están listas, Sammy cógete a esa puta por el coño y tú mi querida Mely dale por el culo. Quiero escucharla gemir, denle tan duro como puedan.

Sin esperar más ordenes ambas chicas empiezan a llenar los huecos de la chica que no puede dejar de gemir al sentir como más y más rápido es penetrada por su culo y coño, ambos dildos entran sin resistencia en los húmedos y dilatados huecos de la chica, sus gemidos de placer empiezas a llenar la habitación y Melissa empieza a escuchar como los gemidos de Samantha se funden con los de la chica. En la garganta de Melissa un gemido de placer empieza a formarse y se fuerza a no dejarlo escapar de sus labios, se siente mareada y necesita pensar en otra cosa, bloquear sus pensamientos. Para eso intenta mirar la pared de fondo buscando algo donde fijar su atención y bloquear todo aquello.

Sus ojos se van acostumbrando a la oscuridad y al buscar donde fijar su mirada descubre la silueta de una persona sentada en las sombras observándoles dominar a la atada chica. La figura le observa desde la oscuridad y lentamente le ve levantarse y poco a poco ir avanzando hacia la luz. La vergüenza de Melissa se mezcla con su excitación y finalmente todo esto se va convirtiendo en ira al ver la sonrisa de satisfacción en el rostro de James Baxter, sus embestidas aceleran y la chica atada empieza a gemir más y más fuerte. Melissa observa a Mr. Baxter con odio y finalmente haciendo un esfuerzo sobre humano le grita:

– Tú hiciste esto maldito desgraciado, tú estas detrás de todo esto…

James se acerca al grupo y tomando por la cintura y apretando uno de los senos de Roxy le besa apasionadamente. Al soltarla da un paso atrás y levanta la mano sosteniendo una cadena y Roxy cae de rodillas frente a él mientras dócilmente se deja colocar la cadena en un collar que se colocó justo en el momento que James se levanto del cómodo sofá desde donde observaba todo.

Finalmente Samantha parece reaccionar y mirando entre gemidos le dice a James con la mirada nerviosa y confundida.

– ¿Por qué nos haces esto… si nosotros somos…?

– Somos tus hijas maldito infeliz – dice Melissa.

Sonriendo James toma el rostro de Melissa que siente como todo su cuerpo vibra de placer al contacto de la mano de James.

– Mi linda Melissa siempre fuiste la de más carácter, pero siempre la más ilusa… ustedes nunca me aceptaron como su padre y siempre me trataron como ”el tipo con quien se caso mama”… En ese caso por que tendría yo que tratarlas como hijas y después de todo siempre me parecieron un par de putas malcriadas, frívolas, egoístas y egocéntricas. Pero tu hermana con ese “‘somos”‘ no se refiere a que son mis hijas, con ese somos se refiere a que ella y yo… “fuimos” algo más que padre e hija.

Melissa mira consternada a Samantha y Samantha solo puede baja su rostro evitando la mirada de su hermana.

Mr Baxter ahora acaricia el rostro de Samantha que inmediatamente comienza a correrse en un orgasmo incontenible mientras James le comenta a Melissa.

– No tengo por de darte explicaciones, mucho menos a una putita malcriada como tú, pero te diré que todo esto y lo que estas por vivir se lo debes a tu hermanita. Cuando conocí a tu madre Samantha era una puta adolescente calienta vergas y siempre encontraba la forma de quedarse a solas conmigo y luego masturbarnos, mamármela o cogernos justo antes que tu madre nos encontrada. Sí te preguntas si tu madre lo supo, pues te diré que estoy seguro que sí. Pero como a tu madre siempre le importo más el dinero, se caso conmigo.

James acciona un botón y las ligaduras de los brazos de la chica empiezan a soltarse y las horas que lleva atada vencen su resistencia haciendo que sus piernas se doblen, solo la sostienen los dildos y embestidas de Samantha y Melissa.

A una señal de James indica a Roxy que se aproxime detrás de Samantha y tomándola de la cintura con una mano y con la otra acariciando sus senos la separa de la chica lo suficiente para que la chica se desplome a 4 patas mientras James separa a Melissa tomándola de igual forma que Roxy a Sammy, apretando otro botón las cuerdas atadas a la cintura de la chica la hacen levantarse y las cuerdas atadas a sus tobillos hacen que sus piernas se separen un poco y la chica queda en un ángulo de 90 grados.

James y Roxy guían los dildos de ambas hermanas y hacen que se cojan a la chica, esta vez llenando su boca y su coño, mientras ellos primero con sus manos acarician sus traseros y poco a poco van separando sus nalgas y deslizan sus dedos en los anos de ambas chicas que empiezan a gemir de placer. A diferencia de las veces anteriores la primera en quejarse es Samantha

– ¿Aggggggg por que me haces esto…?

– ¿Aun te lo preguntas? ¿No recuerdas cuan furiosa te pusiste cuando te dije que no podrimos seguir lo nuestro pues me casaría con tu madre? Recuerdo que juraste que me arrepentiría. Tiempo después de casados un día llegaste con un archivo completo de las infidelidades de tu madre, datos sobre sus amantes, su gigoló y hasta sus oscuros manejos de mi capital de inversión en su empresa estética. No me quedaron muchas dudas de que debía hacer…

Con una sonrisa Roxy empieza a deslizar un dildo doble dentro del ano de Samantha lo que la hace gemir al estar empalada por el coño y culo al mismo tiempo. Por su parte James lentamente desliza su verga dentro del dilatado ano de Melissa. Samantha no puede resistirlo mucho tiempo y empieza a correrse otra vez mientras sus piernas tiemblan al punto de no poder sostenerse por si sola y Roxy la sostiene de la cintura.

Así transcurren unos minutos las hermanitas Baxter son sodomizadas por James y Roxy mientras ellas hacen lo propio con la chica atada que esta entre ellas, la cual no para de gemir, babear y correrse como una perra en celo. Finalmente James tocando un botón que acciona las cuerdas que hacen que la chica vuelva a quedar en forma de X. Separando a las hermanas de su atada victima les habla.

– Como les decía un buen día decidí que toda mis putas debían ser obedientes y complacientes…

Melissa empieza a gemir y temblar sin control mientras James besa su cuello y presiona sus senos. Samantha ahora un poco más lúcida pregunta.

– ¿Como que todas… que le hiciste a mi madre maldito desgraciado?

– ¿Ahora te importa tu madre? No le he hecho nada… Nada que ella no gozara en el proceso. Al igual que todas ustedes gozó tanto o más el proceso de convertirla en una puta marioneta.

Ambas chicas tiemblan de pánico al ver como James sacando su verga del dilatado culo de Melissa se aproxima a la chica atada y lentamente va soltando la correa que sostiene una mascara sobre la cabeza de la chica atada, poco a poco fácilmente va retirando la mascara de látex y finalmente el pánico de las chicas da paso a un sentimiento de alivio, que inmediatamente cambia a uno de sorpresa al descubrir que no es el rostro de su madre detrás de la mascara, pero ante ellas aparece el rostro de Valeria.

Samantha no puede creer como delante de ella Valeria aparece atada en forma de X con su mirada perdida y escurriendo jugos y babas desde sus tres orificios, su boca se mantiene abierta con la mordaza de anillo rojo que hace que parezca más estúpida al dejar que hilos de saliva escurran de su boca y humedezcan sus senos desnudos y argollados, Samantha puede jurar que Valeria no la reconoce o simplemente no esta conciente de todo lo que han hecho con ella en las últimas horas, pues solo puede ver una mirada perdida en sus ojos vidriosos y apagados, al igual observa un par de audífonos inalámbricos que cubren sus oídos y supone que nada de lo que han dicho ha sido escuchado por la aturdida Valeria.

Roxy empieza a besar el cuello de Samantha mientras James hace lo propio con Melissa mientras les dice:

– Deberían tener más respeto por tus mayores, miren como termino esta putita zorra por querer pasarse de lista.

Tomándolas por sus cadenas Roxy y James las hacen caminar a ambas hasta el sofá desde donde James contemplaba antes aquella escena al puro estilo de Hardcore Bondage, entre sus hijastras, su empleada y la atada Valeria. Ambos se sientan y Roxy ordena.

– A cuatro patas.

Al instante las dos hermanitas caen de rodillas y manos frente a ellos, movidas por el mas visceral de los instintos, como si en verdad fueran dos perras entrenadas para obedecer a sus dueños, lo que hace que ambas chicas sientan tal humillación y excitación al saberse controladas.

James coloca su verga frente al rostro de Melissa y ella lo mira suplicante.

– Ya sé que no te gustan las vergas que no sean de plástico. Pero esta verga hará que te encante las vergas, ahora ven y no demores nena.

Melissa solo alcanza a decirle.

– Por favor… mmmmmm… por favor…

– ¿Favor? Claro que te hare el favor, una vez pruebes mi verga vas a olvidarte de que algún día solo te gustaron las tetas y recientemente los coños, vas a estar sedienta de verga, por cierto Roxy no se te antoja una bebida fría…

Ya para entonces Roxy tiene los ojos en blanco, mientras sostiene con una mano la cabeza de Samantha que hunde su cara en el coño frente a ella y con la otra mano se aprieta los pezones. Al escuchar las palabras de James, Roxy suelta sus pezones y toma una campanilla de plata y la hace sonar. Segundos pues desde el suelo a cuatro patas ambas hermanas observan como avanzan hacia ellas un hermoso par de piernas con pies calzados en tacones de aguja de 4” y argollas en los tobillos, sus nalgas y coño intentan ser cubiertos con una microfalda negra que por delante lleva la parte baja de un delantal semitransparente que sube por su cintura y se inserta en medio de sus enormes senos los cuales están ambos anillados en sus pezones, el delantal termina atado en su cuello al igual que el collar de cuero negro del cual salen dos cadenas de plata que tensadas sostienen el frente de una bandeja de plata, las argollas de sus pezones sostienen la parte trasera de la bandeja en la cual lleva dos copas de Champagne.

En el rostro de Susan no hay el menor rastro de pensamiento y Samantha y Melissa sienten como sus cuerpos se estremecen al verla así, en una mezcla de miedo, humillación y excitación.

Melissa voltea mirando a James y casi llorando le dice:

– ¿Qué has hecho con ella, como puedes ser tan perverso?

– Bueno Sammy ya te dije todo cuanto debías saber, ahora Sussy ven y ofrécenos un trago.

– Si mi señor.

Sussy camina en medio de sus hijas y flexionando sus piernas sin inclinar la bandeja ofrece a Roxy y a James dos copas de Champagne, ambo toman las copas y James le ordena colocarse de rodillas… Sussy cae de rodillas y sus hijas la observan atónitas, Samantha no puede quitar los ojos de ese enorme seno que tiene a solo pulgadas de su boca… mientras Melissa no quiere mirar a su madre pues su boca se hace agua al oler la fragancia que escapa del encharcado coño de su madre, ¿Como había dejado que la convirtieran en una puta adicta a los coños? solo de imaginarse comiéndose ese coño, en su mente todo empezaba a dar vueltas y siente como su propio coño empieza a mojarse.

Al levantar la vista puede ver como James y Roxy le quitan la bandeja de plata de los pezones y las cadenillas del collar del cuello a Sussy y le ordenan sentarse entre ellos, ambos la toman por los muslos separándolos y empiezan a mamarle los senos. Sussy empieza a gemir mientras empiezan a meterle los dedos en el coño. Melissa tiene que mirar a otro lado pues siente que esta por desmayarse. Al mirar a su lado Samantha observa la escena sin siquiera parpadear y en su boca abierta ve como escurre de su labio un hilillo de saliva, Roxy empieza a tensar la cadena de Samantha atrayéndola hacia el sofá, Melissa mira suplicante a Samantha y le dice:

– Por favor no lo hagas…

Sin siquiera mirarla y gateando lentamente guiada por la cadena que lleva al cuello, Sammy contesta.

– No puedo evitarlo… obedecer es un placer…

Melissa observa como su hermana sin la menor resistencia gatea hasta los pies del sofá y la mano de Roxy guía su rostro hasta el empapado coño de Sussy Pussy, Sammy empieza a lamer y chupar ese coño mientras James y Roxy alejan sus bocas del los pezones de Sussy, Sammy empieza a subir al sofá y termina abrazada besando y lamiendo los labios de su madre mientras James le acaricia las nalgas, Roxy se une al beso y las tres lenguas juguetean entre ellas hasta que tomando por la cintura a Sammy, James la coloca sobre su verga y empieza a penetrarla haciéndola subir y bajar. Sammy gime de placer y se aprieta sus propios senos con cada embestida de James.

Melissa esta en el suelo mirando como una perfecta estúpida como su padrastro se coge a su hermana y su empleada mete su lengua en la boca de su madre. Ni en la peor de sus pesadilla algo como eso podría ser siquiera imaginado, pero lo más horroroso de todo era que su cuerpo estaba reaccionando a aquel bombardeo sexual, sentía su coño ardiéndole y por sus muslos escurrir sus jugos.

En un segundo Melissa consigue hacer que su cuerpo le obedezca y se pone de pie, sigue mirando aquella escena sacada de un mundo bizarro y empieza con gran esfuerzo a caminar hacia la puerta para salir de esa locura, James voltea a Sammy y sigue cogiéndosela pero ahora Melissa puede observar perfectamente la cara de fascinación de su hermana al ser penetrada una y otra vez por la verga de James, la observa finalmente llegar a un orgasmo que estremece todo su cuerpo y sus labios dejan escapar un gemido y al abrir los ojos Melissa entra en pánico al ver la misma mirada sin pensamientos en los ojos de Samantha, la misma lujuria y obediencia que ve en su madre, como si todo aquello le hubiera provocado un verdadero daño cerebral. James sonriendo voltea a verla de pie desnuda y temblando como un animalito asustado. Se levanta y lentamente se va acercando a ella y observa como sus muslos están empapados de sus jugos y sus pezones duros y todo su cuerpo bañado en sudor.

– ¿A donde vas Mely?

– Aléjate de mi, tengo… tengo que salir de aquí…

– No te preocupes estarás aquí poco tiempo, dame un momento y no notaras como pasa el tiempo.

Diciendo esto James toma de la cintura a Melissa con una mano y su otra mano la coloca en el empapado coño, Melissa intenta levantar sus brazos para alejarlo pero no hay forma ahora que ambas manos de James la toman por el rostro y rápidamente la besa apasionadamente. Melissa siente como la lengua de James invade su boca. Las manos enormes y calidas de él se deslizan por su espalda acariciándola toda hasta llegar a sus redondeadas y respingadas nalgas, las cuales sostiene con fuerza casi separando sus nalgas y la levanta, siente como sus talones se separan del piso y solo sus dedos de los pies en puntillas tocan el piso, siente como sus brazos empiezan a pesar una tonelada y no tiene forma de separarse de James.

Mientras su boca se inunda con la lengua y la dulce saliva, su nariz se satura del olor a hombre que hace que su coño babe oleadas de jugos que mojan sus mulos. Sus pechos y sus pezones los siente tan duros como rocas, para ella el tiempo se detiene y poco a poco siente como James introduce su verga aun húmeda de los jugos vaginales de su hermana. Su encharcado coño se va llenando lentamente mientras ella empieza a gemir, poco a poco la va penetrando hasta llenarla completamente. Con sus manos aprieta ahora los cálidos y endurecidos pechos de Melissa y la siente vibrar como la cuerda de un violín a punto de romperse. La cabeza de Melissa esta inclinada a un costado y su rostro apunta al pecho de James, este deja de acariciar los senos y tomando su rostro con ambas manos la hace que le mire a la cara, aun puede ver las lagrimas secas que corrieron por su cara alterando su maquillaje. En su mirada el pánico y el miedo ahora son remplazados por la sorpresa y la incredulidad.

James la observa sonriéndole mientras un hilillo de saliva escapa de la boca abierta de Mely al sentir como la verga de James la hace temblar.

– ¿Cómo te sientes ahora cariño?

– Espectaculaaaaar

– ¿Quiere reunirte con tu mami y tu hermana y poder abrazarlas y darles un buen beso?

– Siiiiiiiiiiiii

– ¿Sí que preciosa, quien soy y como debes llamarme?

– Siiiiiiiiiiii daddy

– Buena chica…

Diciendo esto James puede ver como los ojos de Mely se van apagando hasta convertirse en algo parecido a dos estanques de tranquilas aguas azules…

Fin de la “Casa de marionetas esclavas”.

Nota del Autor: Como siempre agradezco infinitamente los comentarios o e-mails que me hacen llegar a mi correo blackfires@hotmail.com o dejan directamente aquí en todorelatos.com. Cada una de sus palabras son bien recibidas y en caso de ser posible, contestadas y sus ideas usadas en los relatos.

En fechas próximas espero estar publicando nuevos capítulos de “Las Profesionales” y siempre lamentando la ausencia y lo prolongado que resulta el tiempo entre cada publicación, espero que la espera valga la pena.

Blackfires.

 

Relato erótico: “Las Profesionales – Maestro de marionetas esclavas ” (POR BLACKFIRES)

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MALCRIADA2Las Profesionales son relatos originalmente escritos en español y no existen versiones en ingles o en otros idiomas por el momento. De ser publicados fuera de la página de todorelatos.com solicito sea comunicado previamente y se mencione la fuente y su autor.

Las situaciones sexuales descritas en estos relatos son producto de la ficción. En el mundo real, existen serios peligros de enfermedades de contagio sexual, practique el sexo seguro. Use preservativos y protéjase usted y a su pareja sexual.

Las Profesionales – Maestro de Marionetas Esclavas.

La vista a través de la ventana del quinto piso del nuevo edificio de Baxter Health Care & Spa era simplemente hermosa, algunos de los edificios mas pequeños del complejo podían verse a la izquierda y a la derecha claramente se apreciaban los árboles que rodeaban las extensas hectáreas de montaña donde estaba ubicada la instalación. Más allá en el horizonte lejos de las montañas se apreciaban los suburbios y luego los edificios de la ciudad que hacia pocas horas despertaba a un nuevo día.

Robert Sagel, sentado en la comodidad de su nueva oficina, observa la tranquilidad del panorama. Teclea algunas órdenes en la computadora portátil colocada en su escritorio, mientras sostiene un ejemplar de Social World Magazine, en portada aparece la foto de una hermosa mujer de por lo menos 45 años, de hermosos ojos verdes, cabellos castaños y piel clara, vistiendo un costoso vestido ejecutivo de saco y blusa de seda la cual deja entrever un hermoso par de senos que aun se mantienen en buen nivel dándole un excitante y a la vez elegante porte, sobre la foto el título del reportaje central es “Vivian Deveraux una profesional de éxito digna de imitar”.

Abriendo la revista observa el contenido del artículo y sonríe al escucha un timbre proveniente de la página web de su banco en línea, revisando el monto de la cuenta descubre que los fondos que esperaba han sido transferidos con éxito. Leyendo en voz alta dice:

– “… ser una profesional de éxito es muy complicado en estos días, donde las responsabilidades y competencias de una mujer, día a día son puestas a prueba en la dura lucha por escalar las posiciones desde el suelo hasta la cima de la realización personal…” Agggg ummmmm.

Robert deja escapar gemidos mientras sonríe al mirar a la desnuda Vivian Deveraux que esta a cuatro patas en la mullida alfombra de la oficina, ella lo observa entretenida en su labor de mamar a su dueño, sus ojos verdes se mantienen opacos y con mirada ausente mientras Robert acaricia sus cabellos, ella solo usa un par de zapatos de altos tacones de aguja y un elegante collar de perlas con una plaquita de plata que dice “Vivi”, un murmullo llega desde su vagina y su ano donde dos vibradores activados mantienen su vulva empapada por sus jugos que escurren por sus muslos.

Robert con un control remoto activa el nivel 5 de ambos vibradores inalámbricos, Vivian tiembla al sentir como los aparatos aumentan el ritmo, en su mente su propia voz se combina con la de Robert escuchándose decir “buena chica Vivi, buena chica, da el código de seguridad de tu banco a tu amo, solo eres una buena chica obediente y dócil, tu amo te premiara si obedeces”

– Buena chica Vivi, muy buena chica, bien sabes que pude sacarte cualquier cosa de esa cabecita tonta que ahora tienes, pero me encanta premiar a mis esclavas, definitivamente eres toda una profesional digna de imitar… y mira hasta donde has escalado, hasta la alfombra de mi oficina.

El intercomunicador se activa y la secretaria le informa.

– “Dr. Sagel la Dr. Helen Bells esta aquí para su reunión de las 8:30”

– “Muy bien Tara dile que entre”

Segundos después la puerta de la espaciosa oficina se abre dando paso Helen que como siempre camina con exquisita elegancia y con paso decidido avanza hacia Robert, ella viste un conjunto de saco y minifalda ejecutivo azul oscuro, blusa de seda blanca y medias con ligueros de encaje que cubren las esculturales piernas calzadas con zapatos negros de tacón de aguja, el rítmico andar hace que sus caderas se muevan en un excitante vaivén y sus senos se muevan arriba y abajo haciéndola de lo mas deseable. Robert sonríe al apreciar esa obra de arte y se complace al ver el subir y bajar de esos hermosos y redondos senos pues el sabe que Helen no lleva puesto ni sostén ni bragas como se le ha entrenado. No es posible evitar una erección al ver caminar a esa mujer que casi es una pieza de arte viviente, la cual transpira deseo y afecta el libido ya sea a hombres o a mujeres.

– Buenos días Dr. Sagel.

– Mejores ahora Helen… toma asiento.

– La comitiva extranjera ha llegado a las instalaciones tal como usted lo solicitara.

– Excelentes noticias Helen y cuenta como avanzan los preparativos del nuevo proyecto…

Robert siente como Vivian Deveraux tiembla de pies a cabeza sin la necesidad de que aumente la velocidad de los vibradores, ella sigue mamando el erecto miembro de Robert, debe ser tan humillante para ella saber que otra persona puede verla a 4 patas y mucho más que ella sea usada como un juguete sexual que solo tienen como propósito ordeñar la verga de un macho que la domina.

– Todo marcha según lo planeado, en el transcurso de esta tarde y mañana en la mañana estaremos recibiendo los primeros resultados del experimento en la mansión.

– Muy buenas noticias Helen, mantenme al tanto de avances…. Encárgate por favor de llevar a nuestra invitada VIP a su celda, digo a su habitación 5 estrellas… parece que esta disfrutando muchísimo su visita a nuestra clínica de reposo.

Diciendo esto Robert coloca una cadena al cuello de la sumisa Vivi y la entrega a Helen que rápidamente tira de ella y Vivi sacando la verga de Robert de su boca le mira con una mezcla de excitación y desaliento por no recibir la totalidad de la deseada recompensa, gateando a 4 patas avanza tras Helen que la lleva hacia una de las puertas ocultas de la oficina y al llegar la hace que se levante, le saca ambos vibradores de sus huecos y le hace limpiarlos con su boca y lengua, estando en eso Helen le dirige una mirada cómplice a Robert y le comenta:

– Pronto tendremos muchas más de estas elegantes señoras a cuatro patas, la campaña de publicidad esta resultando un éxito.

– Tal cual lo dices Helen, pronto tendremos más trabajos VIP, la inauguración de la clínica y centro de reposo y descanso VIP ha sido un rotundo éxito en la operación, lo que me recuerda dile a Tara que revise todo para el recorrido de las instalaciones, descuida Helen, esta vez no regalaremos nada de nuestro inventario, creo que al contrario estarás complacida con los aportes que nos traen esta vez nuestros invitados.

Con una sonrisa Helen abre la puerta oculta en el muro, suelta la cadena del cuello de Vivi y Vivian sin siquiera recibir una orden con sus manos separa sus labios vaginales para facilitar que Helen coloque la cadena en la argolla que hacia unos días había comenzado a adornar su hermoso y depilado coño.

Ambas mujeres desaparecen tras la puerta, Robert acomoda sus ropas y acciona el intercomunicador mientras dice:

– “Tara, informarle a mi invitado que pueden pasar”

– “Inmediatamente Doctor”

Un momento después Tara abre la puerta dejando pasar a la oficina primeramente a un hombre de sobrio aspecto ejecutivo de aproximadamente 50 o 60 años, su rostro de marcadas facciones asiáticas da a su aspecto un porte misterioso e imponente. Justo a dos pasos detrás del hombre avanza una chica igualmente asiática en la cual destacan tantos atributos femeninos que van desde sus redondeadas y respingadas nalgas, pasando por sus caderas justo debajo de su cintura estrecha en su delgado y delicado cuerpo como es usual en las asiáticas, algo no tan usual en su origen son un par de hermosos y redondos senos 34C que en comparación con su cabeza parecen estar fuera de proporción en ese menudito cuerpo, no mayor a 1.65 metros de altura. Sus cabellos negros tan oscuros como la noche descansan a un costado de su cabecita en la cual lo mas inusual de todo lo hablado es lo más interesante de la recién llegada, un par de hermosos ojos azul grisáceos que le dan un toque aun más místico a toda ella.

Robert como es protocolo se levanta de su escritorio y avanza a su encuentro, se detiene y hace una perfecta reverencia que es devuelta por ambos visitantes mientras Robert les comenta.

– Hasegawa-Sama. Es un honor para mí recibirle en mi oficina.

– El honor es mío Rooober-San, ha sido un largo viaje pero ha valido la pena.

– Hasegawa-Sama tome asiento por favor.

El recién llegado toma asiento y conversa con Robert mientras la chica se mantienen de pie junto a su jefe quien no es mas que Tetsu Hasegawa, CEO de Hasegawa Group, una de las más grandes compañías de bioquímicas de oriente, en las cuales destaca su departamento de desarrollo de fármacos biotecnológicos, ella es Akemi Miyake una ejecutiva de 22 años la cual inicio en el Grupo Hasegawa como responsable del departamento investigación y desarrollo. Poco tiempo después de su contratación Hasegawa decidió que Akemi debía encargarse de complacer cada deseo que el tuviera en mente y para tal fin había sido enviada como enlace con Industrias Fredensborg, su socio comercial y su principal cliente de bioquímicos, tiempo después en las expertas manos de Robert, Akemi se convirtió en la leal y servicial esclava que ahora de pie sostenía el maletín de su amo mientras el conversaba con su anfitrión. En su mente no había más que la orden de ser dócil y obediente a las ordenes del gran señor Hasegawa.

Por lo menos eso es lo que pasaba en la mente y a los ojos de Akemi, pues en un singular uso de una profesional, todas y cada una de las palabras dichas por Hasegawa llegaban a los oídos y cerebro de Akemi la cual las traduce para Robert sin el menor contratiempo y cada respuesta de Robert pasaba por igual camino para llegar a Hasegawa, aun para Robert era fantástico ver como un juguete sexual era usada como un traductor viviente sin ella cometer el menor error.

– Si me lo permite Hasegawa-Sama, le invito a recorrer las nuevas instalaciones de nuestra Clínica de reposo, le anticipo que se sorprenderá de los adelantos que hemos logrado en tan corto tiempo.

Una leve pausa y nuevamente la hermosa voz de la sumisa entrenada, enuncia las palabras en perfecta traducción para su jefe que al momento responde y la voz de la sumisa llega a Robert que no se cansa de admirar lo hermoso de sus trabajo.

– He esperado con ansias el conocer las nuevas instalaciones Rooober-San, pero quisiera primero que nos encargáramos del equipaje que he traído conmigo.

– No faltaba más, pero ya he girado ordenes sobre ese punto, de cualquier forma iremos a dar un vistazo, acompáñeme por favor.

Ambos salen de la oficina seguidos por Akemi que camina justo a dos pasos detrás de su dueño. Toman un corredor que los lleva a una espaciosa área donde una puerta les da acceso a un cubículo donde un falso espejo les permite ver a un grupo de 6 chicas asiáticas, vestidas todas con el uniforme de empleadas de Hasegawa Group, falda larga y saquito ejecutivo azul marino, con blusa de color blanco con una corbatita del mismo azul del saco. Todas conversan animadamente mientras se van sentando en las sillas destinadas para ellas en una sala de proyecciones, donde según Tara y Mitzuki les han informado, podrán ver un corto video explicativo de la Clínica Baxter.

Poco a poco todas toman asiento y el video inicia, donde puede verse aparecer una sonriente Patricia Zurita, la cual empieza a comentar todo lo que Clínicas Baxter ofrece en sus instalaciones. Hacia solo una semana que Patricia Zurita había anunciado su pronta renuncia a su empleo en la cadena de noticias donde había ganado fama, para convertirse en el rostro y vocera comercial de Clínicas Baxter. La primera campaña publicitaria había tenido una rapidísima aceptación entre jóvenes mujeres de clase media y clase alta.

Tara y Mitzuki se colocan al fondo de la sala, el video continua y poco a poco el murmullo de las chicas se va apagando mientras por un lado prestan atención al video y por el otro el gas inodoro e incoloro va llenando la sala relajándolas y aturdiéndolas lentamente, la gran mayoría de los hermosos rostros asiáticos van reflejando el aturdimiento. Una de las chicas sentada casi al frente sacude su cabeza intentando despertarse y extiende su mano torpemente para llamar la atención de su compañera que mira aturdida la pantalla donde Patricia sigue explicando los detalles de Clínicas Baxter. Mitzuki avanza entre las chicas con una mascarilla respirador en su rostro, sacando un aplicador inyecta el cuello de la chica dejándola fuera de combate en dos segundos.

Mitsuki empieza a colocar las correas restrictivas en las piernas y brazos de las aturdidas chicas, mientras Tara con un carrito lleva 6 juegos de visores de realidad virtual que va colocando en las cabezas de las chicas ya atadas y conectándolos a terminales ocultas bajo los cómodos asientos.

Robert observa a sus esclavas sumisas trabajar sin contratiempos en las nuevas candidatas mientras escucha a su acompañante hablar y luego la voz de Akemi llega desde su espalda.

– Espero que concuerde conmigo Roober-San esta vez he traído a las más hermosas de mis empleadas.

– Debo reconocer el excelente gusto que demuestra con cada una de sus entregas Hasegawa-Sama.

– ¿En cuanto tiempo podré tener a este grupo preparado y listo para lucirlo en mi colección?

Ya para este momento la mayor parte de las chicas tiene puesto el visor de realidad virtual que Tara va colocando, mientras Mitzuki va levantando las faldas de las chicas y quitándoles las medias y cortándoles las bragas y sostenes a cada una, mientras ajusta consoladores en sus coños y pone electrodos en sus vulvas y en sus pezones.

– Estamos mejorando día a día nuestras técnicas, hemos reducido muchísimo el tiempo de adoctrinamiento, mucho más con los nuevos químicos que nos esta proporcionando. Deberíamos estar entregándole este grupo en menos de 15 días. Muy pocas mujeres han podido resistir el romperse en uno o dos días una vez iniciamos el tratamiento intensivo.

– Me parece excelente, quisiera tener a estas sumisas a mis pies lo más pronto posible. Me gustaría conocer el proceso de conversión de las esclavas.

– En ese caso acompáñeme, visitaremos en corazón de las Clínicas Baxter.

A varios kilómetros de las Clínicas Baxter, en un exclusivo barrio residencial a las afueras de la ciudad, donde las mansiones son de dos a tres niveles, con muchísimas habitaciones, rodeadas de muy cuidados jardines y árboles frondosos al frente, a los costados y sin dejar de lado la elegante piscina trasera de la mansión, la agitada vida de una familia continúa sin novedades aparentes. James Baxter esta sentado a la mesa de la cocina leyendo el periódico del día, mientras todo el lugar se llena con el aroma del café mañanero preparado por su empleada Rossana que ahora viste su usual uniforme blanco y negro de empleada doméstica mientras termina de preparar el desayuno para Susan Baxter que se ocupa apuntando cosas en su agenda electrónica justo antes de salir para comenzar un nuevo día de trabajo.

– Niñas a desayunar, es la tercera vez que les llamo, no estoy para perder el tiempo.

La voz de Susan llena la casa al tiempo que mirando a Rossana le ordena.

– Ve y diles que bajen de una buena vez pues si no, no podré despedirme de ellas, debo salir ya o llegaré tarde a la oficina otra vez.

– Si señora.

James Baxter levanta la mirada de su periódico y con un autoritario tono de voz se dirige a Rossana.

– Espera Roxy… ven junto a mí.

Sussan sigue ocupada apuntando cosas en su agenda electrónica y James observa detenidamente en una pantalla de cristal líquido, que sostiene camuflándola en su periódico de la mañana, puede ver un video de alta resolución a todo color. Mientras su mano libre acaricia la pierna de Roxy por debajo de la falda, Roxy sube su falda para que Mr. Baxter tenga mejor acceso a su coño y su culo, la mano de James le acaricia una nalga y ella siente como su coño empieza a soltar sus babas. En el video puede ver claramente la señal inalámbrica de las, por lo menos 20, cámaras ocultas que cubren todas las habitaciones y lugares de la mansión, el video central muestra a la menor de sus hijastras vistiendo un cortísimo “baby doll” casi transparente que él le había comprado hacia unos días, aunque ella no lo recordara.

Melissa esta sentada en su cama con sus piernas abiertas mientras la lengua de su “mejor amiga” Valeria Crowell explora el coño y toma prisionero con sus labios y dientes el clítoris de Melissa mientras esta gime y aprieta las sabanas y sus pechos sobre el “baby doll” de encaje. Un segundo después Valeria se desnuda y le besa con sus labios llenos de humedad y tomando una toalla se dirige al baño.

James cambia el número de imagen y aparece Valeria desnuda a punto de entrar a la tina de espuma para darse un baño. cuando la imagen muestra a la chica dentro de la tina y la siguiente imagen muestra a Melissa sola en su habitación James Baxter le ordena a Roxy.

– Ve por ellas Roxy y hazlo como se te ha ordenado.

– Enseguida señor.

Susan continua escribiendo en su agenda justo como se le a ordenado previamente, sin tomar en cuenta nada de lo que pase entre James y Roxy, es irrelevante cualquier cosa que vea o escuche entre ellos, su vida continua justo como ella cree que debe seguir. Rossana sube las escaleras y siente la incomodidad del dilatador anal que, metido en su ano hace un par de horas, esconde bajo su vestido de empleada domestica. Rossana sube al primer piso y toca la puerta de la habitación de Melissa, Rossana toca dos veces más y luego de murmullos y cuchicheos una muy molesta Melissa abre la puerta gritándole a la cara a Rossana

-¿QUÉ?

– FUCKTOY MELY

Los ojos de Melissa se vuelven vidriados y su mirada perdida demuestra que su cerebro se ha desconectado de la realidad justo como se le ha condicionado. Roxy la observa y le dice:

– Dime lo que eres.

Melissa abre su boca y sus palabras escapan de ella con una voz casi como un mantra.

– Solo soy una boca, un culo, un coño y un par de tetas.

– El amo dice que hagas lo que se te ha ordenado y que no tardes en complacerlo.

Un recuerdo en su cerebro se activa claramente como una película que ha visto miles de veces, cada detalle de lo que debe hacer es claro como el cristal para ella, Melissa retrocede hasta su cama y recoge una maleta de viaje pequeña colocada junto a la mesita de noche, abriéndola saca una bolsa de papel lleva impreso el logo de un sex shop, contiene un nuevo consolador con correas para ajustarlo a la cintura. Este nuevo juguete le proporcionaría horas de diversión junto a Valeria. Cerrando la maleta deja la bolsa de papel con su contenido debajo de la cama. Vuelve a la puerta donde le espera Roxy.

– Esta hecho. ¿El amo estará complacido?

– Buena chica, despierta ahora puta Mely.

Los ojos de Melissa parpadean un segundo y ajustan su visión de Rossana su empleada de pie en la puerta de su cuarto y la ve gesticular algunas palabras mientras le tira la puerta en la cara.

– Señorita Melissa su madre dice que por favor baje a desayunar por que…

– No me jodas…

Rossana no ha terminado de hablar y la puerta del cuarto se cierra con un sonoro golpe. Melissa camina descalza hacia su cama vistiendo su cortísimo “baby doll” casi transparente, lo que dificulta sobremanera ocultar sus hermosos senos y sus muy bien torneadas caderas y nalgas, justo antes de llegar a la cama, la puerta del baño de su habitación se abre y una hermosa chica de cabellos castaños oscuros y brillantes ojos miel sale solo envuelta en una toalla blanca, camina hasta el borde de la cama donde Melissa ya esta sentada y le pregunta.

-¿Qué fue tanto alboroto?

– La estúpida desubicada de la empleada que viene a tocarme la puerta, ¿Quién se cree ella para venir a apresurarme en mi propia casa? La deje hablando con la puerta en las narices y le dije que no me jodiera la mañana…

Roxy continua su camino hasta la puerta del cuarto de la mayor de las hermanas Baxter, los tres golpes en la puerta traen de vuelta a la realidad a Samantha y antes de atender la puerta se empieza a ajustar la ropa luego de realizar un espectáculo sexual a su novio vía Webcam, y sin ella saberlo también le mostraba cuan puta es a su padrastro que la observaba por las cámaras ocultas en su cuarto, avanza a la puerta y se encuentra con Rossana.

-¿QUE?

– FUCKTOY SAMMY

Al igual que en Melissa, los ojos de Samantha se vuelven vidriados y su mirada se pierde en el vacío, su cerebro se convierte en una pagina en blanco donde sus dueños pueden escribir sus deseos, por más perversos que sean, y ella estará encantada de complacerlos. Roxy la observa y le dice:

– Dime lo que eres.

– Solo soy una boca, un culo, un coño y un par de tetas, a tus órdenes.

– El amo te ordena que recuerdes y hagas lo que se te ha ordenado, no tardes en complacerlo.

En la mente de Samantha mas que un recuerdo una secuencia de imágenes se proyectan disparando sus mas fuertes instintos sexuales y sus deseos sadomasoquistas al ver atada y a cuatro patas en una mesita de la estancia a su madre, completamente desnuda mientras Rossana se la coge con un gran dildo negro que le ensarta por el culo y ve a su padrastro James usando la boca de su madre como si fuera un coño donde mete y saca con fuerza y velocidad su erecta verga haciendo que los gemidos que llenan la habitación bajen de intensidad.

Pero no son solo los gemidos de su madre los que ella escucha, justo a su lado su esta sentada su hermana menor, ambas están sentadas en un cómodo sofá mirando como usan a su madre. Melissa esta desnuda bombeando su coño con un vibrador y con el rostro inexpresivo se masturba como una poseída mientras gime y se convulsiona de placer. Una quinta mujer, que viste un elegante traje ejecutivo, acaricia por la espada a su hermana y le sostiene los senos y acaricia el clítoris, mientras le dice algo en el odio a lo que la aturdida Melissa solo responde.

– Sí, lo haré Mistress Helen… lo haré Mistress Helen…

– Buena chica, buena chica putita mely, ahora correte para mi como la puta descerebrada que eres.

Mientras el vibrador sigue insertado en su coño, un orgasmo gigantesco barre el cuerpo de Melissa y gemidos y gritos llenan la mansión mientras convulsiona de placer a las órdenes de sus dueños, y como si de un juguete al que se le acaban la cuerda se tratara, sus brazos caen a sus costados y su cabeza se inclina hacia un costado pues no tiene la energía suficiente para mover un músculo, leves espasmos y el movimiento de su pecho al respirar atestiguan que no ha muerto víctima del placer.

Samantha siente como su cuerpo se eriza al ver que aquella mujer besaba a su hermana en los labios y luego lentamente la abandonaba para colocarse detrás de su propia espalda y llenarla de caricias como lo hiciera con su hermana, mientras le susurra al oído sus palabras… no, no palabras, ordenes, sí eran ordenes que ella debía cumplir.

– Volverás a casa luego de salir con Sammy hacia las montañas, entraras a buscar a tu hermanita, no te interpondrás en lo que veas que pasa entre tus padres y su empleada. Te excitara mirar, te encantara lo duro que traten a esas putas y necesitaras caricias y besos, si tu hermana te besa corresponderás y si ella no te besa tú la besaras Sammy. Obedecerás cada palabra que Roxy te diga, cada cosa que ella quiera que hagas con tu hermana no tendrás ninguna duda en realizarla. Serás conciente de todo y de todas las putadas que hagan, sabrás claramente que tu naciste para ser una puta perra mamavergas que solo vive para complacer a sus dueños… eres una buena chica Sammy.

– Soy una buena chica Mistress Helen.

Diciendo esto ambas mujeres se besan y en la mente de Samantha no existe otra cosa que ayudar a sus dueños, a sus amos, para quienes es importa que ella se vuelva la mejor puta de todas. Una puta conciente de su realidad como esclava sexual, una realidad que le encanta aceptar.

– Repite tus ordenes Sammy, repítelas como lo hemos ensayado todos estos días…

James Baxter observa complacido la imagen de la cámara del pasillo donde puede ver como Roxy sosteniendo con sus manos ambas nalgas de Samantha la levanta y presiona hacia ella besándola en los labios y con su lengua explora su boca que permanece abierta y la aturdida chica solo reacciona cuando Roxy la suelta y le dice:

– Buena chica, despierta ahora puta Sammy.

Samantha la mira aturdida y pestañea un par de veces y el vago recuerdo de Mistress Helen sosteniendo su cabeza y la de Melissa, haciéndolas fundirse en un húmedo beso de amorosas hermanas se va desvaneciendo hasta desaparecer… cuando escucha a Rossana decirle.

– Disculpe señorita Samantha pero su madre dice que la esta esperando para desayunar.

Esta vez Rossana pudo entregar el mensaje completo antes de casi recibir en la nariz la puerta del cuarto de la mayor de las niñas Baxter.

En las instalaciones de Clínicas Baxter, los tres personajes caminan hasta una puerta donde Robert introduce un código numérico y entran a una sala espaciosa donde a través de ventanas de cristal pueden observar tres quirófanos donde en ese momento tres chicas son operadas y se le implantan los nanobots en sus senos por un equipo de cirujanos especializados en la técnica de aumento mamario. Robert acciona un intercomunicador y una de las enfermeras voltea a responder la llamada detrás de la mascara quirúrgica los hermosos ojos azules de Lourdes observan a Robert con lujuria y deseo.

– “¿Como avanza nuestra nueva mascota?”

– “Sin novedades Amo, estamos por terminar el procedimiento en Lissy y en unos momentos la llevaremos a la incubadora”

– “Muy bien Lola ahora ve y termina con tus deberes”

– “Si Amo”

Volteando hacia sus invitados Robert puede ver como Akemi casi babeando observa las caderas de Lourdes contoneándose al caminar mientras vuelve a sus deberes, Akemi aparte de ser una extremadamente eficiente traductora, había sido programada para ser una ardiente bisexual. El hecho de que Lola llamara su atención no era una novedad pues ambas habían sido condicionadas en la misma remesa de esclavas, y como era obvio ellas habían llegado a conocerse profundamente en sus pruebas de desempeño como nuevas esclavas.

– Como puede ver Hasegawa-Sama, esta es una de las 4 salas de cirugía con que ahora contamos en la clínica, estamos en capacidad de realizar cirugías plásticas y de implantación de nanocontroladores a por lo menos 12 candidatas en simultaneo, hemos ampliado de forma extraordinaria nuestro “stock” de enfermeras y médicos (femeninas) especializadas en cirugía, anestesiología y otras áreas afines. Realmente nuestra visita al Congreso Internacional de Medicina Estética nos ha brindado resultados de excelente calidad. Ninguna de ellas puedo resistirse a ser invitada a una visita todo pagado a nuestra famosa clínica.

Mientras Robert camina, sonríe al recordar lo bien que se la paso seleccionando doctoras y enfermeras de aquel congreso, como si se tratara de cazar cervatillos seleccionando los más vulnerables de toda la manada, llegan hasta la sala de incubadoras, donde de pared a pared aparecen entre 15 a 20 objetos parecidos a capsulas metálicas las cuales a sus costados pueden verse una batería de monitores que reflejan el contenido de “los capullos”.

– Esta es nuestra sala de recuperación y reprogramación intensiva, hemos renovado nuestros equipos con estos nuevos modelos de capsulas o capullos de aislamiento sensorial. Cada una de estas capsulas contiene una candidata que es monitoreada y reprogramada mediante técnicas de repetición y recompensa. Las imágenes y conocimientos que queremos que se graben en sus mentes son descargados a sus cerebros por espacio de 48 a 72 horas. Para lograr que se rompan completamente a nuestra voluntad, intensificamos y controlamos sus sensaciones sexuales y logramos que en poco tiempo acepten sus nuevos roles, claro que esto lo logramos muchas veces con el trabajo previo en la preselección de candidatas en las clínicas que tenemos en la ciudad.

Accionando una de las pantallas de la tercera capsula, Robert muestra el registro completo de actividad de la chica contenida dentro de la capsula. En la pantalla principal aparece el nombre de Daniella Morgan, justo debajo de una foto tipo pasaporte donde aquella chica de por lo menos 24 años, le regala una hermosa sonrisa a la cámara engalanando un rostro de facciones estilizadas, nariz pequeña, chispeantes ojos miel y hoyuelos en las mejillas, su cabello rubio aparece cortado casi a la altura de los hombros. Luego tocando una pantalla táctil Robert acciona un video que muestra lo que en ese momento hacen ver a la chica.

– Veamos como Daniella se divierte cuando no esta ocupada trabajando como piloto de aerolínea comercial.

En el video aparece Daniella desnuda, con sus pies separados por una barra de metal que esta conectada a unas gruesas tobilleras de cuero por medio de argollas de metal, sus brazos están atados por cadenas que cuelgan del techo lo que hace que su cuerpo se balancee colgando del techo, sus gemidos son apagados por una mordaza de plástico rojo en forma de pelota que se ata detrás de su cabeza, los gemidos son producidos por la potente e incesante penetración que recibe de parte de un hombre vestido con uniforme de piloto de la compañía en la cual trabaja. Ella no puede contenerse y siente como su coño arde de deseo mientras el hombre llena con su verga su empapado coño mientras la sostiene por la cintura o le separa las nalgas dejando su ano expuesto y ella llega a ver estrellas cuando siente como una húmeda lengua sondea su esfínter, y las manos de una de las asistentes de vuelo de la compañía, arrodillada detrás de ella, acarician sus torneadas piernas mientras mantiene su cara enterrada en su culo.

Un poderoso orgasmo estalla en ella y sus ojos se van hacia atrás dejándolos en blanco mientras su cuerpo se tensa y sus piernas y brazos vibran como si recibieran una descarga eléctrica mientras su cuerpo se inunda de placer y de paso sus pensamientos se ahogan en el deseo de más y más placer.

– Bueno allí van unas cuantas neuronas que estaban de más, en cuestión de unas horas sus sesos estarán tan jodidos que le será difícil recordar su nombre.

Alejándose de las pantallas caminan por el corredor mientras observan a varias de las profesionales, que vestidas en ajustados trajes de minifalda parecidos a los de la estética, que marcan sensualmente sus senos en un amplio escote y casi no logran cubrir sus hermosos traseros, atienden, revisan y ajustan los diferentes niveles de condicionamiento de las candidatas.

Avanzan hasta llegar a una puerta metálica donde nuevamente Robert acciona una contraseña numérica que le da acceso a un panel biométrico donde colocando la mano, Robert acciona la puerta que se abre con un chasquido. Junto a sus invitados entra en una área completamente pintada de blanco, un blanco tan blanco que parece surrealista, a la derecha de la habitación se encuentran con un grupo de 4 sumisas que visten de uniforme de las cuales 3 están sentadas frente a una batería de monitores que registran la señal emitida por las cámaras colocadas dentro de cada una de las habitaciones distribuidas a izquierda y derecha del pasillo central. Cada habitación parece estar sellada sin puertas ni ventanas, se accesa a través de una puerta disimulada en la pared, pero el interior del cuarto puede ser monitoreado por una pantalla digital colocada en la entrada de cada habitación.

Robert activa una pantalla y aparece la imagen de un reducido espacio, más parecido a una celda que a una habitación. Todo lo que hay dentro es una cama colocada en una esquina, una mesa empotrada en la pared, un área de aseo con un lavado y un sanitario con bidet, en la pared opuesta a la cama una pantalla de TV de gran tamaño proyecta películas pornográficas una y otra vez mientras que en el sistema de audio de la habitación resuena los gemidos y sonidos de la película en estéreo.

En medio del suelo del cuarto una chica de cabellos castaños y grandes pechos aparece desnuda observando la película, arrodillada frente al monitor con sus piernas separadas mientras con dos dedos bombea su coño y con su otra mano se apoya en el suelo para no perder el equilibrio mientras se masturba como una estúpida arrecha observando la película.

– Esta es la postura clásica que encontraremos en cada celda, esta chica esta siendo bombardeada por condicionamiento visual y por mensajes subliminales que están en el audio que escucha. Para mantenerla concentrada y evitar que intente reaccionar al adoctrinamiento, el aire acondicionado contenido dentro de la habitación esta saturado en un gas que la mantiene en la “tierra de la-la-land” y que nos facilita manejarla al momento de sacarla de la celda.

– Todo este tiempo la mantienen drogada y receptiva, ¿ella podría recordar este proceso?

– Es probable que sí lo haga, aunque para ellas sería como rememorar una pesadilla erótica, generalmente implantamos memorias falsas en sus cerebros para que recuerden su estadía en la clínica como el tiempo más agradable que han disfrutado… De hecho ninguna de ellas se va de aquí sin disfrutar cada momento. En algunos contados casos cuando nuestras candidatas son devueltas a su vida real pueden comentar lo bien que lo pasaron en nuestra clínica y así poder captar futuras candidatas potenciales que ellas están condicionadas a detectar.

El destello de una señal luminosa en la batería de monitores de la estación de enfermeras, hace que una de ellas se levante y camine directamente al cuarto ubicado frente al cuarto que Robert mostraba a sus visitantes. Todos se colocan frente al cuarto donde la enfermera activa el monitor que permite a todos ver una chica de por lo menos 20 años, con un cuerpo delgado de curvas suaves y piel blanca que contrasta completamente con sus ojos de un verde esmeralda y su cabello negro azabache, sus senos no han sido aumentados mucho para mantener la estética de su cuerpo que parece una bailarina de ballet.

La enfermera activa un dispositivo en el panel de la celda y el gas de control es reemplazado por aire puro y en medio de la habitación aparece la chica de pie con sus piernas ligeramente separadas, sus manos se mantienen por un lado acariciando sus pezones y su otra mano introduce su dedo medio y su dedo corazón en el canal vaginal que tiene horas de estar repleto de fluidos que no paran de salir con cada nueva masturbación.

Abriendo la puerta la enfermera coloca una cadena de plata en la argolla del collar de cuero rojo, que a parte de los zapatos rojos de tacón de aguja, es lo único que viste la chica que dócilmente se deja manipular y es sacada al pasillo donde Robert y sus visitantes la observan con total atención.

– Una interesante pieza de su colección Roober-San.

– ¿No sabia que estaba interesado en la música sinfónica Hasegawa-Sama?

– Me interesan mucho el arte, y tener a la primera violinista de la Sinfónica de Paris convertida en una dulce sumisa es toda una obra maestra.

– Colette LaFleur tuvo la amabilidad de visitar nuestra ciudad hace unos meses y como ve, algo encontró aquí que no ha podido abandonarnos. Esta noche puedo hacer arreglos para que ella le haga una presentación privada si así gusta Hasegawa-Sama.

– Seria un exquisito placer.

Robert saca su agenda electrónica y escribe una serie de ordenes, ordenes que inmediatamente se hacen visibles en el reporte de acciones a tomar en la nueva sumisa Colette LaFleur, destinada esa noche a servir a Hasegawa como el tenga a bien.

Minutos después que Samantha bajara lista para salir, seguida por Melissa y Valeria igualmente listas, entraran a la cocina y tomaron un vaso de jugo de naranja y una o dos tostadas, y se fueron sin casi despedirse saliendo de la Mansión Baxter. Susan Baxter sigue sentada a la mesa y James Baxter deja de leer su periódico y mirando a Susan le sonríe mientras le dice.

– FUCKTOY.

Susan Baxter suelta su agenda que cae sobre la mesa y sus manos automáticamente empiezan a abrir su blusa y dejan al descubierto sus senos con sus pezones argollados y sin esperar otra orden se pone a cuatro patas metiéndose por debajo de la mesa y coloca su cabeza en la entrepierna de su esposo que le acaricia sus cabellos rubios castaños mientras atrapando por la cintura a Roxy la acerca a él y le besa subiendo su mano y tomándola de la nuca.

Roxy automáticamente empieza a desnudarse abriéndose la blusa y subiéndose la falda mientras las manos de James la guían hasta acostarla sobre la mesa para empezar a comerle el coño, mientras Sussy ya engulle con desesperación la verga de su dueño. Sobre la mesa a parte de Roxy descansa una agenda encendida donde se pueden leer las actividades que Susan escribía o por lo menos pensaba que hacia. “Viernes 8:30am: rwerwrwf rertrwe lksds ske”, “Viernes 10:00am: fds llxc rwslt eodsm”.

Hasewagua y Robert continúan el recorrido poco a poco y la mañana va pasando mientras Robert explica detalladamente a Hasegawa el uso de las incubadoras, y lo hace visitar las instalaciones del cuarto de control donde en ese momento por lo menos 6 profesionales operan las diferentes consolas de datos con audio y video que llenan de ordenes y mensajes subliminales las mentes de las candidatas en las incubadoras y en las celdas de recuperación, ninguna de las chicas parece percatarse de la presencia de los visitantes y continúan su trabajo sin la más mínima distracción, Robert se acerca a una de las operarias y mientras acaricia su cabeza como si de una mascota se tratara comenta.

– Como vera cada una de ellas centra su esfuerzo por ayudar a romper la voluntad y condicionar a las siguientes candidatas, muchas de las que ahora observamos por estos monitores en pocas semanas ocuparan puestos de trabajo en estas mismas instalaciones, sus habilidades naturales y profesionales no son destruidas, en cambio nosotros sacamos el máximo provecho de nuestro material.

La operadora de la consola emite leves gemidos y sus pezones parece que intentaran romper la tela de látex que constituye su uniforme de esclava, como es de esperar no hay nada más debajo de ese vestido y su atuendo solo tiene dos accesorios adicionales, un collar de cuero en su cuello con su argolla y un par de zapatos de tacón de aguja. Robert y sus visitantes abandonan el cuarto y pasan a otra cámara repleta de monitores y pantallas de video los cuales muestran todos los ángulos posibles del interior y el exterior de las Clínicas Baxter.

– Este es el centro neurálgico de seguridad de las instalaciones, como ve podemos monitorear toda el área interior y el perímetro exterior y verificar el buen funcionamiento de la fábrica y de cada uno de los módulos.

Todos observan los monitores donde en algunas cámaras ven la llegada de las pacientes en sus autos en el estacionamiento, algunas son dejadas en la puerta de acceso en elegantes limosinas y en elegantes autos sedan que visiblemente parecen blindados. En otra pantalla se aprecia la entrada de las pacientes y su segregación en clientela regular y clientela VIP, donde las primeras esperan su turno en una hermoso lobby con un soberbio gusto en decoración salido de la más reciente revista de decoración de interiores, las puertas de seguridad se abren y dos chicas, una rubia y una pelirroja entran dirigiéndose a la salas de masajes terapéuticos escoltadas por dos alegres y hermosas Estilistas de Clínicas Baxter que conversan animadamente con sus clientes.

En el segundo caso las clientes VIP conversan o chatean sus frivolidades con sus amigas mientras esperan sentadas en una súper lujosa sala, donde meseras les atienden y ofrecen sus bebidas o aperitivos energéticos bajos en grasa, sin azúcar, cero colesterol y cargados de drogas de control desarrolladas por la compañía Hasegawa, mientras esperan para ser llevadas las áreas privadas y selladas como son los saunas, las áreas de ejerció, las clases de aerobics, los baños relajantes o el área de masajes terapéuticos entre otros. Saunas como el que se aprecia en una pantalla donde una de las elegantes señoras lucha por no correrse mientras una de sus elegantes amigas esta de rodillas entre sus piernas, haciéndole una mamada de coño bajo la atenta mirada y supervisión de una de las Estilista de Clínicas Baxter, la cual le ha prohibido a la elegante señora correrse hasta que le sea ordenado, la pobre puta solo tiene la opción de convulsionar y sentir como se estremece a la espera de la deseada orden.

Volviendo la mirada a las primeras cámaras puede verse a la rubia y a la pelirroja acostadas boca abajo en sus mesas de masajes mientras una de las Estilista le acaricia las nalgas a la rubia y la otra Estilista revisa el estado de conciencia de la pelirroja abriéndole los parpados y revisándole sus ojos con una pequeña lámpara, satisfechas de la aparente inconciencia de ambas clientas activa un botón y una pared falsa se abre dándoles espacio a mover a las desnudas e inconcientes clientas a los pasillos que las llevan a distintos puntos de entrenamiento y condicionamiento de la Clínica.

En la mansión de la familia Baxter, Rossana deja de temblar por un momento y Mr. Baxter como si fuera la cosa más común del mundo le da a lamer sus dedos llenos de los propios líquidos vaginales de Rossana que los limpia con presteza y luego él se dispone a terminar su café y leer las últimas paginas de su periódico, perfectamente conciente de que sus hijastras han vuelto a casa y que una de ellas los espía y desarrolla su gusto por el vouyerismo. Rossana sigue sobre la mesa con sus piernas separadas ofreciéndole su coño a Mr. Baxter mientras ella misma se masturba con sus dedos y con la otra mano levanta sus senos y lame y muerde sus pezones. Esto es casi demasiado para Melissa que sigue escondida observando todo lo que pasa entre su padrastro y su empleada, siente que esta a punto de correrse por todo lo que ve. Su padrastro aprovecha para observarla por la pantalla de cristal líquido que sostiene en el periódico y la ve mientras ella se masturba viendo el espectáculo sexual de la cocina. Al poco tiempo observa a Samantha entrar a la casa y dirigirse a justo al lugar donde Melissa los observa, James sabe que será cuestión de minutos para que esas dos putas estén besándose y apretándose los culos y tetas justo como lo hacen siempre que el las tiene bajo su control y las hace comerse una a la otra.

Un momento después que los corazones de Melissa y Samantha casi se detuvieran al ver a su madre salir de debajo de la mesa de la cocina, mientras miraba embebida la verga de James que chorreaba jugos vaginales de Rossana, jugos preseminales y algo de las propias babas de Susan. Ambas chicas solo pueden mirar como Susan sigue lamiéndose los labios mientras bajo su falda sus medias se van humedeciendo por los jugos que salen de su coño, que arde en ganas de ser penetrado. Mr. Baxter, aun sosteniendo el collar de perro de Sussy, con sus manos presiona los hombros de su dócil esposa que simplemente reacciona arrodillándose hasta quedar a la altura del coño de Rossanna, Mr. Baxter ahora toma por la cintura a Rossana y la gira hasta que sus nalgas quedan frente al rostro de Sussy.

– Roxy ofrécele el culo a mi putita y tu putita has un buen trabajo con esa lengua.

Rossana toma sus redondeadas nalgas con ambas manos y las separa ofreciéndole su rosado y dilatado esfínter a Sussy. Sussy saca su lengua y empieza lentamente a lamerle el culo abierto por el dilatador anal, el culo de quien hasta hace un tiempo era solo su empleada doméstica. Las hermanas Baxter son sacadas de su estado de shock por los sonidos de la bocina del auto de Samantha. Mr. Baxter mira hacia a la puerta y ve a ambas como se agachan para no ser vistas y corren a la salida más próxima y no paran de correr hasta llegar al auto. Sacando su teléfono celular marca una tecla rápida y en pocos segundos Hellen Bells contesta.

– “Estoy a sus órdenes Mr. B, en que puedo complacerlo.”

– “Hola Hellen, solo para decirte que todo va según lo planeado, ambas perras han salido de casa y ya van más que cargadas de ganas.”

– “Gracias por su cooperación Mr. Baxter, nosotros nos encargaremos del resto.”

– “Recuerda el tercer paquete Helen. Ha sido un imprevisto del cual no me he podido deshacer.”

– “No se preocupe por nada, tenemos todo bajo control.”

– “Hasta pronto entonces Helen.”

Cerrando la llamada le ordena a Roxy asearse y prepararse para la siguiente fase, la sostiene por la cintura y le da un apasionado beso, el cual es correspondido con total deseo por la controlada Roxy. Mientras la ve alejarse contoneando las caderas recuerda como empezó todo esto, nadie podría llegar a imaginar que esta chica condicionada física y mentalmente para coger, gozar y dar placer a su dueño hace un tiempo atrás fue Rossana Villegas Directora Adjunta de Relaciones Públicas de Biotecnología Baxter.

Desde la llegada a Biotecnologías Baxter despuntó como una gran profesional bien educada y graduada de las mejores Universidades y Academias de Negocios, su jefe inmediatamente vio las potencialidades de aquella chica que no se detenía ante nada con tal de lograr sus objetivos, solo había pasado un mes desde su llegada a la oficina cuando ya su jefe James Baxter en juntas privadas a puertas cerradas la colocaba sobre el escritorio, acostada boca abajo con sus pechos sobre la sobremesa y sus piernas bien separadas mientras Mr. Baxter le llenaba el coño con su verga sosteniéndola de su diminuta cintura, mientras ella gemía y pensaba en lo rápido que seria ascendida en la empresa y en las ganancias que representaría ser la amante de un hombre tan poderoso como James Baxter.

Habían sido 4 excelentes meses de tórrido romance y buen sexo, pero como nada es eterno un buen día aquella felicidad sexual se termino cuando Rossana después de pasar de Asistente Ejecutiva a Directora Adjunta de Relaciones Públicas en menos de dos meses, empezó a presionar a Mr. Baxter sobre un puesto en la Junta Directiva. Obviamente la primera respuesta de Mr. Baxter fue un diplomático “Tendría que pensarlo y plantearlo a los socios”, pero luego Rossana sacando sus hermosas garras comento sobre un reciente descubrimiento de algunas cuentas de gastos de publicidad y mercadeo que simplemente desaparecían de los libros de cuentas de la compañía, fondos destinados a la operación de Industrias Fredensborg.

Una semana después una muy entusiasmada Rossana abordaba un vuelo con destino a Asia donde estaría en viaje de negocios cerrando un trato con un gigantesca multinacional de productos químicos y medicamentos que apoyarían proyectos con Biotecnologías Baxter, esta seria su oportunidad y trampolín a la Junta Directiva. Un mes y medio después, y luego de algunas cirugías correctivas de rostro, un nuevo color de cabello y un hermoso aumento de busto, llegaría vía correo electrónico la notificación de que por motivos personales Rossana Villegas abandonaba la compañía y permanecería en Asia contratada por aquella compañía que fuera a visitar. Nunca más se supo de aquella hermosa chica que se fue a trabajar a Asia.

Sin títuloJames Baxter toma la mata de cabellos de Sussy Pussy, que permanece de rodillas a su lado excitada y babeando, James limpia los fluidos de su verga con los cabellos de su esposa y aun sosteniéndole la cadena le jala y la hace gatear rumbo al garaje de la mansión mientras de dice.

– “Vamos putita… perra de mierda, daremos un largo paseo”

El recorrido continua y Robert y su invitado caminan por los pasillos de la Clínica mirando los distintos módulos a través de cristales falsos o pantallas de TV. En el pasillo las Estilistas de la Clínicas conducen a sus clientas a sus destinos, unas en camillas otras por sus propios pies, desnudas y con sus cadenas y collares al cuello completamente ignorantes del trato que reciben.

Una de las Estilistas sostiene la cadena de a la chica pelirroja de la sala de masajes y la hace caminar detrás de ella por el pasillo, la pelirroja ahora viste un corsé que realza sus pechos desnudos y adornados con cascabeles y sus hermosas nalgas y rítmico movimiento de caderas se acompasa con el sonido “clack, clack” que emiten unos altos y fetichistas zapatos de plataforma mas parecidos a pezuñas que a zapatos, mientras su boca esta cubierta por una brida de caballo y en su cabeza lleva una especie de tapaojos y un plumón color rosa termina adornando la coronilla de sus cabeza.

Las siguen y entran a un área de ejercicios con múltiples máquinas, donde las candidatas y profesionales hacen hasta lo imposible por mantener tonificados sus cuerpos para complacer a sus amos, pero al fijarse detenidamente en cada una de las máquinas, estas no son precisamente máquinas comunes, pues las bicicletas estacionarias desde sus asientos proyectan falos o dildos donde las pacientes se encajan y reciben penetraciones al pedalear, algunas también pueden verse conectadas a copas de vacío que hacen succión a sus pechos mientras pedalean.

En las máquinas para hacer brazos pueden ver a una candidata sentada desnuda haciendo su rutina de pesas mientas un dildo entra y sale de su coño a cada flexión, y a su lado pasa algo similar con la rubia del video de la sala de masajes que permanece acostada flexionando sus piernas mientras un dildo entra en su mordaza en forma de O en su boca y otro dildo entra en su coño. La Estilista de Clínicas Baxter coloca finalmente a la pelirroja en una máquina para caminar y luego de establecer los ajustes necesarios la hace empezar a caminar en un paso sencillo para que caliente sus extremidades mientras se le enseña como una buena Ponygril debe comportarse.

Continuando con el recorrido los visitantes pasan a lo que parece ser una gran cámara de aislamiento donde en una pantalla pueden apreciar a una sumisa sentada en una especie de silla de dentista, igualmente conectada por a electrodos y a dildos vibradores que entran en su vagina y coño estimulándola sexualmente hasta hacerla correrse, la diferencia de esta cámara es que la sumisa esta prácticamente sumergida y dentro generadores de viento crean corrientes de aire que golpean su rostro y su cabello. La sumisa sigue semiaturdida mientras su cerebro se convierte en una esponja del bombardeo psicológico y su cuerpo deja de obedecer sus órdenes dejándose dominar por los deseos que las máquinas implantan en ella hora tras hora de adoctrinamiento intensivo.

Hasegawa observa con curiosidad y luego de un rato pregunta.

– ¿Cual es el objetivo de esta celda Roober-San?

– Hasegawa-Sama déjeme disculparme primero por no informarle en la totalidad sobre las acciones que estamos tomando en las Clínicas,

– No tienes por que disculparte Roober-San, yo solo soy un accionista y tu has demostrado tu gran eficacia al llevar a cabo toda esta operación para beneficio mutuo.

– Me honra con sus palabras Hasegawa-Sama, pero mayor razón tengo para informarle pues pronto tendré que pedirle su colaboración en uno de mis últimos y más ambiciosos proyectos.

Sonriendo mientras acaricia y aprieta el trasero de la, al parecer, distraída Akemi, Hasegawa contesta a Robert.

– Roober-San, sabes que con gusto haré lo necesario para pagarte todos tus servicios que tanto placer y beneficios me han traído.

Mirando nuevamente la celda Robert sonríe pensando cuan fácil es agradar a los poderosos mostrándose humilde y conociendo sus necesidades.

– Esta es una celda que llamo “Novaya Zemlya” (Tierra Nueva), esta celda nos permite recrear las condiciones atmosféricas especificas que nosotros deseemos, podemos hacer que aunque en el exterior estemos a las puertas del invierno, dentro de esta cámara sintamos que estamos en una hermosa playa de Tahití, con la cantidad exacta de Sol, brisa, agua de mar, el nivel se sal en el aire y hasta la presión barométrica propia del lugar que recreamos.

– Muy interesante todo este concepto Roober-San, pero ¿Cómo esta cámara beneficia nuestra mutua operación y cual es mi papel en aquella colaboración de que me hablabas?

La agenda electrónica de Robert empieza a timbrar justo en el momento que se dispone a explicar el proyecto a Hasegawa. Disculpándose camina a una de las terminales de comunicación de la Clínica y se comunica con su oficina pisos arriba. Una sonriente Tara aparece en la pantalla de video.

– “Disculpe la interrupción Dr. Sagel pero los invitados de la reunión de las 11 están por llegar”

– “Gracias Tara, en cuanto lleguen hazlos pasara a la oficina y atiéndeles como debes y diles que estaré allí en unos minutos”.

La respiración de Tara se acelera visiblemente y su voz marcada por la excitación contesta.

– “Así lo haré Señor, muchas gracias Señor”.

El rostro de la chica desaparece y la pantalla cambia al logo de Clínicas Baxter, mientras Robert vuelve con su invitado y le informa de la situación.

– Al parecer he perdido la noción del tiempo en este recorrido y nuevos invitados que debo atender ya han llegado, creo que seria agradable que fuéramos a un último modulo y diéramos por concluido el recorrido si es que le parece Hasegawa-Sama.

– No te preocupes por mi Roober-San, este ha sido el mejor día en la fábrica de juguetes que he tenido… aunque solo me queda probar algo de los nuevos productos terminados.

– Así será, ahora por favor acompáñeme por aquí.

Entrando a una última sala tan espaciosa como todas las anteriores, ambos observan el rítmico andar de por lo menos 30 mujeres, en casi proporción exacta de mujeres desnudas y vestidas de entrenadoras. En medio de la sala una línea de 10 mujeres desnudas, paradas una al lado de la otra, esperan excitadas su turno para que Helen Bells las evalúe abriendo sus bocas, tocando sus pechos, revisando sus coños y traseros en un perfecto ejemplo de revisión de control de calidad de producto.

Helen termina de anotar unos parámetros en dispositivo electrónico y activando un botón el dispositivo emite una etiqueta adhesiva que ella coloca sobre la frente de una excitada y sonriente Vivian Deveraux, la cual es tomada por una entrenadora que con su agenda lee el código de barra de la etiqueta y la conduce dócilmente, sostenida de su cadena rumbo, a su siguiente destino en la Clínica.

– Como ve Hasegawa-Sama, dejo el trabajo de control de calidad a mi más responsable y experta colaboradora. Como puede ver este es el área donde hacemos la evaluación de nuestros productos terminados.

– Es un placer servirlo Hasegawa-Sama, estoy para satisfacer cualquiera de sus necesidades.

– Gracias por todo su trabajo Helen-Chan (“Chan” se refiere a ella como una mascota, no como “joven señorita” de menor edad que él), me complace ver que todo lo que hacen son productos de una calidad incuestionable.

– Es hora de ir a la oficina, acompáñenme para dar por concluida la visita.

Minutos después Akemi y Hellen abren las puertas de la oficina de Robert y flanquean la entrada de sus dueños mientra estos entran, frente al mismo ventanal donde hacia unas horas Robert contemplaba el paisaje, Michael James Baxter esta de pie con sus brazos cruzados mientras su verga y su huevos salen de su pantalones grises a juego con su saco, mientras Tara permanece vestida con su ropa de secretaria ejecutiva arrodillada frente a Baxter, haciéndole una mamada y siente como una de las manos de Baxter sostiene su nuca y la hace atragantarse con la verga que ella debe atender, una mezcla de saliva y líquido seminal escapan de la comisura de sus labios y manchan su blusita que muestras sus pechos rudos y pezones erectos.

Un olor a sexo llena la oficina y los sonidos de la húmeda mamada se mezclan con los gemidos de excitación de una segunda perra que esperaba en la oficina. En una esquina, desde donde puede contemplar perfectamente a Baxter y a Tara, Susan Baxter completamente excitada la escena. Permanece desnuda de rodillas, mientras una de sus manos se encarga de introducir un dildo en su coño, su culo esta abierto por un dilatador anal negro y con su otra mano levanta sus pechos para lamerse y mamarse los pezones argollados alternando el izquierdo y el derecho, sin poder apartar la vista la gran mamada que recibe James por parte de quien hasta hace poco fuera la secretaria personal Susan… de Susan pues ella ya no es mas aquella mujer de negocios, ella es solo un objeto para colocar en una esquina y para que su amo le llama Sussy Pussy cuando quiera usarla.

Robert sonríe al observar la escena y con un gesto de manos invita a Hasegawa a sentarse mientras dice con un toque de sarcasmo en su voz.

– Creo que es el momento y ambiente perfecto para hablar de negocios caballeros…

Diciendo esto Helen cae de rodillas junto a las piernas de Hasegawa y Akemi hace lo propio al lado de Robert. Ambos hombres observan como aquellas hermosas hembras gatean hasta sus entrepiernas y con gestos delicados pasan sus rostros y cabezas sobre sus pantalones y lentamente abren sus cierres y extraen las vergas y, al igual que lo hace Tara, hacer lo que mejor saben hacer… ser unas verdaderas profesionales.

Continuara…

Anexos I

En un lujoso hotel de la localidad el Penthouse ha sido alquilado por Tetsu Hasegawa, el cual en ese momento se encuentra en la cama sosteniendo la cintura de la sumisa Colette LaFleur, que hacia pocos minutos había terminado de tocar magistralmente la Sonata en G Menor, o “Devil´s Trill” de Giuseppe Tartini. Aunque el alma de aquella chica no pertenecía al diablo en persona, su cuerpo le pertenecería toda la noche a Hasegawa.

Akemi Miyake saciaba sus ganas penetrándose ella misma con un dildo que había pegado con una ventosa en una de las enormes ventanas de cristal del lugar, le había encantado mamar el coño de esa hermosa violinista, mientras la habitación se llenaba de las preciosas notas que sacaba de aquel violín que ahora permanecía justo al lado de la cama, donde su dueño y señor era ahora quien hacia vibrar a la violinista y en vez de notas musicales, eran sus hermosos gemidos de placer quienes llenaban el lugar.

En otra habitación del lugar James Baxter termina de atar las manos de su emputecida esposa a los correajes de la máquina que tiene tensado el cuerpo de Sussy en forma de X, mientras James vuelve a una consola de computadoras y ajusta una video cámara que emitirá vía Web toda la sesión de castigo que tiene planeada para la puta de Sussy Pussy. Colocándose una mascara sobre su rostro y poniéndose unos guantes de cuero, toma un látigo de varias colas y descarga el primer golpe en las redondas y blancas nalgas de Sussy que emite un gemido de placer detrás de la mordaza de plástico rojo que cubre su boca.

En las instalaciones de Clínicas Baxter Helen Bells recibe una mamada de coño por parte de su recién estrenada mascota Vivi, mientras observa las pantallas llenas de las imágenes que recibe desde una lejana habitación de hotel en las montañas nevadas, donde una ardiente escena lésbica inició hacia escasos 10 minutos, escena protagonizada por las hermanas Baxter que tal como se les había condicionado no han podido sacar de sus sesos las imágenes de sus padres teniendo sexo con la empleada de la mansión, mas específicamente su madre siendo usada como un juguete o mascota sexual. Concientes de todo lo que pasa entre sus padres y entre ellas, han empezado a dar los primeros pasos en su emputecimiento total y que les colma de placer y excitación, dos cosas de las cuales en cuestión de horas se harán más que adictas.

En ese momento Helen se deleitaba observando como Melissa llena el coño de Samantha con el dildo plástico y ambas hermanitas completamente desnudas gimen y convulsionan de placer. Melissa empieza a bombear, al principió lento pero luego más y más rápido y Samantha solo atina a sentirse llena y a pensar en ella como la puta más grande de todas, una perra justo como lo es su madre.

Melisa continúa penetrándola y luego de un momento la hace voltearse y acostarse en la cama y empieza a mamarle y lamerle los senos mientras la penetra, ambas se besan y acarician casi llegando al orgasmo. Samantha se saca el consolador y empieza chuparlo y limpiarlo, lo quita de la cintura de Melissa y Melissa la agarra de la nuca y entierra el rostro de Samantha en su coño y Samantha sumisamente empieza a mamarla.

En ese momento Helen ordena a Vivi detener la mamada y observa como lentamente Valeria entra en el cuarto de las chicas utilizando una de las llaves maestras de la administración del hotel de sus padres. Helen observa como esta inesperada y molesta visita empieza a ser la tercera integrante del trío lésbico en sus pantallas, visita que puede echar a perder todo el plan meticulosamente estructurado. Tomando un teléfono seguro Helen marca rápidamente una serie de dígitos. El teléfono empieza a sonar y a varios kilómetros de la Clínica Baxter una sonriente recepcionista pelirroja contesta.

– “Hotel Crowell Mountain, Tamara McGuini le habla ¿en que puedo ayudarle?”

Una voz conocida para Tamara le habla al otro lado de la línea y siente como si una descarga eléctrica corriera por su columna.

– “¿Tammy?”

– “Sí soy yo…”

– “¿Estas sola Tammy?”

– “Sí, sí lo estoy…”

– “DREAMLAND, escucha con atención mis ordenes Tammy, vas a hacer todo cuanto de diga y te encantara obedecerme…”

Los ojos de la chica se opacan y su mirada se pierden el en limbo mientras escucha con total atención lo que su Ama Helen le ordena hacer, al final de la llamada una aturdida Tamara solo atina a decir.

– “Así se hará Mistress Helen…”

Cerrando la llamada se dirige a los recintos de empleados donde abriendo su armario toma una bolsa y luego camina hasta el área de mantenimiento donde se encuentra a una chica del personal de limpieza y amas de llaves, llamada Isabel Torres según reza la plaquita de plástico con su nombre en su uniforme, Isabel escucha un mp3 player mientras empuja su carrito de limpieza de habitaciones por el pasillo desierto.

Tammy llega hasta ella e Isabel la saluda con una sonrisa mientras la observa hablarle pero nota que Tamara luce perdida o atontada. Isabel quitándose los audífonos intenta preguntarle el porque de su estado pero Tamara le mira y dice.

– DREAMLAND.

Isabel siente como sus pezones se endurecen y su coño se humedece mientras pierde completamente el control de su mente y Tammy sosteniéndola de una mano la lleva dentro de un cuarto de depósito vacío. Allí dentro Tammy hace que la aturdida Isa se arrodille ante ella y levantando su falda la hace comerle en coño mientras le da las instrucciones que Mistress Helen quiere que cumplan.

Unos minutos después Isabel avanza por el pasillo que da a la habitación de las hermanas Baxter y coloca su carrito de lavandería en a puerta, se acerca a la puerta y finge tocar, se agacha detrás del carrito a recoger una llave maestra que se le ha caído al suelo y coloca el tubo del cilindro de gas comprimido que esconde bajo el carrito. El gas invisible llena en segundos la habitación y las tres chicas caen aturdidas en cuestión de un pestañeo.

Isa coloca en su boca un pequeño inhalador y con la llave maestra entra al cuarto de las chicas con su carrito. Saca un aplicador de su bolsillo, apartando los cabellos de una de las chicas y le descarga el contenido en el cuello para luego tomar y levantar por debajo de los brazos a la aturdida y desnuda hija de los dueños del hotel, coloca a Valeria dentro del carro de lavandería y cubre el cuerpo de la aturdía chica con mantas y toallas.

La operación no dura más de 4 minutos y mientras Tammy, mediante las cámaras de seguridad del hotel, monitorea la salida de Isa de la habitación con la aturdida Valeria dentro del carrito, marca un número seguro en su celular y cuando contestan dice:

– “Mistress Helen, tenemos su paquete.”

– “Has sido una muy buena chica Tammy, ya envíe a recogerlo, dile a Isa que han sido muy buenas chicas, pronto las recompensaré. Has lo que debes y despierta putita Tammy.”

Tamara borra la llamada de la lista de discado y guarda su celular, parpadea dos o tres veces mirando el lobby vacío a esa hora de la madrugada y se siente tan apenada de dormirse otra vez en el empleo y como tantas veces siente su coño húmedo y algo caliente, se avergüenza pensado que tal vez sean esos sueños eróticos otra vez… lástima que no recordaba nada de ellos, por lo menos así valdría la pena estar excitada.

A esas horas de la noche el Dr. Robert Sagel se encuentra de pie mirando por el gran ventanal de su Penthouse en la cuidad, las millones de luces de los edificios y autos crean un manto de destellos frente a sus ojos. Un cristal de vodka descansa en su mano mientras contempla pensativo la ciudad.

Su teléfono recibe una llamada, lo extrae desde el bolsillo de su saco y contesta.

– “Hola Hellen.”

-“Hola Amo… El tercer paquete ha sido reducido y neutralizado, ya mande a buscarle, las marionetas están actuando justo como lo hemos planeado.”

– “Gracias por mantenerme informado, buena chica Helen.”

Cerrando la llamada y sin dejar de mirar la ciudad Robert se palmea dos veces el costado de su pierna, inmediatamente una chica llega a su lado gateando, su cuerpo permanece desnudo a excepción de un collar de cuero al cuello, con argolla de plata y su plaquita de mascota donde se lee “Sheba”. Sus facciones delicadas y cabello oscuro en parte lacio en parte rizado contrastan con su piel blanca olivácea, ojos color avellana y un cuerpo de infarto donde sus caderas y nalgas redondeadas no tienen nada que envidiar a sus bien formados y turgentes senos que se bambolean a cada movimiento que ella hace.

Robert la observa a su lado a 4 patas lista para ser usada y sacando su agenda escribe un mensaje de texto y lo envía.

– “Todas las cartas están sobre la mesa.”

Un minuto después llega la respuesta.

– “Es hora de empezar un nuevo juego.”

 
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